Monólogo de la Estrella
de Benjamin Gavarre
Personajes
Voces de actores y actrices
Voz en off
Diva
El espacio está dispuesto para representar Los
Entremeses de Cervantes. Motivos alusivos. Un telón pintoresco cliché de alguna
de las obras del famosos autor: La Guarda Cuidadosa, El Viejo Celoso, etc. Se
escucha la voz del traspunte que ruega a los asistentes apagar sus celulares
para no interrumpir la función. Se da la primera llamada, como si el traspunte
estuviera en éxtasis. La segunda, se da también en éxtasis, pero como si el
traspunte estuviera a punto de un orgasmo. La tercera es verdaderamente un
momento incómodo.... El traspunte parece haber tenido el orgasmo... De repente
la luz de trabajo se enciende y nos damos cuenta de que la obra no comienza. Es
una obra de Cervantes, un Entremés que nunca se llevará a cabo. Se oyen voces
de pelea, gritos, insultos...
Voces de actores y actrices (Desde
bastidores). ― ¡Ya, Diva! ¡Estás borracha!
Diva. ― (Se escuchan sus alaridos y sus
esfuerzos por defenderse) ¡Suéltenme! ¡Pero cómo se atreven! ¡Cómo que no
me van a dejar salir! ¡Si yo soy La estrella! ¡El escenario es Mío!
Voces de actores y actrices (De aquí en adelante
Voces). ― Estás borracha. ¡Ya, Patricia!, ¡entiende que nadie te quiere llamar a
trabajar! Eres demasiado problemática. ¡No nos arruines la función!
Diva. ― Yo les voy a hacer el favor de
trabajar en su mugroso numerito. Guácatelas. ¡Entremeses de Cervantes! Qué Old
Faschion (SIC) ¡Qué falta de consideración con el Arte pos moderno.
¿Cómo se les ocurre que alguien venga a verlos? Por lo menos, al enterarse de
que voy a actuar Yo, vendrá el público a verme a Mí. ¡No me toques! ¡Suéltame!
¡Mi público me espera!
Voces. ― ¡Ya, Diva, estás loca, ¡estás
borracha! ¡Vamos a llamar a la policía, ¡vieja babosa!
Diva. ― (Sale al escenario y sonríe
seductoramente al público) ¡Heme aquí! ¡Mi querido público; ya llegué! (De
pronto, al técnico de cabina) ¡y bien? ¿Dónde está mi reflector? (Las
luces se apagan por completo) ¡Qué gracia! ¿Qué? ¿No sabes quién soy? ¿Eres
nuevo en este negocio, técnico de cuarta? (Se prende un cenital sobre la
actriz) Así me gusta, que me respeten. (De pronto el cenital se apaga y
otro cenital se prende lejos de donde está la Diva. Ella, corre a ponerse
debajo de la nueva luz). Muy gracioso. Estúpido. Muerto de hambre. Así me
gusta, que me respeten. Bien. (La luz se apaga por completo otra vez. La
Diva saca una linterna y se ilumina ella sola). A mí todo el mundo me hace
los mandados. Mi público adorado: ¡Sé que me extrañaban!...
Voces. ― Ya mandamos por una ambulancia.
Te vamos a mandar al manicomio, ¡vieja loca! Eres Border line, o por lo menos
Bi.
Diva. — No soy Bi... soy. Soy... No soy
Bi, soy...
Voces. — Pinche maniática. No queremos decir
bisexual, aunque lo seas, pinche bicicleta.
Diva. — No soy bicicleta,
soy...
Voces. — ¡BIPOLAR!!!!
Diva. — Ja, ja. Qué ocurrentes. Pues sí,
mis queridos admiradores. Sabrán que soy... SOY... una estrella. Una estrella
se clasifica según el libro de Tomking, o de Tombling, o de Tomphinks… No
Importa. Número Uno: Una estrella siempre debe estar como Yo. Al frente del
escenario, con el cenital encima.
Voces. – ¡Ya sáquenla!
Se prende un cenital sobre la Diva. Finalmente
tiene un momento de lucimiento estelar,
tendida como en un diván y con la música de
fondo
Diva. — ¿Que si me siento abochornada,
confundida, desencantada, sujeta a malestares inidentificables? Sí, debo
admitirlo. Y no, no es que necesite a mi psicoanalista. Es más, estoy
absolutamente feliz con la idea de no tener roles protagónicos con estos. Yo
trabajo sola.
Voces. — Por eso estás
desempleada.
Diva. — Tres, tres nominaciones a los
premios de la academia. Envidia de cientos de mujeres... Y de hombres... Bueno,
es un decir. Yo que he llenado las pantallas con grandes, grandes, grandes
acercamientos a mis fabulosos labios. Por favor. Yo no estoy para pedirle
favores a nadie. Es más, tengo talento musical, también, se los demuestro,
oigan una de mis más recientes y entrañables composiciones: My Fuuuuuuny
Valentineeeee, Sweett, sweet... Funnyyy Valentinneeeee... Eso es por el estilo
que les parece... Divino, ¿no?... ¿No?... ¡No? ¡Por qué me miran así? Qué pasa.
