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16/3/12

Escrito en el agua, de Gladis Gómez

“Escrito en el agua”
® ARGENTORES

De Gladis Gómez

Gladis Gómez







Dramaturga. Directora del Complejo Cultural Provincial Guido Miranda
De Resistencia, Chaco, Argentina

Escrito en el agua

"Yo, con un instinto más profundo, elijo un hombre que provoca mi fuerza, que ejerce demandas enormes sobre mí, que no duda de mi coraje ni de mi rudeza, que no me cree ingenua ni inocente, que tiene el coraje de tratarme como una mujer" Anaïs Nin

Si de algo tengo dudas es del final de esta historia…

Vagan por el muelle seres, oscuros, tensos…un foco mortecino distribuye -más que luces-  sombras.  Sonido de agua.

BOTERO: No te escapás.
ZULEMA: Dejame. Loco. ¿Me llevas?
BOTERO: ¿Por cuanto?
ZULEMA: ¿Me llevás o no?
BOTERO: ¿pagás mi precio?
ZULEMA: No.
BOTERO: Solo un ratito.
ZULEMA: No.
BOTERO: No.
ZULEMA: Te pago.
BOTERO: Mi precio.
ZULEMA: No. Plata.
BOTERO: Como se te notan con la blusa.
ZULEMA: No, te dije.
BOTERO: Y se mueven cuando te moves.
ZULEMA: Como sos! ¿Querés que te mate?
BOTERO: Moriré en mi ley,
ZULEMA: Basta. Dejame sola.
BOTERO: ¿A quien esperás?
ZULEMA: No te importa.
BOTERO: ¿Tenés otro?
ZULEMA: No es cosa tuya.
BOTERO: ¿Ahora no es cosa mía?
ZULEMA: Ya no más.
BOTERO: Cuando buscas, desesperada, con los pechos duros, que calme tu deseo, ¿tampoco es cosa mía?
ZULEMA: Callate. Se terminó.
BOTERO: ¿Qué terminó?
ZULEMA: El jueguito. Esto.
BOTERO: ¿Qué estás tramando, Zulema?
ZULEMA: Nada.
BOTERO: ¿Te escapás?
ZULEMA: No.
BOTERO: ¿Te vas?
ZULEMA: No.
BOTERO. Se lo digo.
ZULEMA: Débil
BOTERO: Nunca me diste nada…
ZULEMA: Tonto, te lo creíste.
BOTERO: Todo para él, ¿no?
ZULEMA. ¿Qué decís?
BOTERO: A todos engañas.
ZULEMA: Qué sabés?
BOTERO. Te quejás pero te gusta.
ZULEMA: No te metas.
BOTERO: Te conozco. Siempre volvés a él.
ZULEMA: ¡Manzur!

Zulema se esconde

MANZUR: Puta! Tantos afeites no te afeitaron la mugre!

Una puerta se cierra

MANZUR: Sucia! Puerca!  Hoy, nadie cruza.
BOTERO: ¡A la fronte…ra!  ¿Qué pasa con la cola? ¿No hay gente?
MANZUR: Nadie cruza la frontera…
BOTERO: ¡Ultimo viaje!

Zulema aparece

BOTERO: Señorita…¿La llevo a la frontera!?
Zulema se esconde

BOTERO. ¡Pasajeros para la frontera!
MANZUR: Salí sucia!
BOTERO: ¡Que le pasa? ¿Está borracho?
MANZUR: No hay pasajeros.
BOTERO: ¡Cómo no! Mire la cola,…allá
MANZUR: No van a ir… Andate.
BOTERO: No tengo apuro. ¿Por qué está enojado?
MANZUR: Todas las mujeres son putas. Hasta las más santas!
BOTERO: No diga  eso…
MANZUR: Cambian de marido como de calzón!
BOTERO: … Hoy  no le fue bien…
MANZUR: Pueblo pobre! … de putas
BOTERO: ¿Cruza?
MANZUR: Nadie va a subir. Ni las putas!
BOTERO: Y bueno… ¡Ultimo viaje! ¡¿Nadie cruza la frontera?! ¡Ultimo viaje!

El Botero Sale

MANZUR: Se que estás ahí. Salí, da la cara, Zulema. Salí… no  voy a golpearte… 

Manzur sacude el documento de Zulema

MANZUR: Estas perdida! Sin esto no cruzas.

