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Los 39 escalones. Patrick Barlow.




Los  39 escalones

Patrick Barlow



La versión resultante de “Los 39 escalones” comprende 3 hombres y una mujer.

HANNAY es interpretado por un solo hombre.
La mujer interpreta a PAMELA, ANNABELLA  y MARGARET.
Los otros dos hombres, que llamaremos los DOS PAYASOS, interpretan todos los demás personajes.


ACTO UNO

Obertura

Un escenario vacío. Solo los ladrillos desnudos del fondo. Un matafuegos. Un cartel de “SALIDA”. 
Los payasos entran corriendo. Uno de ellos emite un silbido y hacen una reverencia al público. Proceden a instalar los elementos para la escena 1. Las escaleras de los instaladores, los baúles, un sillón, una mesa, una lámpara común. Sobre la mesa, una botella medio vacía de scotch y un vaso vacío. Una ventana colgante desciende.
Aparece Richard Hannay. Espera inmóvil mientras terminan. Los payasos terminan de preparar el escenario dando por terminada la obertura. Hacen una reverencia y salen rápidamente. Hannay se deja caer en el sillón.
Cambia la luz.

Escena 1. El departamento de Hannay. De noche

HANNAY: Londres. 1935. Agosto. Regresé por tres meses a la madre patria y, francamente, me pregunto por qué. Este clima me enferma, ni vale la pena hablar de él, el hablar del hombre inglés ordinario también me enferma. Había tenido suficiente de restaurantes, fiestas y carreras. Sin amigos para salir, lo que porbablemente explique las cosas. Tommy Deloraine se casó con una heredera rubia en Chicago, Hoppy Bynge se perdió entre los tesoros de Canadá, Chips Carruthers voló en pedazos en Tanganyika. Quedé yo. Richard Hannay. Treinta y siete años, el sonido del viento y yo, solos, suficientemente hecho desde el asunto de Buluwayo para tener un prolijo montón. No de los grandes, pero suficiente para mí. De vuelta en casa. Que, si quieren saberlo, no era mi casa en absoluto. Solo un departamento alquilado en West Center 1. Portland Place, en realidad… Y estaba aburrido. Extremadamente aburrido. Nada mas que aburrido. Cansado. Cansado del mundo y cansado de la vida, para ser honesto. Entonces, llamé a mi corredor. No estaba. Me fui al club. Lleno de colonialistas inútiles. Tomé un scotch con soda, agarré un diario de la tarde, lo dejé. Estaba lleno de elecciones, y guerras y rumores de guerras. Y pensé, francamente, a quién cuernos le importa? Qué importa todo eso? Qué pasa con todo el mundo? Qué pasa conmigo? Nadie me extraña. Yo mismo no me extrañaría. Solo podría, simplemente… (Vuelve a su scotch.) Y entonces pensé, vamos Hannay, tenés que salir adelante, hombre! Encontrá algo que hacer, pedazo de tarado! Algo trivial y poco inteligente. Algo profundamente carente de objetivos. Algo… Ya sé! Un espectáculo teatral! Eso puede ser la solución! (Música de vaudeville. Se enciende la línea de luces del proscenio.)

Escena 2: Music Hall

Presentador entra corriendo. Dicky saluda. Se inclinan.

PRESENTADOR: Gracias damas y caballeros. Y ahora, con su amable atención, tengo el honor y el privilegio de presentarles a uno de los hombres más notables del mundo entero. Mr. Memory!!!

Música: tema de Mr. Memory. Aplauso cerrado. Dicky saluda. Bigote al estilo cepillo de dientes. Saluda repetidamente. Hannay aparece en la sala. Se ubica.

PRESENTADOR: Ocupen sus lugares, señoras y señores. Todos los días Mr. Memory agrega a su memoria 50 nuevos sucesos y recuerda cada uno de ellos! Sucesos de la historia y de la geografía, de los diarios y de publicaciones científicas. Hay más suscesos en su cerebro de los que es posible concebir! También voy a mencionar que, antes de retirarse, Mr. Memory ha aceptado gentilmente dejar su cerebro entero al Museo Británico con propósitos científicos. Graciasss.

Aplausos cerrados. Annabella aparece en el lado opuesto de la sala. Luce nerviosa y mira ansiosamente hacia los palcos.

PRESENTADOR: Está listo, Mr. Memory?

MR MEMORY: Muy listo, graciasss! Ahora voy a colocarme en estado de preparación mental para la función de esta noche a limpiar mi ser interior de cualquier material extrínseco o supernumerario.

HANNAY: Disfrutando del show?

ANNABELLA: Perdón?

HANNAY: Divertido, no?

PRESENTADOR: Está listo para las preguntas, Mr. Memory?

MEMORY: Estoy listo para las preguntas!

PRESENTADOR: Graciasss damas y caballeros. Primera pregunta, por favor. (Señala a la audiencia.) Perdón, Señor? Quién ganó la copa en 1926? (Se vuelve a Memory.) ¿Quién ganó la copa en 1926?

MEMORY: Quién ganó la copa en 1926? El Tottenham Hotspurs ganó la copa en 1926 derrotando al Arsenal Gunners por cinco goles a cero en presencia de Su Majestad el Rey George Quinto. Es correcto, señor?

PRESENTADOR: Muy correcto, Mr. Memory.

MEMORY: Graciasss.

Aplauso cerrado.

PRESENTADOR: Próxima pregunta, por favor! Si señor! Hable mas alto, por favor? (Señala un miembro del público.) Cómo se llamaba el caballo de Napoleón? Cómo se llamaba el caballo de Napoleón?

MEMORY: Cómo se llamaba el caballo de Napoleón? El caballo de Napoleón se llamaba Belerofonte, el cual montó por última vez en la batalla de Waterloo, el 15 de junio de 1815. Es correcto, Señor?

PRESENTADOR: Muy correcto, Mr. Memory!

MEMORY: Graciasss.

PRESENTADOR: (Señala un miembro del público.) Cuándo fue colgado Crippen! Cuándo fue colgado Crippen?

MEMORY: 1921. Después de envenenar a su esposa con una mezcla de belladonna y estrignina. Es correcto, Señor?

PRESENTADOR: Muy correcto, Mr. Memory.

MEMORY: Graciasss.

Aplauso cerrado.

HANNAY: Yo digo.

PRESENTADOR: Ah, un voluntario desde la galería. Sí, señor? (Mira hacia los palcos. Annabella lo mira aterrorizada.)

HANNAY: A qué distancia está Winnipeg de Montreal?

PRESENTADOR: A qué distancia está Winnipeg de Montreal? A qué distancia está Winnipeg de Montreal?

MEMORY: Ah! Un caballero de Canadá! Bienvenido, señor!

HANNAY: Gracias.

MEMORY: Winnipeg. Tercera ciudad de Canadá. Capital de la provincia de Manitoba. Distancia desde Montreal: 1.454 millas, señor. Es correcto, señor?

HANNAY: Muy correcto.

MEMORY: Graciasss, señor!!!

Repentinamente Annabella ve algo en los palcos que ha estado temiendo. Exclama.

ANNABELLA: Santo Dios!

HANNAY: Se siente bien?

ANNABELLA: Sí, gracias.

HANNAY: Qué bueno.

PRESENTADOR: Y ahora la próxima pregunta, por favor. (Annabella saca un revolver y dispara al aire. El público grita.) Calma, damas y caballeros. Calma, por favor!!!

Annabella esconde el revolver.

HANNAY: Escuchó eso?

ANNABELLA: Discúlpeme?

HANNAY: Sí?

ANNABELLA: Puedo ir a su casa con usted?

HANNAY: Cuál es la gran idea?

ANNABELLA: Bueno, me gustaría.

PRESENTADOR: Calma, por favor!!!

HANNAY: Bueno, en este momento, es algo complicado. Tengo los pintores y…

ANNABELLA: Por favor! Tiene que llevarme!

HANNAY: Bueno, es su funeral!

PRESENTADOR: Juegue, hombre, juegue! Ese fue Mr. Memory! Vamos , Mr. Memory!

MEMORY: Cómo se llamaba el caballo de Napoleón? Winnipeg. Que lo escribió en 1926.

PRESENTADOR: gracias, Mr. Memory.

MEMORY: Es correcto, Señor?

PRESENTADOR: Muy bien, Mr. Memory.

MEMORY: Derrotando a George V por cinco goles a…

PRESENTADOR: Venga, Mr. Memory. Vamos!

MEMORY: Próxima pregunta, por favorrr!

PRESENTADOR: No olvide su nombre ahora!

MEMORY: Gracias! Gracias!

PRESENTADOR: Mr. Memory!!!

MEMORY: Es correcto, Señor?

Presentador lo arrastra hacia fuera. Música de Mr. Memory.


Escena 3: El departamento de Hannay. De noche.

Se escucha la voz de Hannay en la oscuridad.

HANNAY: Nunca puedo encontrar el interruptor, será posible! (Acciona el interruptor de la lámpara.)

ANNABELLA: Apáguela! Rápido!!! (Hannay acciona nuevamente el interruptor. Ahora la habitación queda iluminada por las luces de la calle que entran por la ventana. Tal vez el cartel de neon intermitente de un hotel.) Bleinz!

HANNAY: Perdón?

ANNABELLA: Bleinz!

HANNAY: Bleinz?

ANNABELLA: BLEINZ!!!

HANNAY: AH, la persiana! Sí, por supuesto. Bleinz. Claro. (Baja una cortina vertical enrrollable que vuelve ha subirse un par de veces, hasta que consigue engancharla.) Le pido que me disculpe.

ANNABELLA: Ahora la luz, Sr. Hannay.

HANNAY: La luz. Claro. (Piensa.) Cómo sabe mi nobre?

ANNABELLA: Lo ví en el palier.

HANNAY: Ah, claro. (Pausa.) Hola. Ahí está el teléfono. (Suena el teléfono.)

ANNABELLA: No conteste, por favor!

HANNAY: Por qué no?

ANNABELLA: Porque creo que es para mí. (Hannay va a contestar.) Por favor, no conteste!!!

HANNAY: (Permanece inmóvil, con la mano a punto de tomar el tubo. Eventualmente, el teléfono deja de sonar.) Ahora, mire…

ANNABELLA: Sr. Hannay?

HANNAY: Sí?

ANNABELLA: Puedo permitirme un momento de impertinencia y pedirle algo para comer?

HANNAY: Por supuesto. Le gustaría un poco de arenque?

ANNABELLA: El arenque estaría muy bien. Gracias.

HANNAY: Nada como un poco de arenque. Ahora, por favor…

ANNABELLA: Sí?

HANNAY: Tengo derecho a saber su nombre?

ANNABELLA: Usted no quiere saber mi nombre.

HANNAY: No?

ANNABELLA: Schmidt.

HANNAY: Schmidt?

ANNABELLA: Annabella Schmidt.

HANNAY: Entonces, Annabella Schmidt, cuál es la historia?

ANNABELLA: Historia?

HANNAY: No fue usted la que disparó ese revólver en el teatro? Quiero decir, no era un show genial, pero tampoco era tan malo.

ANNABELLA: Fue una distracción. Había dos hombres en el teatro tratando de matarme.

HANNAY: Una hermosa y misteriosa mujer perseguida por hombres armados. Suena como una historia de espías.

ANNABELLA: Eso es exactamente lo que es. Solo que preferiría la pabra “agente”.

HANNAY: (Se ríe.) Agente secreto, supongo? De qué país?

ANNABELLA: No tengo país.

HANNAY: Vive en un globo aerostático?

ANNABELLA: Esto no es broma, Sr. Hannay! Estoy siendo perseguida por un brillante agente secreto de cierta potencia extranjera que está a punto de obtenr información altamente confidencial vital para nuestra defensa aérea. Pude rastrear a dos de estos hombres hasta ese espectáculo de musci hall. Desafortunadamente, me reconocieron.

HANNAY: Alguna vez escuchó hablar de algo que se llama manía persecutoria?

ANNABELLA: No me cree? En este momento están en la calle. Al lado de su poste de alumbrado público inglés. Me están esperando.



Hannay se acerca a la ventana y mira a través de las varillas de la cortina. Música dramática. Los payasos entran corriendo. Llevan los sombreros característicos para interpretar dos “pesados”. Traen un largo poste de alumbrado público. Se quedan inmóviles a la derecha del escenario. Hannay deja de mirar por la ventana. Los payasos salen corriendo con la lámpara de calle.

ANNABELLA: Ahora me cree?

Hannay se queda pensando en esto. Camina hacia la ventana. Música dramática. Los payasos entran corriendo nuevamente con el poste de luz. Hannay deja de mirar por la ventana. Los payasos suspiran y salen corriendo nuevamente.

HANNAY: Usted gana.

ANNABELLA: Escuche, le voy a contar algo que no es muy saludable pero, si se lo cuento, estonces, estará involucrado.

Música.

HANNAY: (La mira.) Involucrado?

ANNABELLA: (Lo mira.) Es el juego más mortalmente peligroso que jamás haya jugado. Puede significar incluso la vida. O la muerte. Dígame, Sr. Hannay, debo contarle esto tan terrible? O no? Quiere estar… involucrado?

Se vuelve hacia la ventana. Los dos payasos vuelven a entrar corriendo con la lámpara de calle. Hannay se vuelve inmediatamente. Los payasos salen corriendo.

HANNAY: Muy bien. Cuénteme.

ANNABELLA: Muy bien. Alguna vez escuchó hablar de los 39 escalones?

HANNAY: Qué es, un pub?

ANNABELLA: Sin bromas, por favor,  Sr. Hannay. Estos hombres son capaces de cualquier cosa. Me está escuchando? Soy la única persona que puede detenerlos. Si no son detenidos, tal vez sea solo cuestión de días, tal vez horas antes que esta información “top secret” y altamente confidencial esté fuera del país. Y cuando la tengan fuera del país, que Dios nos ayude a todos!!! Le digo, Sr. Hannay, estos hombres actúan rápido! No sabe lo astuto que es su jefe! Lo conozco muy bien!

HANNAY: Lo conoce? Cómo se llama?

ANNABELLA: Tiene una docena de nombres! Y puede verse como cientos de personas diferentes! Pero hay algo que no pued edisfrazar.

HANNAY: Qué?

ANNABELLA: Esta parte… (Levanta su dedos meñique.) que le falta a su dedo meñique. Así que, si alguna vez conoce un hombre al que le falta esta parte de acá (Engancha su meñique con el de Hannay. Lo mira fijo.) … tenga mucho cuidad, mi amigo.

HANNAY: Lo tendré presente.

Están de pie, uno muy cerca del otro. Ella lo mira fijo, baja los párpados.

ANNABELLA: Sr. Hannay?

HANNAY: Richard.

ANNABELLA: Richard?

HANNAY: Sí?

ANNABELLA: Puedo quedarme a pasar la noche. Estoy tremendamente cansada.

HANNAY: Claro que puede… (Annabella lo mira.) Duerma en mi cama.

ANNABELLA: Gracias.

HANNAY: Yo me voy a acomodar en el sillón.

ANNABELLA: Como quiera. Ah, una cosa más…

HANNAY: Su arenque…

ANNABELLA: Mi arenque? Creo que he perdido el apetito. Necesito…

HANNAY: Sí?

ANNABELLA: Un mapa de Escocia.

HANNAY: Escocia?

ANNABELLA: Hay un hombre en Escocia a quien debo visitar en caso de que algo deba ser hecho. Es un inglés. Vive en una casa grande.

HANNAY: Una casa grande?

ANNABELLA: Sí. En un lugar llamado… (Se queda mirándolo.) Alt-na-Schellach.

