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16/12/14

El Güegüense. Anónimo.





El Güegüense 

Anónimo.



PERSONAJES 

ALGUACIL MAYOR 
GOBERNADOR TASTUANES. 
GÜEGÜENSE (viejo). 
DON AMBROSIO (Su hijo). 
DON FORSICO (Su otro hijo). 
ESCRIBANO REAL. 
REGIDOR REAL. 
DOÑA SUCHE MALINCHE. 
MACHO-RATÓN. 
MACHO-MOHÍNO. 
MACHO-MOTO. 
MACHO GUAJIQUEÑO. 
Dos DAMAS. 
(La orquesta se compone de violín, pito y tambor.) 

EL GÜEGÜENSE O MACHO-RATON 

El ALGUACIL y el GOBERNADOR entran bailando. 

ALGUACIL 
Ruego a Dios que proteja a usted, señor gobernador 
Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Ruego a Dios por tu prosperidad, hijo mío, capitán alguacil 
mayor. ¿Está usted bien? 

ALGUACIL 
A sus órdenes, señor gobernador Tastuanes. (Dan vueltas, 
bailando.) Ruego a Dios que proteja a usted, señor 
gobernador Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Ruego a Dios por tu prosperidad, hijo mío, capitán alguacil 
mayor: hijo mío, suspéndanse en el campamento 
de los señores principales toda música, bailes, cantos y 
danzas y demás motivos agradables para el Cabildo Real. 
En primer lugar, lamentemos no tener ninguna mesa 

dorada, ninguna carpeta bordada, ningún tintero de oro, ni 
pluma de oro, ninguna salvadera de oro y ni aun papel 
blanco y demás cosas necesarias para una sesión del 

Cabildo Real. 

(Bailan dando vueltas.) 

ALGUACIL 
Ruego a Dios que proteja a usted, señor gobernador 
Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Ruego a Dios por tu prosperidad, hijo mío, capitán alguacil 
mayor. 


ALGUACIL 
Algo en solaz del Cabildo Real. En primer lugar, 

lamentamos no tener ninguna mesa dorada, ninguna carpeta 
bordada, ningún tintero de oro, ninguna salvadera de oro 
y ni aun papel blanco y demás cosas necesarias para una 
sesión del Cabildo Real. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Hijo mío, capitán alguacil mayor, suspéndase en el 
campamento de los señores principales toda música, bailes, 
cantos, danzas, salvo que tengan licencia de la ronda 
de la provincia real. 

ALGUACIL 
Usted manda, señor gobernador Tastuanes. Ruego a 
Dios que proteja a usted. Los señores principales no 

tendrán ninguna música, bailes, cantos y danzas sin que 

tengan licencia de la ronda del señor gobernador Tastuanes. 

(Aquí se toca el son de la ronda y dan vueltas, bailando.) 

Señor gobernador Tastuanes: estoy aquí como es debido, 
pero la ronda no está; son rastros de pedazos de cinchones 

rompidos de coraje, sombreros de castor rompidos de 

coraje; ya no hemos de tener mantera de rebozo, no más 

hemos de tener capotín colora lo, que tenga quizás ese 

inútil Güegüense, señor gobernador Tastuanes. 


GOBERNADOR TASTUANES 
Hijo mío, capitán alguacil mayor, tráigame a ese 

consentidor, afrentador y charlatán ante mi Cabildo Real. 

ALGUACIL 
Acaso ese consentidor y charlatán no vendrá conmigo 
al Cabildo Real. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Hijo mío, capitán alguacil mayor, suspenda en el 

campamento de los señores principales la música, bailes, 

cantos, danzas y cosas por el estilo y tráigame a ese inútil 
Güegüense, o de la cola o de las piernas, o de las narices, 
o de donde Dios te ayude, capitán alguacil mayor. 

ALGUACIL 
A sus órdenes señor gobernador Tastuanes, la música, 
bailes y canciones serán suspendidas. 

GÜEGÜENSE 
¡Ah muchachos!, ¿es un ternero o es u n potro el que 
debe ser arrebiatado de la cola, de las piernas o de la 
nariz? 

DON AMBROSIO 
Así lo mereces, Güegüense, embustero. 

GÜEGÜENSE 
¿Me hablas, don Forsico? 

DON FORSICO 
No, tatita ; serán los oídos que le chillan. 

GÜEGÜENSE 
¿Me hablas, don Ambrosio? 

DON AMBROSIO 
¿Quién te ha de hablar, Güegüense, embustero? 

GÜEGÜENSE 
Cómo no, mala casta, saca fiestas sin vigilias en los días 
de trabajo. ¿Ora, quién va, quién quiere saber de mi 
nombre? 

ALGUACIL 
Un criado del señor gobernador Tastuanes. 

GÜEGÜENSE 
Cómo, ¿qué criada, la que bate el chocolate, o la lavandera 
o ¡a componedora de ¡a ropa deJ señor gobernador 
Tastuanes? 


ALGUACIL 
Ni la que bate el chocolate ni la lavandera; es el criado 
del señor gobernador Tastuanes. 

GÜEGÜENSE 
Pues qué criada, ¿la cocinera o la componedora del 
plato del señor gobernador Tastuanes? 

ALGUACIL 
Permítame presentarme. Nada tengo que ver con la 
componedora del plato. Soy el capitán alguacil mayor del 
señor gobernador Tastuanes. 

GÜEGÜENSE 
¡Ah! Capitán alguacil mayor del señor gobernador 

Tastuanes. 
Oh, amigo capitán alguacil mayor del señor gobernador 
Tastuanes, ¿su vara de insignia quedó tal vez en su 
campamento? 

