PSICODRAMA DE MORENO
Más importante que la ciencia es
su resultado,
Una respuesta provoca cien
preguntas.
Más importante que la poesía es
su resultado,
Un poema provoca cien actos
heroicos.
Más importante que el
reconocimiento es su resultado,
el resultado es dolor y culpa.
Más importante que la
procreación es el hijo.
Más importante que la evolución
de la creación es la evolución del creador.
En el lugar de lo imperativo
está el emperador.
En el lugar de lo creativo está
el creador.
Un encuentro de dos: ojo a ojo,
cara a cara.
Y cuando estés cerca arrancaré
tus ojos
Y los colocaré en el lugar de
los míos,
Y tú arrancarás mis ojos
Y los colocarás en el lugar de
los tuyos.
Entonces te miraré con tus ojos
Y tú me mirarás con los míos.
Así hasta la cosa común sirve al
silencio y
Nuestro encuentro es la meta sin
cadenas;
El lugar indeterminado, en un
momento indeterminado,
la palabra indeterminada al hombre
indeterminado.
Invitación
a un Encuentro (Einlandung zu einer
Begegnung) , J. L. Moreno, Viena, 1914.
Jacob Levy Moreno (1889-1974) nació en
Bucarest, Rumania. De origen judío (sefardí) su familia provenía de la
península ibérica y se trasladó a Rumania en la época de la inquisición. A los
cinco años de edad el niño Moreno se traslada con sus padres a Viena. De modo
que fue un médico-psiquiatra rumano-vienes que creó y desarrolló el psicodrama
y la sociometría. Nació treinta y tres años después que Freud (1856-1939) y lo
sobrevivió treinta y cinco. Anterior en 16 años a Pichon Rivière (1905-1979),
muere cinco años antes que este. Moreno no llega al psicodrama y a la
sociometría directamente sino a través sus dos grandes fascinaciones iniciales:
la religión y el teatro. Respecto al primero de estos dos temas y a sus
rigideces, a los treinta y dos años, escribe y publica en forma anónima Las palabras del Padre (1921). En este,
su primer libro, bosqueja ya su idea del hombre Creador.
En cuanto al teatro, lo percibía estático y
anquilosado. Comienza, entonces, a experimentar en un teatro las ideas
plasmadas en su segundo libro: El teatro
de la espontaneidad (1923). En él
intentaba recrear un hecho. Será el antecedente del Psicodrama.
En El
periódico viviente, las noticias de actualidad, actuadas por actores,
delante del público y con el director presente, creaban la obra in situ. El caso de Bárbara, una actriz
del elenco de Moreno, y de George, un concurrente del público que se enamora y
se casa con ella, marcará el pasaje de El
Teatro de la Espontaneidad al Psicodrama.
En los dos libros mencionados aparecen
esbozados ya, en Viena, en los primeros años de la década del 20, todos los
fundamentos de sus teorías sociométricas y psicodramáticas. En 1925 Moreno
emigra a Estados Unidos donde hace sus primeras presentaciones en el Carnegie Hall.
De ahí pasa a alquilar un local en Broadway, que cierra en 1974 y donde todas
las noches se hacían sesiones de psicodrama público. Además, adquiere una
propiedad en Beacon, estado de New York, donde instala un sanatorio
psiquiátrico y un instituto de formación psicodramática que continuó después de
su muerte, conducido por su mujer Zerka Moreno.
SOCIOMETRÍA
En la edición francesa
de Fundamentos de la Sociometría, Moreno termina por definir la sociometría
como la ciencia de la acción, por lo tanto, sustrato teórico del psicodrama. En
1937 funda una revista llamada: Sociometry,
a journal of interpersonal relations, introduciendo por primera vez el
término “relaciones interpersonales”. Moreno concibe al hombre como una célula
mínima: el vínculo. Cuando enuncia: “Lo primero es el grupo” nos invita a
concebir al hombre como una unidad indivisible de su entorno. (Peligro... amor ala vista, Dalmiro M.
Bustos, Lugar Editorial, Bs. As., 90). Por medio de sus tests: sociométrico y
de percepción sociométrica (elecciones y rechazos recíprocos) y de sus
sociogramas pueden graficarse, medirse y estudiarse, las interacciones
personales dentro del grupo así como la configuración grupal, formación de
subgrupos, etc.
