22/7/13

Disfraz, de Benjamín Gavarre, Cd. de México











DISFRAz
de BENJAMÍN GAVARRe

® contacto: gavarreunam@gmail.com


El escenario es una gran habitación; un poco teatro, un poco camerino, un poco departamento; pero es sobre todo el lugar donde habita nuestro personaje al que llamaremos: el Actor; aunque su nombre, el verdadero, el otro, sea Pablo.
Él, se encuentra "solo", en una intimidad extrema; sin embargo, se relacionará con ciertos personajes surgidos del recuerdo, o de su imaginación. Lo acompañarán algunos otros que podrían llamarse personajes reales, pero hay quien asegura que también forman parte de su mente; quizá de su mente en el momento de un sueño, de su sueño: esto sin embargo no lo podríamos asegurar.
Al comenzar la obra el Actor se encuentra en gran actividad: escoge su música preferida; luego va hacia un perchero y trata de probarse distintos disfraces, (obrero, licenciado, agente de tránsito, un héroe de espada y armadura, Romeo...) pero no puede vestirse solo. Por eso saca de un baúl enorme a Bufo-el Globero, quien le ayuda a ponerse la capa, o le coloca el yelmo o el birrete. Con cada disfraz posible modela frente a un espejo de cuerpo entero, pero ninguno de ellos lo convence. Finalmente escoge un disfraz: será un colegial de suéter, escudo, pantalones largos, mocasines y mochila. Busca la aprobación de Bufo-el Globero, pero éste solamente lo observa burlona, silenciosamente.
El Actor sonríe frente a su imagen final. Es una sonrisa que se transforma súbitamente en carcajada. Después viene el silencio. Él sabe perfectamente lo que tiene que hacer: corre presuroso hacia un rincón donde aparece un letrero que dice:
escondite tortuoso... Y saca una pistola. Obliga al desconcertado Bufo a salir de escena, luego va hacia el espejo y apunta a su sien...
Dispara tres tiros a su imagen reflejada y grita:

ACTOR.— ¡Basta!

Bufo-el Globero brota sorpresivamente del baúl y muestra al público una claqueta en la que leemos:

¡¡¡EL SUICIDIO!!!

Luego, después de dar el claquetazo dice con brillantez:

BUFO.— ¡El suicidio! Escena tercera del acto V... ¿Romeo y Julieta?... ¡No! Pero de todos modos: ¡Comenzamos!

Y se vuelve a meter a su baúl.
Suena el timbre de la puerta, el Actor corre hacia ella pero en ese momento suena el timbre del teléfono: decide ir primero hacia el teléfono.

ACTOR.— ¿Bueno?, ¡un momento por favor!

Deja descolgado el teléfono y va hacia la puerta; la abre y descubre que no hay nadie. Confundido la cierra y corre hacia el teléfono.

ACTOR.— ¿Quién habla? (Nadie contesta del otro lado de la línea) ¡Bueno! (Silencio) Qué, ¿no vas a contestar? No me lo digas. Eres tú de nuevo. Eres el Mudo...¿O Muda?...A lo mejor eres la Muda. Pues bien, querido o querida quien seas: te recomiendo que vayas y consultes un buen Otorrino. Sí, laringólogo. A ver si así me dejas de joder. (Y muy molesto cuelga la bocina).

Durante algunos instantes se queda viendo al vacío, luego descuelga la bocina y marca con ansiedad un número. Espera. Alguien contesta del otro lado de la línea y el Actor cuelga con una mezcla de miedo y vergüenza. Respira, mira de nuevo al vacío y vuelve a marcar el mismo número. Espera. Contestan del otro lado: cuelga precipitadamente. Bufo surge del baúl y lo mira suspicaz...


BUFO.— ¿No contestan?

ACTOR.— Sí, ellos siempre contestan, ¿pero yo?...Me quedo como una Mú...Muerto de nervios.

BUFO.— Sí, ¡esos mudos! ¿Insoportables, verdad?

ACTOR.— Deberían encerrarlos.

BUFO.— ¿Nos?

ACTOR.— Encerrarnos si quieres; lo mismo da. Pero, ¿sabes qué?

BUFO.— ¡Oh no!

ACTOR.— Voy a invitarlos. Voy a invitarlos a mi fiesta de cumpleaños.

BUFO.— ¿Crees que se acuerden de ti?

ACTOR.— (Sin hacer caso) Únicamente dos invitados: Verónica y Jerónimo; Jerónimo y Verónica... ¿Te das cuenta?

BUFO.— ¡Oh no!

ACTOR.— Hasta en el nombre se parecen. ¿No te parece ridículo?... Jerónimo y Verónica, ¡Já! (Se toma la cabeza con un exagerado gesto de dolor) ¡Ay, otra vez esta maldita migraña, no es justo! ¡Mi pobre cabeza...! !Y tenía que dolerme precisamente hoy! (Repentinamente sin dolor mira paranoico a Bufo) Sí, ya sé... pero no tienes por qué mirarme así; ya no me duele... ¡Que no me mires así!... De acuerdo, tienes razón: siempre busco pretextos. Pero esta vez sí les voy a hablar. (Bufo toma el teléfono y marca el número de Verónica y Jerónimo) ¿No me crees, verdad? Pues fíjate bien cómo les hablo... (Bufo le da la bocina y Pablo, mientras espera a que contesten, dice...) Y no me vuelvas a decir que soy hipocondriaco, porque no soy hipocondriaco. Nunca he sido ni seré... ¡Hola!... ¡¿Verónica?! (Muy nervioso) ¡Adivina quién!... Pablo, el mismo de siempre, casi el mismo. ¿Qué te parece si te invito a una fiesta?... Sí, así de drástico. Dile también a Verónimo, Jerónimo... Pero claro que es en serio... ¿Ahí está?... Luego me lo pasas, pero mira: es una fiesta de disfraces... Pues se me ocurrió... ¿Mi cumpleaños? No, claro que no. ¿Te hubieras acordado, no?... ¿Cómo? ¿Sí te acordaste? ¿Qué dijiste?... ¡Ah sí! ¡Claro! Gracias por hablar... ¿Qué cosa?... No, si ya sé que yo soy el que te habló, claro; pero de todos modos gracias, sí. Por acordarte... ¡Uy, qué insistencia! A ver, pásamelo... ¿Jerónimo?... ¡Maestro, qué desgracia!... ¿Cómo?... Sí, que me da mucho gusto... Sí, de veras. Le decía a Verónima de una fiesta... Sí, de disfraces... No, no; pastel si quieres, pero detesto los globos... Pues no sé, nunca me han gustado... ¿Qué dices? ¡Ahmmh, temprano! ¿A las nueve te parece bien?... Nueve y media... ¿Sí?... A ver, pásamela... De lo que quieras, Vero... ¿De momia? Pues, me parece estupendo... ¿Sí?... A mí también, sí... Perfecto... Bye... Nos vemos... Diez y media, sí... ¡Chauuu!

Cuelga radiante el teléfono. Bufo se burla de él.

BUFO.— Ajá, sí... ajá, sí, claro. ¿Ajá?... sí. ¿Mhiumjummh?... Mhiamjá... mmmhhh.

ACTOR.— (Feliz) No lo puedo creer. Estoy vivo. ¡Vivo! (Orgulloso) Lo he notado. Y ellos van a venir. A las nueve, a las nueve en punto. ¿Te das cuenta? ¡Estoy vivo!

BUFO.— Felicidades...¿Y qué vas a hacer con toda esa vivísima vitalidad?

ACTOR.— (Sin desalentarse) Tengo futuro, voluntad. Soy casi famoso. Hoy es mi cumpleaños, todavía soy joven. Tengo salud, fuerza, memoria, entendimiento: Inmejorables condiciones.

BUFO.— Oye, ¡qué bárbaro! ¡Por qué no nos casamos!

ACTOR.— ¿Así que no me crees? (Lo mira fijamente) Ya sé lo que estás pensando: Pablo va a intentarlo de nuevo. Eso piensas, ¿verdad? ¡Contesta!

BUFO.— ¿Intentar? ¿Qué cosa?

ACTOR.— El suicidio. Llámalo con todas sus letras:
(Deletrea) S U I C I D I O: Suidicio... digo, como se llame.

BUFO.— Usted... ¡Se está tomando demasiado en serio!

ACTOR.— ¿Qué?... ¡De qué se trata!

BUFO.— (Muy amable, le da un globo) Queda usted detenido. Acompáñeme.

ACTOR.— ¿Sí?... Gracias, pero así estoy bien.

BUFO.— Sígame.

ACTOR.— ¡Cómo se le ocurre! ¡Yo no soy un delincuente!

BUFO.— Eso no interesa. Se siente usted culpable, ¿no?

ACTOR.— Sí. Es decir: ¡No! ¿De qué tendría que sentirme culpable? Yo solamente quiero sentirme bien.

BUFO.— Qué original. Entonces usted no es culpable de nada.

ACTOR.— No, rotundamente no.

BUFO.— Y sin embargo, todo lo que usted diga o haga será utilizado...

ACTOR.— En mi contra, sí. Pero, ¿se trata acaso de una pesadilla?

BUFO.— Quizá. Y quizá todo lo que usted diga o haga no le importe a nadie, ni siquiera a usted mismo...

ACTOR.— Eso no es posible... ¿O sí?

BUFO.— No lo sé; pero el caso es que tiene usted que acompañarme.

ACTOR.— ¿Tengo? ¿Y si me escapo?

BUFO.— Esa sería su decisión... su elección.

ACTOR.— ¿Está seguro?

BUFO.— No.

ACTOR.— (Busca distintas salidas) ¿Y por dónde está la salida?

BUFO.— Por la puerta como es natural, pero sólo algunos, muy pocos acostumbran fugarse por la puerta.

ACTOR.— (Pensativo) Claro... ¡Qué confusión! (Se despide de Bufo) Gracias, ha sido... como un placer.

BUFO.— No fue nada.

ACTOR.— Ah... Si preguntan por mí... Dígales que tuve un compromiso muy... Un compromiso verdaderamente...

BUFO.— Y que no fue capaz de despedirse de nadie...

ACTOR.— Que tuve que salir. Eso es todo.

El Actor se dirige a la puerta: la encuentra cerrada. Va hacia el espejo de cuerpo entero: lo traspasa. Se da cuenta de que se encuentra en el mismo espacio. Traspasa una y otra vez la puerta-espejo. Trata de adoptar una actitud racional. Analítica.

ACTOR.— Bueno y después de todo: ¿quién quiere saber lo que hay afuera? Afuera es un concepto abstracto, tan abstracto como el concepto Adentro. ¿Dentro y Fuera relacionados con qué o para qué? Si lo pensamos bien, obtendremos como conclusión de esta antinomia: una serie de datos que podrían revelar el sentido más profundo de las entidades ontológicas. Quiero decir que tomando en cuenta la Ubicuibilidad y los Atributos del Ser: el Espacio se manifiesta precisamente en una contradicción básica cuyas premisas son como acabo de decir, ahmm... Cuyas premisas son precisamente, ahmm... (Se toma la cabeza anunciando dolor de cabeza. Bufo le sirve un vaso de agua) Cuyas principales premisas son, ahmmm... (Recibe el vaso de agua y mira agradecido a Bufo) Gracias. (Se lo toma sin dejar de mirarlo) Es usted un... Casi un ángel. ¿Sabe? Tengo una cita a las ocho.

BUFO.— (Afirmando) Una cita muy importante.

ACTOR.— Importantísima. Más que una cita es una fiesta. Una fiesta disfrazada, (Se corrige) de disfraces.

BUFO.— (Malicioso) Y van a venir sus amigos.

ACTOR.— Mis amigos de siempre sí... Y cuando lleguen...

BUFO.— Siempre y Cuando lleguen.

ACTOR.— Cuando lleguen...

Se escucha la sirena de una patrulla o ambulancia. Entra Jerónimo vestido de boy scout. Su aspecto en general es el de un niño que acaba de sufrir un accidente: su camisa está manchada de sangre.

JERÓNIMO.— (Infinitamente triste) Te lo dije, Pablo. Te dije que no podríamos seguir con tanta suerte. A dónde estabas. ¿Por qué me dejaste solo? Me detuvieron, Pablo. Ya no podemos seguir así jugando tanto. Jugando siempre como si nada fuera en serio. Algún día tenía que terminar; y ya ves, me detuvieron. Me agarraron entre cuatro y no tuvieron lo que se dice: ¿piedad?, ¿compasión? No, nada de eso. Me pescaron, como tú dices. A la salida, como siempre.

BUFO.— ¡Tírale los dientes; apúrate, nos van a ver; quítate, me toca a mí! (Habla y actúa sin que Jerónimo lo tome en cuenta. Para Jerónimo y para todos los demás personajes, con excepción de Pablo, Bufo apenas existe. Saben que está ahí, como un fantasma impertinente, pero prefieren ignorarlo).

JERÓNIMO.— No, pero no pienses que fue un combate limpio; una pelea de caballeros, de grandes héroes y todo eso, no. Me agarraron entre cuatro. Como a tres cuadras de la escuela. Me cubrieron de patadas, de gritos cómplices.

BUFO.— ¡Tírale los dientes; apúrate, nos van a ver; quítate, me toca a mí!

ACTOR.— Eso sucedió hace mucho tiempo...

BUFO.— A la salida.

ACTOR.— ¿Y yo?

JERÓNIMO.— ¡A dónde estabas!

BUFO.— Te quedaste dormido.

ACTOR.— ¿Dormido?... ¿Estoy dormido?

JERÓNIMO.— Nadie me avisó. Todo sucedió sin más, a la salida, como siempre. Me puse a caminar sin esperarte.

ACTOR.— Me quedé dormido.

JERÓNIMO.— Me agarraron entre, ¿siete?

BUFO.— Una pesadilla.

ACTOR.— Una bofetada de cascos y macanas, de calibres y patrullas. ¿Y yo? ¿A dónde estaba?

BUFO.— Roncando. Soñabas con judiciales.

ACTOR.— Te rompieron los ojos.

JERÓNIMO.— Me arrancaron la vida.

BUFO.— Ya lo decía yo. Una pesadilla.

JERÓNIMO.— Me dejaron tirado en la calle, masacrado.

ACTOR.— ¡Malditos judiciales!

JERÓNIMO.— ¿Estás loco? ¡Cuáles judiciales! ¡Fueron Jáuregui y los demás! ¡Fueron los del tercero B!

BUFO.— ¡Tírale los dientes; apúrate, nos van a ver; quítate, me toca a mí!

JERÓNIMO.— ¿Y tú, a dónde estabas tú? Por qué no fuiste a la escuela.

ACTOR.— ¿Yo? (Somnoliento) ¿Estaba dormido?

JERÓNIMO.— ¡Qué dices!

Suena una señal de alarma. Un despertador, o la chicharra de una escuela son adecuados. Bufo venda los ojos de Jerónimo. Pablo le pone una pistola en la sien. Comienza un interrogatorio implacable.

ACTOR.— ¿Cuál es tu última voluntad?

JERÓNIMO.— No me molestes.

ACTOR.— ¿Cigarros, alcohol, alguna droga... ?

JERÓNIMO.— ¡No me estés jodiendo!

ACTOR.— ¿Saliste reprobado?

JERÓNIMO.— Sí, fue por tu culpa.

ACTOR.— ¿En Deportes?

JERÓNIMO.— Sí.

ACTOR.— En Matemáticas.

JERÓNIMO.— Sí, fue por tu culpa.

ACTOR.— Siempre mi culpa... ¿Cuál es tu última voluntad?

JERÓNIMO.— ¿Voy a morir?

ACTOR.— ¿Quieres veneno?

JERÓNIMO.— ¿No has visto a los demás?

ACTOR.— ¿Demás?

JERÓNIMO.— Demás.

BUFO.— ¿Qué es eso?

ACTOR.— ¿Demás?

JERÓNIMO.— Demás.

BUFO.— Demasdemasdemasdemás...

ACTOR.— ¿Qué es eso?

JERÓNIMO.— No lo sé. ¿Una palabra?

BUFO.— ¿Y qué significa?

JERÓNIMO.— No lo sé.

BUFO.— No lo sabe.

JERÓNIMO.— Ya no.

ACTOR.— ¿Quieres veneno?

JERÓNIMO.— Lo sabía.

ACTOR.— ¿Veneno?

JERÓNIMO.— Un vaso de agua.

Bufo le ofrece una copa de metal.

ACTOR.— (A Bufo) ¿Tiene todo?

JERÓNIMO.— (Mira receloso el contenido de la copa) Gracias... ¿Y?... ¿Cómo te ha ido? ¿Qué has hecho? ¿Qué dice el Teatro?

ACTOR.— Estoy ensayando mi nuevo, mi último... es decir mi más reciente personaje: sucedió frente al espejo... ¿Qué fue lo que te dije?

