18/2/15

sOBRE lUIS Valdez y el teatro campesino

Foto de Luis Miguel Valdez
Luis Valdez: La maravilla del “Movimiento” y tres obras teatrales
Breve bibliografía de Luis Valdez
Luis Miguel Valdez; dramaturgo, ensayista, director de cine, y activista político nació el 26 de junio de 1940 en la ciudad de Delano, California, que tan elocuentemente describe como “the asshole of the universe” por razones que uno no podría debatir después de leer la historia de su niñez (Envisioning California 165). Era uno de diez hijos de una familia trabajadora inmigrante que siempre se mudaba de una cosecha a la otra en los valles de California. En el libro titulado Notable Latino Writers, se escribe sobre Luis Valdez que “in spite of working in the fields from age six, Valdez completed high school and received a scholarship to San Jose State College where he developed his early interest in theater” "A pesar de trabajar en el campo desde los seis años, Valdez terminó la escuela secundaria y recibió una beca para estudiar en San Jose State College, donde desarrolló su temprano interés por el teatro" (674). Fue allí que escribió su primera obra teatral titulada The Shrunken Head of Pancho Villa en 1963 que “explores the conflict between two brothers- an assimilationist and a Pachuco […] and the impact this extremism has on the tenuous fabric of a Chicano family” FUE allí que escribio su primera obra teatral Titulada La cabeza reducida de Pancho Villa en 1963 Que "explora el conflicto entre dos hermanos-un asimilado y un Pachuco [...] y el impacto que esto tiene el extremismo en la tela tenue de una familia chicana" (Notable Latino Writers 675). Según la bibliografía de Luis Valdez, se escribe que después de graduarse en 1964 con una licenciatura en inglés y drama, pasó unos meses con un grupo teatral de San Francisco llamado el San Francisco Mime Troupe en donde “its lessons in agitprop (agitation and propaganda) theater were valuable, for they laid the groundwork for his next venture” "Sus lecciones en agitprop (agitación y propaganda) de teatro eran valiosas, porque ellos pusieron la base para su siguiente aventura" (base de datos de Gale). Este grupo utilizó un estilo teatral de sátira política y actuaba presentaciones gratuitas en varios parques de San Francisco y el resto de California. El uso de la palabra “mime” es poco claro porque no son presentaciones hechas en silencio. Más bien, las presentaciones consisten en comedias musicales que combinan los aspectos de la Commedia dell’Arte, el melodrama y la farsa con temas políticos de la actualidad. Aunque no duró mucho tiempo con ellos, obtuvo una experiencia beneficial en que aprendió traducir las cuestiones sociales polémicas al teatro político. Vamos a tratar el tema del uso de los disfraces y ver cómo sus obras critican los estereotipos de los chicanos así como su uso del pachuco para desviar de los estereotipos preconcebidos de ellos. También, vamos a ver cómo Luis Valdez utiliza la historia en sus obras como un mecanismo didáctico y los falsos intentos de los latinos para ser incluidos en la sociedad norteamericana.
Su encuentro con César Chávez en 1965 durante la huelga resultó con la formación del Teatro campesino, que fue el brazo cultural y propagandístico del sindicato de United Farm Workers. El Teatro campesino llamó la atención a las condiciones difíciles del trabajador agrícola así como manifestó los beneficios de la sindicalización. Poco a poco, sin abandonar sus compromisos políticos y culturales, Valdez comenzó a desviarse de los límites de sus experiencias originales del teatro. En 1967, decidió trabajar de forma independiente y, sin dejar de realizar los actos, comenzó a explorar nuevos temas y formas de teatro, aspirando a llegar a un público más amplio. Estableció El Centro Campesino Cultural en este tiempo para fomentar el orgullo del patrimonio cultural de los chicanos de manera de presentar sus problemas a la cultura anglosajona. Tres de sus obras de teatro que representan lo esencial del Teatro campesino y Luis Valdez que vamos a examinar son Los Vendidos, Las dos caras del patroncito, y su famoso, Zoot Suit. En las obras teatrales podemos ver cómo Luis Valdez critica cómo se perciben los chicanos estereotipados, su uso del pachuco para romper con los estereotipos así como su utilización de disfraces como las máscaras, y su uso del realismo para referir a la historia verdadera.
Foto de una escena en Los Vendidos
Los Vendidos: estereotipos y exponiendo a los falsos intentos de ser incluidos
Siguiendo con el tema de la sátira y los estereotipos de los latinos, Los Vendidos fue escrito en 1967 y su primera presentación teatral tuvo lugar en la junta Brown Beret en Elysian Park en el este de Los Ángeles, California. Los personajes son Honest Sancho, la secretaria, el trabajador agrícola, el pachuco, el revolucionario y el mexicano americano. En esta comedia brillante de un solo acto, el dramaturgo chicano, Luis Valdez trata los prejuicios hacia los mexicanos en Norteamérica. El título Los Vendidos significa una persona que compromete sus valores personales como la integridad y el talento para el dinero, el progreso personal y para integrarse bien al estilo Norte americano. Más simplemente, significa un traidor. Todos los personajes de la obra teatral son chicanos estereotípicos incluyendo Honest Sancho que es el dueño de la tienda de curiosidades, la señora Jiménez que es la secretaria mexicana americana, y los modelos del trabajador agrícola, el pachuco, el revolucionario, y el mexicano-americano. Su obra Los Vendidos es un buen ejemplo de cómo fomenta el orgullo del patrimonio cultural de los chicanos porque satiriza a los Chicanos que intentan asimilarse a una sociedad blanca y racista. La escena empieza en la tienda Honest Sancho’s Used Mexican Lot and Mexican Curio Shop. Hay cuatro prototipos en exhibición. A la derecha hay un revolucionario completo con sombrero, carrilleras y carabina 30-30. En el centro de la tienda, colocado en el piso se encuentra el trabajador del campo bajo un amplio sombrero de paja. El pachuco se encuentra a la izquierda del escenario con una filera en su mano, y también está allí el mexicano-americano. Como se puede ver, todos los modelos están estereotipados como si tuvieran accesorios y uniformes puestos que sirven como disfraz que esconde la individualidad de la persona pero también sirve como una manifestación de sus ocupaciones. También, la ropa sirve de indicación del estatus social de los personajes. Hilda Kuper escribe:
Clothing can be described as part of the total structure of personal appearance which includes hairstyles, ornaments, masks, decorations and mutilations. The different parts of the structure are consciously manipulated to assert and demarcate differences in status, identity and commitment (support or protest) (349). La ropa puede ser descrita como parte de la estructura total de la apariencia personal, que incluye peinados, adornos, máscaras, decoraciones y mutilaciones. Las diferentes partes de la estructura están conscientemente manipuladas para hacer valer y demarcar las diferencias de estatus, la identidad y de compromiso (apoyo o protesta) (349).
La ropa de los personajes expresa no sólo los elementos de la posición social externa de la persona, sino también sobre su subjetividad interior. Sigue la obra con Honest Sancho moviéndose entre sus modelos estereotipados quitándoles el polvo y preparándose para otro día de negocios. La secretaria viene de la oficina del gobernador para comprar un “robot moreno” para la administración, pues parecerá bueno tener un “tipo mexicano” en el personal como empleado.
Durante la presentación las virtudes de los personajes están glorificadas. Primero llegan al modelo del trabajador agrícola, y Honest Sancho, con sus intenciones de vender el modelo, dice “Didn’t I tell you? Loves his patrones! But his most attractive feature is that he is hard-working. Let me show you.”, ¿No te lo dije? Ama a sus patrones! Pero su característica más atractiva es que es muy trabajador. Te voy a enseñar. y con un chasquido de sus dedos el trabajador se levanta y exclama “¡El jale!” mientras empieza a coger uvas (Luis Valdez 42). Esto es una manera humorística de burlarse de los estereotipos que tienen la gente hacia los trabajadores mexicanos. La insinuación de que la primera cosa en que piensa el trabajador es en el trabajo nos expresa la manera obtusa, degradante y vergonzosa en que la gente los menosprecia. Cuando llegan al revolucionario, Honest Sancho lo intenta vender cuando dice que es fácil mantener económicamente porque “He runs on horsemeat and tequila!” Trabaja con carne de caballo y tequila(47). Otra vez vemos la sátira de los revolucionarios como seres inferiores y crudos. Finalmente llegan al pachuco que piensan que es bueno para el puesto porque puede ser maltratado. Los pachucos han aguantado mucho abuso en la historia y no es extraño que Valdez los incluya.
Pero la señora Jiménez no encuentra ningún tipo adecuado para el puesto. Las características trilladas de los modelos dominan las buenas. Ella se da cuenta de que el revolucionario no puede hablar inglés, y que el Pachuco utiliza lengua abusiva. Podemos ver esto en el diálogo en donde Honest Sancho está intentando de vender el pachuco, Johnny, a la secretaria:
SANCHO: But he’s bilingual.
SECRTETARY: Bilingual?
SANCHO: Simón que yes. He speaks English! Johnny, give us some English. (Snap.)
JOHNNY: (Comes downstage.) Fuck-you!
También es violento, y ha estado encarcelado varias veces. Todas las características de los modelos son las más ingenuas y desagradables posibles. El modelo final que examina, el mexicano-americano, es conveniente en todos los aspectos porque es inteligente, bilingüe y educado. Es el “robot moreno” que estaba buscando y el tipo de mexicano que es perfecto para el puesto. El mexicano educado no ofende a la gente y tiene características malas, pero deben de tener cuidado porque una persona educada puede saber si las personas se están aprovechando de ellos. La secretaria paga los 15 mil dólares pedidos por él, pero antes de irse se fallan todos los modelos. La secretaria se va corriendo por la puerta de la tienda, olvidando su dinero. La audiencia ve que todos los modelos son seres humanos reales, pero Honest Sancho es realmente un “robot” o modelo. Las representaciones estereotipadas de los hispanos y latinoamericanos vistos aquí con los maniquís se manifiestan a menudo en los medios de comunicación de los Estados Unidos, la literatura y el teatro, con repercusiones muy reales para los grupos. Lo que los estadounidenses leen, ven y oyen en la televisión, radio, periódicos y películas tiene una gran influencia en la conformación de las actitudes de ellos, ya que refuerza una imagen negativa. Pero la inclusión de la comedia en la obra por Luis Valdez “turns stereotyping around, making the audience reassess their attitudes about various Chicano and Mexican “types. Subraya los estereotipos estereotipos expuestos, logra que el público evalúe sus actitudes acerca de varios mexicanos y chicanos" tipos (Jorge Huerta 16). Nos reímos pero también entendemos que las características que vemos son una reflexión de las percepciones anglosajones así como son una reflexión de la imagen de sí mismos que tienen los chicanos. La conclusión inesperada de la obra subraya el resentimiento, daño y dolor que sienten los chicanos así como demuestra la superficialidad de la sociedad “civilizada”. La característica que llama la atención es que la obra tiene un humor cínico y hace que los espectadores piensan a pesar de la risa que provoca el diálogo.
Las dos caras del patroncito: disfraces, sindicación y el nagual
La segunda obra teatral significa más bien lo que es el teatro campesino respeto al “Movimiento”. Se titula Las dos caras del patroncito y su primera presentación fue en el piquete de la huelga de uvas en Delano, California en 1965, el mismo año en que lo escribió. Su intención en esta obra es no sólo de expresar la ira de los trabajadores y animarlos a unirse políticamente, sino también satirizar a los productores (los patroncitos) y revelar su injusticia. Luis Valdez escribe que la creación de esta obra fue “In response to this situation [la intimidación de los patrones hacia los trabajadores durante la huelga], especially the phoney “scary” front of the ranchers” (Luis Valdez 18). Los personajes son Esquirol, Patroncito y Charlie (una guardia armado), y la obra empieza en los campos del cultivo de uvas donde se encuentra el patrón con el trabajador, Pedro. El patrón tiene puesto una máscara de cerdo amarilla con un intento de intimidarle al trabajador. Luis Valdez utiliza elementos de la comedia dell’arte como las máscaras en esta obra teatral y es un mecanismo importante usado para comunicar un mensaje táctico. En ciertos contextos la máscara esconde la identidad del personaje pero en esta obra la máscara revela las características del personaje. Donald Pollock escribe que “masks are not merely pictures of beings, but are more fundamentally considered to be ways in which the identity of those beings is attributed or predicated of the mask-wearer as well” La mascara refleja más sobre la identidad de quien la porta (583). La máscara de cerdo obviamente coincide con este pensamiento porque los atributos de un cerdo son negativos así como son los atributos del patroncito. La máscara, en este caso de cerdo, funciona “by concealing or modifying those signs of identity which conventionally display the actor, and by presenting new values that […] represent the transformed person or an entirely new identity” "Al ocultar o modificar los signos de identidad que convencionalmente muestran el actor, y mediante la presentación de nuevos valores que [...] representan la persona transformada o una identidad completamente nueva" (Pollock 584). También, por el uso de las máscaras, Luis Valdez regresa a sus raíces aztecas con la idea de que las máscaras representan el animal, o el nagual, que acompaña al ser humano en este mundo. Es sugerente que la relación entre los naguales y la persona son muy parecidas a la que existe entre el portador de la máscara ritual y la máscara. La idea de que la máscara de un animal revela su nagual se presenta en el libro Masks of the Spirit: Image and Metaphor in Mesoamerica en donde se escribe que “Both the mask and the physical body cover or “hide” the animating spirit represented by the ritual participant and the nagual, and both allow that underlying sprit to express itself in the world of space and time” (145). "Tanto la máscara y la cubierta del cuerpo físico esconde "el espíritu o alma representado por el participante ritual y el nagual, y ambos permiten que espíritu subyacente de expresarse en el mundo del espacio y el tiempo"En el caso del patroncito, el simbolismo de tener una máscara de cerdo puesta es auto explicativo y poderoso, y la audiencia recibe el mensaje que este personaje es taimado, corrupto y engañoso.
Después, el Patroncito le pregunta al trabajador, “You working hard, son?” y contesta Pedro, “Oh, sí patrón. Muy hard.” (18). El patrón empieza un tipo de discurso ridículo donde acaba diciendo “Yes, siree, I sure love my Mexicans, boy!”, y porque escucha esto el trabajador, que parece ser un poco ingenuo, intenta de poner su brazo alrededor de su jefe. Cuando hace esto, el patrón lo empuja diciendo:
I love’em about ten feet away from me, boy. Why, there ain’t another grower in this whole damn valley that treats you like I do. Some growers got Filipinos, others got Arabs, me I prefer Mexicans. That’s why I come down here to visit you, here in the field. I’m an important man, boy! Bank of America, University of California, Safeway stores, I got a hand in all of’em. But look, I don’t even have my shoes shined (19) Me encanta pero a unos diez metros de mí, muchacho. ¿Por qué, no hay otro productor en todo este maldito valle que te trata como lo hago yo. Algunos cultivadores consiguieron filipinos, otros a los árabes, pero yo prefiero los mexicanos. Por eso vengo aquí a visitarte, aquí en el campo. Yo soy un hombre importante, muchacho! Bank of America, de la Universidad de California en las tiendas Safeway, tengo una mano en todos ellos. Pero mira, yo ni siquiera tengo mis zapatos lustrados