Manzur alisa billetes.

Zulema cruza corriendo hacia un barco

Manzur la intercepta, tomándola del brazo

Zulema cae al piso

MANZUR: ¡Puta! ¿A dónde querés ir?

Zulema se acurruca en el suelo protegiéndose de posibles patadas

MANZUR: ¡Miedosa! ¿Adónde vas, eh? Hoy nadie cruza.

Zulema quiere atrapar los billetes que están desparramados por el piso

ZULEMA: Se te cayó la plata, Manzur, que no  vaya al río.

Manzur le pisa la mano.

MANZUR: ¡Zorra! Soltalos. No me robes.
ZULEMA: Para qué los quiero. Metetelos en el….
MANZUR: A vos te voy a meter.
ZULEMA: No va a ser la primera vez.
MANZUR: No por el culo, turra, te voy a meter en mi culo, cerquita de la mierda. Desgraciada. ¿Adonde querés ir? ¿Eh? ¿Adonde? ¡Guacha!
ZULEMA: ¡No soy guacha!
MANZUR: Guachita y puta, sos. ¿Adonde te vas, eh?   
ZULEMA: Soltame, Manzur!
MANZUR: No me decis así a la noche, cuando estás borracha, eh?
ZULEMA: Yo no tomo. Soltame!
MANZUR: Quien se empina la botella hasta el fondo blanco?
ZULEMA: Yo no! Me lastimás!
MANZUR: ¿te lastimo?
ZULEMA: Dejame
MANZUR:  ¿Eh? ¿Así?
ZULEMA: Hay gente.
MANZUR: ¿Querés irte?
ZULEMA: Soltame. No  me toques.
MANZUR: ¿Porqué, Zulema, por qué?
ZULEMA: No quiero
MANZUR: ¿Qué te falta?
ZULEMA: Vos sabés muy bien lo que  me falta.
MANZUR: No  hay nada a lo lejos.
ZULEMA: Me ahogo.
MANZUR: Todo está aquí.
ZULEMA: No quiero ser dos.
MANZUR: Una,  mía, solita, sos.
ZULEMA: Ángel y Demonio.
MANZUR: Diosa Angelical
ZULEMA:  Me doy asco.
MANZUR: ¡Libre!
ZULEMA: Respiro mugre, como mugre. No quiero más mugre.
MANZUR: No podemos desatar este nudo.
ZULEMA: Vos lo ataste.
MANZUR: Sos tan cómplice como yo.
ZULEMA: No me hables de eso. No quiero escucharte.
MANZUR: Fuiste vos quien abrió la puerta… ¡Putita!
ZULEMA: ¡Tenía doce años!
MANZUR: Las mujeres no tienen edad para el amor.
ZULEMA: ¡Tenía doce! Podías haber esperado un poco.
MANZUR: ¿Y contradecir a tu madre?  
ZULEMA: Mentiras tuyas.
MANZUR: Me lo pidió…
ZULEMA: No quiero escuchar más.
MANZUR. ¿Ya te olvidaste de la felicidad que nos daba unirnos cada noche?…cuando ella vivía y nos miraba jadear? Los pezones se te endurecían…
ZULEMA: Siempre tuve vergüenza.
MANZUR: Tus bombachitas eran chiquitas… Recuerdo que sangraste… Me la guarde durante un año…en el cajoncito del ropero….hasta que las malditas ratas me la comieron. Porque sos puta y roñosa.

Zulema se quita la bombacha

ZULEMA: Aquí tenés otro fetiche. ¿Te gusta de sombrero?

Zulema  coloca la bombacha en la cabeza de Manzur

Manzur huele la bombacha

MANZUR: ¡Cogiste con él!

Zulema le quita el calzón a Manzur. Huele la bombacha. Se la pone nuevamente

ZULEMA: Qué esperabas? ¿Fidelidad? Le gustó la mercadería. Pagó por ella.

Zulema saca billetes de su corpiño

ZULEMA: No te necesito más.  ¡Botero!

Manzur le tapa la boca con la mano.