BUFO.— Estoy ensayando mi nuevo, mi último... es decir mi más reciente... (El Actor obliga a Bufo a meterse a su baúl) ¡Personaje!

ACTOR.— ¡Sucedió!... Suicidio... frente al espejo.

JERÓNIMO.— Ah, sí... me dijeron que estabas ensayando Romeo y Julieta. ¿Pero eso fue el año pasado, no?

ACTOR.— (Le quita la copa y representa un fragmento de su versión a Romeo, antes del suicidio. Bufo surge de su baúl y le ayuda a representar la escena) Julieta, por qué estás aún tan hermosa? Tus ojos brillan. Voy a morir contigo. Déjame sellar con un beso mi eterno pacto con la muerte. (Besa la copa) Ven áspero y vencedor veneno. Mi cuerpo, harto de combatir con la vida... quiere perderse en los abismos. Brindemos.

EL ACTOR CAE FULMINADO. JERÓNIMO APLAUDE CON ENTUSIASMO.

JERÓNIMO.— ¡Bravo! ¡Genial, maestro! ¡Déjame darte un abrazo! (Se dan un aparatoso abrazo. Repentinamente, Jerónimo se pone serio) Pero no lo vuelvas a hacer, es de mala suerte.

ACTOR.— ¿Ensayar frente al espejo?

JERÓNIMO.— No. Suicidarse frente al espejo. Es de mala suerte. Dicen que tu alma se queda dentro, atrapada.

ACTOR.— Por favor, Jerónimo; nunca pensé que fueras un supersticioso.

JERÓNIMO.— Nunca lo he sido.

BUFO.— Pero insisto en que es de mala suerte.

JERÓNIMO.— Pero insisto en que es de mala suerte.

ACTOR.— Mejor me suicido en otra parte.

BUFO.— !Se aproxima el juego más vital!

JERÓNIMO.— ¿Y si mejor te mato?

ACTOR.— (Emocionado) ¡Bruscamente!

JERÓNIMO.— (Feliz) ¿Te acuerdas?...

ACTOR.— Cuando jugábamos en la cocina de tu abuela...

JERÓNIMO.— ¡Muerte brusca, sí! ¿Cuáles eran las reglas?

BUFO.— ¡Artículo tercero!

ACTOR.— ¡Artículo tercero, sí! ¿Qué es más importante? ¿Las reglas del juego... ?

JERÓNIMO.— ¡O el juego sin reglas!

ACTOR.— ¡El juego de la regla rota!

JERÓNIMO.— ¡Artículo mortis!

BUFO.— ¡Mortis mortibus!

JERÓNIMO.— ¡Todo aquel que viole o desobedezca estas reglas será condenado a la pena máxima...

TODOS.— ¡MUERTE BRUSCA!

EL ACTOR TOMA LA PISTOLA Y DISPARA TRES TIROS A JERÓNIMO, QUIEN CAE SÚBITAMENTE AL PISO. EL ACTOR TRATA DE REANIMARLO CON LA AYUDA DE BUFO.

ACTOR.— ¡Jerónimo! ¡Jerónimo despierta! ¡Acaban de matar al maestro de Matemáticas!

JERÓNIMO.— (Se levanta sorpresivamente) No, Pablo, no. Al maestro de Matemáticas no lo asesinaron. Simplemente se arrojó, se tiró, precipitó. Se hizo trizas; salió en el periódico. Todo el mundo lo sabe. Se arrojó. Se hizo trizas...

TODOS.— ¡SE SUICIDO!

JERÓNIMO.— (Adopta la actitud de un maestro de Matemáticas) Vamos a ver, jóvenes, miremos. El día de hoy analizaremos la Teoría del suicidio y sus principales corolarios. Axioma A... (Al Actor) A ver, usted. Diga Ahh por favor.

ACTOR y BUFO.— Aggh, gahhh, guihuu, gaiiuuu...

JERÓNIMO.— ¡Suficiente! El suicidio como todos sabemos es una actividad peligrosa que puede llevar al individuo a diversos estados de alteración. Tenemos por ejemplo los suicidios que comienzan con una perturbación del pneuma. Asimismo, los hay parecidos a la muerte lenta, muy semejantes a los provocados por muerte brusca, pero no tanto. La diferencia estriba en si el sujeto se toma demasiado en serio o no. Tenemos el suicidio de Romeo, con veneno por supuesto. El lento pero aproximado, que es una variante de la muerte brusca. Tenemos ese suicidio, ese otro... y tenemos además, el además.

ACTOR Y BUFO.— Gauuu, gauiii, gaushhh, shiuuuuu, aghh.

JERÓNIMO.— (Al Actor) ¿Cuál es su nombre, joven?

ACTOR.— Pablo.

JERÓNIMO.— (Indignado) ¡Pablo! (Lo observa con atención) Pablo, usted y yo resolveremos juntos la siguiente ecuación. Acuéstese en el piso. Levante ese brazo. (El Actor levanta, por ejemplo, el brazo izquierdo) ¡Ese brazo no! ¡El otro! (El Actor levanta el brazo derecho) ¡No, ése no! Levante exactamente ese brazo y no el otro. (El Actor confundido levanta uno y otro brazo) ¡Levántelo!... Muy bien. Ahora, usted va a recibir un pequeño obsequio. (Le da una rosa. Bufo, a su vez, corre por un ramo de rosas negras y las va colocando alrededor del cuerpo del Actor) Repita después de mí.

El Actor repite torpemente cada verso mientras flexiona piernas y brazos. Jerónimo lo cubre con una tela negra a manera de sudario. Bufo es el cómplice de Jerónimo en esta especie de ceremonia.

EL ACTOR Y JERÓNIMO.—

MUERTO SOY

MUERTO SIN POLVO

SIN EMBARGOS Y SIN PEROS

MUERTO SIN SAL

CON DIENTES Y CON PELO

MUERTO SOY

SIMPLEMENTE

SIN CUIDADO

SIN ANTEOJOS

SIN MALETA

MUERTO SOY

DESNUDO

YO SOLO

Y SIN ZAPATOS

ACTOR.— (Gime) ¿¡Maestro, puedo ir al baño!?

JERÓNIMO.— (Continúa con su "cátedra") El suicidio...

ACTOR.— (Aúlla) ¡Maestro!

JERÓNIMO.— Silencio. Despejemos juntos la siguiente incógnita:
Capítulo primero: Usted se encuentra en su casa; solo y angustiado; triste, cabizbajo; sin hambre, desolado; herido y fatigado; se siente culpable, amordazado.
Capítulo segundo: Usted sale corriendo hacia la calle. Baja las escaleras del metro. Mira venir el convoy. Se decide. Todo es metal naranja y luz verde. El convoy se acerca, se acerca cada vez más aprisa. Usted está dispuesto. Mira venir el inmenso convoy...
¡Y en ese preciso instante!...

ACTOR.— ¡Qué bruto!

JERÓNIMO.— (Muy serio) De qué te ríes.

ACTOR.— Del maestro de Matemáticas. Es que eso de suicidarse en el Metro... ¿No has visto el anuncio? “!Por favor no se suicide en el Metro, piense en el tiempo de los DEMÁS!”

JERÓNIMO.— (Gélido) ¿Te pido un favor?

ACTOR.— (Bromista) ¿De aquí hasta el fondo de la coladera? ¿Qué desea su INMINENCIA?

JERÓNIMO.— ¿Podrías dejar de escupir estupideces?

ACTOR.— Disculpe, señor Profesor. No quise ofenderlo. Yo... ¿Me va a reprobar?

JERÓNIMO.— ¿Te callas? Estoy hablando en serio.

ACTOR.— ¿Qué? ¿Así no juegas? Uyy sí. No hay problema. ¿No quieres un café?

JERÓNIMO.— No, gracias. Pero podrías prestarme tu teléfono. Es algo que no te importa. Es algo que jamás te importaría. Es una llamada urgente. ¿Me prestas tu teléfono?

ACTOR.— Claro que no...

JERÓNIMO.— ¿No?

ACTOR.— (Desarmado) Está bien. Habla.
Jerónimo marca un número telefónico interminable. Bufo y el Actor llevan a cabo un insólito juego de naipes.

JERÓNIMO.— Una porquería, todo es una porquería. Estoy harto. ¿El juego más importante que las reglas? Pobre Pablo. Tú insistes demasiado y el juego terminó hace mucho tiempo. ¿A dónde vas? ¿A dónde quieres ir? Un día me descubrí hablando con un payaso insoportable. ¿Quién cambió? ¿Quién se volvió un desconocido para el otro? Estoy harto. Yo ya no vuelvo. Yo ya no voy a jugar.

BUFO.— Tercia de qüinas, dos reyes, dos jotos y un caballo... Jaque mate.

ACTOR.— ¿Y eso? ¿Qué clase de estúpido juego es éste?

BUFO.— Un estúpido juego sin reglas. O qué, ¿ya no te gustan?
Jaque mate y muerte brusca. ¡Salud!

JERÓNIMO.— Pero... parece que tu teléfono está suspendido. Mejor hablo desde un teléfono público. Espero que no te moleste.

ACTOR.— No, ¿cómo crees? Yo de todos modos me iba a dar un...

BUFO.— Un balazo.

ACTOR.— Un baño. Me iba a matar al baño cuando llegaste... A meter. Así que si me permites...

JERÓNIMO.— Claro.

BUFO.— Además no tarda en venir Verónica.

ACTOR.— Además no tarda en venir Verónica.

JERÓNIMO.— ¿Quién?

ACTOR.— Verónica. ¿La conoces?

JERÓNIMO.— Se me hace tarde. Luego nos hablamos.

BUFO.— Ándale.

ACTOR.— Adiós. Cuídate, si puedes.

Jerónimo sale de escena. En ese momento se escucha el estruendoso choque de un automóvil. Gritos y sirenas. Bufo y el Actor se miran desconcertados. Entra Verónica intempestivamente. Es una mujer joven, pero viste como una niña. Trae una bolsa de almacén.

VERÓNICA.— ¡Puf... vengo muerta! (Cae fulminada. El Actor y Bufo corren a confortarla. Verónica se levanta sorpresivamente.) ¡Hay un tráfico...! No tienes una idea. Un tráfico espantoso. (Siempre al Actor) Pero qué cara. Parece que te hubieran golpeado. Por cierto, a que ni sabes con quién me acabo de encontrar en el elevador: a tu psiquiatra. ¡Qué tipo! (Bufo le da un vaso de agua) ¡Pero cómo no lo pensé! ¿Acaba de estar aquí, verdad? Se nota. ¿A qué vino? (Se toma el vaso de agua mientras observa al Actor) Por eso tienes esa cara... Pero siéntate, mi amor; estás muy pálido.

ACTOR.— ¿Y tú? ¿Cómo has estado tú?

VERÓNICA.— ¡Mira lo que te compré! (Saca un libro enorme de la bolsa de almacén) Acaban de editarlo. La traducción es una porquería, pero las ilustraciones son de sueño. Además te dice en veintinueve lecciones todo lo necesario. Eso sí: debes seguir las instrucciones al pie de la letra, pero con un pequeño esfuerzo...

ACTOR.— Verónica te estoy hablando. ¡Verónica, cómo demonios has estado!

VERÓNICA.— Una joya. Incluye recetas de cocina, crucigramas, el horóscopo al día y un paquete de adivinanzas varias. Pague una fortuna claro, pero al final...

ACTOR.— ¡Maldita sea, Verónica! ¿¡Me vas a contestar!? ¿¡Cómo has estado!?

Verónica deja caer el libro. Bufo lo toma y lo lee plácidamente.

Verónica.—(Conmocionada) ¿Bien? ¿Todo está bien?

ACTOR.—¿Necesitas ayuda?

VERÓNICA.— Soy fuerte.

ACTOR.— ¿Por qué tienes los ojos tristes?

VERÓNICA.— Soy dueña de mis actos.

ACTOR.— Así que ya no eres una niña.

VERÓNICA.— Nunca lo he sido.

Bufo se sienta en una silla. Saca de una bolsa un paquete enorme de palomitas y silenciosamente las consume mientras observa atentamente al público.

ACTOR.— Recuerdas, ayer, cuando estuvimos solos.

VERÓNICA.— ¿Ayer?... ¿Quién quiere hablar de eso?

ACTOR.— Yo.

BUFO.— (Anuncia) ¡Soledad! ¡La película! ¡Véala en su cine favorito!

VERÓNICA.— ¿Ayer?... Estuve sola. Me compré una paleta de limón en la tienda de la esquina. Ayer me soñé caminando sola por la calle; y en mi sueño me decían, no sé quién, pero me decían que me habían visto comprar una paleta de limón en la tienda de la esquina.

BUFO.— ¡Soledad! ¡Una película!, ¡pero qué película!

ACTOR.— Ayer hacía calor. Me quité la camisa y los zapatos. Hacía calor y me tomé un vaso de agua.

Bufo los moja con una regadera. Luego pasea con un paraguas abierto.

VERÓNICA.— Me gusta comprar paletas de limón. Son frías pero me besan los labios y la lengua. Me gusta sentir el vacío de mi estómago cuando me siento sola, sentada en cualquier banca del parque, mirando la gente que pasa.

BUFO.— Conozca la conmovedora historia de Verónica: simple mortal en busca del Amor. ¿Su mayor fantasía?

VERÓNICA.— ¿Vendrás? ¿Vendrás a mí, caballero de los brazos fuertes?

BUFO.— Ella no sabe que pronto llegará a ella, a su melancólica soledad: ¡El Hombre!

VERÓNICA.— Un caballero de piel tibia. Hermoso y fuerte.

ACTOR.— ¿Ayer? Ya casi no me acuerdo. Alguien decía que tenía que ser valiente como un torero.

BUFO.— Sí, pronto llegaría Pablo. Un Hombre que le ofrecería todo su amor. Todo el amor que él podía ser capaz de dar.

VERÓNICA.— ¿Vendrás? ¿Vendrás a mí?

ACTOR.— Y me dijeron: Cuando seas grande serás vigoroso y audaz. Cabalgarás con armadura y una espada. Eso dijeron. Pero no. Yo no soy azul, nunca lo fui, ni mucho menos príncipe.

BUFO.— Y sucedió. El Hombre y la Mujer se conocieron. No se la pierda. Soledad. Consulte su cartelera.

BUFO.— (A Verónica) ¿Cómo fue todo? ¿Cómo fue que nos conocimos?

VERÓNICA.— ¿Sucedió como en el Teatro, como en el Cine? ¿Verdad que sucedió como en el Cine?

ACTOR.— Sí, algo así... claro.

BUFO.— Por lo menos sucedió en el cine.

ACTOR.— Esa tarde fui al cine.

VERÓNICA.— Esa tarde me fui... al cine.

BUFO.— Fueron al cine.

VERÓNICA.— Me senté en la butaca que yo elegí. Estuve mirando las caras de la gente y te vi. Tú también habías escogido tu lugar, sin mucho ruido. Bueno, es una manera de decirlo.

ACTOR.— Estás sugiriendo que fui un escandaloso.

VERÓNICA.— Lo afirmo. Fuiste escandaloso.

ACTOR.— (Cínico) Fue para llamarte la atención

VERÓNICA.— Debo decir que lo lograste. Nunca vi la película.

BUFO.— ¡Soledad!

ACTOR.— (Admirado) ¿¡No la viste!?

VERÓNICA.— Tampoco tú.

ACTOR.— Claro que sí... Todavía me acuerdo.

VERÓNICA.— ¡Pero Pablo! ¡Te corrieron del cine!

BUFO.— Por escandaloso.

ACTOR.—¿Sí, verdad? Y tú saliste tras de mí... clamando.

VERÓNICA.— No seas vanidoso.

ACTOR.— No soy vanidoso, pero saliste tras de mí... clamando.

VERÓNICA.— No me voy a poner a discutir.

ACTOR.— ¿Y te acuerdas, en la calle?

BUFO.— ¿Les gustan las comedias musicales?

ACTOR.— ¡Las detesto!

VERÓNICA.— En la calle fue como de cuento. Mejor dicho fue como... Como una...

ACTOR.— ¿¡Una comedia musical!? ¡No, ni se te ocurra, por favor!

VERÓNICA.— Me acuerdo que yo era Ginger Rogers y tú... tú eras...

BUFO.— ¿Fred Astaire?

ACTOR.— (A Bufo) ¡Todo lo que quieras menos Fred Astaire!

VERÓNICA.— Me quitaste las palabras de la boca... tú eras Fred Astaire.

ACTOR.— Lo dijo... ¡Lo dijo!

Música de comedia musical. Los personajes ejecutan una comedia musical rosa.

BUFO.— Hola muy buenas piernas.

ACTOR.— ¡Hola! Muy buenas tardes.

VERÓNICA.— ¡Hola! ¡Gusto, mucho!

ACTOR.— ¿Para dónde vas?

BUFO.— ¿Pequeños pliegues en los sitios más inusitados?