Esta cita es evidencia de cómo pensaban la mayoría de los rancheros ricos de ese tiempo. Los trabajadores eran buenos solamente para el trabajo y los trataban como objetos. Otra vez vemos como el patrón no puede recordarse del nombre del trabajador, obviamente porque no le importa saberlo, y constantemente se refiere a él como “Boy”. El hecho impersonal de llamarlos “boy” es un insulto y reduce al trabajador al nivel de un esclavo y no de una persona libre. Luis Valdez añada a la ingenuidad del trabajador cuando el trabajador trata de darle una limpieza de zapatos, y aquí es donde sale Charlie, pensando que está tratando de atacar al patrón, y lo detiene al trabajador. El patrón lo para y lo ordena que se vaya a buscar sindicatos que podrían estar en el campo mientras le dice al trabajador, “Scared you, huh boy? Well lemme tell you, you don’t have to be afraid of him, as long as you’re with me, comprende? I got him around to keep an eye on them huelguistas. You ever heard of them, son? Ever heard of huelga? or Cesar Chávez?” (20). "¿Tienes miedo, ¿eh muchacho? Pues déjame decirte, que no tienes que tener miedo de él, siempre y cuando estes conmigo, Comprendes? Tengo que vigilar a los huelguistas. ¿Has oído hablar de ellos, hijo? ¿Has oído hablar de la huelga? o de César Chávez? "
El trabajador, teniendo miedo todavía, niega cualquier conocimiento que tiene de la huelga mientras que intenta de convencerle que no sabe qué bueno lo tiene trabajando por él. Le explica que el trabajador agrícola no tiene que pagar impuestos, el alquiler, comprar un carro y casa o sostener a una mujer como él. El patrón le dice que hay veces que él quisiera ser un mexicano para no tener los problemas que tiene, y sigue su discurso con la idea de que si él fuera un mexicano sería como:
Just one of my boys. Riding in the trucks, hair flying in the wind, feeling all that freedom, coming out here to the fields, working under the green vines, smoking a cigarette, my hands in the cool soft earth, underneath the blue skies, with white clouds drifting by, looking at the mountains, listening to the birdies sing (23) Sólo uno de mis chicos. El montar en los camiones, el pelo volando en el viento, sentir toda esa libertad, venir aquí a los campos, trabajando bajo las uvas verdes, fumando un cigarrillo, con las manos en la tierra suave fresca, debajo de los cielos azules, nubes blancas a la deriva, mirar las montañas, escuchar el canto de las aves (23)
La ironía de estos pensamientos del patroncito está incluido por Valdez para dar un punto de referencia a los espectadores que funciona como una indicación de la austeridad de los rancheros ricos. Cuando vemos una situación como este pensamos que quisiéramos que el jefe pudiera sufrir y sentir la angustia de trabajar en el campo. Esto es un sentido que se va llevar a cabo pronto. La obra llama la atención a las condiciones difíciles del trabajador agrícola así como manifiesta los beneficios de la sindicalización por manera de mencionar a Cesar Chávez y las huelguistas. Es decir, fue bien recibida por tratar las condiciones del trabajador y fue un éxito en su propósito de informarle al trabajador de sus derechos, especialmente durante la huelga de uvas en Delano. En su intento de enseñarle al trabajador que su vida es peor que la del mexicano, le quita al trabajador su sombrero y las tijeras podaderas a cambio de la máscara de cerdo, el abrigo y el puro del patrón. Al quitarse la máscara, el trabajador le dice “Patrón, you look like me!”, y el patrón pregunta, “You mean…I…look like a Mexican?” (24). Al quitarse la máscara, el personaje revela que es un ser humano con dos ojos, una nariz, una boca, un corazón y una alma (aunque no muy inocente) al igual que él. Aquí se puede ver la idea de esconder la identidad con la máscara. Sin la máscara “is normally considered a technique for transforming identity, either through the modification of the representation of identity, or through the temporary –and representational- extinction of identity”, normalmente se considera una técnica para la transformación de identidad, ya sea a través de la modificación de la representación de la identidad, o a través de la extinción de representación temporal-y de la identidad la identidad del patroncito se transforma cuando se quita la máscara a revelar un ser humano (Pollock 582). Cuando el jefe se quita la máscara, el trabajador se da cuenta que es un ser humano como él mismo pero está sorprendido. Quizás está pensando cómo un ser humano pueda maltratar a otro de esa manera.
Ahora que los papeles han cambiado, el trabajador se aprovecha del poder del patrón y empieza a maltratar al patrón (que ahora está vestido de trabajador). Le dice al “trabajador”, “Come here boy.” y responde el patrón en broma “Sí señor, I theeenk.” (25). Durante este cambio de papeles de los personajes, el patrón se da cuenta de que de veras no quiere ser mexicano trabajador y le pide a Pedro que le regrese sus cosas mientras dice “You know that damn Cesar Chávez is right? You can’t do this kind of work for less than two dollars an hour” (26). Esto le rinde tributo a Cesar Chávez así como informa de los bajos sueldos que están ganando los trabajadores. Cuando intenta agarrar sus cosas del trabajador, el trabajador se pasa de listo y grita “Charlie! Charlie! This union commie bastard is giving me trouble. He’s trying to steal my car, my land, my ranch, and he even tried to rape my wife!” Charlie! Charlie! Este bastardo comunista sindicalizado me está dando problemas. Él está tratando de robar mi coche, mi tierra, mi rancho, e incluso trató de violar a mi esposa! (26). Ahora el trabajador deja de ser ingenuo y parece haber rehuido de su ignorancia. Charlie llega y comienza a arrastrarlo mientras el patrón grita “Charlie! Stop it! Somebody help me! Where’s those damn union organizers? Where’s Cesar Chávez? Help! Huelga! Huelgaaaaa!” (27). Luis Valdez demuestra muy claramente la corrupción y ignorancia de los rancheros poderosos así como educa a la audiencia en los hechos que estaban ocurriendo con los trabajadores agrícolas. Valdez incluye en esta obra los temas del abuso del poder por parte de los jefes y los beneficios de afiliarse a un sindicato mientras demuestra las condiciones horribles que sufren los trabajadores en los campos. Valdez demuestra que entiende el papel fundamental de los oprimidos como víctima y héroe que, en su mayoría a través del humor, es capaz de revertir la situación. De hecho, fue esta maniobra sofisticada de las estructuras de poder que impulsó a la acción hacía adelante, mantuvo un aspecto de suspenso para el público mientras que al mismo tiempo, sirvió de modelo para mostrar que una victoria es posible. Esta efímera inversión de poder permite un visión tanto a la lucha y el triunfo de los trabajadores.
Un clip de la pelicula Zoot Suit
El pachuco malinterpretado y los disturbios Zoot Suit
Pero la razón de la fama de Luis Valdez es debida a su obra teatral, Zoot Suit. Es una versión novelada del juicio por el asesinato llamado Sleepy Lagoon de la vida real donde un grupo de jóvenes mexicanos, o pachucos, fueron acusados injustamente de un asesinato. Se convirtió en una producción de Broadway en 1979 que duró 41 representaciones, y más tarde fue llevada al cine con éxito, en la película protagonizada por Edward James Olmos. Henry Reyna (inspirado por el acusado de la vida real, Leyvas Henry) es un Zoot Suiter o pachuco en su última noche de libertad antes de comenzar su servicio naval cuando él y su “pandilla” son acusados del asesinato de un “gánster” rival después de una fiesta. Injustamente procesados, toda la banda fue metida a la cárcel por un asesinato que no cometió. La obra se sitúa en los barrios de Los Ángeles, California en la década de los años 40 en el contexto de los disturbios Zoot Suit y la Segunda Guerra Mundial. La obra es narrada en todas partes y la mayoría de las canciones son interpretadas por El Pachuco, un Zoot Suiter idealizado. Los pachucos son los jóvenes mexicano-americanos que desarrollaron su propia subcultura durante las décadas de los años 30 y 40 en el suroeste de Estados Unidos. Se vestían con ropa distintiva llamada “zoot suits” y hablaban su propio dialecto, el Caló, lo que significa que “the language and culture of zoot suiters represented a subversive refusal to be subservient” (Roderick Bush 181). El zoot suit ayuda a construir una identidad única para el pachuco y reconoce su distinción cultural. Bush escribe que el zoot suit era “a means of collapsing distinctions between themselves and higher-class people and of becoming something more than just low-wage, dirty workers” (182). "Un medio de colapsar diferencias entre ellos y las personas de clase superior y de llegar a ser algo más que bajos salarios o sucios trabajadores" Pero la gente norteamericana lo vio como algo no patriótico. Porque estábamos en medio de una guerra, el Departamento de Guerra racionó los tejidos y prohibió el uso de zoot suits. Esto causó que “wearing the zoot suits (which had to be purchased through informal networks) was seen by White servicemen as a pernicious act of anti-Americanism- a view compounded by the fact that most zoot suiters were able bodied men who refused to enlist or found ways to dodge the draft” vestir los trajes zoot (que tuvieron que ser comprados a través de redes informales) fue visto por los militares blancos como un acto pernicioso de antiamericanismo percibido con el agravante de que la mayoría de suiters zoot eran hombres sin discapacidad que se negaron a dar de alta o encontraron la manera de esquivar la guerra " (David Cecelski 273). También, la creación del dialecto de Caló es ejemplar de la experiencia de lugares urbanos en los EE.UU. La autora Antonia Darder escribe de su experiencia con el dialecto:
As a teenager in Los Angeles, like so many Mexican immigrant children, I fell through the cracks of two languages, Spanish and English. At the same time, I participated in creating our own hybrid culture, the principal aspect being calo or street slang. It too was poetry. Often our talk included a mixture of Spanish and English words; we also created new words to communicate sentiments not matched by school English. It was a special language among homeboys. An intimate language; a dangerous language: Trucha, Me la rayo. Alivianate. Chale. Con Safos. (192) Cuando era un adolescente en Los Ángeles, como tantos niños inmigrantes mexicanos, me caí por las grietas de los dos idiomas, español e inglés. Al mismo tiempo, participé en la creación de nuestra propia cultura híbrida, el aspecto principal es calo o argot callejero. Era también la poesía. A menudo, nuestra charla incluyó una mezcla de palabras en español e inglés; también hicimos nuevas palabras para comunicar sentimientos que no coincidan con la escuela Inglés. Fue un lenguaje especial entre cuates. Un lenguaje íntimo; un lenguaje peligroso: Trucha, Me la rayo. Alivianate. Chale. Zafo. (192)
La obra empieza con una navaja rasgando a través de un periódico grande donde se revela El Pachuco, el epítome de un “zoot suiter”, asumiendo la postura habitual con una calma desafiante. Empieza a hablar en español y de repente cambia a hablar inglés perfectamente. Rompe con los estereotipos del Pachuco terrible porque enseñan a los espectadores que solamente porque son pachucos no es una indicación que son estúpidos. La siguiente escena es una pista de baile en el barrio donde está bailando Henry Reyna con su novia. Los bailes juegan un papel importante en esta obra porque eran “sites of leisure and pleasure” que asistieron a menudo debido a su asequibilidad (Bush 182). La pandilla Downey entra y la danza se vuelve violenta cuando el líder de la pandilla, Rafas, empuja el hermano de Henry que se llama Rudy. Llegan la policía, y el teniente y sargento hacen arrestos pero dejaron ir a los anglos mientras la escena se disuelve y vemos una rueda de sospechosos. Este hecho pasaba mucho en la década de los 30’s y 40’s y todavía existe hoy en día. El pachuco se adelanta para hacer frente a Henry y le da una dosis de realidad: inocentes o no, irá a la cárcel. También le dice a Henry que sus planes para unirse a la marina no se llevarán a cabo. Le dice que la guerra de Henry está en el barrio y no en el extranjero. Uno piensa que no vale la pena ir a pelear en una guerra cuando hay tantos problemas en la casa y el consejo del Pachuco es acertado. El Pachuco se niega a que Henry sea tan optimista como sus dos defensores blancos pero Henry insiste que él no es el “victima clásica social” y será liberado. En un juicio injusto, todo el grupo se ha comprometido a cadena perpetua en la cárcel y George hace voto de apelar la decisión. Mientras está en la cárcel el temperamento de Henry lo causa a ser tirado en confinamiento solitario. Allí aparece El Pachuco y trata de consolar a Henry, pero Henry ataca su alter ego, lo que le hace desparecer. Jorge Huerta escribe en el prologo del libro de Luis Valdez, Zoot Suit and other plays, que el “character of El Pachuco also represents the Aztec concept of the “nahual,” or the other self as he comes to Henry’s support during the solitary scene in prison” (15). La idea de que el Pachuco representa el otro si mismo nos dice que el pachuco es la cosmovisión de Henry. Luis Valdez incorpora algunos elementos de las rituales Aztecas en esta obra, lo que regresa al personaje a sus raíces indígenas.
En Los Ángeles, los disturbios Zoot Suit se llevan a cabo entre los marines y pachucos. Rudy, el hermano de Henry, está aterrorizado por un grupo de marines cuando el Pachuco lo defiende. Nos enseña que el pachuco es valiente y sentimental aunque el estereotipo de él nos dice lo opuesto. Un marino le acusa de tratar de “outdo the White man” con su ropa, y luego el Pachuco es dominado y desmontado hasta que se queda solamente en un tapabarros. El libro Zoot Suit and other plays escribe que esta imagen sugiere “the sacraficial “god” of the Aztecs, stripped bare before his heart is offered to the cosmos” (Jorge Huerta 15). La imagen de un pachuco solamente en tapabarros también nos recuerda del fin de las vidas indígenas puras y el sufrimiento de ellos cuando cayeron en las manos de los españoles durante la conquista. La situación es parecida en que el Pachuco también es abusado así como fueron abusados los indígenas. Rudy observa en un estado de shock mientras el Pachuco sale humillado pero manteniendo su dignidad. Luis Valdez escribe “He may be naked, but he rises nobly in his bareness, dissolving into darkness. He will return, and he does” (15).
Siempre ha habido una estrecha relación entre la subcultura del pachuco y la subcultura de las pandillas debido a su doble marginación derivada de su juventud y su origen étnico. Luis Valdez intenta demonstrar que los pachucos han sido mal representados por su uso del estereotipo del Pachuco. El Pachuco representa el desafío contra el sistema que identifica y determina su carácter. Hay un doble sentido en que el personaje del Pachuco representa el alter ego de Henry así como representa su animal que acompaña al ser humano en este mundo, o su nahual. Jorge Huerta escribe de “El Pachuco’s almost constant presence, underscoring Henry’s inner thoughts and tribulations, skillfully captivates the audience and serves as a continual commentator on the action” (14). Porque el Pachuco es el protagonista de la obra, nos da un significado más profundo de él, y mientras llegamos a conocerlo mejor, lo compadecemos y nos damos cuenta de que no es una persona mala. También, Zoot Suit es una obra de Luis Valdez que está centrada en la historia y no en eventos corrientes. Jorge Huerta escribe que “this play illuminates the events that had a major impact on the Chicano community of Los Angeles during World War II, incidents that are carefully ignored by most high school history books” (13). Los disturbios en Los Ángeles fueron muy reales y tuvieron consecuencias irrevocables. Fueron una serie de de disturbios que estallaron en Los Ángeles, California durante la Segunda Guerra Mundial entre los marineros blancos y jóvenes latinos que fueron conocidos por sus trajes llamados zoot suits. Los mexicano-americanos fueron las víctimas principales pero también los jóvenes afroamericanos y filipinos fueron objetos. Los disturbios Zoot Suit era una reacción al infame asesinato llamado Sleepy Lagoon en donde fue asesinado un joven latino en su barrio en Los Ángeles. Los disturbios tuvieron un efecto en otras ciudades de los EE.UU. La amplia recepción de la obra de Luis Valdez facilitó tremendamente con el desarrollo de los derechos civiles para todas las razas minoridades porque ayudó atraer la atención al mal tratamiento de los trabajadores agrícolas así como enseñó que los estereotipos de chicanos no eran verídicos.