MANZUR: Esperá turrita. Mi amor, esperá.
ZULEMA: ¡Botero! Tengo para pagar el pasaje completo. Esta vez me voy.¡Botero!
BOTERO: ¿Quiere cruzar?
ZULEMA: ¿Eso espera, no?
BOTERO: No cruzo con un pasajero. Por lo menos diez
ZULEMA: Le pago por diez.
BOTERO: Cobro mi precio.
ZULEMA: Diez boletos.
BOTERO: No. Mi precio.
ZULEMA: Entonces, no.
MANZUR. No me dejes. Esperá.
BOTERO: No quiere cruzar
ZULEMA: ¿No me oyo? Dame mi documento.
MANZUR: No.  No viaja. Váyase. Esperá.
BOTERO: Suba al bote, ya vuelvo.
MANZUR: No, no, no. Esperá, mi amor.
ZULEMA: Dámelo!
BOTERO: Me paga en el bote. Suba.
ZULEMA: Diez boletos.
MANZUR: Muñequita… pensemos… esto no es posible.
ZULEMA: Porqué? Hago lo que quiero.
BOTERO: Levanto el ancla. Suba
MANZUR: ¿Te vas sin él?
ZULEMA: No. Ya vendrá.
MANZUR: Esperá.
ZULEMA: Qué.
MANZUR: Vivamos los tres juntos!
ZULEMA: ¡Degenerado!
BOTERO: ¿Vamos?
ZULEMA: No… espere un poco. 
BOTERO: Cuando guste.

El botero Sale

MANZUR: Zulemita, mi vida, espera un ratito. Escuchame.
ZULEMA: Mirate y mirame. ¿Qué ves?  ¿Qué mierda ves? Desgraciado. Mirame… Me devoraste la vida. Me comiste y me vomitaste una y mil veces. ¡Qué soy! ¿El pavo de navidad, soy? ¿Con las piernas siempre abiertas? Nunca pensaste en mi, ¿eh? ¡Egoísta! ¡Ladrón!
MANZUR: Siempre pienso en vos. Te dejo hacer.
ZULEMA: ¿Qué me dejás hacer? ¡Coger con vos! Eso me dejas hacer. ¿Y yo? ¿Donde estoy yo? ¿En qué lugar del universo existo?
MANZUR: Estas dentro mío.
ZULEMA: No. Estoy afuera. Desprendida.  Soy una persona. Una mujer.
MANZUR: Mi mujercita…¡Mi centro!
ZULEMA: Navego a la deriva… me arrastra la corriente. Me crees la no-mujer.  Y desde la orilla, sos ese monstruo que me acecha todas las noches… mirando, siempre mirando…Dame mis papeles…
MANZUR: Calmate. Un momento. Escuchame….
ZULEMA: Dame mis papeles!  Devolveme  la identidad!!!
MANZUR: Tranquila,  mamita. Por favor, oíme.

Zulema y Manzur forcejean.

MANZUR: No grites. ¿Me prometes no gritar?  Entonces te suelto. Despacito
ZULEMA: ¡Botero! ¡Botero! ¡¿Sale o no este barquito de mierda?!  

Manzur tira al piso a Zulema y casi se sienta sobre ella.

MANZUR: Te dije que no gritaras. Me ponés nervioso. Me hacés enojar.  Callate o vendrá prefectura. ¿Querés ir en cana? Mirá que los llamo yo. Te meten presa y no te vas. Calmate, te dije. ¿Si?
ZULEMA: Vos vas a ir en cana. Degenerado.  
MANZUR: Quietita.

Manzur le acaricia las piernas sensualmente

MANZUR: Mi amor, Estas piernitas suyas quieren dispararse solas… Serena... Portese bien, ¿si? Se lo pide su papito, su dueño.
 ZULEMA: Soltame. Dejame ir!
MANZUR: Sabe que tiene que quedarse…
ZULEMA: Basta, por favor…
MANZUR: No me haga daño…
ZULEMA: Vos mi hiciste daño.
MANZUR: No…
ZULEMA: Toda la vida.
MANZUR: Así está todo bien…
ZULEMA: Vos estás bien.
MANZUR: Vos también.
ZULEMA: No quiero más.
MANZUR: ¿Quiere cruzar la frontera? ¿Si? ¿Eso quiere?  Contésteme…
ZULEMA: Cruzar y marcharme lejos… al otro lado. Subir hasta ver todo pequeñito. El río como una cinta de plata. Mi país distante… Perdido en las esquinas de la historia. Y vos lejos de mi!

