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23/6/21

PRÍNCIPE AZUL. De EUGENIO GRIFFERO.























 PRÍNCIPE AZUL

De EUGENIO GRIFFERO

Escenario vacío. Noche. Playa. Un viejo banco de plaza iluminado por un haz
de luz circular. Junto al banco un mástil blanco con una bandera amarilla.
Ruido de mar. Chillidos de gaviotas.

Entra por un lateral un hombre de sesenta y seis años. Viste un ajado traje
blanco, con una muy visible mancha azul bajo la solapa izquierda. Sombrero
blanco, zapatos blancos, corbata y camisa blancas. Se apoya en un bastón
de caña. Está algo bebido. Trastabilla. Zapatea americano.

JUAN: …Llegué primero… yo y mi maldita puntualidad… ni que fuera
oficinista… (Pausa. Tiembla). Esto no es frío… Brr… No tiembles viejo
camarada. Prohibido temblar. (Se sacude. Tic de un hombro. Se controla.
Saca una petaca, la destapa, bebe whisky, la tapa y la guarda)… Ya… ya…
(Se calma)… Ya… ya. (Indiferencia fingida)… Lindo mar… todavía en su
lugar... (Apoya sus dos manos en el bastón. Tic de hombro)… Todo igual,
cincuenta años. Pasó medio siglo y todo sigue igual. (Tic. Saca la petaca,
bebe, la guarda) UFF. UFF… UFF… ya va bien… (Se calma) ¡¿Qué diría mi
público si me viera beber tan… sobriamente y temblar así?!... (Se anima).
Me gritarían desde la platea. (Coloca sus manos junto a la boca como
bocina). ¡-Viejo payaso-!
¡-Fuera el whisky, tu aliento apesta-! ¡Bufón, no
es lugar para borrachos-!... ¡-Ja-!... eso dirían… Mi público… puff… (Amplio
gesto de rechazo. Se sienta en el banco. Con desprecio)… Mi distinguido
público… no les voy a dar ese gusto. ¡-Rufianes-! Este fin de semana
escapé del teatro. ¿- Teatro-?... ese teatrito de revistas… Teatrito, ratonera
para marineros en celo… (Se sorprende de su expresión) ¡- Marineros en
celo-!... el mar eleva mi lenguaje… Marineros calientes… (Pausa. Con
orgullo:) el maestro de escena… (Se señala a sí mismo) gran relator de
cuentos verdes, toma su día libre. (Enfático:) ¡- Su primer fin de semana
libre en años-! Nada de cuentos verdes para marineritos que no necesitan
de cuentos para tener el transatlántico duro. Jua, jua, jua… (Desborde
forzado de carcajadas. Pausa. Serio) Ya estoy con mis salidas estúpidas…
estoy harto de mi imposibilidad de ser actor… mal actor. ¡- Ahora, whisky
sin muecas-! (saca la petaca, bebe, la guarda) ¡- Ahh… el olor del whisky y
el olor del mar -! Whisky para disfrutar este disparate, este mar, este
momento. (Apoya sus codos en sus rodillas. Pausa) Vengo a cumplir una
promesa de amor. ¡-Ja-! Suena bien... Un pacto sellado cincuenta añosatrás. 
Queda con la mirada perdida. Tic de hombro. Saca la petaca,
bebe, la guarda).
Nos conocimos ese verano. Teníamos dieciséis años, nos amamos,
hicimos el amor durante ese mes a cada instante, éramos vírgenes... nos
asustamos y prometimos volver a vernos cincuenta años más tarde.
(Pausa. Se ríe suavemente. Llora. Se incorpora, se seca las lágrimas) Este
chiste es mi cuento más mediocre: cincuenta años. (Se compone)
Nuestras familias al llegar el otoño volvieron a sus ciudades, nos
llevaron, nos separamos... Pactamos no vernos… ¡-Oh mar-!. . . ¡-Qué
cosas se prometen con dieciséis años-! (pausa, Burlón, torpe) Esto suena
a Romeo y Julieta... ¿-Romeo era Montesco o Capuleto-?... Nunca lo leí, lo
vi por T.V.... debería leerlo alguna vez... creo que debería... creo que sí…
Me duele la cabeza. Tengo náuseas. Estoy borracho. (Se levanta,
extiende los brazos al cielo, recita:) ¡-Mi borrachera tiene sólo
cincuenta años-! (se encoje de hombros, confidente:) Gracias a eso tengo
glóbulos rojos alegres. Eso sí, y buen espíritu: miento todo el día. La
mentira es mi verdad... (Canturrea. Pausa).
