INVITACION A LEER

Un rufián en la escalera. Joe Orton.

Un rufián en la escalera Joe Orton Personajes: Mike                    Joyce                    Wilson ESCENA I ...

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10/11/21

BUENAS NOCHES mamá, de Marsha Norman

 BUENAS NOCHES, MAMÁ 

de Marsha Norman 

 

  

MAMA 

(Desenvolviendo el Bizcochito) Jessie, es la última bolita, querida, añádela a la lista, ¿quieres? Y se nos acabaron, las barritas de chocolate Hershey . ¿Y dónde está el maná en dulce? Yo creo que Dawson me las comió otra vez. Debiera colocar un espejo en la puerta de la nevera. Así lo alejaría de mis dulces, ¿verdad? ¿Me estas oyendo, nena? (Más para ella misma) Me irrita que se le caiga el coco. ¿Por qué se le cae el coco? 

 

JESSIE 

(Entrando de su cuarto con un paquete de periódicos) ¿Tenemos algunas toallas viejas? 

MAMA  

Anjá, ahí estas. 

JESSIE  

(Enseñando una toalla que trae con los periódicos) Toallas ... que ya no quieras. (Recogiendo del piso la envoltura del bizcochito) ¿Esta toalla que nos dio Loretta, la quieres todavía?  

(MAMÁ dice que no con la cabeza) 

 

MAMA 

¿Que has estado haciendo ahí dentro? 

 

JESSIE 

Sé que había un pedazo de plástico por ahí. Me bastaría con bolsas de basura si hubiera suficientes. 

No empieces a revolcar, Jessie. Ya son las ocho de la noche. 

 

JESSIE  

¿A lo mejor una frisa vieja o las toallas que guardamos una vez en un cajón de detergentes? 

 

MAMA 

Que no te pongas a revolcar, dije. No tienes que teñirte el pelo todavía. 

  

 

  

JESSIE 

(Continuando su búsqueda por los gabinetes de la cocina y encontrando dos o tres toallas más que añade a su paquete) 

No las quiero para mi pelo, Mama. ¿Y no hay por ahí algunos cojines viejos? Uno de esas sillas del patio, sería perfecto. 

 

MAMÁ 

¿A ti no se te habrá olvidado qué noche es ésta, no? (Manos arriba enseñando las uñas) Están hechas astillas, mira. Me he pasado toda la semana, Jessie. Es sábado por la noche, amor. 

 

JESSIE  

Lo sé. Lo tengo en mi agenda. 

 

 

MAMÁ 

(Yendo a la sala) ¿Quieres que me las lave ahora o preparas tu mejunje primero? (Por el bizcochito) Se nos acabaron, ¿O ya te lo dije? 

 

JESSIE 

Mañana te mandarán más. Te ordené una caja de las grandes. 

 

MAMA 

Una caja de las grandes se Daña, Jessie.  

(Consultando el T.V. Guía) 

 

JESSIE 

LOs puedes guardar en el congelador hasta que los necesite.  

¿Dónde está el revolver de papá?. 

 

MAMÁ 

En el desván. 

 

 

JESSIE 

¿Dónde en el desván? Lo busqué mientras dormías tu siesta y no lo encontré por ningún lado. 

 

MAMÁ 

Dentro de una de sus cajas de zapatos, creo. 

 

JESSIE 

Todas están llenas de zapatos. Ya busqué. 

  

 

  

MAMÁ 

Pues no buscaste bien entonces. Está en la caja de los que se puso para ir al hospital. Cuando murió, me dijeron que me los podía traer, pero esos zapatos a mí nunca me gustaron. 

 

JESSIE 

Las balas las encontré. Estaban dentro de un garrafón de leche. 

 

MAMÁ 

(Cuando ya JESSIE va a salir al pasillo)  

¿El rifle se lo llevó Dawson, ¿no? Pásame acá esa canasta, querida. 

 

JESSIE 

(Buscándole la canasta) Más vale que Dawson no se haya llevado ese revólver. 

 

MAMÁ 

(Deteniéndola otra vez) Y mis espejuelos también, por favor. 

(JESSIE regresa por los espejuelos y por un rociador con el cue le limpia los cristales) 

Le dije que también se llevara esas botas de goma pero dijo que eran botas de pescar. Y yo le contesté que se pusiera a pescar entonces. 

El es demasiado haragán para, treparse allá arriba, mamá. O a lo mejor es listo, ese piso de arriba está flojo. 

(Sacando algún tejido) Y eso no es un piso, querida. Una que otra tabla nada más. Mídeme esto. Necesito seis pulgadas.  

 

JESSIE 

(Mientras mide) Dawson bien pudiera usar alguna de esa ropa que está allá arriba. Alguien debiera tenerla. Debieras darle una llamadita al Ejército de Salvación antes de que se desplome todo. Seis pulgadas justas. 

 

MAMÁ 

Ese piso está bastante seguro. Mientras no te encarames allá arriba, claro. 

 

 

JESSIE  

 (Empezando a salir) Yo tengo cuidado. 

 

MAMÁ 

 ¿Para qué quieres ese revolver, Jessie? 

 

JESSIE  

 (Sin regresar esta vez, haciendo que baje la escalerita en el pasillo) Para protección. 

 

MAMÁ 

 (Mientras JE5SIE estudia la escalerita) Le estas haciendo demasiado caso a caso a la televisión, querida. Yo nunca he visto un criminal en ni vida. Esto está muy lejos y hay muy poco que aquí se pueda robar. Ni un sólo criminal he visto. 

 

JESSIE 

(Empezando a subir) Si no cuentas a Ricky. 

 

MAMÁ 

Ricky no es un criminal, sólo está desajustado 

 

 

JESSIE 

Vete lavándote las manos, ya vuelvo. Y sácatelas bien. Te secas bien las manos en lo que vuelvo o no te hago nada; , ¿me oyes? 

 

MAMÁ 

 A mi me parece que Dawson te dijo bien claro que no subieras esos escalones. 

JESSIE  

(Subiendo) Lo dijo bien claro sí. 

 

 MAMÁ 

No me gusta el asunto ese del revólver, Jess. 

 

JESSIE 

(Desde el desván) ¿En cual de las cajas?¿te acuerdas? 

 

MAMA 

En la gris. 

 

JESSIE 

No me estás ayudando nada con eso, Mama. 

 

MAMÁ 

No estoy tratando de ayudar, amor, (No hay respuesta) 

No tenemos nada que alguien pueda querer, es más, ni siquira yo quiero lo que tenemos, Jessie. 

 

JESSIE  

Ni yo tampoco. Lávate las manos. 

(Levantándose y cruzando a colocarse bajo la escalerita) Te me vas bajando de ahí antes de que te venga un ataque. Yo no puedo subir a buscarte, ¿sabes? 

 

JESSIE  

Lo sé. 

 

MAMÁ 

Cuando vengan los ladrones, les entregamos lo que pidan, ¿de acuerdo,? 

 

JESSIE  

Buena idea, mamá. 

 

MAMA  

A Ricky se le va a pasar todo esto y va a ser un gran muchacho, Jess. Pero tengo quo decírtelo, no me gustaría que Ricky supiera que tenemos un revólver en esta casa. 

 

JESSIE 

Míralo aquí, lo encontré. 

 

MAMÁ 

Ricky está pasando por una de esas fases: Malas compañías a lo mejor. Todo lo que él necesita es tiempo, hija.... El va a volver a la escuela o se va a buscar un trabajo; o un día de estos recibes una llamada y te dice que siente mucho todas las molestias que te ha causado;,.y te invita a comer fuera, con gabán y todo. 

 

JESSIE  

(Bajando) No te preocupes. No es para él. Lo quiero para mi. 

 

MAMA 

Ni por un momento se me pasó por la mente que ibas a dispararle a tu propio hijo, Jessie. Ganas no te han faltado, lo sé, a todos nos han dado ganas de pegarle un tiro a alguien, pero no lo hacemos. Yo simplemente no creo que tengamos ninguna necesidad de ... 

  

 

JESSIE 

(Interrumpiendo) No te has lavado las manos. ¿Quieres que te arregle las uñas o no? 

 

MAMÁ 

Sí quiero, pero... 

 

JESSIE  

(Yendo hasta la silla) Pues entonces lávatelas y no me hables más de Ricky. Esas dos sortijas que se llevó eran lo ultimo de valor que yo tenía; ahora sigue robándole a otra gente, de puerta en puerta. Ojalá que lo encierren algún día. Yo misma lo entregaría si supiera dónde está. 

MAMÁ 

Tú no quieres decir eso, Jess. 

 

JESSIE 

Cada palabra. Y por última vez, lávate las manos:. 

(JESSIE se sienta a limpiar el revolver, le saca el cilindro. se asegura que las cámaras y el cañón estén vacíos, entonces aceita un pañito y lo empuja por el cañón con, una varita que había en la caja. MAMÁ va a la cocina y se lava las manos según le dijeron aparentando estar inmutada por 

lo del revolver. 

Le debí haber dicho que me bajara el garrafón de leche. Agnes Fletcher le vendió los suyos a un tipo que tiene un mercado de pulgas y le sacó cuarenta pesos cada uno. 

 

JESSIE 

Te lo busco enseguida. Hay también una rueda ae carreta y hasta una mantequera, Te lo bajo todo si quieres. 

 

MAMÁ 

 (Viniendo a ver qué pasa, Dominando la situación,) 

¿Qué estas haciendo? 

 

JESS1E  

Hay que limpiar el Cañón, mamá. La pólvora vieja y el polvo se le meten... 

 

 

MAMÁ 

¿Para qué? 

  

 

JESSIE 

 Ya te dije. 

 

MAMA  

(Tratando de quitarle el revolver)  

 Y yo también te dije que por aquí no vienen criminales  

 

JESSIE 

(Soltando este parlamento bruscamente) Y yo también te dije... (Tratando de apaciguarse) Este revólver lo quiero para mí. 

 

 

MAMÁ 

Bueno, puede ser tuyo si quieres. Cuando yo me muera todo va a ser tuyo de todas maneras. 

 

JESSIE 

Voy a matarme, mamá 

 

MAMA  

(Volviendo al sofá) Muy gracioso. Muy gracioso. 

 

JESSI 

 Lo voy a hacer. 

 

MAMÁ 

(Como un recorte, irritada) No lo vas a hacer, Y no digas una cosa como esa, Jessie. 

 

JESSIE 

¿Cómo ibas a enterarte si no te lo digo? ¿Quieres que te tome de sorpresa? ¿Tú acostada en la cama o lavándote la boca y de pronto oyes esto.. .ruido... al final del pasillo? 

MAMÁ 

Matarte... 

 

JESSIE 

 Pegarme un tiro. En un par de horas. 

 

MAMÁ 

Debe ser hora de tus pastillas. 

 

JESSIE 

 Ya me las tomé. 

MAMÁ 

Entonces, ¿qué es lo que te pasa? 

 

JESSIE 

Nada. Me siento muy bien. 

 

MAMA 

¿Te sientes muy bien y dices que vas a matarte? 

 

JESSIE 

De hecho, esperé hasta que me sintiera realmente bien. 

 

MAMÁ 

No bromees, Jessie. Yo estoy muy vieja para bromas. 

 

 

JESSIE 

No son bromas, mamá. 

 

MAMA 

(Después de verla en silencio por un minuto) Ese revólver ¦. . 

no sirve, ¿sabes? Tu padre lo rompió antes de morir. Se le cayó en el fango un día... 

 

JESSIE 

Parece estar bien 

(JESSIE le da vueltas a la cámara del revólver, alinea el cañón con la culata y hala el gatillo. No está cardado toda vía. Sólo se oye un click, pero funciona. Y es obvio también que JESSIE entiende de revólveres. Mama está muda.) 

 

JESSIE 

Yo tenía ahí dentro el de Cecil por si no encontraba éste, pero este de papá es el que prefiero usar. 

 

MAMÁ.  

Yo no sé como Cecil... Esas balas tienen por lo menos quince años, 

 

JESSIE 

(Sacando otra caja) Estas que tengo aquí son de la semana pasada 

 

MAMÁ 

¿De dónde las sacaste? 

 

JESSIE 

De la tienda que me dijo Dawson. 

  

MAMÁ 

¡Dawson!  

 

JESSIE 

Le dije que le tenía miedo a los delincuentes. El me dijo que era buena idea y me dijo de cuáles tenía que pedir. 

 

MAMA 

Si él hubiera sabiao... 

 

JESSIE 

Se lo tomó como un halago. Lo cogió como que yo me estaba interesando en algo. Siguió hablándome mucho sobre balas y me dijo que debíamos hablar así más a amenudo. 

 

MAMÁ 

¿Y dónde estaba yo durante toda esa conversación? 

 

 

 

JESSIE 

En el teléfono dando lata con Ágnes. Sobre los garrafones de leche, creo. Bueno, el caso es que le pregunté a Dawson si él creía que de la tienda me mandarían las balas y él dijo que me iba a hacer la llamada porque estaba seguro que me las mandaban si él se las pedía, Y tenía razón: Aquí están. 

 

MAMA  

¿Cómo pudo Dawson hacer una cosa como ésta? 

 

JESSIE 

Solo estaba tratando de ayudar, mamá. 

 

MAMÁ 

Y entonces yo vengo y te digo dónde está el revólver. 

 

JESSIE 

(Sonriendo mientras goza esta broma) ¿Lo ves? Todo el mundo está tratando de ayudarme todo lo que puede. 

 

MAMÁ 

¡He dijiste que era para tu protección! 

 

 

JESSIE 

¡Y lo es! Pero no voy a dejar de arreglarte las uñas. ¿Quieres tratar ese color nuevo, ese chino anaranjado? 

 

 

MAMÁ 

 Muy bien, voy a lllamar a Dawson ahora mismo. Veremos a ver qué tiene que decir sobre esto. 

 

JESSIE 

¡Que Dawson no tiene nada que ver con esto!. 

 

MAMA  

Es tu hermano. ¿ 

 

JESSIE 

Y nada más  

 

MAMÁ 

(Levantándose y dirigiéndose al teléfono) Dawson le pondrá final a esto. Sí señor. El va a llevarse ese revolver. 