VERÓNICA.— Pasaba por aquí y pues pasaba.

ACTOR.— Yo también iba esperándote, pasando. ¿Te gustó la película?

VERÓNICA.— Sí. Es decir no. No la vi.

ACTOR.— Yo también. Yo tampoco la vi.

BUFO.— Dulces tensiones aliviadas. Húmedas sensaciones. Olores varios.

VERÓNICA.— ¿Te puedo hacer una pregunta?

BUFO.— ¿Te gusta el sexo oral?

ACTOR.— Claro, cómo no.

BUFO.— ¿Exactamente ahí, o a un lado?

VERÓNICA.— ¿Cómo dijiste que te llamabas?

ACTOR.— Pablo. Me llamaba Pablo. Soy talentoso y por supuesto soy actor. Luego te doy mi tarjeta.

VERÓNICA.— Sí bueno, pero en qué trabajas.

BUFO.— ¡Basta! ¡Silencio, por favor silencio!

Cesan abruptamente música y coreografía. Verónica cae al suelo, fulminada.

ACTOR.— ¿¡Qué pasa!?

BUFO.— Es terrible... pero lo peor sucedió antes del desayuno, como siempre. Lo peor, ni más ni menos; antes del desayuno.

ACTOR.— ¡Qué! ¿Cuál desayuno?

BUFO.— El de ustedes. Despierta a tu mujer. Pregúntale si los prefiere revueltos o estrellados.

ACTOR.— ¡Pero si nos acabamos de conocer!

BUFO.— ¿Conocer? ¿Qué no vivieron juntos?

ACTOR.— ¿Vivimos?

BUFO.— ¿Viven?

ACTOR.— ¿Qué?

BUFO.— Sí, eso es lo que digo yo. VIVEN juntos... por ahora. Muy bien, entonces cómo quieren su desayuno.

ACTOR.— ¡Insistes!

BUFO.— ¡Ajá! Sí.

ACTOR.— Pues lo queremos en la cama, por favor.

BUFO.— Perdón, ¿cómo dijiste?

ACTOR.— El desayuno en la cama y rapidito por favor.

BUFO.— ¿Estás soñando?

ACTOR.— (Turbado) ¿¡Qué!?

BUFO.— No importa, no. Veré que puedo hacer por ti.

BUFO SALE DE ESCENA.

ACTOR.— ¿Verónica? ¿Duermes, Verónica?

VERÓNICA.— ¿Pablo?

ACTOR.— Sí.

VERÓNICA.— ¿Estás aquí? No te vayas... La vida es demasiado grande.

ACTOR.— No te preocupes. Yo te voy a cuidar.

VERÓNICA.— (Pausa) Te equivocas, Pablo. No me gusta que me cuiden. (Se levanta desorientada)

ACTOR.— (Protector) ¿Tienes frío? ¿Quieres que te preste un suéter?

VERÓNICA.— ¿Un suéter? (El Actor la abraza dulcemente) ¿Una piel tibia? (Lo aleja) No me toques.

ACTOR.— Eres una niña.

VERÓNICA.— Soy una mujer. (El Actor la abraza de nuevo. Ella dice fríamente...) Soy fuerte. (Y se aleja hacia el espejo. Lentamente, cepilla su cabello)

Bufo entra con una charola vacía.

BUFO.— Dígame, señor. ¿Usted la ama?

ACTOR.— ¿Quiere una respuesta simple?

BUFO.— Quiero una simple respuesta. ¿La ama?

ACTOR.— Sí.

BUFO.— ¿Y ella?

ACTOR.— Verónica es egoísta.

VERÓNICA.— ¿Cómo empezar? Ayer estaba sola y me dijeron:
¿No quieres venir?
¿Cómo seguir?... Ahí estaba ese curioso ser, ese chiflado escandaloso. Tenía los ojos vivos y en cada mano una sorpresa...
Y comencé a querer amarlo.

ACTOR.— ¿Una decisión?

BUFO.— Un imposible.

VERÓNICA.— Pasó el tiempo y comencé a recordar ese desear amarlo. Y seguí y me perdí... Y me olvidé. Me confundí conmigo misma.
Confundí mi voluntad de amar con el amado mismo. Olvidé tanto que imaginé querer con toda mi verdad al hombre de los ojos vivos.
Olvidé, pero después lo supe. Me enteré de mí misma. Estaba enamorada de la imagen que yo misma quise crear. (Deja de cepillarse, mira impasible al Actor)

BUFO.— No, no, no, no y no. La verdad es más simple y menos complicada: Verónica es incapaz de dar amor y sobre todo es incapaz de recibirlo. ¿O tú qué piensas? (Sale presuroso ante la mirada fulminante del Actor)

ACTOR.— Oye, Vero... ¿No crees que es tiempo de que tengamos un bebé. Un bebito con mi cara y con tu cara, así... mezcladas. Sería sensacional, ¿no crees? Con tu cara con mi cara. (Ante la elocuente mirada de Verónica) No, ¿verdad? No es una idea brillante. No.

VERÓNICA.— (Como si estuviera sola) Pablo es un sordo. Pablo es un gatito torpe. ¿Y yo? Yo me voy.

ACTOR.— ¿Con quién, Verónica?

VERÓNICA.— Me voy, Pablo; simplemente.

ACTOR.— ¿Buscas un héroe de mil batallas?

VERÓNICA.— Adiós, Pablo

ACTOR.— Un héroe fantástico. Matará al dragón. Levantará un castillo para ti.

VERÓNICA.— Eres un idiota. Nunca vas a cambiar. (Sale furiosa de escena).

ACTOR.— Te construirá una torre y tú en silencio lo amarás. Lejos de él; mientras conquista el mar, dragón de tantas olas. Una historia perfecta para ti, Verónica; para ti, tan sola.

Entra Bufo-el Globero con gran estrépito. Trae consigo una misteriosa bolsa de papel estraza de las que se usan para el pan dulce, pero esta vez la bolsa contiene un globo lleno de agua que apenas se asoma al público.

BUFO.— Le venimos estudiando, le venimos excitando, le venimos lubricando, le venimos erectando. Le pintamos, le sacamos, le introducimos, le metemos paso a paso, poco a poco: ¡la singular, la nunca vista! Lo contiene, lo tranquiliza, lo mediatiza, lo acompaña, no lo deja solo. Lo pertenece, lo incorpora, lo adhiere, lo pega, lo succiona. Usted no intenta, no ejecuta, no tiene de qué, no tiene sino qué. Se inercia, se deja, se hamaca, se alfombra y se algodona. Sin compromiso, sin esfuerzo y sin maniobras... ¡Llévelo!

ACTOR.— (Emocionadísimo) ¿¡Y cuánto cuesta!?

BUFO.— ¿De veras le interesa?

ACTOR.— ¡Pues sí, pues claro, sumamente!

BUFO.— Por ser para usted...

ACTOR.— ¿¡Sí!?

BUFO.— No. Mejor no. Disculpe a usted no se lo podemos vender.

ACTOR.— (Indignado) ¿¡Por qué no!?

BUFO.— (Misterioso) Es peligroso. (Lo abraza) Usted sabe. Usted sabe que no sirve de nada saber y mucho menos criticar. Por lo menos aquí.

ACTOR.— (Cada vez más indignado) ¿Saber qué cosa, criticar qué cosa? ¿Y qué quiere decir con aquí?

BUFO.— Criticar, saber. Es inútil. Como el psicoanálisis.

ACTOR.— ¡Oiga no! ¡A mí nadie me va a venir con discursos!

BUFO.— Si yo mismo le dije que aquí no. ¿Qué? ¿Ya se enojó?

ACTOR.— (Se contiene) No, cómo cree. (Reflexiona) Oiga...

BUFO.— ¿Sí?

ACTOR.— ¿No me podría vender aunque sea tantito?

BUFO.— Lo siento, señor, pero está prohibido. Por lo menos durante las horas hábiles.

ACTOR.— (Con la intención de discutirle todo) ¿Y por qué hábiles?

BUFO.— Las de trabajo, Señor. ¿No tenía usted que irse a trabajar?

ACTOR.— ¡Ay la entrevista!

BUFO.— ¿Entre qué?

ACTOR.— ¡Qué barbaridad, la entrevista!

El Actor arregla el "departamento" muy de prisa, sin demasiado éxito. Saca al Globero de escena como si fuera un mueble. Se peina, se arregla y corre hacia la puerta. En ese momento suena el timbre del teléfono. Corre hacia el teléfono, pero antes de llegar se detiene en seco: se vuelve a peinar y muy seguro de sí va hacia la puerta. Entra Bufo-el Globero por primera vez con globos. El Actor furioso va a contestar el teléfono que parece sonar cada vez más fuerte. Bufo se mantiene inmóvil en la puerta como si fuera un vendedor.

ACTOR.— (A Bufo) ¡Qué se le ofrece! (Bufo no contesta) (Al teléfono) ¡Bueno! (Al estático Bufo) ¡No quiero globos! (Agresivo) ¿Me oyó? ¡Que no quiero globos! (Para sí) Nunca me han gustado los globos. (Corre furioso hacia Bufo quien huye despavorido dejando la puerta abierta)(Al teléfono) ¡Bueno! Disculpe, casi no le oigo. ¿Sí?... ¿Por qué no vuelve a marcar? ¿Qué cosa?... ¿¡Eres tú, mami!? ¡Mamá, mamita; qué sorpresa! Gracias por hablar... No me lo digas, ¿no sabes cuántos cumplo?... (Entra Bufo y coloca sigilosamente decenas de globos por todo el escenario. Bufo, EXCLUSIVAMENTE PARA LOS OJOS DEL ACTOR, sólo es observable en movimiento, ya que al congelarse, mágicamente se vuelve invisible) ¿Por qué no me hablaste por cobrar?... No, no exageres, no. Yo nunca te he insultado. Además eso fue el año pasado... Sí, antes de tu accidente... ¿Cómo?... Sí, mami; muy bien... ¿Salió mi foto?... Bueno, será porque soy joven, ¿no crees?... Pues todavía, sí... ¿En dónde?... ¡Uy, no te imaginas! ¡Todo un éxito! ¡Éxito rotundo, sí!... De Shakespeare... A Romeo... Que yo hago a Romeo... ¡Claro que es importante! Ojalá pudieras venir a verla... Bueno, sí; me imagino que en tu estado... ¡Que soy qué!... (Bufo se emociona tanto con su "arreglo global", que deja al descubierto su pequeño truco. El Actor parece planear una estrategia de ataque) Permíteme un momento, ¿sí, mami?... No tardo... Sí, ya sé que es larga distancia, pero no tardo... Sí, no tardo, eh... (Corre como un energúmeno tras de Bufo, pero éste logra escapar. Cierra la puerta con varias vueltas de llave y muy molesto "continúa" su conversación telefónica) ¡Diga!... (Iracundo) ¡Muy buenas tardes!... ¡No, señor; está equivocado!... ¿¡Qué número dice que marcó!?... ¿¡Qué cosa!?... ¡No señor yo no he recibido ningún anticipo!... ¡Por supuesto que no me apellido Incháustegui!... ¿¡Cuál contrato!? ¿¡Cuál departamento!? ¿¡Está loco!?... ¡No, de ninguna manera!... ¿Cómo?... ¡Pues demándeme si puede!... ¿¡Qué!?... Mire, ni me llamo Romero, ni rento nada, ni... Óigame, no tiene por qué insultarme... ¿Montesco?... Pues usted será el estúpido y no tengo por qué decirle mi apellido... ¿Quién?... ¿Ah sí? ¡Pues vaya usted mucho a llamarle a su madre! ¿Bueno? ¡Bueno! Bueno... (Oscuro. Cuando se prenden las luces el Actor permanece inmóvil junto al teléfono)(Ausente) ¡Qué barbaridad, la entrevista! (Otra vez oscuro. Cuando se prenden las luces, el Actor está frente al espejo, se ve lejano, sin fuerzas) ¡Qué barbaridad, la entrevista!

Se escucha un blues lento. El Actor se pone lentes oscuros y se sienta tomando varias poses como si modelara frente a una cámara fotográfica. Al fondo del escenario vemos el arribo de un elevador que está dentro del departamento-camerino. Vemos las figuras de los Padres-Reporteros a contraluz detrás de las puertas translúcidas del artefacto. Se abre el elevador. Los Padres visten como en los años 40s. Cargan sendas maletas. Ella está embarazada. Al entrar revisan quisquillosamente el "departamento".

LA MADRE.— ¿Lo rentan con o sin muebles?

ACTOR.— (Turbado) Disculpen...

EL PADRE.— (Mirando al Actor y luego al departamento) Es horrible.

LA MADRE.— Por supuesto que es horrible, por eso piden cincuenta mil. (Al Actor) Vimos el anuncio, joven. No tenemos mucho tiempo para buscar casa... Mire, si usted nos deja los muebles... ¿Qué dice? Le ofrecemos noventa mil con todo y muebles.

ACTOR.— Señora, parece que hay un error.

EL PADRE.— Hay un grave error. No debimos venir. Es horrible. (Sigue mirando al Actor) Con o sin muebles es horrible.

ACTOR.— (Al Padre) Déjeme explicarle.

EL PADRE.— No se esfuerce, joven. Buscamos algo mejor. Tenemos prisa, pero buscamos algo mejor. (A la Madre) Vámonos.

LA MADRE.— (Al Padre) No, Pablo, mira... está bien. Quitamos algunos muebles, pintamos, alfombramos y con algunas plantas...

EL PADRE.— ¿No bromeas?

LA MADRE.— (Al Actor) Le ofrezco cuarenta mil. Sin muebles claro. ¿Mañana mismo puede usted desocupar?

EL PADRE.— No le quites su tiempo al joven. (Mira al Actor, luego al departamento) Es horrible. Definitivamente horrible. Muchas gracias, joven. No sufra. No le faltará quién.

LA MADRE.— (Al Padre) ¿!Ya decidiste!?

EL PADRE.— (Concluyente) ¡Es horrible...!

LA MADRE.— (Convencida) Muy bonito su departamento, joven; pero buscamos algo mejor. No se desespere, no le faltará quién.

EL PADRE.— Buenas tardes.

LA MADRE.— Compermiso.

El Actor parece acompañarlos a la puerta del elevador, pero repentinamente los Padres lo hacen pasar adelante y lo empujan dentro. Confirman que el elevador está en otro piso y se adueñan del departamento. La luz cambia rotundamente: parece un día soleado, perfecto para un día de campo. La Madre extiende un mantel sobre el piso y lleva a cabo todos los preparativos para un curioso picnic. Vemos descender al Actor asido a una cuerda. Él, recorrerá durante esta escena, desde el momento de su nacimiento hasta la edad que tiene al comienzo de la obra.

LA MADRE.— (De su vientre surge una pelota roja brillante. Ambos padres se relacionan con ella o con el Actor, como si fuera una sola entidad) Míralo, Pablo. Es tu hijo.

EL PADRE.— Así que hoy es el cumpleaños de este desgraciado. ¿Y cuántos cumple, eh?

LA MADRE.— (Hace cuentas sin gran éxito) Déjame pensar... en mil novecientos...cinc.. no en mil nov...


EL PADRE.— Qué manera de cambiar... ¿Así fue como lo dejamos? Brazos largos, manos, ombligo en su lugar... Más o menos alto... ¿Y en qué trabaja?

LA MADRE.— Es actor, Pablo... Creo que salió en una obra de... de Cervantes sí... Salió en el periódico.

EL PADRE.— ¿Y de qué salía?

LA MADRE.— De Romeo, creo... Pero míralo, mira qué delgado está. Y esa cara. Seguro padece insomnio, como tú, Pablo; como tú... estoy segura.

EL PADRE.— Exageras. Es un poco delgado... pues porque es delgado y no por otra cosa.

ACTOR.— Mamá, querida mamá. Mamá, papá. Papá, mamá. ¿Mamá? ¿Papá?

LA MADRE.— Es evidente.

EL PADRE.— No tanto.

ACTOR.— Mamá, estoy sentado en tu vientre; todo es calmado y tibio. Dile a papá que estoy bien. Todo es burbuja y rojo. Escucho un pequeño tam tam, burbuja y rojo... Tam tam, tam tam...

A partir de este momento los Padres ejecutan un juego entre infantil y sexual. El Actor se convierte en un elemento obstaculizador de la situación, pero al que no dejan de tomar en cuenta; no sin enfado, no sin resignación.

EL PADRE.— (Como una clave secreta para iniciar el rito amoroso—sexual) Veinticinco cincuenta, la número veintiséis.

LA MADRE.— Con una, con dos, con tres: te saco la vuelta y de dejo de a seis.

ACTOR.— Papá, querido papá. ¿Por qué todo es como es, por qué no puede ser de otro modo?... ¡Mamá!

LA MADRE.— (Acude brevemente al llamado de su hijo) Corre, vuela, salta. A ver si no te asaltan, a ver si no te matas.