ALGUACIL 
Tal vez puedo ofrecerte una, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Tome asiento, amigo capitán alguacil mayor. 

ALGUACIL 
Tome asiento, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Amigo capitán alguacil mayor, ¿y qué dice el señor 

gobernador Tastuanes? 

ALGUACIL 
Que vayas corriendo y volando, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¿Corriendo y volando? ¿Cómo quiere que corra y vuela 
un pobre viejo, lleno de dolores y continuas calamidades? 
Amigo capitán alguacil mayor, y un jilguero que está en la 
portada del señor gobernador Tastuanes, ¿qué es lo que 
hace? 

ALGUACIL 
Cantando y alegrando a los señores grandes. 

GÜEGÜENSE 
Ese es mi consuelo y m i divertimiento. Amigo capitán 
alguacil mayor, conque ¿corriendo y volando? 

ALGUACIL 
Corriendo y volando, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Ah, muchachos, ¿me hablan? 

DON AMBROSIO 
¿Quién te ha de hablar, Güegüense, embustero? 

GÜEGÜENSE 
¿Me hablas, don Forsico? 

DON FORSICO 
No, tatita, serán los oídos que le chillan. 

GÜEGÜENSE 
Eso será, muchachos. Pues ten cuenta con la bodega, 
que voy a ver si puedo volar. 

ALGUACIL 
Ah, Güegüense, ¿con qué modo y con qué cortesías 

entrarás a la presencia real del señor gobernador Tastuanes? 

GÜEGÜENSE 
Pues, ¿y cómo, amigo capitán alguacil mayor? 

ALGUACIL 
Primero ha de ser con una canción o algo parecido para 
recrear al Cabildo Real del señor gobernador Tastuanes. 

GÜEGÜENSE 
¿Canción?, amigo capitán alguacil mayor, entonces 

suspéndase en la residencia de los señores principales la 

música, los bailes, las canciones, las danzas y cosas 

semejantes que recrean el Cabildo Real del señor 

gobernador Tastuanes. 

ALGUACIL 
A sus órdenes, Güegüense. Ruego a Dios que proteja a 
los señores principales, quienes suspenderán la música, 
bailes, canciones, danzas y cosas parecidas, inútil 

Güegüense. 
(Dan vueltas los dos.) ¡Ah, Güegüense, ya estamos 
en el paraje! 

GÜEGÜENSE 
Ya estamos con coraje. 

ALGUACIL 
En el paraje. 

GÜEGÜENSE 
En el obraje. 

ALGUACIL 
En el paraje. 

GÜEGÜENSE 
En el paraje. Pues, amigo capitán alguacil mayor, ¿no 
me enseñará con qué modo y con qué cortesía he de entrar 
y salir ante la presencia real del señor gobernador 

Tastuanes? 

ALGUACIL 
Sí, te enseñaré, pero no de balde; primer o ha de ser 
mi salario. 

GÜEGÜENSE 
¿Pescados salados? Ah, muchachos. ¿Ahí están las redes 
de pescados salados? 

DON FORSICO 
Ahí están, tatiia. 


DON AMBROSIO 
¿Qué redes de pescados salados has de tener, Güegüense, 
embustero? 

GÜEGÜENSE 
Cómo no; mala casta, ojos de zapo muerto; amigo capitán 
alguacil mayor, ya estamos desaviados de los pescados 
salados. 

ALGUACIL 
Acaso no me importe eso de pescados salados, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Pues ¿y cómo, amigo capitán alguacil mayor? 

ALGUACIL 
Reales de plata, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¡Ah!, redes de platos. Ah, muchachos, ¿ahí están las redes 
de platos?  

DON FORSICO 
Ahí están, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Pues, amigo capitán alguacil mayor, ya estamos aviados 
de platos. ¿Y como de qué platos quiere?, ¿de la china o 
de barro? 

ALGUACIL 
Ya de ninguna manera me import a eso de platos, 

Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Pues y ¿cómo, amigo capitán alguacil mayor? 

ALGUACIL 
Pesos duros , Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Ah, quesos duros de aquellos grandotes. Ah, muchachos, 
¿ahí estan los quesos duros que ti'ajimos para sobornal? 

DON FORSICO 
No, tatita; se los comió mi hermanito don Ambrosio. 

DON AMBROSIO 
¿Qué quesos duros has de tener, Güegüense, embustero? 

GÜEGÜENSE 
Cómo no, mala casta, después que te los has comido. 
Amigo capitán alguacil mayor, ya estamos desaviados de 
los quesos duros, porque ahí traigo un muchacho tan 

ganso, que no me deja nada. 

ALGUACIL 
Acaso no me importan los quesos duros. 

GÜEGÜENSE 
Pues ¿y cómo, amigo capitán alguacil mayor? 

ALGUACIL 
Doblones de oro y de plata, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¡Ah, doblones! Ah, muchachos, ¿sabéis doblar? 

DON FORSICO 
Sí, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Pues, doblad; muchachos. Dios apersogue a mi amigo 
capitán alguacil mayor, que ahora endenantes estuvimos 

tratando y contratando con él, y ya se lo llevó una bola de 

fuego a mi amigo. 

ALGUACIL 
Para tu cuerpo, Güegüense. ¿Acaso me importan los 

doblones? 

GÜEGÜENSE 
Pues ¿y cómo, amigo capitán alguacil mayor? 