 

JESSIE 

Si le llamas» tendré que hacerlo antea de que llegue. Tan pronto enganches el teléfono, me voy a mi cuarto y me encierro. 

 

MAMA  

¡No señor! ¡Estas son cosas de loco, Jessie! 

 

JESSIE  

Dawson llegará justó a tiempo para ayudarte a limpiarlo todo. Anda, llámalo. Y después llama a la policía y a la funeraria. Y cuando acabes, llama también a Loretta a ver si viene a arreglarte las uñas. 

(MAMÁ va directamente al teléfono y empieza a marcar, pero JESSIE es más rápida y casi de un salto, le quita el telefono y lo engancha.)  

 

JESSIE 

(Dura. Calmada.) Dije que no. Esto es un asunto privado. 

Dawson no está invitado.  

 

MAMÁ 

Yo nada más. 

 

JESSIE 

No quiero a nadie más aquí. Sólo tu y yo. Si Dawson llega me haría sentir estúpida por no haberlo hecho hace años. 

 

MAMÁ 

Yo creo que es mejor que llamemos al doctor, ¿o mejor la ambulancia? Yo sé que a tí te gusta el muchacho que la conduce... ¿Cómo se llama? ¿Timmy? Alguien con quien puedas hablar. 

 

 

JESSIE 

(Volviendo a la silla) Ya no hay nada más que hablar, mamá. Tú eres la escogida. Nadie más. 

 

MAMÁ 

¿De manera que nos vamos a sentar aquí como cualquier otra noche del mundo y después vas a matarte? (JESSIE no contesta) VaS a fallar. (Tampoco hay respuesta) Vas a terminar como un vegetal. ¿Eso es lo que quieres? ¡Te volarás uña oreja!, Tu sabes lo que te dijo el doctor que te pasa si te alteras. Tan pronto prepares el revólver te va a dar un ataque. 

 

JESSIE  

Yo creo que puedo matarme, mamá. 

 

MAMA 

No vas a matarte, Jessie. Si ni siquiera te ves alterada. 

(Y JESSIE sonríe, o quizás una risita y mamá trata otro ángulo.) 

En realidad, la gente no se mata, Jessie. No tiene sentido. A menos que una sea retardada o loca. Y tú eres tan normal como la que más, (mirada) en casi todo. A todos nos asusta morirnos. 

 

JESSIE 

A mi no, mamá. Si vamos a ver, yo siempre fui fría.  

 

 MAMÁ 

Eso es ridículo. 

 

JESSIE 

ES lo .que deseo,. Todo silencioso y oscuro. 

 

 

MAMÁ 

Así es nuestro patio también, Jessie, Cierra los ojos. Ponte algodón en los oídos, ¡Duerme una siesta! Tu cuarto es silencioso. Y yo no prenderé la televisión en toda la noche. 

 

JESSIE 

un silencio que ni siquiera me de cuenta que es silencio. Para que nadie pueda alcanzarme. 

  

 

MAMÁ 

Tú no sabes cómo es la muerte. Puede que no sea silenciosa Y si es como un despertador que suena continuamente y no puedes despertarte para apagarlo? Nunca. 

 

JESSIE 

Muerte es cada persona y cada cosa que conocí y que se fue. Muerte es silencio de muerte.  

 

MAMÁ 

Es un pecado. Vas a ir al infierno. 

 

JESSIE 

¡Ja! 

 

MAMÁ 

¡Vas a ir sí! 

 

JESSIE 

Pensándolo bien, Jesús fue un suicida. 

 

MAMÁ 

¡Vas a ir al infierno solo por decir eso, Jessie. 

 

JESSIE 

(Sorpresa genuina) Yo no sabía que yo pensaba así. 

 

MAMÁ 

¡Jessie!  

 

(JESSIE no contesta. Mete el revólver cargado en la caja 

y cruza a la cocina. Pero MAMÁ teme que se esté dirigiendo al cuarto y dice en pánico.) 

¡No puedes usar mis toallas! Son MIS toallas. Han sido mías por mucho tiempo. A mí me gustan mis toallas. 

 

JESSIE  

Te pregunté si querías esa toalla de playa y dijiste que no. 

 

 

MAMÁ 

 

Y tampoco paedes usar el revólver de tu padre. Ahora es mío también. Y no puedes hacer eso que quieres hacer aquí en mí casa. 

  

 

  

JESSIE 

¡Oh, por favor! 

 

MAMÁ 

No. No puedes. No te voy a dejar, esta casa está a mi nombre. 

 

JESSIE 

 Tengo que ir a mi cuarto y encerrarme para que no te arresten por matarme. Como quiera te van a examinar las manos para ver si has disparado, pero claro, en eso no tendrías problemas. 

 

 

MAMÁ 

¡En mi casa no! 

 

JESSIE 

Si hubiera sabido que te ibas a poner así no te hubiera dico nada. 

MAHA 

¿Y cómo quieres que me ponga? ¿Que te diga que sigas? Yo no me opongo, hija. A lo mejor yo trato de matarme también. ¿Por qué te tomó tanto tiempo? 

 

JESSIE 

De nada te sirve tratar de convencerme. Punto. ¿To hago café? 

 

MAMÁ 

Ya tu cumpleaños viene por ahí, Jessie. ¿No quieres saber qué te compramos? 

 

JESSIE 

Tú me compraste talco, Loretta una bata. Probablemente rosada y Dawson unas chinelas, muy chiquitas, pero dirá que pegan con la bata. (MAMÁ está muda) ¿Verdad? (Aparentemente tiene razón) Vuelvo en un minuto. 

(JESSIE coge la caja con el revolver, la coloca sobre el paquete de toallas, periódicos y bolsas de plástico y se lo lleva al cuarto).  

 

 MAMÁ, sola por un momento, va al teléfono, desengancha, mira al cuarto, empieza a marcar y reengancha al regresar JESSIE, JESSIE piensa en silencio. Han vivido juntas por tanto tiempo que raramente existe razón para que una de ellas tenga que preguntar qué es lo que la otra está a punto de hacer. 

 

MAMÁ 

Empecé a llamar, pero no lo hice. No lo llamé.  

 

JESSIE 

Bien. Gracias. 

 

MAMÁ 

(Empezando otra vez. 0tro ángulo) ¿Por qué haces esto, Jessie? 

 

JESSIE 

 ¿El qué? 

(Ahora JESSIE empieza la próxima tarea en su agenda que es la 

de llenar todos los jarros para duldes, sacar las envolturas de los chocolates, etc. Casi siempre que JESSIE hace esto, MAMA trata de alcanzar un chocolate, pero ésta vez no lo hace. Aún así, JESSIE le ofrece uno.) 

 

MAMÁ 

Jessie, ¿qué hice yo? 

 

 

JESSIE 

Nada. ¿Quieres un caramelo? 

 

MAMA 

(No haciéndole caso al dulce) Estás molesta conmigo. 

 

JESSIE 

En absoluto. Lo Que estoy es preocupada por ti, pero voy a hacer lo que pueda antes de irme. Esta noche no vamos a sentarnos sin hacer nada. Preparé una lista de cosas. 

 

MAMÁ 

¿Qué cosas? 

 

 

JESSIE  

CÓmo funciona la lavadora. Cosas así. 

 

MAMA 

¿Tú te criaste acaso con ropas sucias? 

 

JESSIE 

No  

 

MAMÁ 

Yo sé cómo funciona la lavadora. Colocas la ropa, le echas jabón, la echas a caminar y esperas. 

 

JESSIE 

Haces algo más. No esperas solamente. 

 

MAMÁ 

No importa lo que sea ese algo, siempre terminas esperando. El esperar es lo peor de todo. Es por esperar que le pagas a otra persona, si puedes. 

 

JESSIE 

(Asintiendo) Bien. ¿Dónde guardamos el jabón? 

Yo podría encontrarlo. 

 

JESSIE 

¿Te das cuenta?  

 

MÁMA 

Si te molesta lavar la ropa podemos hacer que Loretta la lave. 

 

JESSIE 

Valdría la pena esperar sólo para ver eso. 

 

 MAMÁ 

Jamás lo haría, ¿verdad? 

 

JESSIE 

 Claro que no. 

 

MAMÁ 

¿Qué le pasa a ella? 

 

JESSIE 

Que se cree mejor que nosotros. Y no lo es. 

 

MAMÁ 

¡Si no usara tanto amarillo todo el tiempo...! 

 

JESSIE 

El número para reparar la lavadora está en una tarjetita ... pegada a un lado de la máquina. 

 

MAMÁ 

Loretta no tiene que volver por aquí. Que Dawson la deje en su casa cuando venga, y no tenemos que ver a Dawson tampoco si te molesta. ¿Te molesta Dawson? 

  

 

JESSIE 

 Seguro que me molesta, asegúrate de limaiar el filtro cuando uses la secadora. Y no la uses para secar tus chancletas, que se les derrite la suela. 

 

MAMA  

¿Qué hace Dawson que te molesta tanto? 

 

JESSIE 

Que me diga Jess como si supiera a quién le está hablando. Siempre preguntándose qué hago yo todo el día. Bueno, yo también me lo pregunto, pero es mi día y soy yo quien debe preguntarse, no él. 

 

MAMÁ. 

La familia es algo accidental, Jessie. No es nada personal. Ellos no desean irritarte. Ni siquiera pretenden ser familia tuya, pero lo son. 

 

JESSIE  

Saben demasiado. 

 

MAMÁ 

¿Sobre qué? 

 

JESSIE 

Saben demasiado de uno y se enteran antes de que uno tenga la oportunidad de decir si quería que ellos se enteraran. Porque, están ahí cuando las cosas pasan sin tener que estar. Son cosas íntimas y ellos se enteran. Como el brassiere que ordené por catálogo que el cartero les llevó a su casa. 

 

MAMA 

¡Por accidente! 

Aún así... lo abrieron. Y se lo gozaron muchísimo con el capullito de rosa que tenía en la copa. (ofreciéndole otro dulce) ¿Uno de menta? 

 

 

MAMÁ 

(Rechazándolo con la cabeza) ¿Qué saben ellos de ti? Les diré que nunca más vuelvan a mencionarlo. ¿Es Ricky o Cecil o tus ataques o que se te está cayendo el pelo o que bebes mucho café o que nunca sales o qué? 

  

 

  

JESSIE 

Que no me gusta como hablan. La cuenta del colmado está a nombre de Dawson cuando llamas. El número está en una lista de muchos números en la parte de atrás de la guía. 

 

MAMÁ 

Bueno, ahora veo lo oue te molesta. Nunca más, ninguno de ellos volvera a pisar esta casa! 

  

JESSIE  

No son ellos, mamá. Jamás me mataría solo para alejarme de ellos. 

 

MAMÁ 

De todas formas, tú te vas de la sala cuando ellos vienen. 

 

JESSIE 

Te cuido lo mejor que puedo. Además es a ti a quien vienen a ver. 

 

MAMÁ 

Porque yo me quedo en la sala cuando ellos vienen. 

 

JESSIE 

No es por ellos 

 

MAMÁ 

Entonces, por quién es. 

 

JESSIE 

(Siguiendo la lista en su. bloc.) El colmado no hará más entregas los sábados. Y si quieres la compra el mismo día, tienes que ordenar antes de las diez. Y si es menos de quince pesos, no entregan. Lo que yo hago es ordenar lo que necesitamos y decirles que añadan cigarrillos hasta que llegue a quince pesos. 

 

MAMÁ 

Es Ricky. Estás tratando de llegarle al corazón a Ricky. 

 

 

JESSIE 

Si eso fuera posible, me quedaba. 

 

MAMÁ 

Quieres que me sienta mal por lo mucho que te ha herido. Eso es, ¿no? 

 

JESSIE 

Nos hemos herido mutuamente. Estamos en paz. 

 

MAMÁ 

Jessie, es como si le dijeras a Ricky que para ti el matar no es malo. ¿Sabes?¿Quieres que se ponga a matar ahora? No hay nada malo en matar...Mami lo hizo.  

 

 

JESSIE 

No tardará mucho en hacerlo, mamá. Cuando venga la llamada, deja que Dawson se encargue.  

 

MAMÁ 

Querida, no hay nada que nos asegure que esas llamadas serán siempre para decirnos que se ha metido en un .. nuevo lío; podrían ser para informarnos sobre un trabajo que haya conseguido, o que se va a casar o a entrar en el ejército, eso sería bueno, ¿no? 

 

JESSIE 

Si encargas los dulces antes de llamar al colmado, la Susie esa se llevará tus chocolates para que los traigan con la compra. Pero asegúrate de hablar con Susie para que no los 

vayan a meter en el fondo de la bolsa como aquella vez. ¿Te acuerdas? 

 

MAMA 

Ricky puede aparecer de un momento a otro, ¿sabes? ¿Y si él nos llama ?  

 

JESSIE 

No lo hago por Ricky, mamá.  

 

MAMÁ 

0 cualquier otra persona pudiera llamarnos,Jessie. 

 

JESSIE 

No un sábado por la noche, mamá. 

 

MAMA 

Pues entonces, ¿qué es ? ¿Estas enfermna? Si es que se te están hinchando las encías otra vez podemos llevarte al dentista mañana mismo. 

 

JESSIE 

No. ¿Puedes tú misma ordenar tu medicina o quieres que Dawson lo haga? Yo ya le escribí una nota a él. Podría añadir lo de tu medicina si tú quieres. 

 

MAMÁ 

 Tus ojos no se ven bien, he di cuenta ayer. 

 

JESSIE 

Es el polen. No estoy enferma. 

  

MAMÁ 

La epilepsia es una enfermedad, Jessie. 

 

JESSIE 

No me va a matar. (Pausa) Si me fuera a matar, no tendría que hacerlo yo. 

 

MAMA  

¡No tienes que hacerlo! 

 

JESSIE  

No tengo que hacerlo, no. Eso es lo que más me gusta de todo. 

 

MAMA  

Bien, pues no te voy a dejar. 

 

JESSIE 

No puedes hacer nada. 

 

MAMÁ 

¡Jessie! 