Zulema llora

Manzur le mete la mano entre las piernas

MANZUR: No quiera eso. Usted es mi niñita… ¿No me quiere más? No es eso, ¿verdad? ¿Está celosa?

Manzur sigue acariciándola sensualmente, con mayor intensidad

ZULEMA: Por favor…
MANZUR: ¿Le gusta así?

Cada vez la acaricia con mayor sensualidad

ZULEMA: Dejame. No.
MANZUR: …Yo se que le gusta
ZULEMA: No…
MANZUR: Si, le encanta…
ZULEMA: Hay gente en el muelle
MANZUR: Por eso…
ZULEMA: Esperá.
MANZUR: No.
ZULEMA: Así, no.
MANZUR: …Está oscuro.
ZULEMA: El botero…
MANZUR: No está…
ZULEMA: Lo llamé
MANZUR: Que venga…
ZULEMA: Nos verá.
MANZUR: Mejor…
ZULEMA: Soltame
MANZUR: Mentiras…
ZULEMA: Tengo miedo…
MANZUR: Tenés ganas.
ZULEMA: No…
MANZUR, No me engañes
ZULEMA: Me lastima
MANZUR: Ni te engañes.

Manzur besa las piernas de Zulema desde los tobillos hasta la ingle. Las coloca sobre sus hombros una a cada lado de su rostro.  No deja de meterle la mano entre las piernas

ZULEMA: Me duele
MANZUR: No podemos vivir el uno sin el otro.
ZULEMA: El vendrá.
MANZUR: Contestame. Me deseas
ZULEMA: Me lo prometió.
MANZUR: No le creas. Los forasteros siempre mienten a las hermosas doncellas.
ZULEMA: Vendrá, lo sabés. Y me llevará para siempre de este infierno. Volaré como paloma. Remontaremos este barro y amasaremos una nueva vida. Todo será bueno para mí.
MANZUR: No lo esperes.  
ZULEMA: A las diez, me dijo.
MANZUR: No va a llevarte…
ZULEMA: ¿Qué hora es?
MANZUR: No te conoce como yo…
ZULEMA: ¿Qué hora es?
MANZUR: ¿Gozaste?
ZULEMA: Soltame!

Manzur la toma de los brazos, se coloca sobre ella para copular. Se mueve frotando su pelvis con la de Zulema.

MANZUR: ¿Gozaste?
ZULEMA: ¿No lo viste?
MANZUR: ¿Qué te hizo?
ZULEMA: Estabas escondido debajo de la cama.

Manzur insiste también con el cuerpo.

MANZUR: ¿Qué te hizo?
ZULEMA: No quiero…
MANZUR: Contame, puerquita… ¿Como fue?
ZULEMA: Soltame! Callate! No manches mi recuerdo. ¡Sucio! Es mío. No te pertenece. Aunque me espíes y te masturbes, era Mi cuerpo, Mi piel, Mi sexo. Es solo mío. Todos mis secretos quedan dentro de mí.  Me pertenecen. Absoluta y privadamente míos.
MANZUR: ¡Nuestro!
ZULEMA: Mío.
MANZUR: ¿Te penetró con fuerza como un verdadero macho, o fue suave como un indefinido? No escuché el elástico de la cama. Como si no estuvieran acostados.
ZULEMA: No estábamos acostados. Flotábamos… dentro de un globo… El aire tibio me hacía subir y subir. Era una paloma blanquísima…
MANZUR: Sentí tu respiración. Conozco cuando se te atropellan los suspiros. Te salen cortitos, apenas audibles. El tropel de tu ansiedad busca satisfacción a todos sus deseos. Los sonidos escapan de tu boca, jadeas. ¡Gozabas con él, Putita!
ZULEMA: Como nunca había gozado con vos. Como la dama de noche al salir la luna.
Me penetró suave como un ave que se posa en su nido. Aleteó mis carnes. Era su Diosa, su Reina. Me servía como un esclavo. Me ablandé con su saliva, me lamía y fui desmayándome, de a poco, sobre el colchón. Tenía las piernas abiertas… Pero era una virgen!
MANZUR: … Te sedujo…
ZULEMA: Sabio. Hizo cada una de esas cosas que había soñado que alguien me hiciera alguna vez. Lo soñé desde que comenzaste a meterte en mi cama. Pero nunca fuiste  inteligente, amable, romántico. Derecho al grano. Vos sos el asqueroso, el sucio. Ahora, salí.
MANZUR: No. No te vas sin mí. Angel mío, llevame. Voy con vos. Voy con ustedes.
ZULEMA: Estas loco, verdaderamente. Debe estar por llegar.
MANZUR: No. Zulema, mirame, mirame. Soy yo, tu…
ZULEMA: Callate, No digas nada… Ya basta. Nuestra historia termina así. Yo me voy y vos te quedas con tu infierno y los monstruos que te habitan.  No me tendrás. No me amenazás.  Te quedás y dejas de quebrarme la vida para siempre.

