INVITACION A LEER

Un rufián en la escalera. Joe Orton.

Un rufián en la escalera Joe Orton Personajes: Mike                    Joyce                    Wilson ESCENA I ...

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10/9/10

de HÉCTOR OLIBONI, DRAMATURGO ARGENTINO, MONGO Y EL ÁNGEL














MONGO Y EL ÁNGEL


DE HÉCTOR OLIBONI, DRAMATURGO ARGENTINO.

hector.oliboni@gmail.com



(VISIÓN DIFUSA DE UNA CALLE DE BUENOS AIRES. FRENTES DESCOLORIDOS Y SUCIOS, CON LEYENDAS Y GRAFITTIS DE TODO TIPO. ACOSTADO, EN UNA ESPECIE DE ENTRADA PROTEGIDA DE UN EDIFICIO, SE VE A MONGO. ESTÁ DURMIENDO. UNA MANTA ROTA Y SUCIA LO TAPA HASTA LA CABEZA. SE ESCUCHA A LO LEJOS UNA MÚSICA DE JAZZ Y SONIDOS DE COCHES. MONGO, A VECES, SE SOBRESALTA PERO VUELVE A DORMIRSE. ENTRA PINO POR UN COSTADO. LLEVA UNA ENORME BOLSA SOBRE LOS HOMBRES. SUS ROPAS CASI NO TIENEN COLOR, SALVO UN GRIS UNIFORME RESULTADO DEL POLVO Y LA GRASA. MIRA A MONGO Y CAMINA HACIA UNA PILA DE BOLSAS DE BASURA QUE ESTÁN EN EL OTRO COSTADO. ABRE UNA DE ELLAS Y REVISA EN SU INTERIOR)

PINO: La concha de la lora........mierda......putos y conchudas!!!.......Cada vez menos.......¿Qué hacen con sus sobras?......(GRITA CON FUERZA) Recontraputos y conchudas.!!......¿Dónde pusieron sus sobras.....?...¿ Dónde?

(MONGO SE DESPIERTA POR LOS GRITOS, BAJA UN POCO LA MANTA Y MIRA A PINO MALHUMORADO).

PINO: Les hablo a ustedes conchudos. ¿Me escuchan ?!!!...........

MONGO: ¿Por favor, puede hablar un poco más bajo?

(PINO GIRA Y OBSERVA UNOS INSTANTES A MONGO. SE ACERCA).

PINO: ¿Te desperté? Perdoname hermano.....

(PAUSA)

PINO: Apoliyá.....apoliyá tranquilo......Yo voy a seguir buscando......

(CAMINA DE NUEVO HASTA LA BOLSA. REVUELVE Y SE LE ESCAPAN ALGUNOS INSULTOS, AUNQUE SE CONTIENE MIRANDO A MONGO. ENCUENTRA ALGO, QUIZÁ UNA FRUTA MEDIO PODRIDA O UN PAN DURO)

PINO: Aleluya hermano! La vil materia se hizo presente.........

(COMIENZA A COMER CON DELEITE LO QUE ENCONTRÓ. MONGO LO MIRA CON ASCO)

PINO: ¿Querés una parte hermano?

MONGO: No... gracias....

(SE PONE LA MANTA SOBRE LA CABEZA. PINO SE ACERCA Y LE DESCUBRE LA CARA)

PINO: ¿No querés probar?

(PAUSA. MONGO VUELVE A CUBRIRSE)

PINO: ¿Te da vergüenza? No tengas miedo hermano. La apariencia no es lo real.

(MONGO SE DESCUBRE Y LO MIRA EXTRAÑADO. PAUSA)

MONGO: ¿Le falta mucho?

PINO: Me falta mucho más de lo que yo mismo creo.

MONGO: ¿Tiene que revisarlas todas?

PINO: No lo sé. Es lo que te dije antes.

(VUELVE HACIA LAS BOLSAS. DESPARRAMA EL CONTENIDO DE UNA SOBRE EL PISO. MONGO SE SACA LA MANTA DE ENCIMA Y SE INCORPORA. SUS ROPAS ESTÁN TAN SUCIAS Y ROTAS COMO LAS DE PINO)

MONGO: Basta! Deje de tirar eso en la vereda!

PINO: ¿Qué?

(MONGO SE ACERCA AMENAZANTE.)

MONGO: Le dije que deje de tirar esa porquería en la vereda!

(PINO DE DETIENE Y LO MIRA ASOMBRADO)

PINO: Porquería.....¿.A qué te referís hermano? ¿A esto ? (TOMA UN PUÑADO DE BASURA) Esto no existe.......No existe....

(LE EXTIENDE LA BASURA A MONGO QUE RETROCEDE ASQUEADO)

PINO: No existe te digo.....

(SE LEVANTA Y VA HACIA MONGO CON LAS MANOS LLENAS DE BASURA)

PINO: ¿Te das cuenta? ....Es ....como cualquier otra.........

MONGO: Basta! ...No me obligue a golpearlo.....Por favor no me obligue....

(EXTRAÑADO PINO SE DETIENE)

PINO: ¿Sos capaz de pegarme.....por esto?

MONGO: Si......Déjelo de nuevo en la bolsa.

(TRAS UNA LARGA PAUSA DONDE LOS DOS SE MIRAN, PINO ESTUDIA LO QUE HAY EN SUS MANOS, VUELVE Y TIRA LA BASURA SOBRE LAS BOLSAS.)

PINO: ¿Así está bien?

MONGO: Está mejor......

(NUEVA PAUSA. LARGA. PINO SIGUE REVISANDO LA BASURA Y MONGO NO SE ANIMA A VOLVER A ACOSTARSE.)

MONGO: En serio. ¿No quiere irse un poco más lejos? Total, para usted es lo mismo. Mire, este es un teatro. Casi no tiran nada. En la otra cuadra tiran más cosas.

PINO: Ya voy a llegar....Ahora me interesa buscar aquí.....Estos putos......Conchudos!...

MONGO: No grite......La gente enfrente está durmiendo. Van a llamar a la policía........

PINO: ¿Y a mí?

MONGO: Nos van a llevar presos......

PINO: Puede ser......Presos......Boludos...boludos!.......

(CAE ALGO CERCA DE PINO. MONGO SE REFUGIA EN LA ENTRADA.)

MONGO: ¿Se da cuenta? La próxima llaman a la policía......

PINO: ¿Y a mí?

MONGO: (MUY IRRITADO A usted no sé...Pero yo no quiero ir preso!

PINO: ¿Porqué?

MONGO: Porque no...........

PINO: (ACERCANDOSE) ¿No querés?

MONGO: No!...

PINO: ¿Tenés miedo? Si tenés miedo estás jodido.......

MONGO: No tengo miedo!

PINO: ¿No?

MONGO: No......(.PAUSA) ¿Se va a ir?....Esta es mi vereda.....

PINO: ¿Esta vereda es tuya? Entonces también son tuyas esas bolsas. ¿Por eso estás enojado?

¿Porque te saqué las bolsas?.

MONGO: No es por eso. Puede llevárselas todas si quiere...

PINO: No me interesa.......Tenés miedo. A mí no me engañás. El miedo se te siente en la voz Y tenés olor a miedo......

MONGO: ¿De qué habla? Mire, no quiero enojarme....No quiero echarlo......No quiero...

PINO: Vos no querés ni dejás de querer hermano......Esperás.... Eso es todo lo que podés hacer. Nada más.......Y yo hoy tengo que estar aquí.

(MONGO VA A REPLICAR PERO SE CONTIENE. SE ACUESTA EN LA ENTRADA DE NUEVO Y SE TAPA CON LA MANTA HASTA CUBRIRSE LA CABEZA)

PINO: Tengo que estar aquí.....Porque por aquí van a pasar....

(MONGO SE TAPA LOS OÍDOS CON LAS MANOS.)

PINO: Aunque te tapes los oídos van a pasar.

MONGO: (GRITANDO) ¿Quién? ¿Quién carajo va a pasar?

(PINO LO MIRA) PINO: ¿Ves que tenés miedo? (Pausa) El milagro

(MONGO LO MIRA EXTRAÑADO. PINO NO DICE NADA MAS. CONTINÚA BUSCANDO EN LAS BOLSAS. SACA DE UNA DE ELLAS UN ÁRBOL DE NAVIDAD ROTO Y PARTIDO)

PINO: Mejor dicho los milagros...

(TRATA DE ARREGLAR EL ÁRBOL. POR SUPUESTO NO PUEDE. MONGO LO OBSERVA IRRITADO)

MONGO: No se puede arreglar! ¿No se da cuenta? Por eso lo tiraron.

(PINO LO MIRA PERO SIGUE EN LO SUYO)

PINO: Lo importante es tratar.

(MONGO SE PARA CON CIERTA RABIA)

MONGO: Mire....señor. Estoy intentando ser amable. Pero...dentro de poco va a amanecer Es lunes y yo necesito trabajar.

PINO: ¿Y quién te lo impide? (Extrañado) ¿Yo? Por mi podés ir.....

MONGO: Tengo que trabajar aquí!

PINO: ¿En este lugar?...¿En la vereda? Raro....Está bien. Trabajá. Yo no te voy a molestar.

MONGO: Sí, me molesta.

PINO: ¿Porqué? Si querés me corro bien para allá. ¿Aquí ves? No te molesto más.....pero no me puedo ir. Tengo que quedarme porque por aquí...

MONGO: Va a pasar el milagro....

PINO: Justo. Y yo necesito estar.

(MONGO IMPACIENTE NO SABE CÓMO CONTINUAR)

PINO: ¿Vos también lo vas a esperar?

MONGO: No!! ¿Que mierda...?.(SE CONTIENE) ¿Qué milagro?

(PINO LO MIRA SIN CONTESTAR. VUELVE A PONER EL ÁRBOL EN LA BOLSA)

PINO: Una pena. Podría haberle servido a alguien.

MONGO: Contésteme. ¿Qué milagro?

(PAUSA. PINO SE PARA. MIRA HACIA ARRIBA. A LOS COSTADOS)

PINO: No te lo puedo decir. Es un secreto.

(MONGO SE ACERCA AGRESIVO. PINO NO SE MUEVE)

PINO: Tenés miedo.

(MONGO, DESPUÉS DE MIRARLO FIJO SE ALEJA)

PINO: Disculpame hermanito. No quiero joderte. ¿Qué necesitás para poder trabajar?.

MONGO: Que se vaya. Y que esto esté más limpio. Así no se va a parar nadie.

PINO: ¿Parar? ¿Quién tiene que pararse?

MONGO: La gente...Esto es un chiquero...

(PINO LO OBSERVA ATENTAMENTE. DESPUÉS HACE UN CHASQUIDO CON LOS DEDOS. COMIENZA A TOMAR LA BASURA TIRADA EN EL PISO Y VUELVE A COLOCARLA DENTRO DE LAS BOLSAS)

PINO: Listo! Ya está todo limpio! (MIRANDO EL CIELO) Por allí está por nacer el sol. Lástima, no lo vamos a poder ver por esos edificios. Se acabó el silencio. Me gusta el silencio..¿sabés?

MONGO: No parece.

PINO: Eso fue para despertarlos.

MONGO: Claro.

PINO: Están todos dormidos.

MONGO: Ahora seguro que no.

PINO: Ojalá! Bueno...¿y cuándo empezás a trabajar?.

MONGO: Cuando venga la gente....y usted se vaya.

(PINO LO MIRA FIJAMENTE)

PINO: Si vos lo querés.....

(SE COLOCA LA BOLSA SOBRE LOS HOMBROS Y COMIENZA A MARCHARSE)

PINO: Vos también estás dormido.

(SALE)

APAGON

ESCENA II

(MISMO LUGAR UN TIEMPO MÁS TARDE. CAMBIO DE LUCES. SE VE A MONGO TOCANDO UN VIOLÍN. A SU LADO, EN EL PISO, EL ESTUCHE Y UNA PEQUEÑA BOLSA PARA RECIBIR DINERO. TOCA MUY BIEN. APARECE PINO POR UN COSTADO Y MIRA A MONGO CON ADMIRACIÓN. CUANDO TERMINA LA CANCIÓN APLAUDE CON ENTUSIASMO)

PINO: Bien. Muy bien hermano! Tocás con mucho corazón.

(MONGO LO MIRA CON FASTIDIO. COLOCA CON MUCHO CUIDADO EL VIOLÍN EN SU ESTUCHE Y REVISA LA BOLSA).

PINO: ¿Poca cosecha? Te quivocás hermano. A estos...(señala) ya no les interesa la música.

(SACA DE LA BOLSA QUE LLEVA SOBRE EL HOMBRO UN POCO DE PAN)

PINO: ¿Querés?

(MONGO VA A RECHAZARLO, PERO DE PRONTO EXTIENDE LA MANO Y LO TOMA. GIRA AVERGONZADO Y COMIENZA A MASTICARLO. PINO LO MIRA. BUSCA EN SU SUCIO PANTALÓN Y SACA UNAS MONEDAS QUE VA TIRANDO DENTRO DEL BOLSO. MONGO INTERRUMPE LA COMIDA PARA OBSERVARLO)

PINO: Es menos de lo que merecés.

MONGO: ¿Porqué?

PINO: ¿Porqué vos tenés que hacer esto? Tocás muy bien.

MONGO: Muchos tocan bien. ¿Y usted?

PINO: ¿Qué?

MONGO: ¿Porqué está así ....?

PINO: (SERIO) Porque yo soy un ángel.

(MONGO LO MIRA. DECIDE REIRSE)

PINO: No es un chiste. Soy un ángel

MONGO: Claro.

PINO: Y vengo a despertar a la gente. Están dormidos.

MONGO: Ya no.

PINO: Ojalá!.....¿Te gustó el pan?

MONGO: Estaba pasable.

PINO: ¿Podés tocar de nuevo?

MONGO: ¿Para qué? No hay nadie.

PINO: Estoy yo.

(MONGO LO MIRA, SE ENCOGE DE HOMBROS Y TOMANDO EL VIOLÍN COMIENZA NUEVAMENTE A TOCAR UNA MÚSICA TRISTE Y MELANCÓLICA. PINO LO OBSERVA. POR UN TIEMPO SÓLO SE ESCUCHA LA MÚSICA. TERMINA. PINO VUELVE A APLAUDIR CON ENTUSIASMO)

PINO: De verdad tocás bien. Lástima qué estés tan triste.

MONGO: ¿Y qué quiere?.......

(SE DETIENE. MIRA A PINO Y A SU ALREDEDOR. VUELVE A GUARDAR EL VIOLÍN)

PINO: ¿No te gusta tocar? (MONGO LO MIRA) ¿Y entonces?. Sos raro. Triste y con miedo.

¿Porqué dormís en la calle?

MONGO: Porqué se me da la gana.

(PAUSA. PINO LO OBSERVA )

PINO: ¿Vos no crees que yo soy un ángel?

MONGO: Por supuesto que no. Déjese de embromar!

PINO: Mirá.

(SACA COMO DEL AIRE UNA MONEDA DORADA)

PINO: Tomá.

(MONGO TOMA CASI AUTOMÁTICAMENTE LA MONEDA)

MONGO: ¿Cual es el juego?

(MIRA DE NUEVO LA MONEDA)

PINO: Es de oro.

(PAUSA. MONGO ESTÁ CONFUNDIDO MIRA LA MONEDA Y A PINO)

PINO: Están más cerca. ¿No crees?....Los milagros.