ALGUACIL 
Doblones de oro y plata, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¡Doblones de oro y plata! Pues, habíame recio, que, 
como soy viejo y sordo, no oigo lo que me dicen; y por
esas tierras adentro no se entienden de redes de platos, ni de 

pescados salados, ni de quesos duros, ni de doblones, sino 

de onzas de oro y monedas de plata. Y, vamos, ¿cuánto 

quiere? 

ALGUACIL 
Todo lo que hubiere en la bodega, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¿Todo? ¿Todo? ¿No me dejas nada? 

ALGUACIL 
Nada, nada, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¿Ni la caja vacía? 

ALGUACIL 
Ni la caja vacía, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Ya lo ven, muchachos, lo que hemos trabajado para 
otro hambriento. 

DON FORSICO 
Así es, tatita. 

DON AMBROSIO 
Así lo mereces, Güegüense embustero. 

GÜEGÜENSE 
Arre. ya. mala casta. Te comerás tus uñas. 

DON AMBROSIO 
Las comeremos, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Pues ponga las manos: y las dos manos pone el hambriento, 
y qué buenas uñas se tiene mi amigo capitán alguacil 
mayor. Si parecen de perico ligero. ¡Ah, una bomba 
caliente para estas uñas! 

ALGUACIL 
Para tu cuerpo, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¡Pues, tome! Uno, dos, tres, cuatro. ¡Ah!, ¡mi plata, 

muchachos! Cuatrocientos y tantos pesos le he dado a mi 
amigo capitán alguacil mayor. Usted, amigo capitán 

alguacil mayor, no sabe cuál es real, y cuál es medio. 

ALGUACIL 
¿Cómo no? Sí, entiendo de todo, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
La mitad de este medio hacen dos cuartillos; un cuartillo 
dos octavos; un octavo, dos cuartos; un cuarto, dos 
maravedís; cada maravedí, dos blancos. 

ALGUACIL 
Pues échalos todos. 

GÜEGÜENSE 
Pues enséñeme. 

ALGUACIL 
Pues yo comprendo bien. 

GÜEGÜENSE 
Bueno, pues enséñeme. 

ALGUACIL 
Ruego a Dios que proteja a usted, señor gobernador 
Tastuanes. 

GÜEGÜENSE 
Pucgo que Dios lo haga contar, Tastuanes. 

ALGUACIL 
Ruego a Dios que proteja a usted, señor gobernador 
Tastuanes. 

GÜEGÜENSE 
Ruego a Dios que confunda a Tastuanes. 

ALGUACIL 
Eres porfiado, Güegüense. Has menester una docena 
de cueros. 

GÜEGÜENSE 
¿Docena de cueros? Ah, muchachos, ¿nos faltan reatas 
o cobijones? Aquí el amigo capitán alguacil mayor nos 
ofrece una docena de cueros. 

DON FORSICO 
Sí, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Amigo capitán alguacil mayor, y cómo de qué cueros, 
de crudía  o de gamuza. 

ALGUACIL 
Averigua más sobre ellos, Güegüense. 

(Le da dos rejazos. ) 

GÜEGÜENSE 
Arre ya, con qué, ¡qué bueno! Después que te he pagado 
me has azotado. Esos no son cueros, esos son azotes. 

DON AMBROSIO 
Así lo mereces. Güegüense, embustero. 


ALGUACIL 
Ruego a Dios que proteja al señor gobernador Tastuanes, 
a los que llevan sus mensajes y transmiten sus negocios, 
a los alcaldes ordinarios de la Santa Hermandad, a 
los regidores, notarios y depositarios que laboran así de 
día como de noche en el Cabildo Real del señor Tastuanes. 

GÜEGÜENSE 
Amigo capitán alguacil mayor, si de balde le he dado 
mi dinero, si estos son mis lenguajes, debo ye obtener un 
libro de romance para aprender cómo debo presentar 
mis súplicas cuando llegue al campamento de Tastuanes. 

ALGUACIL 
Tal vez puedo ofrecerte uno, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Sí, en alguna parte, amigo capitán alguacil mayor. 

(Aquí entra violentamente el GOBERNADOR.) 


GÜEGÜENSE 
Ruego a Dios que proteja a usted, señor gobernador 
Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Ruego a Dios por tu prosperidad, Güegüense; ¿estás 
bien? 

GÜEGÜENSE 
Estoy aquí, como es debido, y ruego a Dios que proteja 
a los alcaldes ordinarios de la Santa Hermandad, a los 
regidores, notarios y depositarios que laboran así de día 
como de noche en el Cabildo Real del señor gobernador 
Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Pues, Güegüense, ¿quién te ha dado licencia para entrar 
a presencia del representante del rey en la provincia? 


GÜEGÜENSE 
Válgame Dios, señor gobernador Tastuanes, pues qué, 
¿es menester licencia? 

GOBERNADOR TASTUANES 
Es menester licencia, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¡Oh, válgame Dios., señor gobernador Tastuanes! Cuando 
yo anduve por esas tierras adentro, por los caminos 
de México, por Veracruz, Verapaz, Tecuantepcc, arriando 
mi recua, guiando a mis muchachos, ora don Forsico llega 
donde un mesonero y le pide nos traiga una docena de 
huevos; vamos comiendo y descargando y vuelto a cargar 
y me voy de paso; y no es menester licencia para ello,
señor gobernador Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Pues aquí sí es menester licencia para ello, Güegüense 