 

JESSIE 

Quiero ponerme un letrero al cuello como puso papá en el granero: "De pesca" 

 

MAMA 

Esto aquí no te gusta, ¿verdad? 

 

JESSIE 

(Sonriendo) Exactamente. 

 

MAMÁ 

Quiero decir, aquí en mi casa. 

 

JESSIE  

Sé que quisiste decir eso. 

 

MAMÁ 

Nunca debiste haberte mudado aquí conmigo. Si te hubieras quedado en tu casita o te hubieras buscado otro sitio cuando Cecil te dejó, hubieras hecho nuevas amistades. Tendrías una vida propia. Tus propias cosas a tu alrededor. Podrías haberle ofrecido a Ricky un lugar donde venir a verte. Nunca debiste haber venido aquí. 

  

JESSIE 

 Quizás. 

 

MAMÁ 

 Pero yo no te obligué ¿no? 

 

JESSIE  

Si fue un error, lo cometimos juntas. Me recogiste, Te lo agradezco. 

 

MAMÁ 

No tenías por qué viivr sola, en aquel momento, pero entiendo que hubieras querido tener tu propia casa: podrías haber estado tan cerca o tan lejos de aquí como hubieras querido. Una mujer adulta... 

 

JESSIE 

¿ Mamá, es que no me estoy divirtiendo nada y no tengo ninguna oéatL razón para pensar que las cosas no van a ponerse peor. Estoy cansada, Herida. Triste. Siento como que se han aprovechado de mi. 

 

 MAMÁ 

¿Cansada de qué? 

 

JESSIE 

 

De todo. 

MASA 

¿Qué quiere decir eso? 

 

JESSIE 

No sé decirlo mejor. 

 

 MAMÁ 

Bien, pues vas a tener que decirlo mejor porque no te voy a dejar tranquila hasta que lo digas. ¿Cuales son esas otras cosas? Herida. (antes de que JESSIE pueda contestar) No tenías esto preparado para decírmelo, ¿verdad? ¿Lo escribiste todo? ¿Cuánto tiempo llevas pensándotelo? 

 

JESSIE 

 Pensándolo, unos diez años. Decidida a hacerlo, desde las Navidades. 

 

MAMÁ 

¿Qué pasó en navidades? 

 

JESSIE 

Nada 

 

  

 MAMÁ 

 (Pateando la T.V.) ¡Pues llévatela de aquí! 

 

JESSIE 

Tú nunca harías eso.  

 

 MAMÁ 

Ya verás si lo hago o no lo hago 

 

JESSIE 

¿En qué pasarías el día? 

(Deseaperada) Cantando. (JESSIE ríe) Cantando, sí. ¿Quieres verme?  

Podría cantar hasta el amanecer para mantenerte viva, por favor, Jessie! 

 

 

JESSIE 

No. (Entonces con mucho afecto) Pero es una idea graciosa. 

¿Qué es lo que tu cantas? . 

MAMA 

 

(Ni idea de cómo contestar) Nuestra vida es buena, aquí, 

juntas.  

 

JESSIE 

(Cruzando a la cocina) Llamé esta mañana y cancelé los periódicos menos el del domingo, por tu crucigrama. Eso lo seguirán trayendo. 

 

MAMÁ 

¡Vamos a comprarnos otro perro, Jessie! ¡Tu querías tener un perro grande, ¿no? Aquel gran danés... 

 

JESSIE 

(Lavándose las manos) Sí, me gustaba aquel gran danés. 

 

MAMA  

Qué bruta soy. Ese fue el que mató el tractor. 

 

JESSIE 

Entonces el bruto fue él, no tú. 

 

MAMÁ 

Por recordártelo. 

 

JESSIE  

Está bien. Los pañitos de cocina y las esponjas están debajo del fregadero. 

 

MAMÁ 

Podríanos Comprarnos un perro nuevo y mantenerlo dentro de la casa. Los perros salen baratos. 

  

 

JESSIE  

(Mientras saca los frascos grandes de pildoras del gabinete) 

No 

 

MAMÁ 

Así tendrías algo que cuidar. 

 

JESSIE 

 Te he tenido a tí, mamá. 

 

MAMÁ 

(echando desesperadamente píldoras en un frasco) Tú te preocupas demasiado por mí. Durante el día yo puedo llenar frascos de pildoras, Jessie, y cambiar el papel de las tablillas y después mapear el piso. Observa y verás. No tienes que .. hacer nada en esta casa si no quieres; no me tienes que cuidar más, Jessie. 

 

JESSIE 

No sé, me has dejado hacerlo para que tenga algo en qué ocuparme, ¿verdad? 

 

MAMÁ 

(Dándose cuenta de que esto fue un error) Yo no lo hago tan bien como tú, Quiero decir que si te cansas o te sientes como si yo me aprovechara de ti... 

 

JESSIE 

Mamá, yo sé que tu viajabas en guagua. Pues piensa, mamá. Cuando estás en la guagua y hace calor, y hay mucha gente y mucho, y lo que realmente quisieras hacer es bajarte, y la única razón por la cual no lo haces es porque para llegar al sitio a dónde vas, faltan aún cincuenta bloques. Bien, yo puedo apearme ahora mismo si quiero, porque aunque me quede en la guagua por cincuenta años más, me voy a bajar en el mismo sitio. Puedo apearme cuando me dé la gana. Tam proto no resista más, y no resisto más.  

 

MAMÁ 

Te estás cogiendo pena a ti misma. 

 

JESSIE 

Ese chupón del inodoro está debajo del fregadero también.  

 

MAMÁ 

No te estás divirtiéndo, ¿verdad? ¿Quién te prometió diversión? ¿Tu crees que yo me he divertido? 

 

JESSIE 

Yo creo que tú eres bastante feliz. Tienes cosas que te gusta hacer. 

 

MAMÁ 

¿Como qué? 

 

 

JESSIE 

Como tejer. 

 

MAMÁ 

 Yo te enseño a tejer. 

 

JESSIE 

Yo no puedo hacer esas cosas delicadas, mamá. 

 

MAMÁ 

La felicidad no nos busca, Jessie, Tú pueden nacer crucigramas, trabajar, ir a las tiendas... Vamos a llamar un taxi y vamonos al colmado 

 

 

JESSIE 

Ya te hice la compra para dos semanas. No vas a necesitar papel de inodoro hasta el Día de Acción de Gracias. 

 

MAMÁ 

(Interrumpiendo) Estas actuando como una niña malcriada, Jessie. 

Estas de mal humor y todo te aburre y no tienes nada que hacer 

y yo no te caigo bien y no te gusta salir ni tampoco quedarte 

y no hablas con nadie por teléfono, y no ves televisión y estás 

deprimida, y es por tu propia culpa. 

 

JESSIE 

Y ya es tiempo de que haga algo. 

 

MAMÁ 

 Pero no matarte. Vamos a ... a comprarnos una vajilla nueva. Eso, o quizás el doctor te permita la licencia de conducir ahora o... ¡ya sé! ¡Ahora mismo! Vamos a cambiar los muebles de sitio.  

 

JESSIE  

Yo los cambio si tú quieres. Siempre pensé que si la televisión estuviera en otro lado no te daría tanto el sol durante el día. haré lo que tú quieras antes de irme. 

 

 

MAMÁ 

(Asustadísima por esas palabras) ¡Podrías conseguirte un trabajo! 

 

 

JESSIE 

Ya cogí el de las ventas por teléfono y no saqué ni para pagar mis llamadas, y traté de trabajar en la tiendita del hospital y dijeron que incomodaba a la gente por la forma en que sonreía. 

 

MAMÁ 

Podrías llevar libros. Tú llevabas los libros de tu papá. 

 

JESSIE 

Pero nadie los examinó para ver si estaban bien, 

 

MAMÁ 

 

Los examinaron cuando él murió. 

 

JESSIE 

Y fue entonces cuando me los quitaron. 

 

MAMÁ 

Pero fue porque sin él, ya no había negocio, Jessie. 

 

JESSIE 

(Guardando ios frascos de pildoras) Tú sabes que yo no podría trabajar. No sé hacer nada. Sólo me acerco a la gente cuando voy al hospital. Me podría sorprender un ataque en cualquier momento. ¿De qué me serviría un trabajo? El trabajo que consiga me va a empeorar. 

 

MAMÁ 

¡ Jessie! 

 

JESSIE 

¡Es la verdad! 

 

MAMÁ 

Es lo que tú crees que es la verdad. 

 

 

JESSIE  

(Golpeada por la claridad de ese parlamento) Es cierto. Lo que yo creo que es la verdad. 

 

MAMÁ 

(Histérica) ¡Pero yo no puedo convencerte de lo contrario! 

 

JESSIE  

( Con calma) No, no puedes. 

(MAMA sucumbe, si no físicamente, por lo menos emocionalmente) 

Ni yo tampoco puedo hacer nada para cambiar mi vida o mejorarla. Para que me guste más o para que me funcione mejor. Pero sí puedo terminarla, apagarla como se apaga una radio cuando no hay nada mas que se quiera escuchar. Lo único que me pertenece es mi propia vida y soy yo quien va a decidir lo que voy a hacer con ella. Y mi vida va a terminar. Y la voy a terminar yo. Así que vamos a divertirnos. 

 

MAMÁ 

¿Divertirnos? 

 

JESSIE 

No podemos seguir así toda la noche. Quiero decir, yo podría preguntarte cosas que siempre he querido saber y tú podrías hacerme un chocolate caliente. Como antes. 

 

MAMÁ 

No hay cacao, Jessie (Lo ha dicho con desesperación) 

 

JESSIE 

(Sacando cacao de un gabinete) Yo compré cacao, mamá. Y me gustaría comerme una manzana en caramelo, y arreglarte las uñas. 

 

MAMÁ 

No probaste ni bocado en la comida. 

 

JESSIE 

¿Y por eso no puedo comerme una manzana en caramelo? 

 

MAMÁ 

¡Claro que no! Quiero decir (Sonriendo un poco) Claro que puedes comerte una manzana en caramelo. 

 

JESSIE 

Yo pensé que sí. 

 

 

MAMÁ 

Yo hago las mejores manzanas en caramelo del mundo. 

 

 

JESSIE 

Yo sé que sí. 

 

MAMÁ 

O las hacía. Y tú no puedes encontrar cacao como el mío en ningún sitio. 

 

JESSIE  

Hay que dedicarle su tiempo, lo sé, pero... 

 

MAMÁ 

El secreto está en la forma en que tú lo mezclas.  

 

JESSIE 

Y molestarse mucho, claro. 

 

MAMÁ 

(Caminando de espaldas hacia la estufa) lío es ninguna molestia, ¿qué molestia? La pones en la cacerola y la mueves. Pues bien, muy bien. Manzanas en caramelo. Cacao. Bien. 

  

  

(JESSIE va al mostrador por sus cigarrillos mientras MAMA busca la cacerola correcta. Hay sonrisitas breves y a lo mejor MAMÁ se aclara la garganta. Hay una tregua por el momento, genuina aunque incomoda. JESSIE que ha estado en constante movimiento desde el principio, parece estar ahora contenta con sentarse. Durante el procedimiento de buscar su cacerola, MAMA saca cuanta olla hay en el gabinete. Es como si desordenara las cosas a proposito para que JESSIE tenga que guardarlas. MAMÁ está comprando tiempo o por lo menos intentándolo, y también trata de entretener a JESSIE.) 

 

JESSIE 

¿Hablaste con Agnes noy? 

 

MAMÁ 

Me ha llamado desde un teléfono publico esta semana. Solo Dios sabrá por qué. Ella no tiene a nadie más en su línea. 

 

JESSIE 

 (Riendo) Bueno, y ¿cómo está ella? 

 

 MAMÁ 

¿Cómo va a estar, Jessie? Turulata, como siempre. 

 

JESSIE  

¿Está loca de verdad o es que es tonta? 

 

MAMA  

No, está loca de verdad. A lo mejor está usando el teléfono público por algún otro problemita de fuego en su casa. 

 

JESSIE 

Mamá... 

 

 

MAMÁ 

En serio. Agaes Fleicher le ha pegado fuego a todas las casas en que ha vivido, ocho fuegos y ya es tiempo de otro, en cualquier momento. 

 

JESSIE 

(Riendo) ¡No! 

 

MAMÁ 

(Divirtiéndose de lo lindo) No me sorprendería lo más mínimo.  

 

JESSIE 

(Riendo) ¿Por qué nunca me hablaste de esto antes? ¿Por qué no la tienen encerrada en algún sitio? 

 

MAMÁ 

Será porque nunca nadie se ha hecho cargo. Agnes despierta a todo el mundo para que vean el fuego tan pronto lo prende. 

 

JESSIE 

Eso sí que es consideración, creo yo. 

 

MAMA  

Una vez sacó sillas al patio y sirvió limonada. 

 

JES5IE  

(Meneando la cabeza) ¿Gastó en limonada? 

 

 

MAMÁ 

 Las casas en que vivía se iban a venir abajo de todas maneras, así que para qué esperar ese momento. Es lo único que se me ocurre pensar sobre el asunto. A Agnes le gusta sentirse útil. 

 

JESSIE 

 (Pensando en eso por un momento) ¡Bravo por Agnes! 

 

MAMÁ 

(Encontrando la cacerola que quiere) ¿Por qué preguntas tanto por Agnes? ¿Una o dos tazas? 

 

JESSIE 

Una. Porque es tu amiga. No le eches marshmellows  

 

MAMÁ 

 (Cogiendo la leche, etc.) Tiene que ser con marsmellows. Como siempre. ¿Dos o tres? Mejor tres. 

 

JESSIE 

Tres entonces ¿Ella quema toda su casa? ¿Ropas, almohadas, todo? Eso no te lo creo 

 

MAMÁ 

Cuando era niña, Jess, no ahora. Hace mucho tiempo. 

Pero todavía lleva esa idea por dentro. Estoy segura. 

 

JESSIE 

Ella no quedaría su casa ahora, ¿a dónde iba a ir? Ya Buster no puede construirle otra . El está muerto. ¿Cómo va a pegarle fuego ahora? 

 

MAMA  

De todos modos, sería excitante si lo hiciera, una nunca sabe. 