TEORÍA DE LOS ROLES
La palabra rol viene de los rollos que se
daban a los actores, antiguamente en el teatro, para que se aprendieran su
parte. De aquí la toma Moreno quién piensa que “el desempeño de roles es
anterior al surgimiento del yo (self). Los papeles no surgen del yo, sino que
el yo surge de los papeles... Antes e inmediatamente después del nacimiento el
niño vive en un universo no diferenciado al que he llamado matriz de identidad. Esta matriz es existencial pero no es
experimentada. Se la puede considerar el lugar de donde emergen en fases
graduales el yo y sus ramificaciones, los roles”.
“Los roles son los embriones, los precursores
del yo, y tienden a agruparse y unificarse. He distinguido roles fisiológicos o
psicosomáticos, como los del sujeto que come, que duerme y que tiene actividad
sexual; roles psicológicos o psicodramáticos, como los de fantasmas, hadas y
roles alucinados; y roles sociales, como los de padre, policía, doctor,
etcétera. Sabemos que entre el papel sexual, el del sujeto que duerme, el del
que sueña y el del que come se desarrollan vínculos
operacionales que los asocian y los integran en una unidad. En cierto
momento podemos considerarla una especie de yo fisiológico, un “yo” parcial, un
racimo de roles fisiológicos. De modo similar, en el curso del desarrollo los
roles psicodramáticos comienzan a agruparse y forman una especie de yo psicodramático,
y finalmente ocurre lo mismo con los roles sociales que constituyen una especie
de yo social. Los yo fisiológico, psicodramático y social son meros yo
“parciales”; el yo total, realmente integrado, de años posteriores, todavía no
ha nacido”.
“Tienen que desarrollarse vínculos operacionales y de contacto
entre los racimos de roles sociales, psicológicos y fisiológicos para que
podamos identificar y experimentar, después de su unificación, lo que
denominamos nuestro “Yo” (ego). Se ha observado que hay frecuentes
desequilibrios en el agrupamiento de roles dentro del área de los psicosomáticos o de la de los roles sociales,
y entre esas áreas. Estos desequilibrios ocasionan un retardo en la aparición
de un yo real y experimentado como tal, o agudizan las perturbaciones del yo”.
EL CONCEPTO DE ENCUENTRO (TELE Y TRANSFERENCIA)
Según Moreno “la transferencia es el
desarrollo de fantasías (inconscientes) que el paciente proyecta sobre el
terapeuta, otorgándole una cierta fascinación”. Pero Moreno destaca otro
proceso que también tiene lugar en el paciente. No todo es transferencia en los
vínculos. El paciente, a la vez, percibe intuitivamente pero con cierta
objetividad, qué clase de persona es el terapeuta. “Estas intuiciones de la
conducta inmediata del terapeuta – física, mental u otra – son las relaciones Tele. Tele (del griego lejos, influencia
a la distancia) es la percepción interna mutua de los individuos”. El factor tele es medido por los tests
sociométricos.
ESPONTANEIDAD
Dice Moreno: “A menudo se cita mi definición
operacional de la espontaneidad del siguiente modo: El protagonista se ve en la
necesidad de responder con cierta adecuación a una nueva situación, o de una
manera en cierta medida novedosa, a una situación conocida”... “Al nacer, el
niño se traslada a un conjunto de relaciones totalmente extraño. No dispone de
ningún modelo para dar forma a sus actos. Se enfrenta a una situación nueva, más
que en cualquier otra ocasión de su vida posterior. A esta respuesta de un
individuo ante una situación nueva – y a la nueva respuesta a una situación
vieja – la hemos llamado espontaneidad.
Para que el niño viva, esta respuesta debe ser positiva y resuelta. Debe ser
rápida, siguiendo el estímulo del momento. Esta respuesta debe ser más o menos
adecuada. Debe haber disponible en los momentos cruciales, al menos, cierto
monto disponible de este factor e (espontaneidad).
Ya se requiere un mínimo de espontaneidad en el primer día de vida”.
