8/12/14

LOS LACAYOS LADRONES. LOPE DE RUEDA





LOS LACAYOS LADRONES


Paso muy gracioso, agora nuevamente compuesto por Lope de Rueda. Introdúcense en él
las personas siguientes
MADRIGALEJO, lacayo ladrón.
MOLINA, lacayo.
ALGUACIL.
UN PAJE.
MADRIGALEJO
¡Reñego del gran Taborlán y de todos sus consortes y bien allegados, y de toda la canalla que
rige y gobierna la infernalísima barca del viejo carcomido Carón, que si entre las manos le tomo
ad aquel que semejante palabra y afrenta de la boca se le soltó, si a puros papirotazos no le
convierto el pellejo en pergamino virgen!
MOLINA
Por cierto, ello fue palabra muy mal sonante, señor Madrigalejo.
MADRIGALEJO¿No le paresce a vuestra merced? ¿Cómo es su gracia, señor?
MOLINA
Señor, Molina, para su servicio.
MADRIGALEJO
¿Es bien, señor Molina, que digan de mí semejantes palabras? ¿Hombre era yo que le había
d'escalfar su bolsa? ¿Faltábanme a mí dos pares de reales entre amigos?
MOLINA
¡Por Dios, señor! Yo no creo tal y pésame de que vi que os trataban mal y acudían tantos contra
vos.
MADRIGALEJO
¿De dónde bueno es vuestra merced, señor Molina?
MOLINA
Señor, de Granada.
MADRIGALEJO
Ahí tuve yo una pasión de harto quilate.
MOLINA
¿Y con quién, señor?
MADRIGALEJO
Contra la Justicia, cuando menos.
MOLINA
¿En qué tiempo?
MADRIGALEJO
Agora ha cinco años.
MOLINA
¡Ta, ta, pecador de mí! Ya se me acuerda. En verdad que le hicieron a vuestra merced harto
agravio allí entonces de parte de la Justicia.
MADRIGALEJO
Ya sé dónde va...
MOLINA
Sí, sí, cuando le levantaron a vuestra merced que le habían hallado una noche encima de un
caballete en casa del chantre.
MADRIGALEJOTiene razón, pero ¿qué monta?; que si ellos supieran entonces a qué iba, de aquella hecha me
ponían de la gorja como calabazón en garabato.
MOLINA
Decían que le habían tomado con una antepuerta y con un capote guarnescido de un lacayo del
mismo dueño de la casa.
MADRIGALEJO
Así es la verdad, que, como no pude habelle a las manos para matalle, cogíle, por vengarme, lo
primero que me vino a la mano.
MOLINA
Ya, ya, ya..., y an por eso decía el pregonero: “¡A este hombre por ladrón!”
MADRIGALEJO
¿Vio vuestra merced mejor ánimo de hombre en los días de su vida qu'el que yo llevaba encima
de aquel asno, con ser el verdugo el mayor enemigo que tuve en toda aquella tierra?
MOLINA
Es la verdad.
MADRIGALEJO
Tan encarnizado le vi contra mis espaldas, que dos o tres veces estuve para descabalgar del asno
y no aguardalle más.
MOLINA
¿Pues, por qué no lo hacía, señor?
MADRIGALEJO
¿Por qué diz que no lo hacía? Porque iba atado, pecador de mí.
MOLINA
Yo me espanto cómo no murió de aquella hecha, según llevaba las espaldas.
MADRIGALEJO
¡Cómo en aquesas refriegas se ha visto el pobre de Madrigalejo...!
MOLINA
Es verdad, que ansí lo decían, que otras dos veces le habían dado cien azotes.
MADRIGALEJO
¡Juro a tal qu'es la mayor mentira del mundo y que al bellaco que tal inventó le haga conoscer, de
mi persona a la suya, que miente como un grandísimo tacaño!
MOLINA
¿Pues no le pasó aqueso en Granada?MADRIGALEJO
Es así; y en el Burgo de Osma otra vez. Pero otras dos veces..., el que tal dijere, véngase con
espada y capa; veamos si me lo dice delante. Y el que dijere que me dieron cien azotes también
miente.
MOLINA
¿Cómo, señor, pues lo vimos tantos?
MADRIGALEJO
¿Contaron vuestras mercedes los azotes que me dieron?
MOLINA
¿Para qué se habían de contar?
MADRIGALEJO
Pues dígame agora: veinte y cinco paradas de cuatro en cuatro, ¿Cuántos son?
MOLINA
Ciento.
MADRIGALEJO
Pues, ¡voto a tal!, que no daba vez, vuelta o corcovo con el cuerpo que no le echase al verdugo
un azote de clavo. Mire vuestra merced, si en ciento, si no fueron más de quince de menos.
MOLINA
No hay duda, sino qu'es ansí.
MADRIGALEJO
Pues, ¿cómo se puede decir con verdad que me dieron cien azotes, faltando al pie de veinte?
Tampoco lo qu'el hombre no sufre por su voluntad no se puede llamar afrenta. Comparación:
¿qué se me da a mí que llamen a uno cornudo, si la bellaquería está en su mujer, sin ser él
consentidor?
MOLINA
Tenéis razón.
MADRIGALEJO
Pues, ¿qué afrenta recibo yo que me azoten, si es contra mi voluntad y por fuerza? Mas
disimúlese, que aquel paje viene con el alguacil, y tome aqueste lío y, por otro tal, vuestra
merced me abone y diga que me conosce.
MOLINA
Sí haré, señor; perdé cuidado.
PAJESeñor, aquél de aquel becoquín es el ladrón.
ALGUACIL
¿Qué hacéis aquí, gentilhombre?
MADRIGALEJO
Señor, estoy con este señor, que es compañero y de mi tierra.
ALGUACIL
¿Compañero vuestro es?
MOLINA
Sí, señor.
ALGUACIL
Vosotros ladrones debéis de ser.
MADRIGALEJO
Más ha de tres meses que no lo usamos.
ALGUACIL
Al fin, ¿usábadeslo?
MADRIGALEJO
Vuestra merced lo dice.
ALGUACIL
¿Y de dónde sois?
MADRIGALEJO
¡Di que de Salamanca.¿
MOLINA
De Salamanca somos, señor.
MADRIGALEJO
Hijos somos de vecinos de Salamanca.
ALGUACIL
¿Y a qué venistes aquí?
MADRIGALEJO
¡Di que a ver la tierra.¿
MOLINA
A ver la tierra, señor.MADRIGALEJO
Sí, sí, señor, a ver la tierra.
ALGUACIL
¿De qué vevís?
MADRIGALEJO
Señor, somos oficiales.
ALGUACIL
¿Qué oficio?
MADRIGALEJO
¡Di que sastres.¿
MOLINA
Somos sastres, señor.
MADRIGALEJO
Sí, señor, maestros de tijera somos.
ALGUACIL
¿Jurar lo heis?
MADRIGALEJO
¡Jesús, señor, sí, cierto!
ALGUACIL
¿Que's de unas Horas que sacastes a este mozo de la faltriquera?
MADRIGALEJO
¿Yo Horas? Cáteme vuestra merced...
ALGUACIL
¡Esperá! ¿Qué's esto? ¿Y vos no tenéis orejas?
MADRIGALEJO
Ni las he menester, señor.
ALGUACIL
¿Por qué?
MADRIGALEJO
Porque me las quitaron.ALGUACIL
¿Dónde os las quitaron?
MADRIGALEJO
Señor, en la toma de San Quintín; peleando, de una cuchillada me las quitaron ambas a dos.
ALGUACIL
¿Ambas de una cuchillada?
MADRIGALEJO
Sí, señor, y an cincuenta que tuviera, según andaba la revuelta.
ALGUACIL
Vos maraña traéis.
MADRIGALEJO
No, señor, aquí traigo el testimonio d'ello.
ALGUACIL
Enseñá.
MADRIGALEJO
Tome, señor. ¡Señor Molina, hágame merced de venirse hacia l'Antigua, por que hagamos
partición de aquella bolsa que sangramos a la frutera.¿
ALGUACIL
¿Barbero sois de bolsas? ¡Teneldo bien! Y a esotro mirad lo que lleva debajo la capa.
PAJE
Lío de ropa me paresce.
ALGUACIL
Amuestra acá.
MOLINA
Señor, en mi ánima que no es mío, que éste me lo encomendó.
ALGUACIL
¿Que os lo encomendó? En fin, compañeros sois.
MOLINA
Por mi salud, que no es mi compañero; no lo vi en mi vida, si agora no.
ALGUACIL
Pues, ¿cómo dijistes antes que era vuestro compañero?MOLINA
Señor, por abonallo.
MADRIGALEJO
Señor, en verdad, sí es, y que las mejores piezas que en mi oficio sé, él me las ha enseñado.
ALGUACIL
Yo lo creo; ¿y de qué oficio son las piezas?
MADRIGALEJO
De cortar de tijera, de subir de noche por una pared, aunque no haya candil, y de trastejar, al
mejor sueño del dueño de la casa, y de sacar prendas sin mandamiento, y de otras cosillas así
manuales que pertenescen así para el oficio. Y algunas veces, hacer de un pedacillo de alambre
una llave que hace a cualquier cerradura.
ALGUACIL
¡Buena habilidad es aquésa!
MOLINA
¿Yo? ¡Válate el diablo, ladrón!
MADRIGALEJO
En verdad, señor, la primera vez que me afrentaron en Antequera, él iba delante.
ALGUACIL
Asildos bien. ¿Qué va en este lío? Ganzúas son éstas.
MADRIGALEJO
Señor, él las hace por extremo.
MOLINA
¿Yo? ¡Justicia de Dios!
PAJE
¡Aquésas son mis Horas, señor alguacil!
MADRIGALEJO
Si aquésas son tus Horas, ¿en qué rezaba yo, ratoncillo?
ALGUACIL
¡Rezador está el tiempo! Tirá con ellos, que allá les mostrarán otro oficio.
MADRIGALEJO
¿Y qué oficio?
ALGUACILA remar.
MOLINA
Vamos, que yo daré tal testimonio de mí, que se aclare la verdad.
MADRIGALEJO
Una cosa terná segura, señor Molina, que en azotándole y estando tres o cuatro años en servicio
de Su Majestad en galeras, no terná más que ver la Justicia con él que el rey de Francia. Y esto,
como testigo de vista.
ALGUACIL
¡Andad, andad, tirá delante, no tantas palabras! ¡Estos bellacos tacaños...!
FIN

PAGAR Y NO PAGAR. LOPE DE RUEDA.