 

JESSIE 

Una sí sabe, mamá, no lo haría, 

 

MAMA  

(forzada a admitirlo, pero dudando) No, supongo que no. 

  

JESSIE 

A ver qué más. ¿Por qué usa tantos pitos alrededor del cuello? 

 

MAMÁ 

¿Por qué llena su casa de pájaros? 

 

JESSIE  

¡Yo no sabía que tenía su casa llena de pájaros! 

 

MAMA 

Pues sí la tiene. Y la excusa que da es que simplemente los pájaros la siguen a la casa. Lo sé de buena tinta que todavía está pagando por la última cotorra que compró. Hay que llenar la vida con algo, dice, Agnes dice muchas estupideces. 

(JESSIE ríe, MAMÁ sigue esa línea convencida de que está logrando algo. ) 

Es por el mucho quimbombó que come. Una simplemente no puede comer quimbombó dos veces al día y pretender sentirse bien. La volvieron loca. 

 

JESSIE 

 ¿De verdad que come quimbombá dos veces al día? ¿Y dónde los consigue en invierno? 

 

MAMÁ 

Bueno, pues come mucho quirabombó. Quizás no tanto como dos veces al día, pero.., 

 

JESSIE 

 Más que una persona normal. 

 

MAMÁ 

(Empezando a irritarse) Yo no sé cuánto quimbombó comen las personas normales, Jessie. 

 

JESSIE 

¿Tú sabes cuánto quimbombó come Agnes? 

 

MAMÁ 

No 

 

JESSIE 

¿Cuántos pájaros tiene? 

 

MAMÁ 

Dos. 

 

JESSIE 

¿Entonces para qué son los pitos? 

No son pitos de verdad. Son pitos de plástico, pequeños, que colocó en un collar que se ganó jugando al bingo y solo te lo mencioné porque pensé que te podía hacer reír, aunque fuera una vez, aunque no fuera cierto, Jessie. Las cosas no tienen que ser ciertas para que se hable de ellas. 

 

JESSIE 

¿por qué nunca nos visita? 

 

(MAMÁ se ha callado de repente, pero el cacao y la leche ya están en la cacerola, así que prende la estufa y empieza a menear la mezcla) 

 

 

Áh, muy bien, muy buena idea. Debiéramos tomar cacao más a menudo. Es perfecta. 

 

JESSIE 

 Pero a ti no te gusta la leche. 

 

MAMÁ 

(Tratando otra vez, pero sin tanto ánimo.) Detesto la leche. Corta la garganta peor que el quimbombó. Tiene algo bien desagradable. 

 

JESSIE 

No nos visita por mí, ¿verdad? 

 

JESSIE 

Sí, mamá. 

 

MAMÁ 

Está bien, sí, pero está loca. Más loca que nadie. Es lunática. 

 

JESSIE 

 ¿Qué es lo que en verdad le pasa a Ágnes? ¿Algo que yo dije alguna vez? ¿0 me vio mientras yo tenía un ataque y tiene miedo de que me de otro si viene ella o qué? 

 

MAMÁ 

Me imagino. 

 

JESSIE 

¿Te imaginas qué? ¿Qué ha dicho ella? Tiene que haberte dado alguna razón. 

 

MAMÁ 

Que tus manos son frías. Como las de un muerto. 

 

JESSIE 

¿Y eso qué tiene que ver? 

 

MAMÁ 

Como las de un muerto, dice, y que ella ya va a ser una muerta pronto. 

 

JESSIE 

Eso es una locura 

 

MAMÁ 

 Así es Ágnes. Me dijo: " Jessie, le dio la mano a la muerte, a lo mejor eso se pega y no me arriesgo, Telma, así que a tu casa no voy, lo entiendas tú o no, no voy, me llego hasta la marquesina y no doy un paso más. 

 

JESSIE 

(Riendo. como si se quitase un peso de encima) Yo pensé que yo no le caía bien. ¡Y es que me tiene miedo! Fíjate. ¡Me tiene miedo! 

 

MAMÁ 

Yo podría convencerla para qué viniera, Jessie. Yo podría llamarla ahora mismo para que venga con sus pájaros. Yo no sabía que tú ni siquiera pensabas en ella. Le digo que tiene que venir y verás como viene. He debe una visita. 

 

JESSIE 

No. Está bien, está bien. Dime, cuando voy al hospital, ¿ella viene aquí? 

 

MAMÁ 

Su cocina es chiquitita. Cuando viene aquí se siente como... (endulzando la cosa un poco). Bueno, ¿A quién no le gusta cambiar de ambiente de vez en cuando? 

 

JESSIE 

 (Siguiéndole la corriente) A quién no. Además que por aquí no hay pájaros. 

 

 

MAMÁ 

Detesto esos pájaros. Ella dice que yo no los entiendo. ¿qué hay que entender en un pájaro? 

 

JESS1E  

Primero, por qué le gustan a Agnes, segundo por qué se quedan con ella pudiesndo estar afuera con otros pájaros; cuánta agua necesitan, lo que significan sus trinos, y cómo vuelan... Y lo que piensan ae Agnes. 

 

  

MAMÁ 

 

¿Por qué tenemos que saber tanto acerca de las cosas, Jessie? 

Yo no veo que las cosas tengan tanto significado esacondido.  

Yo nunca pude verle tanto significado escondido a las cosas. 

Yo no veo que las cosas tengan tanta importancia.  

 

JESSIE 

(Pausa) No me tenías que mentir sobre Agnes. 

 

JESSIE 

mentiste cuando dijiste que Agnes le pegaba fuego a todas esas casas, sobre cuántos pájaros tiene, y de cuánto quimbombó se come y de por qué no nos visita. Si voy a tener que seguir arrancándote la verdad, me va a tomar toda la noche. 

 

MAMÁ 

Eso no me importa. No tengo sueño. 

 

JESSIE 

Mamá... 

MAMÁ 

Está bien. Pregúntame lo que quieras. Toma.  

 

(Y llegan abruptamente a un alto porque ya está el cacao y 

MAMÁ lo sirve en las tazas que preparó JESSIE.) 

 

 

JESSIE 

 (Mientras MAMA toma el primer sorbo) ¿Tú quisiste a papá? 

 

MAMÁ 

No. 

 

JESSIE (Contenta con ver oue MAMÁ está entendiendo las reglas). Lo sabía. ¿Es cierto que tenías quince años cuando te casaste con él. 

 

MAMÁ 

¿En la forma como él lo contaba? ¿Que yo estaba sentada en el fango, que el llegó, me aarastraba hasta la cocina " y allí se quedó ella hasta ahora» ? 

  

 

JESSIE 

 SÍ. 

 

 

MAMÁ 

No. Fue el embuste del Siglo. Creyó que así era más gracioso. Ay, Dios, esta leche. 

 

 

JESSIE 

Echale más cacao, eso ayuda. 

 

MAMÁ 

(Complacida de que estén de acuerdo, en esto por lo menos) No ayuda tanto, ¿verdad? todavía queda el sabor a leche. 

 

JESSIE 

Sí, yo creía que era mi memoria la que estaba mal, pero esta leche le gana. 

 

MAMA  

¡Que desperdicio de chocolate! No te lo tomes si no quieres. 

 

JESSIE 

 (descansando la taza) Gracias de todas maneras. 

 

MAMÁ 

No debí haber hecho el chocolate. Yo sabía que no te iba a gustar. Nunca te gustó. 

 

JESSIE 

 ¿Tú nunca lo quisiere o él hizo algo por lo cual dejaste de quererlo? 

 

MAMÁ 

Me tenía lástima. Quería una mujer sencilla de campo y se casó conmigo por eso; pero después lo tomó en contra mía, por el resto de mi vida como si yo debiera cambiar de pronto y darle la sorpresa. Recuerdo aquel día en que estaba en el balcón y le dije que se pusiera una camisa, entró y se la puso y después dijo, con desparpajo y gran tranquilidad, "Tienes razón, Telma, si Dios hubiera querido que la gente caminara sin ropa, hubiéramos nacido desnudos". 

 

JESSIE 

 (Notando que MAMA se siente herida) El no quiso decir nada con eso, mamá 

 

MAMÁ 

Nunca dijo una palabra sin intención, Jessie. Probablemente no volvió a dirigirme la palabra en el resto del día. Así que algo realmentre quiso decir, pero nunca llegué a descifrarlo. ¿Qué quiso decir, Jessie? 

 

JESSIE 

No lo sé. Yo lo quería mas que tu, pero no lo entendía más.  

 

 

MAMÁ 

¿Cómo podía quererlo, Jessie? Yo no tenía nada que él deseara. (JESSiE no contesta ) Pero él consiguió bastante cariño, Tú lo quisiste por las dos. Le caminabas detrás Como... Jessie, todo lo que él hizo fue atender la finca y sentarse a descansar. Y tratar de pensar a quién podía vendérsela. 

  

 

  

JESSIE 

O hacerme un muñequito con los palitos de limpiar su pipa y reírse como si el muñequito fuese a bailar. O atender a una vaca enferema toda la noche y dejarme una cadena de elefantitos hechos de los mismos palos sobre la cama por la mañana.  

 

MAMÁ 

O sentarse, sentarse y nada más.  

 

JESSIE 

Me gustaba verlo sentado, Un hombrón de antes, pálido, en su silla. Callado. 

 

MAMÁ 

Agns le saca más palebras a sus pájaros que las que yo les saqué a ustedes dos. Era como si tuviera el letrero que decía "De pesca " alrededor del cuello mientras permanecía sentado en aquella silla, lo veía con la mirada fija en el agua, lo veía mirar los cambios de clima, llegué hata el punto en que yo misma casi veía el bote también. Pero 

tú, tú sí sabías lo que él estaba pensando y me lo vas a decir.  

 

JESSIE 

¡Yo no sé, mamá! En su vida, supongo. En su maíz. En sus botas. En nosotros, en cosas. Tú sabes. 

 

MAMÁ 

No, yo no sé, Jessie, ustedes tenían aquellas conversaciones secretas todas las noches después de la cena. ¿Qué cuchicheaban udtedes? 

 

JESSIE 

No era ningún cuchicheo, tú estabas al otro lado del cuarto. 

 

MAMÁ 

¿De qué hablaban? 

 

JESSIE 

Hablábamos de por qué las medias negras son más calientes que las azules. ¿Es eso tan importante para ir volando a contárselo a mamá? Tú estabas celosa porque yo prefería 

sentarme a hablar con él que ayudarte a ti a lavar los platos. 

 

 

MAMÁ 

Yo estaba celosa porque tú preferías hablar con él sobre cualquier otra cosa. (Dándole cuerda al reloj de la mesa) Si yo hubiera muerto en vez de él, él no te hubiera recogido como te recocí yo. 

 

 

JESSIE  

Yo nunca hubiera esperado eso de él. 

 

MAMÁ 

¿ Y que hubieras hecho entonces? 

 

JESSIE 

Venir de visita. 

 

MAMÁ 

Oh, ya veo; é1 se murió y te dejó amarrada a mi; y eso te 

molesta. 

(Pausa) 

¿Entonces por qué navidades? 

 

JESSIE 

Exactamente por eso, porque no pasó nada. 

 

 

(Una pausa. MAMA sabe exactamente lo que JESSIE quiere decir, Si ella estuvo allí también después de todo. Guardando bolsitas de dulces) 

 

¿Ves dónde está todo esto? Los colorados bien picantes; más al frente, las bolitas agrias y los malrayitos mezclados en ésta boisita. Los paquetes nuevos de caramelo y los palitos de anís allá atrás. 

 

 

MAMÁ  

¿Te sientes herida por qué? 

 

JESSIE 

( MAMÁ sabe muy bien) Mamá. 

 

MAMÁ 

Está bien. ¿Triste por qué? No está pasando nada tan triste ahora. Si hubiera sido después de tu divorcio o algo semejante tendría sentido. 

 

 

JESSIE 

(Mirando la lista y abriendo una gaveta) Hay bombillas extras en el armario del pasillo y tenemos un par de paquetes de fusibles en la caja de fusibles. Hay velas y fósforos en la tablilla de arriba de la covacha de las escobas, pero si va la luz, llama a Dawson y te sientas quietecita y no abras la nevera. Las cosas se mantendrán frías mientras la puerta este cerrada. 

 

MAMÁ 

Te hice una pregunta. 

 

JESSIE 

Leo el periódico. No me gusta como están las cosas. Y allá afuera están peor de lo que están aquí adentro. 

 

 

MAMÁ 

Si lo haces por lo que dicen los periódicos yo bien puedo arreglar este asunto. 

 

 

JESSIE 

Se ve lo mismo en la televisión. 

  

(MAMÁ Patea la TV.) 

 

¿TESSIE- (Levantándose de la mesa) Ya no me molesta. El no lo hizo por maldad. Y yo no tenía oue venir a vivir aquí. Ya hablamos de eso. 

 

MAMÁ 

O a lo mejor piensas que si yo lo hubiera querido más, o por lo menos un poquito, todavía estaría vivo. 

 

JESSIE 

Nunca pensé eso.  

 

MAMÁ 

Tú le dabas lástima, Jessie. No te hagas ilusiones. Decía que tu eras una enclenque y lo dijo desde el día en que naciste, decía que nunca llegarías a nada. 

 

JESSIE  

(Sacando la lata de azúcar-para llenar la azucarera) 

Yo lo que sé es que él me quería.  

 

MAMÁ 

¿Y qué si te quería. Nada cmbió por eso. 

 

JESSIE  

Nada tenía que cambiar, nada. Lo echo de menos.  

 

MÁMÁ- En realidad, él nunca salió a pescar, ¿sabes? Ni una sola vez. Su caja de pescar estaba llena de tabaco y todo lo que hacía era guiar hasta el lago y sentarse en el carro. Me lo dijo Dawson. Y a Dawson se lo dijo Bennie, el de la tienda de anzuelos. Todo el mundo se burlaba y lo único que traía al volver a casa eran figuras hechas con palitos de limpiar su pipa; pollos, cerdos, y un perro cojo. Todo se veía tan extraño, me daba náuseas mirarlos. Dos veces le escondí los palitos, pero siempre sacaba otro de algún sitio. 