GÜEGÜENSE 
Válgame Dios, señor gobernador Tastuanes, viniendo 
yo por una calle derecha me columbró una niña que estaba 
sentada en una ventana de oro, y me dice: Qué galán el 
Güegüense, qué bizarro el Güegüense. Aquí tienes bodega, 
Güegüense; entra, Güegüense; siéntate, Güegüense, aquí 
hay dulce, Güegüense; aquí hay limón. Y como soy un 
hombre de tan grancejo, salté a la calle en un cabriolé l, que 

con sus adornos no se distinguía de lo que era, 
lleno de plata y oro hasta el suelo; y así una niña me dio 
licencia, señor gobernador Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Pues una niña no puede dar licencia, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Oh, válgame Dios., señor gobernador Tastuanes, no 

seremos  amigos y negociaremos mis fardos de mercaderías 
de ropa. En primer lugar tengo cajonería de oro, cajonería 

de plata, ropa de Castilla, ropa de contrabando, güipil de 

pecho, güipil de pluma, medias de seda, zapatos 
de oro, sombrero de castor, estribos con lazos de oro y 
plata, que puedan satisfacer al hábil gobernador Tastuanes.

GOBERNADOR TASTUANES 
No. no estoy satisfecho con lo que dices, Güegüense. 
Don Forsico y don Ambrosio deben dar un informe cierto 
a nuestro Cabildo Real si tienes riquezas y abundantes 

tesoros. 

GÜEGÜENSE 
¿No lo sabe usted ya, hábil gobernador Tastuanes? 

GOBERNADOR TASTUANES 
No lo sé, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Entonces, si el amigo capitán aguacil mayor suspende, 
en mi presencia, la música, bailes, canciones y danzas de 
los señores principales, don Forsico dará un verdadero 

informe al Cabildo Real sobre mis riquezas y tesoros 

abundantes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Hijo mío, capitán alguacil mayor, suspenda en las 

residencias de los señores principales la música, bailes, 

canciones y danzas; y don Forsico dará un verídico informe 
al Cabildo Real sobre esas riquezas y abundantes tesoros 
del Güegüense. 

ALGUACIL 
A sus órdenes, señor gobernador Tastuanes. Ruego a 
Dios que proteja a los señores principales y suspéndase 
la música, bailes, canciones y danzas; y don Forsico dará 
un verídico informe. 

(Aquí el ALGUACII. saca a DO N FORSICO para hablar 

con el GOBERNADOR TASTUANES.) 

DON FORSICO 
Ruego a Dios que proteja a usted, señor gobernador 
Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Ruego a Dios por su prosperidad, don Forsico. ¿Está 
usted bien? 

DON FORSICO 
Estoy aquí como es debido, y ruego a Dios que proteja 
a los que llevan los mensajes, a los que tramitan los 

negocios,  a los alcaldes ordinarios de la Santa Hermandad, 
a los regidores, notarios y depositarios que laboran, ya 
de día, ya de noche, en el Cabildo Real del señor 

gobernador Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Pues, don Forsico, usted va a decirme la verdad sobre 
la historia que cuenta el Güegüense. Este dice que él es 
un hombre rico y que tiene propiedades y hermosas y 
bellas cosas; en prime r lugar, cajonerías de oro, cajonerías 
de plata, doblones de oro, monedas de plata. Así, pues 

dígamelo claramente, don Forsico. 

DON FORSICO 
¡Oh! Válgame Dios, señor gobernador Tastuanes, es 
corto el día y la noche para contar las riquezas de mi padre. 
En primer lugar, posee cajonería de oro, cajonería 
de plata, ropa de Castilla, ropa de contrabando, estribos 
con lazos de oro y de plata, que pueden satisfacer al hábil 
gobernador Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
No, no estoy satisfecho todavía, don Forsico; espero que 
tu hermanito, don Ambrosio, dará un verídico informe al 
Cabildo Real sobre estas riquezas y abundantes tesoros. 

PON FORSICO 
Gobernador Tastuanes, si el amigo alguacil mayor 

suspende  en las residencias de los señores principales la 

música, bailes, canciones y danzas, mi hermanito don 

Ambrosio,  dará un verídico informe. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Hijo mío, capitán alguacil mayor, suspenda en las 

residencias de los señores principales la música, bailes, 

canciones, danzas, y el hermanito don Ambrosio dará un 

verídico informe de las riquezas y tesoros. 

ALGUACIL 
A sus órdenes, señor gobernador Tastuanes. Ruego a 
Dios que proteja a los señores principales y suspéndase la 
música, bailes, canciones y danzas, y don Ambrosio dará 
un verídico informe. 

(Aquí el ALGUACIL saca a DON AMBROSIO para hablar 
con el GOBERNADOR. ) 

DON AMBROSIO 
Ruego a Dios que proteja a usted, señor gobernador 
Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Ruego a Dios por su prosperidad, don Ambrosio. ¿Está 
usted bien? 

DON AMBROSIO 
Estoy aquí como es debido y ruego a Dios que proteja 
a los que llevan los mensajes, a los que tramitan los 

negocios, a los alcaldes ordinarios de la Santa Hermandad, 
a los regidores, notarios y depositarios que laboran ya de 
día, ya de noche, en el Cabildo Real del señor gobernador 
Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Pues don Ambrosio, usted va a decirme la verdad sobre 
las historias que relata el Güegüense. Este dice que es un 
hombre rico. En primer lugar que él tiene cajonerías de 
oro, cajonerías de plata, ropas de Castilla, ropa de 

contrabando, güipil de pecho, güipil de pluma, medias de 

seda, zapatos dorados, un sombrero de piel de castor, 

estribos con lazo de oro y plata, cantidades de cosas 

bonitas, como ese inútil del Güegüense relata; así, pues, 

dígame la verdad, don Ambrosio. 