HANNAY: Cómo dijo?

ANNABELLA: Alt-na-Schellach.

HANNAY: Alt-na-Schellach. Y los 39 esca…

ANNABELLA: Tráigalo a mi habitación.

HANNAY: Cómo no.

ANNABELLA: Buenas noches, Richard.

HANNAY: Buenas noches.




Escena 4: El departamento de Hannay. Muy tarde.

Atmósfera de medianoche. Viento. El tic-tac de un reloj. Un coche de policía de los años 30 a la distancia. Hannay está acurrucado de manera increíblemente incómoda en el sillón. Da vueltas semi dormido. Annabella aparece repentinamente. Su pálido rostro aparece, amenzante, en medio de la oscuridad. Camina lentamente haci él. Sostiene un mapa en la mano. Hannay se sienta sobresaltado.

ANNABELLA: Richard?

HANNAY: Annabella!?

ANNABELLA: (Con voz profunda y seductora.) Richard…

HANNAY: Pero, escúcheme! Aparece, simplemente, en mi vida desde ninguna parte… me deja completamente… cómo decirlo, complicado y bueno… en realidad, yo… nunca conocí a alguien como usted y, para ser franco… francamente…

Annabella llega hasta el sillón. Parece estar a punto de besarlo pero se desploma repentinamente sobre él, con un gigantesco y resplandeciente cuchillo clavado en la espalda. Hannay la mira shockeado. La gira y la mira a la cara. Ella parpadea de manera seductora, respira con dificultad.

ANNABELLA: Ah, Richard… Richard!

HANNAY: Sí?

ANNABELLA: Ya… no hay retorno. Alt-na-shellagh. (Muere en terrible agonía.)

HANNAY: (La mira.) Dios… (Ve el mapa. Lo saca de la mano cerrada de Annabella. Lo abre y lo revisa. Luego de observarlo en detalle durante un buen rato.) Alt na Shellach. (Levanta la vista del mapa.) Alt na Shellach…

Suena el teléfono. Hannay va hacia el aparato. El teléfono suena cada vez mas fuerte. Hannay se aleja con cada campanilla. Guarda el mapa en el bolsillo. Cubre a Anabella con una pieza de tela. Repentinamente, el eco de la voz de Annabella comienza a escucharse a su alrededor.

ANNABELLA: (Voz off.) Hay un hombre en Escocia… Es solo cuestión de días, tal vez horas… Antes de que el secreto esté fuera del país… Se lo digo yo. Estos hombres actúan rápido. Rápido. Rápido. Rápido…

Apagón, rápido cambio de luces. Canción de pájaros.



Escena 5: El lobby del edificio. De mañana.

Entra el lechero silbando la canción de Mr. Memory y trayendo con él la puerta. La puerta que ahora queda en el frente del escenario. Hannay entra a través de ella.

LECHERO: Qué hace, hombre? Casi me mata del susto!

HANNAY: Le gustaría ganarse una libra, hermano?

LECHERO: Una libra? Una libra? De qué se trata?

HANNAY: Necesito su gorra y su chaqueta.

LECHERO: Gorra y chaqueta? Qué juego es éste? Largue!

HANNAY: Necesito hacer una salida discreta.

LECHERO: Una huída silenciosa?

HANNAY: Sí.

LECHERO: En qué anda?

HANNAY: Voy a tener que confiar en usted. Hubo un asesinato en el primer piso.

LECHERO: Un asesinato. Un asesinato. Quién fue? Usted?

HANNAY: No, no. Fueron esos dos hombre que estána allá.

LECHERO: Ya veo. Entonces, ahora están esperando que llegue la policía y los lleve presos, no?

HANNAY: Esa es la pura verdad. Le digo, son espías extranjeros. Asesinaron a una mujer en mi departamento y a ahora están esperando por mí.

LECHERO: Déjese de macanas. No me venga con esas bromas a las cinco de la mañana.

HANNAY: Está bien, está bien. Le voy a decir la verdad. Usted es casado?

LECHERO: Sí, pero, eso a usted no le importa.

HANNAY: Bueno, yo no. Soy soltero.

LECHERO: Tiene suerte.

HANNAY: Pero me estuve viendo con esta mujer casada.

MILKMAN: Ah, pícarón.

HANNAY: El punto es…

LECHERO: Sí?

HANNAY: Me estaba engañanado.

LECHERO: No!

HANNAY: Todo era una trampa.

LECHERO: De no creer!

HANNAY: Ve esos hombres que están allá?

LECHERO: Sí, los veo.

HANNAY: Sabe quiénes son?

LECHERO: No me lo diga!

HANNAY: Uno es el hermano. El otro es el marido!

HANNAY: Qué lo parió! No quisiera estar en sus zapatos! Vamos, póngase mi gorra y mi chaqueta.

HANNAY: Gracias. (Se pone la gorra y la chaqueta. El lechero lo ayuda.)

LECHERO: Perfecto! Deje el carro a la vuelta de la esquina.

HANNAY: (Mete la mano en el bolsillo.) Tome una libra.

LECHERO: Es muy amable de su parte!

HANNAY: Tome dos! (Hannay sale corriendo.)

LECHERO: (Mira las dos libras. Mira al público.) Dos libras! Son mías, no?


Escena 6: El departamento de Hannay, por la mañana.

Entra la Sra. Higgins, la empleada doméstica.

SRA. HIGGINS: Buenos días, Sr. Hannay! Cómo está usted? Qué hermosa mañana, Sr. Hannay! Cómo está usted? Bueno, qué hermosa mañana es ésta. Qué me dice de esta ola de calor? No teníamos una ola de calor como ésta desde 1933!

Retira la tela que cubre a Annabella, la ve, queda paralizada. Lanza un grito, aterrorizada. Transición a un silbido de tren ensordecedor. La compañía arma el vagón de tren.


Escena 7: El tren a Edimburgo, de día.

Los dos payasos y Hannay están sentados en un compartimento. Los payasos son ahora dos vendedores de ropa interior tremendamente charlatanes.

VENDEDOR 1: Bueno, hay que reconocer que son mucho más lindos de lo que eran hace veinte años.

VENDEDOR 2: Más libres.

VENDEDOR 1: Libres y fáciles.

Ambos comparten un guiño. Le guiñan a Hannay, que se refugia bajo su sombrero.

VENDEDOR 2: Se acuerda como eran las cosas antes?

VENDEDOR 1: Puro hueso y nada de curvas.

VENDEDOR 2: Mi esposa! (Ambos rugen a carcajadas. El tren silba.) Mire lo que es ahora! (Ambos revuelven, lascivos, sus cajas de muestras. El vendedor 2 saca un portaligas blanco modelo 1940. Suspiran. Lo miran extasiados. Hannay también suspira.) Nuestro nuevo modelo aerodinámico número 1.

VENDEDOR 1: Solo contemplarlo es glorioso. Y algo que combine?

VENDEDOR 2: (Saca algo más.) Mire esta belleza! (Saca un corpiño blanco. Todos lo miran mientras se balancea colgando frente a ellos.) Lo que todo ojo fatigado debe ver!

VENDEDOR 1: Puede decirlo otra vez!

VENDEDOR 2: Las dos maravillas del mundo moderno!

VENDEDOR 1: Sabe qué? Tráigalos de vuelta cuando tengan algo dentro!

Los dos ríen a carcajadas. Le lanzan un guiño a Hannay.

VENDEDOR 2: La Cachó?

VENDEDOR 1: La cachó?

VENDEDOR 2: No sea tímido!

VENDEDOR 1: No sea tímido!

Hannay esboza una sonrisa entre dientes.

VENDEDOR 2: Ese es el espíritu!

VENDEDOR: 1: Ese es el espíritu!

VENDEDOR 2: Dónde estamos?

VENDEDOR 1: (Mira por la ventana. Frente a ella pasa un cartel que dice “Halifax”.) En Halifax. (pasa un cartel que dice “Durham”.) Durham. (Pasa un cartel que dice “Berwick-Upon-Tweed.) Berwick-Upon-Tweed. (Se escucha un estruendo fuera de escena. Saca una caja de galletitas.) Una galletita? (El mismo saca un galletita.)

VENDEDOR 2: (Toma una.) Con mucho gusto.

VENDEDOR 1: (A Hannay.) Una galletita?

HANNAY: No, gracias.

VENDEDOR 1: Sírvase, si quiere. (Ambos vendedores muerden sus galletas al unísono. Ambos miran a Hannay. Ríen ruidosamente. Silbido del tren. Cesan los sonidos del tren.) Hemos llegado! (Un cartel que dice “Edinburgo” pasa lentamente frente a la ventanilla. Todos esperan que el tren se detenga.) La ciudad de Edinburgo. (Todos juntos se levantan y se mueven de prisa mientras el tren termina de detenerse.)


Escena 8: La estación de Edinburgo. De día.

VENDEDOR 1: Me pregunto quién habrá ganado la de las dos de la tarde en Windsor.

VENDEDOR 2: Voy a comprar el diario.

VENDEDOR 1: Yo voy al baño. (Sale del compartimento.) Disculpe. Perdón. Perdón.

VENDEDOR 2: Perdón. Perdón.

HANNAY: Perdón.

El vendedor 2 saca la cabeza por la ventanilla. Silba entre dientes. El Vendedor 1 aparece inmediatamente como un vendedor de diarios. Lleva una gorra con visera.

DIARIERO: Diario, diario. El diario de la tarde. Diario, diario, el diario de la tarde!

VENDEDOR 2: Habla inglés?

DIARIERO: Diario, diario, diario de la tarde!

VENDEDOR 2: El diario de la tarde, por favor!

DIARIERO: Diario, diario, diario de la tarde! Diario, diario, diario de la tarde!

El diariero le da el diario. Regresa inmediatamente como el Vendedor 1. Pasa haciendo fuerza contra las rodillas de los que están sentados.

VENDEDOR 1: Disculpen. Perdón. Perdón.

VENDEDOR 2: Perdón, perdón.

HANNAY: Perdón.

El vendedor 1 se sienta.

VENDEDOR 2: Hola.

VENDEDOR 1: Hola.

VENDEDOR 2: (Mira el diario. Inspira profundamente, shockeado.) Santo Dios!

VENDEDOR 1: Qué?

VENDEDOR 2: Asesinaron a una mujer en un piso de lujo del West End!

Hannay queda paralizado.

VENDEDOR 1: Todos estos dramas sexuales. A mí que no me pregunten nada! Quién ganó?

VENDEDOR 2: Quién ganó qué?

VENDEDOR 1: La de las dos de la tarde en Windsor.

VENDEDOR 2: La de las dos de la tarde en Windsor? (Da vuelta el diario y lee la contratapa. Hannay trata de leer la primera plana.) Bachelor Boy.

VENDEDOR 1: Bien.

VENDEDOR 2: Pagó 7 a 4.

VENDEDOR 1: No tan bien.-

VENDEDOR 2: (Nuevamente en la portada.) Mansiones de Portland. Portland Place.

VENDEDOR 1: Al lado de la BBC? Ese sí que es el lugar para poner a alguien a dormir! (Ambos ríen. Le lanzan un guiño a Hannay.) Cómo era? Una de las de siempre?

VENDEDOR 2: Una mujer bien vestida, alrededor de 35 años, con un cuchillo en la espalda. Terrible. (A Hannay.) Terrible!

HANNAY: Terrible.

VENDEDOR 2: “El inquilino, Richard Hannay, está desaparecido”.

VENDEDOR 1: Me sorprende!

VENDEDOR 2: “De aproximadamente 37 años. Cabello ondulado y brillante. Vivaces ojos marrones. Bigote fino.”

HANNAY: (Esconde su bigote con un dedo.) Disculpe?

AMBOS VENDEDORES: (Lo miran con curiosidad.) Sí?

HANNAY: Me prestaría un momento el diario?

VENDEDOR 1: Cómo no.

HANNAY: Gracias.

Le da el diario. Hannay lo abre y comienza a leer. Mira por sobre el diario y ve que los dos hombres continúan observándolo.

VENDEDOR 2: Me parece que voy a ir hasta el vagón comedor. Terminó? (Le quita el diario a Hannay.) Se les ofrece algo?

VENDEDOR 1: No, gracias.

HANNAY: No, gracias.

VENDEDOR 2: (Pasa con dificultad entre las rodillas de los otros dos para dejar el compartimento.) Disculpen. Perdón. Perdón.

VENDEDOR 1: Perdón. Perdón.

HANNAY: Perdón.

VENDEDOR 1: (Mirando hacia fuera por la ventanilla.) Mire! El lugar está lleno de policías! (Hannay se paraliza. El vendedor 1 habla hacia fuera por la ventanilla.) Disculpe, oficial! Ya atraparon al asesino del West End?

El vendedor 2 aparece en la ventanilla como un policía.

POLICÍA: Ya lo vamos a atrapar, no se preocupe, señor!

VENDEDOR 1: Ese es el espíritu!

El payaso cambia el sombrero de policía por la gorra del guarda. Lo que sigue es una rutina de cambio de sombreros.

GUARDA: Todos a bordo para las Tierras Altas!

POLICÍA: Cualquier cosa sospechosa infórmenos, señor?

VENDEDOR: Por supuesto. No se preocupe!

GUARDA: Próxima parada, Tierras Altas!

DIARIERO: La última edición, señor?

VENDEDOR 2: No, gracias!

GUARDA: Todos a bordo! Todos a bordo!

VENDEDOR 1: Está bien, está bien!

POLICÍA: Mantenga los ojos abiertos, Señor!

VENDEDOR 1: Pierda cuidado, oficial!

POLICÍA: No se olvide, señor!

VENDEDOR 1: No, oficial.

DIARIERO: Entérese de todo! Entérese de todo!!!

VENDEDOR 2: Sí, ya lo escuché la primera vez!!!

DIARIERO: Entérese de todo!!!

GUARDA: Todos a bordo! Todos a bordo!

SRA. HIGGINS: Buenos días, oficial! Me podría decir dónde queda la plataforma 6?

POLICIA: Pero, usted que se piensa, que soy un guarda de tren?

HANNAY: Pero, por qué no nos vamos de una vez!!!

AMBOS PAYASOS: Cállese y no joda!!!

Silbido. Todos se sacuden cuando el tren arranca.


Escena 9: El tren de las Tierras Altas. De día.

VENDEDOR 2: Perdón.

VENDEDOR 1: Perdón.

HANNAY: Perdón.

VENDEDOR 2: Bueno, acabo de volver del vagón comedor! Adivinen qué? La policía está registrando en tren!

Hannay se congela.

VENDEDOR 1: La policía está registrando el tren?

VENDEDOR 2: Cada compartimento!

VENDEDOR 1: Bien hecho!

VENDEDOR 2: Escuche ésta, que es muy buena! Había una mujer joven, de Hungría…

HANNAY: (Se pone de pie.) Discúlpenme…

VENDEDOR 1: Espero que no le moleste que hablemos de negocios?

HANNAY: No, no, en absoluto.

VENDEDOR 1: Estamos escapándonos, sabe.

VENDEDOR 2: De nuestras esposas!

VENDEDOR 1: Nunca estamos en casa!

VENDEDOR 2: Vivimos arriba de los trenes, viajamos vendiendo ropa interior!

VENDEDOR 1: Eso es todo lo que hacemos!

VENDEDOR 2: … a la húngara que tiene unos pechos increíbles…

HANNAY: (Pasando con dificultad entre ambos.) Perdón. Perdón.

VENDEDOR 1: Perdón.

VENDEDOR 2: Perdón. Está apurado!