Manzur la besa desesperadamente por todo el cuerpo.

MANZUR: No. Mi vida, no. No me castigues así. Te prometo que voy a cambiar. Será todo distinto. Pero quedate conmigo. En casa.

Zulema intenta esquivar los besos. Forcejea

ZULEMA: Soltáme te digo,  hijo de puta!

La acaricia desesperadamente

MANZUR: Sos mía. Quedate. No te molesto más. Me aparto de tu vida. Desaparezco. Pero no te vayas.
ZULEMA: Aunque no quieras, me voy. Mi vida ya no es la tuya.  Se terminó. Toda esta basura terminó. No hay vuelta atrás.  Esta vez es definitivo.
MANZUR: No, no, no. No hay nada definitivo. Solo es definitivo esto que sentimos. Esta complicidad nuestra que cada día nos ata y nos desata. Lo que hacemos juntos.
ZULEMA: Yo no hago nada con vos. Vos me lo hacés a mi, Desgraciado. Dejame, Manzur, Basta!.  No quiero más con vos. Como pude… Como pudimos! Como pudiste!!! Esta vida me repugna. Me hastiaste. Mi cuerpo me hablaba y estaba sorda. Hasta  mi estómago me lo decía ¡Soltame de una vez! 

Zulema quiere soltarse. Manzur quiere poseerla. Pelean, se golpean. Giran. Ruedan por el piso. El la domina paulatinamente. La desviste desgarrándole las ropas. La arrastra hasta el banco la coloca atravesada. Ella queda con la cabeza hacia atrás, colgada.  Resiste todavía un poco. Finalmente se rinde.  Manzur se le sube encima. La somete sexualmente. Zulema  queda muy quieta. Se entrega. Se rinde.

MANZUR: ¿Como es? ¿Como te penetra, eh?  ¿Te toca así? ¿Están solos? Jadeame como a él, si? Jadeame, mi vida. Eso. Mi Diosa, sos una diosa

Zulema comienza a gozar. Lo que parecía una violación se va transformando en una escena de alto contenido erótico

MANZUR: Cielo mío, te mojas, te mojas toda, así te gusta? Corazón, sos mi reina. Yo tu esclavo. Ves? Mirá lo que te hago… ¿Como querés? Abrite más, si… ¡Mi Vida! ¿La sentís? Si, mi amor, así, así…

Finaliza el coito. Manzur queda con la cabeza sobre el pecho de Zulema.  Ella laxa. Con la mirada hacia el cielo formoseño.

MANZUR ¿Ves que tocamos el cielo con las manos? Esto es lo que nos amarra para siempre.

Manzur le besa los senos.

MANZUR: Tus ojos, mi Amor, tus ojos están plenos de placer…

Manzur le besa el cuello, las manos.

MANZUR: Tu piel es tan suave… Como la de un bebé. Sos una mujer hermosa… Vestite, mi chiquitita,  Se te rompió la ropa… por hacerme enojar… Puede venir alguien. Vestite
ZULEMA: Tengo frío.

Manzur se levanta. Se alza los pantalones. La cubre con su abrigo.

El Botero pregona  a lo lejos la salida del barquito

MANZUR: Cambiate.

Zulema niega con la cabeza

MANZUR: Ya sale.  Apurate.

Zulema niega con la cabeza

MANZUR: Pueden vernos.