PAGAR Y NO PAGAR


Paso muy gracioso, en el cual se introducen las personas siguientes, de Lope de Rueda
BREZANO, hidalgo.
CEBADÓN, simple.
SAMADEL, ladrón.
BREZANO
Ora, ¿no es cosa extraña que a un hidalgo como yo se le haya hecho semejante afrenta y agravio
cual éste? Y es que un casero d'esta mi casa en que vivo, sobre cierto alquiler que le quedé a
deber, me ha enviado a emplazar docientas veces. Yo quiero y tengo determinado de llamar a
Cebadón, mi criado, y dalle los dineros para que se los lleve. ¡Hola, Cebadón, sal acá!CEBADÓN
¡Señor, ah, señor! ¿Llama vuesa merced?
BREZANO
Sí, señor, yo llamo.
CEBADÓN
Luego vi que me llamaba.
BREZANO
¿En qué vio que le llamaba?
CEBADÓN
¿Diz que en qué? En nombrarme por mi nombre.
BREZANO
Ora, ven acá; ¿conosces...?
CEBADÓN
Sí, señor, ya conuezco.
BREZANO
¿Qué conosces?
CEBADÓN
Esotro..., él..., aquéste..., el que dijo vuesa merced.
BREZANO
¿Qué dije?
CEBADÓN
Ya no se m'acuerda.
BREZANO
Dejémonos de burlas. Dime si conosces ad aquel casero d'esta mi casa en que vivo.
CEBADÓN
Sí, señor; muy bien lo conuesco.
BREZANO
¿Dónde vive?
CEBADÓN
Acullá en su casa.BREZANO
¿Dónde está su casa?
CEBADÓN
Mire vuesa merced: eche por esta calle drecha y torne por esotra a mano izquierda y junto la
casa, empar de la casa, al otra casa más arriba está un poyo a la puerta.
BREZANO
No m'entiendes, asno; no te digo sino si conosces al casero de mi casa.
CEBADÓN
Que sí, señor, muy rebién.
BREZANO
¿Dónde mora?
CEBADÓN
Mire vuesa merced: váyase derecho a la iglesia y éntrese por ella, y salga por la puerta de la
iglesia y dé una vuelta al derredor de la iglesia, y deje la iglesia y tome una callejuela junto a la
callejuela empar de la callejuela, la otra callejuela más arriba.
BREZANO
Bien sé que sabes allá...
CEBADÓN
Sí, señor, demasiadamente sé.
BREZANO
¡Sus!, toma estos quince reales y llévaselos; y dile que digo yo que lo ha hecho ruinmente en
enviarme a emplazar tantas veces, y que digo yo que me haga merced de no hacello tan mal
comigo. Y mira que al que se los has de dar ha de tener un parche en el ojo y una pierna
arrastrando; y primero que se los des, te ha de dar una carta de pago.
CEBADÓN
¿Que, primero que le dé yo los dineros, le tengo de dar una carta de pago?
BREZANO
Que no, asno: él a ti.
CEBADÓN
Ya, ya, él a mí. Yo lo haré muy requísimamente.
¡Entra el ladrón.¿
SAMADELSegún soy informado, por aquí ha de venir un mozo con unos dineros que los ha de dar a un
mercader. Yo le tengo de hacer encreyente que soy el mercadante, y cogelle los dineros, que bien
creo que serán buenos para alguna quinolilla. Tata, quiero disimular, que helo aquí do viene.
BREZANO
Mira que lo sepas hacer, diablo.
CEBADÓN
Que yo lo sabré hacer, válame Dios.
SAMADEL
Hola, hermano. ¡Es hora que traigáis esos dineros!
CEBADÓN
¿Es vuesa merced el que los ha de recebir?
SAMADEL
-Y aun el que los había de tener en la bolsa.
CEBADÓN
Pues, señor, díjome mi amo que le diese a vuesa merced y tomase vuesa merced quince reales.
SAMADEL
Sí, quince han de ser; dad acá.
CEBADÓN
Tome. ¡Aguarde vuesa merced!
SAMADEL
¿Qué tengo de aguardar?
CEBADÓN
¿Diz que qué? Las insinias.
SAMADEL
¿Qué insinias?
CEBADÓN
Dijo mi amo que había de tener vuesa merced un parche en el ojo y traer una pierna
arrastrando.
SAMADEL
Así pues, si no es más d'eso, catá aquí el parche.
CEBADÓN
Ávese d'ahí. ¿Diz qu'eso es parche?SAMADEL
Digo que sí es.
CEBADÓN
Digo que no es.
SAMADEL
Digo que lo es, aunque os pese.
CEBADÓN
No quiero pesar, señor. Séalo a mandado de vuesa merced: parche es, válame Dios; son como
traía vuesa merced abajado el sombrerillo, no había visto el parche.
SAMADEL
Ora, ¡sus!, dad acá los dineros.
CEBADÓN
Tome vuesa merced.
SAMADELEchá.
CEBADÓN
Aguarde.
SAMADEL
¿Qué tengo de aguardar?
CEBADÓN
La pierna arrastrando, ¿qué's d'ella?
SAMADEL
¿La pierna? Vesla aquí.
CEBADÓN
Tome vuesa merced los dineros.
SAMADEL
Vengan.
CEBADÓN
Aguarde.
SAMADEL
¡Oh, pecador de mí! ¿Qué quies que aguarde?CEBADÓN
¿Qué tengo de aguardar? La carta de pago.
SAMADEL
Pues vesla aquí. Toma, bobo, qu'en verdad veinte años ha qu'está escrita, y decilde a vuestro amo
que digo yo qu'es un grandísimo bellaco.
CEBADÓN
¿Que le diga yo a mi amo que vuesa merced es un grandísimo bellaco?
SAMADEL
Que no, sino que yo se lo digo a él y que lo ha hecho ruinmente.
CEBADÓN
¡Ta, ta! Eso de ruin le había de decir yo a vuesa merced, que mi amo me dijo que se lo dijese.
Téngalo por recebido.
SAMADEL
Bien está. Vete con Dios.
CEBADÓN
Vaya vuesa merced. Ofrézcole al diabro el parche que lleva, que miedo tengo que no me haya
engañado.
BREZANO
¡Hola, Cebadón! ¿Traes recado?
CEBADÓN
Sí, señor; ya traigo todo recado y la carta de pago y todo negocio viene.
BREZANO
¿Mirástele bien? ¿Viste si tenía parche?
CEBADÓN
Sí, señor; un parchazo tenía tan grande como mi bonete.
BREZANO
¿Vístelo tú?
CEBADÓN
No, señor, mas él dijo que lo traía.
BREZANO
¿Pues así habías de fiar de su palabra?
CEBADÓNSí, señor, sé que no había de infernar ell'otro su alma a truque de un parche ni de quince reales.
BREZANO
Ora, ¡sus!, que tú traerás algún buen recado... Y dime, ¿traía la pierna arrastrando?
CEBADÓN
Sí, señor; luego que le di los dineros arrastró ansina la pierna; mas luego que se fue, iba más
drecho que un pino.
BREZANO
Baste; veamos la carta.
CEBADÓN
Tome, señor.
BREZANO
“Señor hermano...”
CEBADÓN
¿Dice ahí “señor hermano”?
BREZANO
Sí que dice “señor hermano”.
CEBADÓN
Debe ser hermano del que recibió los dineros.
BREZANO
Ansí debe de ser. “Las libras de azafrán...”
CEBADÓN
¿Ahí dice “libras de azafrán”?
BREZANO
Sí, aquí ansina dice.
CEBADÓN
¿”Las libras de azafrán”? Sé que yo no he traído a vuesa merced azafrán.
BREZANO
A mí, no.
CEBADÓN
¿Pues cómo viene el papel enzafranado?
BREZANO¿Tú no ves que te ha engañado, que, por darte carta de pago, te ha dado carta mensajera?
CEBADÓN
¿Carta o qué?
BREZANO
Carta mensajera.
CEBADÓN
Pardiez, si eso es verdad, que la ha hecho muy bellaquísimamente.
BREZANO
¿Qué remedio, señor?
CEBADÓN
Yo diré a vuesa merced qué remedio; que tomemos sendos palos y que vamos callibajo, vuesa
merced primero, yo tras d'él; y si a dicha l'encontramos, cobraremos nuestros dineros; cuando no,
servirme ha de criado estuences.
BREZANO
¿Qué's servirte de criado?
CEBADÓN
¿Qué, señor? Que yo's compezaré a bravear con él, cómo lo hizo de ruin hombre de llevarse
los dineros sin parche, ni pierna arrastrando; y, en esto, vuesa merced descargará con la paliza.
BREZANO
Pues, ¡sus!, vamos.
CEBADÓN
Vamos.
(Vuelve el ladrón.)
SAMADEL
Bien dicen que lo bien ganado se pierde, y lo malo, él y su amo. Esto dígolo porque aquellos
dineros que tomé al simple mozo, los medios se fueron en un resto y los otros se quedaron en un
bodegón. Dícenme que van en busca mía; no tengo otro remedio sino diferenciar la lengua.
BREZANO
Haz que le conozcas bien.
CEBADÓN
Pierda cuidado vuesa merced, que yo le conosceré rebién. Véngase poco a poco tras mí.
BREZANOAnda.
CEBADÓN
¡Señor, señor!
BREZANO
¿Qué?
CEBADÓN
Caza tenemos: el del sombrerito es.
BREZANO
Cata que sea él.
CEBADÓN
Que sí, señor: éste me tomó los dineros.
BREZANO
¡Sus! Háblale.
CEBADÓN
¡Hombre de bien!
SAMADEL
¡La gran bagasa qui us parí!
CEBADÓN
No habla cristianamente, señor.
BREZANOSepamos, pues, en qué lengua habla.
SAMADEL
Iuta drame a roquido dotos los durbeles.
BREZANO
¿Qué dijo?
CEBADÓNQue se los comió de pasteles.
SAMADEL
¡No he fet yo tan gran llegea!
BREZANO
¿Qué's lo que dice?CEBADÓN
Qu'él los pagará aunque se pea.
SAMADEL
¿Qué he de pagar?
CEBADÓN
Los dineros que me quesistes hurtar.
SAMADEL
Tomá una higa para vos, don villano.
CEBADÓN
Pero tomad vos esto, don ladrón tacaño.
BREZANO
¡Eso sí! ¡Dale!
CEBADÓN
¡Aguardá! ¡Aguardá!
FIN DEL PASO 