El tren hace un sonido estruendoso. Entran en un túnel. Los ruidos del tren se hacen más fuertes. Las luces de escena parpadean. Hannay se tambalea ahora en el pasillo del tren entre las luces que se prenden y se apagan. El vendedor 1 se convierte en el policía 1. Revisa compartimentos imaginarios.

POLICIA 1: Disculpen, por favor. Perdón por la molestia. Han visto a este hombre? Su nombre es Richard Hannay.

Hannay queda inmóvil. Está a punto de volver. El vendedor 2 es el policía 2. Viene mirando en los compartimentos desde la dirección opuesta.

POLICIA 2: Discúlpen, por favor. Perdonen la molestia. Han visto a este hombre? Su nombre es Richard Hannay.

Hannay ve a los dos policías que vienen hacia él. Mira desesperadamente hacia un lado, luego hacia el otro. Simultáneamente, una mágica luz azul se enciende en el compartimento contiguo. Se puede ver a Pamela por primera vez. Es hermosa hasta cortar el aliento, lleva puesto un pequeño top negro y una fantástica falda ajustada. Se quita los anteojos. Se pasa la mano por el cabello y mira hacia fuera por la ventana. Hannay se da vuelta. La ve. Se queda mirándola. Música romántica. Los dos policía se acercan cada vez mas. Repentinamente, Hannay irrumpe en el compartimento de Pamela y la toma entre sus brazos.

HANNAY: Querida! Qué alegría verte!

Hannay la besa. Ella se sienta con la espalda rígida, demasiado shockeada aún para suspirar. Los dos policías llegan junto a la puerta.

POLICÍA 2: Alguien está comiendo gratis ahí dentro!

POLICÍA 1: Y flor de budín se está comiendo!

Ambos policías sonríen irónicamente y desaparecen. Hannay se separa de Pamela. Ella se queda mirándolo.

HANNAY: Escuche, no sabe cuánto lo siento! Estaba desesperado! Tuve que hacerlo! Mi nombre es Richard Hannay. Me estan buscando a mí. Le juro que soy inocente! Tiene que ayudarme! Necesito estar en libertad durante los próximos días. La seguridad de este país depende de ello…

Reaparecen los dos policías.

POLICÍA 1: Sentimos molestarlos pero, alguno de ustedes ha visto pasar a este hombre durante los últimos minutos?

Pausa. Pamela mira a los policías, mira a Hannay, mira a los policías. Finalmente decide.

PAMELA: Este es el hombre que busca, Inspector! Entró aquí y me forzó. Me dijo que su nombre es Richard Hannay!

POLICÍA 1: Su nombre es Richard Hannay?

HANNAY: Por supuesto que no.

POLICÍA 2: Pero esta joven acaba claramente de declarar…

Hannay abre la puerta del compartimento de un empujón. Salta fuera del tren. Pamela grita. El sonido del tren y el efecto sonoro del viento se tornan ensordecedores. Hannay sale del tren y consigue abrir otra puerta para volver a entrar. Sale de escena corriendo.

POLICÍA 2: Ha saltado del tren, Señor!

POLICÍA 1: Tras él, oficial!

El policía 1 se queda junto a Pamela. El policía 2 mira hacia fuera a través de la puerta.

POLICÍA 2: Por Dios, Señor!

POLICÍA 1: Por Dios, Señorita! Agárrelo, hombre!

El policía 2 también sale fuera del tren. Consigue abrir la misma puerta para volver a entrar al tren. También él sale de escena corriendo. Hannay salta sobre el techo del tren. Su abrigo flamea. El policía 2 sube al techo detrás de él. Su capa flamea.

POLICIA 2: Está en el techo, Señor!

POLICÍA 1: Está en el techo, Señorita!

PAMELA: Puedo sugerir algo?

POLICIA 1: Ahora no, Señorita. Estamos ocupados. Agárrelo, hombre!

POLICIA 2: Sí, Señor!
  
El policía 2 trata de agarrar a Hannay, pero lo pierde.

POLICIA 2: Lo perdí, señor!!!

POLICIA 1: Lo perdió, Señorita.

PAMELA: Escuche, yo pienso, realmente…

POLICIA 1: Ahora no, señorita.

El policía 2 alcanza a agarrar el abrigo de Hannay. El tren emite un chirrido.

PAMELA: Solo tiene que tirar del cable de emergencia!

POLICÍA 1: No, Señorita! No lo haga! No tire del…

PAMELA: Pero, por el amor de Dios!

Pamela tira del cable. Los frenos se activan, el tren se sacude. El policía 2 se queda con el abrigo de Hannay en la mano. El humo inunda la escena. Las luces bajan hasta el apagón.

POLICÍA 2: Estamos sobre el Puente Forth, Señor!

POLICIA 1: Estamos sobre el Puente Forth, señorita!


Escena 10: Puente Forth. De día.

Se encienden las luces. Helo ahí: el Puente Forth (hecho con tres escaleras). Se ve magnificiente en medio de la niebla y la luz azulada. Sonido del viento y de cables de acero crujientes. Coros etéreos flotan en medio del viento. Hannay aparece sobre el puente, colgando por su vida. Pamela continúa en la ventana.

PAMELA: Ahí está! Debajo del puente!

Los dos policías suben por las escaleras a ambos lados de Hannay. Se arrastran hacia él. Lo alcanzan y tratan de agarrarlo. Hannay se cuelga desesperadamente hacia los escalones. Ve ambos policías que vienen hacia él. Mira hacia abajo. Mira hacia los lados. Mira hacia abajo. Mira hacia el público. Suspira.

HANNAY: Mierda! (Se deja caer.)

Se escucha el ruido lejano de la caída al agua. Agudo silbido del tren. El sonido metálico del tren se aleja en medio de la niebla. Los “beep” del lenguaje Morse inundan la sala.

LOCUTOR DE RADIO: (Tono afectado de la BBC, en off.) … el sospechoso Richard Hannay  alcanzó a saltar del tren sobre el Puente Forth, en las afueras de Edinburgo. La policía lo persiguió sobre el puente pero consiguió escapar colgándose de los cables de acero con sus manos desnudas. (Las luces se encienden sobre Hannay, que corre en medio de la niebla.) El sospechoso tiene, aproximadamente, 37 años y mide alrededor de un metro setenta. Aunque es claramente peligroso es muy bien parecido, con cabello oscuro y ondulado, vivaces ojos marones, la nariz ligeramente respingada y bigote fino. (Hannay se siente complacido con su descripción. Corre.) No se sabe si el fugitivo ha sobrevivido a semejante experiencia. La policía se vio obligada a cancelar la búsqueda a causa de la oscuridad…

Cambian las luces. Hannay se detiene, exhausto. Aparece uno de los payasos. Es ahora un granjero poco amistoso. Luce nervioso y con sospechas.


Escena 11: La casa del granjero, en medio del campo. Anochece.

Hannay trata de llamar la atención del granjero.

HANNAY: Hola.

GRANJERO: Hola! Puedo ayudarlo?

HANNAY: Sí, busco trabajo.

GRANJERO: Qué clase de trabajo?

HANNAY: Soy un trabajador itinerante.

GRANJERO: Bueno, en esta zona, no va a encontrar nada.

HANNAY: No hay casas grandes por acá?

GRANJERO: No. Casas grandes, no.

HANNAY: Y esa casa grande que está ahí?

GRANJERO: (Pillado por Hannay.) Ah! Esa casa grande!

HANNAY: A quién pertenece?

GRANJERO: Al Inglés.

HANNAY: Al inglés?

GRANJERO: Un profesor, creo. El profesor Jordan.

HANNAY: Por casualidad, no le dicen… (Saca el gran mapa. Lo abre. El granjero lo mira indiferente mientras una fuerte ráfaga de viento hace volar a Hannay con el mapa fuera de escena. Hannay regresa, incómodo por su torpeza.) Alt na Shellach, podría ser?

GRANJERO: (Sospechando.) Podría.

HANNAY: Muy bien! Bueno… muchas gracias. Voy… voy a probar allí.

GRANJERO: No esta noche.

HANNAY: No?

GRANJERO: Son 14 millas. Del otro lado del lago.

HANNAY: No se preocupe! Estoy seguro que…

GRANJERO: Mujer!!! (Aparece una puerta desde bambalinas. Se abre. Margaret entra a través de ella.. Tímida. Peinada con trenzas.) Vení para acá! (Margaret cruza hasta ellos con la cabeza gacha.) Tenemos un visitante. (Margaret mira tímidamente a Hannay. El nota lo increíblemente hermosa que es.)

MARGARET: Buenas noches, señor.

HANNAY: Buenas noches.

GRANJERO: Puede pasar la noche aquí, si quiere.

HANNAY: (Mirando a Margaret.) Bueno… pensándolo bien… sería muy gentil de su parte.

GRANJERO: Le gusta comer arenque?

HANNAY: Podría asesinar media docena en este mismo momento.

GRANJERO: Puede dormir en un catre?

HANNAY: Puedo tratar.

GRANJERO: Dos con sesenta.

HANNAY: Hecho.

GRANJERO: Acompañá al caballero, y apurate.

HANNAY: Su hija?

Margaret mira al suelo, avergonzada.

GRANJERO: Mi esposa!

Margaret mira a Hannay. Hannay la mira.

HANNAY: Bien hecho.

Ambos miran hacia otro lado.

GRANJERO: Ahora andá y prepará el arenque.

MARGARET: Sí.

GRANJERO: Voy a ver a las vacas?

HANNAY: Perdón?

GRANJERO: Digo que voy a ver a las vacas.

HANNAY: (Que sigue sin entender.) Muy bien.

El granjero sale.

MARGARET: Quiere pasar?


Escena 12: La casa del granjero.

Margaret y Hannay se quedan de pie, ambos un poco incómodos. El mira a su alrededor.

MARGARET: Bueno… acá está su cama.

Un sillon entra deslizándose desde un lateral, sorprendiendo a ambos.

HANNAY: Gracias.

MARGARET: Piensa que podría dormir ahí?

HANNAY: Perfectamente. (Margaret sale para traer la mesa y las sillas.) Déjeme ayudarla.

MARGARET: (Tímidamente.) Gracias.

HANNAY: Tiene el diario de hoy?

MARGARET: Mi esposo lo tiene.

HANNAY: Ah, gracias… Hace mucho que vive acá?

MARGARET: No. Soy de Glasgow. Conoce?

HANNAY: No, nunca.

MARGARET: Ah, debería verlo! Debería ver Sauchiehall Street los sábados a la noche con todas sus tiendas finas y los tranvías, y las luces. Y los cines y toda la gente. (Recordando con nostalgia.) Hoy es sábado a la noche.

HANNAY: Bueno, nunca estuve en Glasgow pero he estado en Edinburgo, en Montreal y en Londres. Durante la cena voy a contarle acerca de Londres.

MARGARET: (Excitada.) En serio?

HANNAY: Si usted quiere.

MARGARET: (Su rostro se nubla.) John no lo aprobaría.

HANNAY: John?

MARGARET: Mi esposo. Dice que no hay que pensar en esos lugares ni en todas las perversiones que ocurren en ellos.

HANNAY: Puedo contarle ahora, si quiere.

MARGARET: Contarme qué?

HANNAY: Qué quiere saber?

MARGARET: Bueno… es cierto que todas las mujeres se pintan las uñas de los pies?

HANNAY: Algunas.

MARGARET: (Sorprendida de sí misma por hacer semejantes preguntas.) Y se ponen rouge y lápiz labial en la cara?

HANNAY: Sí!

MARGARET: Las mujeres de Londres lucen hermosas?

HANNAY: No sería así si usted estuviera junto a ellas.

Margaret contiene la respiración. Se vuelve hacia él. No puede mirarlo. Luego lo mira. Sus miradas se encuentran. Un momento de sorprendente tensión sexual. Repentinamente, el granjero entra por la puerta. Se notan los celos en su mirada. Ellos no lo ven.

MARGARET: No debería decir eso.

GRANJERO: No debería decir qué!!?

HANNAY: Ah, no… le decía a su esposa que prefiero vivir en la ciudad y no en el campo.

GRANJERO: Dios hizo el campo.

HANNAY: Ciertamente!

GRANJERO: Está lista la cena, mujer?

MARGARET: Casi.

GRANJERO: Apurate, entonces!

HANNAY: (Va detrás del granjero tratando de ver el diario.) Le importa si le doy una hojeada a su diario?

GRANJERO: Por favor… (Pausa.) No me ha dicho su nombre.

HANNAY: Oh, Hammond.

GRANJERO: Sr. O’Hammond.

HANNAY: No. Hammond.

GRANJERO: Dónde está la cena, mujer?

MARGARET: Aquí está. (Pone los platos sobre la mesa.)

HANNAY: Espléndido! (Está a punto de comer.)

GRANJERO: Voy a bendecir los alimentos antes de empezar.

HANNAY: Buena idea.

Todos se sientan a la mesa y cierran los ojos.

GRANJERO: Oh, padre todopoderoso lleno de misericordia, santifica estas generosas e inmerecidas gracias que nos concedes a nosotros, miserables pecadores. Haznos inclinar de rodillas ante Ti, haznos verdaderamente agradecidos por todas… (Hannay abre los ojos. Trata de leer el diario nuevamente. Margaret abre los ojos, lo ve leyendo. El granjero continúa.) estas bendiciones. (Hannay ve que ella lo está mirando. Ahora es ella la que lee el diario. Ve el artículo. Se da cuenta quién es él. Sus ojos se llenan de pánico. El granjero continúa.)  Y aleja para siempre nuestros crueles corazones de toda perversión… (Hannay vuelve a mirarla. La tranquiliza con su mirada. El granjero abre los ojos y ve que se miran el uno al otro. Hannay y Margaret no se dan cuenta y el granjero termina su oración.) Golpea nuestros pensamientos glotones y aleja nuestros deseos lujuriosos, presiona sin descanso nuestras narices bestiales, cegando nuestros ojos a todos los ornamentos inmorales de las cosas perversas de este mundo. Amén.

MARGARET: Amén.

HANNAY: Bueno, bueno!

GRANJERO: (Sobre actuando.) Ah! Acabo de recordar que no cerré el granero… Eh… Voy a ir… eh… a cerrarlo!

Margaret: Sí, mejor!

El granjero sale silbando y mostrando cierto desinterés. Casi inmediatamente sus ojos paranoicos al punto de la locura aparecen en la ventana. Hannay y Margaret no lo notan. Empieza entre ellos una mímica honesta y apasionada. Hannay acaricia sus manos. Le ruega que le crea. El granjero los mira estupefacto! Sus ojos revelan su estado de furia. Música de suspenso.


Escena 13: La casa del granjero. Noche.

Hannay duerme en su catre. Se escucha repentinamente el sonido de un coche que se detiene fuera. Las luces brillan a través de la ventana. Aparece Margaret. Corre, mira por la ventana. Corre otra vez hacia Hannay. Lo sacude cuidadosamente.

MARGARET: (Murmura.) Levántese, Sr. Hammond! Levántese rápido!

HANNAY: (Encantado de verla.) AH, hola!

MARGARET: No, no, Sr. Hammond! Es la policía! La policía, Sr. Hammond!

HANNAY: La policía! (Se incorpora.)

MARGARET: Tiene que irse mientras tenga oportunidad! (Le toma la mano.)

HANNAY: Por dónde?

MARGARET: Yo le muestro.

El granjero aparece repentinamente vistiendo un camisón largo.

GRANJERO: Ah! Tendría que habérmelo imaginado! Haciendo el amor a mis espaldas! Fuera! (A Margaret.) Y vos también! Fuera de mi casa antes que… (Levanta el puño.)

