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27/7/22

Monólogo de la Estrella,  de Benjamin Gavarre.

 











Monólogo de la Estrella

 

 de Benjamin Gavarre  

 

Personajes 

Voces de actores y actrices 

Voz en off 

Diva 

 

El espacio está dispuesto para representar Los Entremeses de Cervantes. Motivos alusivos. Un telón pintoresco cliché de alguna de las obras del famosos autor: La Guarda Cuidadosa, El Viejo Celoso, etc. Se escucha la voz del traspunte que ruega a los asistentes apagar sus celulares para no interrumpir la función. Se da la primera llamada, como si el traspunte estuviera en éxtasis. La segunda, se da también en éxtasis, pero como si el traspunte estuviera a punto de un orgasmo. La tercera es verdaderamente un momento incómodo.... El traspunte parece haber tenido el orgasmo... De repente la luz de trabajo se enciende y nos damos cuenta de que la obra no comienza. Es una obra de Cervantes, un Entremés que nunca se llevará a cabo. Se oyen voces de pelea, gritos, insultos...  

 

Voces de actores y actrices (Desde bastidores). ― ¡Ya, Diva! ¡Estás borracha!  

Diva. ― (Se escuchan sus alaridos y sus esfuerzos por defenderse) ¡Suéltenme! ¡Pero cómo se atreven! ¡Cómo que no me van a dejar salir! ¡Si yo soy La estrella! ¡El escenario es Mío!  

Voces de actores y actrices (De aquí en adelante Voces). ― Estás borracha. ¡Ya, Patricia!, ¡entiende que nadie te quiere llamar a trabajar! Eres demasiado problemática. ¡No nos arruines la función!  

Diva. ― Yo les voy a hacer el favor de trabajar en su mugroso numerito. Guácatelas. ¡Entremeses de Cervantes! Qué Old Faschion (SIC) ¡Qué falta de consideración con el Arte pos   moderno. ¿Cómo se les ocurre que alguien venga a verlos? Por lo menos, al enterarse de que voy a actuar Yo, vendrá el público a verme a Mí. ¡No me toques! ¡Suéltame! ¡Mi público me espera!  

Voces. ― ¡Ya, Diva, estás loca, ¡estás borracha! ¡Vamos a llamar a la policía, ¡vieja babosa!  

Diva. ― (Sale al escenario y sonríe seductoramente al público) ¡Heme aquí! ¡Mi querido público; ya llegué! (De pronto, al técnico de cabina) ¡y bien? ¿Dónde está mi reflector? (Las luces se apagan por completo) ¡Qué gracia! ¿Qué? ¿No sabes quién soy? ¿Eres nuevo en este negocio, técnico de cuarta? (Se prende un cenital sobre la actriz) Así me gusta, que me respeten. (De pronto el cenital se apaga y otro cenital se prende lejos de donde está la Diva. Ella, corre a ponerse debajo de la nueva luz). Muy gracioso. Estúpido. Muerto de hambre.  Así me gusta, que me respeten. Bien. (La luz se apaga por completo otra vez. La Diva saca una linterna y se ilumina ella sola). A mí todo el mundo me hace los mandados. Mi público adorado: ¡Sé que me extrañaban!...  

Voces. ― Ya mandamos por una ambulancia. Te vamos a mandar al manicomio, ¡vieja loca! Eres Border line, o por lo menos Bi.  

Diva. — No soy Bi... soy. Soy... No soy Bi, soy...  

Voces. — Pinche maniática. No queremos decir bisexual, aunque lo seas, pinche bicicleta.  

Diva. — No soy bicicleta, soy...  

Voces. — ¡BIPOLAR!!!!  

Diva. — Ja, ja.  Qué ocurrentes. Pues sí, mis queridos admiradores. Sabrán que soy... SOY... una estrella. Una estrella se clasifica según el libro de Tomking, o de Tombling, o de Tomphinks… No Importa. Número Uno: Una estrella siempre debe estar como Yo. Al frente del escenario, con el cenital encima.  

Voces. – ¡Ya sáquenla!  

 

Se prende un cenital sobre la Diva. Finalmente tiene un momento de lucimiento estelar, 

tendida como en un diván y con la música de fondo  

 

Diva. — ¿Que si me siento abochornada, confundida, desencantada, sujeta a malestares inidentificables? Sí, debo admitirlo. Y no, no es que necesite a mi psicoanalista. Es más, estoy absolutamente feliz con la idea de no tener roles protagónicos con estos. Yo trabajo sola.  

Voces. — Por eso estás desempleada.  

