sábado, septiembre 27, 2025

RETRATO HABLADO, por Ben Gavarré

 


RETRATO HABLADO

por Ben Gavarré



 Este trabajo ha sido publicado para su difusión libre y abierta, aunque todos los derechos de propiedad intelectual están reservados. El uso público de esta obra requiere el permiso del autor y para obtener la autorización correspondiente comuníquese con bengavarre@gmail.com o gavarreunam@gmail.com (Reg. Prop. Int. Expte. Bandeja de entrada)


Personajes:

  • TAVO (50 años). Viste ropa cómoda y ligeramente pasada de moda.
  • JONATHAN (25 años). Muy atractivo, atlético, con músculos visibles en los brazos, y meticuloso con su peinado. Por ahora, en pijama o ropa casual desordenada.


1 Peleas con el texto

Lugar: La sala/estudio de su departamento

 en el tercer piso.

Sonido: El click-clack irritante del teclado.

(TAVO está frente a su computadora, escribiendo un ensayo. De pronto, suelta el teclado como si quemara y se frota la sien. Se deja caer pesadamente en la silla, luchando con el texto.)

TAVO (Voz baja, sarcástica, mientras teclea con mucha corrección): "Finalmente, el discurso contemporáneo debe evitar la instrumentalización de la resiliencia y buscar una narrativa post-traumática que no victimice al sujeto, sino que lo empodere desde una posición ética y responsable..." (Lee lo que acaba de escribir con un tono impostado, se burla de sí mismo). ¡Qué bello! ¡Qué profesional! ¡Qué manera tan pomposa de decir que no tengo una p*ta idea de qué poner, pero que suena a que soy inteligente! (Se inclina hacia la pantalla y susurra en voz alta, sin teclear, preparando su siguiente frase de 'ensayo'): ¡La verdad es que necesito un lenguaje que no se avergüence del deseo! Pero ¿cómo se lo explicas al algoritmo? Lo que estoy buscando es el poder de la palabra para reescribir la historia... la de uno. (Teclea de nuevo, cuidando su lenguaje): "Es imperativo subrayar la necesidad de una crítica constructiva a las estructuras de poder que permean el espacio virtual, buscando alternativas narrativas no binarias que validen la experiencia individual..." (Suspira, satisfecho con su autocensura). ¡Listo! Sobrevivo un día más en la tiranía de lo cool. (Luego, TAVO sonríe de forma privada. Teclea una frase rápida que no pertenece al ensayo, sino a su novela, con una cadencia deliberada.)

TAVO (Voz baja, casi un susurro, con un placer secreto): —Lo que él creyó un simple coqueteo imprudente, un desafío de su juventud en una cocina ajena, yo sabía que era la aceptación tácita de un destino que nos había buscado por años.

(El click-clack de esa frase es fuerte y repentino. TAVO se levanta de la silla y camina. JONATHAN sale de su habitación. Ya tiene el pelo impecable, y lleva una camiseta de tirantes que acentúa sus brazos. Se detiene en la entrada y observa el texto en la pantalla por encima del hombro de Tavo, con una curiosidad palpable y muy poca vergüenza. Tavo le da la espalda, dirigiéndose al refrigerador.)

JONATHAN (Caminando lentamente hacia el refrigerador, justo detrás de Tavo, con una sonrisa tensa): Suenas como si estuvieras escribiendo una epopeya de melodrama prohibido. ¿El ensayo se puso interesante de pronto?

TAVO (Abre el refrigerador y lo cierra de golpe, el estruendo es violento, mira el celular, ignorando la pregunta): ¿Hablas de la prosa o del tono? El pensamiento crítico siempre es intenso.

JONATHAN: De la cadencia. Suena muy... autobiográfica.



2. EL ROOMIE 

(TAVO marca a su hermana, Clara. JONATHAN se sienta en un sillón, sin saludar, haciendo scroll en el celular.)

TAVO (Al teléfono, voz áspera): ¡Clara! Sí, soy yo... Ya no acabé de contarte, claro, por tu marido. Nada importante. Escucha, me hicieron sentir como un déspota por pedir un cuadro sinóptico. (JONATHAN sonríe ligeramente.) (A Clara, tono de queja de comedia): ¡No, no me digas que tengo que ser más empático! ¡Lo que estoy haciendo mal es vivir con un espécimen de 25 años que me está obligando a vivir de latas! ¡No solo se comió el jamón de pavo y los huevos! ¡Se comió mis Doritos de la ansiedad, mis galletas, el pay de frutas y, lo peor, mis chicharrones! ¡Todo lo que me da confort, lo devora su metabolismo insaciable y su moral ascética!