“El crecimiento físico del organismo
embrionario y su preparación anatómica para el salto en el último mes del
embarazo, no pueden ser considerados una explicación suficiente de que se nazca
con vida y se viva luego exuberantemente. Tiene que existir un factor con el
que la Naturaleza ha provisto generosamente al recién venido, de modo que pueda
desembarcar sano y establecerse, por lo menos provisoriamente, en un universo
desconocido. Este factor es diferente y algo más, de la determinada energía que
se conserva en el cuerpo del recién nacido. Es un factor que le permite ir más
allá de sí mismo, entrar en nuevas situaciones como llevando al organismo,
estimulando y excitando todos sus órganos para modificar sus estructuras de
modo que puedan hacer frente a sus nuevas responsabilidades. A este factor le
aplicamos el término de espontaneidad (factor
e). El factor e es medido por los
tests de espontaneidad.
LA CONSERVA CULTURAL
“La conserva
cultural se propone ser el producto terminado y, como tal, ha asumido una
calidad casi sagrada”.
“Este es el resultado de una teoría de los
valores generalmente aceptada. Los procesos llevados a su término, los actos
finalizados y las obras elaboradas parecen haber satisfecho más nuestra teoría
de los valores que los procesos y cosas que permanecen sin terminar y en un
estado imperfecto. Esas ideas de perfección fueron asociadas a la misma idea de
Dios”.
“Es significativo observar a este respecto que
probablemente se ha destacado en exceso a muchas de las cualidades de
cuasi-conserva de Dios – Sus obras,
Su universo, Su omnipotencia, Su justicia
y Su sabiduría – mientras que casi
siempre se ha postergado Su función de creador espontáneo, el concepto más
revolucionario de la creación de un dios... Las conservas culturales sirvieron a dos fines: fueron de ayuda en
situaciones amenazantes y aseguraron la continuidad de una herencia cultural...
El hombre ha creado un mundo de cosas, las conservas
culturales, para producir para sí mismo una imagen de Dios”.
Procesos, actos y obras terminados. Esto es,
según Moreno, la esencia de las conservas
culturales. Consecuentemente podemos inferir que el Hombre, en tanto ser
gregario, incesantemente crea normas (proceso) para posibilitar su
interrelación personal y satisfacer su necesidad de vivir en sociedad. Y que
también, rápidamente, esas normas son fijadas (proceso terminado = conservas culturales). El ejemplo más evidente
son las leyes, pero hay otras normas mucho más sutiles y no tan visibles que
también se consolidan silenciosamente. Estas son el conjunto de hábitos y
costumbres que constituyen la cultura en que vivimos. Ahora bien, al ser la
vida de los grupos una dinámica incesante, dentro del grupo algunas necesidades
individuales van cambiando y, por lo tanto, también algunas de aquellas
normas van envejeciendo. Deben ser quebradas y reemplazadas. Sin embargo,
muchas veces una exacerbada necesidad de perfectibilidad, de “proceso
terminado” y un pronunciado rechazo a todo aquello “imperfecto”, inacabado,
retardan ese reemplazo y, por lo tanto, la satisfacción a la nueva necesidad.
CATEGORÍA DEL MOMENTO
“Uno de los conceptos
más importantes en todo pensamiento humano, la categoría del momento – el momento
de ser, vivir y crear – ha sido el entenado de todos los sistemas filosóficos
universalmente conocidos. Las razones de esto son que el momento es difícil de definir; que a la mayoría de los filósofos se
les ha aparecido como una fugaz transición entre pasado y futuro, sin sustancia
real; que es intangible e inestable, y por consiguiente, una base
insatisfactoria para un sistema de filosofía teórica y práctica. Tenía que
hallarse algún fenómeno en un plano diferente que el presentado por el momento, que fuera tangible y
susceptible de una definición clara, pero al que estuviera vinculado
integralmente el momento”.
“En la conserva cultural se encontró un
concepto a cuya luz se pudo reflejar y evaluar el sentido dinámico del momento,
convirtiéndose así en un marco de referencia. Hasta ahora el momento había sido
formulado como una partícula de tiempo y espacio, o como una abstracción
matemática; por tanto, había sido pragmáticamente inútil y teóricamente
estéril. Si se podía construir la categoría del momento contra este fondo más
adecuado, la conserva cultural, quedaría abierto el camino para una teoría
moderna del momento, así como también para una teoría de la espontaneidad”.