HANNAY: (Se interpone entre Margaret y el Granjero.) No tan rápido, mi amigo!

MARGARET: No! Váyase, váyase! Es su oportunidad de seguir libre!

HANNAY: (Piensa por un momento. Se acerca rápidamente al granjero.) Escúcheme! Se equivoca acerca de esto! Ella solo trata de ayudarme!

GRANJERO: Sí! A traer vergüenza y desgracia a mi casa!

HANNAY: En realidad, si le interesa saberlo, estoy escapando de la policía!

GRANJERO: La policía!!!

HANNAY: Me buscan por homicidio!

GRANJERO: Policía? Homicidio?

Se escuchan golpes a la puerta. El granjero corre hacia la puerta. Espía por una grieta. Vuelve corriendo.

POLICÍA: Abran! Policía!

GRANJERO: Están acá, afuera!

HANNAY: No los deje entrar! Dígales que no estoy aquí!

El granjero comienza a violentarse. Más golpes a la puerta.

GRANJERO: Ah! (Corre a la puerta.)

HANNAY: Le voy a pagar más.

GRANJERO: (Se detiene y vuelve hacia Hannay.) Cuánto?

HANNAY: Cinco libras!

GRANJERO: (Aguzando la mirada.) En efectivo?

HANNAY: Aceptaría un cheque?

GRANJERO: No se haga el gracioso conmigo!

MARGARET: Páguele, páguele!

HANNAY: (Saca un billete de cinco.) Acá tiene!

Mas golpes a la puerta. El granjero corre hasta la puerta. La abre. Se queda hablando y gesticulando hacia la policía, que están fuera de escena y no pueden ser vistos. (LA parte de adelante del cuerpo del granjero es vestida del policía 2.)

MARGARET: No confío en él! Escúcheme! (Corre hacia la puerta y escucha. Vuelve hacia Hannay.) Yo tenía razón! Lo está traicionando! Rápido! Este es el momento! Por la ventana de atrás! (Hannay va para saltar por la ventana.) Espere! Su abrigo!

HANNAY: Mi abrigo?

MARGARET: Es de un color terriblemente brillante.

HANNAY: (Más bien ofendido.) Sí?

MARGARET: Aunque esté oscuro en las colinas, con eso, lo van a ver igual. Mejor póngase éste! (Toma un sobretodo que está detrás de la puerta.)

HANNAY: Es de su esposo!

MARGARET: El de los domingos. Pero es tan negro que nunca lo van a ver!

HANNAY: (Tantea algo en el bolsillo.) Qué es esto?

MARGARET: Su libro de salmos.

HANNAY: Puedo entonar un salmo si estoy muy asustado.

MARGARET: No haga bromas con eso, por favor.

Hannay la abraza. Ella se estrecha contra su cuerpo.

HANNAY: Qué va a pasar con usted?

MARGARET: No se preocupe por mí!

Sube el volúmen de la música. Se miran,

HANNAY: Ojalá pudiera sacarla de todo esto!

MARGARET: (Lo mira llena de deseo.) No. Esta es mi casa.

HANNAY: Cuál es su nombre?

MARGARET: Margaret.

HANNAY: Adios, Margaret. (Se besan.) Nunca voy a olvidar lo que ha hecho por mí!!! (Se besan nuevamente con mayor intensidad. Ella se rinde, apasionada. Luego se separa de él.)

MARGARET: Ahora váyase!

Hannay sale por la ventana y desaparece rápidamente. Inmediatamente, los dos policías irrumpen a través de la puerta haciendo sonar sus silbatos. Revisan la habitación. Ven la ventana detrás de Margaret. La hacen a un costado y ven cómo Hannay escapa. Sale corriendo por la puerta con intención de darle caza. Margaret se queda de pie frente a la ventana, mirando a través de ella. Las luces bajan lentamente sobre esa imagen. Música romántica.

Escena 14: Colinas escocesas. Anochecer.

Una pantalla blanca desciende sobre el escenario. La policía persigue a Hannay a través de las colinas, pero se ven solo sus sombras detrás de la pantalla. Lo persiguen bajando de una colina y trepando a otra. Aparece un ciervo macho que carga contra los policías, que corren colina abajo. Hannay monta el ciervo y sale de escena al galope. Hitchcock mira desde lejos. Durante toda esta escena se escucha la voz en off de un locutor de radio.

LOCUTOR: (Off.) Lamentamos interrumpir este programa de música popular romántica de Escocia para transmitirles la siguiente información. Richard Hannay, buscado en relación con los homicidios de Portland Place ha sido visto en las colinas cerca del Lago Crimond. La policía advierte que está casi armado y es peligroso. He aquí, una vez más, su descripción. Cabello oscuro ondulado, vivaces ojos marrones, nariz delicadamente respingada y, por su puesto, su muy atractivo bigote fino. El tiempo que ha pasado en las colinas le ha dado un aspecto mas rudo, lo que lo hace lucir aún mejor que antes. El sospechoso se desplaza a pie por territorio inhóspito y la policía está en condiciones de asegurar a los oyentes que está siendo buscado por escuadrones especializados en captura de fugitivos a pie, en vehículos terrestres y por aire.

La silueta de Hannay pasa corriendo. Se escucha, repentinamente, un sonido a la distancia. El ominoso zumbido de un avión de un solo motor. Aparece la silueta de un biplano. El avión persigue a Hannay. Escuchamos la conversación de los pilotos.

PILOTO 1: (Off.) Ahí está. Adelante.

PILOTO 2: (Off.) Hacia dónde va?

PILOTO 1: Del norte hacia el noroeste!

PILOTO 2: A la casa grande! Qué va a…?

PILOTO 1: Es la casa del Profesor Jordan!

PILOTO 2: Por qué va apara ahí, me pregunto? Ahí está!

PILOTO 1: Dale, dale! Tirale!

PILOTO 2: Cambiá de curso! Cambiá de curso! (Disparos de ametralladora. Hannay se arroja al suelo.) Rápido! Rápido! (Más disparos. Hannay se arrastra por el suelo. El sonido de los aviones es más intenso.)

PILOTO 1: No puedo! No puedo!

El sonido de los aviones es ensordecedor.

PILOTO 2: No!!! Vamos a…

PILOTOS 1 y 2: Aaaaahhhhhh!!!

Los aviones se vienen en picada y explotan en una mezcla de fuego y humo. Dos paracaídas descienden lentamente. Se lavanta la pantalla blanca dejando ver a Hannay que sigue corriendo en medio de la niebla. Hannay trata de orientarse en medio de la niebla mientras uno de los payasos pasa junto a él llevando un siniestro cartel con algunos pájaros aún más siniestros sobre él: ALT NA SHELLACH. NO PASAR. Ahora aparece una siniestra puerta, coronada por un siniestro arco. Hannay llega tambaleándose hasta la puerta. Recupera el aliento. Se acomoda la corbata. Toca el timbre: “Ding dong”.


Escena 15: Alt na Shellach

Una mujer de clase alta, interpretada por uno de los payasos, abre la puerta. Louisa Jordan.

SRA. JORDAN: ¿Sí?

HANNAY: Busco al profesor, al profesor Jordan.

SRA. JORDAN: Al Profesor Jordan? Soy su esposa, Louisa Jordan.

HANNAY: Le pido me disculpe, Sra. Jordan. Podría ver al profesor? Es muy importante.

SRA. JORDAN: Su nombre?

HANNAY: Mi nombre es… Hammond. Dígale que soy… un amigo de la Srta. Annabella Schmidt.

SRA. JORDAN: LA Srta. Annabella Schmidt? Pase, por favor, Sr. Hammond.

HANNAY: Gracias. (Pasa a través de la puerta. La puerta gira sobre sí misma. Ahora está dentro de la casa.)


Escena 16: Alt na Shellach. Interior.

SRA. JORDAN: Estamos tomando algo con unos amigos para celebrar el cumpleaños de mi hija Hilary. (Hace girar la puerta. Ambos pasan a través de ella.) Por aquí, Sr. Hammond. Una cantidad de buenas relaciones de mi esposo, incluyendo al Sheriff del Condado! (Hace girar la puerta nuevamente. La sostiene para él.) Pase por aquí, por favor. Gracias. (Ambos atraviesan la puerta.) Mas tarde organizaremos un evento de tiro. Tal vez quiera participar con nosotros?

HANNAY: Gracias.

La Sra. Jordan hage girar la puerta una vez más. Ahora estamos en:


Escena 17: El estudio del profesor.

SRA. JORDAN: (Continúa.) Pasamos a la fiesta? (Hannay está a punto de seguirla, pero ella cambia de opinión.) En realidad, pensándolo bien Sr. H ammond, si no le importa esperar un momento, voy a ir a buscar a mi esposo.

HANNAY: Por supuesto.

La Sra. Jordan abre la puerta. Se escucha música de jazz de los años 40. Atraviesa la puerta y, cuando vuelve a cerrar la puerta, la música se detiene. Hannay espera. Escucha. Abre la puerta. Espía. La música se escucha nuevamente. Se ven sombras en la pared que bailan salvajemente. Hannay cierra la puerta. La música se detiene. Hannay espera. Espía otra vez. Música. Sombras danzantes en la pared. Hannay cierra la puerta. Se detiene la música. Vuelve a espiar, solo por un segundo. Música. Sombras en la pared. Cierra la puerta. La música se detiene. El Profesor Jordan irrumpe en escena sentado en un sillón.

PROFESOR: Sr. Hammond… (Hannay se vuelve hacia él. El profesor está sentado, sonriente, mientras fuma de una larga boquilla.) Lamento haberlo hecho esperar.

HANNAY: No se preocupe.

PROFESOR: Así que viene de parte de… Annabella Schmidt?

HANNAY: Así es.

PROFESOR: Trae novedades?

HANNAY: Ha sido asesinada!

PROFESOR: Asesinada!? Ah, el asunto de la Mansión Portland. No se preocupe por la policía. Ya me deshice de ellos. En este momento deben estar lejos.

HANNAY: Yo no lo hice.

PROFESOR: Por supuesto que usted no lo hizo, Sr. Hannay… Supongo que ahora es seguro llamarlo por su verdadero nombre?

HANNAY: Muy seguro.

PROFESOR: Bueno. Pero cuénteme por qué ha hecho todo este camino hasta Escocia solo para contármelo?

HANNAY: Porque creo que ella estaba tratando de advertirle acerca de un secreto altamente confidencial, un secreto del ministerio de aviación, y fue asesinada por un egente extranjero que estaba interesado en el mismo asunto.

PROFESOR: En serio? Bueno, me alegra que me lo haya contado! Muchas gracias!

HANNAY: Es lo menos que podía hacer.

PROFESOR: Sí.

HANNAY: Ella estaba a la búsqueda de algo llamado 39 escalones! Si podemos averiguar qué son los 39 escalones, entonces…

PROFESOR: (Levantando una mano.) Entonces… déjeme aclarar esto debidamente… quiere sentarse, Sr. Hannay? (Se pone de pie. Hannay se sienta en el sillón.)

HANNAY: Gracias.

Un cenicero aparece desde detrás de la puerta. El profesor deja su cigarrillo en él.

PROFESOR: (Al cenicero.) Gracias. (Se vuelve a Hannay.) Le dijo ella qué aspecto tenía este agente extranjero?

HANNAY: No hubo tiempo, pero, me dijo una cosa. Le faltaba una parte del dedo meñique.

PROFESOR: Cuál dedo meñique?

HANNAY: Este, creo.

Hannay levanta el dedo meñique. El profesor se queda mirándolo.

PROFESOR: Está seguro que no era… este?

HANNAY: No estoy seguro. Me parece… (Contiene el aliento al darse cuenta.)

PROFESOR: (Saca un revolver y le apunta a Hannay.) Sr. Hannay… Debo reconocerme culpable de haberlo conducido por el camino que lo trajo hasta mí.

HANNAY: Parece que es el camino equivocado.

PROFESOR: Sí. Me temo que sí. (Hannay está petrificado frente al revolver.) Sr. Hannay, me ha puesto usted en una posición muy difícil. Mi mejor amigo es el Sheriff del Condado. Debe darse cuenta que toda mi existencia debería ser disfrazada si se supiera que no soy –cómo decirlo- que no soy lo que parezco. Pero lo que lo hace doblemente importante que no pueda dejarlo ir es que estoy a punto de transmitir fuera del país una información de vital importancia. Sí, ya la tengo. Me temo que la pobre Annabella habría estado lejos demasiado tarde. Así que, Sr. Hannay, solo parece haber una opción. (Deja de apuntarle.)

SRA. JORDAN: (Entra. Toma el revolver. Impasible.) Voy a servir la cena directamente, querido. El sheriff tiene que retirarse a las tres. El Sr. Hammond se queda?

PROFESOR: No creo, querida. (La Sra. Jordan se retira.) A menos que, por supuesto… (Mira fijo a Hannay.) decida unirse a nosotros.

HANNAY: Para cenar?

Ninguno de los dos habla. Escuchamos el tic-tac del reloj. El profesor da la vuelta para colocarse detrás de Hannay.

PROFESOR: Muy bien, Sr. Hannay. Usted es, exactamente, la clase de hombre que necesitamos. Astuto, inteligente, profundamente despiadado. Cuando la guerra comience, ésas serán las cualidades necesarias.

HANNAY: Y qué pasa si yo no creo en esas cualidades?

PROFESOR: Qué otras cualidades podría haber?

HANNAY: Lealtad, solidadridad, sacrificio, amor…

PROFESOR: Por favor, Sr. Hannay! AMOR!!! Ha amado usted a alguien alguna vez? No está en la naturaleza de un individuo como usted. Nunca lo ha estado. Triste, verdad? Nadie a quien amar. Nadie por quien preocuparse. Sin una casa donde ir. Pero la hay, sabe. (Se acerca a Hannay, que sigue pegado al sillón.) Está… nuestra casa. (Notamos que su acento se vuelve ligeramente germánico.)

HANNAY: Nuestra casa?

PROFESOR: El único lugar en el que encontrará “amor”, amigo mío. El lugar al que realmente pertenece. (Hannay se queda mirándolo.) Nosotros le daremos amor, Hannay. Y a cambio, usted nos amará a nosotros! La raza superior. En nuestra gran marcha imparable. Eternamente comandada por el destino mismo!!! (Su acento es ahora muy, pero mu germano.) Muy bien, amigo mío, qué dice? Se une a nosotros? Eh, Hannay? 

Hannay reflexiona. El profesor espera, a punto de estallar de la excitación.

HANNAY: (Se decide finalmente. Se vuelve hacia el profesor.) Muy bien, profesor. Si le parece que soy material adecuado.

PROFESOR: (Extraordinariamente excitado.) Ya lo creo, mi amigo, ya lo creo. Qué extraordinariamente espléndido! Voy a decirle a la Sra. Jordan. (Va hacia la puerta mientras sonríe complacido.)

HANNAY: Ah, discúlpeme, hay una cosa.

PROFESSOR: (Se vuelve hacia Hannay.) Por supuesto, lo que sea!

HANNAY: Una pequeña pregunta.

PROFESOR: Hágala!

HANNAY: Antes de firmar.

PROFESOR: Absolutamente, mein leibling.

HANNAY: Que es, exactamente…

PROFESOR: Sí, sí, sí?

HANNAY: … los 39 escalones?

PROFESOR: Bueno, no soy yo quien debería decirlo pero, los 39 escalones es mi mas brillante idea! El alma verdadera de este emprendimiento! El… un momento! Usted piensa que puede tirar de esa cuerda? Ach!! Piensa que puede, simplemente, unirse a nosotros y…

HANNAY: Raza superior? Lo desprecio.