 

 

JESSIE  

Me imaginé que después de su muerte te iría mejor. Que te interesarías en otras cosas. Respirar mejor. En cambiar de aires, no sé. 

 

MAMÁ 

Cambiar, ¿a qué? ¿A reina? ¿A dependiente de una tienda de zapatos? ¿Y por qué? ¿Porque él decía que yo debía cambiar? ¿Porque tú lo decías? (JESSIE menea la cabeza) 

Pues déjame decirte: yo no estaba aquí para entretenerlo a él ni estoy aquí para entretenerte a ti, tampoco, Jessie. Yo no sé para qué estoy aquí pero tampoco me rompo la cabeza pensando en eso. (Dándose cuenta del significado de todo esto) Apuesto a que tú no considerarías matarte si él estuviera vivo todavía. ¡Qué  

bonito es llegar a esta conclusión,¿verdad? 

  

  

JESSIE-  

(Llenando el pote de miel) Eso no es verdad, 

 

MAMÁ  

¿No? ¿Entonces, por qué preguntabas tanto por él? 

¿Por qué te importaba tanto saber si yo lo quería o no? 

 

JESSIE 

Porque no creía que tú lo querías, eso es todo. 

 

MAMÁ 

Pues bien. Tenías razan. No lo quería. ¿Te sientes mejor ahora?  

 

JESSIE 

(Limpiando cuidadosamente el pote de miel)  

Me alegra saber que yo tenía razón. 

 

 

MAMA- 

No tenía ninguna importancia que yo lo quisiera, No tenía importancia para mí y no tenía importancia pare él. Esto no quiere decir que no nos lleváramos bien. Simplemente no importaba. No hablábamos de eso. (Barriendo de un manotazo todos los potes del gabinete) Te puedes llevar todos estos potes al balcón. 

 

JESSiE-  

 ¿Para qué? 

 

MAMÁ 

Déjame esta olla nada más. (Halando las gavetas de cubiertos de. un tirón.)  

Sácame un cuchillo, un tenedor, una cuchara grande y el abridor y ponlos donde yo los encuentre. (empieza a tirar cubiertos en una olla) 

 

JESSIE 

 ¡No hagas eso! ¡apenas puse en orden esa gaveta! 

 

MAMA-  

(Tirando la olla en el fregadero! Y bota también todos los platos y tazas, usaré patos desechables. Que se lleve Loreta lo que quiera y que Dawson venda el resto. 

 

JESSIE 

(Tranquila) ¿Qué estás haciendo? 

 

MAMÁ 

No voy a cocinar. Nunca me gustó cocinar. A mi me gustan los dulces. Envueltos en plásticos o en sus bolsitas. Y la tuna. Me gusta la tuna. Comeré tuna, todos los días, gracias. 

 

 

JESSIE 

(Sacando la olla del fregadero)¿Y si te da por hacer mantequilla de manzana? No puedes hacer mantequilla de manzana en esa cacerolita. ¿Y si se te olvidan las zanahorias en 

la candela y se te quema la Cacerola? 

 

 

MAMÁ 

A mí no me gustan las zanahorias. 

 

JESSIE-  

¿ Y si las fresas se dan buenas este año y te da por ir a recogerlas con Agnes?  

 

MAMÁ 

Le diré que traiga una olla, dijiste que haría lo que yo quisiera. No quiero ver un montón de ollas en mis gabinetes. De todos modos, no me puedo doblar para alcanzarlas. Bótals, bótalas todas 

 

JESSIE 

 (Recogiendo las ollas) Las voy a volver a poner en su sitio. No me las voy a llevar al balcón. Si las necesitaras están aquí. Te doblarás y las alcanzarás tal y como alcanzaste la del cacao. Si alguien viniera a cocinar aquí, tendría en qué cocinar.  

 

 

MAMÁ 

¿ Quién va a venir a cocinar aquí? 

 

JESSIE 

 Agnes. 

 

MAMÁ 

¿ En mis ollas? Por encima de mi cadáver. 

 

JESSIE 

No hay ninguna razón por la cual ustedes dos no puedan vivir juntas aquí. Sería más barato para ambas y se acompañarían. Y si te molestaran los pájaros, pues, cualquier día que Agnes esté en el salón de belleza los mandas a paseo. 

 

 

MAMÁ 

(Mientras JBSSIE pone en órden los cubiertos) Por eso me molestabas tanto con Agnes. Crees que vas a descansar mejor si me consigues una nueva niñera. Pues bien. Yo no quiero vivir con Agnes. Ni siquiera quiero hablar con Agnes. Ella es sólo una persona que vive por ahí. Que nos conocemos, sí, pero hasta ahí llegamos. Que ni se acerque con sus fósforos por aquí, no te vas a escapar tan fácil, hija. 

 

JESSIE-  

Está bien entonces. Lo mencioné simplemente para que lo consideraras.  

 

MAMÁ-  

A mí no me gusta tener cosas para considerar. A mí me gusta tener cosas para hacer. 

 

JESSIE 

(Cerrando la gaveta de los cubiertos) Quiero saber lo que papá te dijo la noche que murió. Saliste como un cohete del cuarto y me dijiste que lo atendiera yo si quería, que tu te ibas a ver Bonanza. ¿ Qué fue lo que te dijo?  

 

MAMÁ 

El no tenía nada que decirme a mí, Jessie. Por eso me fui. No me dijo nada. Era su última oportunidad para no hablarme y la aprovechó hasta el final.  

 

JESSIE  

(Al rato) 

Lamento que no lo quisieras. Lo siento por ti, digo- Parecía un buen hombre  

 

MAMÁ. 

(Mientras JESSIE va hasta la nevera) ¿Quieres tu manzana ahora?  

 

JESSIE 

Deja que acabe de limpiar, mamá. 

 

MAMÁ 

Tampoco te va a gustar la manzana. Va a ser como el cacao ¿Nunca te ha gustado comer, verdad?  

¿Con qué te has alimentado todos estos años? ¿Con pasta de dientes? 

 

JESSIE 

 (Empezando a limpiar la nevera) Recuerda que el lechero viene miércoles y sábado y que deja la hoja para ordenar la leche en el paquete de huevos. Debes entregarle la cuenta a Dawson a fin de mes. 

 

MAMÁ 

¿Todavía hacen refresco de china? 

 

JESSIE 

No es refresco, es jugo. 

 

MAMÁ 

Pues voy a ordenar. Creí que ya no lo hacían y fue que tú dejaste de ordenarlo. 

 

JESSIE 

Debieras tomar leche. 

 

MAMÁ 

No voy a tomar más lecne. Nunca más. Ese fue el último chocolate caliente.  

 

 

JESSIE 

(Sacando el latón de basura de debajo del fregadero) 

Les dije que siguieran trayendo un litro por semana. No importa lo que tú dijeras. Les dije que cuando se te acaben las coca colas tendrás que tomar leche. Les dije que estaba sgcura que no la ibas a derramar sobre la grama... 

 

MAMA-  

(Terminándole la oración) Y les dijiste que no ibas a ordenarles más. 

 

JESSIE 

 Les dije que iba a tomar unas vacacioncitas y que te dieran la vuelta de vez en cuando. 

 

MAMÁ 

¿Y no pensaron que había algo extraño en todo eso? ¿ Tú que no sales ni al balcón? ¿ Tú que sólo ves la entrada de la casa cuando te sacábamos en camilla, cuando estas mas en el otro mundo que en éste?  

 

JESSIE 

(Le gustó eso, pero no se ríe) Dijeron que ya era tiempo de que yo tomara vacaciones pero que por qué no te llevaba conmigo, y yo les dije que no creía que tú quisieras ir. Entonces dijeros "Sí, cada cual tiene su propia idea de cómo pasar sus vacaciones". 

 

MAMÁ 

Me imagino que todo eso te parece gracioso. 

 

JESSIE 

 (Sacando potes de la nevera) Tú sabes que nunca hubo razón para la ambulancia. Lo único que hacen en la sala de emergencia es esperar a que me despierte. Eso lo puedo hacer yo aquí. Bueno, ato-ira voy a mencionarlos y tú me dices sí o no. Yo sé que los pepinillos te gustan, ¿ketchup? 

 

 MAMÁ 

Déjalo ahí. 

 

JESSIE 

Este lo tenemos desde el último cuatro de julio, 

 

 

MAMÁ 

Déjalo, déjalo todo 

 

JESSIE 

¿Te lo piensas tomasr de la botella, como un biberón. ¿Quieres toda la comida pero no quieres la s ollas en qué cocinarlas? 

Estas cosas se van a dañar aquí, mamá. 

 

MAMÁ 

Yo nunca hice nada que fuera de tu gusto y quiero, saber por qué.  

 

JESSIE 

 Eso no es cierto. 

 

MAMÁ 

Y quiero saber por qué has vivido aquí tanto tiempo sintiéndote como te sientes.  

 

JESSIE 

Tú no tienes ni remota idea de cómo yo me siento. 

 

 

MAMÁ 

¿Cómo iba a tenerlo,? Siempre estas en otro mundo. 

 

JESSIE 

¿Cómo que en otro mundo? 

 

MAMÁ 

¿Cómo es ese otro mundo? ¿La gente siempre dice allí lo que debe decir, siempre consiguen lo que quieren? 

 

JESSIE 

¿De qué estás hablando? 

 

MAMÁ 

 ¿Por qué lees los periódicos? ¿Por que no te pones el suéter 

que te tejí? ¿Me recuerdas como cuando yo era joven o me 

ves como cualquier mujer vieja? ¿Cuando te da un ataqué. ves estrellas? ¿Cómo te caíste del caballo en realidad? ¿ Por qué te dejó Cecil? ¿Dónde me pusiste los espejuelos viejos? 

 

 

JESSIE 

 (Aturdida por la intensidad de mamá) Están en la gaveta de abajo de tu gabetero dentro de una caja vieja de leche de magnesio. Cecil me dejó porque me hizo escoger entre él y el cigarrillo. 

 

MAMÁ 

Jessie, yo sé que él no era tan idiota. 

 

 

JESSIE 

Nunca pude entender por qué odiaba tanto el fumar cuando fumar es tan bueno. Fumar es lo único que resulta ser como se piensa que es. Cada vez es igual que el anterior, Está disponible cuando lo deseas y es verdaderamente silencioso. 

 

 

MAMÁ 

Tus ataques lo ponían nervioso y tú lo sabes. 

 

JESSIE-  

Dí Convulsiones, no ataques. Convulsiones.  

 

MAMÁ 

Es lo mismo. Una convulsión en el hospital es un ataque en la casa. 

 

JESSIE-  

 A él no le molestaban excepto que se creía responsable por mi caída. El fue el de la idea de correr a caballo aquel día. El insistía en que yo podía hacer cualquier cosa si me lo proponía. Me caí del caballo porque no sabía cómo aguantarme en él, Cecil se me fue por esa misma rasan.  

 

MAMA-  

El tenía otra mujer, Jessie. Yo me tropecé con ellos en el tinglado. 

 

JESSIE 

 (Al rato) Está bien, está bien. (Prende otro cigarrillo) 

¿Era muy bonita? 

 

MAMÁ 

La hija de Agnes, Carlene. Juzga tú. 

 

JESSIE- 

 (Chuzando a la sala) Me imagino que Agnes y tú habrán tenido una seria conversación sobre el asunto.  

 

MAMÁ 

A mí nunca me pareció que Cecil fuera lo suficientemente bueno para ti. Ellos se mudaron aquí de Tennessee, ya sabes. 

 

JESSIE 

¿De que estas hablando? A ti te caía mejor que a mí. Tú lo enamoraste para que te hiciera el balcón; yo no lo hubiera conocido si no hubiera sido por eso. Tú pensaste que iba a ser útil en la casa, que se sentaría a tomar café y a conversar contigo. Sabe Dios qué pensabas tú sobre él y su pelo rizado.  

 

MAMA-  

Es el mejor carpintero que he conocido. Tu casita estará en pie hasta el día del juicio final, Jessie. 

 

JESSIE 

Lo menos cue tú necesitabas era un balcón, mamá. 

 

MAMÁ 

¡Está bien! Yo quería que tuvieras un marido. 

 

 

JESSIE 

 Y yo no podía conseguirme uno por mi misma, claro. 

 

MAMÁ 

¿Cómo ibas a conseguirlo si no abrías la boca frente a nadie? 

 

JESSIE 

 Permanecía en silencio, ¿y qué? 

 

MAMA-  

¿ASÍ que debí haberte dejado, sentada todo el tiempo, sentada con tu padre, sentada ahí? 

 

JESSIE 

Quizás. 

 

MAMA-  

Pues yo no lo creí así. 

 

JESSIE 

Y tu, ¿qué sabías? 

 

MAMÁ 

Yo nunca dije que sabía mucho. ¿Cómo iba a poder aprender viviendo por estos contornos? 

mucho hice considerando lo poco que sabía. Las cosas ocurren. Las manejamos como podemos y esperamos a ver lo que pasa después. Te casé con el hombre erróneo, lo admito. Así que te recogí cuando te dejó. Lo siento. 

 

JESSIE 

 El no era el homore erróneo. 

 

MAMÁ 

No te quería, Jessie; si te hubiese querido no te hubiese dejado. 

 

JESSIE 

No era el hombre erróneo, mamá, Yo le adoraba y traté de seguir la teraapia, y traté de mantenerme despierta. Y traté de aprender amontar a caballo. Y trté de salir más con él, pero él lo sabía; sabía que me estaba esforzando, así que no funcionó.  

 

MAMÁ 

Era un egoísta. Una vez me dijo que odiaba que la gente se mudara a las casas que él acababa de construir. Que sabía que se las iban a ensuciar.  

 

JESSIE 

Me encantaba el puentecito que construyó en el riachuelo detrás de la casa. No tenía que ser nada especial; un par de tablas hubiera bastdo, pero él se empeñó en usar aquel pino amarillo y dejarlo bien pulido.  

 

MAMÁ 

El tenía responsabilidades aquí. Tenía una mujer y un hijo, y te falló. 