Zulema llora muy despacio. Su llanto sube de intensidad.

Hay una pausa larga donde solo se escucha el llantito de Zulema.

Manzur le acaricia el cabello

MANZUR: Bueno, vamos, vamos, cambiate. Ya está. Ya está.
ZULEMA: No puedo…
MANZUR: Si, podés, mi muñequita. Vamos. Arriba.
ZULEMA: No puedo.
MANZUR: Si que podés. Vamos, yo te ayudo.
ZULEMA: No puedo irme, Manzur…
MANZUR: A ver, ponete esto.
ZULEMA: Me quedo, Manzur.
MANZUR: Te vas. Ahora yo quiero que te vayas.
ZULEMA: No puedo dejarte.
MANZUR: Cruzá la frontera. Jugate. Volá. Con él o con otro. Con quien sea. Salí del terruño podrido. Alejate de mi mugre. De la mugre que te dejó tu madre. Escapate del abismo profundo de la perversión. Es real. Todo es verdad.  Volá Palomita.
ZULEMA: No puedo dejarte. Ya crucé la frontera.
MANZUR: Mirá. Aquellas luces son de otro país.  ¿Ves? Allí nadie te conoce. Es un país maravilloso, donde todo es posible. Allá vas, mi vida. Serás la diosa del amor y la pasión. Te amarán. Yo me quedaré con mis recuerdos, con tu imagen rondándome las noches y los días. Esperando que vuelvas. Pero no volverás porque si vuelves moriremos los dos quemados en la hoguera del espanto.

Manzur viste a Zulema con un vestido blanco. Queda vestida con aspecto virginal. Está  inmóvil

ZULEMA: Mis papeles.

Manzur saca del bolsillo de su saco el documento de Zulema. Se lo coloca en la mano

MANZUR: No vuelvas nunca. Olvidate de todo. Olvidate de mí. Es grave. Vi estrellitas en  tus ojos. Titilaban. Tu mirada fija en la mía. Brillabas de placer. Te vi gozar. Tu cuerpo subiendo y bajando… Vi la perversión de tus sentidos… Amor mío. Chiquitita mía.  Perdón. Que el cielo me castigue. Perdón por mancillarte. Hay que salir de este pantano. No te mereces el barro. Sos mi Diosa y te quiero pura y santa.
ZULEMA: No se si  lo amo. Pero es sano. No hay culpas. No hay dolor. Solo esta paz de la conciencia limpia.
MANZUR: Es mayor.
ZULEMA: Por eso me gusta.
MANZUR: Te llevará lejos.
ZULEMA: Más allá de la frontera.
MANZUR: Peinate.

Manzur la peina. Le coloca un adorno en el pelo.

MANZUR: Pintate los labios.

Le pinta los labios.

MANZUR: Así está bien, mi  niña.
ZULEMA: ¿Disfrutaste… papito?
MANZUR: Como siempre, amor mío.
ZULEMA: ¿Te gusto?
MANZUR: Sos tan hermosa. Te parecés a tu madre…
ZULEMA: No la nombres más.
MANZUR: Ella quería verte de blanco, siempre.
ZULEMA: No lo digas…
MANZUR: ¿Como se llama?
ZULEMA: No se.
MANZUR: ¿No tiene nombre?
ZULEMA: No.
MANZUR: No podes irte con alguien sin nombre.
ZULEMA: Siempre es mejor que quedarse.
MANZUR: Sos mi reina.
ZULEMA: No. Soy tu niña.
MANZUR: Mi diosa.
ZULEMA: Ángel y Demonio.
MANZUR: La obra de mi deseo.
ZULEMA: La bestia sacrificada.
MANZUR: Te perdono.
ZULEMA: Ya no me importa.
MANZUR: Te perdono. Está bien que me dejes.
ZULEMA: Es sano.
MANZUR: Es puro.
ZULEMA: Como debe ser.
MANZUR: Como debe ser.