EL PADRE.— (Protestando por la intromisión del "pequeño") ¡Fuera y pido, que se vaya el demonio, que se vaya si vino. (Besa intensamente a la Madre).

ACTOR.— Estoy en el agua, papá. No te vayas tan pronto, ¡mira qué bien sé nadar! ¡Como un pescado, mamá! ¿Lo estoy haciendo bien? (Se aferra de las piernas de sus padres).

EL PADRE.— (Molesto, arroja al "pequeño" de una sonora patada en el trasero) Pido cielo y tierra... (Luego, le da "consejos") Corre por encima, corre por abajo, frena para atrás, sube la escalera, salta para abajo, ahora no des brincos, quédate sentado... ¡Salta! ¡Salta!!! (El Actor, confundido ante las órdenes de su papá, da un enorme salto y se queda inmóvil en el suelo) Eso es.

LA MADRE.— (Aparentemente lo consuela. Lo cubre con el mantel) Con una, con dos con tres. Si te atrapo tú te duermes; si te alcanzo no te suelto y te convenzo.

ACTOR.— (Al Padre, al ver que éste toma sus maletas y se intenta marchar) ¿Te vas otra vez, papá? ¡Que tengas buen viaje, que te diviertas!

LA MADRE.— (Deja al "niño" y alcanza al Padre) Por aquí pasó Colón y mejor tomó un avión. (Realizan un "viaje" por el escenario)

ACTOR.— (Juega a solas) Una, dos y tres... Dos pasitos, dos. Muy bien. ¿Lo estoy haciendo bien? No, tú no. Tú menos. Tú tampoco. Uno, dos, y tres. Dos para dos son tres, dos y tres son seis. ¿Lo estoy haciendo bien? No, tú no. Tú menos. Tú tampoco.

LOS PADRES REGRESAN DEL "VIAJE"

LA MADRE.— (Al Actor) A ver, a ver. Una sonrisita, dos, tres sonrisitas.

EL PADRE.— Ríete desgraciado. A ver sonrisita... Sonrisita... Te voy a romper los dientes.

LA MADRE.— ("Cariñosa") ¿De qué te ríes imbecilito. A ver sonrisita, así, así. ¡Pero qué taradito, qué tontito! (La Madre cesa el juego con el Actor, coquetea al Padre con otra falsa adivinanza iniciando una vez más el coqueteo—rechazo) ¿Corre, se ahueca, salta y viene para afuera?...

EL PADRE.— ¿Quieres que te conteste al revés? (Vuelven a perseguirse, finalmente levantan el mantel y continúan el juego sexual en un cama instantánea y vertical —el mantel— que solamente deja ver las caras de los padres).

ACTOR.— Estoy volando, respiro. Vuelo y me elevo cuando quiero. ("Se mete a la cama" con sus padres) ¿Estás dormido, papá? ¿Hoy no me vas a pegar? ¿Tú tampoco, mamá? (Sale de la cama) ¡Mis papás no pegan, mis papás no me pegan. ¿Entonces por qué me duele, por qué me duele tanto?

Los Padres dejan la sábana y ponen total atención al Actor.

EL PADRE.— ¡Cómo que te duele... y por qué te duele! ¡Explícate!

LA MADRE.— Déjalo, Pablo. Déjalo que se acostumbre, que se acostumbre.

EL PADRE.— ¿Y luego que nos eche la culpa? ¡Eso sí que no!

LA MADRE.— (Asombrada) ¿La culpa?... ¿La culpa de qué?

ACTOR.— (Su Padre, cariñosamente brusco, conduce al Actor al espejo, y cariñosamente brusco le quita la camisa y le lava las orejas) Tengo la nariz de mi madre y las orejas de mi tío. Tengo las cejas de mi abuelo, el cuello de mi papá... Los hombros y los pies son míos.

LA MADRE.— (Conmovida) Míralo, Pablo; ¡es tu hijo!

EL PADRE.— (Refunfuñón) Y el tuyo también.

LA MADRE.— (Emocionada) ¡Soy madre!

EL PADRE.— ¿Y qué con eso? Yo también lo digo: ¡Soy el padre! ¿Y qué?

LA MADRE.— No es lo mismo, no es igual.

EL PADRE.— (Arrojando al "niño" fuera de la discusión) ¿¡Quién dice!?

LA MADRE.— ¡No fastidies!

ACTOR.— (Repentinamente recobra su edad auténtica) Buenas tardes.

LOS PADRES.— (Ninguno de los dos dispuesto a hacer las paces) ¡Muy buenas tardes!

ACTOR.— ¿Ustedes son mis padres?

EL PADRE.— ¡Todo parece indicarlo, sí!

LA MADRE.— ¡Parece que no existe la menor duda, no!

ACTOR.— ¿Dónde aprendieron a mentir? ¡Ustedes son demasiado jóvenes!

EL PADRE.— (A la madre. Conciliatorio a regañadientes) ¿Se lo dices tú?... O mejor ya no le decimos nada.

ACTOR.— Además mis padres están muertos, hace mucho tiempo que murieron... ¿A quién quieren engañar?

LA MADRE.— (Al Padre) Es nuestra última oportunidad... (Al Actor) Pablito, hijo. Tu padre y yo tenemos una sorpresa para ti.

ACTOR.— (Nuevamente infantil) ¿En serio?

EL PADRE.— De verdad, de verdad... Sí, Pablito. Tu mami y yo nos vamos de viaje.

LA MADRE.— (Dulce) Se trata de un viaje muy largo, sí... Muy, muy largo.

EL PADRE.— Pero tú no debes angustiarte, Pablo. Te vas a equivocar algunas veces, pero al final llegarás a la meta que todos anhelamos.

LA MADRE.— Si necesitas algo no se te ocurra pensar en nosotros.

EL PADRE.— De todos modos pórtate como puedas.

ACTOR.— (Se despide, cariñoso) Gracias, señores. Gracias por todo. Me dio mucho gusto conocerlos, que tengan buen viaje... (Los Padres se marchan con todo y elevador) Que se diviertan... (Reflexiona) ¿Gracias? (Y se encoge de hombros).

El Actor muy contento pone música; de pronto el sonido empieza a fallar y se escuchan mezcladas: una sirena de alarma y alguna música que recuerde a las caricaturas de la Warner Brothers. Entra Bufo bailando muy graciosamente, disfrazado de Bugs Bunny en una de sus caracterizaciones femeninas. El Actor juega a perseguirlo como si fuera el iracundo Sam Bigotes...

BUFO.— Ven noche; ven, Romeo. Tú que eres el día en medio de esta noche. Tú que en las tinieblas eres un copo de nieve sobre las alas negras del cuervo. Ven noche amiga de la locura y tráeme a mi Romeo... Bueno va más o menos así. ¿Qué opinas? ¿Te gusta el disfraz que escogí para tu fiesta? Lo he titulado: Julieta Capuleto se niega a salir a su balcón. ¿Cómo ves?

ACTOR.— ¿Quién te dijo que eres mi invitado? ¡Por qué no me dejas en paz!

BUFO.— De acuerdo, no seré más Julieta. Mira muy bien y dime ahora lo que ves.

Se quita el Disfraz de Julieta y queda casi desnudo, con un enorme y cómico pañal.

ACTOR.— Déjame adivinar... parece algo así como un... Como el disfraz de... ¿Un bebé?


BUFO.— Exacto. ¿Y si me quito el pañal? Vamos a ver qué pasa.

ACTOR.— ¡No! Mejor no. No te nos vayas a resfriar.

BUFO.— Siempre es mejor estar cubiertos, ¿verdad?

ACTOR.— Por favor...

BUFO.— Siempre disfrazados, es lo mejor.

ACTOR.— Yo no dije eso.

BUFO.— ¿Cuál es el mejor disfraz que existe?

ACTOR.— ¿Para una fiesta? Pues, el de...

BUFO.— No sólo para una fiesta... ¿Un disfraz para cualquier ocasión? ¿O para cualquier ocasión un disfraz? ¿Tú qué prefieres?

ACTOR.— Pues yo... no sé.

BUFO.— ¿O no prefieres ninguno? ¿Ningún disfraz para ninguna ocasión?

ACTOR.— Sí, supongo que eso es mejor.

BUFO.— Claro, de acuerdo. Me voy a quitar el mío. (Se lo intenta quitar).

ACTOR.— ¡Nooo!

BUFO.— En qué quedamos... ¿te molesta ver a un niño sin pañal?

ACTOR.— Tú no eres precisamente un niño.

BUFO.— ¿No? Entonces qué soy... ¿Un gnomo?

ACTOR.— Pues si me pides mi opinión, te diré que eres un... Eres un... ¡un inmaduro!

BUFO.— Pues claro que lo soy. Soy la parte más inmadura de... ¿De quién?... ¿De Pablo, verdad? Pues sí, ser adulto quita mucho tiempo. En todo caso para eso de los adulterios y adulteces estás tú. Y el hecho de que lo seas, no significa que no lo seas.

ACTOR.— ¿De qué me hablas?

BUFO.— Tú eres el adulto.

ACTOR.— ¿Yo? Soy demasiado joven.

BUFO.— ¿Te parece? Pues aunque estés vestido así, eres un adulto. Un poco extravagante, como los niños. Pero eres un adulto.

ACTOR.— Sí, supongo que sí.

BUFO.— Pero no te preocupes, eso no significa que no puedas jugar. Se tratará de un juego más difícil, porque es un juego en serio. El juego, si tu quieres, seguirá siendo más importante que las reglas.

ACTOR.— ¿No todos los adultos juegan?

BUFO.— No todos. Algunos viven demasiado ocupados en mantener el único disfraz que se han permitido escoger. Otros se divierten con miles y miles de disfraces, porque saben que son sólo eso... ¿Te lo digo? Disfraces.

ACTOR.— ¿Y siempre escogemos uno?

BUFO.— Uno o varios. No importa. Lo que sería interesante es conocer al que está desnudo, debajo de cualquier disfraz. Déjame enseñarte. (Se intenta quitar una vez más su "disfraz").

ACTOR.— ¡Que no!

BUFO.— (Discursivo) ¿Lo ves? Cuando uno quiere ser auténtico no lo dejan. Cuando uno quiere expresarse sin perder la forma, la más pura. No la que otros dicen que es mejor o indispensable...

ACTOR.— Oiga, Profesor; ¿no le parece a usted que fueron ya muchos discursos?

BUFO.— ¿Quién te dijo que era Profesor, En todo caso sería tu Institutriz, pues soy Julieta, Julieta Capuleto nada menos... (Intenta ponerse su disfraz de Julieta) ¿Divino mi disfraz, no crees?

ACTOR.— (Lo lleva hacia la puerta) En eso se equivoca, querida Institutriz. Yo ya le dije que nunca la invité.

BUFO.— Eso no tiene la menor importancia, yo estoy aquí cuando es preciso... ¿No lo habías notado?

ACTOR.— ¡Fuera!

BUFO.— No te enojes, mira nada más con qué cara vas a recibir a tus invitados...

ACTOR.— ¡¿Cómo, ya!?

BUFO.— Asómate por la ventana.

El sonido de la sirena es ahora intensísimo y se liga inmediatamente después con una marcha nupcial distorsionada. Bufo desaparece de la escena al mismo tiempo que una ventana desciende sobre el foro; el Actor se asoma por ella y saluda con gestos efusivos. Vemos venir por algún lado a Verónica y Jerónimo "disfrazados" de recién casados.

ACTOR.— ¡Aquí es!


La Novia, montada en los hombros de Jerónimo viene arrastrando un enorme velo que surge de su cabeza y termina varios metros atrás en las manos del apurado Bufo. El Actor coloca la puerta-espejo en el piso y espera sonriente a que los invitados pasen por ella. Finalmente los Novios se instalan en la escena ignorando profundamente al Actor, quien a pesar de todo se acerca encantador a recibirlos. Todos se congelan en una composición nupcial, y de ese grupo sale Bufo y les toma una foto. Luego saca otra fotografía del público y habla alternativamente al público y a los otros personajes.

BUFO.— ¡Sonrían, por favor sonrían! No es obligatorio pero sonreír es tal vez el único remedio... a veces. ¡Bienvenidos! Podría decir que me alegra su presencia esta noche, pero no importa. Espero que gocen, disfruten y hagan su mejor esfuerzo. ¡Esta es la fiesta de los disfraces!.. ¡Bienvenidos!
Toma otra fotografía y todos se descongelan.

ACTOR.— (A la pareja) ¿Pero por qué no me avisaron? ¿Cuándo sucedió?

VERÓNICA.—(En éxtasis) Un acontecimiento naturalmente. Los invitados, la música, los crisantemos... Todo en su lugar, su sitio. Como es costumbre, como es natural.

BUFO.— Y como es natural en estos casos, la pregunta final se escuchó por el micro: (Sacerdotal) ¿Aceptan unir sus vidas por los siglos, y los siglos, y los siglos... posibles? ¿Aceptan, sí?

LA PAREJA.— ¡Sí!

BUFO.— Así sea pues. Entonces... los declaro. ¡Bésense!

La pareja se besa.

ACTOR.— ¡Pero qué desconsiderados!

LA PAREJA.— ¿Qué qué?

ACTOR.— ¿Por qué no me avisaron?

JERÓNIMO.— (Molesto) ¡No teníamos tu dirección!

VERÓNICA.— (Hostil) ¡Ni tu teléfono!

JERÓNIMO.— ¡Nos dijeron que estabas enojado con nosotros!

VERÓNICA.— ¡Que te habías ido de viaje!

JERÓNIMO.— ¡Que te habías sorrajado un tiro en la cabeza!

VERÓNICA.— ¡Que te habías cortado las venas!

LA PAREJA.— ¡Nos dijeron que estabas muerto!

Oscuro. Cuando las luces se prenden de nuevo luces, el Actor coloca la puerta-espejo enfrente de los Novios, quienes la atraviesan encantadores. Ambiente de alegría y encanto social.

BUFO.— ¡Comenzamos!

ACTOR.— (Feliz) ¡Pero qué alegría me da, qué bueno que vinieron! ¡No saben, no saben qué alegría me da! ¿Qué quieren tomar? ¿No será lo de siempre, verdad?

BUFO.— Porque lo de siempre se acabó.

JERÓNIMO.— (Abraza y besa al Actor) ¡Pablo, felicidades! ¡No has cambiado nada!

VERÓNICA.— (También lo abraza y besa) Estás igualito, igual que siempre... ¡Felicidades!

ACTOR.— (Vuelve a abrazar y besar a sus invitados) ¡Verónica, gracias de veras! ¡Jerónimo, gracias Maestro! ¡Gracias por venir a mi fiesta de cumpleaños!

JERÓNIMO.— (Asombrado) ¿Es su cumpleaños?

VERÓNICA.— (Confundida) ...Yo no sabía.

ACTOR.— No importa, no. De todas formas mi cumpleaños ya pasó, porque hoy es (Consulta el reloj de Jerónimo) lunes y mi cumpleaños fue ayer domingo.

JERÓNIMO.— No, no, no. Te equivocas, Pablo. Hoy es martes.

ACTOR.— No, Jerónimo... Estoy hablando estrictamente como a ti te gusta. Ya son más de las doce de la noche. Hoy es lunes y mañana martes.

BUFO.— Hablando estrictamente, claro. Hoy es lunes, hace unos minutos fue domingo.

JERÓNIMO.— Hoy es martes.

VERÓNICA.— ¡Ay, Jerónimo! ¿No sabes en qué día vives? Si Pablo te lo acaba de decir... Hoy es lunes.

JERÓNIMO.— No, no. Hoy es martes, claro que es martes...

TODOS.— No, no y no.

JERÓNIMO.— ¿Entonces qué día es hoy según ustedes?

VERÓNICA.— ¿Por qué preguntas?

ACTOR.— Sí, ¿por qué lo haces?

BUFO.— ¿Por qué?

JERÓNIMO.— ¡Bueno, ya!... ¿Simple curiosidad?

VERÓNICA.— Pues déjame decirte que eres un tonto, Jerónimo. Hoy es un lunes como cualquier otro.

JERÓNIMO.— ¿Estás loca? Ayer fue lunes. El domingo por la noche fue la boda, acuérdate. Y en la noche siguiente, es decir la del lunes, o sea ayer, nos fuimos de Luna de Miel. Lógicamente hoy es martes.

BUFO.— ¡Qué romántico! Así que enamorados.

VERÓNICA.— En Amor a Dos, sí.

ACTOR.— ¿De Luna de Miel? Pero y entonces... ¿qué hacen aquí?

VERÓNICA.— Sí, Pablo... nos fuimos al Viejo Mundo... (A Jerónimo) ¡Como tú dices!

JERÓNIMO.— ¡Yo nunca he dicho eso!

VERÓNICA.— ¡Cómo fastidias!

JERÓNIMO.— ¡Cómo te adoro!