JONATHAN (Levanta la vista del celular, interrumpiendo con un tono divertido, pero inteligente): Te refieres a que no es justo para mi capital emocional consumir solo lechuga. Y sí, tenía hambre. ¿O esperabas que con lo que me cuido, fuera a la esquina a comerme una orgía de carbohidratos y grasas saturadas como harías tú en un ataque nocturno? ¡No, la lectura de etiquetas es una micro-agresión!

TAVO (A JONATHAN, con fastidio): ¡Cierra la bocota, Jonathan! ¡Sabotear mis provisiones es una agresión contra la tranquilidad de mi alma! ¡Tu existencia podría ser material para un stand-up!

JONATHAN (Interviniendo, con una sonrisa pícara. Se levanta y se acerca a TAVO): Y tú serías tema para todo un performance basado en tu ego velludo que dejas en el lavabo. (Señala hacia el baño con una sonrisa pícara). Yo también pago la renta, Tavo. Me declaro culpable de no ser un maestro de la limpieza, pero, mira, yo no uso unos calcetines de la suerte una semana completita. Uh.

TAVO (A la defensiva, pero sin soltar el celular): ¡Eso es personal! (Regresa con Clara): ¡¿Ves, Clara?! ¡El enemigo vive bajo mi techo! ¡Él critica mis calcetines, pero yo no me quejo de las pruebas líquidas de su falta de puntería matutina! ¿Yo también lo hacía? Te equivocas, no todos los hombres... somos... Claro, déjame con la palabra en la boca... Me lo saludas. (Cuelga de golpe).

JONATHAN (Murmurando, sin dejar el celular, con una indiferencia teatral): La familia es la tragedia griega con peor vestuario. Siento que me acusas con tu hermana. Ni me conoce...

TAVO (Exasperado. Su tono es bajo, pero lleno de afecto contenido): ¡Ya estuvo, Jonathan! Déjate de tus comentarios sagaces y lléname la despensa que vaciaste.

JONATHAN (Sonríe, evasivo, disfrutando la provocación): Uf, no tengo tiempo para revanchas, Tavo. Mi tiempo está al servicio de los llamados. (TAVO se agarra la cabeza. Se sienta un segundo y retoma el teclado. JONATHAN se sienta en el sillón, viéndolo. TAVO teclea, ya sin el tono de ensayo. Escribe para provocar.)

TAVO (Voz baja, concentrado en la pantalla): —Su cuerpo atlético se tensaba con la conciencia del poder que le otorgaba. Su inteligencia siempre me retaba, asumiendo una superioridad intelectual que yo callaba con mayor información y años de experiencia. El muchacho admiraba al profesor, pero nunca lo diría en voz alta.

(El click-clack es intencionalmente fuerte. JONATHAN lo escucha. Sus ojos se abren ligeramente, se congela. El celular cae en su regazo, olvidado. Mira la espalda de TAVO, la sonrisa de complicidad se borra completamente, revelando un pánico frío. Obliga a que la sonrisa regrese y recupera la compostura justo cuando el celular de TAVO vibra con un tono musical ridículo.)


ESCENA 3: El pasado pisado

(TAVO mira el celular. Es su ex-amante Lino. JONATHAN lo mira con atención.)

TAVO (Contesta, con un tono dulce y cansado): Hola... Sí. Aquí sigo, Lino, en el búnker... Lidiando con el existencialismo... (Escucha, su sonrisa se borra por completo. Mira disimuladamente a JONATHAN que hace muecas por el nombrecito de su ex.) (Habla en voz más baja, dándole la espalda a JONATHAN): No... No, él no está aquí, de verdad. Está en su cuarto, sí. Es mi roomie. Lo sabes. ¿Qué tiene que ver? ... ¡Mira, no empieces con el interrogatorio! Jonathan es mi roomie. Es mi ex-alumno. Es... un desastre financiero que me da material para escribir, y punto. Lo que pasó ya no tiene caso ni mencionarlo, ya no se repite... fue la escasez, no el deseo. (JONATHAN se quita los audífonos y bosteza con teatralidad. TAVO se sobresalta.) (Se recompone, hablando con brusquedad): En todo caso no creo que estés todavía en la posición de pedirme cuentas. Me tengo que ir, tengo que ir al súper. No, no, él no va a ir, tiene un casting. Yo lo haré. Adiós. (Cuelga abruptamente, con fuerza).