MONGO: No...Lo único que entiendo es que me está jodiendo.

PINO: Ya tenés la moneda. Podés ir a un hotel y dormir. También podés quedarte y ver los otros milagros.

MONGO: ¿Los otros...?

PINO: Si. Va a haber otros.(PAUSA)

MONGO: (SONRIENDO POR PRIMERA VEZ) ¿Y para cuando los milagros ángel?

PINO: ¿Cómo?.....¿No te diste cuenta?

MONGO: No.

PINO: Ese es uno de los mayores defectos de la gente (ENOJADO) Todo tiene que ser grande, estruendoso. Si no, no sirve. No interesa. Mucho lío, mucha gente, muchas máquinas Ya sé.

Vos esperás que resucite a un muerto. O haga ver a un ciego. O me eleve en el aire con dos alitas pegadas a la espalda.

MONGO: Yo no dije nada.

PINO: Pero lo pensás. En este momento estabas pensando eso. ¿O no?

(MONGO LO MIRA)

MONGO: No! No estaba pensando en nada.

PINO: La mente en blanco.

MONGO: Si!

(PAUSA)

PINO: Mierda ché. A veces tengo ganas de mandar a los hombres al diablo. Con todo respeto. No entienden nada. Muy bien, al grano ¿De verdad no crees que yo soy un angel?

MONGO: La verdad, no. No puedo creerlo.

PINO: ¿Porqué no?

MONGO: Porque este mundo es un quilombo. ¿Cómo pueden existir los ángeles?.

PINO: No te entiendo.

MONGO: No pueden existir ángeles en este mundo. Mire a su alrededor.

(PINO SE QUEDA CALLADO)

PINO: Los mortales no pueden entender el plan divino.

MONGO: Seguro. Usted si lo entiende.

PINO: Soy un ángel.

MONGO: Quiere que le diga algo. Me tiene harto con lo del ángel. Por favor, se lo pido por favor, ¿me puede dejar tranquilo?. Lo único que necesito es que me deje trabajar para ver si saco algo para la comida

PINO: No necesitás prostituirte hermano. Ya tenés la moneda.

(MONGO MIRA LA MONEDA EN SU MANO. HACE ADEMAN DE TIRARLA)

PINO: No rechaces la caridad divina .

MONGO: Muy bien, no la rechazo. Pero váyase por Dios. Si me ven aquí hablando con usted nadie se va a parar.

PINO: ¿No tendrías que tocar para que la gente se pare? Digo, no te pongas nervioso. Además, en este lugar. No pasa nadie. ¿Te das cuenta? Es un teatro.

MONGO: (CONTENIENDOSE) A mitad de cuadra hay varios edificios de oficina.

PINO: Ah….¿Y a la noche? (PAUSA) ¿Porqué te quedás a dormir aquí? Podés ir a dormir al subte. Es bárbaro. A las once cierran todo y te podés quedar tranquilo hasta la mañana. Nadie te jode. Es como un cementerio. Yo me llego un diario y algunos cartones que encuentro por ahí, y atorro una barbaridad. Esta noche te invito. Claro que si querés ir a un hotel no me voy a enojar.

MONGO: ¿A un hotel? Mire, cortela con el tema. Me gusta dormir aquí.

PINO: (MIRANDO A SU ALREDEDOR) Debés cagarte de frío.

MONGO: No. No tengo frío. Me gusta estar aquí….pegado al teatro.

(PAUSA)

PINO: Sos un tipo raro vos. ¿Sos artista?

MONGO: No.

PINO: Pero tocás el violín. Y te gusta dormir al lado del teatro. En fin, cada uno tiene su raye. Lo que me molesta es que no me tutees hermano. ¿A todo el mundo le hablás así?

MONGO: ¿ Así cómo?

PINO: Y…de usted…de lejos. Como cuidándote que no te toquen.

(MONGO LO MIRA. DECIDE NO CONTESTARLE)

MONGO: ¿Puede alejarse usted un poco por lo menos? Voy a tocar algo a ver si se acercan. Van todos por enfrente.

PINO: Tienen miedo de la manga.

MONGO: Tienen miedo de usted.

PINO: ¿De mí? (PEQUEÑA PAUSA) Por ahí es cierto. En esta época hasta de los ángeles desconfía la gente.

(MIRA A MONGO QUE LE DA LA ESPALDA Y TOMA EL ESTUCHE DEL VIOLIN)

PINO: Hermano, te aconsejo que toques algo más alegre. Si no van a rajar todos al galope. Algo boludo, pero pegadizo. ¿Viste?. Acordate que lo importante son los fines. no los medios.

(MONGO LO MIRA)

MONGO: ¿Quién es usted?

PINO: Ya te lo dije.

MONGO: Si. Me lo dijo. Voy a tratar.

PINO: ¿Te resulta difícil no?

(MONGO VUELVE A MIRARLO EXTRAÑADO)

MONGO: Usted también es raro.

PINO: ¿Te diste cuenta? Bueno, está bien, está bien. Me voy. Pero esta noche vuelvo. Me toca esta zona. La semana pasada estuve por el Sur. Sapo completo hermano. Hasta la vista. Y acordate. Alegre. Bien movido.

(SALE. MONGO ESPERA UNOS INSTANTES Y DESPUES SE COLOCA EN POSICION PARA EMPEZAR A TOCAR. LA MUSICA SUENA UN POCO MAS ALEGRE)

APAGON

ESCENA III

(MISMO LUGAR. NOCHE. MONGO ESTA SENTADO CONTRA LA PARED. PARECE ABSTRAIDO EN ALGUN PENSAMIENTO TRISTE. GOLPEA CON FUERZA LA PARED. SE PARA. VA HACIA EL LUGAR DONDE DUERME Y BUSCA DENTRO DE UNA BOLSITA. ENCUENTRA LA MONEDA QUE LE HABIA DADO PINO. LA ESTUDIA. MENEA LA CABEZA)

MONGO: No puede ser. …

(LA COLOCA EN EL MISMO LUGAR. ENTRA PINO CON SU ENORME BOLSA. MIRA A MONGO CON SIMPATIA)

PINO: Hola hermanito. ¿Cómo va eso?

(MONGO GIRA DE GOLPE)

PINO: ¿Algo nuevo? ¿Se despertaron?

(SE RIE CON TODA LA BOCA)

PINO: Imposible. No creo que los dejen.

MONGO: Si usted se lo propone seguro que lo logra

PINO: No es tan fácil. A veces ni los ángeles podemos.

MONGO: Me imagino. Debe ser duro.

PINO: Ya lo creo. Muy duro.

(MIRA A MONGO. NO LE GUSTA LO QUE VE)

PINO: ¿No me estarás cargando no?

MONGO: No. Todavía estoy esperando el milagro.

PINO: Me estás cargando. No importa. A los ángeles no les llegan las ironías.

(GIRA Y SE PONE A BUSCAR EN LAS BOLSAS)

PINO: Me parece que aquí tampoco hay demasiado hermano. La cosa está jodida. Si seguimos Así, no habrá ni siquiera basura.

MONGO: Ya le dije que esto es un teatro. No tiran muchas cosas. Además es martes. No hubo función.

PINO: Cierto. Hace unos años había función todos los días.

MONGO: ¿Y usted cómo lo sabe?

PINO: Porqué soy un….no te lo voy a repetir.

MONGO: No. Mejor no. (PAUSA) ¿Se va a quedar mucho tiempo?

PINO: Un tiempo largo. Supongo que ahora no me vas a decir que tenés que trabajar-.

MONGO: Quiero dormir.

PINO: Andá a una pensión.

MONGO: ¿Con qué?

(PINO SE LEVANTA ENOJADO)

PINO: ¿Cómo con qué? ¿Y lo que te dí ayer?

MONGO: Esa…debe ser falsa.

PINO: No es falsa.

MONGO: Tiene que ser falsa. ¿De dónde la sacó?

PINO: Es un problema mío. No es falsa.

MONGO: Es falsa. ¿Qué quiere, que pase un papelón?

PINO: ¿Porqué vas a pasar un papelón?

MONGO: Porque se van a reír de mí.

(SE QUEDAN LOS DOS ENFRENTADOS)

PINO: Hombre de poca fe.

MONGO: Pero con vergüenza.

(PINO LO MIRA)

PINO: ¿Con vergüenza?

(LE MUESTRA SU VESTUARIO Y SEÑALA EL LUGAR DONDE DUERME)

PINO: Vergüenza.

MONGO: Si. Y con dignidad.

PINO: ¿Ganaste mucho hoy? Tocando.

(MONGO GIRA Y ESQUIVA SU MIRADA)

PINO: (LO SIGUE) Confesalo. ¿Te sentiste digno?

MONGO: (EXPLOTANDO) Déjeme en paz.

PINO: No. Quiero que entiendas.

MONGO: ¿Qué? ¿Qué mierda quiere que entienda? ¿Qué?

(PAUSA. SE MIRAN)

PINO: Nada. Si no entendés es al pedo que te lo diga. Voy a seguir buscando.

(NUEVA PAUSA. PINO VUELVE A LO SUYO. MONGO SE VA ENCIMA DE EL)

MONGO: No se haga el sabio. ¿Qué tengo que entender? Hable!!!

PINO: Lo de la dignidad. (GESTO DE NO ENTENDER DE MONGO) Lo de la dignidad hermano. No tenemos dignidad.

(MONGO LO MIRA IRACUNDO PERO SE CALMA)

MONGO: Me gustaría que termine pronto.

PINO: Voy a tratar.

MONGO: Trate. Tengo que dormir.

PINO: Y dormite.

MONGO: No puedo. Con usted aquí.

PINO: No hago ruido. No grité. Puedo recitar algo si querés: "To be or not to be: that is de question"

(SORPRESA DE MONGO)

PINO: No te sorprendás querido. Esa frase la sabe todo el mundo. Es patrimonio colectivo.

(TRANSICION) Acordate que soy un ángel.

MONGO: Me acuerdo. Me acuerdo. Me acuerdo mucho. Bueno por favor termine y váyase.

PINO: Basta viejo.!!! Cortala. Acostate y apoliyá de una vez. No te jodo para nada.

MONGO: Si, me jode. Está allí buscando no sé qué mier….Por ahí se le ocurre vaciar las bolsas en la vereda. Y hace una porquería.

(PINO LO MIRA UN RATO. VUELVE A LO SUYO)

PINO: No te preocupés viejo. No voy a tirar nada en tu hermosa vereda. Toco y me voy.

MONGO: ¿Qué?

PINO: ¿No conocés eso? Sos raro viejo. Pareciera que la calle está afuera tuyo. ¿Nunca escuchaste esa frase?

MONGO: No.

PINO: Te dije que te falta calle. ¿De donde venís hermano?

MONGO: No le importa.

PINO: Bueno, cada cual a lo suyo entonces. Yo a la basura y vos a dormir.

MONGO: (CASI SACADO) Le dije que no me voy a dormir hasta que no se vaya!.

PINO: Bueno, cálmese viejo.

MONGO: No me calmo un carajo! Quiero que se vaya!

(DURANTE LAS ULTIMAS FRASES APARECE POR UN COSTADO LILIANA. VESTIDA EN FORMA PROVOCATIVA. ES UNA MUJER DE MEDIANA EDAD TODAVIA ATRACTIVA. SE QUEDA PARADA ESCUCHANDO CON UNA SONRISA)

LILIANA: Qué boquita! Se me cae la cara de verguenza.

(SE RIE CON DESENVOLTURA Y SE ACERCA UN POCO. MONGO LA OBERVA INCOMODO MIENTRAS PINO GIRA Y LA CONTEMPLA SONRIENTE)

PINO: Hola Lil. ¿Qué hacés por aquí?

LILIANA: ¿Cómo qué hago? Vivo por aquí.

PINO: ¿En serio?

LILIANA: Lo juro por vos.

(SE MIRAN Y SE ECHAN A REIR JUNTOS)

PINO: Te presento al artista.

LILIANA: Hola.

PINO: Y dueño de la vereda.

(MONGO LO MIRA FURIOSO)

MONGO: No soy el dueño de la vereda.

PINO: Vos me lo dijiste.

MONGO: Yo no dije nada.

LILIANA: No se calienten muchachos. Aunque no vendría mal. La noche está muy fría. Yo me voy para casa. Estoy un poco jodida. De aquí (SE TOCA EL PECHO)

PINO: No parece. Y, claro, así no podés trabajar.

LILIANA: Y no. (DANDOSE CUENTA) Boludo. ¿Te crees muy piola angelito?

(MONGO LA MIRA CON SORPRESA. PINO SE DA CUENTA)

PINO: El no me cree.

LILIANA: ¿No le creés?. ¿Porqué?

MONGO: No sé de qué hablan.

LILIANA: De él.

PINO: De mi.

(MONGO LOS MIRA)

MONGO: Parece qué se conocen.

(LILIANA Y PINO SE MIRAN Y SUELTAN LA CARCAJADA)

PINO: ¿Si nos conocemos? Y sí. No bíblicamente digamos.

LILIANA. No es necesaria la aclaración.

PINO: Nunca se sabe. Hay que ver los ratones que tiene en la cabeza el artista.

MONGO: No soy artista.

PINO: Tocás muy bien. Tenés que escucharlo como toca el violín.

LILIANA: ¿En serio?

PINO: Te juro. Porque no le mostrás.

MONGO: Ahora no. Es de noche.

PINO: ¿Y

MONGO: Se van a enojar

PINO: ¿Y a mí?

MONGO: Van a llamar a la policía.

PINO: Otra vez con eso. ¿De qué tenés miedo?

MONGO: De que me pongan preso.

PINO: Eso no es importante.

MONGO: Para mí sí.

LILIANA: Dejalo Pinito. Tiene razón cada cual sabe donde está pisando. A mí tampoco me conviene.

PINO: ¿Porqué?

LILIANA: Porque…no estoy bien. Y me van a joder. Ya lo hicieron la semana pasada.

PINO: ¿Te pegaron?

LILIANA: No. Eso no. Tuve que trabajar gratis. Y mucho.

(PAUSA. PINO SE LA QUEDA MIRANDO CON GESTO TRISTE Y MONGO SIN ENTENDER DEMASIADO)

PINO: Qué hijos de puta! (PAUSA) ¿Pero vos no estabas arreglada con el jefe?

LILIANA: Si. Pero ahora la corte también quiere su parte.

PINO: Y bueno Lil. eso te pasa por ser tan linda.

LILIANA: No es divertido Pinito.

PINO: No perdoname.

(PAUSA. LOS TRES SE MIRAN UN RATO)

LILIANA: ¿Así que tocás el violín?

MONGO: Un poco.

PINO: Un poco mucho. Toca como los dioses. Perdón padre (MIRA AL CIELO)

(LILIANA LARGA LA CARCAJADA)

PINO: Es malo burlarse de las cosas divinas.

LILIANA: Perdón. Me había olvidado.

PINO: Se acepta. Gente de poca fe. El tampoco me cree.

LILIANA: Si yo te creo. ¿ Usted no?

(MONGO LA MIRA PARA CERCIORARSE SI HABLA EN SERIO)

MONGO: No sé a qué se refiere.

LILIANA: Te referís.

MONGO: ¿Qué?

LILIANA: Digo que me tutees.