Soy o me parezco. Yo, bueno. Se los diré. Nací Diva. Soy la Diva. La Diva Diva.
Bueno, se los diré para que me entiendan. Soy divina, hecha por dios. Soy de
Dios. Si no, miren nada más mi... cuerpo. Mis... atributos... Son genuinos,
nada de inyecciones, lo juro... Me costaron... años de esfuerzo, de
ejercicio...
Voces. — ¡Estás operada!
Diva. — Y bueno, qué quieren que les
diga. Aquí por lo visto nadie ha leído el Tompkins, mi libro de cabecera, el
libro de cabecera de toda actriz que se respete. Veamos lo que dice: (Saca
un libro con la portada en blanco) La Estrella, es decir Yo, debe verse
encantadora en cualquier momento. Debe mantener, siempre, de manera reservada,
su vida privada. No deberá ocultar nada a la Prensa, eso nunca. Deberá quedarse
en casa y cuidar su salud. Dejarse ver con frecuencia en los sitios.... No, no,
no, no, no: en los lugares selectos, pero públicos. Es así. Deberá ...Ser
siempre el centro de atención....
Voces. — ¡Ya no fastidies! ¡Déjanos
trabajar!
Diva. — Una Diva que se respete no deberá
usar nunca el mismo vestido. Deberá ser como yo, así, tal como soy, sin que
nunca nadie pueda ni por casualidad aventurarse a saber... sobre el claro y manifiesto
misterio que la envuelve... Por eso no tiene nadie mi teléfono, por eso,
debemos vivir apartadas en mansiones maravillosas, rodeadas de guardaespaldas
imponentes, siempre dispuestos a protegernos, a velar por nuestra integridad...
Nuestra belleza...
No están ustedes para saberlo,
pero mis atributos me han costado... mucho esfuerzo. He cosechado mi estado con
más que mil lagartijas cotidianas... ¡No van a gritar nada ahora,
maleducados?
Voces. — No, te escuchamos muy
interesados, sí como no.
Diva. — Mis dotes como actriz, pues, ya
saben, son invaluables, pero mis atributos, mis piernas, mi traserito lindo,
mis bubis...
Voces. — Todo falso.
Diva. — Pues están asegurados, en más
dinero de lo que estos pobres piojosos universitarios nunca sabrán. Millones de
dólares, ¿lo saben?
Voces. — Estás hecha de
silicón.
Diva. — Ay, estos pelados, han de ser de
Filosofía, Je. Como les decía, He trabajado en varios espectáculos. Siempre
como la Estrella, claro. Me recordarán, es inútil preguntarles... Yo encarné a
la máxima figura del Cine Nacional... En ese entonces me llamaba, no Patricia,
no Sara, no María... Aunque Sara me queda bien, como Sara la conocen, Sara...
Ah. Sara... Pues no, yo no era Sara... Era Blanca Estela. Blanca Estela
Bernard.
Voces. — Ahora resulta. La Félix otra
vez.
Diva. — ¡No! Claro, claro, no era así, No
era María, aunque brincos diera, la estúpida... Era... Blanca Estela Pavo....
¿Pavo? ¡Pavo! ¡Qué horror! ¡Cómo alguien puede llamarse Blanca estela Pavo!
¡Qué horror!
Voces. — Pavón.
Diva. — Claro: Blanca Estela Pavón, esa
sí era yo.
Voces. — ¡Estás loca!
Diva. — Y sí, es una máxima: una no debe
hacer caso a las voces maldicientes que la tratan de opacar a Una, que es
Regia, que es Máxima, que es como si se pudiera decir: ¡La Máxima Maravilla
sobre el escenario!
Voces. — ¡Ya te vas o qué, la obra ya va a
comenzar! Estorbas.
Diva. — Je, je. Mi querido público, les
hablaba de Tompinks, o de Tomblns, o de Tompsin. Sí. Mi constitución es Rara
Avis, lo saben, ¿no? Soy La Estrella. He trabajado en diversos escenarios y
afamados. Soy. Yo Soy…. Qué más puedes pedir. SOY. ¿Eso está claro?
Voces. — ¡Que te largues!
Diva. — Je, je. Lo primero que debe hacer
Una Diva como yo, es ignorar los comentarios insulsos, abyectos, de gente de
baja condición, ¿lo saben? De Desnaturalizados sin fin, de renegados, Neo
Hippies, de Resentidos pos… modernos, sin futuro como los que me gritan. Ah, si
supieran las bases del Manual de Tompens, en donde yo…. Me he instruido. Yo soy
universitaria.
Voces. — ¡Si comenzaste en el Blanquita!
NOSOTROS SÍ ESTUDIAMOS.