CATARSIS
“La catarsis
como concepto fue introducido por Aristóteles, que utilizó el término para
expresar el efecto peculiar que ejercía el drama griego sobre sus espectadores”.
“En su Poética sostiene que el drama tiende a
purificar a los espectadores excitando artísticamente ciertas emociones que
ocasionan una especie de alivio de sus pasiones egoístas”.
“Este concepto de catarsis ha sufrido una alteración revolucionaria desde que comenzó
el psicodrama sistemático en Viena, en 1919. Este cambio ha sido ejemplificado
por el alejamiento del drama escrito (conservado) a favor del drama espontáneo
(psico), pasando el énfasis de los espectadores a los actores”. “En mi tratado El teatro de la espontaneidad, publicado
en 1923, la nueva definición de catarsis
fue ésta: Este (el psicodrama) produce un
efecto terapéutico, pero no en el espectador (catarsis secundaria) sino en los actores-productores
que crean el drama y que, al mismo tiempo, se liberan de él”.
“Dos caminos condujeron a la concepción
psicodramática de la catarsis mental... Uno fue el que aceptó el concepto aristotélico.
El otro partió de las religiones del Oriente y el Cercano Oriente. Estas
religiones sostuvieron que un Santo, para convertirse en Salvador, tiene que
hacer un esfuerzo; tiene, primero, que realizarse y salvarse a sí mismo. En
otras palabras, en la situación griega se concebía al proceso de catarsis
mental como centrado en el espectador, o sea que se trataba de una catarsis
pasiva. En la situación religiosa el proceso de catarsis tenía lugar en el
actor, siendo su vida real el escenario. Se trataba de una catarsis activa.
Podríamos decir que se enfrentan aquí la catarsis pasiva con la activa, la
catarsis estética con la ética. Estos dos movimientos que hasta ahora han
seguido sendas independientes han sido sintetizados por el concepto psicodramático
de catarsis. De los antiguos griegos hemos conservado el drama y el escenario,
de los hebreos hemos tomado la catarsis del actor. El espectador mismo se ha
convertido en actor”. Traer un trauma a la conciencia y vivenciarlo de nuevo,
esto supone una gran catarsis emocional conocida como abreacción,
PSICODRAMA
“... Una nueva forma de psicoterapia que puede
ser ampliamente aplicada. El psicodrama pone al paciente en un escenario, donde
puede exteriorizar sus problemas con la ayuda de unos pocos actores terapéuticos.
Es un método de diagnóstico tanto como de tratamiento. Uno de sus rasgos
característicos es que la representación de papeles se incluye orgánicamente en
el proceso de tratamiento. Se lo puede adaptar a todo tipo de problemas,
personales o de grupo, de niños o de adultos. Mediante técnicas como las del yo
auxiliar, la improvisación espontánea, la autopresentación, el soliloquio, la
interpolación de resistencia, se relevan nuevas dimensiones de la mente y, lo
que es más importante, se las puede explorar en condiciones experimentales”.
“Históricamente, el psicodrama representa el
punto decisivo en el paso del tratamiento del individuo aislado hacia el
tratamiento del individuo en grupo, del tratamiento del individuo con métodos
verbales hacia el tratamiento con métodos de acción”.
BIBLIOGRAFÍA
- Psicodrama, J. L. Moreno, Ed. Hormé S.A.E., Bs. As., 1972.
- El teatro de
la Espontaneidad, J. L. Moreno, Ed. Vancu S.R.L. Bs. As.,
1977
- J. L. Moreno y
las palabras, (Las palabras del padre, anón.) Ed. Vancu S.R.L.,
Bs. As. 1978
- Psicomúsica y
Sociodrama, J. L. Moreno, Ed. Hormé, 1965.
- Los tests
sociométricos, G. Bastin, Ed. Kapelusz S.A., Bs. As., 1966.
- Qué es el
Psicodrama, J. G. Rojas – Bermúdez, Ed. Genitor, Bs. As., 1971
- Peligro...
amor a la vista, D. M. Bustos, Lugar Ed., Bs. As. 1992.