SOBRE EL TERMINO POSTMODERNISMO O POSTMODERNIDAD

El término '''posmodernismo''' designa generalmente a un amplio número de movimientos [[arte|artísticos]],
[[cultura|culturales]] y [[filosofía|filosóficos]] del [[siglo XX]], definidos en diverso grado y manera por su oposición o superación del [[modernismo]].

Las distintas corrientes del movimiento posmoderno aparecieron a lo largo del tercio central del siglo XX. Histórica, ideológica y metodológicamente diversos, comparten sin embargo un parecido de familia centrado en la idea de que la renovación radical de las formas [[tradición|tradicionales]] en el arte, la cultura, el pensamiento y la vida social impulsada por el proyecto modernista fracasó en su intento de lograr la emancipación de la humanidad, y de que un proyecto semejante es imposible o inalcanzable en las condiciones actuales.

Frente al compromiso riguroso con la innovación, el progreso y la crítica de las vanguardias artísticas, intelectuales y sociales, al que considera una forma refinada de [[teología]] autoritaria, el posmodernismo defiende la hibridación, la cultura popular, el decentramiento de la autoridad intelectual y científica y la desconfianza ante los [[metanarrativa|grandes relatos]].

[[Image:Bauhaus dessau.jpg|thumb|[[Escuela de la Bauhaus]]]]

==Antecedentes del término==

Si bien la acepción más usual del posmodernismo se popularizó a partir de la publicación de ''La Condición Posmoderna'' de [[Jean-François Lyotard]] en [[1976]], varios autores habían empleado el término con anterioridad.

El pintor inglés [[John Watkins Chapman]] designó como ''posmodernismo'' una corriente pictórica que intentaba superar las limitaciones expresivas del impresionismo sin recaer en el convencionalismo de la pintura académica; el término no se popularizó, prefiriéndose la designación de [[postimpresionismo]] sugerida por el crítico [[Roger Fry]]. Aunque el posmodernismo en este sentido no guarda más que una relación muy lejana con el posmodernismo tal como se entiende habitualmente —coincidiendo por lo general, de hecho, con los
principios teóricos y metodológicos del [[modernismo]] artístico— la relación de ambiguedad entre la superación y la conservación que dificulta la definición del mismo ya se hace aparente aquí. El uso que [[Arnold J. Toynbee]] haría del término para indicar la crisis del [[humanismo]] [[Renacimiento|renacentista]] a partir de la década de 1870 está relacionado con este.

En [[1934]] el [[crítica literaria|crítico literario]] [[Federico de Onís]] empleó por primera vez el posmodernismo como una reacción frente a la intensidad experimental de la poesía modernista o vanguardista, identificada sobre todo con la producción de la primera época de [[Rubén Darío]]; de Onís sugiere que los distintos movimientos de retorno o recuperación —de la sencillez lírica, de la tradición clásica, del prosaísmo sentimental, del naturalismo, de la tradición bucólica, etc.— son provocados por la dificultad de las vanguardias, que las aisla del público. Varios de estos rasgos reaparecerán en análisis posteriores, aunque la obra de de Onís no dejó huella directa en la tradición teórica.

El uso del término por [[Bernard Smith]] en [[1945]] para designar la crítica a la abstracción por parte del ''realismo soviético'' y por [[Charles Olson]] para indicar la poesía de [[Ezra Pound]] estaba a caballo entre las dos concepciones anteriores. Si bien subrayaba la ruptura con las tendencias del modernismo, se carecía de un armazón teórico que permitiese distinguir la producción de las vanguardias —en sí compleja y multiforme— de la de sus críticos de
una manera decisiva.

Sólo a fines de la década de [[1950]], a partir de los
trabajos de los críticos literarios [[Harry Levin]], [[Irving Howe]], [[Ihab Hassan]], [[Leslie Fiedler]] y [[Frank Kermode]], el término comenzó a utilizarse de una manera sistemática para designar la ruptura de los escritores de posguerra con los rasgos emancipatorios y vanguardistas del modernismo, concebido éste último como la exploración programática de la innovación, la experimentalidad, la autonomía crítica y la separación de lo cotidiano. La concepción no estaba exenta de dificultades, y algunos autores a los que Levin y Howe —ambos
intelectuales ''comprometidos'' y de izquierdas— criticaron, como [[Samuel Beckett]], fueron simultaneamente percibidos por otros teóricos de la cultura —entre ellos [[Theodor Adorno]], un modernista destacado en derecho propio— como la forma más refinada de modernismo. Sin embargo, lo central de esta noción —el posmodernismo como renuncia a la teleología emancipatoria de las vanguardias— sigue siendo considerado el rasgo más distintivo del postmodernismo.