VERÓNICA.— ¡Imbécil!... (Al Actor) Así es, Pablo. Nos fuimos en avión y todo... Yo siempre sugerí el barco... Por lo seguro, claro... Pero bueno, nos fuimos en avión. Según esto sin escalas; ¿verdad, Jerónimo? Pero ya ves, tuvimos una escala fatalmente forzosa... (Como rotunda conclusión) Bueno entonces hoy es martes.

JERÓNIMO.— (Cariñoso) ¿Lo ves, Pablo? ¡Antier domingo fue tu cumpleaños! ¡Déjame darte un abrazo! ¡Felicidades! (Se aleja y baila con Verónica.)

ACTOR.— ¡¿Gracias!?

BUFO.— (Abraza al Actor) Lo siento mucho.

JERÓNIMO.— ¡Que bailen los novios, que bailen los novios!

Se escucha el sonido de un avión en pleno vuelo. El Actor se ve envuelto junto con bufo en el enorme velo de la novia. Repentinamente la pareja deja de bailar y se queda mirando al público, sonriendo extrañamente.

VERÓNICA.— (De reojo mira cómplice a Jerónimo) Es una pena, Pablo, pero tenemos prisa, muchísima prisa.

JERÓNIMO.— Sí; ya nos vamos, Pablo.

ACTOR.— ¡No puede ser, pero si acabamos de empezar!

BUFO.— ¡Y no se trata del principio, no!

VERÓNICA.— Mira, Pablo; no te ofendas, pero nos invitaron a una fiesta.

ACTOR.— (Se convulsiona de risa y cae al suelo) ¿Qué? ¡No es posible! ¡No puede ser cierto! (Cae desmayado).

VERÓNICA.— ¿Por qué lo dudas? Nos invitaron a una fiesta de disfraces en casa de Pablo.

JERÓNIMO.— ¿Te acuerdas de Pablo? ¡El actor! ¿Te acuerdas, Pablo!

LA PAREJA.— ¡Pablo! ¡Pablo!! ¡PABLO!!!

Suena insistentemente el teléfono. Cambia la iluminación y vemos, por lo menos en ambiente, la casa de Verónica y Jerónimo justo en el momento en que hacen los últimos preparativos para ir a su boda.

BUFO.— (Le entrega el teléfono a Verónica) Es para usted.

VERÓNICA.— (Sujeta la bocina sin decidirse a contestar) ¡Acaba de suceder algo espantoso, estoy segura!

JERÓNIMO.— Te van a colgar si no contestas.

VERÓNICA.— Esto ya lo había vivido. ¡Es horrible, alguien se acaba de morir!

JERÓNIMO.— Lo has de haber soñado, déjame contestar a mí.

VERÓNICA.— (Turbada, contenida) ¡Jerónimo!

JERÓNIMO.— (Con miedo, pero emocionado por tener miedo) Qué...

VERÓNICA.— ¡Es un aviso!

JERÓNIMO.— ¿Sí?

VERÓNICA.— Un hombre se mira en el espejo. Tiene en la mano una...

JERÓNIMO.— (Emocionadísimo) ¡Una pistola!

VERÓNICA.— Sí. Una visión: el hombre apunta hacia su imagen; y en un instante... un grito seco y sin que nadie se interponga llega... la Muerte.

BUFO.— (Le quita el teléfono a Verónica y se lo da a Jerónimo) ¿Es para usted, o para usted?

JERÓNIMO.— ¿La Muerte?

BUFO.— Si no le contestan se va a enojar.

VERÓNICA.— (Vuelve a tomar la bocina) ¿Quién habla?

BUFO.— (Saca un teléfono de algún bolsillo de su vestuario) ¿Adivina quién?

VERÓNICA.— No estoy para bromas. ¿Quién es usted?

JERÓNIMO.— ¿¡Qué pasó!?

BUFO.— ¿Hace ya mucho tiempo, Verónica? ¿Cómo está Jerónimo? ¿Todavía no adivinas?

VERÓNICA.— Es posible... ¿Cómo has estado?

JERÓNIMO.— ¿Quién es?

BUFO.— Espero no ser inoportuno.

VERÓNICA.— ¿Una fiesta?

BUFO.— Hoy en la noche, dile también a... Verónimo.

VERÓNICA.— (A Jerónimo) Te hablan.

JERÓNIMO.— ¿Quién se murió?

VERÓNICA.— No seas idiota, te habla Pablo.

JERÓNIMO.— ¿Cuál Pablo?

VERÓNICA.— ¿Cuál crees?

JERÓNIMO.— ¿¡Pablo!? ¡No puede ser... Si Pablo está bien muerto!

VERÓNICA.— Pues dice que nos invita a su casa hoy en la noche; precisamente hoy.

JERÓNIMO.— ¿¡Hoy!? No podemos.

VERÓNICA.— Claro que no podemos... ¿Y si lo invitamos nosotros?

JERÓNIMO.— ¿Y si nos arruina la boda? Ya sabes cómo es Pablo; es capaz de subirse al púlpito y oficiar misa.

VERÓNICA.— Mejor lo invitamos al brindis... O ya sé, mejor no le decimos nada: después de todo Pablo fue nuestro mejor amigo.

JERÓNIMO.— Es una lástima que se haya... Que haya cometido esa estupidez.

VERÓNICA.— Fue de muy mal gusto. Mejor cuélgale.

JERÓNIMO.— Sí.

Oscuro. Cuando la luz se enciende vemos la figura de un enorme avión con puerta y ventanillas practicables. Bufo espera junto a la puerta para recibir los boletos. Verónica y Jerónimo, entre besos, arrumacos y maletas; se disponen a abordar la nave. El Actor despierta, y muy alegre va con los novios y dice...

ACTOR.— Oigan, les gusta mi disfraz... (La pareja "entra" al "avión") ¡Oigan!

BUFO.— No los molestes, ¿no ves que están de Luna de Miel?

ACTOR.— ¿¡Me dejas en paz!? (Jerónimo y Verónica se asoman por sendas ventanillas) Oigan, ¿les gusta mi disfraz? Es muy bonito.

VERÓNICA.— Sí, Pablo... muy original. Yo siempre quise uno así.

JERÓNIMO.— ¿Por qué no te vas a jugar un rato?

BUFO.— Te lo dije.


Se escucha el sonido del avión que despega. Bufo se instala en una de las ventanillas. La Pareja se manda besos desde cada ventanilla. El Actor juega como un niño con un avión a escala.

JERÓNIMO.— ¿Ya viste a Pablo, Vero? Yo siempre supe que llegaría el día en que... pobrecito. Jamás imaginé que Pablo llegara al extremo de... quitarse la vida. Todavía no lo puedo aceptar.

BUFO.— ¡No...! ¡Se quitó la vida?

JERÓNIMO.— Pero por supuesto. Todo el mundo lo sabe. Se suicidó, ¿no Vero?

VERÓNICA.— Pero por supuesto que se suicidó. ¿O no?

BUFO.— ¿Entonces qué?

JERÓNIMO.— Yo digo que... Que sí, ¿no?

VERÓNICA.— Ay pues ya no lo tengo claro... ¿Por qué no le preguntamos? ¿O mejor no?

JERÓNIMO.— Oye, Pablo...

VERÓNICA.— ¡Pablo!

TODOS.— ¡PABLOOO!


OSCURO. LUEGO, ÚNICAMENTE UN CENITAL SOBRE EL ACTOR.

ACTOR.— ¿Pablo? El otro día estuve hablando con él y me dijo que yo estaba muerto, que me había dado un tiro. Por eso fue que le dije: te equivocas, Pablo; yo no estoy muerto. Solamente imaginé, una mera fantasía por supuesto, que si yo me intentaba suicidar... ellos, los demás, pensarían que yo estaba muerto. Y lo intenté y me imaginé que ellos pensaban que estaba muerto. No era verdad, no. Yo no morí, pero ellos lo pensaron. Lo cierto, Pablo, es que ellos sí que se murieron. Se fueron al Viejo Mundo... ¿O al Otro Mundo se dice? Pues no lo sé del todo, Pablo... te juro que ya no sé si lo pensé o es cierto... ¿Sí se murieron? ¿Eh, Pablo? Se fueron lejos de este mundo. O... ¿cómo se dice? ¿Viejo u otro?... Mundo sí, pero ya no sé, ya no sé nada, Pablo.

El foro se ilumina. Verónica, Jerónimo y Bufo rodean al Actor. El avión ha salido de escena.

VERÓNICA.— Al Otro Mundo, Pablo... Un accidente, oh sí. ¿Pero no me digas que no sabías?

ACTOR.— No, no mucho.

VERÓNICA.— Fue espantoso, ya te podrás imaginar.

JERÓNIMO.— Una falla mecánica; como a diez mil pies de altura. ¿Se llaman pies, no Vero?

VERÓNICA.— ¿Los pies?

JERÓNIMO.— En fin... con decirte, Pablo, que a pesar del cinturón de seguridad, y de los consejos de la Torre de Control al Capitán, y de los consejos de la Azafata al Capitán, al Copiloto y a los pasajeros... A pesar de todos los consejos que todos nos dábamos unos a otros... pues cataplum, a pesar de todo: el avión se vino abajo. !Paf!

VERÓNICA.—¿Pero en qué mundo vives Pablo, si todo el mundo lo sabe... salió en el periódico.

BUFO.— Es que él no compra el periódico.

ACTOR.— Por qué no te callas y sirves la cena... ¿Se van a quedar a cenar, verdad?

BUFO.— ¿Qué desean ordenar los señores?

VERÓNICA.— ¡Un aperitivo, por favor!

JERÓNIMO.— ¡Que sean dos!

BUFO.— Salen dos aperitivos Luna de Miel... Y tú, ¿qué vas a tomar?

ACTOR.— ¿Cómo que tú? De usted, por favor... ponga la mesa y tráigame...

BUFO.— No me lo digas... ¡Otro aperitivo! ¡Perdón!... ¡Un aperitivo De Usted Por Favor! ¡Sale!


El Actor y sus invitados permanecen de pie y se quedan viendo al piso, al "techo", o a donde puedan; tensos, por el repentino silencio.

JERÓNIMO.— (Rompiendo el silencio) Verónica, ¿sabías que Pablo y yo nos conocemos desde que éramos (señala con sus dedos a una altura pequeñísima) ¿así...? Amigos de la infancia, sí... ¿Sí lo sabías?

VERÓNICA.— ¿Tú que crees?

JERÓNIMO.— ¿Ya te lo había dicho?

BUFO.— (Entra con la mesa y la cena, los demás personajes se sientan en cuclillas alrededor) Se lo dijo Pablo.

ACTOR.— Yo se lo dije.

VERÓNICA.— Él me lo dijo.

BUFO.— Vaya preguntas, Jerónimo... Pablo y Verónica vivieron juntos.

JERÓNIMO.— Claro.

ACTOR.— Hace ya mucho tiempo; ¿verdad, Verónica?

VERÓNICA.— (Habla como si el Actor estuviera ausente, pero viéndolo fijamente a los ojos) Pobre Pablo... me acuerdo muy bien de su mirada: lejana, ausente, obsesiva...

BUFO.— (Mientras sirve una cena insólita) Y fue entonces cuando usted comenzó a notar esa curiosa actitud; ese tipo de costumbres... ¿Cómo calificarlas?

VERÓNICA.— ¿Insólitas?

JERÓNIMO.— ¿Extravagantes?

VERÓNICA.— ¡Inauditas!

JERÓNIMO.— ¡Inadmisibles!

ACTOR.— In... Innn...

VERÓNICA.—Una curiosa actitud. Los psicoanalistas se aburrieron, su psiquiatra cambió de vocación... (haciéndole caso de repente) ¿te acuerdas, Pablo? Creo que se dedicó a vender Biblias de casa en casa. Una vez nos quiso vender una. Todo el mundo se cansó, menos Pablo... Oye Pablo, pero entonces por qué fue eso...

ACTOR.— ¿Eso cuál, Vero?

VERÓNICA.— Eso... lo del suicidio. ¿Te suicidaste, no?

ACTOR.— Ay, Vero... lo has de haber soñado.

JERÓNIMO.— No, Pablo... Si yo también lo supe... te sorrajaste un tiro.

ACTOR.— (Turbado) Lo han de haber soñado, estoy seguro.

JERÓNIMO.— Claro.

SILENCIO.

VERÓNICA.— Y...

JERÓNIMO.— Y...

VERÓNICA.— ¿Sigues en el Teatro, Pablo?

ACTOR.— Sí, claro; a ver si me van a ver. Ya son las últimas funciones.

VERÓNICA.— Pero si ya conocemos la obra, Pablo: ¿Romeo y Julieta, no? Acuérdate que me prestaste el libro.

ACTOR.— ¿El libro, Verónica? No es lo mismo.

JERÓNIMO.— ¿Cuál es la diferencia?

OSCURO. LUEGO, VEMOS SÓLO AL ACTOR EN UN COLUMPIO.

ACTOR.— De vez en cuando me despierto sin saber qué pasa, y me levanto y me baño y desayuno. De vez en cuando me tomo un café; lentamente, y pienso y me confundo y sigo sin saber... No sé muy bien si lo que vivo es invención, o es sueño, o es recuerdo. A veces la vida pasa mientras tomo café, lentamente... En un deseo, en un recuerdo, en un ir y venir de la invención. A veces pienso que la vida es eso: un ir y venir de los deseos, un ir y venir de los recuerdos... Pero en un instante todo se confunde y me descubro asombrado, simplemente tomando café, sin más. Descubro que soy yo; que estoy viviendo. Mirando una taza de café. (Se baja del columpio y lo mira desaparecer).

Luz. Entra Bufo arrojando serpentinas y confeti a los invitados.

BUFO.— ¿Alguien dijo café? Tenemos café o postre, ¿qué prefieren?

VERÓNICA.— Yo creo que mejor nos vamos.

BUFO.— ¿Ya se van?

JERÓNIMO.— Sí, mañana tenemos que levantarnos temprano.

ACTOR.— ¿Mañana? Pero si ustedes están... Yo pensé que ustedes se habían...

VERÓNICA.— Muerto, Pablo, se dice muerto. Yo nunca pensé que fuera tan difícil.

JERÓNIMO.— Dificilísimo. No te imaginas todo lo que nos queda por hacer: trámites y trámites y más trámites.

VERÓNICA.— (Fastidiada) Adiós, Pablo me dio mucho gusto saber que estás bien.

ACTOR.— Gracias por venir.

JERÓNIMO.— Ojalá pudiéramos volver a visitarte.

VERÓNICA.— Lástima que eso sea imposible.

BUFO.— Oigan, y no lo van a felicitar.

LA PAREJA.— ¡Otra vez!

BUFO.— Bueno, pero no le han dado su regalo.

JERÓNIMO.— No se supone que sea obligatorio. Además su cumpleaños fue... ¿el martes?

ACTOR.— No hay problema, Jerónimo. Por supuesto que no es obligatorio. Y déjame decirte, déjenme decirles a todos que...

VERÓNICA.— ¡Qué!

ACTOR.— Lo he estado pensando mucho este día y he llegado a la conclusión...

JERÓNIMO.— Ya dilo.

ACTOR.— Pues bien: yo tengo algo mucho mejor que un regalo.

JERÓNIMO.— ¿Algo mejor que un regalo? No puede ser.

VERÓNICA.— No, ¿qué puede haber mejor que un regalo?

JERÓNIMO.— Nada. No.

ACTOR.— Pues sí. Yo tengo un... Es un... es algo parecido a... ¿Lo quieren ver?

BUFO.— No me digas que te acordaste, Pablo. Por fin vas a soltar a tu... a tu algo parecido a... (Lo abraza) ¡Felicidades! No he trabajado en vano.

ACTOR.— Ahorita mismo se los enseño. (El Actor comienza a buscar) Nada más dejen que lo encuentre. ¿Dónde estará?

JERÓNIMO.— Tenemos prisa, si no con mucho gusto nos quedábamos a verlo.

VERÓNICA.— Sí; adiós, Pablo. Ya no podemos quedarnos más tiempo. Mañana vamos a estar muy ocupados.

JERÓNIMO.— Tenemos responsabilidades. Muchas.

BUFO.— ¡Pero cómo!, ¿no van a quedarse a ver su, su algo parecido a?...

LA PAREJA.— ¡¿Algo parecido a qué?!

ACTOR.— Debe de estar en alguna parte. (Sigue buscando, cada vez más preocupado) Ustedes no lo vieron... No se me puede haber perdido.

Baja la intensidad de la luz. El Actor comienza a buscar con una linterna, la Pareja lo sigue un poco a regañadientes, pero intrigada por conocer el "algo parecido a". Bufo más atrás camina como si estuviera preocupado. Luego se separa del grupo y observa divertido. Finalmente la Pareja se separa del Actor y se dirige, en la oscuridad, hacia la salida. Bufo se les interpone y los deslumbra con el flash de una cámara fotográfica. La luz repentinamente cobra su máxima intensidad.