Hoy pude escapar de esta ratonera de teatro. Nunca tomé días libres
por temor a que pudieran reemplazarme con otro "talento" para la
comedía fina en ese "teatro"... (Mueve su bastón por el aire) Lo mejor
de ese lugar es el olor: una mezcla de cerveza, refrescos, esperma y
sudor de gente de mar... (Apoya el bastón en su hombro) Soy un
soldado de las tablas. Jamás abandoné, en años, mi puesto de
combate. Ahora tenemos funciones desde las once de la mañana hasta
las cuatro de la madrugada del día siguiente. Un desfile incesante de
soldados, marineros y estudiantes con ojos con fiebre. ¡-Ja!... ¡-Y yo con
mis chistes-! (pausa) Cuando no digo chistes, vendo chocolatines en la
platea o me disfrazo de oso para el zoológico erótico. ¡-Soy todo un
espectáculo-! Trabajar de oso dio sus frutos, llegué al cine.
(Remarcando las palabras) ¡-Dibujos animados-! Doblé los gritos de unas
focas en el film: "El arca de Noé". ¡-Huac, huac, huac! ¡-Genial-! Cuando
tenga algo de dinero, compro el film y paso ese dibujo animado en mis
momentos de descanso. (Se sorprende) ¿-Mis momentos de
descanso-?... (Pausa) ¡-Qué sería de ese teatro sin mí-! Soy completo:
limpio la platea, arreglo las cuentas en la boletería. El dueño me necesita,
soy su más fiel "empleado", ni pido aumento, no falto... Amo a ese
espacio... Ese galpón estrecho y yo: el viejo cochino que dice
cochinadas... ¡-Ese soy yo, mar-! (pausa. Se incorpora y actúa como
maestro de escena iluminado por un círculo de luz) Mi número principal
está cargado de fantasía y buen gusto. Lo hago con tres coristas, tres
viejas, viejas, muy viejas amigas... Un circulo de luz, una burbuja
pálida sobre el telón negro y ¡-comienza-! ¡-Tambores-!
¡-Tururururururá-! y las presento: ¡-queridos muchachos, tengo para
ustedes a las más bellas pasajeras de la noche-! ¡-Reinas del amor-! ¡-
Juguetes dóciles que responden a todos los deseos-! (con sorna). . .
Mujeres, o algo parecido. . . ¡-Jaja-! ¡-Mimí-! (imita grotescamente a la
vedette)... y entra Mimí cubierta de plumas, algo ajada, sumergida en su
asma pero todavía caminando y aullando cuando saben tocarle el arpa, ..
¡-Marta-! algo sorda y de pechitos duros. ¡-Jajaja-!... y ¡¡-María-! ¡-La dulce
María! Cubierta de globos que no hay que pinchar: suave, de mirada
extraviada y totalmente chueca, ¡-jajaja-!. .. ¡-Y yo-!
El viejo joven, amigo de la casa. El mago Merlín, para servirlos. ¡-jajaja-!
(Silba metiendo los dedos en la boca, ríe y aplaude entre sonidos de
marcha de revista musical) Me saco el sombrero, coloco dos huevos y
una salchicha dentro (lo hace) y lo que saco, duro, gordo, enrojecido, lo
uso para correr a las chicas. (Escena) ¡-Jajaja--! (tose. Se atora. Pausa)…
¡-Qué papelón-!... Todas las noches igual en sucesivas y repetidas y
reiteradas funciones... Toda mi vida igual. (Saca una cajita con rapé.
Pellizca un poco. Lo huele, cierra y guarda la caja) Me falta sólo hacer
crítica teatral y mi fracaso sería total. El mago Merlín. ¡-Bahh-! (pausa. Se
vuelve) Este banco no cambió... Esta playa tampoco… Sólo cambió Juan…
¡-Cuánto tiempo que no escucho mi nombre-!... Juan... Juan… Suena
bien... Juan ...
¿-Juan, conocés la última picardía de tu hermanito, el Mago Merlín... ese
honesto empleado que no pide aumento-?... Te la cuento Juan... Te la
cuento... El Mago Merlín se escapa por las madrugadas de las camas
donde hizo el amor, robando a sus víctimas, que duermen agotadas por
sus incontables e inconfesables mañas físicas. Tu hermano roba, Juan. Es
un pícaro. (Saca la petaca, bebe; la guarda) Estoy libre de pecados,
confesé. Amén. Vuelvo a ser santo. (Saca la petaca, bebe y la guarda) No
quiero robar esta vez. No vine aquí a robar,
¿-Verdad Juan-? No vine a robar... (Pausa) ¿¡-Cómo estará-!?... Hace
cincuenta años...