PINO: ¿Viste qué tipo raro? Nunca chechea. Siempre ustea. Muy raro.

LILIANA: Me refiero a si no le crees que es un ángel.

MONGO: La verdad….¿Me lo dice en serio?

LILIANA: Totalmente en serio.

MONGO: No, no lo creo.

LILIANA: ¿No le tenés fe?

MONGO: (EXPLOTANDO) No!

(LILIANA LO OBSERVA UN RATO EN SILENCIO)

LILIANA: ¿Sabés que estás bastante…interesante?

(MONGO LA MIRA UN INSTANTE Y DESVIA LOS OJOS)

LILIANA: En serio. ¿Pinito, no es cierto que está interesante?

PINO: Los ángeles no tenemos esas preocupaciones.

LILIANA: ¿No?

(SUELTA UNA CARCAJADA LARGA. PINO LA OBSERVA DIVERTIDO Y MONGO GIRA MUY RAPIDAMENTE PARA ESTUDIARLA)

LILIANA: Me llamo Liliana. ¿Y vos?

MONGO: (A REGAÑADIENTES) Mongo..

LILIANA: ¿Cómo?

MONGO: Mongo!! .Me llamo Mongo.

(PINO DE ACERCA)

PINO: ¿Es tu apellido?

MONGO: No. Mi nombre.

(ENOJADO VA HACIA SU LUGAR Y SE SIENTA. LILIANA LO MIRA CON MAYOR INTERES)

PINO: No puede ser. Mongo! (RIENDOSE) Me hace acordar a eso de Mongo….

(SE RIE A CARCAJADAS.LILIANA QUIRE CONTENERSE PERO LE CUESTA)

LILIANA: Pino. Basta! Tampoco tu nombre es un poema.

PINO: ¿Ah no? Pino. ¿No te hace acordar a una noche de luna en un bosque? ¿A un hermoso perfume? ¿A un enorme árbol que cobija el cansancio de los caminantes?

LILIANA: Huyy!!! Qué románticos estamos angelito.

PINO: Mongo.!!! Andá a decírselo a Mongo Aurelio.

(VUELVEN LAS CARCAJADAS. MONGO SE LEVANTA ENOJADO Y SE ACERCA A PINO, LO TOMA DE SU CHAQUETA Y CASI LO LEVANTA DEL PISO)

MONGO: Termine de reir!!!!!Termine ya!!!!

(PINO SE DETIENE DE GOLPE. MONGO POCO A POCO SE VA CALMANDO CON LA AYUDA DE LILIANA, QUE SE ACERCA A TOCARLO. ESO LE PRODUCE OTRO GESTO CASI DE RECHAZO, SUELTA A PINO Y SE ALEJA)

LILIANA: ¿Qué me contás angelito? Tu amigo parece que tiene mucha fuerza (ADMIRADA) Mucha!!! Me…encantó.

PINO: Claro! Porque a vos no te agarró.

LILIANA: Me gustaría.

(SE ACERCA A MONGO)

LILIANA: Disculpalo. No creo que lo haya hecho con mala leche. Pinito es un alma de Dios.

(SE RIE. SE ACERCA MAS A MONGO, QUE TRATA DE EVITARLA)

LILIANA: (TOMANDO DE UN BRAZO MUY SUAVEMENTE) ¿En serio nene que ese es tu nombre?

(MONGO GIRA Y SE ALEJA UNOS PASOS SOLTANDOSE. ESO PROVOCA UN GESTO DE RABIA DE LILIANA)

LILIANA: No te voy a comer. Si no querés contarnos nada estás en tu derecho. Pero no hace falta que te pongas tan arisco. ¿O no te gustan las mujeres?

(MIRA A PINO. MONGO GIRA EN ESE MOMENTO Y SORPRENDE EL GESTO. VA A REACCIONAR PERO PREFIERE HACERSE EL DISTRAIDO)

MONGO: Es mi sobrenombre. Mongo. Es mi sobrenombre. Desde chico me llamaban así.

(PINO VA A DECIR ALGO PERO LILIANA LE HACE UN GESTO DE SILENCIO)

LILIANA: ¿Y cuál es tu verdadero nombre?

MONGO: (TRAS UNA PEQUEÑA PAUSA) Antonio.

LILIANA: Lindo. Lindo nombre. Yo tuve alguna vez….

(PINO Y MONGO SED QUEDAN ESPERANDO QUE SIGA)

LILIANA: No tiene importancia. ¿Y qué estás haciendo por aquí?

(MONGO SEÑALA EL LUGAR)

MONGO: Duermo aquí.

LILIANA: ¿Aquí? ¿Con este frío?

PINO: Yo le dije. Que vaya al subte. Pero es un cabezón. Perdón. No quise decir nada.

LILIANA: ¿No tenés ni siquiera unos mangos para ir a una pensión?

(SILENCIO DE MONGO)

LILIANA: Mirá te cuento que hay lugares donde se puede pasar la noche sin pagar. Y a la mañana te dan un desayuno y todo. Increíble. No son la octava maravilla, hay pocos baños, pero por lo menos no te congelás. ¿No estás enterado? (SILENCIO DE MONGO.

PEQUEÑA PAUSA) Hay un chabón medio loco que está recorriendo todos los lugares donde paran los cirujas, y los chicos y mujeres que no tienen donde dormir, y les da un papelito donde están la dirección y el teléfono de esos sitios. (RIENDOSE PERO SIN GANAS) Y él tiene menos que cualquiera. Hizo miles de papelitos con las servilletas de los bares. ¿Te das cuenta? Hay cada loco…

(MONGO LA MIRA SIN COMENTARIOS. PAUSA LARGA)

PINO: No quiere irse. Porque después durante el día toca el violín y pide limosna.

MONGO: No es limosna!!!.

PINO: Perdón es cierto. Es la retribución a su arte. Lástima que la gente no se entera de eso en estos tiempos. ¿Es una cuestión de dignidad no?

(MONGO LO MIRA Y SE DA VUELTA. LILIANA LO SIGUE Y SE PARA CERCA DE EL)

LILIANA: ¿No querés que te toque?

MONGO: No. No es eso….

LILIANA: ¿Qué es?

PINO: Te dan alergia.

MONGO: No!

PINO: Se fue con un amigo.

MONGO: No!

PINO: Con una amiga.

(MONGO SE ENFUERECE Y LILIANA SE RIE)

LILIANA: No te enojes hermoso. Pinito es muy divertido. Muchas noches la pasamos mejor cuando él está presente. Es jodón. Pero no tiene maldad.

PINO. Obvio. ¿Cómo voy a tener maldad?

(VA HACIA LA BASURA)

PINO: Y ya me están distrayendo mucho . Tengo que trabajar.

LILIANA: ¿Buena cosecha?

PINO: Pésima.

LILIANA: Igual que yo. Lo que pasa es que cada vez somos más para repartirnos el hueso.

(PEQUEÑA PAUSA) Hace unos años éramos más bien pocas. Y todas ligábamos algo. Pero ahora!.

PINO: Es lo que yo digo. Demasiada competencia. Muchos buscas para pocas basuras. O para pocas cosas en la basura. ((COMIENZA A GRITAR) Conchudas!!! Putos.!! ¿Dónde guardan las sobras?….

(MONGO SE ACERCA AMENAZANTE)

MONGO: (EN VOZ BAJA) Cállese la boca.!

PINO: Está bien…Está bien jefe. Me olvidé.

(MONGO NO MUY CONVENCIDO SE ALEJA Y SE SIENTA SOBRE SU MANTA. PINO SIGUE BUSCANDO CON UNA SONRISA Y LILIANA, DIVERTIDA, SE VA ACERCANDO Y SE SIENTA AL LADO DE MONGO)

LILIANA: ¿Tenés mucho miedo que venga la yuta?

(MONGO LEVANTA LA VISTA EXTRAÑADO)

LILIANA: La policía…..¿Cuánto hace que estás en la calle?

MONGO: No mucho.

LILIANA: ¿Qué hacías antes?

(SILENCIO DE MONGO)

LILIANA: ¿No me querés contar? Estás en tu derecho. ¿Querés que te cuente yo? Supongo que sabés de qué trabajo

MONGO: Me doy una idea.

(LILIANA Y PINO SUELTAN LA CARCAJADA. LIL.IANA ENSEGUIDA SE DETIENE PARA CALMAR A MONGO)

LILIANA: Esperá. No nos estamos burlando de vos. Me resultó muy divertido eso de me "doy una idea". Y vos seguí con la basura y dejá de parar la oreja.

(PINO HACE UN GESTO FARSESCO DE SUMISION Y CONTINUA SU TRABAJO)

LILIANA: Siguiendo con el tema. Trabajo de eso que vos te das una idea. Hace muchos años. Unos cuantos por lo menos. Y no me compadezcas, si eso se te pasó por la cabeza. Al principio me sentía un poco avergonzada. Pero eso ya pasó. Me gusta mi trabajo. No te extrañés. Me gusta. Hay cosas mucho peores para una mujer. Bah para un ser humano.

(MONGO SE SORPRENDE)

MONGO: ¿Por ejemplo?

LILIANA: Por ejemplo trabajar catorce horas por día y ganar un sueldo para cagarte de hambre. O tener que aguantar un jefe que te toque el culo y callarte para no perder el laburo. O soportar que te jodan todos los días…En fin... Muchas cosas. Hay muchas cosas mucho peores que caminar por la calle y aceptar a quién vos querés o mandar a la mierda a quien no querés. Ser libre de laburar cuando querés y ser esclava cuando vos querés. Claro que ahora la cosa cambió bastante. Pasaron muchos años. Y estoy más vieja. Bueno basta! Te estoy dando la lata.

(PEQUEÑA PAUSA)

MONGO: ¿Y cómo empezaste?

LILIANA: (MIRANDOLO) ¿Te interesa?…Bueno creo que ya me olvidé. Tuve una familia. Tuve un papá. Que necesitaba tomar para estar bien. Y cuando tomaba podía hacer desastres.

(PAUSA.

LILIANA: ¿Entendés? Yo ya me olvidé. En serio. Después fui feliz. Lástima que ahora la cosa cambió. Mucha competencia como dijo Pinito. La globalización..

(MONGO LA MIRA SORPRENDIDO)

LILIANA: Tiene que ver. Tiene que ver. ¿No Pinito?

PINO: Y sí hermano, es verdad. Y no puede ser. Así no hay basura que alcance.

(RISAS DE LILIANA Y SONRISA DE MONGO)

PINO: Ustedes ríanse pero ahora necesito diez noches para juntar lo que antes juntaba en una.

LILIANA: A mi me pasa lo mismo.

PINO: ¿Tenés que…. laburar más?

LILIANA: Más y peor. Porque ahora hay que "adornar" a varios más que antes. Y además hay más competencia que tiene más hambre. Eso sin contar a los travestis.

PINO: Racista!

LILIANA: Boludo!

PINO: Oligarca.

LILIANA: ¿Qué?

PINO: Nariz para arriba.

LILIANA: Vos sabés que no soy así. Que no era. Pero ya no soy feliz. Está todo tan….lleno de mierda.

(LARGA PAUSA)

PINO: ¿Ché no tienen sueño?

LILIANA: Yo no. Tendría que estar en Constitución trabajando así que….

MONGO: Yo sí tengo sueño.

PINO: Pero no me vengas a protestar a mi solo. Decile a Lil también.

LILIANA: ¿Te molestamos?

(MONGO LA MIRA Y NO SE ANIMA A AFIRMARLO)

PINO: No seas cagón. Decile a ella lo que me decías a mí.

(MONGO LO MIRA)

PINO: Perdón. No quise insultarte.

LILIANA: Si te molesto me voy.

MONGO: No me molesta.

PINO: Pero quiere dormir. ¿Porqué no se van a dormir a un hotel?

LILIANA: ¿A un hotel? ¿Con qué?

PINO: Ya le dí algo a Mongo.

(LILIANA INTERROGA CON GESTOS A MONGO)

MONGO: Me hizo una broma.

PINO: Ninguna broma.

LILIANA: ¿Qué broma?

PINO: Le regalé una moneda de oro.

LILIANA: No me gastés Pinito.

PINO: En serio. Te lo juro. (GESTO) Juramento de ángel.

(LILIANA SE RIE)

LILIANA: A ver angelito mostrámela.

PINO: La tiene él.

LILIANA: A verla.

(MONGO OBSERVA A LOS DOS. SE DECIDE. BUSCA LA MONEDA Y SE LA EXTIENDE A LILIANA. ESTE LA MIRA DETENIDAMENTE DESDE VARIOS PUNTOS DE VISTA. POR ULTIMO LA MUERDE. HACE UN GESTO DE SORPRESA HACIA MONGO. MIRA A PINO)

LILIANA: ¿De dónde la sacaste?

MONGO: ¿Quiere decir que…?

LILIANA: Es verdadera.

(PROFUNDA SORPRESA DE MONGO)

LILIANA: Pinito!!!!

PINO: ¿Qué pasa?

LILIANA: ¿Cuál es el truco?

PINO: Ningún truco. No me ofendas. Yo vi que Mongo estaba siendo denigrado por la gente y no tenía para comer ni dormir, y en mi función de ángel guardián le regalé la moneda.

LILIANA: (DESPUES DE UN CORTO SILENCIO) Basta Pinito. No jodas más. ¿De dónde sacaste la moneda?

MONGO: Espero que no sea robada, porque vamos todos en cana.

PINO: Basta. Punto. Se acabó. Yo creía que vos me creías. Lil.

LILIANA: Yo te creo Pinito. Pero de allí a pensar que podés crear monedas de oro de la nada.

PINO: Gente de poca fe. Miren!!!!

(SE LEVANTA GIRA Y QUEDA DE ESPALDAS. LEVANTA UNA MANO DONDE APARECE OTRA MONEDA DE ORO. GIRA CON SEMBLANTE SERIO, DESPUES SONRIE Y LE ARROJA LA MONEDA A LILIANA)

PINO: Ahí tienen!!! Espero que ahora me crean. Y me voy porque me siento profundamente ofendi- do. Después vuelvo. Espero que con esas monedas vayan a un hotel, pidan una hermosa cena, hagan el amor y duerman en paz, como dos angelitos.

(RIENDOSE A CARCAJADAS SALE CON SU ENORME BOLSA SOBRE LOS HOMBROS. LILIANA Y MONGO LO VEN PARTIR PARALIZADOS POR EL ASOMBRO. RECOBRANDOSE, LILIANA MIRA LA MONEDA, SE LA COLOCA EN LA BOCA Y LA MUERDE)

LILIANA: Increíble!!! No se puede creer pero es verdad. Es tan verdadera como la otra.

MONGO: Un truco de magia. Muy bueno tengo que reconocerlo. Lo único que espero es que no sean robadas.

LILIANA: Pinito no es ladrón.

MONGO: ¿Hace mucho que lo conoce?

LILIANA: Hace bastante. Y terminala con hablarme de esa manera. ¿Tampoco podés tutearme?

MONGO: Perdón. Me cuesta.

LILIANA: Intentalo. ¿De dónde salís vos? Parecés marciano.

MONGO: Siempre hablé así.

LILIANA: ¿Con las minas también? (PAUSA) ¿Cómo hacés cuando cogés? ¿Pedís permiso?

(MONGO TIENE UNA ESPECIE DE SOBRESALTO)

LILIANA: ¿Qué te pasa? ¿No me digas que..? ¿Pateás para el otro lado?