 

JESSIE 

O la cunita que le hiso a Ricky. Le dije que no tenía que emplear tanto tiempo en ella pero él dijo que la cunita tenía que durar y la cuna terminó pesando doscientas libras y yo no podía moverla. Le dije, "¿Cuánto tiempo tiene que durar una cuna?". Pero él pensó que si la construía bien fuerte, Ricky nunca crecería. 

 

MAMÁ 

Ricky se parece demasiado a Cecil 

 

JESSIE 

No, Ricky realmente se parece a mí. Usamos hasta la mima talla de pantalones, estos son de él, creo.  

 

MAMÁ 

Hablas solo del tamaño, eso no quiere decir que tenga la misma personalidad.  

 

JESSIE 

Se lo veo en la cara. Lo oigo cuando habla. Miramos el mundo y vemos lo mismo. Para nosotros, el mundo no es justo. Y la única diferencia entre él y yo es que Ricky está ahí afuera tratando de cobrárselas. Sabe que no puede confiar en nadie, y eso lo heredó de mi. sabe que no debe tratar de buscar trabajo y adivina de quién sacó eso. Y camina por ahí como si las tablas estuvieran flojas y tú sabes quién clavó esas tablas. Yo. 

 

MAMÁ 

Ricky es joven todavía. No sabes qué clase de persona va a ser. 

 

JESSIE 

(Volviendo a la cocina) Sí lo sé. Y también lo sabe Cecil, Ricky es nosotros dos juntos, allí dentro de un espacio pequeño, estamos los dos dentro de él y nuestra eterna pelea lo está destruyendo. Si tú no te das cuenta, estás ciega. 

 

MAMÁ 

Dale tiempo, Jess.  

 

JESSIE 

Oh, tiempo no le va a faltar. Cinco años por falsificar, diez años por asalto a mano armada... 

 

MAMÁ 

(Furiosa) ¡No hables así! (luego implorando) ¿Jessie, Cecil puede que esté tratando de reconciliarse contigo. Querida, eso ocurre a veces. Vete al pueblo. Búscalo. Hablale. No supo apreciarte. A lo mejor ahora ve las cosas de distinto modo, pero no vas a saberlo hasta que lo busques. ¡O llámalo! ¡Ahora mismo! Puede que esté en su casa. 

 

JESSIE- 

¿Y decirle qué? ¿Nada ha cambiado, Cecil, sólo quiero mirarte si no te importa? NO. El me amaba, mamá, pero él no sabía por qué las cosas se derrumbaban justo a mi alrededor. Yo creo que él hizo bien. Me dio otra oportunidad, eso es todo. Pero yo sí le rogué que me llevara con él. Le dije que dejaría a Ricky, y a ti y a todo lo que 

más quería si sólo me llevaba con él, pero él no podía y yo lo entiendo. (Pausa) Fui yo la que escribí la nota aquella que te enseñé. No fue Cecil. La nota que decía "Lo siento, Jessie, pero no puedo resolverte todos tus problemas. Yo fui quien dije en esa nota que siempre me amaría, no lo dijo Cecil, pewro yo sé que Cecil se sentía así.  

 

MAMA-  

Pues entonces debió haberte llevado con él 

 

JESSIE-  

 (Recogiendo la bolsa de basura que llenó) Mamá, cuando te mudas de un lugar no te llevas la basura en la maleta.  

 

MAMÁ 

No te llames basura, Jessie. 

 

JESSIE 

(Llevando la bolsa al latón.) Es un decir, mamá. Piensa nada más en la lsita que te di.  

 lista que te di. En eso nada más.  

(Abriendo el latón, metiendo la bolsa, cerrando la tapa.) 

Bueno, en algo más. Quería decir que estaba bien que Cecil se fuera. Fue... casi un alivio si vamos a ver. Yo nunca fui lo que él quería, así que era mejor que no me estuviera observando todo el tiempo. 

 

MAMÁ 

Voy a hacerte la manzana ahora 

 

JESSIE 

No, gracias. Busco las cosas de la manicura y enseguida estoy contigo 

  

 

(JESSIE amarra el saco de basura en el latón y devuelve la bolsita pequeña a debajo del fregadero, todo el tiempo tratando desesperadamente de recuperar su calma. MAMA vela desde lejos, su mano tratando subconcientemente de alcanzar el teléfono. Entonces se le ocurre algo mejor, o mejor dicho, piensa en lo único que le queda por probar y decide intentarlo. Casi está convencida de que lo va a lograr.) 

 

MAMÁ 

Jessie, yo creo que tu papá también tenía un poco de... 

 

JESSIE 

(Interrumpiendo) La basura la recogen los martes por la noche. Sácala lo más tarde posible porque si no, los perros de los Davis te la revuelcan. (Devolviénao la bolsita de basura al latoncito bajo el fregadero) Y sigue ordenando las bolsas negras, las fuertes. Sale más caro comprar las más baratas, y los amarres están aquí junto a los martillos. Sácalos de su caja cada vez que abras una y mételos dentro de ésta gaveta. Si no se dañan y puedes perder las gomitas. 

 

MAMÁ 

Yo creo que a tu papá también le daban ataques. Yo creo que él se sentaba en su silla y le daban pequeños ataques. Yo leí sobre ésto en una revista una vez. Las personas se van en blanco por un rato, sin ni siquiera cerrar los ojos; es lo que la gente llama suspensión de pensamiento.  

JESSIE-  

(Sacando el covertor de muebles de la cesta de ropa) Me parece que no quieres que te arregle las uñas como habíamos planeado. Lavé esta cubierta pero tenemos que colocarla entre las dos. 

 

MAMÁ 

Yo me fijaba en sus ojos. Era eso. La revista decía que alguna gente ni se da cuenta de cuando les da el ataque. 

JESSIE-  

Si a papá le hubiesen dado ataques, él lo hubiera sabido. 

 

MAMÁ 

La señora de ese artículo llevaba cuenta de sus ataques y en once años había tenido ochenta mil. 

 

JESSIE-  

Esta cubierta se secará mejor si la colocas mojada. 

 

 

MAMÁ 

Jessie, óyeme lo que te digo. A esta señora le daban entre cinco y quinientos ataques por día y le duraban como quince segundos. Así que toda su vida perdió sólo dos semanas; trabajaba ocho horas diarias como secretaria y tenía un IQ de ciento veinte. 

 

JESSIE 

(Le está cómico el nuevo ángulo de MAMÁ)  

Tú quieres hablar de ataque, ¿no? 

 

MAMA-  

Sí quiero. Quiero decir... 

 

JESSIE-  

(Interrumpiendo) La mayoría de las veces ni me he dado cuenta de que he tenido uno, excepto que despierto con otra ropa y sintiéndome como si me hubiera atropellado un coche. A veces siento que la cabeza me da vueltas o que me oigo gritar. Y a veces siento este estúpido mareíto antes del ataque, pero si la televisión está puesta puede que ni me de cuenta de nada. 

 

 

MAMÁ 

(Mientras le pone la cubierta al sofá y un tejido a la silla, la lucha física se asemeja a la lucha emocional en la conversación). Yo sé cuando te va a dar uno. Los ojos se te ponen muy grandes. Pero Jessie, tú no has tenido ...  

 

JESSIE-  

(Controlando la situación) ¿Cómo son? ¿Las convulsiones? 

 

MAMÁ 

(Con resistencia) Son diferentes cada vez, Jessie. 

 

JESSIE- 

Bien. Escoge una ocasión. Descríbemela. Me gustaría saber ahora cómo son. 

 

 

MAMÁ 

No hay mucho que decir. SÓlo que... te vuelves un montoncito, como una marioneta a la que de repente le han cortado los cordones; o como el pelotón de fuego en las películas mejicanas; te vas resbalando por la pared. Dime, ¿no te das cuenta de lo que ocurre? ¿Cómo es posible que no te des cuenta? 

 

MAMÁ 

No te hagas la graciosa. 

 

JESSIE-  

No me estoy riendo. La cabeza me da vueltas, me caigo, ¿ y qué más? 

 

 

MAMÁ 

Pues, el pecho se te comprime, parece como si fueras a vomitar, aspiras el aire como si no pudieras reapirar, haciendo mucho ruido y con gran dificultad. 

 

JESSIE-  

Repítemelo. Hazme el sonido. 

 

MAMÁ 

¡No! Es un sonido muy feo. 

 

JESSIE-  

Sí, me lo imagino. ¿Y qué más? 

 

 

MAMÁ 

Tratas de morder y tengo que sacarte la lengua a prisa para que tú misma no te muerdas. 

 

JESSSIE-  

O que no te muerda a ti. Te muerdo a ti también ¿no? 

 

MAMÁ-  

Una vez sí, muy fuerte. Me tuvieron que poner una inyección antitetánica. Pero ya sé lo que debo esperar. Entonces te pones azul y los... movimientos empiezan. Como si te estuvieran marcando con un pincho de ganado o como si estuvieras empujando el dedo en un enchufe eléctrico muy rápidamente.  

 

JESSIE-  

¿Echando espuma por la boca como un perro rabioso? 

 

MAMÁ 

No es espuma, Jess, como cuando se desborda la lavadora, por el amor de DIos. Echas burbujas como cuando escupe un bebé. Y yo busco un pañito húmedo, eso es todo. Entonces los movimientos se van calmando, te orinas encima y todo termina. No dura más de dos minutos. 

 

JESSIE 

 ¿Y cómo llego a la cama? 

 

MAMÁ 

¿Cómo crees? 

 

JESSIE 

Yo peso mucho ahora. Tú no puedes cargarme. ¿Cómo lo haces? 

 

MAMÁ 

Llamo a Dawson. Pero te limpio antes de que él llegue y hago que se vaya antes de que despiertes. 

 

JESSIE 

Podías dejarme en el piso, simplemente. 

 

MAMÁ 

Me gusta que despiertes en un lugar cómodo, ¿entiendes? (con tremendo esfuerzo) ¡Pero Jessie! Y ahora voy a decirte por qué hablo de esto. No has tenido una sola convulsión en un año entero. Un año entero. ¿Te das cuenta? 

 

JESSIE 

Sí. Se arregló la dosis del fenobarbital, me imagino. 

 

 

MAMÁ 

¡Pues sí! Puede que nunca más te sobrevenga otra convulsión. Puede que ya estes libre de eso para siempre. 

 

JESSIE 

Puede. 

 

MAMÁ 

Estás libre de eso, sí, yo sé que lo estás. 

 

JESSIE 

Estoy segura, me siento bien. Me siento sí. Ya no veo doble y las encías no se me están hinchando. Ni siquiera tengo una erupción, me siento mejor que nunca. Hasta siento que puedo preocuparme o encolerizarme sin temor a que me de un ataque. 

 

MAMÁ  

Seguro que no. Hasta me puedes gritar si quieres. No me molesta. No tienes que portarte como si estuvieras de visita aquí, Jessie. Esta es tu casa también. 

 

JESSIE LO mejor de todo es que me volvió la memoria. 

 

MAMÁ 

Tu memoria siempre ha sido buena, ¿cuando se te han olvidado a ti las cosas? Tú siempre me estás recordado a mi cuando tengo que... 

 

JESSIE 

Porque hago listas para todo. Pero ahora me acuerdo de lo que significan las cosas en mi lista. Antes leía "toalilitas" y no sabía si era que debía lavarlas, comprarlas o buscarlas, porque no recordaba donde las había puesto después de lavarlas, pero ahora 

sé que quiere decir que las envuelva, que son un regalo de cumpleaños para Loretta. 

 

 

MAMÁ 

(Ya acabaron con el sofá) También te veía buscar tus listas por todas partes; ahora siempre sabes dónde están. (De súbito preocupada) ¿El cumpleaños de Loretta no está cerca, verdad? 

 

JESSIE 

Te hice una lista de todos los cumpleaños. Hasta el tuyo (sonrisita), de manera que puedas llamar a Loretta y recordárselo. 

 

MAMÁ 

Vamos a llevar a Loretta al Howard Johnsons a comer almejas fritas. Yo sé que a ti te gustan las almejas.  

 

JESSIE-  

(Pausa corta) Yo no voy a estar aquí, mamá. 

 

MAMÁ 

 ¿Pero de qué acabamos de hablar? Tú vas a estar aquí. 

Estás bien, Jessie. Estas empezando a vivir otra vez. Tú misma lo dijiste. Te estás acordando de las cosas.... 

 

JESSIE 

No voy a estar aguí. Si antes hubiese pensado tan claramente como en este año, ya estaría muerta.  

 

MAMÁ 

(sin implorar. Ordenando») No, Jessie. 

 

 

JESSIE 

(Doblando el resto de la ropa lavada.) Sí, mamá. Una vez empecé a recordar, me di cuenta d elo que significa.  

 

MAMÁ 

Ya no tienes ataques.  

 

JESSIE 

No es por los ataques, mamá.  

 

MAMÁ 

Entonces es por mi, por habértelos transmitido por herencia, pero no fui yo.  

 

JESSIE 

¡No es por los ataques! Tú misma lo dijiste. Las medicinas se encargan de los ataques. 

  

MAMA-  

(Interrumpiendo) Heredaste esos ataques de tu padre, Jessie. Te los pasó como te pasó tus ojos verdes y tu pelo lacio. ¡Yo no tengo la culpa! 

 

JESSIE-  

¿Y qué importa si a él le daban pequeños ataques? Eso no se hereda. Me caí del caballo, fue un accidente. 

 

MAMÁ 

No fue esa la primera vez, Jessie. Tuviste un ataque a los cinco años. 

 

JESSIE 

¡Eso no es verdad! 

 

MAMÁ 

Lo tuviste si. Te estabas comiendo una cucharada de helado y ahí mismo te caíste. Lo heredaste de él, no de mí. 

 

JESSIE 

Pues tardaste mucho tiempo en decírmelo. 

 

 

MAMÁ 

¿Cómo se le dice una cosa como esa a una niña de cinco años? 

 

JESSIE 

¿Qué dijo el doctor? 

 

MAMÁ 

Dijo que a los niños les dan siempre esos ataques. Que no se podía hacer nada, solo esperar a que te diera el próximo.  