¡-Habrá envejecido tan mal como yo-?... ¿¡-Se habrá casado-!?... ¿¡-
Tendrá hijos-!?...
¿-¡Habrá olvidado la cita-!?... (Pausa prolongada) ¿¡-Habrá muerto-!?...
Noche, noche... mar.
¿-Qué hago aquí-?... ¡-La vida me debe una oportunidad-! ¡-Esta es mi
oportunidad-! ¡-La necesito-! Toda la basura que viví debe tener una
recompensa... Soy una criatura de Dios... (Llora con la cabeza gacha)
Padre... ¿¡-Porqué me has abandonado-!?... (Llora. Estalla una carcajada.
Se aleja del lugar y señalándolo se ríe de sí) El drama es mi estilo,
¡-Jua jua jua-! ... (Pausa)... Si todo volviera a empezar... sería actor
dramático (pausa)
Ya jugué mi juego de dados... ¡-Brummm-!. .. Mis dados estaban lisos,
sin números. Estoy solo y viejo; (pausa. Tararea suave. Silencio) Querido
bufón, los chistes verdes, el whisky y tu tiempo ocupado, te quitaron
todo... (Pausa)... Mar, cuando tenía dieciséis años entraba en tu agua
montado en un caballo. Me salpicabas, mar. Arremangaba mis pantalones
pero me mojabas, A veces, para escandalizar a mis amigos, montaba
desnudo. Bañaba a mi caballo y me bañaba yo. ¡Cómo me gustaba
eso!... Ese instante... Yo gritaba al viento: ¡Seré un gran actor!... (Pausa.
Fugaz, expresión de desconcierto – extravío). Todavía tengo tiempo… sí,
tengo tiempo... (Saca la petaca, intenta beber, está vacía) Petaca
inmunda; me traicionaste, tengo que cargarte de nuevo... hay que ir al
pueblo… (Trastabilla) Me retiro mar, pero vuelvo. ¡-Juan-! ¡Merlín no quiere
robar esta noche-! Merlín es un buen chico. Esa noche no quiere robar…
espera a su amor… No va a robar… Esta noche no. (Se mira la solapa.
Sacude su visible mancha azul) esta solapa, este traje está arrugado y
sucio… (Se retira tambaleante por el lateral por el que entró).
Ruido de mar. Pausa. Entra por el lateral opuesto un hombre
mayor. Viste un ajado traje blanco con una muy visible mancha azul
bajo su solapa izquierda. Sombrero blanco, zapatos blancos, corbata y
camisa blancas. Se apoya en un bastón de caña. Tiene paralizada la
mitad de su cuerpo. Arrastra esa parte grotescamente. De su mano
quieta pende un hilo con un paquetito con galletitas.
GUSTAVO: … Este traje, la solapa está tan arrugada. Le dije a Marta
que lo enviara a la tintorería, pero para ella la tintorería es un lujo.
(Pausa. Mira a su alrededor)
¡-Qué oscuro está, algo malo puede ocurrirme-! (mira a derecha e
izquierda. Intenta girar, no puede) Marta esta cada vez más avara, no
era así en nuestros primeros años de casados. (Se apoya contra el banco,
intenta sentarse. No puede) ... Y ahora cada vez es peor, empezó por
anunciar el precio de las manzanas; las bananas, el café. . .. (Mira
asustado hacia el lateral por el que salió Juan Merlín) Nos tortura con
el precio de todo lo que comemos, y ahora suprimió el agua con gas: ¡-
Para qué gastar en burbujas-?
Esta Marta. (Pausa) ¿-Qué hora será-? (se esfuerza. El reloj está en la
muñeca del brazo paralizado. Gestos cómicos intentando alcanzar con la
mano sana la muñeca del otro brazo que se escapa. Lo logra)... Apenas
distingo el reloj. Debo visitar al oculista. Estoy casi ciego. No debo
olvidarlo. Es que apenas tengo tiempo para mis propias cosas.