BUFO.— (Asume un tono parecido al de las historias policíacas) Disculpen, ¿se les perdió algo?

LA PAREJA.— (Adoptan el mismo tono detectivesco)...¿A nosotros?

BUFO.— ¿Ustedes?... ya se iban. Hasta luego.

ACTOR.— ¡Qué pasa!

BUFO.— Se quieren escapar, quieren robarse tu... tu algo parecido a...

VERÓNICA.— ¡Oiga, no sea impertinente!

ACTOR.— Así que fueron ustedes, ¿¡en dónde lo escondieron!?

JERÓNIMO.— ¿De qué hablas, Pablo? Si ni siquiera sabemos lo que es.

BUFO.— ¡Ya dénselo, a ustedes no les va a servir de nada!

VERÓNICA.— (Poniendo en duda su inocencia) ¿Y usted cómo lo sabe...? ¿A usted... sí le sirve?

JERÓNIMO.— ¡Responda!

BUFO.— (Sintiéndose repentinamente acusado) ¿A mí?... Por supuesto que... Eso no les importa.

VERÓNICA.— ¡Ajá...! Ya no lo busques Pablo, yo sé quién lo tiene.

JERÓNIMO.— Helo aquí...

VERÓNICA.— Al culpable.

ACTOR.— Cómo no lo pensé antes. Tenías que haber sido tú. ¿Dónde está?

BUFO.— ¿No te acuerdas? A ti nunca te gustó, tú mismo lo encerraste, Pablo... ¿Lo vas a dejar salir?

La Pareja intenta salir sin ser vista.

ACTOR.— ¿Yo lo encerré?... (Reflexiona) Sí, puede ser cierto. Pero fue así, sin darme cuenta. O sin quererme dar cuenta. (Deteniendo en seco a la pareja) ¿Se van a ir sin conocerlo?

BUFO.— ¿Lo vas a soltar?

JERÓNIMO.— ¡¿Está vivo!?

El Actor va hacia el baúl y lo abraza cariñosamente.

ACTOR.— Claro que está vivo, todavía.

VERÓNICA.— Nunca me han gustado las adivinanzas, seguramente se trata de un perro, pobrecito, se va a asfixiar.

JERÓNIMO.— Cómo va a ser un perro, ya lo hubiéramos oído. Eso sí, debe tratarse de algo espantoso, imagínate: el algo parecido a... A lo que sea, ¡de Pablo! Debe ser algo siniestro.

VERÓNICA.— (Asustada) ¿Tú crees?

JERÓNIMO.— Estoy seguro.

VERÓNICA.— ¿Vámonos, por favor!

JERÓNIMO.— ¿Y nos vamos a quedar con la duda?

VERÓNICA.— Mira, mi amor. No sé tú, pero yo no me pienso pasar la vida convertida en fantasma.

JERÓNIMO.— Pero si todavía no sale el sol, Vero.

VERÓNICA.— Estoy hablando en serio.

JERÓNIMO.— Tienes razón; perdí la cabeza, mi vida.

VERÓNICA.— ¡Adiós, Pablo!

JERÓNIMO.— ¡Se nos acaba el tiempo!

La Pareja es iluminada por un cenital que baja de intensidad lentamente hasta desaparecer del todo al final de la obra.

BUFO.— No se vayan sin conocerlo, acérquense. Les aseguro que no muerde, aunque a veces... pues... ¿Tú qué opinas, Pablo?

ACTOR.— Sí, debo reconocer que a veces le da por estallar. Por eso estaba encerrado, de puro miedo al mundo, de puro miedo a crecer y crecer sin saber cómo hacerlo sin reventar o perder la forma original, la forma auténtica.

BUFO.— Pues parece que tus invitados ya no tuvieron el gusto. Suéltalo ya.

ACTOR.— Espera, quiero prepararme bien porque su visita será muy breve. Lo veremos alejarse dispuesto por primera vez a ser el dueño de su propio vuelo. Anda, sal de ahí, no seas tímido, ¡salte ya!

El Actor abre la tapa del baúl... Del fondo vemos surgir un hermoso
y sencillo globo.

FIN
Ciudad de México



REGISTRO DE AUTOR
Registrada en SOGEM (Sociedad General de escritores de México). Benjamín Gavarre Silva: socio # 3929

SINOPSIS:
Un actor está en una realidad extraña donde los recuerdos, los sueños, las fantasías se entrelazan en un tiempo pasado, presente y limbo donde el personaje protagónico revive fantasías de suicidio, recuerdos de la infancia, entrevistas imposibles con los padres muertos, reencuentros maravillosos con sus amigos y novias de la infancia, reuniones pesadillescas con amigos y amantes del pasado reciente, y, sobre todo, un combate con un doble implacable que lo hace tomar conciencia de sí mismo.



DISFRAz

de Benjamín Gavarre

7/6/13

Verónica Maldonado POR LOS ARCOS DE BELEM Pastorela. México. D.F.














POR LOS ARCOS DE BELEM
 
PASTORELA URBANA
 
DE
 
VERÓNICA MALDONADO CARRASCO
 
 
Personajes:
Ángel
Celfa
Gila
Fileno
Bato
Menga
Bartolo
Lucifer
Fierabrás
Adramelek







CALLE POR LOS RUMBOS DE
ARCOS DE BELEM, EN EL CENTRO
DE LA CAPITAL. APARECE
UN ÁNGEL TOSIENDO, TIZNADO,
CON LA TÚNICA DESGARRADA
Y UN ALA ROTA.
ANGEL
¡Ay, ay, ay, qué gran trabajo
es ser mensajero del cielo
pues a veces en el vuelo
te anda llevando el ...cascajo!
Espero no haberla regado
y de Belem cerca estar
aunque lo miro cambiado
creo estar en ese lugar.
Antes de llamar la gente
quiero contarles ¡Por Dios!
tantos peligros ingentes,
que ha pasado un servidor.
Primero salí del cielo
¡ágil como un planeador!
Pa 'que luego en pleno vuelo
me arrollara un aviador!
Pero eso no fue lo "más pior"
No, no, no ¡qué va, por Dios!
Diviso una negra nube
sobre el pueblo del Señor
-del maligno sospecha hube-
¡pero qué va, si era smog!
Pos luego meto las alas
para en tierra aterrizar
¿no sale una muchachada?
¡quesque me iban a "atracar"!
Como sólo alma y esencia
son toda mi propiedad,
esos chavos sin conciencia
me golpearon sin piedad
y en un ala me pintaron
“aquí estuvo gruexos band"
Pero pues ya estuvo bueno
de mis tragedias contar
voy a llamar a este pueblo
al que nuevas voy a dar ...
SACA UN PAPEL QUE COMIENZA A LEER EN VOZ ALTA.
"Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra a todos paz"
¡ah, caray! este no, es pa'l final
GUARDA ESE PAPEL Y SACA OTRO QUE LEE.
Pues ora sí ¡cómo va!
Pastores de este lugar,
atended a este viajero
que gran noticia dará..."
SE VAN ACERCANDO GILA Y CELFA CON BOTES PARA LA LECHE.
Acercaos sin temor
a oír una buena nueva
del gran Señor del amor
CELFA
¿Y ora?
GILA
¡Sepa! ha de ser un merolico.
CELFA
No, óyelo, está hablando de Dios.
GILA
¡Uy, no! Entonces ha de ser de’sos de la “otra religión” que andan quesque predicando.
CELFA
Pero habla rete chulo... como cantandito... ¿será norteño?
GILA
¡Ay,Chefa! Tú nomás ves güero y te alborotas.
CELFA
¡Oh,pues! Está medio mugrosito pero con una bañada ya luce.
ANGEL
Despertad buenas personas,
habitantes del lugar.
¡Venid,venid,gente toda
que ya voy a comenzar!
FILENO
(DESDE DENTRO) ¡Ya dejeeeennnn
dormirrr! Somos gente que trabajaaaa
CELFA
(RESPONDIÉNDOLE) ¡Ay, Fileno! (COQUETEÁNDOLE AL ANGEL)
deberías aprender al señor
que ya tan temprano anda chambeando... ¡no que tú!
FILENO
(SALIENDO) iChefa! ¡Chaparrita
de mi vida! ¡Si ya estaba levantado!
EL ANGEL, EN SU INOCENCIA
SERÁFICA, POCO O NADA SE
DA CUENTA DE LO QUE SUCEDE.
CELFA
¡Sí como no! ¡Ay, File, si fueras de otra
manera, otro gallo nos cantara!
¡Pero flojo y celoso ¡Dios me libre!
ANGEL
Pues ya llegan más y más,
ya se empiezan a juntar
las inocentes criaturas
que al Señor han de adorar.
FILENO
¿Así que éste es el monito que
me quieremadrugar contigo?
GILA
¿Madrugarte? ¿A ti? (FILENO LA
FULMINA CON LA MIRADA) Oh,
pues ya dejen oír lo que va a decir éste.
ANGEL
La noticia más hermosa
llegará a vuestros oídos
escuchad los hoy reunidos
en esta ciudad famosa
CELFA
iVe nomás qué chulo habla! Con
suerte y nos regala algo.
ANGEL
De algo me estoy percatando
yo hable y hable como un loco
y nadie me está pelando.
BATO
(ENTRANDO, A FILENO) ¿Qué onda,
ese loco? Váyase mochando, pues.
ANGEL
Extraña lengua en verdad,
no es lengua de Salomón
ni siquiera es de Jacob
yo les voy a preguntar.
Decidme, nobles criaturas
¿En qué lengua platicáis?
TODOS SE LO QUEDAN VIENDO SIN ENTENDER.
No estoy entendiendo nada
de ésta su lengua enredada ...
¿Será éste el lugar buscado
o de nuevo la he regado?
BATO
Oh, qué pues... ¿Qué jais con este gringo?
CELFA
¿Y cómo sabes que es gringo?
BATO
¡Oh, que tú! Yo estuve "musho" en el "norti", en la "border" ¿Qué no? y allá se "guachan mushos" güeros y este loco habla inglés...
GILA
¡Quesque inglés! A ver, “traducenos”.
ANGEL
Y sigo sin entender
ya está por anochecer
¡algo habrá que hacer al fin!
BATO
Pos dice que se llama Jim... Hi, Jim! ¿Qué onda,ese?
GILA
(A CELFA) Dizque inglés, tú... si con trabajos habla cristiano.
ANGEL
¡Al fin pronuncian palabras
de mi oído conocidas!
¡"Cristiano" han dicho, criaturas,
me han llenado de ventura!
BATO
Que anda buscando aventuras
¡Ora es cuando, Gila! ¡ Apúntese!
GILA
¡Oígame, vago este, conmigo
no se ande metiendo!
ANGEL
¡Y, vuelta a la lengua extraña!
Que me perdone el Señor,
me valdré de algunas mañas
para entenderlos mejor.
HACE ALGUNOS MOVIMIENTOS
SOBRE LOS PRESENTES.
CELFA
¿Qué ondas se trai el güero?
nos anda revoloteando
como ave de mal agüero
GILA
¡Estás hablando bien raro!
que se me está haciendo, Celfa
que ya te metió en el aro.
¿Pero qué me está pasando?
¡También raro estoy hablando!
¡Este güero algo nos hizo,
algún mal de ojo o hechizo!
ENTRA MENGA, JALANDO A
BARTOLO
MENGA
¡Un marido borracho ... y a mi edad,
con éstas reumas tengo que ir a
sacarte a esos antros de perdición
¡Qué cruz, Bartolo, qué cruz
me ha dado el Señor contigo!
ANGEL
¿Cruz ha dicho esta mujer?
CELFA
Se refiere a su marido
(SORPRENDIDA)
¡ya te comienzo a entender!
BATO
(A FILENO)
Que se entienden ¿no lo oíste?
FILENO
Y en mis meritas narices
ANGEL
Si Cristo es crucificado
bastante tarde he llegado.
CELFA
¡Ay, güerejo renegado! (COQUETA)
¿Cómo sabes que ya es tarde
si no me lo has preguntado?
GILA
Chefa, no seas tan lanzada
mira que te ve Fileno
¡te dará una cachetada!
MENGA
¿Qué relajo se "train" ustedes?
Óyeme, Celfa ¿Ya te fuiste por la leche?
CELFA
¡No le entiendo a mi abuelita!
(AL ANGEL) ¡Güero!
¿no me echas una manita?
EL ANGEL HACE MOVIMIENTOS
SOBRE MENGA Y BARTOLO
MENGA
¡Deja de hacer tantos dengues,
muchachito irrespetuoso!
¡Ya párale!¿qué no entiendes?
BARTOLO
Yo quiero mi caldo de oso,
espesito, delicioso ...
iÁndale, Menga mujer
ya déjame ir a beber!
MENGA
¡Calla ya, Bartolo zonzo!
ANGEL
¡Atención todos prestad,
que noticias darles quiero
al norte, sur, este y oeste!
MENGA
¡Usted no se meta ahora!
BARTOLO
Menga, llévame ya a dormir.
ANGEL
¿Es qué no van a escuchar
lo que les quiero decir?
MENGA
¡Ay,güero “metomeentodo”!
CELFA
Déjelo hablar,abuelita,
¿No ve usted sus buenos modos?
Lo escuchábamos ahorita.
(BARTOLO SE RECARGA EN
CUALQUIER LADO Y SE DUERME)
FILENO (CELOSO)
¡Rebuznos de burro a burral
CELFA (IRÓNICA)
¡Los elotes están caros!
GILA
Eso es porcelana, jarro
MENGA
¡Ya déjense de burradas,
o me los tundo a trancazos!
ANGEL
¡Atended a mi llamada!
¿al fin me haréis algún caso?
MENGA
Este güerito pringoso
la paciencia me ha colmado,
¡Di, pues que es lo que te pasa!
SUENAN LAS CAMPANAS DE
LA IGLESIA DE SALTO DEL AGUA
ANGEL
¡Ya las doce están sonando!
MENGA
¡Ah, qué güero atarantado
las cinco están anunciando.
ANGEL
¡Este matrero reloj,
que se me ha estado parando!
BATO
¡Ese loco, daca el guacho!
EL ANGEL LE DA SU RELOJ DE ARENA. BATO LO MIRA, EXTRAÑADO.
¡Ya no saben que inventar
estos canijos gabachos!
ANGEL
Pues ya que me están mirando
sepan lo que han de saber:
En un humilde pesebre,
el Señor ha de nacer ...
(SILENCIO. TODOS LO MIRAN)
¿No se admiran,
no hay sorpresa
de tan divino prodigio?
¿Acaso no están oyendo?
¡el fin de sus amarguras
es lo que estoy prediciendo!
GILA
¡Ay, güero ! ¿Qué, estás diciendo?
¿Se va acabar la novela?
MENGA
La horrible televisión
ya te está dejando lela.
ANGEL
¿De qué hablan estás criaturas?
en lo que a entender alcanzo
en esa su lengua cruenta
parece ser ¡Virgencita!
que otra vez la estoy regando.
FILENO
¡Qué bueno que te des cuenta!
y ya que "traís" tus alitas
a ver si vas "ahuecando"
MENGA
¿Hasta cuando callarán?
ANGEL
(GRITANDO) ¡Basta ya!
SILENCIO. SOLO SE ESCUCHAN
LOS RONQUIDOS DE BARTOLO
MENGA
¿Ya veis lo que provocáis
con vuestro aturdimiento?
(AL ANGEL)
más “decinos” que buscáis.
ANGEL
Pues yo busco un nacimiento.
FILENO
Aún no abren las oficinas.
GILA
Pasando ese estacionamiento
después de aquellas cantinas,
comienza tu sufrimiento
en la cuarta ventanilla
se registran nacimientos.
ANGEL
¿Yo lo debo registrar?
MENGA
Mejor ya vete a formar
o quedarás de la cola
en el último lugar.
ANGEL
¿Cola?
CELFA
Larga, muy larga en verdad.
ANGEL
¿No será cola del diablo?
MENGA
Pues dura una eternidad
esa filota infernal.
ANGEL
¿Belem es éste contorno?
CELFA
Has llegado, tú, por fin
a la calle de Buentono
con su Registro Civil
ANGEL
Luego, no estoy en Belem,
MENGA
¡Sí, güero! ¿Pues qué no ves?
¡En los Arcos de Belem!
ANGEL
¡Qué algazara! ¡Qué alegría!
CELFA
Pero si acaso buscabas...
Alguna otra dirección
GILA
Acaso el Camino a Belem.
ANGEL
¡Eso mismo!
MENGA
De la colonia Cuevitas.
FILENO
Hay también por Nativitas
GILA
0 Belem por Iztacalco.
BATO
¡Qué no! ¡Qué ese es por Huipulco!
FILENO
Hay otro por Ojo de Agua...
MENGA
Y en las Lomas de Becerra...
GILA
Por eso vamos con calma
o este güero se"nortea".
BATO
¡Si por Belem no paramos!
ANGEL
¡Mejor voy a renunciar,
no es éste el lugar buscado!
FILENO
¿Pos qué es lo que viene a anunciar?
ANGEL
¡Qué viene la Navidad!
GILA
Esto me huele a negocio
¿No será publicidad
de esos grandes almacenes
lo que vienes a anunciar?
MENGA
Aclara si tu disfraz
es pa' vender chacharitas
con un crédito falaz.
ANGEL
No hay tiempo para "echar flores"
hay que irnos encaminando
¿No sois acaso pastores? porque si sois ...
TODOS NIEGAN