DON AMBROSIO 
Válgame Dios, señor gobernador Tastuanes, vergüenza 
me da contar las cosas de ese Güegüense embustero, pues 
el solo está esperando que cierre la noche para salir de 
casa en casa, a hurtarse lo que hay en las cocinas, para 
pasar  él y su hijo don Forsico. Dice que tiene cajonería de 

oro-y es una petaca vieja totolatera l ; que tiene catre de 

seda y es un petate  viejo revolcado; dice que tiene medias 

de seda y son viejas polainas sin forro; que tiene zapatos de 

oro y son unas chancletas viejas sin suelas; que tiene un 

fusil de oro y no es más que la culata de madera, porque le 

quitaron el cañón. 

GÜEGÜENSE 
Ve que afrenta de muchacho hablador, boca floja  ; 
reviéntale, hijo, la cabeza, pues como no es hijo mío me 
desacredita de esa manera. 

DON FORSICO 
¡Quítate de aquí, mala casta! No se espante, señor 

gobernador en oír a este hablador; pues cuando fui con mi 
padre por los caminos de México, y cuando volvimos ya 
estaba mi madre en cinta de otro, y por esto salió tan 
mala casta, señor gobernador Tastuanes. 

GÜEGÜENSE 
Señor gobernador Tastuanes, ¿no está usted ahora 

completamente satisfecho de nosotros con lo que don 

Forsico ha dicho al Cabildo Real, de que yo tengo 

cantidades de cosas bonitas y bellas? 

GOBERNADOR TASTUANES 
No, no estoy satisfecho. Al Cabildo Real le gustaría 

saberlo. 

GÜEGÜENSE 
El hábil gobernador Tastuanes no lo sabe. Pues bien: 
que el alguacil jefe suspenda en las habitaciones de los 
señores principales la música, bailes, canciones y 

conversaciones y yo abriré mi tienda de campaña al Cabildo 

Real. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Hijo mío, capitán alguacil mayor, suspenda en el 

campamento de los señores principales la música, bailes, 

canciones y cosas parecidas para agradar a este inútil 

Güegüense y él mostrará su tienda de campana para agradar 
al Cabildo Real. 

ALGUACIL 
A sus órdenes, gobernador Tastuanes. Ruego a Dios que 
proteja a los hombres principales, y que suspendan la 
música, bailes, canciones y conversaciones para mostrar 
la tienda de campaña al Cabildo Real. 

(El GÜEGÜENSE y los muchachos bailan en torno del 

escenario con la tienda de campaña.) 

GÜEGÜENSE 
Ruego a Dios que proteja a usted, señor gobernador 
Tastuanes. Permítame ofrecerle mi tienda de campaña para 
mostrarla al Cabildo Real. Alcen, muchachos. Miren 

¡cuánta hermosura! En primer lugar, cajonería de oro, 

cajonería de plata, güipil de pecho, güipil de pluma, medias 

de seda, zapatos de oro, sombrero de castor, estribos con 

lazos de oro y de plata, cantidades de hermosuras, señor 

gobernador Tastuanes. Permítame ofrecerle esta estrella de 

la mañana que relumbra del otro lado del mar; permítame 

ofrecerle esta jeringuita de oro para curar al Cabildo Real 

del señor gobernador Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Para tu cuerpo, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Como este mi muchacho tiene tantos oficios que hasta 
en las uñas tiene encajados los oficios. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Serán de arena, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Pues más ha sido: un escultor, un fundidor de metales, 
un campanero y un piloto de alturas, de aquellos que 
se elevan hasta las nubes, señor gobernador Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Estos no son oficios permanentes, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Después ha sido carpintero, fabricante de yugos, aunque 
son de madera de papayo, fabricante de arados, aunque 
sean de tecomajoche . Esto debía satisfacer al hábil 
gobernador Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
No, no estoy satisfecho. Que el Güegüense diga a su hijo 
don Forsico que dé un informe verídico de sus negocios. 

GÜEGÜENSE 
Entonces, si el amigo capitán alguacil mayor hace, en 
mi presencia, que los señores principales suspendan la 
música, bailes, canciones y danzas, don Forsico dará un 
informe verídico de estos oficios. 

ALGUACIL 
A sus órdenes, Güegüense. Ruego a Dios que proteja a 
los señores principales y suspéndase la música, canciones 
y danzas para la conferencia de don Forsico con el Cabildo 
Real. 

(El ALGUACIL vuelve a sacar a DON FORSICO.) 

DON FORSICO 
Señor gobernador Tastuanes, hasta en las uñas tengo 
encajados los oficios. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Serán de arena, don Forsico. 


DON FORSICO 
Pues más he sido: escultor, fundidor de metal, campanero 
y piloto de alturas de los que se elevan hasta las 
nubes, señor gobernador Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
No, no estoy satisfecho, pues don Forsico debía también 
saber algunos bailes diestros y cabriolas para divertir 
al Cabildo Real. 

DON FORSICO 
Oh, válgame Dios, señor gobernador Tastuanes, si el 
amigo capitán alguacil mayor suspende en las residencias 
de los señores principales la música, bailes y canciones, 
ellos tendrán algunos bailes corridos y cosas semejantes 

para divertir al Cabildo Real. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Hijo mío, capitán alguacil inayer, suspenda en las 

residencias de los señores principales la música, bailes, 

canciones y conversaciones, para que este inútil del 

Güegüense pueda divertirnos. 