(Observa asustado más allá de la luz) ¡-Qué soledad-! ¿-Caeré en una
trampa-? (pega un pequeño salto. Adelanta un pie. Se coloca en guardia
con dificultad. Cae el brazo quieto) Ya verán... ya verán... No les daré
oportunidad... (Pausa. Medita)... Nadie supo que venía hacia este lado de
la ciudad; conocidos no me atacarán, ésos no. Pero pillos
circunstanciales... podría ser. Esta zona tiene mala fama. Vine sin
guardaespaldas. (Ruido seco. Se alerta, lleva su mano a la oreja para
escuchar. Se calma) ¡-Uff… qué noche-!... Y además con neblina... Espero
que no pase nada malo. De ser turista, podría justificar mi presencia
aquí, pero no sólo vivo en esta ciudad, sino que soy juez en lo
criminal y no puedo decir que desconocía la pésima fama de este Jugar.
Aparecería mi nombre en los diarios: Nuestro Juez Superior es atacado en
los muelles. No quiero pensarlo. Una mancha en mi carrera. (Se observa
la solapa. Intenta limpiar la mancha azul). .. ¡-Marta-!... ¡-Marta-!... con tus
tres defectos: vieja, esposa y avara... ¡-Hum-! ¡-Qué humedad-!. . . A mi
edad... no debería haber venido... (Pausa)... ¿-Qué dirían mis nietos si me
vieran aquí-? (Voz chillona) ¡-El viejo chocho
quiso pescarse unapulmonía y se largó a la playa-! 
Eso dirían. .. (Reflexivo) ¡-Viejo chocho-! ...
Yo, cabeza de la magistratura de este país, perseguidor de los que
burlan la ley, llamado viejo chocho por sus nietos-!... ¡-Bah ...-! ¡-Quizá
tengan razón-! (pausa. Se sienta en el banco trabajosamente. El
paquetito se bambolea desde su mano quieta. Mira asustado hacia un
lateral. Pausa breve)... Juan no vino... me equivoqué... ¡-Esperé este
momento durante tanto tiempo-!... Esperé cincuenta años, Juan.... No te
olvidé. No quise olvidarte (suspira); qué alivio poder decirlo sin temor.
Te amo Juan... fuiste el gran amor de mi vida. Tu amor es lo único que
no se perdió en mí en cincuenta años... Nadie lo supo... Creo que ni
yo mismo lo supe. Durante cincuenta años persistió una fecha: este
día... Cumplí. Volví. . ; Lo prometí a los dieciséis años y cumplí. (Pausa) La
vida pasó rápido: mi mujer, mis hijos, mi carrera, mis nietos. Siempre
corriendo, ocupado, organizando, estudiando... progresando... Mi vida...
todo eso... (Pausa. Salida sorpresiva)
¡-Puff-! ¡-Todo era un globo-!... En este instante toda mi vida es más
liviana que el aire...
¿¡-Fue mío todo eso-!? ... (Se ríe burlándose de sí) ¡-Los centenares de
pillos que envié a la cárcel-! ¡-Yo, el juez supremo, con una fecha en su
alma -!... Realmente Juan; no pude olvidarte. (Se compone) El verano
pasado mi nieto menor me insultó, me dijo: ¡-viejo marica-! Yo miraba a
un muchacho que jugaba con una pelota en la playa. Tenía tus piernas
Juan. Eran columnas perfectas: tus tobillos, tus muslos. Buscaba tus
piernas en esas piernas… Te buscaba Juan. Buscaba la perfección de tu
cuerpo ¡-Jaja-! Mi nieto menor, el que más quiero, me hiere siempre, (mira
a los laterales, inquieto) Me molesta no tener nada que hacer, yo que
leo hasta en el baño, debería haber traído un libro (mira al paquetito)
Compré estas galletitas secas para mi nieto diablo. (Pausa. Hacia el
mar)... Juan... Marta, mi mujer, me engañó. Una noche, hace años, en
verano, en la casa de unos amigos, escuché desde el jardín la voz
de Marta que decía, jadeaba... ¡-No-! ¡-No-! ¡-Por favor-!
¡-No-!... El dueño de casa la abrazó... la oí... Ella se resistió un instante,
sólo un instante y después... después... No me pude mover... Mi alma se
detuvo... Me engañó... Bastó que alguien insistiera un instante para que
ella... Aún resuena en mis oídos: ¡-No, No, Por favor no-! Así fue (pausa.
Con esfuerzo saca una galletita y la masca. Pausa) Con Marta todo
siguió igual. Somos una excelente pareja ... Eso creo, a pesar de su
avaricia y esto (señala a su medio cuerpo quieto) Hace dos años Juan,
esta parte de mi cuerpo, se cansó de trabajar y dijo adiós. Y comencé a
arrastrar a este medio cadáver mío. Desde entonces somos dos y nos
conocemos bien, me quejo de él, lo reto, lo visto... esta parte mía no me
lleva el apunte. Descansa. Quiere descansar y yo me agito como siempre.