MENGA
Yo hago ricas quesadillas.
FILENO
Yo arreglo acumuladores.
GILA
Yo zurzo y hago bastillas.
CELFA
Vendo aretes, prendedores ...
BATO
Yo le hago a la buena vida.
GILA
Es un vago.
BATO
Soy de palo.
MENGA
¡Van a terminar casados!
ANGEL
¿No son ustedes pastores?
íYo voy a perder el juicio!
¿Qué son esos reflectores?
FILENO
Luces de los edificios
de la Colonia Doctores
ANGEL
¡Pensé qué era la señal!
¡Auxílienme, por favor!
¿Sabían ya que del Señor
es la gran Natividad?
GILA
¡Uhhh...desde hace una eternidad!
ANGEL
¿Quién se los vino a anunciar?
CELFA
A nosotros no, a María.
ANGEL
(CHASQUEANDO LOS DEDOS).
¡María, claro! ¡Qué alegría!
¡Es a quién debo buscar!
CELFA
... Un ángel del santo cielo
se lo vino ya a anunciar.
ANGEL (MOLESTO)
De seguro fue Miguel
quien me vino a "madrugar".
MENGA
Fue el Santo Ángel San Gabriel
quien pregonó Navidad ...
ANGEL (SORPRENDIDO)
¿El callado y seriecito?
¡Quién lo fuera a adivinar!
GILA
Pero tiene sus añitos...
ANGEL
Más le falta madurar...
GILA
Digo que más de dos mil años
son los que han transcurrido
desde que Gabriel es ido.
ANGEL
¿Dos mil años han pasado?
Prestadme para mi llanto
un pañuelo de brocado
¡Qué feo me he equivocado!
BATO
¡Medio gacho la has barrido!
FILENO
Al cielo mejor te vuelves,
nuestro querido angelito,
porque mañana que es viernes
no circulas ni tantito.
CELFA
¡Qué grande majadería
son esos celos, Fileno!


ANGEL
A anunciárselos venía...
pero pues ya no lo puedo.
CELFA
¡No te desanimes, güero!
BARTOLO SE DESPIERTA
CON UN GRAN BOSTEZO
BARTOLO
¡Menga, taimada mujer!
¿dónde está mi desayuno?
¿dónde está? iLo quiero ver!
mis chilaquiles picosos
con cebolla de aderezo
pollos, frijoles refritos
con sus adornos de queso.
Dos bolillos tostaditos
y un jarro de champurrado
cuatro o cinco tamalitos
un huazontle bien capeado
manda a Celfa donde Ambrosio
por un curado de nanche
¡Nada como un caldo de oso
para hacer el “desempance”!
MENGA
¿Y lo quieres ahoritita?
BARTOLO
¡Por favor,linda viejita!
MENGA
Bartolito, maridito
para comprar tamalitos,
queso y frijoles refritos
necesito dinerito ...
Y como tú el duro trabajo
lo miras con catalejos,
¡Escucha, zarandalejo
puedes irte ya al ...


TODOS
¡Abuela!
MENGA
También con ella.
BARTOLO
iMenga, qué mala mujer
me ha dado el Señor contigo!
ANGEL
¡Ay de mí! ¿Pues que he de hacer?
Al cielo me volveré
puesto que no es Navidad,
no vaya a ser la de malas
que para el juicio final,
ya estén calentando alas.
¡Y por hacérseme tarde,
del juicio no tome parte!
MENGA
¡Señor Dios de las alturas!
Que para el juicio anunciado
falten mil millones de años
y ya no pienses locuras
¿Te parece muy bonito que,
a causa de tu torpeza
nos “re-lleve” la tristeza?
CELFA
¡Pero si sí es Navidad!
Del Salvador es ahora
el anhelado festejo
del pueblo que así lo adora.
MENGA (A BARTOLO)
¡Levántate, flojo viejo!
(A FILENO)
¡Quita esa cara celoso!
(A BATO)
Movilízate, tú, flojo.
(A GILA)
y tú, muchacha chismosa
(A CELFA)
y tú Celfa presumida
preparen algunas cosas
¡pero pronto por su vida!
que hoy haremos Navidad
como en épocas pasadas.
Nada de parrandas falsas
BARTOLO
...porque acaban en trompadas.
GILA
Ni de esos bailongos gringos
BATO
....que son para presumidos
CELFA
Y ahí los malos vecinos,
se ponen a "recortar"
FILENO (CON INTENCIÓN)
o muchachitas sin tino,
chavos se quieren ligar.
MENGA
Dejen los dobles sentidos
que son graves desatinos.
Una alegre procesión
es lo que estoy proponiendo
llena de alegres canciones,
recordando de este modo
la que hicieron los pastores.
FILENO
Por la noche hacen posadas.
GILA
Y cantan el "Ora pro nobis"
MENGA
¡Esto no nos quita nada!
BARTOLO (REMOLÓN)
¡Pero si es de madrugada!
MENGA
¡Qué nos importa la hora,
cualquiera de ellas es buena
para alabar en la tierra
y en la iglesia, que ahí mora
a quien nos quita las penas ...
(A BATO)
De una fiesta regresabas
y la hora no reclamabas ...
(A BARTOLO)
Por un buen pulque beber,
en tres días no se te ve.
(A CELFA Y GILA)
en chismes y fruslerías,
pierden ustedes un día ...
(A FILENO)
Nada te digo, Fileno,
que a ti, los horribles celos
hacen un segundo, eterno.
Las cinco y media ya son,
a las seis abren la iglesia;
quiten del rostro tristeza
y sacudan la pereza.
CELFA (ENTUSIASMADA)
Tienes razón,abuelita
¡A misa de seis marchemos
por todas las que debemos!
BARTOLO
¡Seremos pues los pastores!
GILA (EMOCIONADA)
De jardín, algunas flores
Voy a cortar al momento.
CELFA
Pues no perdamos el tiempo
(A BATO Y A FILENO)
¿Y ustedes van, muchachones?
BATO
Tiene razón Doña Menga
¡Y órale qué, pos juega!
bien puedo ver al Señor
que él siempre mira por mí.
ANGEL
¿A Jerusalén iremos?
MENGA
Pues no, celeste criatura
BARTOLO
Eso queda por Tlaltenco
y por la Aquiles Serdán.
GILA
La bíblica geografía
es, aquí, topografía
de colonias y poblados
urdida en algunos planos.
FILENO
Y vételo ya sabiendo
Calvario en Chimalhuacán,
Las Cruces en Topilejo,
Jerusalén está lejos
pues queda en Atizapán.
ANGEL
¿Ir a donde ustedes fraguan?
CELFA
A una iglesia aquí cerquita,
que es la del Salto del Agua ...
MENGA
Síganme ya, “pastorcitos”,
ponte adelante, güerito
¡Cantando pronto marchemos!
VAN SALIENDO MIENTRAS
ENTONAN UN CANTO
TRADICIONAL.
APARECEN LOS DEMONIOS:
FIERABRAS, ADRAMELEK
Y LUCIFER SALEN DE UNA
COLADERA VIENEN TOSIENDO
Y CON GRAN ASCO.
LUCIFER
¡Por los fuegos abismales
donde todo es llanto y duelo,
de haber sabido, truhänes,
que antes de llegar al suelo
pasaríamos el drenaje,
no vengo, sólo de maje!
El averno escalofriante es,
junto a estas cloacas,
un paraíso fragante
perfumado de lavandas.
¡Acércate, Adramelek
ven aquí, mi Fierabrás!
¿Están ustedes seguros
qué es éste el lugar buscado
en el que habrá de caer
un ángel desbalagado?
FIERABRÁS:
¡En esta hora y este lugar
muy pronto, ya lo verás!
LUCIFER
¡No se para qué vinimos!
Lueguito se va mirando
que este sitio está perdido.
FIERABRAS
¿Y en dónde es que hemos caído?
ADRAMELEK
(BUSCANDO EN SU AGENDA)
Manifestaciones, Marchas...
Mercado libre... Madrid (atentado)
Narcotráfico... híjole
Ya me pasé....a ver
México... ¡México es este país!
LUCIFER
Me suena el nombre en verdad
ADRAMELEK
Señor de la perdición,
aquí, en la infernal agenda
tengo yo la información ...
(ARREBATÁNDOLA LA AGENDA
LEE Y SUELTA UNA CARCAJADA)
¡México, ah... claro!
¿Pero a qué hemos venido?
El tiempo nomás perdimos
cual si cortaremos flores ...
FIERABRAS
¿Pues quienes moran aquí?
ADRAMELEK (LEYENDO LA AGENDA)
Un pueblo “me vale madre”,
Que transa con lo que sea,
gente que, en viendo la lana,
Lueguitito se marea.
Políticos de ambos bandos
que por jalonear votantes
llenan plazas de acarreados;
repulsivos traficantes,
taxistas secuestradores,
policías asaltantes,
microbuseros con saña,
gente que ya nada siente
Tal es el gris panorama,
tal la fauna dominante
de esta tierra que, fue fama,
era una nación brillante ...
FIERABRAS
El país es muy hermoso,
fértil, noble, muy donoso;
iLástima, querido hermano,
que lo habiten mexicanos!
LUCIFER
Lo que no puedo explicarme
es como en tal situación,
un ángel les manda Dios,
sólo por mortificarme.
FIERABRAS
¿No los querrá redimir?
ADRAMELEK
Me estás haciendo reír
¿Componer éste país?
Es más fácil construir
otra vez el universo
que cambiar aunque sea poco,
este país tan adverso.
FIERABRÁS
Por fortuna no ha cambiado
este pueblo mexicano,
con dinero de por medio,
se ha vuelto más despiadado;
se friegan unos a otros
y por lana conseguir
no les importa nadita cielo
o tierra destruir.
Ahora todo es diferente,
no hay respiro ni sosiego
atropellan a la gente,
y en el metro, empujan ciegos
¿Qué caso le pueden hacer
a un angelito del cielo?
LUCIFER
Pues el sereno será,
Pero ¡Por todos los diablos!
nada hará, que no podrá
ese angelito mentado.
FIERABRAS (COMPUNGIDO)
Acuérdate, mi señor,
que otra vez es Navidad
y en todas las pastorelas
siempre nos va re'te mal.
ADRAMELEK
No seas burro, Fierabrás,
¿pues cómo tú consideras
que ésta es una pastorela
si estamos en la ciudad?
(A LUCIFER)
Tranquilízate, señor,
no creo que a jalar gente
venga aquí este embajador.
A menos claro, que en las alturas
tenga su candidatura...
FIERABRAS (ASPIRANDO)
¡Pero qué infernal calor,
qué aroma tan familiar!
ADRAMELEK
Es la mentada inversión.
FIERABRAS
¿Pues no qué estaban fregados
estos pobres mexicanos?
ADRAMELEK
Es la térmica inversión
que del valle citadino,
hace una olla de presión
cuyo rico contenido
son plomo, ozono y smog.
LUCIFER
Dejen ya de platicar
sobre el clima fabuloso
que reina en este lugar.
¡Mis demonios consentidos
por malévolos, traidores,
por sucios y pervertidos,
preparemos tentaciones
que eviten las maquinaciones
de este ángel de la esperanza!
Vicios, trampas y acechanzas
alistemos al momento
y, sin tener más tardanzas,
pongámonos en movimiento.
FIERABRAS:
¡Vamos contigo, señor!
ADRAMELEK
¡Te seguimos,Lucifer!
LUCIFER
¡Qué es como debe de ser!
(SALEN LOS DIABLOS, ENTRAN
LOS PASTORES QUIENES
TERMINAN DE CANTAR ALGÚN VILLANCICO)
BATO
¿Qué pues con esos pastores
y ese angelito desviado?
ANGEL
¡Desviadas tus co ... liflores,
muchacho mal educado!
MENGA
Nomás faltan cinco cuadras
para llegar bien temprano,
antes que la iglesia abran
¡ahí estaremos cantando!
BARTOLO
El hambre me dobla en cuatro
¿porqué no comemos algo?
No quiero estar frente al niño
con música de gruñidos.
BATO
¡Me encanta el canto,cantor!
yo quiero desayunar
unos tacos al "pastor"
para no desentonar.
(SALEN GILA, BATO Y BARTOLO .
EL ANGEL CONVERSA
CON MENGA, FILENO
SE ACERCA A CELFA)
FILENO
Celfa, mujer de mi vida,
no me mires con desdén;
ya dime que sí, chiquita
¡Qué me está llevando el tren!


CELFA
No me sigas insistiendo,
que si sigues de celoso,
estás tu tiempo perdiendo
(ENTRAN LOS DIABLOS MUY COMPUESTOS Y TRAJEADOS CON SENDOS PORTAFOLIOS Y LAP TOPS; TOMAN MEDIDAS DEL TERRENO, VEN FOLLETOS, HACEN CUENTAS EN SUS CALCULADORAS HABLAN POR CELULAR EN OTROS IDIOMAS HACIENDO QUE SON EXTRANJEROS).
ADRAMELEK
¡qué preciosou, qué bonitou,
es este "beia" nación!
LUCIFER (LEYENDO UN FOLLETO)
Un lugar muy adecuado,
dicen en la promoción
MENGA
¿Y estos hombres de dinero
de donde habránse salido?
FIERABRAS
Compraré todo el terreno,
con iglesias, vecindades,
ya que el eficaz barreno
destruirá hasta catedrales
que quedarán por los suelos
como póstumas señales
de que corren tiempos nuevos.
ADRAMELEK
(APARTE, A LUCIFER)
¡Percátate,Lucifer
y ve lo que tienes que ver!
el ángel que aquí buscamos
se encuentra en aquella bola,
revuelto entre la macoya
de pobretones hambreados.
LUCIFER
Ya lo vi desde lejitos
Y aquí entre nos te diré
que se ve muy... pendejito.
MENGA (A LOS DIABLOS)
¡A ver, señores trajeados!
¿Qué los trae por estos lados?
ADRAMELEK
¿Es a nosotros, anciana,
que diriges tus palabras?
MENGA
Seguro ¿pues que no ves?
LUCIFER
Pues así como nos ves,
somos ricos potentados
de países industriales...
que de este país fregado,
haremos nuestro mercado.
FIERABRAS
Invertiremos millones.
CELFA
¡Qué magnífica noticia!
ADRAMELEK
Yo pondré una discoteca.
(LOS PASTORES FESTEJAN)
Sólo güeros entrarán (REACCIÓN)
Mas como soy extranjero,
los trámites tardarán
Yo me los quiero evitar;
si alguno su nombre presta
(SACA UN FAJO DE BILLETES
QUE AGITA EN LA CARA
DE LOS PASTORES)
yo lo sabré compensar
LUCIFER
Una cadena de tiendas
Pienso contruír aquí
No más misceláneas “Lupita “
Puro “Guadaloupe Inn”
FIERABRÁS
Pero como nada es gratis
Antes tendréis que firmar
(SACA UNA CARPETA CON
PAPELES MEMBRETADOS)
BATO:
Para tu ranfla, carnal
¿qué nos vamos a chutar?
ADRAMELEK
Son tan sólo garantías
TODOS
(LEYENDO EL PAPEL) ¿Garantías?
ADRAMELEK
Que no pagaremos, claro
ninguno de sus impuestos.
De que si hay huelgas o paros
emigraremos muy prestos
con el dinero seguro
sin enfrentarnos al toro.
Ya lo pagarán ustedes,
a costa de sus ahorros.
BARTOLO
De majes firmamos nada (A LOS DEMÁS)
Capaz que nos sale cola
como con el fobaproa.
LUCIFER:
¿Y qué que les salga cola? (MIRANDO
LA SUYA CON DISCRECIÓN)
No es tan malo...
BATO (VAN PASANDO LOS
PAPELES Y LEYENDO LAS CLÁUSULAS)
¡Nos dejarán en los cueros!
FILENO
En la calle y sin dinero.
MENGA
Pretenden tirar mi casa
y edificar sobre de ella
hoteles para “gente bella”
¡Aquí se rompió una taza,
fuera de aquí, estafadores!
ADRAMELEK (CÍNICO)
¡Y encima nos echa flores!
LUCIFER
Ni sufras ni te acongojes,
muchacha del porfiriato,
te miro desde hace rato
y por mucho que te esponjes,
te conviene hacer el trato
MENGA
No les venderé mi casa
aunque haya necesidad.
Ya peligra mi nación
como pastel repartida
entre tanta corrupción
aunque soy pobre viejilla
no iré yo a contribuir
a que nos dejen a todos
sin casa, tierra y país.
CELFA
¡Así se habla, abuelita!
ANGEL
Nomás te estaba escuchando
para ver donde parabas,
Lucifer, te vas pintando
Directito a la ... "pintada"
LUCIFER
Un violín te estoy pintando...
ANGEL
Pues te responde mi espada...
(EL ANGEL SACA SU ESPADA.
TRAS UNA BREVE PELEA,
LOS DEMONIOS HUYEN
HORRORIZADOS).
LUCIFER
¡Ya te veré en otro lado,
a ver si eres hombrecito!
ANGEL
¡A las pruebas me remito!
que diga...
¡Ya vete de aquí, taimado!
MENGA
Conqué, era Lucifero
CELFA
El mismo... ¡Diablo tan feo!
(REGRESAN GILA, BARTOLO Y
BATO CON ENVOLTORIOS
DE TACOS).