El muelle se llena de silencio

MANZUR: ¿Cómo se llama?
ZULEMA: Andrés
MANZUR: Espero que llegue.
ZULEMA: No, quiero estar sola.
MANZUR: Quiero conocerlo.
ZULEMA: Lo viste anoche.
MANZUR: Te mentí. No estaba debajo de la cama
ZULEMA: Pero me parecio…
MANZUR: No. Me fui. Quería olvidar lo que estabas haciendo…
ZULEMA: Porque dijiste….?
MANZUR: Buscaba la razón. Me golpeaba la cabeza contra la botella.
ZULEMA: No…
MANZUR: Tenía que olvidarte.
ZULEMA: Papito…
MANZUR: Tenía que admitirlo…No sos para mí.
ZULEMA: Soy tuya, de otra manera…
MANZUR: No. Hay que terminar con la mentira, mi vida.
ZULEMA: No digas nada…
MANZUR: Te imaginaba desnuda…
ZULEMA: No…
MANZUR: Mi chiquita…
ZULEMA: No sigas.
MANZUR: Y me obligaba a no pensar… Tenía que desatar el nudo…
ZULEMA: Nunca vamos a desatar ese nudo…
MANZUR: Tenía que cortar la cinta de plata…
ZULEMA: No se puede…
MANZUR: Aceptar la vida como debe ser…
ZULEMA: Cruzamos todas las fronteras, ya
MANZUR: Hay cosas que nunca deben suceder
ZULEMA: Queda un tiempo por venir…
MANZUR: Estamos malditos…
ZULEMA: Todo cambiará.
MANZUR: Y me revolvía en el suelo, con mis monstruos terribles…
ZULEMA: Papito…
MANZUR: No me digas así… Ya no más…
ZULEMA: Papito.
MANZUR: Tomaba y reventaba
ZULEMA: Tengo que volar…
MANZUR: Con eso estuve todo el día
ZULEMA: Volar, como quería mamá…

Vuelve el Botero

BOTERO: ¡Nos vamos! …Cuando digan…
ZULEMA: Un momento.

Zulema le da dinero

ZULEMA: Pago mi precio.
BOTERO: ¿Irá sola?
ZULEMA: Si…
BOTERO: ¿Diez boletos?
ZULEMA: ¿Es lo que cobra, no?
BOTERO: ¿Usted no cruza?

Manzur no contesta. El botero sube al barquito

MANZUR: No te molesto.
ZULEMA: Mejor te vas.
MANZUR: Te miro de lejos.
ZULEMA: No quiero que me veas subir al barco.
MANZUR: No importa.
ZULEMA: Ya. Adiós.
MANZUR. Adiós.

Manzur y Zulema se abrazan como padre e hija

MANZUR: No vuelvas.
ZULEMA: No volveré.

Manzur sale.

Nuevamente, el muelle, es solo silencio.

Andrés se aproxima a Zulema

ZULEMA: Pensé que no vendrías.
ANDRÉS: Te entregó el documento.
ZULEMA: Si.

Zulema entrega el documento a Andrés. El lo lee

ANDRÉS: Zulema Manzur… de origen Árabe?
ZULEMA: Hay muchos por aquí.

Se miran en silencio.

ANDRÉS: ¿Estás lista?
ZULEMA: Si.
ANDRÉS: ¿Ya te despediste de él?
ZULEMA: Si…
ANDRÉS: ¿Sentís pena?
ZULEMA: Se me va a pasar…
ANDRÉS: Cuando conozcas otro mundo, todo esto te parecerá tan pequeño…
ZULEMA: No se… nunca será igual…
ANDRÉS: ¿Subimos?
ZULEMA: ¿Porque volviste aquí?
ANDRÉS: Tal vez buscando un recuerdo de hace veinte años… Pero te encontré a vos…
ZULEMA: Yo no volveré.
ANDRÉS: Yo también pensé lo mismo. Fue el amor de una mujer lo que me trajo… casi tan bella como vos…
ZULEMA: ¿Volviste a verla?
ANDRÉS: No. Me porté muy mal… Le hice un hijo y nunca volví.
ZULEMA: ¿Supiste de ella?
ANDRÉS: No. Fue un amor clandestino… de una sola noche que fue eterna…  Hasta la madrugada… cuando salía el sol, su marido nos descubrió… me persiguió para matarme.  No se como me salvé. Y no volví. Fue por miedo, la cobardía… yo era muy joven…
ZULEMA: ¿Y el niño?
ANDRÉS: Nunca supe si fue varón o mujer… ella me hizo saber que iba a nacer…No le dijo a nadie que ese hijo era mío.  Solo ella y yo…Nunca más la vi…
ZULEMA: Que misterio… Hay  secretos que se clavan en el alma hasta la muerte…
ANDRÉS: Volví ahora buscando un perdón por los errores… Y la vida te puso en mi camino, Zulema… Hermosa… Animalito frágil… Necesitás tanto de mí como yo de vos, Amor mío. Cruzaremos juntos y nunca, nadie más, te hará daño. Mi Diosa, serás mi diosa del amor. Mi reina.
ZULEMA: Llevame lejos, Andrés, lejos de la tristeza de esta tierra de barro y sangre.  Antes de que sea tarde y los recuerdos me sepulten y la basura me amarre. Es casi un deber, alejarme de aquí y de Manzur…
ANDRÉS: Ya nadie te hará daño, Zulema, podes contar conmigo.