(Saca otra galletita y la masca. Pausa) Tengo miedo que me veas,
Juan... ¡-estoy tan viejo-! (ruido seco. Se alerta)
¡-Un ladrón! ¡-Lo huelo a cien metros-! Descubro al delincuente, al vicioso,
al estafador, mejor que nadie. Soy más sabueso que el mejor de los
perros. (Levanta el bastón amenazante) ¡-No vas a sorprenderme, bribón-!(
Pausa. Se calma). .. Son mis nervios... es que… este momento, este
lugar. (Pausa. Mira el mar) ¡-Qué silencio-! ¡-Qué paz-! (mira la
bandera). .. Bandera amarilla... mar inestable... Vida inestable...
(Pausa). .. Nunca tuve tiempo para mí. ¡-Jamás descansé-! (saca otra
galletita, la masca). .. Viejo amigo,
¿-Vivirás-? ¿¡-Vine yo solo a nuestra cita-!?... ¿¡-Cómo habrás vivido-!?...
Eras tan hermoso, tan alegre. Estas galletitas están húmedas, me
gustan crocantes. Tus pies Juan, besé cada dedo... Las de chocolate
están mejor, parecen húmedas, pero el centro está crocante. No son
buenas; no compro más en esa confitería. (Pausa. Alerta. Husmea en
dirección al lateral por el que saliera Juan) ¡-Hay un ladrón cerca--! ¡No
me equivoco-! (Se incorpora, estira su cuello, inclina su columna. Postura
de perro de caza, se escucha cantar por el lateral. Entra Juan: trastabilla)
JUAN: …Los barquitos, los barquitos flotan en el mar azul y las gaviotas
y las gaviotas. (Se detiene bruscamente, expresión de horror por lo que
ve. Da un salto y gira, queda de espaldas) ¡-Dios mío-! ¡-Este
esperpento no puede ser el-!
GUSTAVO: (gira trabajosamente y también queda de espaldas.
Expresión aterrada)
¡-No-! ¡-Yo me escapo, este payaso, qué burla,
Juan este payaso-!
JUAN: Fue una estupidez venir, fui un tonto.
GUSTAVO: Además de ladrón ¡-borracho-!
JUAN: ¡-Qué viejo-! (retroceden de espalda hasta chocar una con la otra. Se
vuelven)
GUSTAVO: Perdón distinguido señor, no fue mi intención…
JUAN: Ni la mía, esta oscuridad es algo…
GUSTAVO: (Logra progresivamente una expresividad vulgar en tanto
Juan se comporta con sobriedad)
GUSTAVO: Yo supuse que el tranvía no pasaba por aquí, visito esta
zona... ¿¡-Es un muelle verdad-!?...
JUAN: No hay tranvías en esta ciudad. En efecto esto es un muelle. No
sólo es un muelle, es una zona peligrosa.
GUSTAVO: ¿-Peligrosa-?. .. Las cagaditas de las gaviotas tal vez... ¡-Jajaja-!
JUAN: No entiendo su ironía... Peligrosa por los robos...
GUSTAVO: (furioso) Nadie me roba a mí, con dos trompadas les vuelo
los colmillos.
JUAN: Por ahora no hay problemas... (Pausa. Miran el mar...)...Lindo
mar. . .
GUSTAVO: ¡-Sí, sí-!... ¡-Lindo mar-!... Aunque no sé por qué digo lindo;
me revienta el mar. Tanta agua... y debajo de esa agua, tantos bichos
que acechan... (Pausa) Este invierno es frío...
JUAN: Si, frío y húmedo.
GUSTAVO: (tiritando) Si, frío, húmedo y ventoso, ideal para una
pulmonía.
JUAN: ¿-Vive usted en la ciudad-?
GUSTAVO: No, ni la conozco. Vivo lejos de aquí... Vivo en... un camión,
recorro el mundo con un circo: soy clown...JUAN: ¿¡-clown-!?
GUSTAV0: Payaso, para algunos... divierto a la gente. Digo chistes, ruedo,
salto.
JUAN: ¿¡-Rueda y salta-!?...
GUSTAVO: Aunque no lo aparente, hago maravillas con mi cuerpo... ¿-Y
usted-?...
JUAN: Yo soy Juez.
GUSTAVO: (pausa) ¿¡-Juez-!?