El rasgo fundamental de la ruptura no estuvo en la corrección de la frialdad y las deficiencias arquitectónicas de los edificios modernistas, sino en el rechazo absoluto de la posibilidad de producir una innovación verdaderamente radical. El eje del pensamiento moderno —tanto en las artes como en las ciencias— había estado centrado en la idea de [[evolución]] o progreso, entendido como la reconstrucción de todos los ámbitos de la vida a partir de la sustitución de la [[tradición]] o convención por el examen radical no sólo del saber transmitido —como por ejemplo la forma
[[sinfonía|sinfónica]] en música, el retrato de corte en pintura o la doctrina clásica del [[alma]] en antropología filosófica— sino también de las formas aceptadas de organizar y producir ese saber —como la [[tonalidad]], la [[perspectiva]] o la primacía de la [[conciencia]]; la noción de discontinuidad había adquirido dignidad filosófica a través de la interpretación [[marxismo|marxista]] y nietzcheana de la [[dialéctica]] de Hegel. El posmodernismo desistió del proyecto de esta evolución; en sus formas más agudas filosóficamente, habría de intentar desmontar desde dentro el proyecto modernista al afirmar que la evolución total presuponía la constancia de su sujeto, el individuo autónomo.

== Arte postmoderno==
[[Image:SydneyOperaHouse.jpg|thumb|La Ópera de Sydney]]
El posmodernismo en sentido artístico abarca un gran número de corrientes desde los años [[1950]] hasta la actualidad; es difícil precisar en general los límites entre las realizaciones más arriesgadas del modernismo y las primeras obras posmodernas, aunque algunas artes —entre las que destaca la arquitectura— gozaron de un movimiento posmoderno programático y organizado desde muy temprano. Los rasgos más notables del arte posmoderno son la valoración de las formas industriales y populares, el debilitamiento de las barreras entre géneros y el uso deliberado e insistente de la ''intertextualidad'', expresada frecuentemente mediante el ''collage'' o ''pastiche''.

=== Arquitectura ===

Probablemente el primer desarrollo artístico deliberadamente postmoderno tuvo lugar en la arquitectura. Los arquitectos vanguardistas de la primera mitad del siglo XX —la [[Bauhaus]] de [[Mies van der Rohe]] y [[Walter Gropius]], y sus sucesores del llamado ''movimiento internacional'', [[Frank Lloyd Wright]], [[Alvar Aalto]] o [[Le Corbusier]]— habían buscado deliberadamente romper con sus obras la estructura del tejido urbano en el que se insertaban, prefiriendo enfatizar la funcionalidad, simplicidad y pureza de líneas del edificio. El compromiso con la renovación de las formas de vida en la evolución de la sociedad llevaba a los modernistas a intervenir radicalmente en el mismo concepto de la vivienda, famosamente definida por Le Corbusier como "máquina para vivir", buscando el potencial emancipatorio de la arquitectura en la innovación. El posmodernismo arquitectónico de los años 50 y 60 se resintió de estas intervenciones —algunas de las cuales habían tenido resultados desastrosos—, e intentó atemperar los rasgos de practicidad y las mejoras estructurales y de materiales del modernismo con el retorno a formas más convencionales y familiares. El estilo resultante —un ''collage'' de distintas tradiciones, pero sobre todo un compromiso con los gustos populares y con lo establecido que hubiera resultado inaceptable para los rigurosos
modernistas— fue vigorosamente defendido contra la estrategia modernista, y produjo obras de mucho fuste, sobre todo en los [[Estados Unidos]].

==Filosofía postmoderna==

La identificación del posmodernismo en filosofía y cultura como una entidad distinta del modernismo, y el esclarecimiento de los vínculos entre ambos, es una cuestión aún abierta en la teoría contemporánea. La crítica de las nociones lineales de la historia ha llevado a sus partidarios a definir como posmodernos autores del siglo XIX —sobre todo [[Friedrich Wilhelm Nietzsche]]— y aún de la Antigüedad clásica —[[Protágoras de Abdera|Protágoras]], [[Gorgias]], [[Isócrates]] y otros [[sofistas]]. Este artículo examinará brevemente los precursores, pero se concentrará en la producción teórica relacionada de manera más o menos directa con la crisis del [[estructuralismo]] en los años [[1960]].

La idea de un pensamiento postmoderno ha sido fuente de arduas discusiones y aún lo continúa siendo.

Una de las fuentes de esta discusión se encuentra en que no es capaz de definirse en términos precisos, pues son el resultado de diferentes ideas, pensamientos y percepciones en los distintos campos de la cultura occidental. Así en el campo científico, la teoría de la relatividad y posteriormente la física cuántica, revolucionaron la física gravitacional newtoniana y la forma de interpretar el universo. Del mismo modo lo han hecho en el campo filosófico. En la ciencia ha sido muy importante la enunciación del Principio de Incertidumbre de Heisenberg, nombre que define una de las mayores características del pensamiento postmoderno asi como las consecuencias del teorema de Bell.

Lo mismo ha ocurrido en el área de la psicología y de la psiquiatría con el devenir del psicoanálisis y sus diferentes escuelas hasta llegar a Laing y Lacan. En cuanto a la filosofía y a la literatura el aporte postmoderno es muy parecido al que en su momento produjo el romanticismo. [[Franz Kafka]] y [[Milan Kundera]] son dos autores ejemplos. El fenómeno Rowling con la saga de Harry Potter puede ser su corolario.

El filósofo italiano, [[Gianni Vattimo]] define el pensamiento postmoderno con claridad: en él lo importante no son los hechos sino sus interpretaciones. Así como el tiempo depende de la posición relativa del observador, la certeza de un hecho no es más que eso, una verdad relativamente interpretada y por lo mismo, incierta. El modelo determinista de la causalidad, de la verdad absoluta y de la teoría del tiempo lineal o la vigencia de la geometría euclidiana, fueron hasta hace poco paradigmas ahora superados por el conocimiento de un espacio de cuatro dimensiones, en el cual la variable tiempo entonces no había sido tomada muy en serio.

En la literatura la fusión del espacio y del tiempo en la narración y la percepción difusa de la realidad, así como los distintos puntos de vista del o de los narradores, junto a la simultaneidad de los géneros, especialmente en la novela, llevó a la ruptura de las técnicas clásicas,abolidas por una absoluta libertad tanto en estilo, forma y fondo. La literatura de imágenes donde la realidad y la ficción comparten el mismo espacio-tiempo se asemeja a la cinematografía, donde los dibujos animados comparten los mismos lugares y la misma vida que los actores de carne y hueso

La postmodernidad, por más polifácetica que parezca, no significa una ética de carencia de valores en el sentido moral, pues precisamente su mayor influencia se manifiesta en el actual relativismo cultural y en la creencia de que nada es totalmente malo ni absolutamente bueno. La moral postmoderna es una moral crítica del cinismo religioso predominante en la cultura occidental y hace énfasis en una ética basada en la intencionalidad de los actos y la comprensión inter y transcultural de corte secular de los mismos.

Es una nueva forma de ver la estética, un nuevo orden de interpretar valores, una nueva forma de relacionarse, intermediadas muchas veces por los factores postindustriales; todas estas y muchas otras son características de este modo de pensar.

Uno de los síntomas sociales mas significativos de la postmodernidad se encuentra en la saga de películas "Matrix", donde el realce de la estética y la ausencia de culpa causal, unidos a la percepción de un futuro y una realidad inciertas se hacen evidentes.

Los ideólogos más destacados en el área de la postmodernidad son [[Jean Baudrillard]],[[Theodor Adorno]],[[Jean F. Lyotard]], [[Michel Foucault]], Gianni Vattimo, [[Jacques Derrida]] y otros.

==Definiciones y criticas de postmodernidad según autores==

[[Jürgen Habermas]]: Desde el punto teórico-filosófico ha girado en torno a este autor. Para este autor, la posmodernidad en realidad se presenta como anti-modernidad. Él define a los posmodernistas como 'jóvenes conservadores' y dice que estos recuperan la experiencia básica de la modernidad estética; 'reclaman como suyas las confesiones de algo que es subjetivo, liberado de las obligaciones del trabajo y la utilidad y con esta experiencia dan un paso fuera del mundo moderno. Este autor defendía el multiclturalismo, y que la humanidad debe tender hacia la modernidad.

[[Jean-François Lyotard]]: Este autor critica la sociedad actual postmoderna y dice que va más allá de lo estético, critica la desaparición de los relatos marxistas porque estamos determinados por factores económicos y hay ausencia de libertad que es lo que caracterizaba a este movimiento, criticaba los relatos idealistas, iluministas, el cristiano y el liberal así como la desaparición de los mandatos. La cultura posmoderna también se caracteriza por desconfiar en esos relatos y buscaban las verdades de esos relatos basándose en sus efectos prácticos. Defendía la pluralidad cultural y que la humanidad no ha de tender a la modernidad, lo contrario que Habermas.

[[Andreas Huyssen]]: Para este autor, existe una relación entre modernismo estético y el ''postestructuralismo'' (que es una variante de modernismo confiado en su rechazo de la representación y la realidad en su negación del sujeto, la historia, etc.) Este autor defiende que la cultura posmoderna debería ser captada en sus logros y sus pérdidas, en sus promesas y perversiones e intenta defender con sus obras ('Dialecta Escondida', 'Guía de la Posmodernidad'...) que si las vanguardias intentaron cambiar el mundo, más lo hizo la tecnología,la industria cultural. El surgimiento de la cultura posmoderna se debió a las nuevas tecnologías que se apoyan en el lenguaje: los medios de comunicación y la cultura de la imagen. Segun Lyotard, las tecnologías comunicativas han producido una sociedad de la información.


[[Alan Sokal]]: Físico de la New York University propone que el postmodernismo ha llegado a su límite, que ha agotado sus recursos. Esto lo evidencia en un artículo denominado "Transgrediendo los límites: hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad cuántica" en donde hace una disertación teórica de tal modo que solo el sabe lo que escribió. Lo que sigue es que dicho escrito lo publicó la revista Social Text, en un núpero especial sobre estudios sociales y culturales de la ciencia. Luego el autor desmiente el artículo de modo que deja ver cómo el lenguaje críptico y complicado, el uso de teorías de las ciencias exactas para apoyar afirmaciones en las ciencias sociales es una característica de los autores posmodernos: "Creen sin duda poder utilizar el prestigio de las ciencias exactas para dar un barniz de rigor a su discurso. Por otra parte están seguros de que nadie señalará la utilización abusiva de esos conceptos científicos" (cap. 1, Impostures intellectuelles, Ed Odile Jacob, París, 1997).

sOBRE LOS INVASORES DE eGON wOLFF

PUBLICADO POR 


De paso por la Usach, el dramaturgo recuerda las décadas en que el teatro dejó de ser entretención para transformarse en un potente vehículo de propagación de ideas y entrega un lapidario diagnóstico de nuestra sociedad.


Por Carlos Martínez.


A casi cinco décadas del estreno de “Los invasores”, el dramaturgo chileno Egon Wolf (84) echa una mirada a su intrincada carrera, que lo llevó desde la ingeniería química a las tablas, y analiza la vigencia de una de sus obras más emblemáticas, que vio la luz en 1963 bajo la dirección de Víctor Jara.
“Esta sociedad es una contradicción absoluta: nos invitan a ser generosos y morales en un modelo que tiende a la explotación y el abuso”, señala tajante el autor, de paso por la Usach, en esta entrevista donde recuerda sus inicios y la imposición paterna que lo obligó a cursar estudios universitarios formales. Sin embargo, la pasión por el teatro pudo más.


¿Cómo transcurrió su niñez, en una época donde la opinión de la familia era gravitante para decidir en qué desarrollarse profesionalmente?
Desde los ocho años escribía profusamente cuentos en alemán. Pero siempre con una actitud clandestina, porque mis padres no permitían este tipo de cosas. A mí me parecía absurdo. Esa inquietud estuvo latente, soterrada.