MONGO: (DESPUES DE UN GESTO DE EXTRAÑEZA) No…no….

LILIANA: Ahhh!!! Menos mal! Pensé que iba a terminar la noche peor todavía.

(PAUSA)

MONGO: ¿Dice…decís que lo conocés hace tiempo?

LILIANA: Si. Es un tipo formidable. Siempre jodón, divertido. Es ideal cuando estás en baja..

MONGO: ¿Siempre fue así?

LILIANA: ¿Así como?

MONGO: Digo…vestido así…juntando basura…

LILIANA: Y sí…más o menos. Es un tipo raro. Siempre está ayudando. A veces busca cosas en la basura y se la regala a lo pibes. A los que están en los subtes. o en las estaciones o en las villas.. O le da dinero a alguna mujer que está tirada en la calle. En fin, un tipo raro. (SE RIE) Dice que es un ángel y que tiene que despertar a la gente antes que sea tarde. Raro y medio loco también.

MONGO: Si. Medio loco.

LILIANA: Ojalá hubiera muchos así.

(PAUSA LARGA)

LILIANA: Bueno….¿Y nosotros qué hacemos?

(SE ACERCA A MONGO)

LILIANA: ¿No querés venir a casa? Es un cuartito chiquito, pero hay un baño para darse una ducha caliente y una estufa. ¿No te tienta?

(MONGO PARECE COMO ACORRALADO)

MONGO: Mirá. No te ofendas pero me gustaría quedarme a dormir aquí.

(LILIANA LO MIRA CON EXTRAÑEZA Y DESPUES DOLOR)

LILIANA: ¿Qué pasa? ¿No te gusto? (PAUSA) ¿O me tenés asco?

MONGO: No…no es eso.

LILIANA: ¿Entonces?

(LO MIRA FIJO)

MONGO: No te tengo asco….Es que…no puedo.

LILIANA: ¿Porqué? ¿Alguna mina te jodió? ¿Te lastimaron?

MONGO: Algo así.

LILIANA: Otra vez algo así. Pero ahora no me causa gracia. Está bien que no soy tan joven. Ya tengo mis campañas pero…¿estoy tan mal?

MONGO: No…no.

(PAUSA)

LILIANA: Mirá Mongo….No tuve una buena noche. No es cierto que me volví porque me siento mal del pecho. Sí me siento mal del pecho, pero de adentro. Bien de adentro. (PAUSA) Hoy no estoy bien. No me siento bien. Tengo ganas de llorar. Necesito estar con alguien que me quiera. ¿No podés ser vos?

(MONGO LA MIRA Y LE TOMA UNA MANO)

LILIANA: ¿Qué te pasó Mongo?

(DURANTE UN INSTANTE MONGO SE QUEDA EN SILENCIO. LILIANA LE TOMA LA MANO ENTRE LAS SUYAS)

LILIANA: Dale.

MONGO: Estuve adentro.

LILIANA: ¿Adentro? …¿En cana?.

(SILENCIO. ACEPTACION DE MONGO)

LILIANA: Mierda!!! ¿Y porqué? No tenés pinta de duro ni de….no sé….¿Qué pasó?

MONGO: Tuve un mal momento.

(LILIANA LO MIRA Y SE ACERCA UN POCO)

LILIANA: Largalo.

MONGO: Estaba bien. Empezaba a destacarme con esto. (LEVANTA EL ESTUCHE DEL VIOLIN) Hasta llegué a tocar aquí. (MIRA HACIA ARRIBA AL EDIFICIO DEL TEATRO)

LILIANA: ¿Qué te pasó?

(MONGO RESPIRA HONDO Y SE DECIDE)

MONGO: Maté a mi mujer.

(LILIANA TIENE UN RESPINGO Y SUELTA LAS MANOS DE MONGO QUE SE LEVANTA DE INMEDIATO Y COMIENZA A CAMINAR. LILIANA SE LEVANTA TAMBIEN Y VUELVE A ACERCARSE. MONGO GIRA ESQUIVANDOLA. LILIANA LO ABRAZA DE ATRÁS. MONGO SE ESTREMECE Y QUIERE SOLTARE, PERO ELLA LO AFERRA CON FUERZA)

LILIANA: Ya está. Ya está. Lo largaste. Ahora vas a estar mejor.

(LO ACARICIA DESDE ATRÁS. MONGO SE RETUERCE PERO NO SE SUELTA)

LILIANA: ¿Cuánto tiempo estuviste adentro?

MONGO: Diez y seis años.

LILIANA: Puta. Debió ser muy duro.

(LARGA PAUSA)

LILIANA: ¿Qué te hizo?

(PAUSA)

LILIANA: ¿Qué pasó?

MONGO: Fue el día que nos casamos.

LILIANA: (MUY SUAVE) ¿Sí?

(DESDE ESTE MOMENTO EL TONO DE MONGO ES CASI NEUTRAL COMO RELATANDO ALGO QUE NO TIENE NADA QUE VER CON EL)

MONGO: La encontré en la habitación del hotel cogiendo…

(LILIANA LO ABRAZA MUY FUERTE)

LILIANA: (BAJO) Qué hija de puta.

MONGO: Estaban en el baño. Ella le estaba chupando la pija arrodillada en el piso. Me quedé paralizado. No me vieron. (PAUSA) Después él la colocó de espaldas sobre el inodoro y la penetró por atrás. Ella gritó, gritó. Y yo también.

(PAUSA PROLONGADA. MONGO SE SUELTA CON SUAVIDAD)

LILIANA: ¿Los mataste a…los dos?

MONGO: No. El chico del hotel salió corriendo. Ella me miró y se rió. Se rió. Se rió. Se rió.

LILIANA: ¿Cómo se llamaba?

MONGO: (LE DUELE DECIRLO) Ivana.

(LILIANA SE ACERCA Y LO ABRAZA)

MONGO: (VUELVE A LA REALIDAD) No. Dejame. Por favor. Por favor..

(LILIANA LO SUELTA)

LILIANA: ¿Hace mucho que saliste?

MONGO: Un mes.

LILIANA: ¿Y tu familia?

MONGO: No los vi más.

(PAUSA LARGA. LILIANA NO SABE QUE HACER FRENTE A MONGO QUE ESTA CALLADO Y MIRANDO HACIA DELANTE)

LILIANA: Lo siento mucho. Debe haber sido muy jodido. No sé que otra cosa te puedo decir.

(INTENTA ACERCARSE UN POCO. MONGO PARECE COMO AUSENTE. LILIANA TOMA UNO DE LOS BRAZOS DE EL ENTRE LOS SUYOS)

LILIANA: ¿Y desde entonces estás aquí?

MONGO: No. Estuve en otro lugar. Pero me echaron. Por eso me vine aquí, cerca del teatro.

LILIANA: ¿Y desde que saliste no tuviste…no saliste con ninguna mina?

MONGO: (LARGA PAUSA) No.

LILIANA: (IDEM) ¿Y..en la cárcel?

MONGO: Tampoco.

LILIANA: ¿No querés venir a casa? Me gustaría que tocaras algo. Para mi sola. (TRATANDO DE BROMEAR) No te voy a poder pagar. Hoy no trabajé. Aunque soy rica. Me había olvidado de la moneda. Podríamos ir a un hotel. Sería hermoso!…pero no nos van a dejar. Dale, vamos para casa.

MONGO: No…No puedo.

LILIANA: (UN POCO IRRITADA) ¿Porqué? ¿No tenés ganas?

MONGO: (TRAS UNA PAUSA) Tengo miedo.

(LILIANA LO MIRA UN RATO LARGO. SE ACERCA UN POCO MAS Y SE ACURRUCA SOBRE EL)

LILIANA: No seas tonto. No te voy a comer. En serio. En serio.

(LO ABRAZA. SIGUE AVANZANDO Y COMIENZA A ACARICIARLO Y BESARLO. MONGO SORPRESIVAMENTE SE SUELTA. LILIANA QUEDA COMO TIRADA)

MONGO: Perdoname. Pero no puedo. Disculpame, disculpame por favor.

LILIANA: (LEVANTANDOSE) Está bien. Sólo quería que vinieras a casa y que me tocaras el violín a mi sola . Quiero estar acompañada hoy. No me tengas miedo a mi Mongo. Yo también tengo mucho miedo.

(MONGO GIRA HACIA ELLA Y QUEDA DE ESPALDAS AL PUBLICO. LILIANA SE ACERCA Y DE FRENTE A EL COMIENZA A ACARICIARLO, CADA VEZ CON MAYOR DESESPERACION. MONGO INTENTA DETENERLA PERO NO PUEDE. LILIANA VA INCLINANDOSE, Y COLOCANDOSE DE RODILLAS EN EL PISO. SE APOYA EN LA ENTREPIERNA DE EL. DESPUES, CON SUAVIDAD Y URGENCIA AL MISMO TIEMPO, COMIENZA A DESABROCHARLE LA BRAGUETA)

MONGO: No. No. Por Dios Liliana no.

(TERMINA CASI CON UN GRITO CONTENIDO . ELLA NO LO ESCUCHA. SIGUE AVANZANDO. LE ABRE LA BRAGUETA Y METE UNA MANO EN SU INTERIOR. DESPUES DE UNOS INSTANTES, SE PERCIBE EL MOVIMIENTO DE LILIANA, AVANZANDO Y RETROCEDIENDO, Y SE ESCUCHAN LOS GEMIDOS CONTENIDOS DE MONGO)

APAGON

EPILOGO

(MISMO LUGAR. UNAS HORAS MAS TARDE. ENTRA PINO CON SU ENORME BOLSA AL HOMBRO. CAMINA POR EL ESPACIO. EN EL MEDIO SE DETIENE PARA MIRAR EL LUGAR DONDE HABITUALMENTE DORMIA MONGO. NO HAY NADA. ESTA LIMPIO Y DESOCUPADO. UNA AMPLIA SONRISA ILUMINA SU ROSTRO. HACE UN GESTO CON SU BRAZO Y DESPUES ARROJA LA BOLSA CERCA DE LA BASURA ACUMULADA)

PINO: Bien señor. Muy bien!!! Lo hemos logrado. (ABRE UNA BOLSA Y REVISA) Menos que nada. (GRITA) Conchudas!!! !Putos!!! Despierten. ¿Dónde están sus vidas? ¿Dónde?

(PEQUEÑA PAUSA) Despierten carajo!!!!

(SE ESCUCHA UN RUIDO Y ALGO CAE CERCA DE PINO)

Bien! Alguien se despertó. ¿Dónde pusieron sus vidas putos? Conchudas.! ¿Donde tiraron las sobras de sus vidas? Bah, me cansé. Busquemos algo y vayamos a descansar. Ya pasó lo que tenía que pasar.

(SE DEDICA A BUSCAR EN LAS BOLSAS. POR UN COSTADO ENTRA LILIANA.. ESTA VESTIDA DISTINTA. MAS DISCRETA. SE DETIENE A OBSERVAR LAS ACCIONES DE PINO. SE SONRIE Y SE ACERCA MUY DESPACIO PARA QUE NO LA ESCUCHE. SE COLOCA DETRÁS Y COLOCA SUS DOS MANOS SOBRE SUS OJOS. PINO NO SE ALARMA. CONTINUA SUS ACCIONES INMUTABLE)

PINO: No es necesario ver para sentir la materia. Y sin embargo se necesitan otros ojos para sentir la vida. Hola Lil. ¿Cómo te va?

(UN TANTO DESENCANTADA LILIANA RETIRA LAS MANOS Y SE COLOCA AL COSTADO DE PINO)

LILIANA: Bastante bien Pinito.

PINO: Me imagino que sí.

LILIANA: Muy gracioso.

PINO: No es una gracia.

(SE LEVANTA)

PINO: No te doy un beso porque te puedo ensuciar.

(LILIANA SE ACERCA MAS, SE LEVANTA UN POCO Y BESA A PINO EN LA BOCA)

PINO: Gracias princesa. ¿Pasaste una buena noche?

LILIANA: Muy buena. Gracias.

PINO: Me alegro mucho. ¿Y Mongo?

LILIANA: (SONRIENDO) Está muy bien. Gracias.

PINO: De nada.

(PAUSA)

LILIANA: Pinito..

PINO: Qué?

LILIANA: ¿Sabés una cosa?

PINO: Si no me la contás…

LILIANA: Ayer a la noche cuando estaba caminando por Piedras como siempre, esperando que algún coche parara, me pasó una cosa muy especial. Sentí algo en el pecho. No fue un dolor en realidad. Fue como…si algo me empujara a irme. (MIRA A PINO)

PINO: Extraño.

LILIANA: Si. Tal cual. Como una fuerza que me obligara a irme. Y me fui así sin cambiarme. Me tomé un taxi. Y en vez de agarrar directo para casa, me baje en la esquina y vine caminando por esta cuadra. No entiendo porqué todavía. Y después, bueno, me encontré con ustedes.

(PAUSA) ¿Vos sabés algo de todo eso?

PINO: ¿Yo? ¿Cómo puedo saber lo que te pasó a vos en tu cabeza?

LILIANA: ¿No sos un ángel?

PINO: Si.

(LILIANA SE ACERCA Y LO ENFRENTA)

LILIANA: Pino. Algo me obligó a venir aquí anoche.

PINO: Lil, siempre imaginando cosas. Siempre con los misterios. El horóscopo, las cartas, la lectura de las manos. Siempre creiste en cosas raras.

LILIANA: Es cierto. Y también creo en los ángeles.(PAUSA) Pino contame. ¿De dónde sacaste estas monedas?

(LE MUESTRA LAS DOS MONEDAS)

PINO: No me vas a creer. El otro día en la calle un tipo me tiró esas monedas. Yo creí que me quería hacer una broma. ¿Vos decís en serio que son de oro?

LILIANA: Si.

PINO: Mirá vos . Hay cada loco en esta ciudad. ¿No?

LILIANA: (MIRANDOLO) Siempre asegurás que sos un ángel. Ahora pareciera que no querés serlo.

PINO: ¿Porqué?

LILIANA: Estás intentando convencerme que no crea en nada extraño.

PINO: ¿Te parece?

(LILIANA HACE UN GESTO. PINO PARECE CAMBIAR REPENTINAMENTE. ABANDONA SU HABITUAL FORMA DE ACTUAR Y PARECE MAS SERIO. INCLUSO SU POSTURA FISICA CAMBIA)

PINO: En realidad Lil estuve jugando. Si, jugando a ser ángel. Miro todo a mi alrededor y me parece que nada es real. Que la gente está dormida. No puede ser que el mundo sea lo que es. No puede ser así. Me niego a que sea así. Si fuera así sería atroz. Pero dentro de este mundo hay cosas que sí me parecen que son reales. Y quiero que la gente las vea. Nada más. Vos estás despierta. Lo que te pasó demuestra que estás despierta.

(PAUSA. LILIANA LO MIRA CON DUDAS)

Debería haber ángeles Liliana. Si no existen tendríamos que inventarlos. Pueden ser los que nos salven. (VUELVE A SU ACTITUD ANTERIOR) Y basta, que parezco un boludo romántico diciendo idioteces. Tengo que seguir buscando. Todavía me faltan unas cuadras.

(LILIANA SE ACERCA)

LILIANA: ¿Sabés una cosa? Yo creo que sí existen. Y que vos sos uno de ellos.