PASTORELA TÍPICA






PASTORELA TÍPICA




TERESO.- LLAMANDO A LOS MARIACHIS O BANDA A UN SECTOR DEL PÚBLICO

¡Órale mis corifeos
arrímense para acá!
A ver si aquí los señores
nos ayudan a cantar
Yo les ruego a sus mercedes
nos ayudan a cantar
pa' que vian los de allá enfrente
que sabemos resollar
A ver cómo nos tronamos
esa "Feria de las flores"
canción que todos sabemos
recuerdo de hartos amores
EL MARIACHI DICE UNA ESTROFA Y ACOMPAÑA AL PÚBLICO QUE CANTA. DESPUÉS SE DIRIGE A OTRO SECTOR DEL PÚBLICO.
Juímonos pal otro lado
mis maistros de pastorela
a ver si le roncan más
los que están en la cazuela
Yo les ruego a sus mercedes
que no me hagan quedar mal
nos tronamos "El quelite"
así salga bien o mal.
EL MISMO JUEGO DEL MARIACHI CON EL PÚBLICO
y órale pal otro lado
filarmónicos de olor
a ver si acá los señores
nos arresponden mejor
Órale mis ruiseñores
no se dejen opacar
el mero "Cielito lindo"
lo vamos a gorgoriar
MISMO JUEGO CON EL PÚBLICO
A ver mis niños cantores
de la mera capital
vamos a darle macizo
a los de Teotihuacán
Que les parece la "Adela"
que huele a revolución
cantémosla todos juntos
con rete harto corazón
MISMO JUEGO
Yo no sabo a ciencia cierta
quien canta mejor o pior
nos tronamos la "paloma"
y que gane el más mejor.
A ver chilangos queridos
toca a ustedes empezar
ya luego de Teotihuacán
les deberán contestar
y al que le ronque más fuerte
su premio le voy a dar
CANTAN “LA PALOMA” ENTRE TODOS. CAMBIO DE LUCES, TERESO QUEDA AL CENTRO DEL LUGAR, PARA EMPEZAR LA ACCIÓN, EL MARIACHI.
TERESO.- Muy buenas y santas noches
las ténganse sus reverencias
y agárrense de pacencias
pos vamos a comenzar
Si se nos traba el hocico
tengamos su caridad
si en la aición hay trompezadas
pido buena voluntad
Ya que saben...digo voy
no es lo mismo ver los bueyes
desde las trancas sentados
que andar entre los magueyes
con los traseros mojados.
CAMBIO DE TONO
Presento a los personajes
de esta historia singular
desde Chinto el carbonero
hasta Lupe, y su mular
Ahí viene Jesús Martínez
nomás nunca se ha bañado
ya que siendo carbonero
se la vive bien tiznado.
Tracito viene Jacinto
por oficio listonero
se trae loca a la Lupita
porque dice que es muy cuero.
Esta vende florecitas
arrebatadas al campo
más el robo se perdona
por son pa' adorar al santo.
Ora viene Juan Bernal
que vende las aguas claras
es mudito y hace señas
de las buenas y las malas.
Ahí viene la más bonita
de las pastores de aquí
vende canario y jilguero
zinzontles de Jiribí
palomas alcahueteras
y guardas las mensajeras
pal señor de Mapimí
Alto más te estás vedeando
te pasaste del pulmón
en vez de venderlo el viernes
te curaste el corazón
Ahí viene Angelito Rizo
con su borrego de amor
lo jala su tío Narciso
sin oficio y sin labor.
Seguido viene la banda
del maistro Jesús Huitrón
la tuba la toca Chucho
y don Gedobio el trombón
Tocan ópera valseada
y polcas de Campo León
esta música es de viento
pero con harta pasión
ENTRA LA BANDA TOCANDO
Ora vienen los artistas
de más consideración
que se presenten solitos
yo, ya tengo aburrición.
ENTRANDO A CABALLO
ARCÁNGEL.-Soy el arcángel Gabriel
o de las huestes del Señor
mi papel será vencer
el odio, con el amor.
Me acompaña Rafael
enemigo de la mal
es valiente como Uriel
y también le sabe arrear.
Desde lado esta Miguel
también defensor del mal
odia a muerte a Lucifer
ya ver quién puede con él.
ENTRAN SOLEDAD Y JOSÉ CON SU GUITARRA (SON LOS CANTANTES)
SOLEDAD.- (CANTANDO)
Mi nombre es una quejumbre
pues me llamo Soledad,
lo cambio por mansedumbre
ternura soy felicidad
JOSÉ.- (CANTANDO)
y yo me llamo José
que siempre ando en compañía
lo malo que a mí me pasa
que las camino al otro día
LOS DOS.- Somos pastores de arreada
pastores de aquellos campos
que saludamos a ustedes
con nuestros humildes cantos.
ENTRA LA VIEJA
LUPE.- Yo me llamo Guadalupe
su Lupe, la de los campos
ya no ando en los 20 abriles
ni en los cuarenta de mayo,
más pa quererlos a ustedes
y homenajear al creador
me faltan setenta julios
y sus diciembres de amor .
TERESO.- ¡Agárrense sus mercedes!
para el último, lo pior
los demonios colorados
erutándole al calor.
Son más malos que la tiña
más perversos que el poder
enemigos de los cielos:
jSatán! iMolas! Lucifer!
ENTRAN LOS DEMONIOS CON MÚSICA DE AFINADERA
Este es el Molás Corcuera
la falacia hecha mujer
se enreda a los santos reyes
y a los pastores también.
MOLAS.- y también te enredo a ti,
tambuche de mochería
y te lo voy a probar
sea de noche o sea de día.
TERESO.- Esta bola de manteca
de la tienda de Jonás
se traga hasta la mas vieja
con sus nietos y demás.
SATANÁS.- No te mandes chilaquil
apodándome manteca
prefiero las sobras de aire
que tu calaca reseca.
LUCIFER.- Momento, pastor de cirios
caguete de profesión
yo a mí me presento solo
sin ninguna intervención
DULCEMENTE
Yo me llamo Lucy Pérez
y soy el padre de aquel (SEÑALA AL ARCÁNGEL)
me friego a todos los bueyes
y de paso a usted también (SEÑALA AL PÚBLICO)
DURANTE LA PRESENTACIÓN DE LOS DIABLOS HAN IDO SALIENDO LOS PASTORES POCO A POCO. CON EL ÚLTIMO PARLAMENTO DE LUCIFER VAN TOMANDO SUS LUGARES. YA SOLOS, LUCIFER SE SIENTA JUNTO AL INFIERNO MIENTRAS ESCUCHA A MOLAS Y SATANÁS; AL FINAL LLORA A GRITOS.
LUPE.- Ya vámonos pastorcitos
muy lejos de este lugar,
a mí me huele a chamusque
presiento que acabe mal.
POR ÚLTIMO SALEN CHOLE, JOSÉ Y TERESO CON LUPE.
SATANÁS.- ¿Qué te pasa Lucifer,
Príncipe de los diablotes
Por qué sufres como perro
atizado con olotes?
LUCIFER.- Poco te parece, indino,
que el infierno está vacío
y que no se para aquí
ni un cristiano ni un ladino.
SATANÁS.- ¡ Ay! ¿Pos que tendrán los hombres
que siempre están tentaleando
todititos los pecados
y a luego se van quejando?
LUCIFER.- Yo no sé que cosa rara
se sucede en este tiempo,
que los hombres ya no pecan
ni siquiera en pensamiento.
SATANÁS.- No te apures ni te afanes,
gran señor de los infiernos;
ya vendrán tus pecadores
a pagar por tus desmanes
Mira bien lo que te digo;
en la tierra andan de fiesta
celebrando las posadas,
y verás bien retacadas
tus cavernas de indigestos,
de tragones de tamales,
de pambazos y buñuelos,
de empulcados, de quemados,
y de crudos aguahambrientos.
MOLAS.- y de ricos harapientos
y de alcaldes poderosos
que a todos roban gozosos
rete mulas y ambiciosos.
SATANÁS.- y de ricos prestamistas
con re malos sentimientos,
y de sabios egoístas,
y de mochos pa' ser vistos.
MOLAS.- y de viejas de calumnias
y de viejos veleidosos
que se cambian a las novias
como si fueran rebozos.
SATANÁS.- y de viejos haraganes,
y de viejas perezosas.
LUCIFER INTERRUMPE FELIZ
LUCIFER.- Es muy cierto lo que dicen,
mis muy queridos diablotes,
OTRA VEZ TRISTE Y FURIOSO
pero lo cierto y certero,
es que no pasa ni un alma
al reino de lucifero,
ay ,ay ,ay ,ay ,ay ,ay ,ay.
SE ACERCA MOLAS Y LO CONSUELA. SE OYE UN SILBATO DE CARTERO. SALE SATANÁS Y REGRESA CON UNA CARTA.
SATANÁS.- Lucifer, rey y señor,
debo decirte al instante
que un güerito muy galante,
esta carta me entregó.
LUCIFER.- ¿Un güerito?
SATANÁS.- Te lo digo
bucles de oro,
de ángel la cara,
ojo azul en la mirada,
un caballo de papel
y una espada colorada.
LUCIFER.- ¡Basta ya de tus naqueces,
tonterías y vanideces!
¡ Lee la carta que pareces
una chiva con preñeces!
SATANÁS.- No te irsutes, que allá voy.
ABRE LA CARTA Y LEE
Señor don Lucifer
domicilio conocido
infierno, inf"
He de anunciarte malvado,
príncipe de los infiernos
que esta noche ha de nacer,
desde muy humilde origen
el que al diablo ha de vencer
hijo de Dios y la Virgen"
LUCIFER.- (LENTO, MASCANDO LAS PALABRAS)
Hijo de Dios y la Virgen,
que esta noche ha de nacer,
el que a mí me va a vencer,
y de muy humilde origen...
y de muy humilde origen...
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.
Permítanme que me sonría
permítanme que me carcajie,
Satanás atarantado,
que me va a vencer a mí
uno pobre y encuerado
SATANÁS.- Pos así dice la carta
LUCIFER.- Esta carta con perdón,
y con mucho disimulo,
la hago rollito rollito,
y me la meto en...
SATANÁS.-(INTERRUMPIENDO)
No digas tus peladeces '
Lucifer enfurecido,
que esta noche ha de nacer
el que al pecado ha vencido.
LUCIFER.- No digas eso, tarugo,
cabeza de chiquihuite,
¿que tu crees que no tengo armas,
para retener al hombre
siempre esclavo y confundido?
SATANÁS Y MOLAS.- ¿Cuales armas?
LUCIFER.- ¿Quién aguanta la riqueza
que los pone así de inflados,
y los vuela más alzados
que si fueran papalotes?
SATANÁS Y MOLAS.- Yo crio que naiden.
LUCIFER.- ¿ y quién, dime, se resiste
a la gula, a la pereza
a todita la flaqueza
de la humana condición?
SATANÁS Y MOLAS.- Yo crio que naiden.
LUCIFER.- ¿Qué dicen del egoísmo
que hunde al hombre en el abismo
de perpetua soledad?
SATANÁS Y MOLAS.- Yo crio que naiden.
LUCIFER.- ¿Quién aguanta la lujuria
que es la hija de la furia
y la muerte del amor?
¿ y la envidia, y los horrores
de la ira y la violencia
de los hombres que se odian
con las armas de la ciencia
como los yerros paganos,
cual si no fueran hermanos?
¿Quién aguanta estas caricias
de mis armas disfrazadas,
de las humanas delicias?
SE ESCUCHA A LO LEJOS EL CANTO DE LOS PASTORES
SATANÁS.- Un momento, Lucifer,
oigo voces a lo lejos,
¿no será que se encaminan
en rebaño los pastores
a buscar lo que ilumina,
remedio de sus dolores?
MOLAS.- Ya se van para Belem,
toditos los pastorcitos
y las pastoras también.
LUCIFER.- Pos guangos me vienen ellos
y los que vengan atrás,
pos me sobran maleficios
pa ‘ fregarme a los demás.
¡A buscar las tentaciones
y los disfraces también!
¡Para ver quién es quien gana
yo mesmo, o el de Belem!
GRITA.  LLAMAN
¡ Ira, gula, soberbia,
afílense de los dientes
pa ‘ acabar de un friegadazo
con toditos los durmientes!
SALEN LOS DIABLOS. AL MISMO TIEMPO Q QUE ENTRAN POR OTRO LADO
LOS PASTORES CANTANDO MUY SUAVE Y LENTO. SU ENTRADA ES SOLEMNE
AL LLEGAR A SU LUGAR HACEN UNA FOGATA Y FORMAN CUADRO PLÁSTICO.
SOLEDAD.-(CANTANDO)
Vamos pastorcitos
vamos a Belem,
a ver a la Virgen
y al niño también
CORO.- REPITE
AD.- Dicen que es muy pobre,
muy lindo también
trae su cargamento
de amor y de bien.
CORO.- REPITE “VAMOS PASTORCITOS...”.
SOLEDAD.- Tiene rizos de oro
ojos verde mar .
Son riza de un ángel,
boca de coral.
CORO.- REPITE “VAMOS PASTORCITOS...
SOLEDAD.- Viene a dar al mundo
modo de ir con bien,
con su amor profundo
y perdón también.
CORO.- “REPITE VAMOS PASTORCITOS...
SOLEDAD.- Él trae el remedio
con la condición,
de querer a todos
y sin presunción.
CORO.- REPITE, VAMOS PASTORCITOS, ETC.
SIN DEJAR DE CANTAR HAN IDO TOMANDO SUS LUGARES AL REDEDOR DE LA
FOGATA.
LUPE.- Ya descansen, mis pastores,
pastores del corazón
y que el manto de los cielos
proteja sus mansos sueños,
nuestra fe y nuestra razón.
Que proteja nuestra fe,
y ampare nuestra razón
de enamorada apariencia.
Enamorados de amor
y de toda su belleza
enamorados de Dios
y de toda su grandeza.
Sépanse mis pastorcitos
antes de dejarse al sueño
que la vereda está llena
de tentaciones sin dueño;
más si queremos vivir
con amor y caridad