PROFESOR: Ach! Es usted tan imbécil como ella! Annabella Schmidt!!! Con todas esas nociones sentimentales tan pasadas de moda. Sus pretensiones de estatura moral! Pensé por un momento que usted sería… Pero no, es patético, pusilánime, de mente estrecha… (Saca su revolver y dispara sobre Hannay.)

HANNAY: (Se lleva las manos al corazón. Se ve shockeado.) Hijo de…! (Se deploma en el suelo. El profesor se inclina sobre él de manera que Hannay queda completamente debajo.)

PROFESOR: Los 39 escalones? Voy a decirle Sr. Hannay. Nunca lo sabrá!

El profesor ríe como un maníaco. Camina hasta la puerta. La abre. Frente a ella está la Sra. Jordan. Música de Jazz. Comienzan a bailar un tango salvaje. La música de jazz cambia a la Marcha del Reich. El profesor y su esposa bailan en la noche. El cuerpo de Hannay yace muy, muy muerto.

Fin del Primer Acto


SEGUNDO ACTO

Obertura

Escena 18: la casa del granjero. De noche.

GRANJERO: (emerge en medio de la oscuridad.) Margaret!

MARGARET: (Emerge de la oscuridad. Se ubica frente a él.) Sí?

GRANJERO: Dónde está mi libro de salmos?

MARGARET: En tu abrigo?

GRANJERO: Dónde está mi abrigo?

MARGARET: Se lo di al hombre.

GRANJERO: Al hombre?

MARGARET: Sí!

GRANJERO: Al Sr. O’Hammond?

MARGARET: No. (Pausa.) A Richard!

El granjero traga saliva. Levanta el puño para golpearla. Apagón.


Escena 19: La oficina del Sheriff.

SHERIFF: Muy bien Sr. Hannay! Mire usted! Quién hubiera pensado que un libro de salmos iba a poder parar… (Sostiene en la mano una bala de plata. Se la arroja.)… una bala! Aún así, no me sorprende. Algunos de esos himnos son terriblemente pesados de cantar! Y pensar que no hace más de media hora que yo mismo estaba tomando el champagne del villano!

HANNAY: Así es!

SHERIFF: Té, Sr. Hannay?

HANNAY: No, gracias.

SHERIFF: Llamarse profesor! Cuando siempre había sido…

HANNAY: Un espía!

SHERIFF: Un espía! Bueno, es una lección para todos nosotros! Muy bien, Sr. Hannay!

HANNAY: Eh… sheriff?

SHERIFF: Una galletita?

HANNAY: No, gracias! Mire, no quiero apurarlo ni nada por el estilo, pero no deberíamos hacer algo al respecto? Este es un asunto muy serio. Si no lo fuera, no hubiese venido yo mismo a ponerme en sus manos con un cargo de homicidio pesando sobre mí?

SHERIFF: No se preocupe por el homicidio, Sr. Hannay! No tengo dudas que será capaz de convencer a Scotland Yard de su inocencia con la misma facilidad que me convenció a mí. Todo lo que necesito es una pequeña declaración para hacerla llegar a la autoridad competente. Justamente, hay alguien del otro lado de esa puerta que ha venido de la estación de policía para tomársela.

HANNAY: Pero, no hay tiempo que perder. El ya tiene la información! Y es absolutamente vital la seguridad de…

El payaso 2 entra por la puerta como Inspector en Jefe.

INSPECTOR: Quería verme, Sheriff?

SHERIFF: Así es! Usted piensa que disfruto pasando mi tiempo con un asesino!!!?

HANNAY: Asesino???

SHERIFF: Asesino!!! Richard Hannay, está bajo arresto! Bajo el cargo de asesinato premeditado de una mujer desconocida en la Mansión Portland de Londres el último día martes. Llévenlo a la celda!

HANNAY: Ya le conté mi historia! Es la verdad! Cada palabra!

SHERIFF: Escuche Hannay! En Escocia no somos tan imbéciles como algunos Londinenses podrían pensar! No creo una palabra de esa disparatada historia que me contó acerca del profesor! El es mi mejor amigo en todo este distrito! (Levanta el teléfono.) Comuníqueme con el Profesor Jordan!... Está nadando en aguas profundas, Hannay, más profundas a cada segundo que pasa! (Se da cuenta que está sosteniendo el teléfono. Habla a través de él.) Hola! Ah, Profesor! Le pido mil disculpas, señor. (Respetuosamente.) Solo para hacerle saber que hemos atrapado al delincuente, señor! (Sonríe con obsecuencia.)

HANNAY: Solicito que se me permita hablar con la oficina del Servicio Exterior en Londres.

SHERIFF: (Ríe, burlón.) El Servicio Exterior en Londres! Inspector, las esposas, por favor

INSPECTOR: Quédese quieto, Señor, por favor. (Saca las esposas de uno de sus bolsillos y solo alcanza a colocar una en una de las muñecas de Hannay.)

SHERIFF: (Al teléfono.) En este momento le están poniendo las esposas, Señor. Todo está bajo control, Profesor.

HANNAY: No se crea!!! (Con un esfuerzo sobrehumano consigue arrojar al inspector sobre el sheriff. Ambos caen al suelo. Aparece una ventana. Hannay rompe el vidrio. Trepa, salta por la ventana y sale de escena corriendo.)

SHERIFF: (Petrificado, al teléfono.) Saltó por la ventana! Se escapa! Deténganlo! Deténgan a ese hombre!

INSPECTOR: Detengan a ese hombre! Detenegan a ese hombre! (Corre tras Hannay para perseguirlo.)

SHERIFF: (Recuerda su conversación telefónica.) No, no, nada de que preocuparse, señor… todo… todo está…

Música de persecución.


Escena 20: Las calles de la ciudad.

Hannay corre por las calles. Las sombras de los policías aparecen continuamente. Movimiento de los haces de luz de las linternas. Lo persiguen. Hannay corre. Las sombras de los policías se hacen cada vez mas altas y mas grandes. Van envolviendo gradualmente toda la escena. Hannay está arrinconado. Se escucha repentinamente la música de gaitas y tambores de una típica banda marcial escocesa. Los dos payasos, con el uniforme típico escocés, transportan a ambos lados del cuerpo muñecos de idéntica talla y vestimenta. Marchan a través del escenario. Hannay se esconde detrás de la banda, mirando con ansiedad hacia todos lados para ubicar a sus perseguidores. Hannay y la banda dejan el escenario. Luces. Hannay regresa al escenario iluminado, corriendo y sin aliento.


Escena 21: El salón de la Asamblea.

Uno de los payasos aparece como maestro de ceremonias. Avejentado y meticuloso. Arrastra detrás de él un cartel gigante. “VOTE A McCORQUODALE”. Tiende el cartel a lo ancho del escenario.

HANNAY: Discúlpeme! Eh… Me temo que…

MESTRO DE CEREMONIAS: Estoy con usted en un minuto!

HANNAY: Disculpe pero, el asunto es que…

MAESTRO DE CEREMONIAS: Si no le molesta…!

HANNAY: Disculpe.

MAESTRO DE CEREMONIAS: (Termina de fijar el cartel, que queda tenso detrás de él.) Ahora sí.

HANNAY: Sí… en realidad, estoy en un…

MAESTRO DE CEREMONIAS: (Que se da cuenta de pronto quién es Hannay.) Ah, pero… Hola, cómo le va!!!? Hola!!!

HANNAY: Hola.

MAESTRO DE CEREMONIAS: Por fin está acá!

HANNAY: Perdón?

MAESTRO DE CEREMONIAS: Qué bueno que haya venido! Ya estamos todos! Mire, ahí está el Sr. Macquarrie!

Aparece el otro payaso como el gerente Macquarrie. Es todavía más afectado y meticuloso.

MACQUARRIE: Ah! Está aquí! Gracias a Dios!!! Gracias a Dios!!! Gracias a Dios!!!

Hannay está ahora completamente confuso. Se encuentra frente a una gran audiencia. Macquarrie sale fuera de escena para buscar una silla. Lo sientan en la silla. Hannay se sienta con cortesía. El Maestro de Ceremonias se dirige a la audiencia. Aplauso cerrado.

MAESTRO DE CEREMONIAS: Damas y caballeros. Tengo el enorrrrrme placer de pedirle al gerente mas popular de todos los tiempos, el Sr. Macquarrie, que presente esta noche a nuestro orador especialmente invitado que, en este mismo momento, acaba de llegar! (Aplauso cerrado.) Sr. Macquarrie, sería tan gentil…

MACQUARRIE: (Se acerca al estrado. Sonríe beatíficamente a  Hannay y a la audiencia.) Gracias, sí… gracias… bien, damas y caballeros, no es necesario para mí mencionar los muchos y notables… (A penas se le escucha.)

MAESTRO DE CEREMONIAS: Hable más alto, Sr. Macquarrie.

MACQUARRIE: (Continúa con el mismo nivel de voz.) los muchos y notables atributos de nuestro orador especialmente invitado. Sus brillantes antecedentes como soldado, hombre de estado, pionero y poeta hablan por sí solos. Es, en este momento, una de las figuras mas relevantes del mundo político y diplomático de la gran ciudad de Londres y el caballero perfecto para contarles a ustedes en los más certeros términos lo importante que es para esta constituyente en esta elección de reemplazo parlamentario que nuestro candidato sea electo por una mayoría adecuada. Entonces, sin más, permítanme convocar a nuestro ilustre invitado especial de esta noche… el Capitán Rob Roy McAlistair!

Aplauso cerrado. El Maestro de Ceremonias y Macquarrie le hacen señas con la cabeza a Hannay, quién está sentado y sonríe. Mira a su alrededor buscando al capitán McAlistair. Se da cuenta que hablaban de él y que no hay otra cosa que hacer. Se acerca al estrado.

HANNAY: Bueno… damas y caballeros, debo disculparme por… por mi momento de duda en dirigirme a ustedes pero… voy a decirles la pura verdad. Perdí completamente de vista, mientras escuchaba la halagadora descripción del señor gerente, que estaba hablando de mí. (Ríe nervioso.) De todas formas, cuando viajé, hace algunos días, hacia Escocia, un maravilloso viaje en el Expreso de las Tierras Altas por sobre la magnífica estructura del Puente Forth… (Deja ver, en un descuido, la esposa que tiene en la muñeca. La esconde rápidamente.) … no tenía idea que, a penas en unos pocos días, estaría dirigiéndoles la palabra en un encuentro político de tamaña importancia. Pero debo decir desde el fondo de mi corazón y con la mas profunda sinceridad lo encantado y aliviado que me siento de estar en presencia de ustedes en este momento. (Pamela aparece repentinamente detrás de él. Saluda con la mano al Maestro de Ceremonias y al Gerente. Se sienta a un costado del escenario. Hannay la ve.) Bienvenida. Tome asiento. Justamente, estaba por empezar… (Se reconocen mutuamente.) Santo Dios! Entonces, eh… de todas maneras, hum… (Ella sale corriendo.) Esteeee… qué estaba diciendo? Ah, sí… lo encantado que estoy. No diría aliviado, esteeee… porque, en tanto y en cuanto esté parado sobre esta plataforma me veo liberado de las preocupaciones y ansiedades propias de un hombre en mi posición.. De todas formas… damas y caballeros… estamos aquí esta noche para discutir… para discutir… qué es lo que vamos a discutir? (Pamela aparece al otro lado del escenario. Le hace señas al Maestro de Ceremonias para que se ponga de pie. Este va hacia el costado. Vemos a Pamela murmurando con él. El Maestro de Ceremonias traga saliba.) Yo sé… discutamos… acerca de la comercialización del arenque? O de la merluza, tal vez? O del rico haragán! No, de eso no puedo hablar porque no soy rico y nunca he sido haragán. Ehem! (El Maestro de ceremonias se desplaza hasta donde está Mcquarrie y murmura a su oído subrepticiamente. Mcquarrie se sorprende.) En realidad, he estado muy ocupado durante toda mi vida. Bueno, recientemente, no tanto. Recientemente, anduve bastante cuesta abajo, para ser honesto. Tratando de encontrarme a mí mismo en las horas de soledad, lleno de pensamientos… desagradables. Bueno, no tan recientemente. Recientemente, durante los últimos días… bueno, en realidad, durante el último día, todo ha sido una locura, francamente. (Mcquarrie se queda mirando a Hannay en estado de shock. Se pone de pie y sale.) No diría que ha sido fácil. En realidad, bastante difícil. Pero lo más raro es que… se puede seguir adelante. Y cuando uno puede hacerlo es bastante tonificante. Cuando a uno lo ponen fuera de sí, ustedes ya saben lo que pasa. Se queda ahí. No tiene idea de lo que está pasando. En quién confiar. Dónde ir. Si todo será peor al final. Pero algo… no sé… hace que los huesos se agiten. El corazón cansado se pone a latir de nuevo. Y no hay tiempo para pensar. Y la mente canta. Y el pulso se acelera. Y uno se encuentra con gente. Con gente de verdad. Gente haciendo lo mejor posible. (Pamela aparece nuevamente. Esta vez está acompañada por los dos payasos, vestidos como dos “pesados” con sombrero y abrigos largos. Ambos se paran ominosamente detrás de Hannay que continúa tratando de ganar tiempo.) Haciendo lo mejor que pueden frente a todas las situaciones terribles por las que el mundo los hace pasar! Sufriendo cosas que ningún hombre o mujer debería sufrir. Y aún así, siguen adelante! No se rinden! Siguen adelante con obstinación! Y… y todo el camino es cuesta arriba? Sí, todo el camino, amigos míos!!! Y voy a decirles qué más hacen. Hacen lo mejor que pueden también para otra gente! Por más problemas que tengan, siguen preocupándose por los demás! Es, acaso, una noción sentimental tan pasada de moda? Lo que estoy pidiéndoles aquí… a todos y cada uno de ustedes… y… y… y a… (Mira detrás de sí.) y al Sr. McCrocodile… que solo estemos dispuestos a hacer de este mundo un lugar mas feliz! (Los dos pesados se acercan cada vez mas a Hannay. El continúa cada vez mas rápido, guiado por su propia inspiración.) Un mundo decente! Un mundo bueno! Un mundo en el que ninguna nación conspire contra otra! En donde ningún vecino conspire contra otro, donde no haya persecuciones o cacerías, en donde todo el mundo tenga derecho a un acuerdo justo y una oportunidad competitiva y en donde la gente trate de ayudar y no de hacer daño! Un mundo en el que la sospecha, le crueldad y el miedo hayan sido definitivamente desterrados! Esa es la clase de mundo que quiero! Esa es la clase de mundo que ustedes quieren? Eso es todo lo que tengo que decir! Gracias. (Enorme aplauso de la audiencia. Hannay, lleno de regocijo, saluda deleitándose en su triunfo.)

PAMELA: Ese es el hombre que busca, inspector!

HANNAY: Dónde fue que escuché esas palabras antes?

Hace un movimiento para escapar. Los pesados lo persiguen. Queda enredado en el cartel que está tendido en el fondo. Lo agarran. Lo acosan. Lo retienen.

Escena 22: Foyer del salón de asambleas.

Los pesados arrastran a Hannay a través del escenario. Este saluda a la audiencia. La audiencia aplaude. Alcanzan a Pamela.

HANNAY: Bueno, supongo que debe creerse muy inteligente!

PAMELA: Oficial, tendría la gentileza de decirle a su prisionero que no me insulte!