PINO: Dejá de joder Lil. No me gastes más. Ya te conté…

LILIANA: Y que vos me hiciste venir hasta aquí anoche.

(PAUSA. PINO LA MIRA)

PINO: Si vos querés creerlo está bien Lil. A la noche todo puede ser posible. Es el tiempo de los sueños, del alcohol, de los delirios y la vida fuera de control. Si vos lo crees debe ser.

LILIANA: Si. Lo creo. Y creo que ayer pasaron los milagros que anunciaste.

PINO: Basta Lil! Mirame, soy Pino, el ciruja, el vago. ¿Cómo puedo ser un ángel con esta ropa y este olor? Estás del tomate querida. Yo sigo mi camino.

(VA CAMINANDO HACIA UN COSTADO. SE DETIENE)

PINO: ¿Qué van a hacer?

LILIANA: No sé. Por ahora está en casa durmiendo.

PINO: Aja! ¿Pero antes se despertó?

(LILIANA LARGA UNA CARCAJADA ALEGRE)

LILIANA: Me costó….. pero lo logré.

PINO: Bien por Lil!

(PAUSA CORTA. SE ESCUCHA UN POCO LEJOS EL SONIDO DE UN VIOLIN. PINO SE DETIENE A ESCUCHAR Y LILIANA GIRA LA CABEZA CON ALEGRIA. LOS DOS SE MIRAN ENTENDIENDOSE SIN HABLAR. DESPUES DE UN TIEMPO ENTRA MONGO CAMINANDO Y TOCANDO EL VIOLIN AL MISMO TIEMPO. LA MUSICA QUE SE ESCUCHA ES ALEGRE Y FELIZ (QUIZA UN VIVALDI). SE DETIENE CERCA DE LILIANA. SU VESTIMENTA ES LA MISMA DE LA ESCENA INICIAL PERO PARECE MAS PROLIJO Y SU EXPRESION MUCHO MAS ALEGRE. TERMINA DE TOCAR. LILIANA Y PINO APLAUDEN CALUROSAMENTE. MONGO SE INCLINA SALUDANDO)

MONGO: Muchas gracias. ¿Qué tal Pino? ¿Cómo estás?

PINO: (SORPRENDIDO) Caramba! Veo que el usteo ha desaparecido. Te felicito Lil. Estoy muy bien, gracias. Justo estaba por seguir mi recorrida de esta noche. Ya no necesito quedarme por aquí.

MONGO: ¿Hoy no esperamos milagros?

PINO: (MIRANDOLOS) No.l Los que esperaba la otra noche ya pasaron.

MONGO: ¿Si?

PINO: Si. (PEQUEÑA PAUSA) ¿Qué vas a hacer con tu vida? ¿Pensás seguir durmiendo en la calle?

(SILENCIO DE MONGO. LILIANA LO MIRA AGUARDANDO)

MONGO: No. Por ahora no. Tengo un buen lugar para dormir. (MIRA HACIA ARRIBA) Quizá más adelante vuelva por aquí.

PINO: Seguro. Ese sería el siguiente. Bueno compañeros, arrivederchi y hasta pronto. Nos vemos.

(COMIENZA A SALIR)

MONGO: Angel!

(PINO GIRA SONRIENDO)

MONGO: Gracias.

(PINO LO MIRA MUY LARGO, Y DESPUES HACE LO MISMO CON LILIANA)

PINO: A ustedes. Ustedes tienen que agradecerse . Yo hice…solo de intermediario.

(SALE. ANTES QUE DESAPAREZCA DEL TODO LILIANA CORRE Y LE GRITA)

LILIANA: Gracias Angel.

PINO: Completen el milagro.

MONGO: ¿Qué quiso decir?

LILIANA: No sé. ¿Vos qué pensás?

MONGO: Que sigamos.

LILIANA: Sigamos entonces.

MONGO: Hasta donde podamos.

(LILIANA LO MIRA UN INSTANTE)

LILIANA: Podremos.

(PAUSA PROLONGADA)

MONGO: ¿Vos le crees?

LILIANA: ¿Y vos?

MONGO: No sé.

(PAUSA)

LILIANA: No es importante. Lo que sí es importante es el ángel interno.

MONGO: A veces no te dejan escucharlo. El mundo es basura Liliana.

LILIANA: Habrá que cambiarlo.

(GESTO DE INCREDULIDAD DE MONGO. LILIANA SE ACERCA Y LO BESA CON TERNURA)

LILIANA: Vamos Mongo. Tocá algo alegre. Muy alegre. Quiero bailar!

(MONGO LA MIRA. SE COLOCA EL VIOLIN BAJO EL MENTON Y COMIENZA A TOCAR UNA MUSICA ALEGRE Y CONTAGIOSA. LILIANA SE LARGA A BAILAR CADA VEZ CON MAS PASION Y ALEGRIA)

SOMBRAS, DEL DRAMATURGO ARGENTINO HÉCTOR OLIBONI


Héctor Oliboni



















Dramaturgo,  Director Teatral y Gestor Cultural. Ha escrito más de veinte obras y ha estrenado catorce. Como dramaturgo obtuvo varios premios: Segundo Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, Primer Premio Municipalidad de Necochea, Segundo Premio Concurso Internacional organizado por la Unesco, Menciones Especiales Argentores, Radio Nacional, Sociedad Argentina de Escritores y Mención de Honor Concurso Internacional por los 50 años de la Fundación del Teatro El Galpón De Montevideo- Uruguay, organizado por el Teatro  El Galpón y la Municipalidad de Montevideo, finalista Premio Born de Teatro Breve (España).
Como director ha dirigido 16 obras por las que obtuvo premios en La Habana – Cuba el ACE (Asociación de Cronistas del Espectáculo) y el María Guerrero.

Como gestor cultural fundó y dirige  la Revista "Dionisio" con 36 número editados y el programa del mismo nombre (con 18 años en el aire). Por el programa de radio recibió el Premio Leónidas Barletta. La revista y el programa cuentan con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Nación y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y fueron declarados de Interés Cultural por el Senado de la Nación y la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires. Asimismo por su tarea como gestor cultural recibió el Premio María Guerrero.
Fue profesor adjunto de dramaturgia de la ENAD dependiente del IUNA. Fue jurado en varios concursos de teatro, participó de diversos congresos nacionales de dramaturgia y Festivales de Teatro.
Formó parte de Lautaro grupo de dramaturgos integrado asimismo  por Daniel Veronese, Ricardo Hana, Alejandro Robino, Alfredo Megna y Enrique Morales.
Actualmente forma parte de la Fundación Somigliana que programa y dirige el Teatro del Pueblo de Buenos Aires, conjuntamente con Roberto Cossa, Marta Degracia, Carlos Pais, Bernardo Carey y Roberto Perinelli


Sombras
de Héctor Oliboni


"¿Porqué nos habla usted de París y no de América?.¿No tienen ustedes nada que contar? ¿No hay nada que observar en la tierra que han nacido"
de Ramiro de Maeztu a Manuel Ugarte

ESCENA 1

(UN AMBIENTE SUGERIDO DONDE LA PINTURA ES EL ELEMENTO PRIMORDIAL. CABALLETES, PINCELES, POMOS, PALETAS Y TRAPOS ESTAN DISEMINADOS POR TODO EL ESPACIO. HAY UN LIENZO A MEDIO TERMINAR COLOCADO EN UN CABALLETE. ES UNA FIGURA DIFUSA LLENA DE COLOR. TAMBIEN HACIA ATRAS SE PUEDE VER UN ATAUD CERRADO, NEGRO Y LUSTROSO. EN ESCENA ESTA ALICIA, DE UNOS 30 AÑOS. FRENTE AL CABALLETE. ESTA INMOVIL ESTUDIANDO LA PINTURA. MIRA HACIA ARRIBA COMO EVALUANDO LA LUZ QUE LLEGA DEL TECHO. ENTRA MARCELA, DE MAS O MENOS LA MISMA EDAD, VESTIDA ELEGANTEMENTE. MIRA CON DESAGRADO EL LUGAR. ESQUIVA LOS OBJETOS QUE PUEDAN MANCHARLA. SE DETIENE EN UN COSTADO OBSERVANDO A ALICIA. ELLA LA PRESIENTE Y GIRA. PEQUEÑO SILENCIO. ALICIA VA HACIA UNA SILLA Y DE UN ATADO EXTRAE UN CIGARRILLO. LE SEÑALA A MARCELA CONVIDANDOLA. MARCELA NIEGA CON LA CABEZA. ALICIA ENCIENDE EL SUYO Y ENFRENTA A MARCELA ESPERANDO)

MARCELA: Un poco sucio...¿no?

ALICIA: Para mí está bien....Es cómodo.

MARCELA: Si. Supongo.

(PAUSA)

ALICIA: ¿A qué debo el honor?

MARCELA: ¿Honor?

ALICIA: Como casi nunca venís por aquí.

MARCELA: No es....digamos...mi lugar favorito.

ALICIA: Lo sé...¿Entonces?

MARCELA: Quería hablar con vos.

ALICIA: Extraño. Nunca lo hacés.

MARCELA: No tenemos muchos temas en común.

ALICIA: Es cierto.

((PAUSA INCOMODA)

ALICIA: Te levantaste temprano.

MARCELA: No podía dormir más. El silencio me....exaspera.

ALICIA: ¿Raro no? A mi me calma.

MARCELA: Si. Claro. A vos siempre te gustó.

(ALICIA LA MIRA)

ALICIA: ¿Algún sentido especial atrás de eso?

MARCELA: ¿De qué?

ALICIA: Qué siempre me gustó.

MARCELA: No. Nada. Siempre te gustó el silencio, el campo.....

ALICIA: El campo está lleno de cosas. De sonidos, colores, climas.

MARCELA: Me imagino que para vos si...A mi me deprime...Parece un cementerio.

ALICIA: ¿Y para qué venís?

MARCELA: Porque...vos sabés porqué.

ALICIA: No. Y me gustaría saberlo. Vos estás bárbara en la ciudad. Con los ruidos, la falta de espacios, la gente apretujándose y corriendo paratodos lados.....No sé porqué venís.

MARCELA: Teatros, cines, paseos, diversiones, shoppins, todo cerca de la mano.

ALICIA: ¿Y entonces porqué...?

MARCELA: Porque también es mío.

ALICIA: ¿Qué cosa?

MARCELA: No seas tonta. Nunca fuiste tonta.

ALICIA: No. Aunque quisieron hacérmelo creer....

(MARCELA LA MIRA. PAUSA. ALICIA APAGA EL CIGARRILLO)

ALICIA: Supongo que no habrás venido a hablarme de las ventajas de la ciudad.

MARCELA: No. Lo que pasa que siempre que empezamos a hablar salta eso...

ALICIA: Cierto.

MARCELA: Vos hablando del cielo, los caballos, las estrellas.....

ALICIA: los grillos...los bichitos de luz...¿te acordás de los bichitos de luz?

MARCELA: Me acuerdo...pero no me interesan.

ALICIA: ¿Cómo podés haberte olvidado? Cuando a la noche los corríamos con un vaso o un frasco de vidrio tratando de agarrarlos y meterlos adentro. Y ver después como se prendían y apagaban. Antes te gustaba!

MARCELA: Puede ser. Pero después crecí.

ALICIA: Crecimos. Y a mi me quedaron las ganas. Aunque ahora no quiero agarrarlos. Me siento en el pasto y me quedo quieta mirándolos. Contra el cielo y las estrellas.

MARCELA: Volvemos a lo mismo. Al pasado.

ALICIA: Estoy hablando de ahora. De esta noche. Yo tampoco pude dormir muy bien.

MARCELA: ¿No? ...¿Porqué?.

ALICIA: Presentimientos.

(PAUSA. MARCELA LA MIRA. ALICIA GIRA Y CAMINA HACIA OTRO SECTOR)

MARCELA: ¿Presentimientos?

ALICIA: Aja.

MARCELA: ¿De qué?

ALICIA: No lo tengo muy claro todavía.

(NUEVA PAUSA. ALICIA SE COLOCA DE FORMA DE PODER EVALUAR LA PINTURA. MARCELA POR SU PARTE ESTUDIA EL LUGAR Y SUS OJOS SE DETIENEN EXTRAÑADOS EN EL ATAUD. ALICIA GIRA Y LA SORPRENDE EN EL MOMENTO DEL IMPACTO)

ALICIA: ¿Qué te pasa?

(MARCELA FIJA SU MIRADA EN ALICIA QUE PARECE DIVERTIDA)

MARCELA: Nada. No me pasa nada.

ALICIA: Sin embargo...parecés impresionada.

MARCELA: Me llamó la atención el ataud.

(ALICIA MIRA EL CAJON. CAMINA Y SE SIENTA SOBRE EL)

ALICIA: ¿Esto? Es por un estudio que quiero hacer. ¿Qué tiene de raro?

MARCELA: Me imagino que nada. Debe ser muy común para una.... artista.

(PAUSA)

MARCELA: Les gusta coquetar con lo prohibido.

ALICIA: Puede ser.......(ACARICIANDO EL CAJON) Es hermoso....El color.....la textura de la madera.....¿No? ...

MARCELA: Sabés que no comparto tus gustos estéticos.

ALICIA: No...(PAUSA) ¿Para qué viniste?

MARCELA: Ya te lo dije. Para hablar.

ALICIA: ¿Sobre qué?

(PAUSA.SILENCIO.SE MIRAN. MARCELA SE ACERCA AL CUADRO)

MARCELA: Sobre pintura no. Seguro.

ALICIA: No. Nunca te interesó lo que yo hacía.

MARCELA: Hubo muchos momentos que me interesó.

ALICIA: No volvamos sobre lo mismo. Fue un juego. Ya te lo dije.

MARCELA: Si. Claro. Para vos fue un juego. Para mi no.

ALICIA: Seguís resentida.

MARCELA: No. Pasó bastante tiempo.

(PAUSA)

ALICIA: Entonces.....el motivo.

MARCELA: El de siempre.

ALICIA: Mi respuesta sigue siendo la misma.

MARCELA:: En la ciudad están las galerías, los museos....

ALICIA: Cuando necesito algo voy...

MARCELA: La situación es insostenible.

ALICIA: ¿Para quién?

MARCELA: Para todos.....Las deudas siguen creciendo.

(PAUSA. ALICIA SE AGITA. CAMINA DE UN LUGAR A OTRO. TOMA ALGUNA COSA DEL PISO Y LA ARROJA CON VIOLENCIA NUEVAMENTE. DESPUES SE ENFRENTA CON MARCELA)

ALICIA: Marcela.....tiene solución. Lo sabés.

MARCELA: No. Ya no.

ALICIA: Si esperamos un tiempo...poco tiempo...la cosecha va a ser muy buena. Todos lo aseguran.

MARCELA: Ya lo dijiste varias veces. Y aunque sea cierto no compensaría lo que debemos. Convencete que de esto no sabemos nada. Ni vos, ni yo.

(SE ESCUCHAN RELAMPAGOS. LA LUZ VA CAMBIANDO ANTE CADA UNO QUE SE PRODUCE. LAS MUJERES SE QUEDAN INMOVILES)

ALICIA: Va a llover. Mirá qué hermoso. Cómo se iluminan las cosas. Qué belleza!.