 

JESSIE 

Pero a mi no me dio ningún otro ataque. (Ahora el silencio es auténtico) ¿Tú me quieres decir que yo siempre tuve ataques de niña y que no fue hasta que me dio uno delante de Cecil, que alguien se dignó averiguar oué era lo que me pasaba?  

 

MAMÁ 

No tuviste ataques todo el tiempo, Jessie. Cuando empezaste en la escuela, se convirtieron en ataques sencillos, como los de tu papá. Fue un tiempo divertido para mí, viendo, sentada aquí, como los dos se apagaban y se encendían como bombillas de Navidad.  

 

 

JESSIE 

¿Cuantos ataques tuve? 

 

MAMÁ 

Nunnca te hiciste daño. Nunca permití que te me perdieras de vista. Te agarraba siempre. 

 

JESSIE-  

Pero no se lo contaste a nadie. 

 

MAMA-  

A nadie tenía que importarle. 

 

JESSIE 

Te avergonzabas. 

 

MAMÁ 

No quería que nadie lo supiera, mucho menos tu. 

 

JESSIE 

Mucho menos yo. Qué bien. Era un asunto mío. No tuyo. ¿Y papá? ¿Lo sabía? 

 

MAMÁ 

El creía que tu eras...bueno, que te caías a menudo. Eso era lo que creía. Que no tenías cuidado. A lo mejor creía que yo te pegaba. No sé lo que pensaba. Creo que no pensaba en eso.  

 

JESSIE-  

¡Porque tú no se lo dijiste! 

 

MAMÁ 

Si le contaba sobre ti, tenía que contarle sobre él también.  

 

JESSIE 

Esto no me gusta. No me gusta nada. 

 

MAMÁ 

No creí que te gustara. Por eso no te lo dije. 

 

JESSIE 

Si yo hubiera sabido que era epiléptica, mamá, no hubiera montado a caballo 

 

MAMÁ 

¡Y que querías! ¿Que te hieciera sentir como un fenómeno de feria? 

 

JESSIE-  

¡Trae la bandeja de la manicura y siéntate! 

 

MAMA-  

(Tirando los materiales al piso) ¡No quiero que me arregles las uñas!  

 

JESSIE-  

Pues parece que no quieres, no. 

 

MAMÁ-  

A lo mejor sí te me caíste cuando pequeña. 

 

JESSIE 

Si dices que no me dejaste caer, no me dejaste caer. 

 

MAMÁ- 

(Empezando a descomponerse) A lo mejor te di algo de comer que no debía. A lo mejor tuviste fiebre una vez y no me di cuenta a tiempo. A lo mejor es un castigo. 

 

JESSIE-  

¿Castigo por qué? 

 

 

MAMÁ 

No sé. Por lo que sentía por tu padre. Porque no quise tener más hijos. Porque fumé mucho o no comí bien cuando estaba encinta. Tiene que ser algo que yo hice. 

 

JESSIE 

No tiene nada que ver. Es una enfermedad, no una maldición. La epilesia no significa nada. Solo es... 

 

MAMÁ  

No estoy hablando ahora de los ataques, Jessie! Estoy hablando de esta idea tuya de matarte. Tengo que ser yo la causa. No estarías pensando en eso si no fuera así. Dejé de confiarte cosas o hice que te casaras con el hombre equivocado o te recogí y no permití que siguieras viviendo tu vida, o todas estas cosas juntas. Yo no sé lo que hice pero lo hice, lo sé. Es culpa mía, Jessie, pero no sé qué hacer ahora 

 

JESSIE 

(Irritada por tener que repetirlo) ¡Esto no tiene nada que ver contigo! 

 

MAMÁ 

Todo lo que tú hagas tiene que ver conmigo, Jessie. 

 

JESSIE 

Tú no puedes hacer nada, lavarte la cara o cortarte un dedo sin que yo tenga que ver. ¡Es cierto! Me matas a mi sí te matas tú, Jessie. Es lo mismo. Esto sí tiene que ver conmigo, Jessie 

 

JESSIE 

Bueno ¿y qué importa si tiene que ver contigo? ¿Y si tú eres todo lo que tengo y no eres suficiente? ¿Y si yo pudiera soportarlo todo en la vida pero no tu presencia? ¿Y si la única forma de alejarme de ti para siempre es matándome?¿Qué importa? Aún así puedo hacerlo.  

 

 

MAMÁ 

(En lágrimas, desesperada) ¡No me dejes, Jessie! 

(Jessie se levanta por un momento y se dirige hacia su cuarto. MAMA la coge por el brazo)  

 

JESSIE 

(Soltándose suavemente) Tengo una caja con cosas para alguna gente. Sólo voy a buscarla. Tú... descansa un minuto.  

 

(Y JESSIE se va. MAMA va al teléfono, pero no le da tiempo este vez ni para cogerlo y en su lugar, para disimuiar, se baja a recoger unas botellitas que se le cayeron de un azafate en el mostrador. JESSIE regresa con una caja de esas de colmado con etiqueta reconocible como HERSHEY KISSES o STARKIST TUNA. MAMÁ esta todavía limpiando en el piso y esperando quizas que si lo hace bien, JESSIE se quede.)  

 

 

MAMÁ 

¡Jessie, ¿cómo voy a poder vivir sin ti? ¡Te necesito! Se supone que me dirías que me ponga derecha y lo bien que me veo con el traje rosa y que me tome la leche. Se supone que harías la ronda y cerrarías la casa para que yo sepa que estamos seguras por la noche y que cuando despierte tú estés allí colando café, y me veas envejecer a diario y me ayudes a morir cuando me llegue la hora. Yo no puedo hacerlo sola, Jessie. Yo no soy como tú, Jessie. Detesto el silencio y no quiero morir y no quiero que te vayas, Jessie. ¡Cómo voy & poder... (Tiene que coger aire por un momento) cómo voy a poder levantarme cada día sabiendo que tuviste que matarte para detener tu dolor, y que yo 

estaba aquí todo el tiempo y que ni siquiera me di cuenta de lo que te ocurría; y entonces me diste esta oportunidad para convencerte de que siguieras viviendo y no 

supe hacerlo! ¿Cómo voy a vivir conmigo misma después de todo esto? (JESSIE la levanta) 

 

JESSIE 

Te lo dije solo como información, para que no te echaras la culpa ni te sintieras mal. Nada de lo que tú dijeras me iba a hacer cambiar de parecer. Yo no buscaba que me salvaras. Sólo quería que lo supieras. 

 

 

MAMÁ 

Quédate conmigo un poco más. Unos pocos años más, Jessie. Y tan pronto yo muera puedes hacer lo que quieras. A lo mejor conmigo muerta tienes todo el silencio que tú quieres, aquí mismo en la casa. Y a lo mejor un día te da por sembrar begonias en el caminito de entrada, y tienen la lluvia que necesitan para todo el verano.  

Y Ricky ya se habrá casado para ese entonces y te traerá los nietos Y tú les darás dulces a escondidas cuando su papá no esté mirando y te alegrarás cuando se hayan marchado y te hayan dejado con tu silencio otra vez.  

 

 

JESSIE- 

¿No te das cuenta, mamá? Todo lo que hago termina así. ¿Cómo se me ocurrió pensr que entenderías? ¿Cómo se me ocurrió pensar que querías que te arreglara las uñas? ¿Ibamos a cogernos las manos para entonces levantarme y pegarme un tiro? Siento lo de esta noche, mamá, pero es por eso mismo que lo estoy haciendo. 

 

MAMA-  

Si tienes el valor para matarte, Jessie, tienes también el valor para quedarte viva. 

 

JESSIE 

Lo sé. En realidad se trata de escoger dónde prefiero estar. 

 

MAMÁ 

Mira, a lo mejor no se me ocurre lo que puedas hacer, pero eso no quiere decir que no haya algo que te pueda ayudar. Busca ese algo. Piensa en lo que pueda ser. Ármate de valor y sigue tratando, ¡No tienes que rendirte! 

 

JESSIE 

¡No me estoy rindiendo! Esto que voy a hacer es ese "algo" . Estoy segura que tiene que haber otras cosas que podrían funcionar. Pero el que puedan funcionar ya no es suficiente para mi. Necesito algo que funcione de verdad. Esto va a funcionar. Po eso lo escogí. 

 

MAMÁ 

Pero algo puede ocurrir. Algo que lo cambie todo. No sé lo que puede ser, pero vale la pena esperar lo que ocurra. (JESSIE no contesta) Trata por dos semanas más. Podríamos volver a hablar como esta noche. Te prestaré más atención. Te diré la verdad cuando me preguntes. Te dejaré hacer lo que tú quieras. 

 

JESSIE 

No, mamá. No podríamos volver a hablar como esta noche porque lo que voy a hacer es lo que nos ha permitido hablar esta noche. Es así como expreso mmi sentir. Y lo que digo es NO. A Dawson y a Loretta y a los chinos comunistas y a la epilepsia y a Ricky y Cecil y a ti. Y a mí. Y a toda esperanza. Digo que NO. (Entonces yendo hasta MAMÁ en el sofá) Deja que me vaya suavemente, mamá. 

 

MAMÁ 

¿Cómo puedo dejarte ir? 

 

JESSIE- 

Puedes porque tienes que hacerlo, es lo que has hecho siempre.  

 

MAMÁ 

¡Tú eres mi niña! (o hija) 

 

JESSIE 

Soy en lo que swe convirtió tu nena. (MAMÁ no puede contestar) Encontré un retrato mío de cuando era bebé, el retrato era otra persona, no yo. Era alguien color de rosa y gordita que nunca había oído hablar de enfermedades ni de soledad, alguien que lloraba y le daban comida; estiraba los brazos y la cogían; daba pataditas y no hería a nadie y dormía cuando se le antojaba con solo cerrar los ojos. Alguien que lo único que hacía era estar tirada en una camite riéndose le los colores colocados arriba, y masticando una ballenita blanca y negra y que despertaba sabiendo un truquito nuevo cada día; y se viraba y se babeaba en la sábana y sentía tu mano subiéndole la colcha para cubrirla. Esa fui yo; así empecé y esta es la que queda. (Sin cogerse pena aquí) De ésto es de lo que se trata. (De eso se trata ésto) Alguien que yo perdí, mi propio yo, lo que traté de ser sin lograrlo nunca. Algo por lo que esperé que no llegó nunca. Y que nunca va a llegar. Asi que poco imparta lo que pueda ocurrir en el mundo o aun en esta casa. Yo ... soy por lo que valía la pena esperar; no coy a presentarme, así que no tengo razones para quedarme, solo para hacerte compañía no es razón suficiente porque no soy... muy buena compañía. (Pausa) ¿O soy? 

 

MAMA-  

(Sabiendo que tiene que decir la verdad)  

 No. Ni yo tampoco. 

 

JESSIE-  

A mi se me ocurrió una idea rara. Bueno, a lo mejor no es tan rara. De todas formas, después de Navidades, cuando decidí hacer esto, me preguntaba, qué cosa podría haber en la vida que me hiciera quedarme aquí, qué habría que valiera la paena para ti, ¿ y tu sabes lo que pensé? Pues quizás si hubiera algo que en realidad quisiera o que me gustara mucho, como el arroz con dulce, o las hojuelas de maíz, en el desayuno, si hubiera algo así, sería suficiente para que me quedara.  

 

MAMA-  

El arroz con dulce es bueno. 

 

JESSIE-  

Para mí no. 

 

MAMA-  

¿Y no te da miedo? 

 

JESSIE- 

¿Miedo de qué?  

 

MAMA-  

Yo sí le tengo miedo, por mí, digo. Cuando mi tiempo llegue. Yo sé que está llegando, pero... 

 

JESSIE-  

Pero no sabes cuándo. Como en una película de terror. 

 

MAMA-  

Sí. Sorprendiéndome como un criminal que anda suelto, escondiéndose en el patio, esperando a que esté bien ocupada un día. ¿Y cómo voy a protegerme si ni siquiera sé como es cuando se me cerque o si va a ser doloroso, a tomar mucho tiempo, o si no acaba conmigo antes de que yo termine lo que debo terminar? 

 

JESSIE-  

Te queda bastante tiempo todavía.  

MAMA-  

Ahora mismo no sé para qué. 

 

JESSIE-  

Para lo que ocurra. Para el resto de tu vida. Para que Agnes queme otra casa o para que Dawson se quede calvo. 

 

MAMA-  

(Rápidamente) Jessie. Yo no puedo quedarme sentada y decirte, está bien, mátate si quieres. 

  

JESSIE 

Seguro que puedes. Lo dijiste ahora mismo. Dilo otra vez. 

 

MAMA-  

(Asustada de verdad) ¡Jessie! (Horror mudo) ¡Cómo te atreves! (Furiosa) ¡Cómo te atreves! ¿Crees que me puedes dejar cuando tú quieras, como si estuvieras aquí, mirando televisión? No, no puedes, Jessie. Me haces sentir como una tonta por estar viva, hija, y estás equivocada. Me gusta estar viva y voy a seguir viva hasta que me obliguen a irme, hasta que me arrastren gritando, y quiero decir chillando hasta la tumba; tú eres muy lista en quererte ir antes, porque nunca escucharías un alboroto como el mío en tu vida. (Jessie le da la espalda) Pero ¿a quién le estoy hablando yo? ¿Ya estás ida (lejana), no? Te miro y sé exactamente lo que estás pensando. No puedo detenerte porque ya te has ido. Me imagino que estarás pensando que ahora sí tendrán que hablar de ti. Me imagino que estarás pensando que ésto sí va a confundirlos. Oh, sí. Todo este tiempo, desde navidades, te has estado riendo sola y pensando "la sorpresa que les espera". Pues  

nadie se va a sorprender, querida, siempre actuás de la misma forma. De la forma más dr´satica posible. Asi es mi niña. 

(JESSIE se levanta y va a la cocina, pero MAMA la sigue.) 

¿Tú sabes a quién le van a coger pena? ¡A mi! ¿Qué te parece? ¡No a ti, sino a mi. De ti se van a avergonzar. Sí. Avergonzar. Si alguien le pregunta sobre esto a Dawson cambiará de tema enseguida. Hablará de lo mucho que cuestan los estacionamientos hoy día. 

JESSIE-  

¡Déjame en paz! 