BATO
Despertamos al taquero,
pero aquí estamos de nuevo ...
¿Nos perdimos de algo bueno?
TODOS
¡No, qué va!
MENGA
Apretemos, pues, el paso
que ya llevamos retraso.
BARTOLO
¿No vamos a desayunar?
ANGEL
No podemos, pues temprano
hay que estar en el lugar
BARTOLO
Unos tamales siquiera
nos podríamos “empacar"
CELFA
No insista usted, abuelito,
que a la iglesia hay que llegar
como dice el angelito.
FILENO
Cortemos por esta calle.
BATO
(APARTE, A FILENO)
¡No se vaya a enterar Gila
que aquí vive mi "detalle"!
Mejor por aquella esquina.
(APARECE FIERABRAS VESTIDO COMO POLICIA DE TRANSITO)
FIERABRAS
Buenas las tengan ustedes.
BARTOLO
Que usted las pase mejor.
FIERABRAS
¿A dónde van, ciudadanos?
GILA
Caminamos sin desgano
a la iglesia cual rebaño.
CELFA
Al señor adoraremos.
BATO
Como no se ha visto en años.
FIERABRAS
¿Me permiten sus permisos?
FILENO
¿Permisos ?
FIERABRÁS
¿Pues qué no saben ustedes
que para poder circular
se necesitan papeles ?
FILENO
¿Y en qué ley o reglamento
se le pide a los peatones
licencias o tarjetones ?
FIERABRAS
En este nuevo reglamento
que ahora mismo he implementado.
en el segundo apartado
está claro como el viento
"Todo aquel ser caminante
requiere placas y comprobante".


CELFA
¿Y comprobante de qué?
FIERABRAS
Pues de que dicho individuo
no emite gases nocivos.
Pero además de eso
Me debe de comprobar
que trae su calcomanía,
que ya pagó su tenencia,
que no adeuda luz ni agua,
verificación probada,
que ya pagó su predial,
que declaró sus impuestos,
que es ciudadano de fiar,
que trae sus placas en orden...
MENGA
¡Ay! la única placa que tengo
la uso para masticar
FIERABRÁS
Pues me la vas a mostrar
MENGA:
Nooo... hoy no puedo...mañana
FIERABRÁS
Hoy.
MENGA.
Mañana...
FIERABRÁS
Hoy, Hoy, Hoy, Hoy
¡Vieja, no estás a la moda!
Espérense, ciudadanos,
que les faltan más horrores
estrictamente prohibido
hacer como que son pastores
pues provocan mucho ruido
con esas manifestaciones;
y si dos resultan muchos,
tres se vuelven multitud
¡se me van ya dispersando,
sin andar alborotando!
GILA
¡Ah, diablo de patrullero,
prieto, panzón, marrullero!
FIERABRAS
¡Chaparra descolorida,
cállese ya la trompilla!
CELFA
Este policía pringoso
me parece conocido.
BARTOLO
Todititos son iguales,
se te ha de hacer parecido
a otro que ya te habrás "vido"
de esta bola de naguales.
CELFA
¿Y tú que dices, güerejo?
no te quedes calladito.
ANGEL (SUENA SU CELULAR
DORADO, EL ÁNGEL RESPONDE
EN CELESTE LENGUAJE)
Del cielo en este momento
un mensaje trae el viento:
Que en asuntos terrenales
no meta los cigüeñales.
GILA
¡Güerejo tan sacatón!
FIERABRAS
Y ya van desalojando
o los llevo al corralón
que aquí es el paso obligado
de estrellas de televisión.
(ENTRAN LUCIFER Y
ADRAMELEK
DE GALAN Y GALANA
DE CONOCIDA TELENOVELA)
GILA
(COMO FAN AL BORDE DEL
INFARTO)
¡Pero qué cosa tan bella
lo que estoy mirando aquí!
¡Es la misma Thelma Rosa Isela
que en la tele vi sufrir!
BATO
¡Ah diablo, qué mujerón!
Eso es vieja y no esto
que con Gila me cayó.
CELFA
¿No es acaso Juan Ernesto,
el galán de fino gesto?
¡Qué guapo, qué papacito!
¡Justo lo que necesito!
MENGA
¡Muchachas atarantadas!
LUCIFER
¡Fanáticas bien amadas!
ADRAMELEK
Mi publiquito adorado,
si se acercan un poquito
les regalo un calendario
donde yo salí en ... dorado.
LUCIFER
Les daremos camisetas
discos, posters y chancletas.
(TODOS, EXCEPTO MENGA Y EL ANGEL SE ACERCAN A PEDIR AUTOGRAFO)
LUCIFER
Y ya saben, picarones
gasten, compren a montones
los productos exquisitos
de nuestros patrocinadores.
ADRAMELEK
Desconéctense el cerebro
y amen su televisor,
que de los tiempos modernos
es electrónico dios.
MENGA
¡Mira nomás con qué cuentos
éstos nos quieren dormir !
LUCIFER (MOSTRANDO A LA
EXUBERANTE GALANA)
Con estas protuberancias
Entreténganse, mirones,
mientras suben los impuestos
y les roban elecciones.
MENGA
¡Despierten, bobalicones!
¡Y ustedes no haga tantas olas
por kilos de silicones!
LUCIFER
¡Ay, chula, lo que es la envidia!
Pues jamás saldrá en la tele
esta viejita encurtida.
MENGA
Pues sin ser una estrellita
con las curvas fabricadas
soy mucho más mujercita
que estas artistas infladas.
BARTOLO
¡Eso sí, verdad de Dios,
cómo mi vieja no hay dos!
FIERABRAS
Vejete tan conformista
¿Qué no ves este forrón?
Una estrella de revista
no tiene comparación
con las viejas del montón
y si no i que se desvista!
BARTOLO
Escúchame tú, panzón
mi vieja, aunque traqueteada,
es mi vida y corazón
y no la cambio por nada
pues es mi único amor.
MENGA
¡Bartolito de mi vida
( SE ABRAZAN ANTE EL ENOJO
DE LOS DIABLOS, EL ANGEL
PREPARA SU ESPADA )
CELFA (TIRANDO LOS ARTICULOS
QUE LE DIERON LOS DIABLOS)
¡No insulten a mis abuelos,
estrellitas marineras !
Que con sus malas maneras
poco importa si son bellos.
GILA (ROMPIENDO UNO DE LOS POSTERS QUE LE DIERON)
¡Y yo qué los admiraba,
que los creía más humanos,
metiendo al fuego las manos
sin ver que me chamuscaba!
LUCIFER
¡A eso quería yo llegar
que sus buenas chamuscadas
en verdad les voy a dar!
(LUCIFER SE DESCUBRE)
TODOS
iiiLucifero!!!
LUCIFER
Ese mero petatero.
(CAYENDO EN CUENTA Y
CUBRIÈNDOSE DE NUEVO)
Qué diga, noooo...
¡Cómo lo van a creer!
Si no existe Lucifer
Ni el dinosaurio priísta.
Vivimos un tiempo nuevo
de democracia y justicia.
Queremos un cambio ahora...
¡El infierno para todos!
(ADRAMELEK Y FIERABRÁS SE QUITAN SUS ATUENDOS, DEBAJO DE ELLOS LLEVAN CAMISETAS DE CAMPAÑA DE LUCIFER, REPARTEN PROPAGANDA)
ADRAMELEK
¡Ya ganamos con Luci!
FIERABRÁS (AL PÚBLICO)
Ya llegó el cambio... únete a
“Los amigos de Luci”
ADRAMELEK
¡Basta ya de ser gobernados
por más de 2000 años
con el mismo sistema!
FIERABRÁS
Somos gente nueva que no
queremos más de lo mismo
Únete a nosotros, llama al teléfono:
6 6 6 - 666
ADRAMELEK
O en nuestro correo por
internet : triple seis, punto ,
lucifer arroba almas, punto com
BATO
Pos yo me estoy animando
Por él yo voy a votar
FILENO
No sea maje, bato loco.
Debajo de tanto trapo,
de lo mismo es otro poco
BATO
¿Me lo quieres explicar?


FILENO
¡Es el chamuco, carnal!
BATO
¡Un entre le voy a dar!
CELFA
¿Y qué es lo que esperas, güero?


ANGEL
El aviso del lucero.
LUCIFER (DESCARÁNDOSE)
¡Acérquense, mis demonios!
¡¡Y pierdan a estos pastores!!
BATO
¡Nomás acérquense, locos
a cualquiera de la raza
y les fracturo los ojos
(UNA LUZ BRILLA EN EL CIELO EL ANGEL, AL FIN, APRESTA SU ESPADA )
ANGEL
Aquí se rompió una taza,
demonios pervertidores,
se me largan a su casa
LUCIFER
¡Güerejo metomentodo,
pelearemos a mi modo!
¡Al ataque , mis demonios!
(ZAFARRANCHO DEMONIOS VS. ANGEL)
FILENO
¡Momento., qué no está sólo!
(FILENO, BARTOLO Y BATO ATACAN A LOS DEMONIOS)
GILA
¡Ese es mi Bato valiente!
CELFA
¡Y es Fileno de mi vida !
MENGA
¿Qué acaso por ser mujeres
no podemos enfrentar
a estos diabólicos seres ?
CELFA
¡Pal luego es tarde, abuelita!
(AHORA SÍ, ZAFARRANCHO GENERAL. AL FINAL, POR SUPUESTO, TRIUNFAN LOS HUMANOS AL LADO DE LAS FUERZAS DEL BIEN QUEDANDO LOS DIABLOS EDUCIDOS A LA SIGUIENTE MANERA :
ADRAMELEK PRESO DE
LA COLA POR MENGA Y DE
LA CABEZA POR GILA;
FIERABRÁS, HINCADO Y
SUJETO POR BATO Y DE UN
CUERNO POR CELFA;
LUCIFER ESTÁ TENDIDO
EN EL SUELO, TOMADO
DE LOS BRAZOS POR
FILENO Y DE LOS PIES
POR BARTOLO. EL
ANGEL, TRIUNFAL, CON
UN PIE EN SU CUELLO
Y LA ESPADA AMENAZANTE
.LA LUZ DEL AMANECER
SE PERFILA EN EL
HORIZONTE CITADINO
Y LAS PUERTAS DE LA
IGLESIA SE ABREN PARA
DEJAR VER UN NACIMIENTO.)
ANGEL
Mis citadinos pastores,
finalizaron su viaje,
terminaron sus dolores,
preservándose sus almas
del demonio y sus andanzas.
Contemplad en las figuras
que con barro y mil colores
rememoran los primores
de quien nació entre penurias
soportando los rigores
en la humildad de su cuna.
Que todas vuestras canciones
al cielo rindan honor
¡Gloria a nuestro redentor,
luz de humanos corazones!
Vean rendido a Satanás
que con sucias artimañas
pretendió perder sus almas
junto a estas alimañas.
ADRAMELEK
¡Te lo dijimos, señor!


LUCIFER
¿Qué me dijiste, baboso?
No lo puedo recordar
ADRAMELEK
Que en todas las pastorelas
siempre nos va rete mal.
ANGEL
¡Soltadlos !
(LOS DEMONIOS APENAS
SE VEN LIBRES, SE JUNTAN
A MODO DE MUÉGANO
AL EXTREMO CONTRARIO
DEL TEMPLO: GIMOTEAN Y SE LAMENTAN).
ANGEL
¡Escúchame, Lucifer,
pues has sido derrotado
por un soldado del bien!
(TODOS LO MIRAN )
que diga,
por esta gente de bien.
Vete al fondo de la tierra,
regresa a tu oscuro antro,
pues perdiste ya esta guerra.
No vuelvas a importunar
que no te he de perdonar.
LUCIFER
Me regreso ya a mi rancho
para mis fuerzas cargar
más al rato me retacho
y ora si no he de fallar,
que he perdido una batalla
más no la guerra ¡qué va! (AL PÚBLICO)
Espérenme, pecadores,
no se han de arrepentir
del averno y sus ardores.
(EL ANGEL LEVANTA SU ESPADA LOS DEMONIOS HUYEN)


MENGA
Pues demos la salutación
a San José y a la Virgen
y al Señor de salvación.
GILA
¿Puedo decir mi oración?
(MENGA ASIENTE)
Hermosa virgen María,
que los chismes sin sentido
se aparten de mi camino
y que mi Bato querido
se convierta en mi marido.
(SE QUITA SU CORDÓN DEL CABELLO,)
Este cordón para el pelo
te dejo a ti, madrecita,
que seguro bajo el velo
tienes hermosas trencitas.
BARTOLO
Le hablaré ahora al Señor:
te suplico , santo niño,
me hagas buen trabajador
pues mi tremenda pereza,
mi amor a la tragazón,
a mi vieja de tristeza,
le llenan el corazón.
Te dejo este pañuelito
que aunque no es de seda fina
te cubrirá del friíto.
BATO
Este Bato descarriado te pide,
mi buen Señor,
que le des un diccionario.
TODOS
¡Bato!
BATO
¡Oh pues, cada quien sus peticiones!
mi pobre trompabulario
requiere de bendiciones
y si no es mucho pedir un oficio,
un trabajito para tener donde ir.
A mi Gila no hagas caso,
que aunque la quiero reteharto
nos iremos paso a paso.
Ahí te dejo mi leontina,
por algo la cambiarás,
es bonita, aunque no fina
¡un buen "bisne" te caerá!
MENGA
Señor de este nacimiento,
con humildad esta anciana
te hace a ti, su pedimento,
que tu inocente sonrisa
trastoque mi corazón
y sople cual fresca brisa
en mi cerrada razón.
Siempre estoy de mal humor,
sólo regaños reciben
a quienes les debo amor.
Otórgame tu dulzura,
madre llena de hermosura.
Te dejo un ramo de flores
y aunque nunca se te igualan,
disfrutarás sus colores.
FILENO
A San José yo me acerco
pues es esposo y es hombre
que comprende mi tormento.
Celos son mi dura carga,
mi enfermedad, mi tortura
aléjame esta amargura,
la necedad de la duda
Cómo tú amaste a María,
sin celosa grosería,
quiero a Celfa de mi vida,
amar sin tener medida.
(SACA UN PEQUEÑO JUGUETE
DE CUERDA)
Te dejo este juguetito
Pa´que juegues con tu hijito
CELFA
¡Dios te salve, Santa madre!
¡Dios te guarde, San José!
¡Gloria al niño que ha nacido¡
Yo te pido, madre mía,
que tu gracia angelical,
toque así, mi pobre vida
para ser más natural.
Con afeites y pinturas
alimento vanidades
¡Lléname con tu dulzura,
Reina de las cualidades!
Te dejo esta pulserita,
señora de mis amores,
a ti , que eres más bonita
que las perfumadas flores.
ANGEL
Vamos llegando al final
de esta representación
más no así de Navidad,
que es una buena ocasión
para poder recordar
que el amor y las bondades,
no se pueden relegar.
No basta con festejar
una vez en todo el año;
diario debemos amar,
evitar hacernos daño...
BARTOLO
Hay que ser caritativo...
GILA
Respetar a los vecinos.
BATO
Ser siempre el mejor amigo.
MENGA
Alabar a este Dios niño.
FILENO
Prodigar siempre dulzura.
CELFA
Repitiendo a toda hora ...
ANGEL
¡Gloria a Dios en las alturas!
TODOS
¡Y en la tierra a todos paz!
(SI EL RESPETABLE
APLAUDE LOS ACTORES
SE DARÁN POR BIEN
SERVIDOS MAS SI ASÍ NO
FUERE EL ÁNGEL SE
ADELANTARA A PROSCENIO
Y DIRA PARA QUE NO
QUEPAN DUDAS)


ANGEL
Y ora sí ... ya es el final.


( BAILE FINAL Y OSCURO)


FIN