JUAN: Y tampoco vivo en esta ciudad...
GUSTAVO: ...Usted es juez... difícil tarea...
JUAN: No tanto. Basta con leer la ley y aplicarla.
GUSTAVO: ¿Puede usted hacerlo?...
JUAN: ... A veces… A veces me dejan leer la ley. (Pausa) Sí, a veces,
sobre todo para asuntos menores, usted sabe...
GUSTAVO: Sí. Lo sé... Vino a esta playa. ..
JUAN: Vine a este lugar porque dicen que años atrás, traían a esta
playa caballos, y los bañaban en el mar. Los caballos estaban montados
por muchachos que arremangaban sus pantalones hasta las rodillas. ..
Entraban en el mar y jugaban con las olas. Los caballos avanzaban,
retrocedían, jugaban carreras saltando por sobre la espuma del mar,
jugaban hasta el anochecer: caballos y muchachos eran siluetas
cubiertas por el sol, después por las sombras... y después...
GUSTAVO: ¿¡-Y después-!?... (Pausa)
JUAN: No recuerdo.
GUSTAVO: Intente recordar... (Pausa)
JUAN: Tal vez si fuera de día y hubiera sol... es de noche...
GUSTAVO: Cierto...
JUAN: (Saca la petaca, la destapa, la ofrece a Gustavo)
GUSTAVO: No gracias, no bebo, no a esta hora... es mala hora... Usted lo
dijo, es tarde ya...
JUAN: No, no es mala hora, lo es para recordar, no para beber.
GUSTAVO: ¿¡-Está usted seguro-!?
JUAN: (pausa) No. No lo estoy. (Pausa)
GUSTAVO: ...Creo que usted tiene razón, tal vez la, hora sea buena
para beber... (Gustavo bebe. Devuelve la petada. Bebe Juan sin limpiar el
borde. Invita nuevamente a Gustavo. Este vuelve a beber. Pausa)
JUAN: Me gusta descansar así... (Pausa. Señala a la bandera)... El mar está
inestable... ¿-Por qué emplearon el color amarillo para anunciar al mar
inestable ?. . .
GUSTAVO: .. Cierto,.. ¿-Por qué el amarillo-?
JUAN: ...El rojo Parece adecuado para anunciar el peligro... pero el
amarillo… ¿-quién habrá dicho? Rojo: peligro. Amarillo: inestable. Blanco:
mar calmo. . .
¿-Quién lo impuso-?
GUSTAVO: ... Alguien...
JUAN: ...Cierto... Alguien... alguien, alguien...
GUSTAVO: ¿-Le molesta-?…
JUAN: ... Tal vez... lo que me llama la atención es que nunca, antes de
hoy, me había hecho esta pregunta... (Gustavo vuelve a beber. Devuelve
la petaca. Pausa prolongada)
GUSTAVO: (se ríe.) Este whisky... cuando miro al mar no puedo dejar de
reír,
JUAN: ¿¡-Lo hace feliz-!?...
GUSTAVO: No, recuerdo mi mejor chiste. Mire, una situación algo
parecida a la nuestra. Dos viejos amigos estaban sentados en un banco
frente al mar y uno le dice al otro:
¿¡-Ves lo que yo veo-!? ¿¡-Qué ves-!? Pregunta el otro amigo. Veo a un
hombre delgado, con mirada celestial, vestido con una túnica y que
camina descalzo sobre el agua. Viene hacia nosotros. El otro amigo se
alarma Y pregunta: ¿¿ ¡¡-camina sobre el agua -!!?? Sí responde el otro, y
aquí llega. En efecto, del agua salió un hermoso hombre, estaba apurado,
apretaba las piernas - buscaba un baño. (Pausa. Bebe nuevamente de la
petaca que le ofrece Juan. La devuelve) ¡-Ja ja-! Ese hombre se acercó al
que lo había visto primero y le preguntó: Hermano, ¿-dónde hay una
Iglesia-? Los amigos se sorprendieron y respondieron juntos: Cerca de aquí,
a dos cuadras. ¿¡-Como hago para reconocerla-!? Preguntó el señor que
salto el mar. Es fácil, contestó uno de los amigos, en el frente tiene un
cartel que dice! "Salva tu alma". El Señor de mirada celestial pensó un
segundo y preguntó: ¿¡-Hay algún otro dato-!? Sí, dijo uno de ellos,
debajo, de ese cartel hay otro que dice: “Horario de 8 a 20 horas” ; Jua,
Jua, Jua (la risa de Gustavo estalla disparatada. Juan no se sonríe) ¡-
Bárbaro-! ¿¡-No es bárbaro'-!? "Horario de 8 a 20 horas". Jua Jua jua, Es
bárbaro. De noche nadie se salva...