Diva. — Ah, ja, ja, ja, ja, ja. Qué
es esto que quieren presentar a ustedes, dilecto Público, de los Entremeses de
Cervantes. Qué Old Fashion, qué antigüedad. CERV... an-tes, qué, se dan cuenta,
De Antes…Yo. En cambio. Yo. Soy profesional. He trabajado…
Voces. — Si eras mesera. Vete al
psiquiátrico.
Diva. — Con Strasberg, Con Sekisano, Con
Elia Kazan, con los Fábregas.
Voces. — Ya estás vieja. ¿Los Fábregas?,
ya ni se acuerdan, mejor dí Ocesa, o no sé… en: ¡Zoom!
Diva. — No, nenes. Con Brecht, que
fue mi maestro… Thompinks decía…
Voces. — ¡Ya ni siquiera sabes qué
sigue!
Diva. — Tom Kings es el manual, por
excelencia, por antonomasia
Voces. — ¿Quéeeee? Te huele el
Chóstomo.
Diva. — Qué Vulgares In Did…. En Fin…. El
Manual, dice: “Una estrella de mi fulgurante condición solo puede aceptar
protagónicos en grandes, ¡ingentes producciones!"
Voz sola. — ¡¿Quéee!? ¿Qué te levantaron en
Insurgentes? ¿Y de a cómo mamacita!
Diva. — Insulsos, estultos, retrogradas,
¡tarambanas! ¿Han Oído ustedes hablar, de alguien tan versátil, tan sin igual,
sin referencia, como YOOOOO. Les demuestro: ¡Fuego, fuego, que me quemo, que la
cabaña se me abraza, ya dan a mis ojos agua, fuego amigos fuego, agua, agua…!
Agua. ¡Agua!!!!!!
Voces. — Así no es. Conocemos la obra, es
de Tirso. El Burlador…
Diva. — Sí, sí, sí. Sí, síí. Sííííi. Al
carajo Tirso de Mola, que no crean que soy una ignorante.
Voces. — ¡Sí, lo eres!
Diva. — En Fin. Ya. Bueno. Buhhhhh.
Buahhhh. En Fin, mi querido público. Yo Soy. Soy. Algunos me califican como la
Diva, Otros...
Voz, seria, masculina, en off. — Oye,
Gustavo, ya salte del escenario
Diva. — (Desconcertadísima) Qué,
perdón, no entiendo.
Voz en off. — Sí, Gustavo, salte. Ya.
Ahora.
Diva. — Pero…
Voz en Off. — El público pagó, está ESPERANDO
UN ESPECTÁCULO, Y Tú. Estorbas. YA… Salte, Gustavo.
Diva. — Pero cómo va a ser. Yo, CUT,
Filosofía y letras, digo, no, fuchi: Enat, Veracruzana, las más altas
calificaciones en red international socIAtY Progres in the Theatre Performance
for the Retro… Pos Retro… Neo Retro, Pos… Cómo va a ser.
Voz en off. — Así, es Patricia. Lo siento. No
es nada personal. Quiero decir, Gustavo. Estás Acabada, Acabado. ¡Salte por
favor de la mejor manera o no querrás que las cosas se vayan a
Derecho!
Diva. — ¿Y con el Derecho de quién,
retrógradas, estúpidos, imbéciles, descerebrados, estultos…? Todavía soy una
actriz sin igual, SOY HERMOSA, SOY SIN IGUAL, SOY, aun con mis miles de años
que no voy a revelar, soy eximia, soy egregia, soy incalculable. Imbéciles.
¿Ustedes se atreven a tasarme a Mí? ¿A ponderarme a mí? Ustedes, que ni
estudiaron. ¿Se atreven a medir, a juzgar a tan eximia actriz????? No son más
que una par… Una parvada de Imbéciles. No se crean. El Público me apoya,
¿verdá, público, verdá, verdá que sí…. Nest-ce pas?
Mucho silencio.
Diva. — Es en francés idiotas, qué, no
saben. No SABEN. NO SABEN. En fin, ¡USTEDES NO SABEN NADA! … Nést-ce pas?...
¿No es así?... Yo Sí soy una mujer informada. Sé francés. Y mucho más. Sé. Soy
traductora, estúpidos. soy una artista, ¿NO ME ENTIENDEN? !Nooo? Ah, bueno.
Pues si no entienden. Pues… ¡Me voy! ¡MEJORES COSAS TENGO QUÉ HACER!!!!!! Abur,
idiotas. No saben lo valiosa que soy. NUNCA LO SUPIERON. ¡ABUR!!! ¡Hasta la
vista!
Voz en Off. — Gustavo, Oye.
DIVA. — ¿Sí?
Voz en off. — ¡Eres la mejor!
Diva. — ¡Siempre lo he sabido! Y te
equivocas, mucho, Gustavo ya hace mucho que no está. Yo soy… Yo soy…
¡divina!
OSCURO
FIN
No hay comentarios.:
Publicar un comentario