Mi adolescencia estuvo marcada por la Segunda Guerra Mundial. Chile rompió relaciones con Alemania y la empresa donde trabajaba mi padre fue requisada y mi padre quedó cesante. En ese período yo ingresé a la Escuela Militar, porque mi padre provenía de una familia prusiana con una larga tradición militar. Por una cuestión familiar yo debía ser cadete e ingeniero. Pero al ingresar a la Escuela Militar yo me enfermé de soledad, de los pulmones y a final del primer año me enfermé de tuberculosis. No comía, estaba muy triste, no quería estar en ese lugar y me salí de la Escuela y estuve tres años con esta enfermedad que no sanaba. En ese periodo fue cuando cultivé, aún más, mi labor literaria: me dediqué a leer y escribir en alemán


Al inicio de la década del 50 usted se titula de ingeniero químico, ocho años después presenta la obra “Mansión de Lechuza” ¿Cómo fue este periodo en que se cuajó su trabajo como dramaturgo?
Eso ha sido uno de los enigmas de mi vida. Yo soy ingeniero químico por un acuerdo con mi padre o más bien una imposición. Entré a ingeniería química en la Católica, pero debo ser honesto, fui un químico a medias, porque no estaba mi alma puesto en eso. Pero me titulé y trabajé en un área pionera: el estudio de algas marinas chilenas. Llegó el matrimonio y eso profundizó la decisión de continuar con mi profesión, pero siempre estaba la inquietud por escribir.


A los 28 años volví a tener un episodio de tuberculosis lo que, terminó, obligándome a cambiarme a una ciudad con mejor clima: Quilpué. En esta ciudad conocí a Eugenio Guzmán Ovalle, el director de teatro quien actuó en la obra de Arthur Miller: “La muerte de un vendedor”. Ahí me enamoré del teatro. La fui a ver diez veces, me conseguí los textos y con una falta de modestia impresionante me dije: esto lo puedo hacer yo. Ahí me embarqué en el teatro


Esa experiencia de transformación al ver la obra de Arthur Miller ¿qué provocó en usted?
Para mí “La muerte de un vendedor” es la mejor obra del siglo XX. Es una denuncia soterrada, es una bomba a la sociedad estadounidense. Todo eso me provocó que me sintiera muy identificado con la obra y me diera el impulso de escribir.


El dramaturgo Rolando Jara señaló que usted, en particular, y la generación del 50 y del 60, en general, lograron una significativa transformación del lenguaje escénico ¿Cómo cree que esta aseveración se ve reflejada en su obra?
Hay que pensar que la generación del 50 y 60 nació bajo el influjo de la muy buena literatura realista comprometida de esa época, sobre todo la americana y la francesa. La primera en el área social y político y la segunda, en términos filosóficos.


Es ese periodo, se empezó a dar una estructura académica al teatro en sintonía con lo que estaba ocurriendo en Europa. Se dejó de hacer del teatro improvisado, en ese momento en que yo comencé a escribir, en que toda esta generación se formó y que también fue la primera en entrar a la universidad a estudiar teatro. Todo esto ocurrió en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, donde se crearon varias escuelas artísticas. Hubo una efervescencia cultural con la sucesión de gobiernos radicales. Fue un cambio fundamental: el teatro dejó de ser una entretención de fin de semana y se transformó en un vehículo para la propagación de ideas, en una época de gran agitación social y política.


Es imposible no hablar de una de sus obras más conocidas: “Los invasores”. En esta obra existe una tensión entre pobreza-riqueza que no deja indiferente a nadie ¿Cómo surge esta idea para crear una obra con esta pugna?
En esa época, cuando escribí “los Invasores”, existía una tremenda efervescencia, un afán de cambio. Estaba en el aire esa idea de que se podía cambiar la sociedad. Como fui criado en un ambiente de burguesía, pude ser testigo de la sensación de pánico en el sector burgués. Personalmente, aunque vivía en ese medio, tenía mi propio punto de vista. Soy un convencido que esta sociedad es una contradicción absoluta: nos invitan a ser generosos y morales en un modelo que tiende a la explotación y el abuso. Creo que los cambios que debe hacer la sociedad para no ser injusta tienen que ir acompañada de un cambio de los individuos.


Yo siento que somos muy imperfectos como seres humanos. Nacemos con un criterio muy imperfecto: la sociedad nos obliga a ser exitoso, estimula nuestras ambiciones personales y la codicia, nos llena de afanes y éxito personal y en el camino nos olvidamos de los demás y vamos dejando una serie de cadáveres en el camino. Chile es un terreno de explotación y los extranjeros vienen a enriquecerse a este país, eso me molestó siempre porque lo viví, me crié en esa lógica. En ese sentido fui un rebelde y terminé muy sospechoso para mi clase social al escribir “Los invasores”. Se me cerraron las puertas de casas, amigos me dejaron de hablar, problemas familiares muy graves que no valen la pena contarlos.


Bueno, inventé “Los invasores” para no caer en el folletín político que estaba muy de moda en esa época y que tampoco es eficaz, porque caricaturiza la situación. Por eso inventé este sueño-pesadilla de este industrial lleno de culpa, porque creo que hasta el día de hoy está lleno de culpa. Esa culpa se sumerge en el inconsciente, se arrastra y se lleva por dentro, porque no se puede vivir en una sociedad injusta. No se puede, sólo si se vive sordo y mudo, la conciencia te lo impide.


“Los invasores” no sólo me generó problemas con la clase alta, también con los sectores más comprometidos. Porque no era una obra clásica para atacar la burguesía, además es ambigua. Víctor Jara tuvo muchos problemas para montar la obra, el Partido Comunista le pidió que se retirara de la Dirección. El diario “El Siglo” realizó la peor crítica que he recibido en mi vida, la más virulenta crítica: qué cómo era posible que un burgués viniera a hablar de pobreza. Sostenían que “Los invasores” no era la representación del pueblo y claro, si es una pesadilla. Fue muy duro para mí.


¿Cuál es su opinión sobre la reescritura que hizo el dramaturgo Luis Ureta de la obra “Los invasores”?

El me contactó para pedirme reescribirla para un proyecto más bien privado, algo más bien modesto, pero después fue absorbido por lo que se hizo en Teatro a Mil. La reescritura me ha provocado varios problemas, incluso con mis hijos. Pero no tuve la fuerza de ir a verla. Amigos míos la fueron a ver y no tuvieron la mejor de las opiniones. “Los invasores” es una pesadilla, pero debe ser bastante creíble: la idea es que el espectador dude. Pero el problema del industrial y el pánico de su señora es concreto y a mí me consta porque yo vi esos estados durante esa época.

