
Una obra de Salomón Reyes
"Si crees en brujas… las brujas existen"
Por: Salomón Reyes
Dramaturgo, Guionista y Director.
Introducción
Adéntrate en el pantano brumoso de "Under and Under and Under", una pieza de fantasía oscura que explora los límites entre la vida, la muerte y la venganza. La historia sigue a Mahat, una bruja marcada por un pasado traumático, quien navega las aguas turbias sobre una barcaza viviente: Under, un antiguo rey tirano resucitado para servirla.
Es una exploración surrealista sobre la redención torcida y las consecuencias eternas de nuestros actos más oscuros.
Créditos y Estreno
Obra: Under and Under and Under®
Autor: © Salomón Reyes
Estreno: 4 de abril de 2007, Teatro del Banco Central de Cuenca, Ecuador.
Elenco original: Angélica Vázquez, Piotr Zalamea y Valeria Schneider.
Personajes
MAHAT: Una bruja, nacida bella en un tiempo malvado.
UNDER: Un rey tirano con una segunda oportunidad después de muerto.
LA OBRA
ESCENA 1
(Vemos a Mahat navegando sobre una especie de barcaza —en realidad es el cuerpo de Under— en medio de un pantano brumoso. Se impulsa con una larga vara, busca.)
MAHAT: Por aquí ha sido, debía estar aquí. Yo misma he visto el resplandor verde de la diadema.
(Se inclina y hunde varias veces su mano en el pantano. Por fin encuentra algo.)
MAHAT: ¡Aggg, que no sea lo que estoy imaginando!
(Saca un húmero carcomido.)
MAHAT: ¿Cuántas muertes debe tener el agua? Un millar de cadáveres habita el fondo pero éste… no estaba ayer.
(Observa con atención el húmero, lo huele, lo estudia.)
MAHAT: 16 años… mujer… embarazada de… 5 meses… el padre la violó y la madre en venganza, le abrió el vientre de una cuchillada antes de arrojarla al pantano.
(Arroja el húmero y se escucha un grito bestial. Mahat no se mueve un ápice, se vuelve piedra, sólo respira y lanza vaho por la boca, se convierte en escultura humeante.)
ESCENA 2
(Mahat convierte la vara en una larga flauta.)
MAHAT: (Tocando) Under… Under, ven hermoso, ven sigiloso, ven por mí. Ven si no me quieres ver devorada por los pececillos locos. Ven Under, ven… hay un muerto nuevo en el lago.
(Del lago surge una mano. Mahat la toma.)
MAHAT: Under, ¿vivir sin aire tiene sentido? Eres extravagante, Under. Preferir el fango a tu propio reino. Por eso has sido un rey mediocre, común, porque no fuiste capaz de darte cuenta de dónde se escondían los verdaderos enemigos. Mataste a quien no debías, Under. ¿Sabes quién es ahora el flamante Rey del Under…?
(Las aguas se mueven y chapotean. Surge otro brazo que sujeta a Mahat y casi la hace perder el equilibrio.)
MAHAT: ¡Renacuajo, me lanzas! ¡Detente, detente! ¡Basta! No lo diré en voz alta, lo guardaré en secreto pero no me hagas daño… ¡Basta! Solo quería verte, hablar contigo. Decirte que perdí la diadema. Estoy segura de que la vi resplandecer.
(Una de las manos se hunde y saca la diadema que Mahat buscaba.)
MAHAT: ¡Under divino, yo sabía que no podía haberla extraviado!
(Mahat se regocija viéndose con la diadema puesta.)
MAHAT: No me dirás que no luzco bien. Bastante joven diría yo; como cuando aprendí a volar. (Adquiere una posición de vuelo.)
ESCENA 3
(Mahat se mueve por todo el cuerpo de Under.)
MAHAT: La primera vez que lo intenté, ¿me lancé al aire desde la ventana más alta de la casa? No me maté porque caí sobre el pato gigante que teníamos. Después del golpazo, estuvo jalando aire como desesperado hasta que en la madrugada por fin, terminó de morirse. Mi papá se enfureció, pero no por mí, sino por el pato. No fue a verme mientras sudaba fiebre ni siquiera un "¿te sientes mal?". En cambio, organizó un gran funeral para el pato, como si se tratara de un Pato Conde.
UNDER: (Haciendo de pato) Cuac… ummm… aquella noche fría la temperatura ambiente era de 4.3 grados centígrados, mucha humedad y viento del oeste. De pronto sentí venir una sombra negra y grande sobre mí, como una nublazón que anuncia la tormenta. Levanté el pico para recibir el agua y allá en el cielo vi… ¿una mujer? ¡Sentí el golpazo y mi inteligencia de pato giró en redondo! Ni un “cuac” lastimero pude decir.
MAHAT: ¡Pato estúpido!
(Mahat recolecta unas hojas grandes mientras una flor blanca crece repentinamente en el pantano.)
ESCENA 4
MAHAT: ¿Recuerdas esta flor, Under? Es la misma que sirve para desenamorar a los enamorados. (Under se marea con el aroma) Esta flor extendida y mojada al rocío es buena para acabar con el amor, en especial aquellos que se han vuelto inseparables. Solo crece aquí, en este abandono. No bebe agua sino lodo.