Diva. — Tres, tres nominaciones a los premios de la academia. Envidia de cientos de mujeres... Y de hombres... Bueno, es un decir.  Yo que he llenado las pantallas con grandes, grandes, grandes acercamientos a mis fabulosos labios. Por favor. Yo no estoy para pedirle favores a nadie. Es más, tengo talento musical, también, se los demuestro, oigan una de mis más recientes y entrañables composiciones: My Fuuuuuuny Valentineeeee, Sweett, sweet... Funnyyy Valentinneeeee... Eso es por el estilo que les parece... Divino, ¿no?... ¿No?... ¡No? ¡Por qué me miran así? Qué pasa. Soy o me parezco. Yo, bueno. Se los diré. Nací Diva. Soy la Diva. La Diva Diva. Bueno, se los diré para que me entiendan. Soy divina, hecha por dios. Soy de Dios. Si no, miren nada más mi... cuerpo. Mis... atributos... Son genuinos, nada de inyecciones, lo juro... Me costaron... años de esfuerzo, de ejercicio...  

Voces. — ¡Estás operada!  

Diva. — Y bueno, qué quieren que les diga. Aquí por lo visto nadie ha leído el Tompkins, mi libro de cabecera, el libro de cabecera de toda actriz que se respete. Veamos lo que dice: (Saca un libro con la portada en blanco) La Estrella, es decir Yo, debe verse encantadora en cualquier momento. Debe mantener, siempre, de manera reservada, su vida privada. No deberá ocultar nada a la Prensa, eso nunca. Deberá quedarse en casa y cuidar su salud. Dejarse ver con frecuencia en los sitios.... No, no, no, no, no: en los lugares selectos, pero públicos. Es así. Deberá ...Ser siempre el centro de atención....  

Voces. — ¡Ya no fastidies! ¡Déjanos trabajar!  

Diva. — Una Diva que se respete no deberá usar nunca el mismo vestido. Deberá ser como yo, así, tal como soy, sin que nunca nadie pueda ni por casualidad aventurarse a saber... sobre el claro y manifiesto misterio que la envuelve... Por eso no tiene nadie mi teléfono, por eso, debemos vivir apartadas en mansiones maravillosas, rodeadas de guardaespaldas imponentes, siempre dispuestos a protegernos, a velar por nuestra integridad... Nuestra belleza...  

No están ustedes para saberlo, pero mis atributos me han costado... mucho esfuerzo. He cosechado mi estado con más que mil lagartijas cotidianas... ¡No van a gritar nada ahora, maleducados?  

Voces. — No, te escuchamos muy interesados, sí como no.  

Diva. — Mis dotes como actriz, pues, ya saben, son invaluables, pero mis atributos, mis piernas, mi traserito lindo, mis bubis...  

Voces. — Todo falso.  

Diva. — Pues están asegurados, en más dinero de lo que estos pobres piojosos universitarios nunca sabrán. Millones de dólares, ¿lo saben?  

Voces. — Estás hecha de silicón.  

Diva. — Ay, estos pelados, han de ser de Filosofía, Je. Como les decía, He trabajado en varios espectáculos. Siempre como la Estrella, claro. Me recordarán, es inútil preguntarles... Yo encarné a la máxima figura del Cine Nacional... En ese entonces me llamaba, no Patricia, no Sara, no María... Aunque Sara me queda bien, como Sara la conocen, Sara... Ah. Sara...   Pues no, yo no era Sara... Era Blanca Estela. Blanca Estela Bernard.  

Voces. — Ahora resulta. La Félix otra vez.  

Diva. — ¡No! Claro, claro, no era así, No era María, aunque brincos diera, la estúpida... Era... Blanca Estela Pavo.... ¿Pavo? ¡Pavo! ¡Qué horror! ¡Cómo alguien puede llamarse Blanca estela Pavo! ¡Qué horror!  

Voces. — Pavón.  

Diva. — Claro: Blanca Estela Pavón, esa sí era yo.  

Voces. — ¡Estás loca!  

Diva. — Y sí, es una máxima: una no debe hacer caso a las voces maldicientes que la tratan de opacar a Una, que es Regia, que es Máxima, que es como si se pudiera decir: ¡La Máxima Maravilla sobre el escenario!  

Voces. — ¡Ya te vas o qué, la obra ya va a comenzar! Estorbas.  

Diva. — Je, je. Mi querido público, les hablaba de Tompinks, o de Tomblns, o de Tompsin. Sí. Mi constitución es Rara Avis, lo saben, ¿no? Soy La Estrella. He trabajado en diversos escenarios y afamados. Soy. Yo Soy…. Qué más puedes pedir. SOY. ¿Eso está claro?  

Voces. — ¡Que te largues!  

Diva. — Je, je. Lo primero que debe hacer Una Diva como yo, es ignorar los comentarios insulsos, abyectos, de gente de baja condición, ¿lo saben? De Desnaturalizados sin fin, de renegados, Neo Hippies, de Resentidos pos… modernos, sin futuro como los que me gritan. Ah, si supieran las bases del Manual de Tompens, en donde yo…. Me he instruido. Yo soy universitaria.  

Voces. — ¡Si comenzaste en el Blanquita! NOSOTROS SÍ ESTUDIAMOS.  