PESADO 2: Venga con nosotros ahora, por favor.

HANNAY: (Alegando ante Pamela.) No se da cuenta que, en el vagón del tren, le estaba diciendo la verdad! Tuvo que haberse dado cuenta que decía la verdad!

PAMELA: Adios.

Los pesados se quitan el sombrero.

HANNAY: Está bien, solo escuche, por favor! Hay un secreto enormemente importante…

PESADO 2: Por ahora, es suficiente!

HANNAY: … que está siendo sacado fuera de este país por un agente secreto diabólicamente brillante! No puedo hacer nada por mí mismo gracias a este estúpido detective! Pero si usted llama inmediatamente por teléfono a Scotland Yard y les cuenta todo esto…

PAMELA: Dije adios, Sr. Hannay!

PESADO 1: En realidad, Señorita, pensándolo bien, usted también tendría que venir con nosotros.

PAMELA: Yo! Pero, usted acaba de decir…

PESADO 2: Para identificar al prisionero, Señorita.

PAMELA: Pero ya les dije que es…

PESADO 1: Solo hasta la estación de policía, Señorita.

PAMELA: Pero… Pero…

PESADO 2: Si no le molesta, Señorita.

PAMELA: Bueno, si no es lejos. A propósito, dónde queda?

PESADO 1: En Inverary, Señorita.

PAMELA: Inverari? Pero, eso es casi en…

HANNAY: Cuarenta millas.

PAMELA: Cuanrenta millas?

PESADO 2: Manténgase al marjen de esto!

PESADO 1: Será interrogado por el fiscal en persona, Señorita.

PAMELA: El fiscal en persona?

PESADO 1: Es escencial para la seguridad pública, Miss?

PAMELA: Escencial apra la seguridad pública?

PESADO 1: Correcto, Señorita.

PAMELA: Bueno, si es absolutamente necesario!

PESADO 2: Gracias, Señorita. Podría subir al auto, por favor?

PAMELA: El qué?

Los payasos recuerdan que olvidaron armar el auto. Lo arman rápidamente con cuatro sillas y un atril.

PESADO 2: El auto, señorita.

El pesado 2 enciende el auto y hace ruido de motor. El pesado 1 sube junto a él. Hannay y Pamela se sientan detrás, incómodos. Hannay le dedica a Pamela una amplia y hermosa sonrisa, mostrando exageradamente los dientes. Está increíblemente feliz.

HANNAY: Hola.

Pamela frunce el ceño y mira para otro lado.


Escena 23: El auto de policía. De noche.

Música de viaje en auto. Ruidos de auto. Reflejos de luz ocasionales en sus rostros. Se sacuden a un lado y a otro. Hannay se queda dormido y se apoya de manera molesta sobre el hombro de Pamela.

PAMELA: (Gira el cuello y grita repentinamente.) Un momento! (Hannay se despierta de un salto.) Este no es el camino. Estamos yendo hacia el sur, Inverary es hacia el norte.

PESADO 1: Hay un puente roto en el camino al norte, Señorita. Tenemos que dar un rodeo. El hombre conoce el camino, Señorita.

HANNAY: Disculpe inspector?

PESADO 1: Qué?

HANNAY: Puedo ver la orden de arresto?

PESADO 2: Cierra la boca!

Hannay comienza a silbar la canción de Mr. Memory. Pamela suspira.

HANNAY: Quiere hacer una pequeña apuesta conmigo, Pamela? (Pamela mira hacia otro lado.) Muy bien, Sherlock, yo la haré con usted. Le apuesto 100 a 1 a que su fiscal le falta esta falange del dedo meñique. (El pesado 1 le da un violento golpe a Hannay. Hannay se frota la cara y sonríe.) Gané.

El auto frena repentinamente produciendo el sonido característico. Balido de ovejas.

PAMELA: Por qué nos detenemos?

El auto se sacude en la frenada. El viento aúlla. Crece el balar de las ovejas.


Escena 24: Auto de policía, en una colina.

PESADO 1: Y ahora qué?

PESADO 2: El camino está lleno de ovejas!

HANNAY: Bueno, bueno!!! Un rebaño completo de detectives.

PESADO 1: (Le grita a las ovejas.) Fuera del camino, bestias malditas! Vamos a tener que sacarlas. Vení!

PESADO 2: No va a ser fácil con esta niebla. Mirá como baja de golpe. (Efecto de niebla.) Como si viniera de ninguna parte.

PESADO 1: Bueno, no hay nada que hacer! Dale, bajá del auto!

PESADO 2: Y qué hacemos con él?

El pesado 1 pone la esposa que traía Hannay en la muñeca de Pamela.

PAMELA: Pero, qué se cree que está haciendo? Sáqueme esta esposa!!!

PESADO 1: Desde ahora, señorita, usted es un oficial especial. En tanto y en cuanto usted se quede, él se queda! (Al pesado 2.) Vamos! Fuera, bestias, fuera!

Los dos pesados se abren camino a través de la niebla en medio del balido de las ovejas.

HANNAY: En tanto y en cuanto yo me vaya, usted se va! VAMOS!!!

PAMELA: Qué hace?

HANNAY: Ahóra escúcheme! Siente esto? (Le apoya la pipa en la espalda.)

PAMELA: Ahhh…

HANNAY: Quiere que la mate de un tiro?

PAMELA: No particularmente.

HANNAY: Entonces, muévase! (La saca del auto.)

Los dos pesados vuelven a la carrera.

PESADO 1: Se fueron?

PESADO 2: Hacia dónde?

PESADO 1: Cómo voy a saber? Vamos, vamos! (Comienza a retirar el auto. Apila las sillas sobre el pesado 2.) Tomá, tomá esto!!!

PESADO 2: Ya va, ya va!

PESADO 1: Tenemos que encontrarlos! Tenemos que encontrarlos!

PESADO 2: Tenemos que encontrarlos! Tenemos que encontrarlos!

PESADO 1: Es lo que acabo de decir!

PESADO 2: Ya sé que acabás de decirlo!

PESADO 1: Bueno, no lo repitas, por favor!

PESADO 2: Está bien! Está bien!

PESADO 1: Vamos, vamos!7

El pesado 1 sale de escena corriendo, dejando al pesado 2 que sale lentamente, cargando las sillas. Música de persecución.


Escena 25: Las colinas oscuras.

Aparece Hannay con Pamela. Ella se paraliza y se balancea.

HANNAY: Vamos!

Uno de los payasos yace tirado frente a ellos. Viste un impermeable de goma y un sombrero. Es un pantano.

PAMELA: No pienso cruzar ese pantano maloliente y asqueroso! (Hannay la arrastra.) Ay! (Queda atascada.) Estoy atascada, no puedo moverme!

HANNAY: (Tira por medio de las esposas.) Dije que vamos! (La saca del pantano… Ruido de chapoteo.)

PAMELA: Ay!

El pesado 1 entra corriendo y soplando un silbato.

PAMELA: Socorro! Socorro!

HANNAY: (Empujando la pipa contra sus costillas.) Escúcheme! Emite un sonido mas y, primero la mato a usted y después me mato yo! (El otro payaso entra con una cortina de baño.) Rápido! Debajo de esa cascada! (Hannay respira profundamente.) Sienta solamente el perfume de esas flores! Y… acaso todo el camino es cuesta arriba? Si, amiga mía, todo el camino! Vamos! (La arrastra detrás de él.)

PAMELA: Puede dejar de hacer eso? (Hannay comienza a silbar la canción de Mr. Memory.) Y déjese de silbar! Por qué está haciendo todo esto? No tiene posibilidad de escapar! Qué oportunidad tiene, atado a mí?

HANNAY: Yo, si fuera usted, dejaría esa pregunta para mi marido.

PAMELA: No tengo marido!

HANNAY: Hay tipos que tienen suerte! Vamos, venga!

El payaso 2 vuelve a entrar corriendo y se acuesta de espaldas, con las piernas levantadas.

PAMELA: Qué es eso?

HANNAY: Parece una grieta.

PAMELA: Una grieta! No pienso pasar a través de ella!

HANNAY: Sí, va a pasar. Vamos. (la arrastra a través de la grieta. Ella grita.)

Ahora, ambos payasos entran con un gran rollo de tela azul.

PAMELA: No voy a cruzar ese… ese… (Espera que terminen los payasos.) … riachuelo!

Los payasos despliegan el rollo delante de ellos. Hannay alza en brazos a Pamela. Trata de cruzar el riachuelo. Cada vez que trata de hacerlo, le retiran la tela. Hannay se exaspera.)

HANNAY: Dejen eso quieto! (Cruza con Pamela en brazos.)

PAMELA: Bájeme inmediatamente, por favor!

HANNAY: Esto es estimulante, no?

PAMELA: Esto es horrible!

HANNAY: Nunca dije que fuera fácil, Pamela, querida! Aquí vamos!

PAMELA: Auch!

HANNAY: (Silbando Mr. Memory.) Qué canción es esa?

PAMELA: Puede dejar de silbar, por favor!? Esos policías lo van a atrapar en cuanto se haga de día.

HANNAY: Le repito, una vez más, que no son policías.

El payaso 2 entra corriendo y se ubica como si fuese un arbusto espinoso. Hannay cruza a través de él. Pamela cruza detrás de Hannay pero su vestido queda enganchado en uno de los dedos del payaso.

PAMELA: Ay, no!

HANNAY: Qué pasa?

PAMELA: Me enganché con este arbusto horrible.

HANNAY: Qué arbusto es?

PAMELA: No me importa qué arbusto es!

HANNAY: Y qué lindo vestido.

El payaso 2 hace de sí mismo un obstáculo aún más difícil de superar. Es demasiado.

HANNAY: Por qué no se deja de joder y se va de una vez?

El payaso 2 sale. Camina hacia atrás con estilo. Se quita el sombrero, los mira y sale. Hannay suspira aliviado una vez que se va.

HANNAY: Venga, vamos. (Ambos tratan de saltar una cerca. Quedan atascados a causa de las esposs.) Parece que estamos trabados.

PAMELA: Le parece?

HANNAY: Espere… Si usted va… entonces, si yo voy… no, no funciona… espere un minuto… empecemos de nuevo (Silba.)

PAMELA: Basta de silbar!!!

HANNAY: Cállese, por favor, estoy concentrándome.

PAMELA: QUIERO IRME A MI CASA EN ESTE MOMENTO!!!

Ambos están ahora completamente enroscados.

HANNAY: Escuche! Hay veinte millones de mujeres en esta isla! Y justo tengo que estar encadenado con usted! Lo voy a repetir una vez mas. Le estoy diciendo la verdad! Hay una peligrosa conspiración en contra de esta isla y nosotros somos los únicos que podemos detenerla!

PAMELA: El valiente caballero al rescate!

HANNAY: Muy bien, está sola en una colina desolada en medio de la oscuridad, esposada a un asesino que no se detendrá ante nada para sacársela de encima! Si esa es la situación, querida, entonces, tendría que tomarlo con un poco mas de calma!

PAMELA: No le tengo miedo! (Estornuda.)

HANNAY: Salud.

PAMELA: Gracias.

HANNAY: Permítame darle un consejo. De ahora en más, haga todo lo que le digo y hágalo rápido! (La saca de la cerca de un tirón.)

PAMELA: (Chilla.) Aia! Usted es horrible!!! No le importa nada! No tiene sentimientos! No le importa nadie! Míreme! Tengo frío, estoy sucia, me siento miserable, tengo la muñeca lastimada y me duelen los tobillos, y no hice nada para lastimarlo! Usted se metió de golpe en mi vida y, mire cómo estoy! (Estallido de un trueno.) Pero a usted no le importa! No le importa! Usted es profundamente horrible y bestial y sin corazón! No le importa nada! No le importa nada mas que su presumida, horrible y egoísta persona!

HANNAY: (La mira. La lluvia comienza a caer.) Si, me parece que esa es la clase de hombre que soy.

PAMELA: Que Dios guarde a su mujer! Eso es todo lo que puedo decir!

HANNAY: Sí, que Dios la guarde!

Ambos salen. Música de harpa escocesa. El cartel de luz de neón de un hotel comienza a parpadear en medio de la niebla.


Escena 26: Hotel McGarrigle.

Los dos payasos aparecen como el Sr. y la Sra. McGarrigle. Traen un hogar de leña, dos cajas de madera para el mostrador de la recepción que se ven como guardarropas. Sobre el mostrador está el timbre y el libro para el registro de huéspedes.

SRA. MCGARRIGLE: Qué noche terrible, Willy!

SR. MCGARRIGLE: Sí!

SRA. MCGARRIGLE: Toda esa lluvia y ese viento soplando sobre el valle! No quisiera estar fuera esta noche!

HANNAY: (Off.) Holaaa!

SRA. MCGARRIGLE: Escuchaste eso?

SR. MCGARRIGLE: Sí.

HANNAY: (Off.) Holaaa!

SRA. MCGARRIGLE: Ahí está otra vez!

Aparecen Hannay y Pamela. Ella está en un estado lamentable.

SRA. MCGARRIGLE: Ay, pobrecitos! Mirá, Willy. Hay una pareja de jóvenes afuera. Pasen, señor, pasen! Ay, la chica está empapada! Pobrecitos!

HANNAY: No sabe cuánto lo agradezco! Tuvimos un accidente con nuestro auto a algunas millas de acá.

SRA. MCGARRIGLE: Tienen equipaje?

HANNAY: Perdón?

SRA. MCGARRIGLE: Si tienen equipaje?

HANNAY: Está en el coche.

SRA. MCGARRIGLE: En el coche, por supuesto. Bueno, bienvenidos al hotel McGarrigle. Soy la Sra. McGarrigle… Este es mi esposo, Willy McGarrigle.

SR. MCGARRIGLE: Hola.

SRA. McGARRIGLE: Pueden estar seguros que, en el hotel McGarrigle los espera una cálida bienvenida McGarrigle. No es cierto, Willy? Aunque estemos fuera de temporada.

SR. MCGARRIGLE: Así es.

HANNAY: Bien. De todas formas, quisiéramos pasar la noche, si pueden acomodarnos.

SRA. MCGARRIGLE: Déjeme ver. Déjeme ver. (Pasa las páginas del libro rápidamente.) Bueno… (Mira a su esposo. Los mira a ellos. Alegre.) Solo nos queda una habitación. Con una sola cama matrimonial. (Pamela se paraliza.) Le preocupa?

HANNAY: No. No. Al contrario!

SRA. MCGARRIGLE: Son marido y mujer, supongo?

HANNAY: Sí (Le da un codazo a Pamela.)

PAMELA: Eh… sí.

SRA. MCGARRIGLE: (Alegremente.) Estaba segura! Estaba segura! Les importaría registrarse, por favor? Willie, el libro. (El Sr. McGarrigle hace girar el libro de huéspedes. Ella prosigue alegremente.) Voy a subir a encender el fuego en su habitación. (Desaparece.)

Hannay va a escribir pero se da cuenta que su mano derecha está esposada a la mano izquierda de Pamela.

HANNAY: AH! No puedo escribir con mi mano derecha. Me he golpeado…

SR. MCGARRIGLE: Tratando de hacer arrancar el coche?

HANNAY: Si, exactamente.

SRA. MCGARRIGLE: (Regresa.) Bueno, el fuego está encendido.

Todos miran hacia la chimenea. El fuego se enciende.

HANNAY: Eh… querida… por qué no firmás vos? Cuanto antes te acostumbres a escribir tu nombre de casada, mejor. Te acordás?

PAMELA: No.