JUAN: (pausa). . . Su chiste…
GUSTAVO: ¿No le resulta bueno?
JUAN: ... No, no es eso... es que... esa insistencia en el mar. (Pausa)
¡Qué extraño, a propósito del mar!; En mi estudio tengo tres secretarias,
son viejas, viejas, muy viejas empleadas mías. Se llaman Mimí, Marta y
María. Me regalaron hace un año, para el día de mi cumpleaños, un
mantel. El mantel tenía un dibujo. Uno de esos dibujos logrados con la
superposición de puntos. Muchos puntitos unidos dibujan algo. Al
principio no me di cuenta, pero el dibujo representa al mar,..
GUSTAVO: ¿El mar?
JUAN: Sí, en efecto, el mar.
GUSTAVO: ...El mar,.. Qué raro... esa insistencia en el mar...
JUAN: Así es. Luego de haber descubierto eso, una inquietud comenzó
a invadirme en cada almuerzo y a cada cena, sólo lo uso en almuerzo y
cena.
GUSTAVO: ¿No toma té?
JUAN: No, té no, solo bollos... bollos sin té...
GUATAVO: … Ahh…
JUAN: … ¿Le extraña?
GUSTAVO: Sólo dije ahh…
JUAN: Ahh… Bien, prosigo entonces… Un mediodía almorzaba una linda
milanesa con papafritas y miré más allá de mi plato hacia el mar del
mantel… Todo sucedió tan rápido…
GUSTAVO: ¿Qué su sucedió?
JUAN: ¿Tendrá sentido contarlo?
GUSTAVO: Quizá no, pero inténtelo...
JUAN: ... El caracol salió del agua...
GUSTAVO: ¿Qué?...
JUAN: Sí, salió de la espuma de una ola, del mar del mantel...
GUSTAVO: ... ¿Usted comía papafritas y milanesas?
JUAN: …Sí... ¿Cree usted que comer papafritas y milanesas es un indicio...
de algo?
GUSTAVO: Tal vez... pero continúe, por favor... eso de las papafritas y
milanesas me resulta asombroso. . .
JUAN: El caracol trepó al plato, tomó una papafrita entre sus antenas...
GUSTAVO: (amenazante. Firme) ¿La papafrita era de las sequitas o de las
aceitosas?
JUAN: (alarmado)... Sequita...
GUSTAVO: (se revuelve)... Me desconcierta aún más...
JUAN: ...Con la papafrita sequita entre sus antenas, se zambulló en el
mar y desapareció entre las olas.
GUSTAVO: ... ¿Qué olas?
JUAN: ...Las del mantel... las del mar...
GUSTAVO: Ahh...
JUAN: ¡Usted con sus ahh!.. . Sus suspiros me confunden, No llego a
comprender porque suspira usted...
GUSTAVO: ... No se preocupe por no entender. Entender no basta... ni
siquiera alcanza. A veces creí comprender algo de la vida, pocas veces;
por suerte reconocí a tiempo que esa certeza era otro tipo de engaño...
(Pausa prolongada. Miran al mar)... ¡Cuánto tiempo!...
JUAN: ¿Tiempo?
GUSTAVO: ¡Cuánto!.. Recuerdo a un amigo, un viejo amigo... hace
cincuenta años le gustaba montar a caballo y entrar en el mar. Cabalgaba
sobre las olas con otros jóvenes audaces. Yo no me atrevía a hacer lo
mismo. Lo esperaba en la playa, en la seguridad de la playa, construyendo
castillos en la arena que luego el mar los destruía. . .
JUAN: ...Ese amigo suyo me recuerda a alguien...
GUSTAVO: ...Yo lo esperaba en la costa. Volvía a la playa, sólo cuando
las sombras de la noche y la sal del mar quemándole la piel lo obligaban
a retornar... Él jugaba en el mar para mí, su único espectador. Al volver
a la costa me contaba historias de mar, como ésa, como la de sus
papafritas... me gustaba escucharlo... bastaba escucharlo... era suficiente.
. .
JUAN: ..¿Siguen siendo amigos aún?
GUSTAVO: Creo que un caracol... el mismo caracol de su mantel, lo
tomó entre sus antenas y lo llevó mar
adentro con su caballo, hace
cincuenta años…
JUAN: ... Cincuenta años. . . (Pausa prolongada. Miran al mar)...Unagaviota...