ALGUACIL 
A sus órdenes, señor gobernador Tastuanes. Ruego a 
Dios que proteja a los señores principales y suspéndase la 
música, bailes, canciones y conversaciones, para que el 
inútil Güegüense pueda divertir al Cabildo Real. 

(Bailan el corrido.) 

GÜEGÜENSE 
Señor gobernador Tastuanes, ahora está usted satisfecho 
porque mis hijos saben bailes y cabriolas para divertir al 

Cabildo Real. 

GOBERNADOR TASTUANES 
No, no estoy satisfecho. Yo quisiera saber bien lo más 
que don Forsico y don Ambrosio pueden hacer para divertir 

al Cabildo Real. 

GÜEGÜENSE 
¿No lo sabe usted, señor gobernador Tastuanes? 

GOBERNADOR TASTUANES 
No lo sé, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
. Que el amigo capitán alguacil mayor suspenda en las 
residencias de los señores principales la música, bailes, 
canciones y cosas parecidas, para que don Forsico, lo 
mismo que don Ambrosio, puedan divertir al Cabildo Real. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Hijo mío, capitán alguacil mayor, suspenda en las 

residencias de los señores principales la música, bailes, 

canciones y cosas parecidas, para que don Forsico y don 

Ambrosio puedan divertir al Cabildo Real. 

(Baila el GÜEGÜENSE  y los dos muchachos.) 

GÜEGÜENSE 
Señor gobernador Tastuanes, ahora ciertamente sí que 
está usted completamente satisfecho de que ellos con sus 
bailes y zapateados puedan divertir al Cabildo Real. 

GOBERNADOR TASTUANES 
No, no estoy satisfecho, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
El señor gobernador Tastuanes puede ciertamente saber 
que don Forsico y don Ambrosio bailan danzas y 

zapateados con la música del San Martín, para divertir al 

Cabildo Real. 

GOBERNADOR TASTUANES 
No lo sé, ciertamente. Hijo mío. capitán alguacil mayor, 
suspenda en las residencias de los señores principales 
la música para que este inútil del Güegüense pueda divertir 
al Cabildo Real con los sones de San Martín. (Se ejecuta 
la música del San Martín y bailan todos.) Ahora, 
Güegüense, estoy satisfecho del baile del zapateado para 
divertir a mi Cabildo Real. 

GÜEGÜENSE 
Pero yo no estoy satisfecho, señor gobernador Tastuanes; 
mi amigo, capitán alguacil mayor, ¿quisiera saber 
cómo don Forsico y don Ambrosio pueden divertir al 

Cabildo  Real con las música de Puerto Rico? 

GOBERNADOR TASTUANES 
Hijo mío, capitán alguacil mayor, suspenda en las 

residencias  de los señores principales la música para que 
este inútil del Güegüense pueda divertir con los sones de 
Puerto Rico. (Ejecutan una música antigua y los dos 

bailan.)Ahora, Güegüense, estoy satisfecho del zapateado 
para divertir a mi Cabildo Real. 

GÜEGÜENSE 
Pero yo no estoy satisfecho, señor gobernador Tastuanes, 
porque algunos van para atrás y otros van para adelante. 


GOBERNADOR TASTUANES 
Eso no lo sé, Güegüense. Pues Güegüense, ¿saben ellos 
bailes, zapateados como el macho-ratón, para divertir a mi 
Cabildo Real? 

GÜEGÜENSE 
Señor gobernador Tastuanes y mi buen amigo capitán 
alguacil mayor, suspéndase en las residencias de los 

señores principales la música, bailes y canciones para que 

podamos divertir al Cabildo Real con el macho-ratón. 

¡Hola, muchachos!, ¿dónde están los machos? 

DON FORSICO 
Ahí están, tatita. 

(Tocan la "Valona"  para tos machos.) 

GÜEGÜENSE 
Señor gobernador Tastuanes. ¿Usted está ciertamente 
satisfecho de que tienen bailes, zapateados, toques finales 
y corcovos como el macho-ratón? 

GOBERNADOR TASTUANES 
No, no estoy satisfecho, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Pues, señor gobernador Tastuanes, ¿haremos un trato 
y un contrato entre este tuno sin tunal  y doña Suche-
Malinche? 

GOBERNADOR TASTUANES 
¿No lo sabe usted ya, Güegüense? 

GÜEGÜENSE 
No lo sé, señor gobernador Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Hijo mío, capitán alguacil mayor, suspéndase el trabajo 
en la residencia del escribano real y que obedezca nuestra 
orden; que entre a mi presencia con doña Suche-Malinche. 

(El ALGUACIL se dirige a hablar con el ESCRIBANO 

REAL.) 

ALGUACIL 
Ruego a Dios que proteja a usted, señor escribano real. 

ESCRIBANO REA L 
Ruego a Dios por su prosperidad, capitán alguacil mayor, 
¿está usted bien? 

ALGUACIL 
Estoy como es debido, señor escribano real. Usted entrará 
en la presencia real del señor gobernador Tastuanes 
para obedecer sus órdenes, lo mism o que doña Suche-
Malinche. 

ESCRIBANO REAL 
Bueno, entonces hijo mío, capitán alguacil mayor, 

suspenda en las residencias de los señores principales la 

música, los rujeros y cosas parecidas para que yo pueda 

obedecer, lo mismo que doña Suche-Malinche. 

ALGUACIL 
A sus órdenes, señor escribano real. 

(Tocan el Rujero, bailando los dos } 

ESCRIBANO REAL 
Ruego a Dios que proteja a usted, señor gobernador 
Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Ruego a Dios por su prosperidad, señor escribano real; 
¿está usted bien? 