SOBRE EL TEATRO DE CREACIÓN COLECTIVA bUENAVENTURA

El método de creación colectiva en la propuesta didáctica del maestro
Enrique Buenaventura: anotaciones históricas sobre su desarrollo
105
Recepción: 23/09/2009
Aprobación: 14/11/2009
EL MÉTODO DE CREACIÓN COLECTIVA EN
LA PROPUESTA DIDÁCTICA DEL MAESTRO
ENRIQUE BUENAVENTURA: ANOTACIONES
*
HISTÓRICAS SOBRE SU DESARROLLO
Mario Cardona Garzón
Universidad de Antioquia
RESUMEN
En este artículo se quiere destacar la contribución que hace el Maestro
Enrique Buenaventura en el panorama de los métodos existentes para
la enseñanza del teatro en Colombia. Se resalta la diferencia que él
mismo propone entre un método para la formación de actores y un
método para la creación colectiva, el cual, a su vez, como proceso
forme a los actores; también es pertinente señalar la relevancia que
tiene para el teatro latino-americano la existencia de un método co-
lectivo en un contexto históricamente individualista. Se realiza un
análisis hermenéutico de reflexión crítica, comprensión y síntesis
sobre los documentos teóricos del Maestro.
Palabras clave: teatro, Método de Creación Colectiva, improvisación,
didáctica, análisis del texto.
Rhec Vol. 12. No. 12, año 2009, pp. 105-121106
Mario Cardona Garzón
THE METHOD OF COLLECTIVE CREATION
IN THE DIDACTIC PROPOSALS OF MAESTRO
ENRIQUE BUENAVENTURA: ANNOTATIONS
ON ITS HISTORICAL DEVELOPMENT
Mario Cardona Garzón
University of Antioquia
ABSTRACT
The article highlights the contributions made by Enrique Buenaven-
tura to existing methods of teaching theater in Colombia. It highlights
the differences he proposed between the methods for training actors
and methods for collective creation, which in turn affect the actors’
formation process. The article also notes the relevance to Latin Ameri-
can theater in which the master advocates a collective method in a
historically individualistic context. The article undertakes a herme-
neutic analysis of critical thinking, understanding, and synthesis of
theoretical documents by the Master.
Keywords: theater, Method of Collective Creation, improvisation,
teaching, analysis of the text.
Rhec Vol. 12. No. 12, año 2009, pp. 105-121El método de creación colectiva en la propuesta didáctica del maestro
Enrique Buenaventura: anotaciones históricas sobre su desarrollo
107
Conozco este camino paso a paso
y no sé si voy o vengo o estoy quieto,
Dejo huellas, las borro, las repaso
Enrique Buenaventura
1. PRIMERAS PALABRAS, HACIA EL MONTAJE DE UNA OBRA EN EL TEC
¿Qué se entiende por método? Para responder a esta pregunta, nos remi-
timos a lo que los profesores Álvarez de Zayas y Elvia M. González plantean
frente a la didáctica: “el método es la configuración que adopta el proceso
docente educativo en correspondencia con la participación de los sujetos
que en él intervienen, de tal manera que se constituye en los pasos que de-
sarrolla el sujeto, en su interacción con el objeto, a lo largo de su proceso
1
consciente de aprendizaje” . En este sentido, ya para la época de 1967, el
Maestro Enrique Buenaventura, pedagogo, Hombre de teatro, empieza a
perfilar la necesidad de un método que diera orden y trazara caminos en la
construcción del discurso de montaje en el teatro, dado que el desarrollo del
trabajo y los montajes reclamaban con urgencia nuevas formas de abordar
la creación teatral desde una visión más colectiva y de mayor inclusión y
participación. Veamos, pues, dicho recorrido:
Posterior a la renuncia de Pedro I. Martínez y Fanny Mikey, en enero de
1965, se presenta la reestructuración del TEC, lo que en el campo artístico-
administrativo ocasiona la creación de un colectivo de dirección. En este
periodo, comprendido entre 1967 a 1975, el Teatro Escuela de Cali plantea
una antítesis a toda la etapa anterior de trabajo, desmontándola gradual-
mente, siendo reflexivos y críticos con ella, aceptando los nuevos retos
sociales y políticos que se les planteaban. Al respecto, dice Buenaventura:
“Con traumas, con problemas y crisis, la transformación vino. Surgió una
dirección artística que asegura una amplia participación de los actores en
2
la orientación artística de la institución” .
Se planteó la necesidad de dar la oportunidad de dirigir a miembros
del elenco de planta y se constituyó un colectivo de dirección que hizo del
trabajo del montaje un verdadero trabajo de equipo. En este sentido, la inte-
ligencia de Buenaventura-director está en comprender pedagógicamente ese
nuevo reto; no se trata solo de alumnos para formar, sino de alumnos que
acceden al nivel de la profesionalización; entonces, este tránsito parte de un
modelo de compañía teatral para convertirse en un equipo posibilitador de
una nueva estructura, con una metodología de trabajo; dice Buenaventura
que el trabajo del TEC en esta nueva etapa está precedido y acompañado
por la investigación a diferentes niveles: histórico, sociológico, político e
investigación científica en torno al propio trabajo artístico.
Rhec Vol. 12. No. 12, año 2009, pp. 105-121108
Mario Cardona Garzón
Obsérvese la aparición del concepto de investigación científica, lo cual
no deja de ser una innovación en los logros alcanzados durante los procesos
precedentes a esta etapa y la implementación de la experiencia que permite
llevar a la práctica dichos conceptos; es el caso del Ubu Rey, que nos servirá
de ejemplo, pues en este proceso aparece un nuevo director acompañado de
un colectivo de dirección que necesariamente va a democratizar el método
de trabajo. Con esta obra, el TEC da inicio a un camino que ya se venía la-
brando, por lo cual Buenaventura se pregunta: ¿por qué escogimos el Rey
Ubu?, y responde al respecto:
1) Por su contenido y la relación de ese contenido con la situación
actual de nuestro país. Ubu es una sátira del aventurerismo,
del golpismo y una crítica de la violencia, de la corrupción
administrativa y de la impunidad.
2) Es la primera y continúa siendo una de las más avanzadas piezas
de vanguardia de este siglo (XXI).
3) Por su forma y la multiplicidad de problemas que plantea en
cuanto a actuación y montaje, una experiencia nueva para el
director y los actores. Ubu ha sido para nosotros una pieza expe-
3
rimental en el más profundo y amplio significado del término .
El hecho pedagógico así planteado requiere de una comunión propia con
la pedagogía social, en donde el Maestro no se reafirma en su autoridad sino
que empieza a estar atento a las solicitudes de sus ya compañeros-alumnos.
De otro lado, este grupo como colectivo se enfrenta a un conjunto de textos
narrativos y dramáticos de A. Jarry y del TPN (Teatro Popular Nacional), los
cuales fueron analizados, contextualizados, seleccionados y experimentados
para finalmente ser adaptados.
Ahora viene la responsabilidad: el trabajo de reelaboración del texto debe
ser confiado a un dramaturgo, en tanto los textos reelaborados por actores
suelen perder belleza literaria. Con el ánimo único de ilustrar la dimensión
del trabajo puesto en marcha alrededor de esta obra, basta mencionar las
diferentes comisiones que trabajaron a profundidad en las siguientes áreas:
comisión de análisis histórico, de material gráfico, de análisis ideológico,
de análisis particular del lenguaje de Jarry, de breve estudio sobre la lógica
de Ubu, de análisis de la fábula, de propuestas escenográficas y musicales;
para después de este proceso pasar a los ensayos; pero como en ese momento
están en procura de establecer un Método de Creación Colectiva, empieza a
aparecer en el proceso una herramienta fundamental para el trabajo teatral:
la improvisación, propuesta teórica que no encontraremos referenciada en
ningún otro estudioso del teatro en el mundo.
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Enrique Buenaventura: anotaciones históricas sobre su desarrollo
109
Ya tenemos pues un modelo para seguir trabajando, escribe Buenaven-
tura en el texto reflexivo que denomina: ¿Cómo se monta una obra en el
4
TEC? , y se constituye en uno de los primeros documentos que presenta los
antecedentes del Método de Creación Colectiva.
2. UNA EPÍSTOLA... AL FIN Y AL CABO LA PALABRA
En el año de 1966, Buenaventura reúne a los actores del Teatro Escuela
de Cali y les lee una carta dirigida a los nuevos directores de obras del TEC,
en la que dice: “he decidido escribirles porque al fin y al cabo la palabra
escrita es mi mejor y mi más legítimo modo de expresión y quisiera también,
5
en esta carta, hablarles de mi experiencia personal en la dirección teatral” .
En tales palabras, Buenaventura está planteando una colectivización de este
oficio, reconoce la importancia para la institución de que otros integrantes
se comprometan con las dificultades y responsabilidades de los nuevos
procesos, sabe también que después de diez años ya se han quemado etapas,
que la relación con el público ha permitido una experiencia y madurez para
andar nuevos caminos, y sobre esto reflexiona; en tanto, ya hay miembros
en el grupo capaces de asumir el proceso de dirección, y tratando de cla-
rificar este proceso, escribe en la carta: “yo no digo que no haya que hacer
planes, que se vaya al trabajo creador sin saber lo que se quiere, lo que se
busca; al contrario, no creo que haya plan inútil, investigación o idea pre-
via inútiles. Hay que tomar este trabajo previo con gran seriedad, pero hay
que entender que la creación llamada Puesta en Escena, no encontrará su
6
forma, su estructura, su plena expresión, sino por sí sola” ; la autonomía
a que se refiere es la de la obra de arte y éste será uno de los principios en
los cuales se apoyará el método.
Como se puede ver, esta carta propone algunas reflexiones críticas para
la formación de los nuevos actores; para esta fecha la figura del Director
ocupa un lugar preponderante en la práctica artística del teatro. La propuesta
que empieza a perfilar Buenaventura es todo lo contrario y dicha carta es
testigo en tanto invita a ceder esta responsabilidad, compartir funciones y
elevar el nivel intelectual del grupo. Este es, pues, uno de los conceptos que
el Método de Creación Colectiva va a transformar: la concepción previa del
Director; si estamos de acuerdo con la autonomía de la obra de arte, este
concepto previo deberá transformarse. Así las cosas, posteriormente se da
un trabajo frente al concepto de identificación, en donde, citando a Brecht,
nuevamente se declara partidario de la identificación en cierto momento
durante los ensayos, pero no cree en su uso exclusivo; es necesario, dirán
Brecht y Buenaventura, que se tome, además, posición frente al personaje
con el cual uno se identifica; luego aclaran: “es un hecho que el actor es
Rhec Vol. 12. No. 12, año 2009, pp. 105-121110
Mario Cardona Garzón
sobre el escenario él mismo y el personaje de la pieza a la vez, esta contra-
dicción debe reflejarse en su conciencia. Es esa contradicción, para hablar
7
claramente, la que le da vida al personaje” . Finalmente, dice Buenaventura
en su carta: “lo más importante, el objetivo inmediato de nuestro teatro es
insistir con audacia y tratar de encontrar nuestro modo de ensayar; la prueba
definitiva de este nuevo modo de trabajar nos la dará la experiencia, a la
8
cual también debemos ir con audacia y decisión” . De esta manera se está
anunciando el Método de la Creación Colectiva como una urgencia y una
necesidad para el trabajo práctico.
3. CREAR UN TEATRO PROPIO DESDE LO UNIVERSAL: IMÁGENES
QUE NACEN Y REGRESAN
En un documento escrito dos años después del anterior (Utilizar el teatro
universal para crear un teatro propio, 1968), Buenaventura propuso utilizar
el teatro universal para crear un teatro propio que, en un principio, funcionó
de esta manera: un director, un grupo de actores y un empresario estatal, y
la Escuela Departamental de Bellas Artes de Cali. En este caso, el director
escogía las obras, las montaba con los actores y éstas eran una especie de
instrumento del gobierno para llevar ‘cultura’ al pueblo.
Así las cosas, sostuvo Buenaventura: “en nuestros países la historia se
mueve rápidamente [...] nosotros nos dimos cuenta que para sobrevivir
como artistas creadores y para echar las bases de una dramaturgia nacional
era indispensable ligarnos a la historia de nuestro país, indagar con nues-
tro trabajo la problemática nacional hasta sus causas y sus implicaciones
9
universales” . Vemos que Buenaventura demuestra un interés particular
por el contexto social, que no es ajeno a los grandes cambios de la época:
Revolución Cubana, Mayo del 68, el Frente Nacional, Huelgas y protestas
estudiantiles, Movimiento hippie, El nadaísmo, entre otros episodios his-
tóricos. Más adelante, Buenaventura sostiene: “Nos lanzamos a la aventura
tímidamente con La Celestina por los años 64-65, luego más de lleno con
‘Ubu Rey’ y sólo en ‘El fantoche de Lusitania’ (1969) pudimos ir encontran-
do las tablas de salvación que nos rescataran de un caótico y demográfico
naufragio [...] Las tablas de salvación fueron pequeños hallazgos que se iban
uniendo hasta constituir la balsa que tenemos ahora: un método de trabajo
10
colectivo” . Como se puede inferir del montaje de La Celestina, el equipo
aprende la complejidad de la novela y de las fuerzas sociales representadas
en sus personajes; del carácter de este montaje se salta a otra experiencia
ubicada en el polo opuesto, como ya se dijo, que es Ubu Rey, para continuar
con una pieza del teatro documento de Peter Weiss, El canto del fantoche
lusitano, que trata el tema de la liberación del dominio francés por parte
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Enrique Buenaventura: anotaciones históricas sobre su desarrollo
111
de Angola y dio como resultado un montaje con una carga escenográfica,
musical y de imágenes teatrales de gran riqueza y lirismo épico.
Este documento, como el anterior, va prefigurando el Método de Creación
Colectiva y ello sucede básicamente porque de cada nueva experiencia, de
cada nuevo montaje, Buenaventura sistematiza cuidadosamente el proceso,
es consciente de la importancia de ir abriendo caminos, de que el trabajo
práctico permite un mejor equilibrio en las relaciones actor-director-autor,