Diva. — Ah, ja, ja, ja, ja, ja.  Qué es esto que quieren presentar a ustedes, dilecto Público, de los Entremeses de Cervantes. Qué Old Fashion, qué antigüedad. CERV... an-tes, qué, se dan cuenta, De Antes…Yo. En cambio. Yo. Soy profesional. He trabajado…  

Voces. — Si eras mesera. Vete al psiquiátrico.  

Diva. — Con Strasberg, Con Sekisano, Con Elia Kazan, con los Fábregas.  

Voces. — Ya estás vieja. ¿Los Fábregas?, ya ni se acuerdan, mejor dí Ocesa, o no sé… en: ¡Zoom! 

Diva. — No, nenes. Con Brecht, que fue mi maestro… Thompinks decía…  

Voces. — ¡Ya ni siquiera sabes qué sigue!  

Diva. — Tom Kings es el manual, por excelencia, por antonomasia  

Voces. — ¿Quéeeee? Te huele el Chóstomo.  

Diva. — Qué Vulgares In Did…. En Fin…. El Manual, dice: “Una estrella de mi fulgurante condición solo puede aceptar protagónicos en grandes, ¡ingentes producciones!"  

Voz sola. — ¡¿Quéee!?  ¿Qué te levantaron en Insurgentes? ¿Y de a cómo mamacita!  

Diva. — Insulsos, estultos, retrogradas, ¡tarambanas! ¿Han Oído ustedes hablar, de alguien tan versátil, tan sin igual, sin referencia, como YOOOOO. Les demuestro: ¡Fuego, fuego, que me quemo, que la cabaña se me abraza, ya dan a mis ojos agua, fuego amigos fuego, agua, agua…! Agua. ¡Agua!!!!!!  

Voces. — Así no es. Conocemos la obra, es de Tirso. El Burlador…  

Diva. — Sí, sí, sí. Sí, síí. Sííííi. Al carajo Tirso de Mola, que no crean que soy una ignorante. 

Voces. — ¡Sí, lo eres! 

Diva. — En Fin. Ya. Bueno. Buhhhhh. Buahhhh. En Fin, mi querido público. Yo Soy. Soy. Algunos me califican como la Diva, Otros...  

Voz, seria, masculina, en off. — Oye, Gustavo, ya salte del escenario  

Diva. — (Desconcertadísima) Qué, perdón, no entiendo.  

Voz en off. — Sí, Gustavo, salte. Ya. Ahora.  

Diva. — Pero…  

Voz en Off. — El público pagó, está ESPERANDO UN ESPECTÁCULO, Y Tú. Estorbas. YA… Salte, Gustavo.  

Diva. — Pero cómo va a ser. Yo, CUT, Filosofía y letras, digo, no, fuchi:  Enat, Veracruzana, las más altas calificaciones en red international socIAtY Progres in the Theatre Performance for the Retro… Pos Retro… Neo Retro, Pos… Cómo va a ser.  

Voz en off. — Así, es Patricia. Lo siento. No es nada personal. Quiero decir, Gustavo. Estás Acabada, Acabado. ¡Salte por favor de la mejor manera o no querrás que las cosas se vayan a Derecho!  

Diva. — ¿Y con el Derecho de quién, retrógradas, estúpidos, imbéciles, descerebrados, estultos…? Todavía soy una actriz sin igual, SOY HERMOSA, SOY SIN IGUAL, SOY, aun con mis miles de años que no voy a revelar, soy eximia, soy egregia, soy incalculable. Imbéciles. ¿Ustedes se atreven a tasarme a Mí? ¿A ponderarme a mí? Ustedes, que ni estudiaron. ¿Se atreven a medir, a juzgar a tan eximia actriz????? No son más que una par… Una parvada de Imbéciles. No se crean. El Público me apoya, ¿verdá, público, verdá, verdá que sí…. Nest-ce pas?  

 

Mucho silencio.  

 

Diva. — Es en francés idiotas, qué, no saben. No SABEN. NO SABEN. En fin, ¡USTEDES NO SABEN NADA! … Nést-ce pas?... ¿No es así?... Yo Sí soy una mujer informada. Sé francés. Y mucho más. Sé. Soy traductora, estúpidos. soy una artista, ¿NO ME ENTIENDEN? !Nooo? Ah, bueno. Pues si no entienden. Pues… ¡Me voy! ¡MEJORES COSAS TENGO QUÉ HACER!!!!!! Abur, idiotas. No saben lo valiosa que soy. NUNCA LO SUPIERON. ¡ABUR!!! ¡Hasta la vista!  

Voz en Off. — Gustavo, Oye. 

DIVA. — ¿Sí?  

Voz en off. — ¡Eres la mejor!  

Diva. — ¡Siempre lo he sabido! Y te equivocas, mucho, Gustavo ya hace mucho que no está. Yo soy… Yo soy… ¡divina!  

 

OSCURO 

 

FIN