Vuelve tímidamente Manzur al muelle

ZULEMA: Para qué volvés. Ya me despedí de vos.
MANZUR: Solo darte este recuerdo que olvidaste.

Manzur le entrega una muñequita de trapo, vieja y sucia

MANZUR: Para que no te olvides de quien sos.  
ZULEMA: Andrés, mi padre.
ANDRÉS: ¿Tu padre?
ZULEMA: Si, que ya se va. Ya nos despedimos.
MANZUR: Se lleva lo más hermoso de mi vida, Andrés. Hagala feliz. Yo  no pude.
ANDRÉS: Manzur?... ¿Ese es su nombre?
MANZUR: Si… Me conoce?
ANDRÉS: Si….No… ¿usted no me recuerda?
MANZUR: No… no lo recuerdo…
ANDRÉS: Nunca se me borran las imágenes del miedo…
MANZUR: No se…de donde?
ANDRÉS: Esther… hace tanto… su mujer…una noche…esa noche ¿recuerda? corrí hasta que pude escapar… ella quedó llorando…

Manzur queda sorprendido. Tarda en reaccionar.

MANZUR: Algo recuerdo… Ella te olvidó en seguida… Quedó conmigo… hasta que murió
ZULEMA: Mamá murió cuando tenía 12 años…
ANDRÉS: Tu madre…
ZULEMA: Si.
ANDRÉS: Tu madre… Esther…
ZULEMA: Si, Andrés, era mi madre… esa muchacha que olvidaste. La que no te hizo volver.
ANDRÉS: Ahora vuelve en vos, Zulema…
MANZUR: A ella no te la llevaste… pero te llevás…a mi hijita

Andrés y Zulema se miran. Advierten el secreto que los une. Casi paralizados caen en la cuenta de lo que hicieron. Hablan sin dejar de mirarse profundamente

ZULEMA: No, Manzur, No me voy…Me quedo con… Manzur.
ANDRÉS: Está bien…
MANZUR: No… ella tiene que irse…Zulema.
ZULEMA: Está bien así.
ANDRÉS. Volviste a ganar…Manzur
MANZUR: Pero debés cruzar la frontera… el país maravilloso… la mugre…los recuerdos…nuestro infierno. Amor mío. No puedo permitirlo.
ZULEMA: Es mejor así… Volvamos a casa…  Adiós… Andrés. Hay  secretos que se clavan en el alma hasta la muerte…
ANDRÉS: Adiós, Zulema…
BOTERO: Salimos…! Cruzamos la frontera!

El botero sale seguido de Andrés

MANZUR: Esa frontera que vemos todos los días… Si no cruzás ahora, no te dejaré cruzarla más. Aunque sea perverso, te haré feliz, amorcito mío.
ZULEMA: Ya está Manzur… Es lo que querías, ¿verdad? El deseo cumplido, ser mi dueño. La mugre te seguirá comiendo la cabeza, y yo seré tu diosa, todas las noches… Era lo que quería Esther… con su secreto clavado en el alma más allá de la muerte… Imaginaremos como me hacen el amor esos hombres que te envidian, esos hombres que ya no tendré, porque los nudos no se desatan jamás… Cada vez serás uno y todos… Yo estaré feliz, ¿sabés? Tu deseo será también el mío… y por fin seré una mujer, la tuya, la única, la eterna… tu virgen sagrada…