las tentaciones huid
con valor y castidad.
y ahora, a dormir, pastores,
que la noche está serena
y serenas sus estrellas
y alabado sea el Señor
y alabada su esperanza.
SOLEDAD, JOSÉ Y GABRIEL.- CANTANDO A DISTINTAS VOCES.
Alabado sea el Señor
y alabada su esperanza.
LUPE.- Alabada sea la noche
y alabados sus luceros.
CANTANTES.- Alabados sean tus ojos
pa' que yo me mire en ellos.
LUPE.- Alabados sea los aires
y alabadas las montañas.
CANTANTES.- Alabados sean tus sueños
pa' que yo sueñe con ellos.
LUPE.- Alabado sea el Señor.
CANTANTES.- Alabada su esperanza.
LUPE.- Alabado sea el amor.
CANTANTES.- y alabada su templanza.
TODOS SE VAN QUEDANDO DORMIDOS. ENTRAN LOS DIABLOS VESTIDOS DE VIEJAS GORDAS TAMALERAS. CON SUS VIANDAS EN GRANDES CANASTAS Y SE INSTALAN SIGILOSAMENTE CERCA DE LOS PASTORES. ENTRAN CANTANDO NARANJA DULCE.
LUCIFER.- ¿ Trujites los tamalitos?
GRITA ¡Godoleba!
¿Que si trujites los tamalitos.
SATANÁS.- No estoy sorda, si los truje
LUCIFER.- Se dice traje, no truje.
SATANÁS.- Traje es el que traes de facha (RÍE)
LUCIFER.- ¡Cállate, cara de nacha,
tontita de la sazón!
¿No ves que si nos descubren
nos friegan la tentación?
LOS PASTORES SE APROXIMAN
MOLAS.- (SACANDO DE SU CANASTA)
Mire, doña Rosalía
aquí está su pulmoncito
curadito de limón,
y aquí están los itacates
repletos de colación.
También traigo pambazitos
y cúchiles de a tostón,
y tortillas de ajolotes
repletos de requesón.
LUCIFER.- ¡ Ay que cosas deliciosas!
¡Maravillas del fogón!
¿ y de antojos, que trujiste?
amada del corazón.
MOLAS.- Pos ora verá, doña Rosalía
traje atole de frambuesa
tamales de pollo macho
y tostadas de panzón.
LUCIFER.-¡ Ay chulita, que dulzura!
Ya me ruge el paladar
y dime, de dulces, linda,
¿qué cosa me vas a dar?
LOS PASTORES MERODEAN HAMBRIENTOS
SATANÁS.- Ya sabe linda señora,
tan preciosa y distinguida,
que es cosa ya bien sabida
que en dulces, yo soy canora.
Traigo cajeta de elote,
un ate de chupamirto,
chongotes de membrillate
y un ate de sarampión.
LUCIFER.- Ya estoy loca, loca, loca,
dame, dame, todo quiero.
LOS PASTORES SE RELAMEN MIENTRAS QUE LOS DIABLOS COMEN.
LUPE.- Buenas noches, lindas niñas,
muñecas de la región.
DIABLOS.- EN CORO
Buenas noches, vieja chula,
preciosura, corazón.
LUPE.- Con licencia y con perdón
yo quisiera que me dieran
pa' mis pobres pastorcitos
un poquito del que sobre,
pos están muy hambriaditos.
LUCIFER.- Como no; ángel de amor
imas con una condición,
que se vengan a comer
a mi casa su ración!
LUPE.- Es que vamos de pasada
vamos todos a Belem
queremos ver a la Virgen
y ver al niño también.
LOS DIABLOS HACEN CRUZ DE DIABLO.
SATANÁS.- No seas boba, vieja linda,
te vieron cara de tonta.
LUPE.- ENOJADA
No's cierto, no soy la tonta
me lo dijeron los cielos.
LUCIFER.- Cuales cielos, ni que cielos,
olvídense de Belem,
vengan a tragar atole
y champurrado también
PASTORES.- Queremos tomar atole
queremos tomar café
LUPE.- ¡No se acerquen ignorantes
que a lo mejor es engaño
recuerden que la flaqueza
no conduce más que al daño.
LUCIFER.- ¡Qué daño les puede hacer
vieja tan latosa y necia,
si les doy bien de comer
orita que el hambre arrecia!
PASTORES.- Queremos tragar pinole
queremos la colación,
queremos harto pozole,
queremos la libación.
LUPE.- Pos si les truena la gana
Vaya a llenar el buche,
más me-late que es engaño -
y que pierde el que no luche.
PASTORES.- Queremos comer tamales,
queremos...
MIENTRAS LOS PASTORES SE LANZAN CONTRA LA COMIDA LA FELICIDAD DE
LOS DIABLO ENTRA GABRIEL A CABALLO, ANUNCIADO POR TROMPETAS, LOS
PASTORES SE QUEDAN PARALIZADOS.
GABRIEL.- ¡Un momento, mis pastores,
pastoras... y lo demás!
que estas son las tentaciones
del ímprobo Satanás!
LUCIFER.- ¡Mentiroso! ¡Deslenguado!
Somos unas gentes buenas
que se sientan a tragar
y socorren a pastores
cansados de caminar.
GABRIEL.- No mientas, Satán, no mientas
pedazo de comején
y deja que los pastores
hacia el portal de Belem
encaminen sus amores.
LUCIFER.- CAMBIANDO EL TONO
¿ y tu quién eres guerejo
con tus bucles de estropajo
pa' meterte en mis problemas?
¡Vete mucho p'al
GABRIEL.- LO INTERRUMPE.
¡Calla tu trompa pelada!
Que aunque disfrazada estés
de una vieja bodegona
no eres mas que el diablo mismo
fingiéndote la tragona
LUCIFER.- Vanodino, calumnioso,
como grabas a mis naguas
arguyendo, veleidoso,
sólo les doy pa' sus aguas.
GABRIEL.- ¡Que respeto he de sentir
por tus falacias, malvado,
más te vas a arrepentir
y lárgate, condenado!
LUCIFER.- Huy, huy, huy, qué miedo tengo,
mira nomás como tiemblo,
nomás pégame alevoso,
y verás que te recibo
con el aire más ventoso.
LE AVIENTA UNA TROMPETILLA
GABRIEL.- Cada quién avienta voces
por donde le casque el buche
y aunque me tires de coces
no evitas que desembuche.
Revisen bien mis pastores,
es cierto lo que les hablo,
hallarán cola de diablo
debajo de sus castores.
LUPE.-CORRE Y SACA LA COLA DEBAJO DE LAS FALDAS DE LUCIFER.
¡Ay canijo destemplado!
Mira nomás lo que escondes.
LUCIFER.- No me agarre, que no es cola,
que es refajo de mi falda.
LUPE.- Si es refajo lo veremos
y si no, pa que le cuento,
la paliza que le demos
por engaño y descontento.
CORRE CON LA COLA QUE SE ESTIRA Y LA MUERDE. LUCIFER GRITA Y BRINCA SOBRE SATANÁS , QUE LO CACHA: SE LANZAN SOBRE LA VIEJA Y LE PEGAN MIENTRAS LOS PASTORES VEN Y REZAN.
PASTORES.- Diablo en ti
Dios en mí,
La sangre de Cristo
me libre de ti.
LO REPITEN VARIAS VECES MIENTRAS LOS DIABLOS SALEN CORRIENDO
LUPE.- Sigan rezando, pastores,
que al cabo yo soy su guey
toditos nomás gimiendo
ya mí me pegan de a ley.
A LOS DIABLOS
¡ Alevosos, traicioneros, baquetones!
GABRIEL.- No te enojes, buena vieja,
la cólera está vedada
y aunque crean que eres... taruga
como cristiana...¡callada!
y más vale una oración
en tiempos de tempestades
que toditita la aisión
del odio y sus necedades.
LUPE.- Pos sí, Güerito del cielo
güerito de las virtudes
verdades dice tu boca
más si no muerdo la cola
y defiendo pastorcitos,
me voy al infierno sola
y me friegan los diablitos.
GABRIEL.- No temas, virtud, no temas,
que sólo Judas temió
ya los infiernos no entran
aquellos que tienen fe.
y tampoco ahí entrarán
aquellos con esperanza
que peregrinos de amor
le ceden a Dios su fianza.
¡Y ahora, a seguir, pastores,
la ruta de los corderos
la ruta de los amores
que arrebañados y alegres
caminan hacia los cielos.
SALE GABRIEL CON EL TOQUE DE TROMPETAS.
LUPE.- Ora, pastores rogones
recojan sus pertenencias
sin miedo a las tentaciones
y con las armas de Dios
que son la fe y la esperanza
rociados de caridad
iremos por los caminos
henchidos de la confianza
de amor y felicidad.
y ya se me van moviendo
y se alejan del calor,
¿Que no ven que se hace tarde
para alabar al Creador?
y además, vamos cantando
y al que no cante le pase
lo que a Gestas sucedió
que por no abrir el hocico
ya nunca jamás habló.
San Dimas, le dijo a Gestas:
"Qué...chifladeras...son estas”
EMPIEZA LA SEGUNDA CAMINATA DE LOS PASTORES TODOS CANTAN Y BAILAN.
SOLEDAD Y PASTORES.-CANTANDO
Vámonos, vámonos, vámonos
a la cabaña pastores,
que ahí veremos nacer
al Niño Dios entre flores.
Fuímonos, fuímonos, fuímonos,
de males y tentaciones,
fuímonos, fuímonos, fuímonos,
huyendo de las pasiones.
Vámonos, vámonos, vámonos
Atravezando zarzales
vámonos, vámonos, vámonos
líbrenos Dios de los males.
Fuímonos, fuímonos, fuímonos
vamos que ya esta ahí Belem
vamos a ver al niñito,
a José y María también.
LOS PASTORES SE ACOMODAN NUEVAMENTE Y HACEN OTRA FOGATA.
LUPE.- Yo le pido don Tereso
un pequeño gran favor,
que se traiga algunos leños
para atizar el calor.
Más cuidado con trompiezos
y tentaciones de amor
pos entre amor y deseo
el segundo trai dolor .
TERESO.- Descuide, santa Lupita,
no soy hombre de calor
le aseguro a usted los leños
pos soy mucho pundonor .
TERESO SE APARTA DE LOS DEMÁS HACIA EL CENTRO DEL PATIO Y VA SIGUIENDO LA ACCIÓN DEL CORRIDO QUE CANTAN SOLEDAD Y JOSÉ MIENTRAS LOS DEMÁS SE DUERMEN.
CANTORES.-Voy a contarles señores
lo que a Tereso pasó
que en vez de un cargo de leña
el sueño se lo atacó
Quiso vencer la pereza
ya san Santiago rezó,
el santo no le hizo caso
y el sueño se lo quebró
Se iracundió con Santiago
y al santo niño rezó
más como este no ha nacido
ni de palabra lo oyó...
Tendió su cama de piedra
y su jorongo almohadió
tapose con colcha de aire
y al sueño se abandonó
Soñó con lindas princesas
pintadas de Metepec,
y otras güeras de Sayula
que le hacían cuecuerecue.
Esta es la historia señores
de hombre lleno de penuria
al que mandaron por leños
y lo fregó la lujuria.
TERESO QUEDA DORMIDO AL CENTRO DEL PATIO Y ENTRA LUCIFER DISFRAZADO DE LUJURIA. LO RODEA Y FINGE LA VOZ, DA PATADITAS PARA DESPERTARLO.
LUCIFER.- Ay pero que lindo prieto
aquí me vine a encontrar
deberá venir conmigo
para poder vacilar .
TERESO.- ABRE LOS OJOS Y SE DIRIGE AL PÚBLICO SIN VER A LUCIFER QUE ESTÁ A SUS ESPALDAS.
Qué lindo voz he joyido
cuál murmullo celestial
seguro que he soñado
que me vino a despertar
.una güera muy hermosa
de mi. amor su manantial.
LUCIFER.- No soñabas bello efebo
Principote del mezcal
Ven conmigo, luego luegbo
Para darte tu mais con cal
TERESO.- BRINCA DE SUSTO AL VER A LUCIFER
Qu’én eres linda criatura
Pitafio del firmamento
Qu’én eres tú mi hermosura,
que me atasco de contento.
LUCIFER.- Más contento vas a estar
cuando sepas del amor
y con todo mi calor (RUGE)
un beso te voy a dar.
TERESO.- ¿Un beso?
Yo no saber que es un beso.
LUCIFER.- Un ósculo, te diré.
TERESO.- Si es albur, mejor me voy.
LUCIFER.- Me muero por tus huesitos
Teresito, mi pasión
por todos tus pedacitos,
gordito del corazón.
Soy una mujer liviana
sólo busco tu placer
yo soy tu amiga, Tereso,
ya no me hagas padecer .
TERESO.- ¿Cómo puede usted decirme
que se muere de pasión
si apenas hace un momento
yo estaba de dormilón?
LUCIFER.- Solo con verte, muñeco,
muñeco de sololoy
comencé a sufrir de amores
por tus carnitas de olor.
TERESO.- No se me acerque tantote
que algo me huele muy mal
no me apriete del cogote
cual si fuera vil tamal.
LUCIFER.- ¿No que tanto me querías
estuche de mal olor?
TERESO.- Ay, no güerita del cielo
no desprecies este amor.
ENTRAN SOLEDAD Y JOSÉ BUSCANDO A TERESO. LUCIFER SE ESCONDE ARRASTRANDO A TERESO MIENTRAS PASAN. CUANDO HAN DESAPARECIDO, LUCIFER JALA A TERESO NUEVAMENTE A ESCENA.
LUCIFER.- Ven acá, mi Teresito,
pa' que te enseñe a querer
pa' que te cante solito
mi arpa al amanecer.
Ven conmigo a mi cabaña
no está muy lejos de aquí,
y mi cama, que te extraña,
y una manta para tí.
TERESO ESTÁ A PUNTO DE SEGUIR A LUCIFER, CUANDO APARECE GABRIEL EN
LO ALTO DE LA TORRE.
GABRIEL.- Detente, pastor, detente,
no caigas en tentación
sigue buscando tus leños
sin ir a la perdición.
¿ No te das cuenta Tereso
que esta malvada mujer
disfrazada de lujuria
no es otra que Lucifer?
Que no te atrape su encanto .
no dejes tu castidad
lo puedes pagar con llanto
perdiendo la eternidad.
LUCIFER.- ¡Quién es esa señorita
que llamas eternidad!
¡Y tampoco sé de la otra
su hermana, la castidad!