HANNAY: Sí, a mí me parece que sí, no es cierto? Sr. y Sra. Henry Hopkinson… (Pamela escribe en el libro de mala gana. El Sr. y la Sra. McGarrigle se apartan mientras tanto.) … Hollyhocks, Hammersmith, Hertforshire.

SR. MCGARRIGLE: Hingland.

HANNAY: Exactamente.

Pamela termina.

HANNAY: Bueno, me parece que vamos…

SRA. MCGARRIGLE: Van a necesitar algo de cenar?

HANNAY: Perdón?

SRA. MCGARRIGLE: Si van a necesitar algo de cenar?

Pausa incómoda.

SR. MCGARRIGLE: Van a cenar o no?

HANNAY: Ah, sí, gracias. Si pueden mandarnos whisky, soda y algunos sandwiches… Ah, y un vaso de leche.

SRA. MCGARRIGLE: Por supuesto! (Le sonríe a su esposo.) Dos jóvene palomas. Quieren seguirme hasta su habitación, por favor?


Escena 27: La habitación del hotel.

La Sra. McGarrigle los conduce a la habitación. Un tronco de leña arde en la chimenea. El Sr. y la Sra. McGarrigle abren el ropero, dejando ver una cama matrimonial y dos luces de noche.

SRA. MCGARRIGLE: Bueno, aquí estamos. Ahora, quítese ese vestido mojado que lo voy a poner a secar en la cocina.

PAMELA: No, no se preocupe. Se secará junto al fuego, gracias de todas maneras.

SRA. MCGARRIGLE: Sin duda, este caballero va a cuidar bien de usted. (Sonríe con picardía.) Buenas noches, señor. Buenas noches, señora.

HANNAY: Buenas noches. (Empuja suavemente a Pamela para llamar su atención.)

PAMELA: Buenas noches.

SRA. MCGARRIGLE: Willie!!!

El Sr. McGarrigle saluda con la mano y sale, siempre fumando su pipa, cerrando suavemente la puerta detrás de ellos.

PAMELA: Mire! Si piensa que voy a pasar toda la noche con usted en esta habitación…

HANNAY: Qué más puede hacer? (Golpean la puerta. Hannay arrastra a Pamela hasta una silla y la sienta sobre sus rodillas.) Pase.

SRA. MCGARRIGLE: (Aparece trayendo la bandeja con el whisky, los sandwiches y el vaso de leche. Interpreta la situación y mira avergonzada hacia el suelo.) Ah, discúlpenme.

HANNAY: No se preocupe. Solo no calentábamos junto al fuego. No es cierto, querida?

PAMELA: Qué?

HANNAY: No es cierto, querida?

PAMELA: Sí.

HANNAY: Querida.

PAMELA: Querido.

SRA. MCGARRIGLE: Sí, ya veo. Bueno, aquí están sus sandwiches, su whisky y su vaso de leche.

HANNAY: Muchas gracias.

SRA. MCGARRIGLE: (Sonríe dulcemente.) Necesitan algo más?

HANNAY: No, gracias.

PAMELA: No se vaya, por favor.

Todos se paralizan.

SRA. MCGARRIGLE: Algún problema?

HANNAY: Ninguno. Es que quiere decirle algo. Nosotros no somos… eh… esto, en realidad, es una escapada.

SRA. MCGARRIGLE: Ah…! Me imaginaba.

HANNAY: Le queríamos pedir el máximo de discreción, puede ser?

SRA. MCGARRIGLE: Por supuesto! Su secreto está a salvo con nosotros. Nadie va a molestarlos. (Sale tímidamente en puntas de pie y cierra la puerta.)

HANNAY: Escuche, sería mejor que se quite esa pollera!

PAMELA: Perdón?

HANNAY: Lo único que nos hace falta es que se pesque una pulmonía! Puede sacársela, no me interesa!

PAMELA: Prefiero tenerla puesta, gracias!

HANNAY: Un sandwich?

PAMELA: Gracias. (Se sirven.) Lo que me voy a sacar, son los zapatos. (Se quita los zapatos, la mano de Hannay esposada a la de ella. Piensa.) Y las medias.

Hannay no dice nada. Ella lo mira. Entonces, lentamente, levanta la pollera hasta que se ve el portaligas sobre uno de sus muslos. Trata de desenganchar la media, siempre sosteniendo el sandwich.

HANNAY: Puedo ayudarle?

PAMELA: No, gracias.

HANNAY: Muy bien.

PAMELA: Sostenga esto.

Le da el sandwich que Hannay sostiene. Se levanta la pollera nuevamente y desengancha la media. El no mira. Se escucha el viento sacudiendo la ventana. Ella enrolla la media hasta su tobillo y se la quita. La mano de Hannay hace el recorrido sobre la piel junto a la de ella. Ninguno de los dos dice una palabra. Ruido del viento en la ventana. El fuego cruje en la chimenea. Pamela levanta la pollera sobre su otra pierna, desabrocha el portaligas. Enrrolla lentamente la media sobre su pierna. Una vez más, la mano de Hannay se desliza sobre su muslo, su rodilla, su pantorrilla, hasta el tobillo. Se la quita. Siguen en silencio. Ella se pone de pie. El la sigue. Pamela cuelga las medias frente al fuego. Una se cae, el la recoge.

HANNAY: Tome.

PAMELA: Gracias.

HANNAY: Quiere tomar su leche ahora?

PAMELA: Gracias. 

Hannay le da el vaso de leche. Ella bebe. El bebe su whisky.

HANNAY: Pasó un poco el frío?

PAMELA: Sí, gracias.

Ambos se quedan de pie, mirando el fuego.

HANNAY: Bueno, venga.

Hannay la conduce hasta la cama que aparece como por arte de magia. Ella lo sigue, complaciente, por un momento. Luego se detiene bruscamente al darse cuenta lo que está haciendo.

PAMELA: Qué hace?

HANNAY: Voy a la cama.

PAMELA: Ni se le ocurra. No pienso acostarme en esa cama!

HANNAY: Lo lamento mucho pero, en tanto y en cuanto estemos esposados, tendrá que acostarse donde yo me acueste.

Pamela mira el cuarto a su alrededor. Se da cuenta que no hay otro lugar. Suspira ruidosamente y se sube a la cama, arrastrando a Hannay detrás de ella. Ambos se acuestan, incómodos.

PAMELA: Quiero que sepa que lo odio! (Trata de darle la espalda para las esposas la obligan a permanecer como está.) Ay!

HANNAY: Perdón.

Pamela se recuesta de costado, enfrentándolo con resentimiento. Cierra los ojos y trata de dormir. Hannay comienza a tararear nuevamente. Pamela abre los ojos, furiosa.

PAMELA: Quiere dejar de hacer eso!!!?

HANNAY: Ahí está otra vez! No puedo sacarme esa maldita canción de la cabeza. Quisiera saber dónde la escuché? (Bosteza ruidosamente.) Sabe cuándo dormí por última vez en una cama? El sábado a la noche. Desde entonces solo he dormido un par de horas.

PAMELA: Qué es lo que le impide dormi? Tiene pesadillas? Me imagino que los asesinos deben soñar cosas terribles.

HANNAY: Bah, uno se acostumbra pronto. (Bosteza.)

PAMELA: En serio?

HANNAY: Solo piense que, en algunos años, podrá llevar a sus nietos al museo de Madame Tussaud y señalarme.

PAMELA: En qué sección?

HANNAY: En la de los inveterados, irreformables sin esperanzas. (Bosteza.) Casados con una vida de crimen. Ese soy yo, Pamela, querida. Y la triste historia de mi vida. Solo un pequeño niño huérfano que nunca tuvo una oportunidad. Irredimible. Irrecuperable. (Bosteza.) Profundamente horrible y bestial. (Va hablando en voz cada vez mas baja y con los ojos cerrados. Pamela se queda mirándolo, algo conmovida a pesar de sí misma.) Si yo fuera usted, me alejaría de mí lo mas rápido posible. (Bosteza.) Ah, pero, no puede, no? (Bosteza.) Ah, bueno…

Hannay comienza a roncar. Pamela se queda mirándolo con ternura durante un momento. Luego, trata de tranquilizarse y poner su cabeza en orden. Lentamente, comienza a retorcer su muñeca dentro de la esposa. Penosamente, consigue pasar la mano a través de la esposa, soportando el dolor mientras lo hace. Se la quita. Muy lentamente, deja la esposa vacía junto a Hannay y se aleja de él. Repentinamente, Hannay, dormido, la abraza. Ella suspira. Luego, retira suvemente su brazo y lo hace a un costado, deslizándose silenciosamente fuera de la cama. Cruza la habitación, luego piensa en algo. Regresa y le mete la mano en el bolsillo. Saca del bolsillo la pipa. De pronto, escucha algo y se paraliza. Luego va en puntas de pie hasta la puera. Abre y sale sigilosamente.


Escena 28: El lobby del hotel, de noche.

Aparecen los dos pesados en la recepción del hotel. Uno murmura con urgencia en el teléfono. Pamela está inmóvil en las sombras.

PESADO 1: Así es, Sra. Jordan. La chica lo trajo hasta nosotros. Pensaba que éramos detectives. Tuvimos que llevarla a ella también. Me temo que los perdimos a los dos. Sí, supongo que ya le debe haber contado todo el asunto a ella. (Pamela escucha con los ojos fuera de órbita.) Bueno, no hubo nada que pudiésemos… (traga saliva.) Si, me temo que… absolutamente señora… así es, señora. Por favor, quédese tranquila, eso mismo es lo que vamos a hacer. A primera hora, sí… absolutamente… dispondremos de ambos en cuanto los encontremos. Ciertamente, señora. No, señora, no volverán a molestarnos. (Pamela suspira alarmada.) Adiós!

PESADO 2: Qué dijo? Dale, largá!

PESADO 1: El profesor está ansioso y preocupado. Ya tiene todo listo.

PESADO 2: Tiene todo listo? Debe estar muy preocupado!

PESADO 1: Lo está. Aunque era muy peligroso con Hannay y esa chica perdidos. Ya está preparando todo lo de los 39 escalones.

PESADO 2: Todo lo de los 39 escalones? Ya tiene al… vos sabés?

PESADO 1: Sí. Esta noche, cuando vamos de salida, va a recoger a nuestro amigo en el London Palladium… Voy a poner el coche en marcha. Fijate si no hay nada sospechoso que esté pasando acá.

PESADO 2: Ok. (Hace sonar el timbre.)

El pesado 1 sale de escena corriendo y regresa inmediatamente como el Sr. Mcgarrigle con su pipa.

SR. MCGARRIGLE: Hola, puedo ayudarlo?

PESADO 2: Sí, me preguntaba si, por casualidad, habrá usted dado alojamiento a una pareja joven…?

SR. MCGARRIGLE: Hum… una pareja joven? Bueno, ahora que lo menciona… me permite su abrigo?

PESADO 2: Gracias.

SR. MCGARRIGLE: Sí, ahora que lo menciona, hay una pareja joven…

El pesado 2 se transforma en la Sra. McGarrigle.

SRA. MCGARRIGLE: Willie!!!

SR. MCGARRIGLE: Sí…!

SRA. MCGARRIGLE: Qué estás haciendo ahí fuera?

SR. MCGARRIGLE: Este caballero quería saber…

SRA. MCGARRIGLE. Ponete tu abrigo! Y arreglate! Cómo vas a estar parado ahí en camisón, para que todo el mundo te vea? Andá a la cocina, hombre.!

SR. MCGARRIGLE: Ya voy!

El Sr. McGarrigle se va hacia la puerta. Guarda la pipa en el bolsillo. Se coloca el sombrero. Es, nuevamente el pesado 2. La Sra. McGarrigle lo rodea.

SRA. MCGARRIGLE: Y usted!!! Quien quiera que sea! Le voy a pedir que se retire de mi casa! Andar despertando a la gente a esta hora de la noche. No tiene una cama donde ir a acostarse?

PESADO 2: Muy bien, gracias.

SRA. MCGARRIGLE: Gracias y buenas noches!!!

El pesado 2 corre hacia fuera. Regresa inmediatamente como Willie, con su pipa y su camisón.

SRA. MCGARRIGLE: No podíamos hacerle una cosa semejante a esa parejita! Te volviste loco, vos?

Se sonríen mutuamente y salen.


Escena 29: Dormitorio.

Pamela sonríe, se da vuelta y regresa al dormitorio. Observa a Hannay mientras éste duerme. Lo cubre delicadamente con la colcha. Luego, se acurruca en el suelo, frente al sillón. Se mueve por un instante, dubitativa, luego le quita la colcha a Hannay y se acomoda alegremente debajo de ella. 
Canto de pájaros. Amanecer. Hannay abre los ojos, se sienta, ve las esposas vacías, se sienta en la cama. Mira hacia abajo y la ve en el suelo. Ella sonríe, sexy.

PAMELA: Buenos días.

HANNAY: Cuál es la idea? Cómo hizo para sacarse esto? Por qué no escapó?

PAMELA: Lo hice. Pero, justo cuando estaba yéndome… Descubrí que usted estaba diciendo la verdad. Entonces, pensé que debía quedarme.

HANNAY: (Sorprendido, sin saber qué decir.) Entonces… entonces…

PAMELA: Esos dos policías estuvieron aquí anoche. Los del auto. Los escuché hablando por teléfono. No son policías.

HANNAY: Ya sé que no son policías! Le dije que no eran policías!

PAMELA: (Con una sonrisa que lo desarma.) Perdón.

HANNAY: Y qué dijeron?

PAMELA: Cuándo?

HANNAY: Anoche, por teléfono!

PAMELA: Dijeron un montón de cosas… sobre, eh… ah, sí… sobre los 39 escalones…

HANNAY: Qué?

PAMELA: Qué?

HANNAY: Siga, siga!

PAMELA: Alguien los va a preparar! Cómo se puede preparar escalones?

HANNAY: No importa. Siga!

PAMELA: Espere. Ah, sí… Había algo mas. Alguien está preocupado y tiene todo listo. Y… y… ah, sí! Ya sé! Van a recoger a alguien en el Lonon Palladium,

HANNAY: En el London Palladium? Quién será? Será el profesor? Nuestro amigo al que le falta un pedazo de dedo? Para qué iría a un lugar como ese? Qué curioso para el jefe de una red de espionaje.

Hannay mira a Pamela. Ella le sonríe. El le sonríe. Ambos miran al suelo.

PAMELA: Perdóneme. Me siento tan tonta por no haberle creído.

HANNAY: Está bien, no se preocupe… Bueno… (La mira.) Vamos a tener que…

PAMELA: Qué?

HANNAY: …ir realmente.

PAMELA: Mmmm.

HANNAY: Mmmm qué?

Ambos están de rodillas sobre la cama. Se miran a los ojos.

PAMELA: Qué?

HANNAY: En qué habitación están?

PAMELA: Quién?

HANNAY: Esos dos hombres?

PAMELA: Perdón?

HANNAY: Los dos hombres que escuchó.

PAMELA: Dónde están?

Se acercan cada vez mas.

HANNAY: Sí.

PAMELA: No, no están.

HANNAY: Cómo?

PAMELA: Se fueron en cuanto terminaron de hablar por teléfono. Se subieron al auto y se perdieron en la noche. Y bastante rápido.

HANNAY: Dónde?

PAMELA: No lo sé. Perdóneme, pero, acaso importa?

Ahora están realmente cerca. Hannay está a punto de besarla. Cierra y abre los ojos repentinamente.

HANNAY: Cómo me pregunta si importa!!!?

PAMELA: Qué?

HANNAY: Por qué no los detuvo!

PAMELA: Perdón…

HANNAY: Esto es increíblemente desastroso!