(SONIDOS MAS FUERTES. SE ESCUCHA UN RAYO QUE DESCARGA TODA SU FUERZA MUY CERCA. MARCELA ESTA ASUSTADA)

MARCELA: Una tormenta. Por favor que no sea una tormenta. No lo soporto. No soporto los rayos. Me quiero ir.

ALICIA: ¿Ahora?. No te conviene. En campo abierto es más fácil que caiga un rayo.

(UN NUEVO IMPACTO MUY FUERTE. MARCELA SE TAPA LOS OIDOS Y SE ACURRUCA CASI EN UN RINCON. ALICIA RIENDOSE PARECE EN TRANCE)

ALICIA: Bien...bien, buen Dios. Bien. Cumple con tu deber de dar agua a mis campos y luz a mis cuadros..

(SE ESCUCHAN RAFAGAS DE VIENTO Y AGUA. MARCELA CADA VEZ MAS ASUSTADA SE ACHICA HASTA CASI PARECER UNA NENA)

ALICIA: Bien. ¿Te das cuenta Marcela? Hasta llegó la lluvia que tanta falta nos hacía. Marcela, ¿me escuchás?

(BUSCA A MARCELA. CUANDO LA ENCUENTRA SE RIE ABIERTAMENTE. CAMINA HACIA ELLA Y LA ABRAZA. MARCELA SE COBIJA EN EL PECHO DE ALICIA)

ALICIA: No tengas miedo hermanita. ¿Te acordás cuando éramos muy chiquitas y cayó el rayo en el árbol de cerca de casa? Dios qué hermoso! El abuelo despertó a toda la familia para que viéramos el espectáculo. Fue un orgasmo de colores. El cielo, el fuego, los relámpagos, la lluvia. Qué belleza! Creo que ahí fue que quise detener el tiempo. Y tenerlo siempre a mano para volver a verlo cuando yo quisiera.

(CONTINUAN LA LLUVIA Y LOS RELAMPAGOS. MARCELA EMPIEZA A GEMIR MUY BAJITO. ALICIA LA ACARICIA)

ALICIA: No tengas miedo. Yo estoy aquí. Vení, vení que te cuido. No tengas miedo.

(LA ACERCA MAS A SU PECHO)

MARCELA: Basta! Me quiero ir. Quiero que pare de llover. No lo soporto.

ALICIA: Ya va a parar. Mientras tanto disfrutalo.

MARCELA: (GRITANDO) No puedo. ¿No entendés? Me hace mal.

(PAUSA)

MARCELA: Se puso muy oscuro. ¿Por favor no podemos prender las luces por lo menos?

ALICIA: Sería un sacrilegio. (PEQUEÑA PAUSA) Pero si vos querés.

MARCELA: Si. Por favor!

(ALICIA SE LEVANTA Y VA HACIA UN COSTADO. INTENTA ENCENDER LAS LUCES)

ALICIA: No va. Parece que se cortó.

MARCELA: No es cierto!

ALICIA: Yo no tengo nada que ver. Se cortó.¿Querés venir a comprobarlo?

(MARCELA DUDA. DESPUES SE INCORPORA Y COMIENZA A CAMINAR HACIA DONDE ESTA ALICIA. EN EL MEDIO UN TREMENDO RUIDO Y UN HAZ DE LUZ QUE RECORRE LA ESCENA LA DEJAN INMOVIL).

MARCELA: Ali....

ALICIA: Cuánto hace que no me llamabas así. Ali....Suena muy lindo.

MARCELA: (GRITANDO) Alicia! Hacé algo.

(ALICIA SE ENFURECE. PARECE QUE VA A CONTESTAR PERO SE CALMA. VA HACIA MARCELA, LA TOMA DE LOS HOMBROS Y LA SIENTA EN UN COSTADO)

MARCELA: ¿No está sucio?

ALICIA: No sé. No me fijé.

(PAUSA. ALICA SE QUEDA AL LADO DE MARCELA MIENTRAS SE REPITEN LOS RELAMPAGOS Y LAS LUCES QUE PENETRAN POR EL TECHO)

MARCELA: ¿No va a terminar nunca?

ALICIA: Pronto. Es una tormenta de verano. ¿No querés decirme ahora lo que viniste a charlar conmigo?

MARCELA: No es el mejor momento.

ALICIA: Para mí ideal. Estoy totalmente relajada y tranquila.

(MARCELA LA MIRA MIENTRAS LAS LUCES VAN RESTALLANDO EN EL ESPACIO ACOMPAÑANDO LOS SONIDOS DE LA TORMENTA)

ALICIA: Dios. Esperame un poco aquí Marcela. Voy a mirar algo.

(SE INCORPORA. MARCELA INQUIETA TRATA DE RETENERLA. ALICIA CON SUAVIDAD SE SUELTA Y VA HACIA EL CUADRO. EN UN IMPULSO TOMA UN PINCEL, Y COMIENZA A TRAZAR LINEAS SOBRE LA TELA. MARCELA LA OBSERVA ATONITA Y ASUSTADA. UN VIOLENTISIMO Y ULTIMO RAYO BARRE EL LUGAR. MARCELA GRITA. MIENTRAS UNA INTENSA LLUVIA TAPA LOS OTROS SONIDOS, MARCELA SE ACERCA A ALICIA QUE CONTINUA CON SU TRABAJO HASTA QUE PAULATINAMENTE TANTO LA LLUVIA COMO LOS MOVIMIENTOS DEL PINCEL SE VAN ESPACIANDO)

MARCELA: ¿Va a parar? Dios quiera que pare. No aguanto más

ALICIA: No te preocupes. Ya pasó. Dentro de un ratito podés salir y volver a la casa.

(MARCELA MIRA HACIA ARRIBA. SE INCORPORA CON LENTITUD. SE MIRA LA ROPA PARA ENCONTRAR LAS POSIBLES MANCHAS. DESOLADA SE SACUDE CON LAS MANOS)

MARCELA: Se manchó. Mirá....se manchó. Lugar de mierda!

ALICIA: A qué te referís?

MARCELA: A todo. A la casa, al campo, a este lugar donde te enterrás a pintar. A todo. Estoy harta. Quiero terminar con todo esto. Quiero liquidarlo. No verlo nunca más.

(DESPUES DEL ATAQUE SE VA CALMANDO. MIRA A ALICIA)

MARCELA: Eso quería decirte.

ALICIA: ¿Querés liquidarlo? Venderlo...¿todo?

MARCELA: Si!

(ALICIA SE ACERCA Y SE PLANTA DELANTE DE ELLA)

ALICIA: Es del abuelo!

MARCELA: Se murió. El abuelo se murió. Lo mismo que papá y mamá. Se murieron Y ahora quedamos nosotras.

ALICIA: ¿No te da pena?

MARCELA: Ninguna. No quiero más problemas, ni deudas, ni tormentas, ni lluvias, ni nada más. No quiero mantener más a gente que nos está chupando los últimos pesos que nos quedan.

ALICIA: Muchos estuvieron con el abuelo desde siempre. ¿Dónde se van a ir?

MARCELA: No me interesa. No me voy a quedar sin nada por culpa de ellos. Cada uno que se arregle como pueda. Yo quiero mi parte! Ya bastante tuve que perder durante años porque vos sos una cabeza dura. Si hubiéramos vendido en el momento que yo quería, ahora estaríamos mucho mejor.

ALICIA: En una de esas sí.

MARCELA: Seguro que sí. Seguro que sí. Por tu culpa perdimos millones pagando sueldos que no sirvieron para nada, pagando impuestos que no sirvieron para nada. Se acabó. Esta vez se acabó.

(PAUSA)

ALICIA: ¿Y qué pensás hacer?

(MARCELA SE CONTIENE. SE DA CUENTA QUE SE DEJO GANAR POR EL ENOJO E INTENTA CALMARSE)

MARCELA: Pienso que......no podés negar que si seguimos así lo vamos a perder todo. Alicia. De aquí en adelante van a ser todas pérdidas. No podemos seguir No me lo podés negar Ali.

(ALICIA LA MIRA CON SORPRESA. GIRA Y VA HACIA OTRO SECTOR. PAUSA.MARCELA ESPERA. SIN ANIMARSE A DECIR NADA MAS. ALICIA GIRA Y LA ENFRENTA)

ALICIA: Nuestros padres no lo hubieran querido.

MARCELA: ¿Cómo podés saberlo? ¿Cómo podés adivinar lo que ellos hubieran hecho en esta época? Las cosas cambiaron. No es lo mismo que cuando el abuelo construyó la estancia. El mundo cambió, la gente cambió. Todo cambió!

(PAUSA)

ALICIA: Yo sólo entiendo que si vendemos todo....nos vamos a sentir muy mal.

MARCELA: Y yo me siento mal ahora viendo como se pierde todo lo que el abuelo y nuestros padres lucharon para crear. ¿Para qué? Para que vos pierdas el tiempo pintando estupideces aquí mientras delirás con el sol y la lluvia y.....los bichitos de luz. Por favor! Ese tiempo ya pasó. El mundo está en otra cosa Alicia.

(SE DA CUENTA DE LO QUE DIJO Y REACCIONA)

Peroname. No quise decir.....

ALICIA: Está bien. Es bueno saber lo que pensás de mi.

MARCELA: Alicia no te portes como una nena. Fue un ataque de rabia.

ALICIA: Si claro.

(PAUSA. SE MIRAN. MARCELA GIRA Y CAMINA UNOS PASOS HACIA UN COSTADO)

ALICIA: Suponiendo que yo me mantenga en la negativa, ¿qué pensás hacer?

(MARCELA GIRA Y LA ENFRENTA. SU GESTO ES DURO. TRATA DE SUAVIZARLO PERO NO TIENE DEMASIADA SUERTE)

MARCELA: No creo que...seas tan cabeza dura

ALICIA: ¿Y entonces?

MARCELA: Pensalo Alicia. Está por llegar alguien de Buenos Aires para...charlar con vos y hacerte conocer qué tan mal están las cosas.

(PAUSA. ALICIA LA MIRA)

ALICIA: ¿Alguien de Buenos Aires? ¿Quién? ¿Lo conozco?

MARCELA: Si.

ALICIA: ¿Quién?

(SILENCIO. MARCELA LA MIRA SIN HABLAR. ALICIA INTUYENDO ALGO SE ACERCA A SU HERMANA. MARCELA SE ALEJA TAMBIEN INSTINTIVAMENTE)

ALICIA: ¿Quién Marcela?

MARCELA: Ya debería estar aqui. Supongo que la tormenta lo retrasó. (PAUSA)

Augusto.

(LA CARA DE ALICIA REFLEJA PRIMERO SORPRESA Y DESPUES DOLOR. MIRA A MARCELA INTENTANDO VER ALGO EN SUS OJOS)

ALICIA: Augusto! No puede ser!

MARCELA: Alicia escuchame....

ALICIA: No te escucho nada. Sos....!¿Y pensás convencerme así? ¿Llamando a Augusto? ¿Nada menos que a a él? No...te juro que nunca pensé que fueras tan.......no puedo ni siquiera decir la palabra que te corresponde..

MARCELA: Ali..

ALICIA: No quiero oir eso de tu boca. Eso tiene que ver con el afecto, con el amor, con la familia. Y vos acabás de traicionarme por segunda vez .......de una manera tan terrible, tan....

(ALICIA NO PUEDE CONTINUAR. TIENE COMO UN ATAQUE DE FURIA Y LLANTO AL MISMO TIEMPO. MARCELA SE ACERCA PARA TOCARLA PERO ES RECHAZADA CON VIOLENCIA. LAS DOS SE QUEDAN SEPARADAS EN SILENCIO. DESPUES DE UN RATO ALICIA LOGRA CALMARSE Y SE ENFRENTA CON SU HERMANA)

ALICIA: No sé porqué pude pensar que podrías actuar de otra forma. Si no hiciste nada para evitar que me encerraran.

MARCELA: No es cierto. Intenté...

ALICIA: Te pusiste al lado de Augusto para que me declararan loca. Claro! Ahora lo entiendo! ¿Es un plan de los dos para quedarse con todo no?

MARCELA: No es así Alicia. No te sientas perseguida. No hay fantasmas en esto. Es la....salida a una situación insostenible. Y lo llamé a Augusto porque todavía es tu marido. ¿No es cierto? ¿Es cierto o no Alicia? El tiene que intervenir en esto. Legalmente tiene que intervenir. Aunque no nos guste.

ALICIA: Dejate de mentir por lo menos. Te encanta que Augusto vuelva y trate de de enfermarme de nuevo. Así tendrías las manos libres para hacer lo que que se te ocurra . ¿O tengo que decir lo que se les ocurra?

MARCELA: ¿Qué estupideces estás diciendo?. ¿Cómo podés pensar eso?.

ALICIA: Porque es lo que me pasó cuando me encerraron.(PAUSA) ¿Ya se acostaron?

MARCELA: Alicia! Basta. Estás otra vez inventando, fabulando.

ALICIA: Ah...¿No es verdad?

MARCELA: No.

ALICIA: Te vi varias veces mirándolo. ¿Te atraía mucho no? ¿O tengo que decir te atrae?

MARCELA: No. Estás loca Alicia!

(PAUSA VIOLENTA. MARCELA CORTA LA FRASE QUE SE LE ESCAPO. ALICIA TOCADA SE QUEDA UNOS INSTANTES INMOVIL Y MIRANDO HACIA OTRA PARTE)

MARCELA: Perdoname.

ALICIA: ¿Hay que tener cuidado de no herirme no? Hay que cuidar a la loquita para que no vuelva a enfermarse.

MARCELA: No dije eso.

ALICIA: Pero lo pensás. Por eso no hiciste nada cuando Augusto me hizo encerrar.

(PAUSA)

ALICIA: El que calla otorga hermanita.

MARCELA: Sólo hice lo que me pareció lo mejor para vos. Los médicos lo sugirieron. Yo no sé nada de eso. Traté de hacer lo mejor para vos..

ALICIA: ¿Para mí? ¿Internarme un año? ¿Separarme de todo lo que amaba? ¿Eso fue lo mejor para mi?

MARCELA: Es lo que aconsejaron los médicos Alicia. Si no lo hacía tu estado podía agravarse. Eso dijeron.

(ALICIA LA MIRA FIJAMENTE UN LARGO RATO. MARCELA HACE LO MISMO)

ALICIA: Tengo que creerte Marcela. Si no, no entendería como podés ser mi hermana. Ni la nieta del abuelo.

MARCELA: Siempre nombrás al abuelo. Y poco a papá.

ALICIA: ¿Y eso te molesta?

MARCELA: No. Me extraña.

ALICIA: No es extraño. El abuelo estuvo mucho más a mi lado que papá y mamá. Ellos estaban en la ciudad. Y yo pasé mucho tiempo aquí.

(PAUSA) Por eso me cuesta mucho regalarlo.

MARCELA: No lo vamos a regalar. Lo vamos a cambiar. Nos va a servir para vivir mejor.

ALICIA: Quizá vos. Pero toda la gente que trabaja acá. Y yo. ¿Dónde voy a poder pintar si no es en este lugar?

MARCELA: Hay millones de lugares en el mundo.

ALICIA: Si. Pero este es el mío.

MARCELA: No querés razonar Alicia.

ALICIA: No. Parece que no.