GABRIEL.- Calla tu trompa pelada
y regrésate al abismo
no eres más que el diablo mismo
de lujuria disfrazada
LUCIFER.- Tu que sabes de lujuria
ricitos de colación
nomás baja si eres hombre
para darte tu quemón.
GABRIEL.- No me junto con mentira
y desoigo tu maldad;
vete mucho a los infiernos
o alguna otra vecindad.
LUCIFER.- FURIOSO
Por un ratito me voy
y ahí solito te dejo
no agarraste a tu tarugo
ni tampoco a tu ...
GABRIEL LO CALLA CON UN GRITO. SALE CORRIENDO LUCIFER Y A UN ADEMÁN DE GABRIEL ENTRAN TODOS LOS PASTORES QUE SIGUEN BUSCANDO A TERESO. SOLEDAD LO JALA DE LAS OREJAS HASTA DONDE ESTÁ LUPE.
LUPE.- ¿Qué te ha pasado, Tereso
te perdites en el llano?
TERESO.- Yo no sabo mi Lupita
soy de gran debilidad
el señor llamado sueño
trompezó mi voluntad.
Cuado estaba resollando
en cosas del corazón
se apareció una princesa
provocando comezón.
y estando en el regocijo
de ilusiones pasajeras ,
llegó el santo san grabiel
y que me tumba a mi guera
LUPE.- Bendito sea san Gabriel
que te libró de estos males
y que el niño de Belem
nos ampare a los mortales.
y ustedes mis pastorcitos
desdamorriñen el sueño
y vamos hacia Belem
en busca de nuestro sueño,
que las estrellas nos guíen
por las veredas de té
y no pierdamos la senda
que nos conduzca hacia él.
SE LEVANTAN LOS PASTORES CARGAN SUS COSAS Y EMPIEZAN NUEVAMENTE LA PEREGRINACIÓN HACIA BELEM.
SOLEDAD.- CANTANDO
Más arriba de los cielos
el padre tiene un tiestón
porque nos regala un niño
hijo de su corazón
EL CORO REPITE
SOLEDAD.- El niño que nace es pobre
y pobres sus padres son,
pobrecito es el pesebre
y rico su corazón.
CORO REPITE
SOLEDAD.- Humilde es también el niño
y humilde su condición
humildes los peregrinos
más llenos de bendición.
EL CORO REPITE.
SOLEDAD.- El que quiera ser de amores
tendrá que venir de amor
y amar a todos los seres
con perdón y comprensión.
CORO REPITE
SOLEDAD.- La Virgen quiere un pozole
por el frío y el vendaval
el niño prefiere atole
y el casto José un tamal.
ENTRAN LOS DIABLOS LUCIFER VESTIDO DE RIQUEZA Y LOS OTROS DE SUS CRIADAS. Y CON LA MISMA TONADA CANTAN.
DIABLOS.- Yo tengo todo en el mundo
belleza y oro también
se me llama la riqueza
placer y poder también.
larala, laralarala,
larala, laralarala,
larala, laralarala
larala, laralaraaaaaaa
LUPE.- ¡ Ay, miren nomás que cosas
nos manda nuestro señor!
¿Será reina de las rosas
o primavera de amor?
LUCIFER.- Gracias, gracias, mamacita, gracias. Huuuummm
LUPE.- ¡Qué bucles, qué telas lindas
qué joyas, qué brocadotes!
y cual si esto fuera poco
¡ Miren nomás los ojotes!
LUCIFER.- Gracias, gracias, mamacita, gracias, huuummm
LUPE.- Dime quién eres, señora,
¿serás acaso del cielo?
Porque eres una lindura
desde los pieces al cielo.
LUCIFER.- Dulcísima viejecita
mi nombre lo mientan todos,
Pedro todos me lo envían,
¡Soy la riqueza!
LUPE.- ¿La riqueza?
LUCIFER.- ¡Si chulita, la riqueza!
La que se lo puede todo
Y a la que hacen los mandados
toditos los agachados.
LUPE.- ¿ y como hicites, chulada
para atascarte de todos
los oropeles del mundo
sin apenar a las gentes
y sin mañas indecentes?!
LUCIFER.- Ancianita, aunque no te cuadre...
LUPE.- INTERRUMPIÉNDOLA
¿Ancianita?...Tu madre.
LUCIFER.- RECOMPONIÉNDOSE
Ven acá, chulita buena
que te lo voy a decir,
para que en vez de pobreza
tu te arrepletes el buche
con toditas las riquezas
Acércate, ten confianza
comoda tus sentaderas,
por tus oídos harto busos
pa' secretos de a deveras,
Mira; por en tu mente la idea
que vas a vencer a todos
ya lograr con tu riqueza
el poder hasta los codos.
No quieras la humanida:
úsala en tu beneficio
chupa de todos lo más
y que te saquen lo menos.
No te importen las penurias
ni las miserias ajenas;
no te importe que se mueran
las gentes en tu servicio;
será un muertito más
y en ti una carguita menos.
No te desprendas de nada
y mándate a los gorrones
a pedirle a la triznada...
LUPE.- ¡Ay Jesús, que deslenguada!
MOLAS.- Con tus poderes verás
a todos los lambiscones
SATANÁS.- Lambiéndote los faldones
por el oro que no das.
LUCIFER.- Eso sí, debo decirte
que con sedas y almidones
ve a fingir tus devociones
pa' que todo el mundo admire
en ti, no sólo riqueza,
sino también la pureza
de tus rectas, ji, ji, ji, intenciones.
MOLAS.- Con oro se compra todo
lo que tu gana te pida
SATANÁS.- desde palacios dorados
hasta rica orfebrería.
LUCIFER.- Con oro compras honor
y cajas de terciopelo
y medallas de señor
aunque les tomes el pelo.
LUPE.- y dime, bella engañosa
¿con qué compras el amor
de un niño por una rosa?
LUCIFER.- Pos ...no sé
LUPE.- ¿Con qué compras la amistad
de los cariños sinceros
de amigos tan verdaderos
a pesar de tus defeitos?
DIABLOS.- Pos no sé.
LUPE.- ¿Con qué compras el amor
del aire que te acaricia
y del sol que te calienta,
y de los mares la brisa?
DIABLOS.- Pos... no sé.
LUPE.- ¿Con qué compras el querer
a toditos tus hermanos?
¿Con qué compras comprender
sin ni siquera entender?
¿Con qué compras, infeliz,
amor a la humanidad
que Dios nos regala a todos
inundados de verdad?
DIABLOS.- Pos ...no sé.
LUPE.- Prefiero seguir hambrienta
miserable, despojada,
taciturna y macilenta
que vivir esclavizada
enojada y opulenta.
prefiero morir descalza
de los oros de este mundo
que vivir acongojada
por cosas que ni alma tienen
y que a los hombres confundes
en sus caminos de amor.
LOS DIABLOS SE LANZAN CONTRA LUPE, ENTRA GABRIEL LENTO DESMONTA DE SU CABALLO. TERESO Y SOLEDAD ENCABEZAN A LOS PASTORES PARA COMBATIR A LOS DIABLOS.
GABRIEL.- ¡Ya viste, Satán, ya viste,
como tu engaño tan fiero
no tiene el amplio poder
que creíbas tenía el dinero!
¡Ya viste que tus falacias
perdieron con la más pobre
sin más armas que la fe,
y la gracia del Señor .
LUCIFER.- Si tú crees que me has vencido
nomás cálmate un ratito:
a esta vieja yo la friego,
esperándote un poquito.
GABRIEL.- ¡ Déjate de friegadazos, "
Lucifer de los infiernos!
¡Rafáil, quítale el disfraz
y aviéntalo a los avernos!
EL ARCÁNGEL RAFAEL Y LOS OTROS LE QUITAN EL DISFRAZ MIENTRAS QUE
LOS OTROS DIABLOS HUYEN.
LUCIFER.- ¡Maldito sias y maldito
güerito de papalote!
¡Están todos contra mí
y yo todito solote!
GABRIEL.- No creas que te tengo miedo,
falás y traidor menguado,
con un puritito dedo,
te juego y te vas de lado.
LO AGARRA DEL COGOTE, LO TIRA A SUS PIES.
LUCIFER.- Déjame el cogote sano
aunque sea pa resollar.
GABRIEL.- Nomás el aire te dejo
por no faltarle a las leyes.
Pero al infierno te vas
a sentarte en los magueyes
LUCIFER SE ARRASTRA MIENTRAS QUE GABRIEL LO PISA.
LUCIFER.- ¡Vencites, Grabiel, vencites,
guarda tu vidriante espada!
jOra si ya me...torcites...
vete mucho a la
PASTORES.-INTERRUMPIENDO
Jesús, Jesús, Jesús,
que friegen al diablo
y que venga Jesús,
Diablo en ti,
Dios en mí"
la sangre de Cristo
me libre de ti.
MIENTRAS LUCIFER SE ESCURRE ENTRE LOS PIES DE LOS PASTORES HACIA EL INFIERNO.
GABRIEL.- Pastores del mundo entero
creyentes o confundidos,
agárrense de las manos
y también del corazón;
pues todos somos hermanos
y de una familia sola
que a todos así arrebaña
un sólo y muy buen pastor
cuya arma es muy poderosa
y esa arma se llama amor.
No teman ya tentaciones
no teman ya más dolor
y sigan la santa estrella
con fe esperanza y amor.
Mirad como desde oriente
vienen tres reyes hermosos,
para ofrecer al Señor,
los tesoros más preciosos.
APARECEN LOS REYES EN LO MÁS ALTO DEL PATIO. LUZ EN TODAS LAS AZOTEAS CON PASTORES EN TODOS LOS NIVELES.
Sigan, reyes a su fe,
ya la estrella luminosa
y ella los llevará airosa
a los portales de amor.
SE DIRIGE A TODOS.
Ya los cielos me anunciaron
que el niño nacido ha;
alegren sus corazones
y entonando sus canciones
cantemos felicidad.
SOLEDAD.- CANTANDO
Rómpanse los cielos
ábrase la gloria
gloria a todo el mundo
la feliz victoria.
EN ESE MOMENTO SE DESCUBRE EL NACIMIENTO Y TODO SE VUELVE LUMINOSO.
GABRIEL.- Niño hermoso, niño Dios,
de los mortales consuelo,
aquí tienes a tu grey
que venciendo tentaciones
te brindan sus oraciones
y reconocen tu ley.
Ellos vienen fatigados
de las veredas del mundo
y en busca de tu presencia,
te regalan su conciencia
y también su corazón;
te ofrecen sus pertenencias
como símbolo de amor;
recíbelos niño hermoso
como ejemplo de fervor .
LOS PASTORES RODEAN EL NACIMIENTO Y SE ADELANTAN SEGÚN SON NOMBRADOS.
LUPE.- El nombre de esta es Inés
es muy pobre y despreciada,
y como no trujo nada,
dice que lo trae después.
GABRIEL.- Eduviges te trae agua
perfumada de rocio,
pa' limpiar sus lagañitas
en estas noches de frío.
LUPE.- Las flores que trae Dolores
se llaman los pensamientos
dice que mejor los cambies
por mejores sentimientos.
GABRIEL.- Higinio te trae el pulque
de la hacienda de la Teja,
pa' que tarantes el frío,
y la noche sea pareja.
LUPE.- Roberta trae pajaritas
de las mentadas cantores,
pa' que despierten al niño
en las siguientes auroras,
chiflando las mañanitas.
GABRIEL.- Lo que trae Espiridión
es la leche de su burra
T a' re blanca y va bendita,
por el santo señor cura.
LUPE.- Este pobre tan mugroso
que se apoda Filemón
te trae sus carboncitos
pa' que atices el fogón.
GABRIEL.- Estas gallinas que trae
Carmelita, la pastores,
son para hacerle un molito
al niño, pero no ahora,
cuando esté más crecidito.
LUPE.- Esta es Rosa, la frutera,
te trae tunas de la Laja;
pero dale muy poquitas
porque son tunas de tapa.
GABRIEL.- Aquí está el viejo Tereso
que te pide un gran favor,
que sus sueños sean mejores
y los mudes de color .
TERESO.- Con permiso del Señor
Yo a la seño felicito
y de a deverás les digo:
cuiden bien al chamaquito.
LUPE.- Este niño trae borregos,
no creas que pa' barbacoa,
quiere decirte sin voz
y con poco entendimiento
que es el símbolo de todos
los rebaños del creador,
que te ofrecemos vivir
todos juntos y hermanados
hasta el momento, Señor,
en que nos llame el amor
a vivir glorificados.
GABRIEL.- Soledad te trae su voz
para cantarte un arrullo
y cuando estés dormidito
sólo cantará en murmullo.
SOLEDAD CANTA EL ARRULLO. GABRIEL DESPUÉS TODA EL CENTRO DEL PATIO.
GABRIEL.- y ahora que nació el niño
que nos redime en la paz;
cantemos todos conjuntos
el gloria in excelsis deo
que en cristiano, decir creo:
"Gloria a Dios en las alturas
y paz en la tierra a los hombres
de buena voluntad"
LUPE.- Paz, paz en la tierra
a los hombres de buena voluntad.
CAMPANAS YCUETES AL AIRE, SE SUELTAN LAS CANAS DE LUCES Y LOS PERSONAJES SE COLOCAN PARA DAR LAS GRACIAS. DESPUÉS SALEN LOS
DIABLOS Y LUCIFER SE ADELANTA.
LUCIFER.- Aunque soy diablo, demonio,
yo también se dar las gracias
y me permito invitar
a toditos los presentes
a llenarse de tamales
y atascarse de aguardientes.
GABRIEL.- Un momento Lucifer
no me quieras engañas
a todos los asistentes:
antes yo quiero decir,
que antes de tragar tamales
y llenarse de aguardientes,
iremos en procesión
por el pueblo engalanado,
creyentes, o no creyentes,
ya que todos somos hijos
de un Dios mismo que nos vela,
y hermanos enamorados
de la paz y del amor
GABRIEL Y LUCIFER SE ESTRECHAN LAS MANOS Y GABRIEL ENCABEZA LA PROCESIÓN MONTADO A CABALLO.