PAMELA: Perdón!

HANNAY: Santo Dios!

PAMELA: Hay algo que pueda hacer?

HANNAY: No, no hay! No hay nada que pueda hacer! Por qué no los detuvo? Por qué no los detuvo, por el amor de Dios?

PAMELA: Porque quería verlo a usted!

HANNAY: Bueno, eso fue una tontería!

PAMELA: Aparentemente, sí!

HANNAY: Bueno, dónde fueron?

PAMELA: No sé! Al London Palladium, supongo!

HANNAY: Al London Palladium? Cuándo?

PAMELA: Esta noche! Cuando iban de salida.

JHANNAY: De salida hacia ónde?

PAMELA: No lo sé!!!

HANNAY: Perdimos cuatro o cinco horas valiosísimas!

PAMELA: Bueno… si se están yendo del país, está bien, no? Solo hay que dejar que se vayan!

HANNAY: Hay que dejar que se vayan! Cómo vamos a dejar que se vayan? Estoy acusado de homicidio! La única manera de limpiar mi nombre es dejando estos espías al descubierto!

PAMELA: Ahí está otra vez, se da cuenta! Egoísta, egoísta, egoísta! Bruto, horrible, sin corazón, egoísta!

HANNAY: (Comienza a pasearse furioso por la habitación.) Y mucho mas importante que mi nombre… mucho más importante que mi nombre es que están por sacar del país un secreto vital para la seguridad de nuestra defensa aérea!

PAMELA: Bueno, lo lamento mucho!

HANNAY: Qué función? Matinée o noche!!!!?

PAMELA: No sé!!!

HANNAY: (Va hacia la puerta.) Bueno, muchas gracias por su ayuda! Adios!!!

PAMELA: Adios!!! (Recoge sus medias que estaban junto a la chimenea.)

HANNAY: Adios!!!

PAMELA: Y no espere que vaya con usted!!!

HANNAY: No lo espero!!!

PAMELA: Muy bien!!!

HANNAY: Muy bien!!! (Sale dando un portazo.)

PAMELA: No me sorprende que sea huérfano!!! (Se queda de pie, sollozando.)


Escena 30: El camino a Londres.

Las luces se encienden sobre el: conduce a velocidad. Lleva antiparras de conducir. Haces de luz sobre su cara. Mueve el volante hacia ambos lados. Hace los cambios. Efectos de sonidos de frenado brusco.


Escena 31: Cabina telefónica. Londres.

Las luces se encienden sobre Pamela, que habla por teléfono dentro de una cabina. Habla con urgencia.

PAMELA: Hola, sí. Scotland Yard? Es acerca de… de Richard Hannay. Sí, eso es. El hombre buscado por homicidio! Necesito hablar con el comisionado en jefe, por favor… Hola, hola?.. Tio Bob, sos vos?... Sí, sí, fue al London Palladium.

Apagón. Música: Canción de domingo en el London Palladium.


Escena 32: El escenario del London Palladium.

VOZ GRABADA: Buenas noches, señoras y señores. Este es el London Palladium!

Se escuchan tres timbres. El payaso 1 aparece como una acomodadora. Va saludando con la cabeza y arrastra un carrito de helados.

ACOMODADORA: Lleven sus programas! Helados, helados! El show está por comenzar! Ya empieza. Helados! Chocolates. (Ve un hombre en la fila de adelante.) Ay, hola mi amor! Qué susto me diste! Pensé que era mi marido! Es militar, sabés. Francotirador. Cómo se me pudo ocurrir? Hermosos programas! Riquísimos helados! Tomen asiento, por favor!

Suenan dos timbres. Hannay aparece en el palco. Está sin aliento y mira hacia atrás.

ACOMODADORA: (Lo ve.) Venga, venga! No se preocupe, solo estábamos matando el tiempo hasta que usted llegara!

HANNAY: Mil disculpas!

Aparece el payaso 2 en medio de las butacas, vistiendo un traje de policía completo. Mira el auditorio a su alrededor. Hannay trata de evitar ser visto.

ACOMODADORA: Hola! Hola! Qué hace acá este policía tan simpático?

El payaso 2 desaparece.

ACOMODADORA: Le digo, lo que es ahí afuera. Parece Piccadilly Circus, ahí afuera! Ay, Dios! Dónde estábamos? Ah, sí. Le digo una cosa, me encanta hablar con gente que tiene clase. En las tiendas… qué linda la joyería que hay. Le cuento una cosa… (Con tono conspirativo.) Arriba. Acabo de ver un tipo arriba. Tenía puesto un solo zapato. Le dije “Se le perdió un zapato, Señor?” Y él me contestó “No, acabo de encontrar uno!” A los ricos helados, de todos los sabores. Vamos, vamos, metiendo la manito en el bolsillo! Vamos, vamos, que esta chica tiene que vivir de algo! (Un timbre.) Ya empieza! Ya comienza! Vamos, vamos…! (Hace una reverencia y sale a través del telón.)

Sube el volumen de la música. Hannay se mueve hacia arriba y hacia abajo en el palco de la derecha. Tiene un enorme par de binoculares con los que recorre todo el teatro. Detecta algo en el palco de la izquierda. Pamela aparece detrás de él, en el palco.

PAMELA: Hola.

HANNAY: Santo Dios! Pensé que se había escapado!

PAMELA: Bueno, estoy acá, no?

HANNAY: Escuche! Lo encontré. El Profesor. Está en el palco de enfrente. Ahí! Lo ve?

Una mano falsa aparece en el palco de enfrente, sosteniendo una boquilla.

PAMELA: Pero no hay nada que usted pueda hacer! Estuve en Scotland Yard!

HANNAY: Que usted qué?

PAMELA: Estuve hoy. En realidad, mi tío es el Comisionado en Jefe. Pero nada ha sido robado del ministerio de aviación. Nada! Lo chequearon y están completamente seguros.

HANNAY: Pero, usted escuchó a esos hombres diciendo que lo tiene! (Recorre la sala con los binoculares. Detecta algo y suspira.) No puede ser! Mas policías! No la habrán seguido, no? (Ella mira incómoda.) La siguieron o no?

PAMELA: AY, Dios. Perdóneme!

HANNAY: Bueno, ahora sí! Ahora sí!!!

PRESENTADOR: (Entra.) Y ahora, damas y caballeros, con su amable atención, tengo el honor de presentarles a uno de los hombres mas notables que haya pisado este mundo alguna vez. Mr. Memory!!!

Musica: tema de Mr. Memory.

HANNAY: (Se da cuenta.) Un momento! Esa es la canción que no podía sacarme de la cabeza! (Entra Mr. Memory. Aplauso cerrado. El y el presentador hacen toda una rutina de saludos. El presentador sale.) Mr. Memory!

MEMORY: Graciassss! Graciasss! Voy a colocarme ahora en un estado de disposición mental para la presentación de esta noche y a limpiar mi ser interior de culaquier material extrínseco y supernumerario. (Respira profundo. Cierra los ojos. Redoble de tambores. Abre subrepticiamente los ojos y mira hacia el palco.)

Hannay gira sus binoculares hacia el palco. El presentador aparece ahora como el Profesor. Hace una señal subrepticia. Hannay vuelve a dirigir los binoculares hacia Mr. Memory. Mr. Memory asiente hacia el palco.

HANNAY: Ya lo tengo! Ya lo tengo! Por supuesto que no detectaron nada robado! Toda la información está en la cabeza de Mr. Memory! Por eso el profesor está aquí esta noche. Para sacar a Mr. Memory fuera del país.

El redoble de tambores se detiene.

MEMORY: Graciasss! Graciasss! Primera pregunta, por favor! Qué altura tiene la Catedral de San Pablo? La Catedral de San Pablo tiene 257 pies y 11 pulgadas…

El detective entra desde bambalinas. Cruza el escenario.

DETECTIVE: perdón por interrumpir el show, señor. Disculpe, señor. (Mira hacia Hannay, en el palco.) Richard Hannay? Soy el Detective Superintendente Albright, señor. Scotland Yard, señor. Debo pedirle que me acompañe pacíficamente.

PAMELA: Usted no entiende, detective!

DETECTIVE: Venga, por favor.

HANNAY: (Se pone de pie, reticente.) Está bien, está bien.

PAMELA: El es inocente!

HANNAY: Lo siento mucho, Pamela, no hay otra forma.

DETECTIVE: Muy prudente, señor. Continuemos, señor, por favor.

MR. MEMORY: Cuándo murió Florence Nightingale, señora? Florence Night…

HANNAY: (Le grita repentinamente a Mr. Memory.) Qué son los 39 escalones? (Mr. Memory queda petrificado. El terror invade su cara. El Detective mira alarmado.) Qué son los 39 escalones? Vamos! Conteste! (Mr. Memory comienza a transpirar. Mira hacia el palco del Profesor en estado de pánico. Hannay desaparece en su palco.)

DETECTIVE: Rápido! Blqueen todas las salidas! Bloqueen todas las salidas!

El detective corre hacia fuera. Los acomodadores comienzan a hacer sonar silbatos. Hannay reemerge en su palco. Toma una soga. Grita nuevamente.

HANNAY: Pregunté que son los 39 escalones!!!?

MR. MEMORY: (Suda y tiembla desesperado.) Los 39 escalones, señor?

HANNAY: (Que salta al escenario.) Sí, Mr. Memory. Qué son los 39 escalones? Vamos, hombre!

MR. MEMORY: Los 39 escalones es una organización de espías. Recopilan información con la colaboración del servicio secreto de…

El Profesor aparece en el palco de la izquierda. Saca un revolver y le dispara a Mr. Memory. Memory se toma el pecho a la altura del corazón y se desploma en el suelo.

HANNAY: Ahí! Ese es el hombre que busca, detective!

PROFESOR: (Apuntándole a Hannay.) No lo creo, Sr. Hannay! Esta no es su historia. Esta es MI historia! Y soy yo quien decide cómo termina. No podrá destruirme, Hannay! No se quedará con la chica! Eso sí que no! (Rie de manera demencial.) Perderá a la chica y morirá de pena y solo en su triste departamento alquilado de Portland Place! Eso es lo que pasa con usted, Hannay! (Le apunta a Pamela.)

HANNAY: (Que usa la soga para trepar al palco.) Abajo, Pamela! Abajo! (Trepa por la soga y trata de ser el escudo de Pamela.) No lo voy a permitir!

El Profesor le apunta a Hannay.

PAMELA: No, Richard! No!!!

Se escucha un disparo. El Profesor se hace hacia atrás. Un revolver humeante desaparece en medio de la platea. El Profesor mira lentamente la sangre roja y brillante que emana de su pecho.

PROFESOR: Se suponía que este era un… elenco de… CUATRO!!!

Se tambalea hacia delante y hacia atrás, haciendo la escena de su muerte mucho más extravagante. Reaparece finalmente, pero es un muñeco arrojado desde el palco que cae ruidosamente sobre el escenario. Mientras tanto, al otro lado del escenario, Mr. Memory se extingue lentamente.

MR. MEMORY: Permanezcan en sus asientos, por favor! Eviten el pánico, damas y caballeros! Que entren las bailarinas! Conserven la calma! Conserven la calma!

Música de bailarinas.


Escena 33: London Palladium, backstage.

Hannay y Pamela están de rodillas junto a Mr. Memory. El presentador retira del escenario el cuerpo del profesor. Regresa y se queda respetuosamente de pie junto al detective.

PRESENTADOR: Tranquilo, mi amigo. Es un buen hombre.

MEMORY: Voy a estar bien, Bert. Es solo un rasguño, Bert.

HANNAY: Mr. Memory?

MEMORY: Sí, señor?

HANNAY: Cuál era la fórmula secreta que estaba por sacar del país?

MEMORY: Sería correcto que se lo diga, Señor??

HANNAY: Así es, Mr. Memory.

DETECTIVE: Adelante, Mr. Memory.

MEMORY: Fue un gran esfuerzo aprenderla, señor. El mayor esfuerzo que alguna vez he tenido que hacer. Y no quiero que sea en vano, señor.

HANNAY: Por supuesto que no.

MEMORY: Los mas importante del nuevo motor es su altamente incrementado radio de compresión reepresentado por r-1 sobre r a la potencia de gamma más 9 secuenciado a la potencia de xy al cuadrado duplicado por 32 puntos, 71 puntos y 88 puntos reducido recurrentemente por 19 alpha que proveen cubos iguales de epsilon en la circunferencia serial alineada con tres válvulas de control dobles que fluyen radialmente al punto de 3/65 pi… arreglados en series… (Colapsa. Los demás sacuden la cabeza. El detective se quita el sombrero. Repentinamente, Memory revive y continúa.)… con hileras de filos concéntricos, alternando con hileras fijas en los diafragmas. La presión longitudinal ejercida en los conductos de la turbina es contrabalanceada por un pistón ranurado en el final de los caballos de fuerza del conducto, excede la presión tomada por el bloque de empuje localizado en el rotor a una potencia de 900 abh/7 y se ve al final de la elevación de acceso a la verdadera línea de cilindros un ángulo de 65 grados. El dispositivo hace a la máquina completamente silenciosa. (Mira hacia Hannay.) Es correcto, señor?

HANNAY: Es correcto, mi amigo.

MEMORY: Gracias, señor. Me alegra que, finalmente, haya salido de mi cabeza, señor. (Muere.)

PRESENTADOR: Adiós Inspector… y gracias.

DETECTIVE: Adios. Y gracias.

PRESENTADOR: Adios. Y gracias.

Y ambos continúan hasta que…

HANNAY: Sí, gracias Inspector!!!

El presentador se sienta junto a Mr. Memory, apenado. Se corre un telón que deja a Hannay y a Pamela solos en el procenio.


Escena 34: Fuera del London Palladium. Anochecer.

HANNAY: Bueno…

PAMELA: Bueno… Es un hombre libre.

HANNAY: Así es.

PAMELA: Y, además, salvó al país.

HANNAY: Lo salvamos entre los dos.

PAMELA: En realidad, no.

HANNAY: De cualquier manera… es mejor…

PAMELA: Sí.

HANNAY: Quiere…?

PAMELA: Qué?

Se miran.

HANNAY: Es mejor que… que me vaya.

PAMELA: Sí.

HANNAY: Tengo los pintores trabajando en casa, sabe…

PAMELA: Sí.

HANNAY: Bueno… adios.

PAMELA: Adios.

Pamela se va. Hannay la mira hasta que se ha ido completamente. Se descorre el telón.


Escena 35: El departamento de Hannay. De noche.

Hannay entra a su departamento. Todo está tal cual. Cajones de madera. Escaleras de pintor, mesa, sillones, lámpara, la ventana. Hannay se sienta en el sillón. Mira al público.

HANNAY: Aquí estamos, entonces. Me temo que éste soy yo. Richard Hannay y la triste historia de mi vida. (Con una mirada genuinamente infeliz.) Irreclamable.

Entra Pamela con una botella de champagne. Hablan los dos juntos.

HANNAY y PAMELA: Irrecuperable. Irredimible.

PAMELA: Profundamente horrible y bestial. Un pobre niño huérfano que nunca tuvo una oportunidad.

Pamela se sienta en el brazo del sillón. Lo besa. Un pequeño árbol de Navidad entra en escena. Se escucha el llanto de un bebé. Ambos miran hacia fuera del escenario y se sonríen mutuamente.

HANNAY: Feliz Navidad, querida.

PAMELA: Feliz Navidad, querido.

El árbol se enciende. Los dos payasos trepan a la escalera y arrojan nieve por la ventana. Cae nieve sobre el público. 

FIN