MAMA-  

¡Es la verdad! 

JESSIE-  

Debí haberte dejado una nota nada más. 

  

 

  

MAMA-  

(Gritando) ¡Sí!  

(De repente, entendiendo lo que acaba de decir, casi paralizada nada más que de pensarlo, se vira lentamente para enfrentarse a JESSIE. Casi en murmullo)  

No, no. Jamás hubiera pensado en todas las cosas que has dicho. 

 

JESSIE-  

Está bien, mamá. 

(Y MAMA está casi inconsciente por el aniquilamiento emocional de estos últimos momentos. Se sienta en la mesa de la cocina, herida, malhumorada y desesperadamente asustada. Pero aparenta estar anestesiada. Ha sobrepasado tanto lo que se puede conocer por dolor que es casi imposible alcanzarla y JESSIE lo sabe y habla quedamente, esperando señas de recuperación. Se lava las manos en el fregadero.) 

Recuerdo que te gustó el ministro aquel que ofició cuando papá murió; si quieres que oficie ahora yo no tengo inconveniente. 

 

MAMA-  

(No una respuesta. Sólo una palabra)  

¿Qué? 

 

JESSIE-  

(Untándose crema en las manos mientras habla)  

 Y escoge algunos himnos que te gusten o deja que Agnes los escoja, ella sabe exactamente cuáles. Ah, y manda a limpiar el traje que te pusiste cuando papá murió, Te queda muy bien. 

 

MAMA-  

No me acuerdo, hija. 

 

JESSIE-  

Y no va a ser tan desagradable cuando tus amigas empiecen a llegar a la funeraria. A lo mejor ves gente que no has visto en años; y ya pensé lo que debes decirles para que salgas del paso en el momento difícil de su llegada. 

 

MAMA-  

(Simplemente repitiendo) Momento de sU llegada. 

 

JESSIE-  

Llévalos a ver las flores que enviaron, eso les va a gustar. Entonces cuando te digan,"cuanto lo siento, Thelma," tú simplemente dices, "Te agradezco que hayas venido, Connie" y entonces les preguntas cómo les creció la hortaliza este verano o qué piensan hacer para el Día de Acción de Gracias o si sus hijos... 

 

MAMA-  

Yo no creo que les deba preguntar sobre los hijos. Les hablaré de la ropa que llevan puesta, eso siempre es bueno. Y me llevaré algo para tejer 

 

JESSIE-  

Y Agnes va a estar allí, así que a lo mejor no vas a tener ni que hablar. 

 

MAMA-  

A lo mejor si Connie Richards viene haré que me diga dónde consigue esa lana irlandesa, como ella le dice. Yo sé que no viene de Irlanda. Creo que viene en esa envoltura verde, pero nada más. 

 

JESSIE-  

Y asegúrate de invitar mucha gente para que así te traigan bastante comida y de para todos y sobre para ti. Pero no dejes que nadie se lleve nada para sus casas, especialmenye Loretta»  

 

MAMA-  

Loretta se va encargar de arreglar las mesas, hija. Es justo que se lleve macarrones o algo así. 

 

JESSIE-  

No, mamá. Tienes que ser más egoísta de ahora en adelante. (Sentándose ahora con MAMA) Si alguien te pregunta por qué lo hice, les dices que no sabes. Que tú me querías y que sabes que yo te quería y que esta noche nos sentamos como cualquier otra noche, y entonces yo te besé y te dije, "Buenas noches, mamá" y tu me oiste cerrar la puerta del cuarto y lo próximo que oiste fue el disparo. Y cualquier razón que yo tuviera, te imaginas que me la llevé conmigo. 

 

MAMA-  

(Quedamente) Que fue algo personal. 

 

JESSIE-  

En efecto. Eso está bien. mamá. 

 

MAMA-  

Entonces eso es lo que diré. 

 

JESSIE-  

Personal. Sí. 

 

MAMA-  

¿Y también le digo eso a Dawson y a Loretta? ¿Nos sentamos ahí, me besaste, "Buenas noches, mamá" ? Van a querer saber más, Jessie. No lo van a creer.  

 

  

JESSIE-  

Pues entonces diles lo que hicimos. Que llené los Jarros de dulce. Que limpié la nevera. Que hicimos chocolate caliente y le pusimos la cubierta al sofá. Que tu no te imaginabas nada. ¿Bien? Realmente creo que es mejor así. Si averiguan que hablamos sobre esto 

no van a entender cómo me dejaste hacerlo. (No contesta) Esto es algo privado. Esta, noche es privada, tuya y mía y no quiero que nadie más conozca lo que pasó.  

 

MAMA-  

EStá bien, entonces.  

 

JESSIE-  

(De pie tras MAMA cogiéndole los hombros) Óyeme. Cuando oigas el disparo no quiero que entres. Primero, que no podrás entrar por tu cuenta, pero no quiero que 

trates de hacerlo. Lla ma a Dawson, después a la policía y después a Agnes. Luego vas a necesitar algo que hacer hasta que alguien llegue, así que te pones a lavar la cacerola del chocolate. Lavas la cacerola hasta que oigas el timbre de la puerta, y aunque te tardes una hora, tú sigues lavando esa cacerola. 

 

MAMA- Haré mis llamadas y me sentaré. No es necesario que tenga que hacer algo. ¿Qué va a decir la policía? 

 

JESSIE=  

Te van a hacer la prueba de la pólvora y te preguntarán qué ocurrió. Y para entonces habrá llegado la ambulancia y me llevarán. Tú te quedas aquí afuera con Dawson y Loretta. Manten a Dawson afuera. Quiero que la policía entre primero, no Dawson, ¿está bien? 

MAMA-  

¿Y si Loretta y Dawson quieren que me vaya con ellos a su casa? 

 

JESSIE- 

(Regresando a la sala) Ya eso es asunto tuyo. 

 

MAMA-  

Yo creo que me quedaré aquí, lo único que tienen en su casa es Sanka. 

 

JESSIE 

A lo mejor Agnes puede venir y quedarse contigo algunos días. 

 

MAMA 

(De pie, mirando a la sala) Creo que prefiero quedarme sola. 

(Caminando hasta la caja que trajera JESSIE antes) 

¿Tú quieres que yo entregue estas cosas? 

  

JESSIE-  

(Se sienta en el sofá, la caja en su falda) Quiero que Loretta se quede con mi calculadora pequeña. Dawson la compró para él, pero después vio otra que le gustó más y no podía llevar las dos a su casa porque Loretta cuenta cada centavo y me dio la primera a mi. Es gracioso que ahora le toque a ella, ¿no crees? Todas mis chinelas están en una bolsa en el ropero. Son para ella, Dile que yo sé que le sirven y que nunca me las he puesto, y asegúrate que Dawson te oiga cuando se lo digas. Me alegro que quiera tanto a Loretta pero me gustaría que supiera que no todo el mundo tiene su niímero de zapato. 

 

MAMA-  

(Cogiendo la calculadora) Bien. 

 

JESSIE-  

(Buscando en la caja) Esta carta es para Dawson, casi todo es sobre ti, así que léela si quieres. Hay una lista de regalos para ti por lo menos para veinte navidades y veinte cumpleaños tuyos, asi que si quieres algo en especial, se lo añades a esta lista antes de dársela. 0 si quieres la sorpresa pues salta esa página. En estas navidades recibirás mayormente cosas para la casa, como una alfombra nueva para el baño y cosas de tejer, pero en las próximas navidades, en ésas navidades sí que les vas a salir bien cara. Sé que el regalo te va gustar mucho pero no vas a adivinar jamás lo que es. 

 

MAMA-  

¿Y tu crees que él te hará caso? 

JESSIE-  

Yo creo que se sentiría como un verdadero sinvergüenza si habiéndole yo dicho lo que tiene que hacer, no lo hace. Éste es el námero de Cecil. Le llamé la semana pasada y él contestó, asi que sé que vive ahí todavía. 

 

MAMA-  

Y ¿qué quieres que le diga? 

 

JESSIE-  

Dile que hablamos de él y que todo lo que dije fue bueno, pero sobretodo, dile que busque a Ricky y que le diga que tú tienes algo para él que yo le dejé y que venga a buscarlo. (Saca un bolso de la caja) 

 

  

MAMA-  

(El bolso se siente vacío) ¿Y qué es? 

 

JESSIE-  

 (Quitándoselo) Mi reloj. 

(Echándolo en el bolso y sacando una cinta de adentro con la que lo amarre arriba) 

 

 

MAMA-  

¡Lo va a vender! 

 

JESSIE 

Esa es la idea. Le agradezco que no lo haya robado ya. Me gustaría pagrle con él una buena cena. 

 

MAMA-  

¡Droga es lo que va a comprar! 

 

JESSIE-  

Pues bien, espero que la droga que se compre, mamá, sea de la mejor. Y el resto es para ti., 

 

MAMA-  

(Recibiendo la caja, sacando y mirando las cosas. Sorprendida y complacida) ¿Cuándo hiciste todo esto? Durante mis siestas, supongo.  

 

JESSIE-  

Supongo. Traté de hacerlo todo en silencio. 

(Mientras MAMA se consterna un poco por los regalos) 

Son tonterías. Para cuando las necesites. No son regalos en verdad. Solo cosas que yo creí que te gustaría mirar: retratos, cosas que tu crees que se te han perdido, cosas que ni siquiera sabías gue tenías. Ya verás. 

 

MAMA-  

No estoy segura de que las quiera. Me traerán recuerdos de ti. 

 

JESSIE- 

No te los traerán. Son cosas como una muestra de pasta de dientes que encontré enganchada en la puerta un día.  

 

MAMÁ-  

Está bien, entonces. 

 

JESSIE-  

 Bueno. A lo mejor hay algún buen regalito. El anillo que me dio abuelita, pensé que a lo mejor te gustaría tenerlo, pero que a lo mejor te lo ponías si te lo daba ahora.  

 

MAMA-  

(Llevando la caja a una mesita cercana) No. A lo mejor no. (Volviéndose para mirar a JESSIE) Estoy lista para las uñas, creo. ¿Quieres que me lave las manos otra vez? 

 

JESSIE-  

(Levantándose) Ya tengo que irme. mamá. (Ya es tiempo de que me vaya, mamá. 

 

MAMA-  

(Yendo hacia ella) No, Jessie. Tienes toda la noche todavía. 

 

JESSIE-  

(Mientras MAMA la aguanta) No, mamá. 

 

MAMA-  

No son ni las diez, siquiera. 

 

JESSIE-  

(Con mucha calma) Déjame ir, mamá. 

  

MAMA- No puedo. No puedes irte. No puedes hacer esto. No dijiste que sería tan pronto, Jessie. Tengo miedo. Te quiero mucho. 

 

JESSIE- 

(Apartándole las manos) Suéltame, mamá. Ya he dicho todo lo que tenía que decir. 

 

MAMA- 

(De pie, quieta un momento) Dijiste que me ibas a arreglar las uñas. 

 

JESSIE- 

(Un paso corto hacia atrás) No puedo. Es demasiado tarde. 

 

MAMA-  

¡No es demasiado tarde! 

 

JESSIE-  

 No quiere que despiertes a Dawson y a Loretta cuando llames. Quiero que todavía estén levantados y vestidos para que lleguen rápidamente. (Según JESSIE se va retirando, MAMA se le va acercando cautelosamente)  

 

MAMA-  

Ellos se despiertan enseguida, Jessie, cuando tienen que hacerlo. Ellos no importan ahora, Jessie. Tú sí importas. Y yo. No hemos terminado todavía. Quedan muchas cosas sin arreglar. No sé dónde están mis recetas y no me has dicho qué debo decirle al Doctor Davis cuando haga la visita o cuánto quieres que le cuente a Ricky o a quién llamo para que barra las hojas o...  

 

JESSIE-  

No trates de detenerme, mama. No podrás. 

 

MAMA-  

(agarrándola otra vez, ésta vez, fuertemente) Sí que puedo. 

Me pararé frente a este pasillo y no podrás pasar (Luchan) Vas a tener que tumbarme para zafarte de mí, Jessie. No estoy dispuesta a dejarte... 

(MAMA lucha con JESSIE en la puerta y en la lucha JESSIE se le escapa y: ) 

 

JESSIE-  

(Casi un susurro) Buenas noches, mamá. 

(JESSIE desaparece en su cuarto y se oye el doble cerrar de la puerta justo cuando MAMÁ llega a ella) 

 

MAMÁ- (Gritando) ¡Jessie! (Golpeando la puerta) ¡Jessie, déjame entrar! No hagas esto, Jessie. No voy a dejar de gritar hasta que abras la puerta, Jessie. ¡Jessie! ¡Jessie! ¿Y si no hago nada de lo que dijiste que hiciera? ¡Le diré a Cecil lo mucho que te hizo sufrir! Y le daré el reloj de Ricky a Dawson y de la única manera que puedes estar segura de que haré lo que tú dices es saliendo afuera y obligándome. ¡Jessie! (Golpeando otra vez) ¡Jessie! ¡No lo hagas! ¡Yo no sabía! Yo estaba todo el tiempo aquí contigo. ¿Cómo iba a saber que estabas tan sola? 

(Y MAMA se detiene por un momento, frenética y sin aliento, pegando su oreja a la puerta y cuando no oye nada se aparta un poco otra vez y grita de nuevo.) 

¡Jessie! ¡Por favor!  

(Y se oye el disparo y suena como una respuesta, suena como un gran NO. Y MAMA se desploma contra la puerta, las lágrimas corriéndole libremente por las mejillas, pero sin gritar más ya. Con agotamiento pasmoso.) 

 

Jessie, Jessie, querida... perdóname. (Una pausa) Pensaba que eras mía. 

 

(Y abandona la puerta, y cruza la sala bordeando los muebles, como si no supiera dónde están las cosas, sin saber qué hacer. Finalmente va a la estufa en la cocina y coge la cacerola del chocolate y se la lleva con ella hasta el teléfono y no la suelta mientras marca el número. Mira la cacerola y se aguanta fuertemente a ella como si su vida dependiera de ella. Oye contestar a Loretta.) 

 

Loretta, déjame hablar con Dawson, querida. 

 

 

FIN