la cohesión del equipo y su interacción bajo un propósito común. El método
encara el texto no como concepto o como literatura, lo hace como conflicto
y al ser problematizado busca la historia, la anécdota, el tema, para, de este
modo, enfrentarlo con el análisis, tanto práctico como teórico. Al respecto,
dice Buenaventura en este documento: “lo importante, sin embargo es que
hemos encontrado un camino para utilizar el teatro universal en la tarea
de crear un teatro propio y hemos ampliado y mejorado ese camino, [...]
finalmente, la reintegración del teatro, estamos luchando por devolverle su
carácter de arte colectivo, pues estamos convencidos de que sólo así saldrá
11
de la profunda crisis en que se encuentra” .
Se podría concluir que el teatro, sin un método de puesta en escena, se
encuentra subordinado a la voluntad de la genialidad del director o a los
embates de la moda y el artificio; sólo con procedimientos estables para la
creación, es decir, con un método, es posible recorrer un camino fructífero
que ofrezca resultados interesantes.
4. CAJA DE HERRAMIENTAS PARA LA CREACIÓN DEL MÉTODO
El Método de Creación Colectiva es un trabajo cuyos avances y anexos
se evidencian en varias publicaciones sucesivas de Buenaventura; una de
las versiones más logradas aparece publicada en Cuaderno Teatral, números
1 y 2, de la Corporación Colombiana de Teatro, en enero y febrero de 1971
y 1972. Este documento, que lleva el título de Apuntes para un Método de
Creación Colectiva (1971), procura ya un trabajo más maduro y claro; en
cuanto a sus objetivos, dice Buenaventura: “el método es la condición ne-
12
cesaria del trabajo colectivo” .
Así las cosas, una tarea de creación artística requiere necesariamente
de un método para su realización; sin embargo, en la historia de nuestro
13
teatro son pocos los métodos propios o las propuestas didácticas para la
puesta en escena; generalmente quedan libradas a la manera particular en
que, con su grupo, procede el director. El método de Buenaventura nace,
así, de una serie de rupturas, de errores y fracasos por los cuales transita
el grupo; una primera ruptura era el cuestionamiento hacia la autoridad
del director, desde las improvisaciones; otra ruptura es la concepción del
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director, que se cuestiona a partir de la etapa analítica del método; de esta
manera, se pasa del estudio cuidadoso y riguroso, que elaboraba el director
para la puesta en escena de una obra, a un análisis del texto colectivamente,
como trabajo de mesa. Dice Buenaventura: “lo primero es leer cuidadosa-
mente el texto en grupo, tratando de entenderlo cabalmente a nivel lexico-
gráfico. Lo segundo es analizar la forma específica de narrar del autor, su
tratamiento del tiempo y del espacio, de los personajes, etcétera. Esto con
el fin de elaborar la fábula, tomando distancia, separándose del ‘estilo’ de la
14
pieza” . Posteriormente, después de elaborada la fábula, el método propone
la preparación del argumento; teniendo estas dos categorías, se procede a
‘sacar’, en palabras de Buenaventura, las fuerzas en pugna; esto impacta de
manera directa la forma de hacer Teatro, es decir, el método; y, en segunda
instancia, revoluciona el papel del actor-intérprete hacia la construcción
de un actor-creador, quien estudia el contexto de la obra, su forma de ser
narrada, los conflictos que en ella se manifiestan para, finalmente, salir a
escena cargado con todo ese andamiaje de saberes.
El método de Buenaventura adjudica unos niveles de segmentación o
Secuencias, unidades mayores de división interna del texto, que se divi-
den en razón al cambio de motivación; de cada una de las secuencias, se
procede, a su vez, a ‘sacar’ las fuerzas en pugna y la motivación que las
enfrenta; posteriormente, se hace una nueva división en la secuencia para
sacar las Situaciones, unidades menores, extraídas durante el análisis; luego
se dividen las situaciones, para obtener las Acciones que también poseerán
fuerzas en pugna y motivación. El proceso didáctico llevado a cabo va de
lo general a lo particular y el análisis permite hacer inferencias a partir de
los conflictos manifestados por los personajes durante la creación.
Se debe resaltar que durante este acercamiento a la obra por parte de los
actores, músicos, intérpretes, escritores, escenógrafos y demás, se produce la
expresión del método, esto es, un grupo de personas que, dejando la idea del
Director como centro, se embarcan en la creación, imaginación, concepción,
producción de la obra, logrando unos aportes multidisciplinarios integrales
y ricos. Se puede ver la propuesta didáctica incorporada por el método como
una composición de estrategias que ubican al sujeto en función del interés
y la pasión por el conocimiento y la creación; se participa allí por interés y
voluntad personales, donde la motivación principal es cómo se puede ser
útil y aportante creativamente al equipo; esto evidencia, entonces, el siste-
ma de co-evaluación, basado en el encuentro entre un actor y sus pares, en
donde se exige a sí mismo y al otro.
En el campo didáctico se despliega también un medio particular del Tea-
tro Experimental de Cali, que consiste en las Sábanas; esto es un conjunto
de cuadros y esquemas, donde es posible establecer los acuerdos que se
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Enrique Buenaventura: anotaciones históricas sobre su desarrollo
113
construyen en un gran tablero (papel bond pegado en la pared), donde se
trazan dos ejes cartesianos y se empiezan a vaciar los diferentes parámetros
(fuerzas en pugna, secuencias, situaciones, conflictos, etcétera), primero
tentativamente y luego acercándose a logros definitivos, gracias a la dis-
cusión. Se debe señalar que, a diferencia del modelo tradicional, donde el
director era dueño de un saber descargado sobre la pizarra para ser copiado
por sus estudiantes-actores, en este caso el director inicia el tablero y se va
construyendo a muchas manos, con tantas ideas como sean los asistentes;
es, entonces, una suerte de democratización del saber, cuya metodología
permite la pluralidad de aportes. Se emplea como medio didáctico, en esta
etapa, el diario de campo o de montaje, conjunto de notas que día a día
lleva el actor sobre el proceso desarrollado y que puede ser un diario con
los registros propios de cada disciplina.
Se parte, entonces, del texto dramático o el tema escogido como una
analogía de la vida social; ésta será una herramienta que funcionará como
estímulo para el trabajo práctico; la otra es la Improvisación, posibilitadora
de exploraciones de los diferentes momentos encontrados en el análisis.
Así las cosas, se procede de la siguiente forma: el equipo se divide en dos
subgrupos reunidos aparte; cada uno de ellos, y después de discutirlo, llega
a un acuerdo para la realización de una improvisación por analogía de una
de las partes escogidas —situación, secuencia, etc.— . Empezará a funcio-
nar, entonces, una dinámica interna para la construcción del discurso de
montaje consistente en que un equipo ve la improvisación realizada por el
otro equipo, fungiendo como público, tomando notas sobre sus apreciacio-
nes. Después de realizadas ambas improvisaciones, se pasa nuevamente
al Trabajo de Mesa; allí, en las Sábanas, se anotarán los Núcleos, hechos
destacados en la Improvisación, posibles alternativas para el montaje final.
A este proceso de improvisaciones del método se lo denomina la primera
vuelta. En la segunda vuelta del montaje se inicia un proceso de selección
y combinación de todos los núcleos y de todos los hallazgos encontrados
en la primera vuelta y que han sido debidamente registrados.
Como se puede ver, este método busca su propia autonomía, su propio
camino como herramienta de creación artística, frente a las concepciones
tradicionales de lo que significa el teatro en Colombia; como método, tam-
poco se suma a ninguna ideología predominante u opositora, no está al
servicio de los intereses de turno, pero tampoco se asila en el neutralismo o
se expresa como apolítico; propone, sí, una visión del mundo y un concepto
social de la pedagogía; desde su concepción del teatro como arte, es el fin
último en procura de construir una Dramaturgia Nacional.
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Mario Cardona Garzón
De esta manera, el método es, para Buenaventura, un componente ope-
racional, una hoja de ruta, un trazado, un camino; él así lo refiere: como
herramienta. En la redacción que emplea en el primer texto sobre el tema
que publica, Apuntes para un Método de Creación Colectiva (1971), se puede
explicitar un tono didáctico y explicativo en cada una de las fases y etapas
de la propuesta.
Avanzado en el análisis, vemos cómo se reitera el riesgo que represen-
tan, para la creación artística, las concepciones previas, o ideologías, como
decíamos antes; sobre esto, Buenaventura afirmó: “lo que el método busca
es, justamente, criticar mediante el análisis todas las concepciones previas;
evitar, hasta donde sea posible, que la ideología se deslice en el montaje y
17
que el espectáculo sea una ilustración de nuestra ideología” .
Así las cosas, este método no incluye fórmulas generalizadoras, ni sis-
tema paso a paso, ni atajos fáciles en el camino que permitan espectáculos
cargados de grandiosidad, pero también de superficialidad. Del método, se
podría decir que, aunque contiene una estructura común, cada obra montada
reclama un método particular, demandando estudio a profundidad, investi-
gación, diálogo de saberes, experimentación y riesgo, en tanto es posible que
un proyecto no alcance a ver la luz del escenario y sea desechado durante
16
su preparación . En este sentido, el método deberá ser flexible, adecuado
a cada una de las circunstancias pedagógicas enfrentadas y, fundamen-
talmente, el método debe contribuir a resolver problemas en las ciencias
experimentales, en el mundo, en la vida.
Podríamos, entonces, estar hablando de que el método propuesto y de-
sarrollado por Buenaventura estimula la actividad creativa, desarrolla un
trabajo individual en cada una de las especialidades y, finalmente, permite
resolver un problema, que es la Obra de Arte como Creación Colectiva, en
una perspectiva contraria de la creación individual bajo la concepción del
director. De esta manera, el método de Buenaventura se inscribe dentro de
la categoría de los métodos de enseñanza problémica, en cuanto entiende
el conocimiento como contradictorio, pues parte de una opción dialéctica
que entiende el texto dramático como conflicto, como enfrentamiento de
fuerzas en pugna.
5. VENTANA A EUROPA: EL MÉTODO VERSIÓN MADRID
En diciembre de 1973, Enrique Buenaventura ofreció un seminario en
Madrid, hizo allí una presentación de las principales etapas del Método de
Creación Colectiva y propuso una serie de esquemas y un glosario con su
17
terminología . Estas notas son interesantes puesto que fueron transcriptas
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Enrique Buenaventura: anotaciones históricas sobre su desarrollo
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del Seminario realizado por Buenaventura y tienen un carácter de síntesis
del método, aunque conservan, por su calidad de reelaboración, un carác-
ter coloquial, en donde se cuentan anécdotas y vivencias desde donde se
ejemplifica. Reviste importancia el apartado dedicado al juego, para lo cual
dijo Buenaventura: “consideraremos dentro de nuestro trabajo de análisis, la
improvisación como un método de juego. Un juego en el que juega la vida.
De éste ‘jugar de vida’ surgen muchas alternativas-núcleos- que nos servirán
18
para llevarlas al montaje de la obra” . En la medida en que se relaciona la
Improvisación con el Juego, se le atribuye al primero un carácter pedagógico
y al segundo uno didáctico, así como un alto nivel de imprevisibilidad, que
requerirá de reglas regularizadoras.
Importante, también, anotar que la Improvisación establece una dinámica
en el Juego, en donde es pertinente una cierta estabilidad y conocimiento
entre sí del equipo ejecutante, en tanto se establece un conjunto de percep-
ciones únicas para ese equipo; así, a partir de gestos, miradas, actitudes,
ritmos, movimientos corporales o silencios, es posible desarrollar un Juego
altamente creativo, que siempre terminará convirtiéndose en insumo para
el discurso de la puesta en escena y se moverá por caminos diferentes, una
y otra vez sea reiniciado.
Algo para resaltar aquí es que estas notas van acompañadas, por primera
vez, de una parte denominada Terminología, y ésta constituye la definición
precisa de los conceptos y categorías empleados en el método, que, por de-
más, dan cuenta del nivel teórico alcanzado en tanto construyen un nuevo
lenguaje, como parte del Nuevo Teatro Colombiano, con unos modos de
expresión y unos términos significantes.
6. A UN PASO DEL UMBRAL: EL MÉTODO, ÚLTIMA VERSIÓN
En los meses de junio, julio y agosto de 1975 se realiza, por parte de
la comisión de publicaciones del TEC, una actualización del método, que
tendrá por título Esquema general del Método de trabajo colectivo del TEC;
en éste, el texto dramático de La Maestra, aparece como anexo al documento
central, que anuncia que, a modo de complementación, y mediante textos
anexos, se va a hacer aclaración de ciertos aspectos prácticos y de otros
conceptuales.
De este modo, se desprenden tres textos, que aparecen para complementar
el mencionado arriba: Notas sobre el Método (La analogía); igualmente, el
texto Anexo número 2, el cual presenta un ejemplo del proceso de la impro-
visación y del acercamiento al texto; y, además, el texto Anexo número 1, que
corresponde a Dramaturgia: construcción colectiva de un texto dramático.
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Este conjunto de escritos constituyen la esencia del Método de Creación
Colectiva concebido por Enrique Buenaventura, planeado a lo largo de una
década, puesto a prueba, corregido, para finalmente ser presentado en su
versión definitiva en el año de 1975.