EL CONVIDADO. LOPE DE RUEDA.



EL CONVIDADO
Paso muy gracioso, en el cual se introducen las personas siguientes, compuesto por Lope
de Rueda
CAMINANTE.
LICENCIADO JÁQUIMA.
BACHILLER BRAZUELOS.
CAMINANTEUno de los grandísimos trabajos que el hombre puede recebir en esta miserable vida es el caminar; y el superlativo, faltalle los dineros. Dígolo esto porque se me ha ofrescido un cierto
negocio en esta ciudad, y en el camino, por las muchas aguas, me han faltado los reales. No
tengo otro remedio sino éste: que soy informado que vive en este pueblo un licenciado de mi
tierra, ver, con una carta que le traigo, si puedo ser favorescido. Ésta debe de ser la posada;
llamar quiero. ¿Quién est'acá?
BACHILLER
¿Quién llama? ¿Quién est'ahí?
CAMINANTES
i está, salga vuesa merced acá fuera.
BACHILLER
¿Qué's lo que manda?
CAMINANTE
¿Sabráme dar vuesa merced razón de un señor licenciado?
BACHILLER
No, señor.
CAMINANTE
Pues déjeme decir: él es hombre bajo, cargado de espaldas, barbinegro, natural de Burbáguena.
BACHILLER
No le conozco. Diga cómo se llama.
CAMINANTE
Señor, allá se llamaba el Licenciado Cabestro.
BACHILLER
Señor, en mi posada está uno que se hace nombrar el Licenciado Jáquima.
CAMINANTE
Señor, ése debe de ser, porque de cabestro a Jáquima harto parentesco me paresce que hay.
Llámele.
BACHILLER
Soy contento. ¡Ah, señor Licenciasno Jáquima!
LICENCIADO
¿Llama vuesa merced, señor Bachiller Brazuelos?
BACHILLER
Sí, señor; salga vuesa merced acá fuera.LICENCIADO
Suplícole, señor, que me tenga por excusado, que ando metido en la fragancia del estudio y estoy
en aquello que dice: sicut adversus tempore, et quia bonus tempus est non ponitur illo.
BACHILLER
Salga, señor, qu'está aquí un señor de su tierra.
LICENCIADO
¡Oh, válame Dios! Señor Bachiller, ¿ha visto vuesa merced mi bonete?
BACHILLER
Ahí quedó, super Plinio.
LICENCIADO
Señor Bachiller, y mis plantufos de chamelote sin aguas, ¿halos visto?
BACHILLER
Perequillo los llevó a echar unas suelas y capilladas, porque estaban mal tratadillos.
LICENCIADO
Señor Bachiller, mi manteo, ¿hale visto?
BACHILLER
Ahí le teníamos encima de la cama esta noche, en lugar de manta.
LICENCIADO
Ya lo he hallado. ¿Qué's lo que manda vuesa merced?
BACHILLER
¿Agora sale con todo eso a cabo de dos horas que l'estoy llamando? Aqueste señor le busca, que
dice qu'es de su tierra.
LICENCIADO
¿De mi tierra? Sí será, pues él lo dice.
CAMINANTE
¿No me conosce vuesa merced, señor Licenciado?
LICENCIADO
No le conozco en verdad, si no es para serville.
CAMINANTE
¿No conosce vuesa merced a un Juanitico Gómez, hijo de Pero Gómez, que íbamos juntos a la
escuela y hecimos aquella farsa de los Gigantillos?LICENCIADO
Ansí, ansí... ¿es vuesa merced hijo de un tripero?
CAMINANTE
Que no, señor. ¿No se le acuerda a vuesa merced que mi madre y la suya vendían rábanos y coles
allá en el arrabal de Sanctiago?
LICENCIADO
¿Rábanos y coles? Rasos y colchones quiso decir vuesa merced.
CAMINANTE
Sea lo que mandare. Mas, ¿a fe que no me conosce?
LICENCIADO
Ya, ya caigo en la cuenta. ¿No es vuesa merced el mochacho que hizo la moceta, aquel
bellaquillo, aquel de las calcillas coloradas?
CAMINANTE
Sí, señor, yo soy ése.
LICENCIADO
¡Oh, señor Joan Gómez! Señor Bachiller, una silla. Perequillo, rapaz, una silla.
CAMINANTE
Que no's de menester, señor.
LICENCIADO
¡Oh, señor Joan Gómez, abráceme! ¿Y diole alguna cosa que me trujese mi madre?
CAMINANTE
Sí, señor.
LICENCIADO
Tórneme a abrazar, señor Joan Gómez. ¿Qué's lo que le dio? ¿Es cosa de importancia?
CAMINANTE
¡Y pues no!
LICENCIADO
¡Oh, señor Joan Gómez! Él sea muy bien venido. Amuestre lo qu'es.
CAMINANTE
Es, señor, una carta que me rogó que le trujese.
LICENCIADO
¿Carta, señor? ¿Y diole algunos dineros la señora mi madre?
CAMINANTE
No, señor.
LICENCIADO
Pues, ¿para qué quería yo carta sin dineros? Agora, señor Joan Gómez, hágame tan señalada
merced de venirse a comer con nosotros.
CAMINANTE
Señor, beso las manos de vuesa mercé; en la posada lo dejo aparejado.
LICENCIADO
Hágame este placer.
CAMINANTE
Señor, por no ser importuno, yo haré su mandamiento y, de camino, me traeré la carta, que dejé
encomendada al mesonero.
LICENCIADO
Pues vaya.
CAMINANTE
Beso sus manos.
LICENCIADO
¿Qué le paresce, señor Bachiller Brazuelos, d'este nuestro convidado?
BACHILLER
Muy bien, señor.
LICENCIADO
A mí, no señor, sino muy mal.
BACHILLER
¿Por qué, señor?
LICENCIADO
Porque yo, para convidalle, ni tengo blanca, ni bocado de pan, ni cosa, ofrézcola a Dios, que de
comer sea. Y, por tanto, querría suplicar a vuesa merced que vuesa merced me hiciese merced de
me hacer merced, pues estas mercedes se juntan con esotras mercedes que vuesa merced suele
hacer, me hiciese merced de prestarme dos reales.
BACHILLER
¿Dos reales, señor Licenciado? ¿Saca burla del tiempo? Sabe vuesa merced que traigo este
andrajo en la cabeza por estar mi bonete empeñado por seis dineros de vino en la taberna, y
¿pídeme dos reales?
LICENCIADO
¿Pues no me haría vuesa merced una merced de pensar una burla en que se fuese este convidado
con todos los diablos?
BACHILLER
¿Burla dice? Déjeme a mí el cargo, que yo le haré una que vaya diciendo que vuesa merced es
muy honrado y muy cabido con todos.
LICENCIADO
Así..., ¿de qué manera lo hará vuesa merced?
BACHILLER
Mire vuesa merced: él ha de venir agora a comer; vuesa merced se meterá debajo d'esta manta.
Y, en venir, luego preguntará: “¿Qué's del señor Licenciado?” Yo le diré: “El señor Arzobispo le
ha enviado a publicar ciertas buldas, que fue negocio de presto, que no se pudo hacer otra cosa.”
LICENCIADO
¡Oh, cómo dice bien vuesa merced! Pues, mire, que pienso qu'es el que llama.
CAMINANTE
¡Ah de casa!
BACHILLER
¡Sí, él es, métase de presto!
LICENCIADO
Mire que me cobije bien, que no me vea.
CAMINANTE
¡Ah de casa!
BACHILLER
¿Quién est'ahí? ¿Quién llama?
CAMINANTE
¿Está en casa el señor Licenciado?
BACHILLER
¿A quién busca?
CAMINANTE
Al señor Licenciado Jáquima.
BACHILLER
¿A comer pienso que verná vuesa merced?
CAMINANTE
No vengo, por cierto, señor.
BACHILLER
¡Picadillo debe de traer el molino!
CAMINANTE
No traigo, en verdad.
BACHILLER
No lo niegue vuesa merced, que para decir que viene a comer ¿es de menester tantas retólicas?
CAMINANTE
Verdad es que venía a comer, qu'el señor Licenciado me había convidado.
BACHILLER
Pues certifícole que tiene vuesa merced muy mal recado d'esta vez, porque en casa no hay blanca
ni bocado de pan para convidalle.
CAMINANTE
Pues no creo yo qu'el señor Licenciado sacara burla de mí.
BACHILLER
¿Que no me cree vuesa merced? Pues sepa que, de puro corrido, está puesto debajo aquella
manta.
CAMINANTE
No lo creo, si con mis ojos no lo viese.
BACHILLER
¿Que no? Pues mire vuesa merced cuán contrito está arrodillado.
CAMINANTE
¡Jesús, Jesús! Señor Licenciado, ¿para mí era de menester tantos negocios?
LICENCIADO
Juro a diez que ha sido muy bellaquísimamente hecho.
BACHILLER
No ha estado sino muy bien.
LICENCIADO
No ha estado sino de muy grandísimos bellacos, que si yo me escondí, vos me lo
mandastes.BACHILLER
No's escondiérades vos.
LICENCIADO
No me lo mandárades vos. Y... agradesceldo al señor de mi tierra, don bachillerejo de no nada.
BACHILLER
¿De no nada? Aguardá.
CAMINANTE
¡Id con todos los diablos! ¡Allá os averiguad vosotros mesmos!
FIN DEL PASO

CORNUDO Y CONTENTO. LOPE DE RUEDA



CORNUDO Y CONTENTO
Paso muy gracioso, en el cual se introducen las personas siguientes, compuesto por Lope
de Rueda
LUCIO, doctor médico.
JERÓNIMO, estudiante.
MARTÍN DE VILLALBA, simple.
BÁRBARA, su mujer.
LUCIO
¡Oh, miserabelis doctor, quanta pena paciuntur propter miseriam! ¿Qué fortuna es ésta, que no
haya receptado en todo el día de hoy recepta ninguna? Pues, ¡mirad quién asoma para mitigar mi
pena! Éste es un animal que le ha hecho encreyente su mujer qu'está enferma, y ella hácelo por
darse el buen tiempo con un estudiante. Y él es tan importuno que no lo hace con dos ni tres
vesitas al día. Pero venga, qu'en tanto que los pollos en el corral le turaren, nunca su mujer estará
sin fiebre.
-Sea bien allegado el bueno de Alonso de...
MARTÍN
No, no, señor Licenciado; Martín de Villalba me llamo para toda su honra.
LUCIO
Salus adque vita in qua Nestoreos superetis dias. ¿Para qué era nada d'esto, hermano Martín de
Villalba?
MARTÍN
Señor, perdone vuesa merced, que aún están todavía pequeñuelos; pero sane mi mujer, que yo le
prometo un ganso que tengo a engordar.
LUCIO
Déos Dios salud.
MARTÍN
No, no; primero a mi mujer, plegue a Dios, señor.
LUCIO
Mochacho, toma esos pollos, ciérrame esa gelosía.MARTÍN
No, no, señor, que no son pollos de gelosía; vuesa merced puede estar descuidado. ¿Sabe cómo
los ha de comer?
LUCIO
No, por cierto.
MARTÍN
Mire: primeramente les ha de quitar la vida, y plumallos, y echar la pluma y los hígados, si los
tuviere dañados.
LUCIO
¿Y después?
MARTÍN
Después, ponellos a cocer y comer si tuviere gana.
LUCIO
Bien me paresce todo eso. Pues, ¿cómo se ha sentido esta noche vuestra mujer?
MARTÍN
Señor, algún tanto ha reposado, que, como ha dormido en casa aquel su primo el estudiante, que
tiene la mejor mano de ensalmador del mundo todo, no ha dicho en toda esta noche “aquí me
duele”.
LUCIO
Yo lo creo.
MARTÍN
¡Guárdenos Dios del diablo!
LUCIO
¿Y queda en casa?
MARTÍN
Pues si aqueso no huese, ya sería muerta.
LUCIO
¿Tomó bien la purga?
MARTÍN
¡Ah, mi madre! Ni aun la quiso oler. Pero buen remedio nos dimos porque le hiciese impresión la
melecina.
LUCIO
¿Cómo así?MARTÍN
Señor, aquel primo suyo, como es muy letrudo, sabe lo qu'el diablo deja de saber.
LUCIO
¿De qué manera?
MARTÍN
Díjome: “Mirad, Martín de Villalba: vuestra mujer está de mala gana y es imposible qu'ella beba
nada d'esto. Vos decís que queréis bien a vuestra mujer.” Dije yo: “¡Ah, mi madre! No estéis en
eso, que juro a mí que la quiero como las coles al tocino.” Dijo él entuences: “Pues tanto monta;
bien os acordáis que, cuando os casaron con ella, dijo el crego ser unidos en una misma carne.”
Dije yo: “Así es verdad.” Dijo él: “Pues siendo verdad lo qu'el crego dijo, y siendo todo una
misma carne, tomando vos esa purga, tanto provecho le hará a vuestra mujer como si ella la
tornase.”
LUCIO
¿Qué hecistes?
MARTÍN
¡Pardiez! Apenas hubo acabado la zaguera palabra, cuando ya estaba el escudilla más limpia y
enjuta que la podía dejar el gato de Mari Jiménez, que creo que no hay cosa más desbocada en
toda esta tierra.
LUCIO
¡Bien le aprovecharía!
MARTÍN
¡Guárdenos Dios! Yo fui el que no pude más pegar los ojos, que ella a las once del día se
despertó. Y como a mí me había quedado aquella madrugada tan enjuto el estrómago con aquello
de la escudilla, hízole tanto provecho a ella que se levantó con una hambre que se comiera un
novillo, si se lo pusieran delante.
LUCIO
¿En fin...?
MARTÍN
En fin, señor, que como no me podía menear del dolor qu'en estos ijares sentía, díjome su primo:
“Andad mal punto, que sois hombre sin corazón; de una negra purguilla estáis que no parescéis
son búho serenado.” Entuences el señor, diciendo y haciendo, apañó una gallina por aquel
pescuezo, que paresce que agora lo veo, y en un santiamén fue asada y cocida y traspillada entre
los dos.
LUCIO
Hiciérame yo al tercio, como quien juega a la primera de Alemaña.MARTÍN
¡Ah, mi madre! Bien lo quisiera yo, sino que me hicieron encreyente que le haría daño a mi
mujer lo que yo comiere.
LUCIO
Hecistes muy bien. ¡Mirad quién ha de vivir seguro de aquí adelante! Según me paresce, a vos
basta que curemos.
MARTÍN
Sí, señor, pero no me mande más de aquello de la'scudilla. Si no, no será mucho, a muchas
escudilladas, ahorrar de tripas y quedarse el cuerpo como cangilón agujereado.
LUCIO
Agora, pues yo tengo ciertas vesitas, id en buen hora, y acudíos por acá mañana, que con un buen
regimiento que yo's ordenare, basta para que se acabe de curar.
MARTÍN
Dios lo haga, señor.
(Éntrase el DOCTOR y queda MARTÍN DE VILLALBA. Y sale BÁRBARA, su mujer, y el
ESTUDIANTE)
ESTUDIANTE
¡Por el cuerpo de todo el mundo! Señora Bárbara, veis aquí a vuestro marido que viene de hacia
casa el doctor Lucio, y creo que nos ha visto. ¿Qué remedio...?
BÁRBARA
No tengáis pena, señor Jerónimo, que yo le enalbardaré como suelo. Hacerle he en creyente que
vamos a cumplir ciertos votos que convienen para mi salud.
ESTUDIANTE
¿Y... creerlo ha?
BÁRBARA
¿Cómo si lo creerá? Mal lo conoscéis. Si yo le digo qu'en lo más fuerte del invierno se vaya a
bañar en la más helada acequia, diciendo qu'es cosa que importa mucho a mi salud, aunque sepa
ahogarse, se arrojará con vestidos y todo. Háblele.
ESTUDIANTE
Bien venga el señor Martín de Villalba, marido de la señora mi prima y el mayor amigo que
tengo.
MARTÍN
¡Oh, señor primo de mi mujer! Norabuena vea yo aquesa cara de Pascua de hornazos. ¿Dónde
bueno? ¡Oh! ¿Quién es la revestida como la borrica de llevar novias?ESTUDIANTE
Déjala; no la toques. Una moza es que nos lava la ropa allá en el pupilaje.
MARTÍN
Mas, ¿a fe?
ESTUDIANTE
Sí, en mi ánima; ¿habíate de decir yo a ti uno por otro?
MARTÍN
Bien lo creo, no te enojes. ¿Y adónde la llevas?
ESTUDIANTE
A casa de unas beatas que le han de dar una oración para el mal de la jaqueca.
MARTÍN
¿Búrlasme, di?
ESTUDIANTE
No, por vida tuya y de cuanto luce delante mis ojos.
MARTÍN
Ve'n buen hora. ¿Has menester algo?
ESTUDIANTE
Dios te dé salud, no agora.
MARTÍN
Como tú deseas.
BÁRBARA
¡Oh, grande alimaña, que aun no me conosció! Aguija, traspongamos.
MARTÍN
¡Hola, hola, primo de mi mujer!
ESTUDIANTE
¿Qué quieres?
MARTÍN
¡Aguarda, cuerpo del diabro! Que o yo m'engaño..., o es aquella saya la de mi mujer. Si ella es,
¿dónde me la llevas?
BÁRBARA
¡Ah, don traidor! ¡Mirad qué memoria tiene de mí, que topa su mujer en la calle y no la conosce!MARTÍN
Calla, no llores, que me quiebras el corazón; que yo te conosceré, mujer, aunque no quieras, de
aquí adelante. Pero dime: ¿dónde vas?, ¿volverás tan presto?
BÁRBARA
Sí, volveré, que no voy sino a tener unas novenas a una santa con quien yo tengo grandísima
devoción.
MARTÍN
¿Novenas? ¿Y qué son novenas, mujer?
BÁRBARA
¿No lo entendéis? Novenas s'entiende que tengo d'estar yo allá encerrada nueve días.
MARTÍN
¿Sin venir a casa, álima mía?
BÁRBARA
Pues..., sin venir a casa.
MARTÍN
Sobresaltado me habías, primo de mi mujer. ¡Burlonazo, maldita la sangre que me habías dejado
engotada!
BÁRBARA
Pues conviene una cosa.
MARTÍN
¿Y qué, mujer de mi corazón?
BÁRBARA
Que ayunéis vos todos estos días que yo allá estuviere, a pan y agua, porque más aproveche la
devoción.
MARTÍN
Si no es más que aqueso, soy muy contento. Ve'n buen hora.
BÁRBARA
Adiós; mirad por esa casa.
MARTÍN
Señora mujer, no te cumple hablar más como enferma, qu'el doctor me ha dicho que a mí me ha
de curar, que tú, ¡bendito Dios!, ya vas mejorando.
ESTUDIANTE
Quedad en buen hora, hermano Martín de Villalba.MARTÍN
Ve con Dios. Mira, primo de mi mujer, no dejes de aconsejarle que, si se halla bien con las
novenas, que las haga decenas, aunque yo sepa ayunar un día más por su salud.
ESTUDIANTE
Yo lo trabajaré. Queda con Dios.
MARTÍN
Y vaya con Él.
FIN DEL PASO

LA CARÁTULA DE DIEGO SÁNCHEZ, LOPE DE RUEDA.