GUSTAVO: ¿-Dónde-?...
(Juan eleva su brazo extendido y con su índice señala en el cielo a un
punto en el extremo derecho y mueve su brazo levantado, lentamente,
hasta el extremo izquierdo. La mirada de Gustavo sigue el camino
trazado.)
GUSTAVO: (con asombro) ¡-Una gaviota-!. . . Cruza el cielo... parece un
punto blanco.
JUAN: Es un punto blanco que cruza el cielo... Dicen que vuelan hacia
África.
GUSTAVO: ¿-África-?... No conozco África...
JUAN: Esa gaviota no vuelve más...
GUSTAVO: ¿-No vuelve más-?.. .
JUAN: Va a morir a África.
GUSTAVO: ¿-Va a morir-?... ¿-Tan lejos-?... ¿-no la veremos más-?
JUAN: Nunca más...
GUSTAVO: ... ¡-Va a morir, va a estirar la patita en África... tan lejos...
por qué en África-?
JUAN: Va a morir sola... le avergüenza envejecer...
GUSTAVO: (pausa)... ¿-Y en África, pierde la vergüenza-?...
JUAN: En África estará sola.
GUSTAVO: ¡-Ahh-! (pausa, quedan en silencio. Ruido de mar)... Tengo
frío...
JUAN: ¿-Quiere más whisky-?...
GUSTAVO: No gracias. Tengo que irme.
JUAN: Yo también...
GUSTAVO: Me siento bien con usted.
JUAN: Yo también con usted...
GUSTAVO: Es difícil sentirse bien con alguien a quien se acaba de
conocer.
JUAN: Sí, es muy difícil…
GUSTAVO: Muy difícil (se incorpora) ¿-Una galletita-?...
JUAN: Sí... (Juan toma una galletita. Gustavo toma otra y las comen
mirándose: pausa)... Quisiera saber... -Cuando viaja usted en su camión,
en el circo, trabajando como clown...
¿-Viaja acompañado o solo-?
GUSTAVO: (voz turbia por la emoción)... Acompañado.
Mi camión es grande. Me acompañan mi esposa, se llama Marta, es algo
avara pero es una buena compañera. Vienen mis hijos, tengo tres y mis
tres nietos. Uno de ellos, el que más quiero, el menor, es un diablo…
(Pausa). .. ¿-Y usted-?... ¿-Su familia-?. . .
JUAN: (pausado. Cálido) No tengo familia. Vivo solo. (Pausa prolongada)
GUSTAVO: Siento tanto frío... Nunca en mi vida tuve tanto frío...
JUAN: Arrópese. (Juan le levanta las solapas del saco a Gustavo. Observa
las manchas azules...) Tiene una mancha...
GUSTAVO: ...Usted también... Es azul...
JUAN: ¡-Sí-! Azul... (Pausa) No es ni blanco, ni rojo, ni amarillo... Es un lindoazul. (Pausa).
GUSTAVO: (afirmando el cierre del saco) Cierto, un azul hermoso...
Gracias, por cuidarme del frío. Nunca, jamás, nadie me ha cuidado. Usted
es un buen hombre.
JUAN: (extiende su mano para saludarlo)... Adiós... (Gustavo extiende su
mano, se adelanta y se abrazan suavemente, quedan así unos segundos.
Se separan)
GUSTAVO: Adiós... (Gustavo gira, da unos pasos con lentitud)
JUAN: ¡-Gustavo-! (queda mirándolo. Gustavo se detiene, gira y lo mira
sorprendido) GUSTAVO: ... ¿-Conocía mi nombre-?...
JUAN: Sí, usted lo mencionó al pasar...
GUSTAVO: (se acerca) Ahh... sí, al pasar.
JUAN: Se le cayó esto. (Juan le devuelve lo que acababa de robarle, saca
de su bolsillo, frente a la mirada calma de Gustavo, un reloj, una
billetera, una lapicera y se los entrega. Gustavo los guarda en silencio,
gira y se aleja lentamente. Juan también gira y se aleja en dirección
opuesta)
GUSTAVO: (en tanto se aleja) Sí, sí, se me cayó. Soy un descuidado.
Pierdo todo. Gracias, gracias, Juan...
JUAN: (sin volverse) De nada; Gustavo.

Salen por laterales opuestos. Escena vacía. Aumenta el ruido del mar y
del viento junto al chillido de una gaviota. Luz que disminuye
suavemente. 

Oscuridad.