En el Texto Anexo número 2, el método aparece como un componente
operacional, una hoja de ruta, un trazado, un camino; él lo refiere así como
herramienta, y al respecto, dirá:
es una herramienta que estamos haciendo en grupo y cuya his-
toria es la historia de las obras que montamos. Se fue forjando
en el mismo trabajo. Durante mucho tiempo aparecía como una
herramienta propia del director. Hoy en día es, consciente en cada
actor, la necesidad de conocer el método, de hacerlo suyo. Solo si
el método es conocido y manejado por todos los integrantes del
grupo y aplicado de modo colectivo, se garantiza una verdadera
19
creación colectiva .
En este sentido, el método es la condición necesaria del trabajo colectivo,
en tanto cuando se lleva a escena una obra teatral se ponen en juego mu-
chos lenguajes. De esta manera, el método es una necesidad del trabajo, una
manera de organizarlo y realizar un salto cualitativo y una transformación
de los procesos anteriores de montaje, lo que significaba una mudanza y
evolución de los conceptos trabajados antes.
El método se propone, en un primer momento, ir de lo particular a lo
general y de lo general a lo particular; para lograr este propósito se plantean
los siguientes pasos:
1. Análisis del texto, que es fundamentalmente un análisis dramático que
permita la construcción del discurso del montaje.
2. La trama y el argumento. La primera pretende identificar el orden crono-
lógico y causal de los acontecimientos; el segundo pretende identificar
los acontecimientos del modo en que son expresados por el autor.
3. Tema central, que se identifica a partir de definir las fuerzas en pugna
generales y el conflicto que las enfrenta.
4. División del texto en secuencias, situaciones y acciones. Las secuencias
corresponden a divisiones mayores del texto; se identifican por el
cambio en la motivación; la situación es una unidad menor de división
incluida en la secuencia y que se determina por el cambio de una de
las fuerzas en pugna; la acción es la unidad básica de conflicto, una
situación puede estar constituida por una o más acciones.
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Enrique Buenaventura: anotaciones históricas sobre su desarrollo
117
5. La improvisación es la herramienta básica para la construcción del
discurso de montaje; se propone ser trabajada a partir de la analogía y
recorrer cuidadosamente las acciones, situaciones y secuencias.
6. Acercamiento al texto. En esta etapa se procede a lo que Buenaventura
denomina “la primera vuelta de montaje”, lograda a partir de identificar
los núcleos constitutivos de cada una de las improvisaciones y que van
adquiriendo una construcción de imágenes teatrales para el discurso
del espectáculo.
7. Segunda vuelta, es el momento en el cual se trabaja con la totalidad
bocetada del discurso de montaje; empiezan a usarse los textos exactos
y a definirse los cambios de texto.
En Notas sobre el método, Buenaventura se propone, en cuatro apartados,
estudiar aspectos puntuales del Método de Creación Colectiva. Para el prime-
ro, La analogía, dice que se trata de crear una situación semejante a aquella
planteada en el texto; su materia constitutiva es la acción y se desarrolla por
medio de la improvisación. El segundo, La improvisación, propone que des-
pués del análisis teórico de un texto viene su análisis práctico en el periodo
de improvisaciones. El tercer título Acercamiento al texto, se divide en tres
partes: a) análisis, b) improvisación y c) elaboración, artificio y montaje; de
tal manera que la resultante de trabajar dialécticamente estos tres aspectos
hace del montaje una síntesis. En el cuarto y último título, Boceto interno y
boceto externo, se aclara que el boceto interno es la ordenación y concate-
nación de los símbolos e imágenes encontrados en las improvisaciones, y
el boceto externo sería, pues, una construcción desde afuera.
Por otro lado, en el Texto Anexo 2, Buenaventura propone un ejemplo del
proceso de acercamiento al texto a partir de la improvisación; del proceso
modélico planteado, el Maestro Buenaventura propone unas conclusiones
generales sobre la base de oponer la situación virtual y la situación analógica.
Finalmente, Buenaventura propone la segunda vuelta como la conclusión
de este taller; entonces, si en la primera vuelta se logra elaborar los bocetos
de las acciones, la segunda vuelta introduce, sobre todo, el problema de
los personajes.
CONCLUSIONES
Se quiere destacar la contribución que hace Buenaventura en el panorama
de los métodos existentes para la enseñanza del teatro en Colombia y resaltar
la diferencia propuesta por él mismo entre un método para la formación
de actores y un método para la Creación Colectiva, el cual, a su vez, como
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Mario Cardona Garzón
proceso, forme los actores. También es pertinente señalar la relevancia que
tiene, para el teatro latinoamericano, la existencia de un método colectivo en
un contexto históricamente individualista; hoy en día se continúa trabajando
desde la perspectiva del director y de su método, generando tantos métodos
como directores en ejercicio haya, lo cual va en detrimento del estatuto que
debe adquirir el teatro como disciplina artística con reglas, normas, objetos
de estudio, epistemología, método propios.
En el caso de Buenaventura, se evidencia un afán de perdurabilidad
en las obras, la democratización de los métodos, la construcción de una
obra y de un tipo de personajes paradigmáticos que nos puedan identificar
en el ámbito teatral, como es el caso del Buscón de Quevedo, Hamlet de
Shakespeare, el Pícaro de Cervantes y de Lope, Colombina y Arlequín de
la Comedia dell` Arte, por mencionar solo algunos, que, para nuestro caso
colombiano, correspondería a un pícaro o traqueto, fenómeno acuciante de
esta modernidad e instalado en una ideología de la sobrevivencia, el nego-
cio y enfrentamiento de múltiples adversidades; pero también, y como lo
deja ver el trabajo de Buenaventura, es urgente caracterizar personajes que
construyan nuestra identidad, como en el caso de Peralta de Carrasquilla,
los soldados de Cepeda Samudio, la vieja del entierro de Buenaventura,
inspirada en la Mama Grande, los mendigos de El Menú, metáfora de nuestra
clase política, entre otros, que configuran un sistema de valores simbólicos
fundamentales en la identificación de nuestra cultura e historia, permitiendo
la definición de un conjunto de personajes característicos de una identidad
para el teatro colombiano.
Ahora, esta preocupación de buscar una identidad no es exclusiva de
los personajes representados, pues se materializa, de una manera mucho
más sistemática y recursiva, en la propuesta de un método alrededor de las
experiencias de nuestro propio teatro; si bien Buenaventura fue un gran
conocedor del teatro universal y de los métodos de los grandes maestros,
hubo un momento en el cual sintió la necesidad de hacerse a un lado para
construir su propio camino, que fue durante mucho tiempo el propio camino
de la enseñanza teatral en Colombia (entre 1955 y 1985).
Este Método de Creación Colectiva tiene varios elementos diferentes a
los que hasta ese momento se habían aplicado en la enseñanza teatral en
el país. El primero de ellos es su sistematicidad, dinamismo y desarrollo,
que se irá complejizando como corresponde a todo sistema y como lógica
natural de un producto reflexionado y creado paso a paso; de esta manera,
podemos encontrar en él un sistema articulatorio vinculante de los diferen-
tes momentos que, aunque autónomos, están necesariamente en relación
con el objetivo general de producir una síntesis en el montaje teatral; de
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Enrique Buenaventura: anotaciones históricas sobre su desarrollo
119
esta manera, se pueden aislar partes constitutivas de ejemplos y ejercicios
modélicos para la aplicación del método.
Pero el Método de Creación Colectiva también es una herramienta que
se soporta en una perspectiva política planteada por Buenaventura, quien
tuvo la necesidad de reflexionar críticamente y conocer nuestras tradicio-
nes, sobre todo culturales, lo cual significó una indagación en la historia
y sus diferentes periodos, rastreando, en el teatro precolombino, el de la
Conquista y la Independencia, las características de nuestro teatro, como
forma de identidad y siempre viendo el pasado como atributo del presente,
como material de trabajo cotidiano para la construcción de nuevas obras,
de nuevas creaciones.
La concepción del método está permeada por el desarrollo de disciplinas
de las Ciencias Sociales (historia, filosofía) y de la comunicación (lingüística,
análisis literarios), es decir, el método no nace aislado, pues es un esfuerzo
colectivo por categorizar un procedimiento para la puesta en escena, pro-
curando objetivizar lo que de subjetivo tiene la creación artística y, de este
modo, brindar, al movimiento del Nuevo Teatro Colombiano, un método
de análisis estructurado para posibilitar la apropiación de nuestra realidad
y la creación de otras.
En conclusión, y para dar mayor claridad a los planteamientos anteriores,
a continuación se presenta una comparación* en la cual se evidencian las
oposiciones y cambios que se generaron en la manera de producción de un
espectáculo teatral a partir de la implementación que hace Buenaventura
de los procesos involucrados en el Método de Creación Colectiva:
Oposiciones significativas en los procesos de trabajo*
Producción sin método (antes de 1972)
Producción con método (después de 1972)
Interpretación del personaje Creación del personaje
Encarnación
Rite of passage
Estado alterado Construcción del personaje
Compañía Grupo
Ensayo memorístico
Estar en situación Ensayo
Taller, laboratorio
Individualismo creativo
Concepción de divos y divas Lo individual incursiona en lo colectivo
Tiene valor el equipo
Trabajo de mesa
Análisis literario
Análisis interpretativo Trabajo de mesa
Análisis dramático para la construcción del
discurso de montaje
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Mario Cardona Garzón
El director es visto como autoridad jerár-
quica El director es visto como autoridad por sus
argumentos y es autoridad en tanto lidera
un proceso
Concepto del director Concepto del grupo construido colectiva-
mente
Improvisación para ilustrar concepciones
del director o de los actores Improvisación, como herramienta de tra-
bajo con base en el juego, para desmontar
concepciones ideológicas
Puesta en escena Discurso de montaje en el espectáculo
Texto representado Texto creado
El público es un espectador pasivo El público es un elemento activo de la pues-
ta en escena
NOTAS Y CITAS
* Este artículo es producto de la tesis doctoral titulada: Aportes pedagógicos del Maestro Enrique
Buenaventura (1958-2003) a la educación teatral en Colombia.
1. ÁLVAREZ DE ZAYAS y GONZÁLEZ (2002). Didáctica General. Medellín: Editorial Magisterio,
p. 52.
2. BUENAVENTURA, Enrique (1986a, agosto- diciembre). Programa Académico del Taller Central.
Cali, p. 29.
3. BUENAVENTURA, Enrique. (1966b) “Cómo se monta una obra en el TEC”, en: Revista Letras
Nacionales. No. 8, (mayo- junio), p. 30.
4. Ibid.
5. BUENAVENTURA, Enrique (1966a). Carta a los nuevos directores de obras del TEC. Cali: (s.p.i.),
p. 1.
6. Ibid., p. 1.
7. Ibid., p. 5.
8. Ibid., p. 6.
9. BUENAVENTURA, Enrique (1968). Utilizar el teatro universal para crear un teatro propio. Cali:
(s.p.).
10. Ibid.
11. Ibid.
12. BUENAVENTURA, Enrique (1975c, enero- febrero). Apuntes para un Método de trabajo colectivo
del TEC. Cali. (s.p.i.).
13. Hablamos del método de Stanislavsky, posteriormente de Bertolt Brecht, la adecuación que hace
Lee Strasberg de las acciones físicas de Stanislavsky, el método de Augusto Boal, el método de
Grotowski, la metodología del Odín Theater. Como se puede ver, sólo uno de ellos latinoameri-
cano.
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Enrique Buenaventura: anotaciones históricas sobre su desarrollo
121
14. BUENAVENTURA, Enrique (1975c, enero- febrero). Apuntes para un Método de trabajo colectivo
del TEC. Cali: (s.p.i.).
15. Ibid.
16. Varias de estas experiencias no vieron la luz del público o no pasaron del primer ensayo gene-
ral; es el caso de Don Juan Tenorio, La indagatoria, El menú, Cristóbal Colón (que tuvo una sola
función y fue en la ciudad de Medellín), entre otras.
17. BUENAVENTURA, Enrique (1975). “Proyección del trabajo. Notas sobre el Método. TEC”, en:
Trabajo Teatral, Cali, No. 4, (enero-febrero), p. 7.
18. Ibid.
19. BUENAVENTURA, Enrique (1974a, octubre- noviembre- diciembre) Anexo número 2: ejemplo
del proceso de la improvisación y del acercamiento al texto. Cali: Seminario de la Regional de
occidente de la CCT, p. 1.
BIBLIOGRAFÍA
ÁLVAREZ DE ZAYAS y GONZÁLEZ (2002). Didáctica General. Medellín: Editorial Magisterio, 121 p.
BUENAVENTURA, Enrique (1966b) “Cómo se monta una obra en el TEC”, en: Revista Letras Nacio-
nales. No. 8, (mayo-junio), pp. 28-32.
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____________ (1968). Utilizar el teatro universal para crear un teatro propio. Cali: (s.p.i.).
____________ (1974). Ejemplo del proceso de la improvisación y del acercamiento al texto. Cali: (s.p.i.).
____________ (1974). Anexo número 1: (dramaturgia: construcción colectiva de un texto).Cali: (s.p.i.).
____________ (1974a, octubre-noviembre-diciembre) Anexo número 2: ejemplo del proceso de la impro-
visación y del acercamiento al texto. Cali: Seminario de la Regional de occidente de la CCT.
____________ (1986a, agosto-diciembre). Programa Académico del Taller Central. Cali: (s.p.i.). 4 p.
____________ (1975) “Proyección del trabajo. Notas sobre el Método. TEC”, en: Trabajo Teatral, Cali,
No. 4, (enero-febrero), pp. 37-57.
____________ (1975b). Esquema general del Método de trabajo colectivo. Cali: (s.p.i).
____________ (1975c, enero-febrero). Apuntes para un Método de trabajo colectivo del TEC. Cali: (s.p.i.).
BUENAVENTURA, Enrique y VIDAL, J. (1971) “Apuntes para un Método de Creación Colectiva”, en:
Trabajo Teatral, Cali, No. 1-2, pp. 44-95.
Rhec Vol. 12. No. 12, año 2009, pp. 105-121