(PAUSA. EN ESE MOMENTO ENTRA AUGUSTO. ALREDEDOR DE 35 AÑOS. APUESTO, HUBIERA ESTADO MUY ELEGANTE SINO TUVIERA LA ROPA Y LOS ZAPATOS CUBIERTOS DE BARRO. MIRA MUY RAPIDAMENTE A ALICIA. MARCELA LO DESCUBRE Y OBSERVA EXTRAÑADA SU ASPECTO. HASTA TIENE UN GESTO DE BURLA)

AUGUSTO: Maldito lugar!. Hay barro en todas partes. ¿No se les ocurrió construir un buen camino hasta la casa?

(ALICIA GIRA Y VE A AUGUSTO. SU CARA SE ENDURECE Y UN GESTO DE DOLOR ES RAPIDAMENTE OCULTADO)

ALICIA: Hola Augusto. Parece que el campo te sigue pareciendo tan odioso como antes.

AUGUSTO: Peor. Antes tenía seis años menos. Y en seis años ya se ve muy claro Es un lugar de mierda. Cuando llueve se pone todo sucio, lleno de barro, se inundan los caminos y los campos...

ALICIA: Los campos no.

AUGUSTO: Cierto. Los campos no. Todavía. Pero si siguen dejando todo como estaba hace cien años pronto se van a inundar.

(SE ACERCA UN POCO A ALICIA QUE RETROCEDE INSTINTIVAMENTE. AUGUSTO FINGE NO NOTARLO. SE MIRA LA ROPA BUSCA A SU ALREDEDOR ALGO CON QUÉ LIMPIARSE. ENCUENTRA UN TRAPO TIRADO CERCA DE EL Y LO LEVANTA)

ALICIA: Deja eso!

AUGUSTO: ¿Qué pasa? ¿Porqué...?

ALICIA: Porque me sirve para limpiar mis pinceles y otras cosas.

AUGUSTO: ¿Limpiar?

(LARGA UNA CARCAJADA Y SEÑALA DIVERTIDO EL LUGAR)

AUGUSTO: ¿Esto te parece limpio?

ALICIA: Si. Para mí si. El que me parece que está bastante sucio sos vos.

(AUGUSTO LA MIRA CON RABIA)

MARCELA: Mejor que vengas a la casa Augusto. ¿Ya dejó de llover no?

AUGUSTO: Si. Por suerte sí.

MARCELA: Entonces vamos para la casa. No está muy lejos. Ahí te podés bañar y poner la ropa a lavar.

ALICIA: ¿Y con qué se va a vestir?. ¿O lo vas a dejar desnudo?

MARCELA: No seas idiota! Hay ropa en la casa.

ALICIA: Si. Del abuelo. Pero no creo que Augusto quiera ponérsela.

(SE PERMITE UNA LEVE SONRISA. MARCELA ESTA INCOMODA Y AUGUSTO MIRA A ALICIA FIJAMENTE)

MARCELA: ¿Y cómo fue que te embarraste tanto?

AUGUSTO: ¿Cómo? ¿Preguntás en serio? Me bajé del coche en la tranquera porque no podía seguir avanzando por el agua. Y el camino hasta aquí está lleno de barro, donde no hay agua. Es estúpido no construir un camino de cemento que llegue a la casa.

ALICIA: ¿Y porqué entraste acá?.

AUGUSTO: Porqué está mas cerca. ¿Qué estás intentando descubrir? ¿Otra vez algunas de tus famosas intuiciones persecutorias? Perdón. No fue mi intención.

ALICIA: No te preocupes. Ya estoy acostumbrada.

(PAUSA)

MARCELA: Por favor Augusto. Esto ya es bastante desagradable .

(AUGUSTO LA MIRA CASI SORPRENDIDO)

AUGUSTO: No fue esa mi intención. Lo importante es que Alicia entienda que nadie quiere ni quiso perjudicarla. Todo lo contrario. Y a partir de allí quizá pueda tomar una decisión que las ayude a las dos.

(PAUSA. AUGUSTO MIRA A ALICIA CON INTENCION. ELLA LO ELUDE Y SE QUEDA OBSERVANDO A SU HERMANA QUE A SU VEZ ESTUDIA A AUGUSTO)

AUGUSTO: Me siento un tanto ridículo. Me gustaría cambiarme.

MARCELA: Vamos a la casa.

AUGUSTO: Vamos. ¿No está embarrado también ese camino?

MARCELA: Espero que no. Pusieron un poco de pedregullo.

(SE ESTUDIA LA ROPA CON GESTO PREOCUPADO)

AUGUSTO: Vamos. Espero que los que vengan arreglen un poco esto. Les va a costar.

ALICIA: Parece que ya tienen todo decidido.

AUGUSTO: No. No es así. Cuando Marcela me llamó y me planteó el problema, estuve mirando un poco los números. Y te aseguro que no hay muchas opciones. Y si no se apuran en una de esas no tienen ninguna.

MARCELA: Es lo que le dije .

ALICIA: Es verdad. Me lo dijo.

AUGUSTO: ¿No querés venir con nosotros al lado de una estufa, si todavía la tienen, y te explico la situación?. Los números no admiten dudas.

ALICIA: Los números se pueden manejar. Vos me lo dijiste alguna vez. ¿Te acordás?

AUGUSTO: No saqués de contexto lo que dije.

ALICIA: Fue cuando pedimos un crédito. Para la estancia. Después vinieron muchos más.

AUGUSTO: ¿Qué querés dar a entender?

ALICIA: Nada. Sólo me acuerdo de eso. De como cambiar los números y a quien tocar para que no se den cuenta.

(PAUSA. MARCELA LOS OBSERVA. AUGUSTO TIEN UN PEQUEÑO GESTO DE FURIA QUE CONTIENE DE INMEDIATO)

AUGUSTO: No me acuerdo mucho de esa conversación.

ALICIA: Raro. Porque fueron varias.

AUGUSTO: Muchas veces imaginaste cosas que sólo vos veías o escuchabas.

ALICIA: (SE CONTIENE) Va a ser conveniente revisar los créditos que nos llevaron a esta situación.

(AUGUSTO LA MIRA SONRIENTE)

AUGUSTO: Los papeles están a tu disposición. No los tengo yo.

ALICIA: No. Me imagino que no.

AUGUSTO: Están en la escribanía. Marcela los vió y pudo estudiarlos con su abogado. ¿No es así?

MARCELA: (INSEGURA) Si.

AUGUSTO: ¿No querés venir entonces?

ALICIA: No. No quiero perturbar. Los espero aquí después que....se cambien.

MARCELA: Alicia. Me parece que....

ALICIA: ¿Qué?

MARCELA: Nada. Si querés venir podés hacerlo cuando quieras.

ALICIA: Muchas gracias.

MARCELA: ¿Vamos Augusto?.

AUGUSTO: Te sigo.

(MIENTRAS MARCELA Y AUGUSTO SALEN EN VOZ BAJA)

ALICIA: Que se diviertan!

APAGON


ESCENA II


(EL MISMO LUGAR DE LA SITUACION ANTERIOR. SIGUE TODO DESORDENADO CON TRAPOS Y DISTINTOS ELEMENTOS TIRADOS EN EL PISO. NO HAY NADIE EN ESCENA. DESPUES DE UNOS INSTANTES ENTRAN MARCELA Y AUGUSTO CAMBIADOS. ELLA CON ROPA MAS INFORMAL Y EL CON PRENDAS QUE SE NOTAN QUE LE QUEDAN UN POCO GRANDES)

AUGUSTO: Este es un tiempo de locos. De repente llueve que parece que se va a caer el cielo y al rato sale un sol impresionante.

MARCELA: Si. Aquí todo es de locos. El tiempo, el lugar, la gente. No es mi lugar. Me siento mucho mejor en Buenos Aires o en cualquier ciudad de Europa No sé porqué a Alicia le encanta esto.

AUGUSTO: De cualquier forma vas a tener que convencerla para poder irte. Y hablando de Alicia. ¿Dónde está? ¿Hay algún otro cuarto?

MARCELA: No. Sólo un bañito chico y un espacio para que se caliente el agua cuando se prepara el mate. Le gusta tomar mate, te das cuenta Voy a ver si está ahí.

(SALE. AUGUSTO SE QUEDA OBSERVANDO EL CUADRO DE ALICIA. VUELVE MARCELA)

MARCELA: No. No está.

AUGUSTO: En una de esas se fue para la casa a pesar de todo. Quizá tenía necesidad de espiarnos.

MARCELA: La hubiéramos cruzado. ¿Y espiarnos, para qué?

AUGUSTO: Vos sabés que tu hermana sospecha que nos acostamos juntos. ¿Nunca te lo dijo?

MARCELA: No.

AUGUSTO: ¿Ves? (PAUSA) Es rara tu hermana. A pesar de haber estado casado con ella casi tres años nunca llegué a conocerla verdaderamente. Con sólo mirar lo que pinta te das cuenta que es rara.

MARCELA: Todos los artistas son medio raros.

AUGUSTO: Puede ser. (SE SEPARA DEL CUADRO) Y tendría razón.

MARCELA: ¿Cómo?

AUGUSTO: En lo de las encamadas.

MARCELA: No es necesario ser grosero Augusto. Además no fueron...muchas Yo estaba un poco confundida porque.....me había separado de Alberto. Y vos aprovechaste.

AUGUSTO: ¿Yo aproveché?

MARCELA: Si.

AUGUSTO: No estoy muy de acuerdo. Y no fueron tan pocas veces.

MARCELA: Basta Augusto. No quiero hablar ni acordarme más de eso.

AUGUSTO: Yo sí.

MARCELA: Augusto......

AUGUSTO: Fue muy importante para mí. Y eso provocó que me separara de Alicia.

MARCELA: No es cierto. Ustedes se llevaban mal mucho antes...

AUGUSTO: Y creo además que Alicia se dió cuenta. Por eso tuvo esa crisis...

MARCELA: Augusto. Eso fue muy poco elegante por lo menos. Acusarme a mi de tu separación y sobre todo de la enfermedad de mi hermana es algo repugnante.

AUGUSTO: No opinabas lo mismo en aquellos tiempos.

MARCELA: Insisto que esto es repulsivo. Estoy totalmente arrepentida de haberte llamado. Sabés muy bien que el que exigió que Alicia se internara fuiste vos. Dijiste que era un peligro para ella misma y los demás. Y trajiste certificados médicos que lo aseguraban.

AUGUSTO: Si, pero las causas...

MARCELA: A esta altura no sé si lo que dice Alicia no es la verdad.

(PAUSA. AUGUSTO LA MIRA AMENAZANTE)

AUGUSTO: ¿Y qué dice tu hermana?

MARCELA: Que la internaste para apoderarte de algunos bienes que eran de ella.

(NUEVA PAUSA)

AUGUSTO: ¿Eso dice?. ¿Y vos qué pensás?

MARCELA: Después de tu reciente comportamiento tengo que repensar varias cosas.

(AUGUSTO AVANZA SOBRE MARCELA)

AUGUSTO: No puedo creer lo que escucho. Debe ser un momento de enojo. Si no, no se puede entender. Sabés que yo te quise mucho.

MARCELA: Eso decías.

AUGUSTO: Te lo demostré en los hechos.

MARCELA: ¿Cuáles hechos?

AUGUSTO: Separarme de Alicia.

MARCELA: No lo creo. ¿Qué otros hechos?.

AUGUSTO: Los que no se pueden fingir.

MARCELA: Sigo sin creerte.

(PAUSA)

AUGUSTO: ¿Y lo que pasaba en la cama?

MARCELA: De nuevo la grosería.

AUGUSTO: La verdad! Hay cosas que no se pueden fingir. No quiero ser más grosero.

MARCELA: Sos muy poco hombre.

AUGUSTO: Antes me decías lo contrario.

(PAUSA. MARCELA INTENTA CONTENER SU FURIA)

MARCELA: Me parece que sabés muy poco del amor Augusto. Hay cosas que sí se pueden fingir. Y palabras. Y actitudes. Y hasta estados de ánimo o emociones.

AUGUSTO: ¿Qué querés decirme?

MARCELA: Que no alardees de lo que pasó. No te olvides que al final me fui. Me encontraste en un momento que.....necesitaba a alguien.

AUGUSTO: ¿Querés decir que me usaste?

(SILENCIO DE MARCELA Y PAUSA)

AUGUSTO: Estás tratando de sacarte la culpa de encima. Conozco muy bien cuando las mujeres se sienten satisfechas y disfrutan de una relación..

MARCELA: O simulan que disfrutan y estar satisfechas.

(AHORA EL QUE CONTIENE SU FURIA ES AUGUSTO)

AUGUSTO: ¿Porqué harías eso?

MARCELA: Menos que nada era.

(EL ROSTRO DE AUGUSTO SE TRANSFIGURA. SE ACERCA A MARCELA Y SU TONO CAMBIA A OTRO DE SUMA AGRESIVIDAD)

AUGUSTO: Así que te encamaste conmigo porqué no tenías a nadie. ¿Eso querés decirme?

(MARCELA RETROCEDE UN POCO ASUSTADA)

MARCELA: Yo sólo...

AUGUSTO: ¿Que vos sólo lo hiciste para satisfacer tu vanidad? Para demostrarte que podías levantar al marido de tu hermana si te proponías

MARCELA: No......

AUGUSTO: Sí es cierto. Lo que no decís es que después de levantártelo, en la cama te gustó. Te enloqueció. Te volviste loca porque nadie te había cogido como lo hice yo. Confesalo!

MARCELA: ¿Estás loco? ¿Qué te pasa? Calm...

(EN MEDIO DE LA FRASE AUGUSTO SE AVALANZA SOBRE MARCELA LA ABRAZA CON FUERZA Y LA BESA CON SUMA VIOLENCIA. MARCELA SE RESISTE INTENTANTO SEPARARSE PERO LE RESULTA IMPOSIBLE)

AUGUSTO: (DESPUES DE UNOS INSTANTES) Asi que ahora no querés. Te hacés la estrecha conmigo. Quedate quieta que no te voy a soltar puta!

(MARCELA MIENTRAS TANTO LE RUEGA QUE LA SUELTE TRATANDO DE NO GRITAR)

MARCELA: Por favor no...

(AUGUSTO LA VUELVE A APRETAR Y LA HACE CALLAR TAPANDOLE LA BOCA CON LA SUYA. MIENTRAS TANTO LA VA LLEVANDO HACIA UN COSTADO. CUANDO VE EL ATAUD SE DIRIGE HACIA EL)

AUGUSTO: Yo te voy a enseñar.....

MARCELA: No...

(AUGUSTO LA OBLIGA A ACOSTARSE SOBRE EL CAJON Y COMIENZA A MANOSEARLA)

AUGUSTO: Si! Y mejor que no te resistas porque va a ser peor para vos.

(MARCELA FORCEJEA Y LUCHA CON TODAS SUS FUERZAS PERO AUGUSTO POCO A POCO LA SOMETE. LA OBLIGA A DARSE VUELTA CON LA CARA SOBRE EL CAJON Y LE LEVANTA LA POLLERA CASI DESGARRANDOLA. SE ABRE LA BRAGUETA Y SE COLOCA CON VIOLENCIA SOBRE ELLA. EN MEDIO DE LOS GRITOS ASUSTADOS Y FURIOSOS DE MARCELA SE CONSUMA LA VIOLACION SOBRE EL FINAL INGRESA ALICIA QUE OBSERVA LA ESCENA SIN INTERVENIR. CUANDO TODO TERMINA SE PRODUCE UN SILENCIO ABSOLUTO Y UNA EXTRAÑA QUIETUD. ALICIA SALE SIN QUE LA VEAN. DESPUES DE UNOS INSTANTES AUGUSTO SE LEVANTA ARREGLANDOSE LA ROPA. MARCELA QUEDA UNOS SEGUNDOS MAS TIRADA SE INCORPORA, SE SIENTA MIRANDO HACIA EL FONDO Y SE ARREGLA TAMBIEN LA ROPA. NINGUNO DE LOS DOS HABLA. AUGUSTO SE PASEA POR EL LUGAR Y MARCELA SE QUEDA QUIETA SENTADA. ENTRA OTRA VEZ ALICIA.EL PRIMERO EN VERLA ES AUGUSTO)

ALICIA: ¿Me estaban esperando?