LA CARÁTULA
Paso  muy gracioso, en el cual se introducen tres personas, compuesto por Lope de
Rueda
ALAMEDA, simple.
SALCEDO, su amo.
ALAMEDA
¿Acá está vuesa merced, señor mosamo?
SALCEDO
Aquí estoy, ¿tú no lo ves?
ALAMEDA
Pardiez, señor, a no toparos, que no le pudiera encontrar, aunque echara más vueltas que un
podenco cuando se viene a acostar.
SALCEDO
Por cierto, Alameda, qu'es negocio ése que se te puede creer fácilmente.ALAMEDA
A no creerme, dijera que no estábades en vuestro juicio, pues a fe que vengo a tratar con vuesa
merced un negocio que me va mucho en mi conscencia, si acaso me tiene cilicio.
SALCEDO
Silencio querrás decir.
ALAMEDA
Sí, silencio será; pienso que...
SALCEDO
Pues di lo que quieres, qu'el lugar harto apartado es, si ha de haber silencio o cosa de secreto.
ALAMEDA
¿Hay quien nos pueda oír por aquí? Mírelo bien, porqu'es cosa de grande secreuto. Y en
topetando que le topeté, luego le conoscí qu'era vuesa merced como si me lo dijeran al oído.
SALCEDO.
Que te creo sin falta.
ALAMEDA
¿Pues no m'había de creer, siendo nieto de pastelero?
SALCEDO
¿Qué hay? Acabemos.
ALAMEDA
Hable quedo.
SALCEDO
¿Qué aguardas?
ALAMEDA
Más quedo.
SALCEDO
Di lo que has de decir.
ALAMEDA
¿Hay quien nos escuche?
SALCEDO
¿No te habemos dicho que no?
ALAMEDASabed que me he hallado una cosa con que podré ser hombre, de Dios en ayuso.
SALCEDO
¿Cosa de hallar, Alameda? Tu compañero quiero ser.
ALAMEDA
No, no; solo me lo hallé, solo me lo quiero gozar, si la fortuna no m'es adversa.
SALCEDO
Amuesa qué te has hallado; enséñanoslo.
ALAMEDA
¿Ha visto vuesa merced un cernícalo?
SALCEDO
Sí, muy bien.
ALAMEDA
Pues mayor es mi hallazgo, con más de veinte y cinco maravedís.
SALCEDO
¿Es posible? Amuestra a ver.
ALAMEDA
Ni sé si la venda, ni sé si la'mpeñe.
SALCEDO
Amuesa.
ALAMEDA
A paso, a paso; mírela tantico.
SALCEDO
¡Oh, desventurado de mí! ¿Qué, todo eso era tu hallazgo?
ALAMEDA
¡Cómo! ¿No's bueno? Pues sepa vuesa merced que viniendo del monte por leña, me la'ncontré
junto al vallado del corralejo, este diabro de hilosomía. ¿Y adónde nascen éstas, si sabe vuesa
mercé?
SALCEDO
Hermano Alameda, no sé qué te diga, sino que fuera mejor que se te cayeran las pestañas de los
ojos antes que te acontesciera una desdicha tan grande.
ALAMEDA
¿Desdicha es hallarse el hombre una pieza como ésta?SALCEDO
¡Y cómo si es desdicha! No quisiera estar en tu piel por todo el tesoro de Venecia. ¿Tú conosces
este pecador?
ALAMEDA
¿Pecador es éste?
SALCEDO
Parésceme a mí que lo quiero conoscer.
ALAMEDA
Yo también.
SALCEDO
Dime, Alameda, ¿no tienes noticia del santero que desollaron los ladrones la cara por roballo,
Diego Sánchez?
ALAMEDA
¿Diego Sánchez?
SALCEDO
Sí, Diego Sánchez; no me puedes negar que no sea éste.
ALAMEDA
¿Qu'ést'es Diego Sánchez? ¡Oh, desdichada de la madre que me parió! ¿Pues cómo no
m'encontró Dios con unas árguenas de pan, y no con una cara de un desollado? ¡Ce, Diego
Sánchez, Diego Sánchez! No, no pienso que responderá por más voces que le den. Y diga, señor,
¿qué se hicieron de los ladrones? ¿Halláronlos?
SALCEDO
No los han hallado. Pero sábete, hermano Alameda, que anda la Justicia muerta por saber quién
son los delincuentes.
ALAMEDA
¿Y por dicha, señor, soy yo agora el delincuente?
SALCEDO
Sí, hermano.
ALAMEDA
¿Pues qué me harán si me cogen?
SALCEDO
El menor mal que te harán, cuando muy misericordiosamente se hayan contigo, será ahorcarte.ALAMEDA
¿Ahorcarme? Y después echarme han a galeras..., y más yo que soy algo ahogadizo de la
garganta...; y an por averiguado tengo, señor, que si me ahorcasen, se me quitaría la gana del
comer...
SALCEDO
Lo que yo te doy por consejo, hermano Alameda, es que luego te vayas a la ermita de Sant Antón
y te hagas santero, así como lo era el otro cuitado. Y d'este arte, la Justicia no te hará mal
ninguno.
ALAMEDA
Y dígame, señor, ¿cuánto me costará una tablilla y campanilla como aquélla de aquel
desdichado?
SALCEDO
No es menester hacella de nuevo, que la del pasado santero anda vendiendo el pregonero de la
villa y se la podrás comprar. Mas de una cosa tengo miedo...
ALAMEDA
Yo, de más de docientas... ¿Y es la suya de qué?
SALCEDO
Que estando solo en la ermita te podría asombrar alguna noche el espíritu de aquel cuitadillo;
pero más vale que te asombre a ti que no que asombres tú a otros colgado del pescuezo, como
podenco en barbacana.
ALAMEDA
Y más yo, qu'en apretándome la nuez un poco, no puedo resollar.
SALCEDO
Pues, hermano, anda presto, porque, si te tardas, podría ser que topases la Justicia.
ALAMEDA
¿Y qué se ha de hacer de aquesta filomancía o qué es?
SALCEDOÉsta déjala estar, no te topen con ella.
ALAMEDA
Pues yo me voy. Ruegue a Dios que me haga buen santero. Ora, ¡sus!, quedad norabuena, señor
Diego Sánchez.
SALCEDO
Agora menester será, pues le he hecho encreyente a este animalazo qu'esta carátula es el rostro
de Diego Sánchez, de hacelle una burla sobr'ella. Y es que yo me quiero ir a apañar con una
sábana lo mejor y más artificiosamente que pueda y le saldré al encuentro, fingiendo que soy elespíritu de Diego Sánchez. Y veréis qué burla tan concertada será ésta. ¡Sus! Voylo a poner por
obra.
(Éntrase SALCEDO y sale ALAMEDA, simple, vestido como santero, con una lumbre en la
mano y una campanilla.)
ALAMEDA
¡Para la lámpara del aceite, señores! Trabajosísima cosa es el hombre santero, que nunca se
mantiene sino de mendrugos de pan, que no parezco sino gozque de conejero, que lo matan de
hambre porque cace mejor a sabor. Y más, que los gozques que solía tener por amigos, como me
ven con este traje, me han desconoscido, y como ven que de puerta en puerta ando pidiendo y les
recoxgo los mendrugos de pan qu'ellos solían tener por principal mantenimiento, así se vienen a
mí, las bocas abiertas, como el cuquillo a las mariposas.
Y lo peor de todo es que no se menea un mosquito en la ermita, cuando luego pienso qu'es el
álima del santero desollado; y no tengo otro remedio sino, en sintiendo algo, capuzarme la
cabeza debajo la ropa, que no parezco sino olla de arroz que la tapan porque no se le salga la
substancia d'ella. Dios me despene por quien Él es, amén.
SALCEDO
¡Alameda!
ALAMEDA
¡Ay, llamado me han! ¿Hay quien dé, por Dios, para la lámpara del aceite?
SALCEDO
¡Alameda!
ALAMEDA
Ya son dos alamedadas. ¿Alameda y en meitad del monte? No's por mi bien. ¡Dios sea conmigo!
SALCEDO
¡Alameda!
ALAMEDA
El Espíritu Sancto consolador sea conmigo y contigo, amén. Quizás será alguno que me quiera
dar limosna.
SALCEDO
¡Alameda!
ALAMEDA
Así, así, mucho “¡Alameda, Alameda!”, y después quebrarme han el ojo con una blanca.
SALCEDO
¡Alonso de Alameda!ALAMEDA
¿Alonso y todo? Ya me saben el nombre de pila. No es por bien esto. Quiero preguntar que quién
es, con dolor de mi corazón.¿ ¿Quién sois?
SALCEDO
¿No me conosces en la voz?
ALAMEDA
¿Yo en la voz? Ni aun querría... No's conozco, si no's viese la cara.
SALCEDO
¿Conosciste a Diego Sánchez?
ALAMEDA¡
Él es, él es! Mas..., podrá ser que no sea él, sino otro.¿ Señor, conoscí siete o ocho en esta vida.
SALCEDO
Pues, ¿cómo no conosces a mí?
ALAMEDA
¿Sois vos alguno d'ellos?
SALCEDO
Sí soy, porque antes que me desollasen la cara...
ALAMEDA
¡El desollado es, el desollado es! ¡Dios sea con mi álima!
SALCEDO
Porque me conozcas, me quiero mostrar a ti.
ALAMEDA
¿A mí? Yo's lo perdono. Mas, señor Diego Sánchez, aguarde que pase por el camino otro que lo
conozca mejor que yo.
SALCEDO
A ti soy enviado.
ALAMEDA
¿A mí, señor Diego Sánchez? Por amor de Dios, yo me doy por vencido, y me pesa de buen
corazón y de mala voluntad.
SALCEDO
¿Qué dices?ALAMEDA
Estoy turbado, señor.
SALCEDO
¿Conóscesme agora?
ALAMEDA
¡Ta, ta, ta..., sí, señor! ¡Ta, ta, ta..., ya le conozco!
SALCEDO
¿Quién soy yo?
ALAMEDA
Si no m'engaño, sois el santero que le desollaron la cara por roballe.
SALCEDO
Sí soy.
ALAMEDA
Pluguiera a Dios que nunca lo fuérades. ¿Y no tenéis cara?
SALCEDO
Denantes solía tener cara, aunque agora la tengo pegadiza por mis pecados.
ALAMEDA
¿Pues qué quiere agora, señor, su merced Diego Sánchez?
SALCEDO
¿Dónde están las notomías de los muertos?
ALAMEDA
¡A las sepulturas me envía! ¿Y comen allá, señor Diego Sánchez?
SALCEDO
Sí, ¿por qué lo dices?
ALAMEDA
¿Y qué comen?
SALCEDO
Lechugas cocidas y raíces de malvas.
ALAMEDA
¡Bellaco manjar es ése por cierto! ¡Qué de purgados debe de haber allá! ¿Y por qué me queréis
llevar con vos?SALCEDO
Porque sin mi licencia os posistes mis ropas.
ALAMEDA
Tómelas, tómelas y lléveselas, que no las quiero.
SALCEDO
Vos proprio habéis de venir y, si diéredes el descargo que convenga, dejar os han que volváis.
ALAMEDA
¿Y si no?
SALCEDO
Quedaros heis con las notomías en las cisternas viejas. Mas resta otra cosa.
ALAMEDA
¿Qué's, señor?
SALCEDO
Habéis de saber que aquellos que me desollaron me echaron en un arroyo...
ALAMEDA
¡Fresco estaría allí Su Magnificencia!
SALCEDO
... y es menester que al punto de la media noche vais al arroyo y saquéis mi cuerpo y le llevéis al
cimenterio de Sanct Gil, qu'está al cabo de la villa, y allí junto digáis a grandes voces: ¡Diego
Sánchez!
ALAMEDA
Y diga, señor, ¿tengo d'ir luego?
SALCEDO
Luego, luego.
ALAMEDA
Pues, señor Diego Sánchez, ¿no será mejor que vaya a casa por un borrico en que vaya caballero
su cuerpo?
SALCEDO
Sí, aguija presto.
ALAMEDA
Luego torno.
SALCEDOAndá, que aquí os aguardo.
ALAMEDA
Dígame, señor Diego Sánchez, ¿cuánto hay de aquí al día del juicio?
SALCEDO
Dios lo sabe.
ALAMEDA
¡Pues hasta que lo sepáis vos, podéis aguardar.¿
SALCEDO
Venid presto.
ALAMEDA
No comáis hasta que venga.
SALCEDO
¿Ansí? Aguarda, pues.
ALAMEDA
¡Válame Sancta María! ¡Dios sea conmigo, que me viene siguiendo!
FIN DEL PASO