ESCRIBANO REAL 
Estoy como es debido y vengo a obedecer sus órdenes, 
lo mismo que doña Suche-Malinche. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Pues, señor escribano real, hay un trato entre este inútil 
del Güegüense, que es un hombre rico, y doña Suche-
Malinche. 

ESCRIBANO REAL 
Señor gobernador Tastuanes, que el trato sea el de 
vestirla  con saya de la china, güipil de pecho, güipil de 

pluma, medias de seda, zapatos dorados, un sombrero de 

piel de castor, para todo un yerno del señor gobernador 

Tastuanes. 

GOBERNADOR TASTUANES 
¡Ah! ¡Güegüense!, me indigna que escojas tan 

presuntuosamente. 

GÜEGÜENSE 
¿Desmonte? 

GOBERNADOR TASTUANES 
Presuntuosamente, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Yo no he hecho ningún trato ni contrato con el señor 
gobernador Tastuanes; solo que sea mi muchacho. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Eso no lo sé, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¡Ah!, ¡muchachos!, ¿qué trato o contrato tienen ustedes 
con el señor gobernador Tastuanes? 

DON FORSICO 
En cuanto a mí, el de casarme, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¡De casarte! Y tan chiquito te atreves a casarte, muchacho. 

DON FORSICO 
Sí, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿Y con quién me dejas, muchacho? 

DON FORSICO 
Con mi hermanito don Ambrosio. 

GÜEGÜENSE 
¡Qué caso me hará este jipato! . 

DON AMBROSIO 
Y yo también me quiero casar. 

GÜEGÜENSE 
¡Para eso eres bueno! Don Forsico hace un trato para 
escoger presuntuosamente. ¡Ve qué bizarra dama está aquí, 
muchacho! 

DON FORSICO 
No está de m i gusto, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿Por que, muchacho? 

DON FORSICO 
Porque está muy pachaca , tatita. 

GÜEGÜENSE 
Pues que es iguana o garrobo , ¿para que esté pachaca? 
¿Quién la echó a perder, muchacho? 

DON FORSICO 
Mi hermanito don Ambrosio. 

GÜEGÜENSE 
Para eso será bueno este soplado  , ojo de sapo muerto; por 

eso está tan apupujado . ¡Ve qué bizarra maneca  , 

muchachos! 

DON FORSICO 
Sí está aventada , tatita.

GÜEGÜENSE 
¿Quién la aventó, muchacho? 

DON FORSICO 
Mi hermanito don Ambrosio. 

GÜEGÜENSE 
¿Cómo aventaste a esta dama, don Ambrosio? 

DON AMBROSIO 
De dormir con vos, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Cállate, mala casta. Ve qué bizarra dama esta otra, 
muchacho. 

DON FORSICO 
Esta si está de mi gusto, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Sabes escoger, mi muchacho; pero no sabes escoger 
un buen machete para hacer un buen desmonte. 

DON FORSICO 
También, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Señor gobernador Tastuanes, hagamos un trato y un 
contrato 

GOBERNADOR TASTUANES 
Lo haré, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Lo haré, señor gobernador Tastuanes. Lo que siento es 
la pérdida de mi muchacho. 

GOBERNADOR TASTUANES 
Eso no lo sé, Güegüense. 

(Se celebra el matrimonio.) 

Hijo mío, capitán alguacil mayor, que se sepa en las 

residencias de mi Cabildo Real que este inútil del 

Güegüense va a obsequiar con un par de botijas de vino de 
Castilla al Cabildo Real. 

REGIDOR REAL 
Suspenda el negocio, señor capitán alguacil mayor, y 
atienda al amigo, el inútil Güegüense. E n nombre del 

Cabildo Real te damos los parabienes y también a Doña 

Suche-Malinche, que goce muchísimo con don Forsico, tu 
hijo, Güegüense. 

ALGUACIL 
¡Ah! ¡Güegüense! Se sabe en la provincia real del señor 
gobernador Tastuanes que usted debe obedecerle y 

obsequiar al Cabildo Real del señor gobernador Tastuanes 
con un par de botijas de vino de Castilla. 

GÜEGÜENSE 
¡Hola, muchachos!, ¡ya lo ven qué aviados estamos! 
Bueno es ser casado, pero ahora se nos ofrece un gran 

trabajo. 
Ya viene el Provincial y no tenemos provisión paia 
recibirle. Amigo capitán alguacil mayor, ¿dónde dejó usted 
al Provincial, en Managua o en Nindirí? 

ALGUACIL 
Quizá  no me importe eso del Provincial, Güegüense; mas 

sí una yunta de botijas de vino. 

GÜEGÜENSE 
Ya lo ven, muchachos, una yunta de bueyes, y ha de ser 
con carreta. 

ALGUACIL 
Quizá.no me importen los bueyes y la carreta, Güegüense; 
una yunta de botijas de vino de Castilla para brindar 
al Cabildo Real del señor gobernador Tastuanes. 

GÜEGÜENSE 
Ya lo ves, muchacho, en qué empeño me metes con tu 
matrimonio. Ya ves la contribución que pide el señor 

gobernador, un par de botijas de vino de Castilla para 

brindar al señor gobernador Tastuanes. ¿Te atreves a 

buscarla o a sacarla, muchacho? 

DON FORSICO 
No tengo de onde, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Eres suficientemente presuntuoso para escoger una esposa. 
¿Te atreves también a buscar un par de botijas de vino de 

Castilla, don Ambrosio? 

DON AMBROSIO 
No tengo de onde, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¡Qué cosa buena has de hacer, mala casta! ¿Conque no 
te atreves, muchacho? 