TAVO (Aún alterado, arroja el celular sobre el sillón con un golpe seco, voz más áspera): ¡No sé por qué siempre caigo en su juego! No le tengo que dar explicaciones. ¡Ya basta! ¡Ya no es mi asunto. ¡Terminó!

JONATHAN (Baja el celular, con una ceja levantada, una sonrisa de suficiencia. Se acerca lentamente): ¿La escasez, Tavo? ¿Fue la escasez o la falta de atención de Linus? Sabías que tu lector más fiel tiene un nombre ridículo. Me lo imagino como un perrito fiel, Linus, se nota que todavía te quiere, digo, por el tono, él todavía te quiere. ¿Rompieron porque la realidad no era tan fluida como nuestros primeros chats virtuales?

TAVO (El silencio es absoluto. TAVO lo mira con intensidad, sin poder formular una respuesta verbal; es un reconocimiento tácito de que Jonathan ha tocado un punto sensible).

JONATHAN (Ríe, una risa baja y victoriosa. Gana el punto): Eso pensé.

TAVO (Mira a JONATHAN, su voz aún alterada): ¡Vamos! Acompáñame para hacer las compras juntos. Ya que tú no lo quieres hacer solo al menos carga la bolsa. Respeto mutuo. Yo prometo limpiar el lavabo... Y tú... considera lo que deseas hacer... Pero en serio. (JONATHAN asiente con un gesto perezoso. TAVO regresa a la computadora con una sonrisa sombría, sabiendo que Jonathan lo está observando, y teclea la frase final.)

TAVO (Voz baja, un golpe seco al teclado): —Lo que la distancia hizo fue dar forma a una intimidad tan privada, tan desordenada, que el encuentro físico no fue el inicio, sino la confirmación de lo que ya estaba escrito en el lenguaje secreto de nuestra intimidad en el espacio virtual de las pantallas.

(El click-clack resuena. JONATHAN, que estaba a punto de levantarse, se detiene en seco. Pánico real. Tose y se lleva la mano a la cara. Mira a TAVO con los ojos muy abiertos, sin que Tavo lo vea. Este pasaje es demasiado específico, refiriéndose a su intimidad virtual transmitida por cel y que nadie más conoce... Se recompone con la sonrisa más arrogante que puede poner.)

JONATHAN (Se acerca a Tavo, su voz es baja y profesional, tratando de sonar casual): Oye, ¿lo que escribiste es ficción o literatura personal? Porque sonó muy... íntimo. Me recordó viejos tiempos: yo en mi cuarto y tú... Bueno, yo solo miraba la pantalla de mi cel.

TAVO (Sin mirarlo, guarda la computadora): Jonathan, amigo mío... yo solo estoy documentando una era.

JONATHAN (Le roza el brazo al pasar, un gesto íntimo y automático): ¡Que somos amigos! Bien... No somos solo roomies eso sí. Pero tienes razón... Hay que resurtir la despensa porque si nos despertamos a medianoche nos mata la ansiedad. Y ya sabes...

(TAVO ordena las cosas para salir a la calle. JONATHAN entra a su habitación. Vuelve a salir un minuto después. La transformación es total. Ya no lleva ropa casual. Viste una camisa de seda negra semi-abierta que resalta su pecho y pantalones de vestir de corte ajustado. Su cabello está perfectamente esculpido. Su aspecto es de 'estrella de casting': sensual y elegante, listo para ser examinado. TAVO lo mira de arriba abajo con una mezcla de admiración y silenciosa desolación.)

TAVO (Murmura para sí, recogiendo las llaves): Y como el primer actor... Jonathan, en acción.

JONATHAN (Sonriendo, posa un segundo): El tiempo es un activo escaso. ¡Vamos, Tavo!


ESCENA 4: Almas gemelas de paseo...