Paso El Deleitoso , de Lope de Rueda






















EL DELEITOSO

Paso muy gracioso, en el cual se introducen tres personas, compuesto por Lope de
Rueda




LUQUITAS, paje.
ALAMEDA, simple.
SALCEDO, amo.
LUQUITAS
¡Anda, anda, hermano Alameda!
ALAMEDA
¡Que ya voy! ¡Pardiez, que me la he colado!
LUQUITAS
¡Qu'en viendo una taberna te has de quedar aislado!
ALAMEDA
Si me hace del ojo el ramo, ¿quieres tú que use con él de mala crianza?
LUQUITAS
Acaba, anda; caminemos presto, que no's mucho que señor, de malsufrido, que no piense que nos
habemos ido de casa con el dinero.
ALAMEDA
Qué, tanto te paresce que hemos tardado?
LUQUITAS
¡Mira si no...! A tardarnos un poquito más, podría ser que señor nos recibiera con lo que suele...
ALAMEDA
Pardiez, si tú no te detuvieras tanto en casa de aquélla, que buen siglo haya el álima que tan buen
oficio l'enseñó, allí me tuvieras de mi propria voluntad, con una cuerda de lana más amarrado
que si estuviera por fuerza en el cepo de la Casa fosca de Valencia.
LUQUITAS
En casa de la buñolera querrás decir.ALAMEDA
¿Buñolera se llama aquélla? ¡Oh, qué autorizado nombre, bendito Dios!
LUQUITAS
Pues, ¿tú no lo viste?
ALAMEDA
Pardiez, hermano Lucas, no me curé de saber cómo se llamaba. Basta que si Dios o mi buena
dicha me llevare otra vez a la villa, que no le marre la casa, aunque vaya a gatas y los ojos
puestos tras el colodrillo.
LUQUITAS
¿Comiste mejor cosa después que tu madre te parió?
ALAMEDA
¡Pardiez, ni aun antes que me pariera! Yo, como los vi tan autorizados y en aquel pratel con
aquella sobrehusa encima, no sabía qué cortesía les hiciese, qu'en cada uno d'ellos me quisiera
estar larguísima hora y media. Mas, ¡cómo debían ser tus amigos y los debías de conoscer de
antes, que ansí menudeabas sobr'ellos como banda de gallinas sobre puñado de trigo!
LUQUITAS
Sí, sí, que a ti te faltaba aliento...
ALAMEDA
Eso fue, mal punto, cuando yo vi el preito que se sentenciaba contra mí, que, de antes, a fe que
me hacías engollir sin mascar.
LUQUITAS
Aquellos pasteles estaban mal cocidos y el suelo áspero; debía ser puro afrecho.
ALAMEDA
¿Qué, suelos tenían?
LUQUITAS
Sí, ¿pues no los viste?
ALAMEDA
Yo juro a los huesos de mi bisagüela la tuerta, que ni miré si tenían suelos, ni suelas, ni an
tejados. Mas no digo yo que fuera de puro afrecho, como tú dices, mas de serraduras de corcho
me lo comiera, que ni dejara alto ni bajo, pequeño ni grande... Holguéme, hermano Lucas,
cuando te vi dar tras ellos tan a sabor, y como te vi que de rato en rato te ibas mejorando en jugar
de colmillo, y como quedé escarmentado de aquellos redondillos, el pastel toméle a tajo abierto,
de modo que hice que se desayunase mi estrómago de cosa que jamás hombre de mi linaje había
comido.LUQUITAS
Habías de comer primero el hojaldrado y después la carne, y así te supiera mejor.
ALAMEDA
¿Y qué era hojaldrado?
LUQUITAS
Aquello d'encima.
ALAMEDA
La tapa querrás decir.
LUQUITAS
Sí, hermano, la tapa y aquello de los lados.
ALAMEDA
¡Válasme Dios, y qué de nombres que sabes en cosas de comer!
LUQUITAS
En fin, ¿hate supido bien el almuerzo?
ALAMEDA
Mira qué tanto, que aunque nunca hubiéramos acabado, no me diera nada, según el almuerzo ha
sido de autorizado. Mas por tu vida, hermano Lucas, ¿dirásme una verdad?
LUQUITAS
Sí, si la sé.
ALAMEDA
¿Por el álima de tus infuntos?
LUQUITAS
Ea, que sí diré.
ALAMEDA
¿Por vida de tu madre?
LUQUITAS
¡Acabemos!
ALAMEDA
¿A cuánto llegó el gaudeamos de hoy?
LUQUITAS
A más de veinte y dos maravedís.ALAMEDA
¡Qué bien te das a ello! ¡Bendita sea la madre que te parió, que tan bien te apañas a la sisa! Todo
mochacho que sisa no puede dejar de ser muy honrado. Honrados días vivas, que honrado día me
has dado.
LUQUITAS
¡Oh, cata señor do viene! Si te preguntare en qué nos hemos detenido, dirás que había mucha
prisa en las cebollas y el queso.
ALAMEDA
¿Cuáles cebollas o queso? Yo no vi tal.
LUQUITAS
¡Que ya lo sé! Sino, porque no nos riña, echarás tú esa mentira.
ALAMEDA
¿Quies que mienta? En eso, mis manos por candil, no tienes necesidad de avisarme, que yo
haré de manera que tú quedes condenado y señor con queja.
LUQUITAS
Que no dices bien, sino que yo quede desculpado y señor sin queja.
ALAMEDA
Así iba yo a decir, sino como quemaba tanto aquella pimienta de los pasteles, háseme turbiado la
luenga.
LUQUITAS
Pues, hermano Alameda, por tu vida, que mires por la honra d'entrambos, pues te va tanto a ti
como a mí.
ALAMEDA
Calla, calla, que no's menester avisarme, que los hombres de bien y amigos de amigos tienen la
cara con dos haces, que toda mi vida lo tuve: “no por sí, sí por no”.
SALCEDO.
¡Oh, qué buena gentecilla!
ALAMEDA
Garrote trae, riendo se viene, de buen tiempre allega... ¡Ha, ha!
SALCEDO
¿De qué te ríes?
ALAMEDA
¿No quiere vuesa merced que me ría? ¡Ha, ha!SALCEDO
Pues, señor, cuando haya acabado, merced recebiré que me avise.
ALAMEDA
Ya, ya compiezo de acabar. ¡Ha, ha!
SALCEDO
¿Habéis acabado, señor?
ALAMEDA
Ya puede vuestra merced hablar.
SALCEDO
¡Oh, bendito sea Dios!
ALAMEDA
Espere, espere, que me ha quedado un poco. ¡Ha, ha!
SALCEDO
¿Quédate más?
ALAMEDA
No, señor.
SALCEDO
¡Alabado sea Aquel que os ha dejado aportar acá! ¿Y en qué ha sido la tardanza, galanes?
ALAMEDA
¿Qué hora es, señor?
SALCEDO
¡Ya me paresce que pasa de hora de haber comido!
ALAMEDA
¿Que y'an comido en casa?
SALCEDO
¿Ya no's he dicho que sí?
ALAMEDA
¡Reventado muera yo d'ese arte! ¿Paréscete bien, hermano Lucas, hacerme trocar una comida por
un almuerzo? ¿Cuándo lo podré yo alcanzar, aunque viva más que d'aquí al día de los
meresientes?
SALCEDO¿No me decís en qué ha sido la tardanza? ¿Vos, Lucas, de qué huís? ¡Tomá, tomá, don rapaz!
Tened cuenta de venir presto del mandado.
LUQUITAS
¡Ay, ay, señor! Que había gran priesa en las cebollas y el queso...; si no, dígalo Alameda.
SALCEDO
¿Es verdad esto que dice Luquillas?
ALAMEDA
Vuesa merced ha de saber que cuando... al tiempo que vuesa merced... y yo estaba...
SALCEDO
¿Qué dices, villano? ¡Tomá tú también!
ALAMEDA
¡Luquitas, en medio, en medio! Yo juro a San.... que no ha sido hecho de hombres de pro; ¡al
mochacho con la mano y a mí con el garrote! ¡No se sufre entre hombres de buena crianza!
SALCEDO
Ora dejaos d'eso y decíme la verdad: ¿en qué habéis tardado?
ALAMEDA
¡¿Cómo me dijistes de ante, Luquillas?!
LUQUITAS
¡Que había gran prisa en las cebollas y el queso.¿
ALAMEDA¡¿Cuáles cebollas ni queso? Yo no vi tal.¿
LUQUITAS
¡Dilo tú ansí, porque no nos riña más.¿
ALAMEDA
¡Ah! ¿Por eso es? Pues tú ten cuenta que, si me errare, de tirarme de la halda.¿
SALCEDO
Qué conciertos son éstos? Acabad, contádmelo vos.
ALAMEDA
Ya lo empiezo de contar.
SALCEDO
Pues acaba ya.
ALAMEDAVuesa merced ha de saber... ¡¿Cómo empieza, Luquillas?¿
LUQUITAS
¿Lo de las cebollas?
ALAMEDA
Sí, señor, que como llegamos a la villa y fuimos a la praza y entró Luquillas y sentóse, y como
había tantos pratos por allí, y había tantas cebollas en la prisa, como digo, señor, tantas cebollas
en el queso...
SALCEDO
¿Qué dices?
ALAMEDA
Digo, señor, tantos quesos en las cebollas... Paresce ser que no nos pudo despachar más
presto la buñolera... No, no, la pastelera quise decir.
LUQUITAS
¡Mirá el asno! Por decir la vendedera dijo la buñolera. ¡Como todo acaba en a...!
ALAMEDA
Sí, sí señor; ¡como todo acaba en a... Eso debe de ser. Dígame vuesa merced: ¿cómo se llama
aquello que echan como arrope encima de unos redondillos?
SALCEDO
La miel querrás decir.
ALAMEDA
¿Qué, miel se llama aquélla? Pues en despegalla del prato se ha detuvido más Luquillas qu'en
todo.
LUQUITAS
En verdad, señor, que miente.
ALAMEDA
¿Que miento? ¡Juro a diez que habéis pecado! ¡Llevaos ese pecadillo a cuestas! ¿Mentís a un
hombre huérfano como yo?
LUQUITAS
Mire vuesa merced: yo llegué a casa de la que vendía el queso y, de un real que le di, negábame
la vuelta, hasta que vino l'alguacil de la villa y hizo que me lo volviese.
ALAMEDA
¿Alguacil era aquél que estaba a la boca del horno con la pala larga?
LUQUITASA la boca de la calle, querrás decir.
ALAMEDA
¿Aquélla era boca de calle? ¡Juro a San... que era boca de horno y tabla de pasteles!
SALCEDO
Agora este negocio veo muy mal marañado... y no puedo juzgar cuál de los dos tenga la culpa;
mas tú que lo viste y tú que lo heciste, tanta pena meresce el uno como el otro.
LUQUITAS
Sepa, señor, que Alameda entró delante.
ALAMEDA
Es verdad, señor, que yo entré delante, mas ya llevaba el señor Luquillas la sisa repartida, dónde
había de cuadrar lo uno y esquinar lo otro.
SALCEDO
Baste, qu'entrambos me lo pagaréis.
LUQUITAS
(¡Ce, Alameda, ce! Oye acá.)
ALAMEDA
(¿A mí ce?)
LUQUITAS
(A ti. Ya sabes que tú entraste delante en casa de la buñolera y comiste tanto como yo.)
ALAMEDA
(Ya, ya, no me digas nada.)
LUQUITAS
(Mira que somos amigos y, por tanto, discúlpame con señor y di que lo dijiste por burla.)
ALAMEDA
(Pierde cuidado, que yo te desculparé.)
-Sepa, señor, que Luquillas es uno de los mayores sisones del mundo, y que, de un real, sisa el
medio.
SALCEDO
Decíme cómo pasó.
ALAMEDA
Sepa vuesa merced que, como él entró, yo ya'staba allí. Y púsose entre los pratos y tomé, al
tiempo que yo dije...SALCEDO
¿Qué miras, villano?... ¿Por qué me diste?
ALAMEDA
¡San Jorge, Sant Jorge!
SALCEDO
¿Qué's eso? ¿Araña? ¡Mátala, mátala!
ALAMEDA
Espere, señor, que allí se quedó.
SALCEDO
¡Eh, mírala!
ALAMEDA
No, no, señor, que no's nada; la sombra de la oreja era, perdone vuesa merced.
SALCEDO
Ora entrad acá dentro, que todo me lo pagaréis junto, como el perro los palos.
ALAMEDA
¡Ofrezco al diabro pescuezo tan duro, amén, amén, que m'a lastimado la mano!
SALCEDO
¿Pues habíase de tomar ansí, señor?
ALAMEDA
Con un ladrillo se matara mejor...
SALCEDO
Así pues, entrá.
ALAMEDA
Vaya vuesa merced...
SALCEDO
¡Pasad delante!
ALAMEDA
¡Ande d'ahí, que me hará reír! Mejor beba yo que tal haga.
FIN DEL PASO