DON FORSICO 
No, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Bueno, pues al gana o pierde, yo mismo iré a buscar 
las dos botijas de vino. 

DON FORSICO 
No vaya, tatita. Ya he conseguido yo las dos botijas de 

vino. 

GÜEGÜENSE 
¿Dónde las obtuviste, muchacho? 

DON FORSICO 
En casa de un amigo . 

GÜEGÜENSE 
¿Quién te enseñó a hacerte de un amigo? 

DON FORSICO 
Usted, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Cállate, muchacho. ¿Qué dirá la gente si sabe que yo 
te enseñaré a hacerte de un amigo? 

DON AMBROSIO 
¿Y pues no es verdad que usted enseña a malas mañas 
a su hijo? 

GÜEGÜENSE 
¡Arre ya!, mala casta, malas mañas como las que tienes 
tú. Amigo capitán alguacil mayor, ya estamos proveídos 
de las dos botijas de vino. ¿No habrá un macho de la 
cofradía o de la comunidad? 

ALGUACIL 
Vean que reputación para un hombre de bien. 

GÜEGÜENSE 
Yo soy un hombre de bien. Traigo mis macho, pero están 

algo matados, desdo la cruz hasta el rabo, como 
consecuencia de mis energías, capitán alguacil mayor. 
¡Hola, muchachos!, ¿qué se hicieron los machos? 

DON FORSICO 
Ahí están, tatita. 

(Dan una vuelta bailando y cogen los machos). I 

DON FORSICO 
Los machos han sido cogidos, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿Encogidos? ¿Será de frío? 

DON FORSICO 
Los machos ya están cogidos. 

GÜEGÜENSE 
¿Cojudos? . Pues qué, ¿no eran capones? 

DON FORSICO 
Cogidos los machos, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿Cogidos los machos? Pues habíame en voz alta. ¿Adonde 
están los machos? 

DON FORSICO 
Aquí están, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿Qué macho es este puntero, muchacho? 

DON FORSICO 
El macho viejo, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿ Y este otro macho? 

DON FORSICO 
Es el macho guajaqueño. 

GÜEGÜENSE 
¿Y este otro macho? 

DON FORSICO 
Ese es el mohíno. 

GÜEGÜENSE 
¿Y este otro macho? 

DON FORSICO 
Ese es el macho moto. 

GÜEGÜENSE 

¿Y están aparejados, muchachos? 

DON FORSICO 
No, tatita, aparéjeselos usted mismo. 

GÜEGÜENSE 
Todo lo ha de hacer el viejo. 

DON FORSICO 
Así es mejor, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿Ya está sana la cinchera de este macho, muchachos? 

DON FORSICO 
Ya está, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿Y este otro macho, ya está sano de la riñonada? 

DON FORSICO 
Ya está, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿Qué sano ha de estar, muchacho, si tiene esa estacada 
por delante? ¿Adonde se estacó este macho, muchacho? 

DON FORSICO 
En el potrero, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Eso se merece por salirse de un potrero a otro potrero. 
¿Y la baticola de este macho ya está sana, muchacho? 

DON FORSICO 
Ya está, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿Qué sana ha de estar, muchacho, si se le ha bajado la 
flución por debajo de las piernas y la tiene muy hinchada? 

Reviéntala, muchacho. 

DON FORSICO 
Reviéntela usted mismo, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Allí se reventará sola, muchacho. ¿Qué falta ahora? 

DON FORSICO 
Alzar el fardo, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¿Calentar el jarro? 

DON FORSICO 
Alzar el fardo. 

GÜEGÜENSE 
¡Ah, el fardo! ¿Dónde está el fardo? 

DON FORSICO 
Aquí está, tatita. 

GÜEGÜENSE 
¡Ah! mi tiempo, cuando era muchacho, tiempo del 
hilo azul cuando me veía en aquellos campos de los 

Diriomos, alzando aquellos fardos de guayabas, ¿no es 

verdad, muchachos? 

ALGUACIL 
Dése prisa, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
¿Me llevas preso? ¿Por qué, amigo capitán alguacil 
mayor? 

ALGUACIL 
¡Quiero decir que te des prisa! 

GÜEGÜENSE 
Déjame recordar mis tiempos pasados, que con eso me 
consuelo. Ah, muchachos, ¿para dónde vamos, para atrás 
o para adelante? 

DON FORSICO 
Para adelante, tatita. 

(Los muchachos se montan en los machos.) 

GÜEGÜENSE 
Muchachos, ¿no hay por allí algún peinador que 
brinde por el Cabildo Real del señor gobernador 

Tastuanes? 

DON FORSICO 
Sí, allí está, tatita. 

GÜEGÜENSE 
Señor gobernador Tastuanes, permítame ofrecerle un 
poco de vino de Castilla, como obsequio. Chocóla . 

GOBERNADOR TASTUANES 
Sigole, Güegüense. 

GÜEGÜENSE 
Señor escribano real, permítame ofrecerle un poco de 
vino de Castilla, como obsequio. 


ESCRIBANO REA L 
Sígole, Güegüense. 


GÜEGÜENSE 
Señor regidor real, permítame ofrecerle un poco de vino de 

Castilla, como obsequio. 

GÜEGÜENSE
Amigo capitán alguacil mayor, permítame ofrecerle un
poco de vino de Castilla, como obsequio.

ALGUACIL
Sígole, Güegüense.

GÜEGÜENSE
¡Pues nosotros, a la gorra , muchachos!
(La obra termina con el "baile del borracho")




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