(Desenlace)

Lugar: La calle, a unos metros del departamento. Acción: TAVO y JONATHAN caminan de vuelta con las bolsas del supermercado. TAVO lleva la bolsa pesada y JONATHAN lleva la más ligera. Ambos están más relajados, riendo juntos.

TAVO (Agotado por el peso de las compras): ¡Te apuesto que toda la comida sana que compramos será reemplazada en los próximos días por nueva comida chatarra y bebidas azucaradas!

JONATHAN (Despreocupado): Será reemplazada por ti... Yo no soy el que compra los chicharrones y Doritos... Yo me los como, pero tú los compras con muchísima ansiedad. No seamos hipócritas, Tavo. Podemos ser sanos hasta que la muerte nos llegue por infarto, en todo caso, la comida es la única forma de conexión realmente íntima que todavía tenemos. (Mira a TAVO de forma significativa). ¿Ves? Tenemos un vínculo más profundo que los amigos y los roomies, somos almas gemelas.

TAVO: Con beneficios.

(JONATHAN lo mira significativamente como diciendo que no va a contestar esa provocación.)

(JONATHAN y TAVO "miran" con atención a un hombre, un CORREDOR que pasa exactamente "el lado opuesto de la calle por la que caminan".)

(El RUNNER, muy americanizado o "muy moderno", con audífonos, un reloj GPS gigante y un medidor de ritmo cardíaco en el pecho, va dando gritos a su celular.)

TAVO (Mirando el rastro del corredor, divertido): ¡Oh, mira, se está preparando para el maratón de la CIUDAD! Lo veo clarito. Va a ganar: Doscientos kilos de ansiedad funcional. ¿Y viste su monitor cardíaco? Es más grande que su cabeza. Y le da de gritos a su celular.

JONATHAN (Burlón, imitando el modo exagerado de TAVO): ¡Y cómo no va a gritar! Está haciendo RELACIONES PÚBLICAS mientras corre. Dice algo como: "...¡La optimización de la sinergia requiere que el discurso transversal sea en un lenguaje inclusivo! ¡Recuerda, estamos en la era del capitalismo consciente!"

TAVO (Ríe a carcajadas, más genuinamente que antes): ¡Es todo un arquetipo! Seguro ahora se sube a su Tesla monstruo y sube a Instagram todas las fotos que sacó... Todas... Me dan más miedo ese tipo de descerebrados que los asaltantes del siglo XX. Al menos esos sabían que eran malos, este piensa que hace lo correcto.

JONATHAN (Concluyendo): Tienes razón. Es el dilema moral hoy. Y si se muere de un infarto por sus doscientos kilitos de más, será todo un performance que lo hará viral.

(TAVO se detiene para ajustar su bolsa. El momento de complicidad es fuerte. JONATHAN saca su celular de golpe, suena con insistencia.)

JONATHAN (Muy emocionado): ¡Ya estuvo! ¡Me confirmaron el casting! ¡Es un papel principal!

TAVO (Asintiendo. Su sonrisa es tensa un instante): ¡Ese cineasta es brutal! ¡Felicidades! ¿De qué es el papel?

JONATHAN (Con tono de actor, haciendo un gesto dramático): Un becario con trauma de infancia que se opone a los cuadros sinópticos y acaba haciendo un monólogo sobre la fluidez del espacio virtual. Es perfecto. Literalmente, tu vida es mi material.

TAVO (Sarcástico, recuperando la pose): ¡Vete! ¡Tu preparación hablará por ti! Yo seguiré con mi novela... para que después me la critiques, al final ya sabes de qué va.

JONATHAN (Se va rápidamente, casi corriendo, en dirección opuesta a TAVO): ¡Nos vemos, Tavo! ¡El espacio debe ser fluido! ¡Y no olvides que tienes que jubilar esa tela que llamas ropa interior!

(JONATHAN desaparece. TAVO se queda un momento mirando la dirección en que se fue. Su sonrisa se desvanece, pero sacude la cabeza y regresa al departamento.)

TAVO (Se detiene en el umbral del departamento. Mira hacia afuera, hacia donde se fue JONATHAN. Una pequeña sonrisa cómplice y un tanto melancólica cruza su rostro. Luego, mira directamente al público): Una novela que es el relato de lo que sucede en una obra de teatro... O viceversa.


Fin 

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