(MARCELA SE SOBRESALTA VISIBLEMENTE Y SE VEN MOVIMIENTOS RAPIDOS PARA TERMINAR DE ARREGLARSE. DESPUES SE INCORPORA Y SE DIRIGE HACIA UN COSTADO AUNQUE EVITANDO MIRAR A AUGUSTO Y A SU HERMANA. ALICIA SE DIRIGE HACIA DONDE ESTAN LOS CIGARRILLOS, TOMA UNO Y LO ENCIENDE)

ALICIA: ¿Alguien quiere?

(ANTE EL SILENCIO DE LOS OTROS DOS DEJA EL PAQUETE DONDE ESTABA)

ALICIA: Bueno veo que están absolutamente silenciosos. ¿Pasa algo?

(PEQUEÑA PAUSA)

AUGUSTO: No, nada. Como no estabas nos quedamos un rato a esperarte.

ALICIA: Si. Ya veo. ¿Sabés Marcela que me extraña que te hayas sentado sobre el ataud.? Me pareció antes que no te gustaba mucho.

(MARCELA JUNTA FUERZAS PARA REARMARSE)

MARCELA: Es lo único que está limpio en este lugar.

(PAUSA)

MARCELA: ¿Dónde estabas?

ALICIA: ¿Qué te pasa?

MARCELA: Nada!

ALICIA: Parecés..... enojada.

(MARCELA ESQUIVA LA MIRADA)

ALICIA: Vuelvo a preguntar, ¿pasó algo?

MARCELA: Nada. Permiso. Tengo algo que hacer.

(SALE. ALICIA SE QUEDA MIRANDO FIJAMENTE A AUGUSTO)

ALICIA: .....si no lo quieren decir...ustedes sabrán

AUGUSTO: (UN TANTO IRRITADO) Ya te dijimos los dos que no pasó nada. ¿Qué buscás?

ALICIA: Está bien. Dejemos las cosas así.

AUGUSTO: Tu eterna manía de querer encontrar algo raro debajo de todo..

ALICIA: Augusto por suerte ya no soy tu esposa, así que haceme el favor de dejar de tratarme como si lo fuera.

AUGUSTO: ¿Qué decís?

ALICIA: (FIRME) Que no grites más.

(PAUSA. AUGUSTO LA MIRA EXTRAÑADO. REACCIONA)

AUGUSTO: Tocado. Veo que algunas cosas cambiaron.

(ENTRA MARCELA QUE TERMINO DE ARREGLARSE Y PEINARSE EN EL BAÑO)

ALICIA: ¿Estás bien?

MARCELA: Si. Perdoname lo de antes. Estaba preocupada.

ALICIA: No entiendo porqué. Fui a pasear y a reflexionar un poco.

AUGUSTO: ¿Y llegaste a alguna conclusión?

ALICIA: No todavía. Sólo intuiciones.

AUGUSTO: Intuiciones. Tiene algo de mágico esa palabra.

ALICIA: Puede ser. Depende cómo se use. A mi me pasa por ejemplo cuando pinto. Siento, veo ciertas formas, colores, sonidos . Con las personas me pasa lo mismo. Y casi nunca me equivoco..

AUGUSTO: Mire usted. Interesante ¿no Marcela?

MARCELA: (SECA Y DURA) Si. Mucho. Pero no estamos aquí para divagar sobre la intuición.

ALICIA: Tenés razón.

(PAUSA)

MARCELA: ¿Entonces?. ¿Llegaste a alguna conclusión?

ALICIA: Todavía no. Pero falta poco.

MARCELA: No te entiendo. ¿Cuánto falta? ¿Minutos, horas, meses?

ALICIA: Poco. Falta poco. Seguramente en poco tiempo se produjeron o se van a producir hechos que van a aclarar el panorama.

AUGUSTO: Hablás como un oráculo. O como una vulgar tiradora de cartas de tarot, o como un horóscopo de un semanario femenino de actualidad.

ALICIA: Augusto si no te gusta lo que digo o cómo lo digo, ahí tenés la puerta.

(SILENCIO FUERTE. AUGUSTO MIRA EXTRAÑADO A ALICIA Y DESPUES A MARCELA BUSCANDO SU COMPLICIDAD.)

AUGUSTO: Muy bien. Pero quiero recordar que fui invitado a esta reunión. Y que además de viajar varias horas me embarré hasta el pelo para cumplir con esa invitación.

ALICIA: Ya paró de llover.

AUGUSTO: ¿No tenés nada que decir?

MARCELA: No por ahora. Si te invité fue porque legalmente todavía sos el marido de Alicia y necesitamos tu consentimiento..

AUGUSTO: ¿Nada más?

MARCELA: Nada más.

(ALICIA ESCUCHA ATENTA )

MARCELA: ¿Entonces Alicia?

ALICIA: Entonces Marcela, creo que deberías ir a hablar con la gente y preguntales que opinan ellos.

MARCELA: No tengo que ir a preguntarles a los empleados qué opinan sobre qué tengo que hacer con mi propiedad.

AUGUSTO: Estoy absolutamente de acuerdo. Es absurdo.

ALICIA: Preguntarles por ejemplo qué saben de la administración de la estancia después que me internaron.

MARCELA: ¿Cómo? No te entiendo.

ALICIA: Es fácil. Que te cuenten lo que pasaba cuando yo no estaba y vos vivías en Buenos Aires sin venir nunca aquí.

(PAUSA. AUGUSTO SE MUESTRA INQUIETO)

MARCELA: ¿Qué pasaba?

ALICIA: ¿Quién se encargó de la administración del campo?

(PAUSA. MARCELA SE QUEDA EN SILENCIO Y DIRIGE UNA FUGAZ MIRADA A AUGUSTO QUE REACCIONA CON VIOLENCIA)

AUGUSTO: Hablá claro. ¿A quién estás acusando?

ALICIA: A nadie. Le pido a Marcela que vaya a hablar con la gente.

AUGUSTO: Sabés muy bien que fui yo quien se encargó de la administración de esto porque no había nadie que se hiciera cargo. Y traté de hacer todo lo posible para salvar algo que es insalvable. No sé qué pueden decir esos infelices de mí, cuando lo único que saben hacer es tomar mate debajo de los árboles. Nunca pude conseguir que trabajaran aunque sea la tercera parte de lo que debieran..

ALICIA: Ellos no dicen eso.

AUGUSTO: Y vos por supuesto le crees a ellos y no a mi.

ALICIA: Por supuesto. Ellos no pudieron firmar ninguna operación ni tomar decisiones de ningún tipo.

AUGUSTO: Lo único que faltaría. Que ellos decidieran sobre lo que no les pertenece.

ALICIA: Algo les pertenece. Pero ese es otro tema. ¿Marcela, Augusto te hizo firmar varios documentos, no?

(CASI AL MISMO TIEMPOS SE ESCUCHAN LAS VOCES DE AUGUSTO Y MARCELA)

MARCELA: Sí.

AUGUSTO: No te voy a a permitir que me acuses de nada. ¿Otra vez te volvieron las alucinaciones? ¿O el delirio de persecución¿ ¿Seguís viendo sombras extrañas por todas parte?. Sombras en el aire.

(ALICIA IGNORA A AUGUSTO Y SE DIRIGE A SU HERMANA)

ALICIA: Te aconsejo que hagas memoria y te acuerdes de todo lo que firmaste. Y andá a hablar con la gente. Te lo pido por favor.

AUGUSTO: (ACERCANDOSE PELIGROSAMENTE A ALICIA) ¿No me escuchaste? No te voy a permitir que me calumnies.

ALICIA: No creo que tengas que indignarte. Si lo que estoy diciendo es mentira te podés quedar tranquilo. Lo podrás probar.

AUGUSTO: No tengo que probar nada. ¿Me entendés? Nada.

(TOMA A ALICIA DE LOS HOMBROS Y LA ZAMARREA. ALICIA LUCHA PARA SOLTARSE. MARCELA SE ACERCA Y GOLPEA CON FURIA A AUGUSTO)

MARCELA: Soltala. Soltala te digo o voy a buscar a la policía.

(DESPUES DE UNOS INSTANTES AUGUSTO DEJA A ALICIA Y SE ENFRENTA A
MARCELA SONRIENTE)

AUGUSTO: ¿Ahora te nacieron las agallas?

MARCELA: Callate la boca y dejame escuchar a mi hermana! O te prometo que llamo a la policía.

AUGUSTO: ¿A la policía? ¿Vos? Te recuerdo que hay cosas que no vas a poder contarles. Ni a ellos ni a tu hermana.

MARCELA: Creo que sí. Que voy a poder.

AUGUSTO: Vos sabrás hasta donde llega tu dignidad.

ALICIA: Seguramente bastante más arriba que la tuya.

(AUGUSTO HACE UN GESTO DE ATACAR A ALICIA PERO ES CORTADO POR LA ACTIIUD DE LAS DOS MUJERES)

AUGUSTO: Creo que te contagiaste la locura de tu hermana.

ALICIA: ¿Nos vas a internar a las dos? Las cosas cambiaron Augusto.

AUGUSTO: Eso crees vos. ¿Pensás llevar a la justicia las supuestas pruebas que tenés en mi contra?

(PEQUEÑA PAUSA)

Háganlo. Denúncienme. A la policía, a la justicia o a quien quieran.

(NUEVA PAUSA)

Ustedes ya están quebradas. Este campo no les pertenece más. Tienen tantas deudas que no pueden tener la esperanza. de recuperar ni una mínima parte de lo que tenían.

(ASOMBRO EN MARCELA. DOLOR EN ALICIA)

MARCELA: ¿A qué viniste Augusto?

AUGUSTO: Una formalidad. Quería que ustedes cedieran el campo sin necesidad de tener conflictos. Ni con ustedes, ni con esos estúpidos empleados que todavía sueñan con proyectos utópicos. Pero si ustedes quieren que sea de otra manera no hay problemas. Será de otra manera.

MARCELA: ¿Estás reconociendo que todo lo que dijo Alicia es verdad'

AUGUSTO: No reconozco nada.

MARCELA: ¿Que nos estafaste y nos robaste la herencia de nuestros padres?

(PAUSA. AUGUSTO NO RESPONDE)

MARCELA: Sos un hijo de puta!

AUGUSTO: Después de lo pasó hace un rato te puedo permitir algunos insultos.

(MARCELA VA HACIA AUGUSTO CON INTENCIONES DE ATACARLO PERO ES RECIBIDA CON UNA MANO QUE LE RETUERCE LA SUYA Y LA OBLIGA A ARRODILLARSE EN EL PISO. ALICIA VA A SOCORRER A SU HERMANA PERO RECIBE EL MISMO TRATAMIENTO)

AUGUSTO: Estúpidas! ¿Contra quién creen que están peleando?

(PAUSA. AUGUSTO SE ALEJA UNOS PASOS CONTEMPLANDO DIVERTIDO LOS ESFUERZOS DE LAS DOS HERMANAS POR INCORPORARSE)

ALICIA: (TODAVIA DESDE EL PISO) Cambiaste muy rápido los argumentos.

AUGUSTO: Las tácticas dependen de las circunstancias. A veces se puede ser violento y frontal, a veces hay que ser un tanto delicado y elusivo. Bueno se acabaron los discursos. Como les dije antes el campo ya está totalmente perdido para ustedes. Las deudas superan el patrimonio Así que tienen dos caminos. O se resignan y por ahí les hacemos un regalito simbólico, o pelean y pierden todo por la vía que elijan. En ese caso se quedan en pelotas.

ALICIA: ¿Y quienes son nuestros acreedores?

AUGUSTO: Eso no les interesa, creo. No importa quien figure como acreedor. Lo importante es quien es verdaderamente el que maneja los dados.

ALICIA: Estás un poco evasivo. ¿No sos vos por casualidad?

AUGUSTO: Yo figuro como el principal acreedor. Si eso te satisface.

MARCELA: Hijo de puta!

AUGUSTO: No abuses Marcela. Puedo repetir la dosis. Y con las dos. (PAUSA) Nunca dejes desairado a quien tiene el poder. La venganza puede ser muy dura. Pero hoy estoy bondadoso. Les voy a dejar un tiempo para que consideren mi propuesta. Si la aceptan podemos convenir cómo sería el regalito, Si no......lo lamento por ustedes. Van a tener que ir a pedir limosna o morirse de hambre. Voy hasta la casa. Y ahí espero, digamos, ¿una hora? ¿De acuerdo?

(SALE. PAUSA LAS DOS MUJERES SE QUEDAN EN SILENCIO Y ABATIDAS. ALICIA, DESPUES DE UNOS INSTANTES, SE ACERCA A MARCELA Y LA ABRAZA CONTENIENDO UN RECHAZO INSTINTIVO DE SU HERMANA. SE QUEDAN ASI DURANTE UN LARGO RATO)

ALICIA: Lamento mucho lo que te hizo.

MARCELA: ¿Lo viste?.

ALICIA: Lo vi. Lo lamento mucho Marcela.

(MARCELA SE LARGA A LLORAR Y SE ENTREGA AL ABRAZO MAS ESPONTANEAMENTE. ALICIA LE ACARICIA EL CABELLO)

ALICIA: Ahora no sirve de mucho llorar. Vamos a tener que decidir. No nos dejó mucho tiempo.

(SEPARA CON SUAVIDAD A MARCELA Y RECORRE EL LUGAR CON MUCHA PENA)

ALICIA: Me va a costar mucho vivir sin todo esto. El campo, mi cuarto en la casa, mi estudio....

(SEÑALA EL LUGAR CON UN BRAZO. MARCELA LA MIRA EN SILENCIO)

ALICIA: Va a ser muy difícil.

MARCELA: ¿Qué vas a hacer?

ALICIA: Irme. No nos queda otra salida.

(LA MIRA A MARCELA QUE EVITA LA A SU VEZ LA MIRADA)

ALICIA: ¿Y vos qué vas a hacer Marcela?

(PAUSA ANGUSTIOSA DE MARCELA)

MARCELA: No sé. Me siento tan…denigrada…tan inútil…tan poca cosa…… Yo no sé hacer nada Alicia. Nada. ¿Qué puedo hacer?

ALICIA: Luchar.

MARCELA: ¿ Para qué?

ALICIA: Para vivir. Con dignidad.

(MARCELA LA MIRA Y CAMINA LENTAMENTE HACIA LA SALIDA)

ALICIA: ¿Dónde vas?

(SIN CONTESTAR MARCELA SALE. ALICIA SE QUEDA INMOVIL EN EL CENTRO DEL ESCENARIO MIENTRAS LAS LUCES SE PAGAN LENTAMENTE)



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