Se frota fuerte sobre la piel del enamorado hasta lograr una gotita de sangre, envuelves la gota en sus pétalos y se la das a tu víctima en una infusión cargada, cargada de malos deseos… Pero hay que ser cuidadoso, si te pasas de dosis las consecuencias son fatales. Mi tía Luteria se la dio a mi tío Rufino y el hombre amaneció paralítico de la cintura para abajo.
Luteria le era infiel a mi tío Rufino, por eso necesitaba desenamorarlo, para irse con otros, pero se le pasó la magia y el pobre tío al verse en ese estado se arrojó sin avisar a las vías del tren. Su cuerpo quedó partido en cuatro. La cabeza machacada fue lo único que arrojaron al lago en el funeral… el pecho y el estómago los compraron unos médicos que hacían experimentos. Las piernas, que ya estaban bien muertas, se las robaron en pleno velorio. La última parte que nos quedó fue… el miembro de mi tío Rufino, que como nadie hallaba qué hacer con él, terminaron colgándolo en la puerta de la casa de mi tía Luteria, nomás por molestar.
ESCENA 5
MAHAT: Under… ¿de veras no sabes quién es el nuevo rey del Under? ¿Tu sucesor? Te doy una pista… es alto, oscuro y tiene las manos ensangrentadas… (Under se va enfureciendo) ¿No adivinas? O es que prefieres cambiar de tema. Es alto, oscuro y tiene las manos rojas de sangre… Bueno, si no lo quieres saber, cambiemos de tema. Ayer vinieron extraños, Under, estuvieron revolviendo el agua, hurgando. Traían perros; buscaron todo el día y parte de la noche. ¿Los viste? ¿Sabes lo que buscaban?
(Under mete la mano al agua y muestra una corona.)
MAHAT: ¡La corona de Lady Hortensia! ¡Tira eso, perro! Si nos ven con ella a ti te destazan una vez más y a mí me desollan viva. (Mira la corona) Así que esto es lo que buscaban los atrevidos. El hijo heredero debe estar desesperado por encontrarla pero tú se la has escondido muy bien. ¡Qué bandido que eres! Si nos vieran con ella en la mano, sería un escándalo. (La prueba en la cabeza de Under) Pues no se te ve mal, cualquiera diría que te pertenece, te ves tan femenino.
(Under juega a transformarse en Lady Hortensia.)
MAHAT: Sir Lady Hortensia, Reina indiscutible de las tierras hundidas, ¿acepta usted que es la mujer más fea del reino? (Under asiente) ¿Acepta también que ha robado descaradamente a los súbditos más pobres? (Under asiente) ¿Confiesa frente a esta noble audiencia que le apesta el hocico más que a cualquier bestia conocida…?
(Súbitamente Under ve algo en el lago que le asusta, arroja la corona al agua y le contagia el miedo a Mahat.)
ESCENA 6
UNDER: Au au aua aua au aua aua auau…
MAHAT: ¡El pato, el pato gigantón! ¡Ahí debajo del agua! Ahí están sus ojos psicodélicos, cuadrados. ¡Velo, Under! El muy pescante nos mira con odio, pero se equivoca, nosotros no le hemos matado. ¿Quién te dijo que te pusieras debajo cuando me lancé? ¡Pato tonto! Esa noche no había estrellas ni lunas para ver, deberías haberte acurrucado con tus hermanos patos. ¡Pato obtuso!, por intentar ser un pato astrólogo mira dónde acabaste. (El pato se pone triste) No, no te odio, pero debería hacerlo porque mi papá nunca me perdonó tu vida. Así como yo nunca le perdoné la suya… después de todo eras un lindo pato.
UNDER: (Haciendo de Papá de Mahat) ¡Mahaaaaaaat, qué hija tan alterada! El pato era meteorólogo, no astrólogo. ¡Quéeeee ocultismo!
MAHAT: Incultismo.
UNDER: ¡Como sea! Ese pato predecía las tormentas y la temperatura y tú… tú le caíste encima sin avisarme. Y todo por no contener tus aires expansionistas. Desde entonces hice como si no existieras, para ver si así se te quitaba lo extensa.
MAHAT: Intensa.
UNDER: ¡Como sea! Mejor te hubiera seguido hablando, y así, al menos, me habrías advertido de la maldita espina que me atravesó el cogote el día de mi muerte.
MAHAT: No pude… no me aventuré a socorrerte, padre. El mismo día de tu muerte, me habías quebrado las piernas con el deshollinador de la chimenea, ¿recuerdas?, y todo porque me descubriste aquella carta de amor…
(Cae de arriba, lentamente, una carta de amor en el agua.)
ESCENA 7
(Mahat evoluciona sobre el cuerpo de Under hasta quedar de rodillas.)
MAHAT: La segunda vez que intenté volar lo hice desde la Roca Despierta. Ya estabas conmigo, Under, ya estabas bajo mi protección y te mantenía escondido en el bosque. Te pedí que te colocaras debajo de la Roca porque mis piernas rotas me obligaban a usar la técnica del fardo: caer como una momia sin vida y esperar a que el viento me llevara lejos.
Hacía frío y hasta pensamos renunciar para coger valor y cordura, pero mi casa era un hervidero de angustia por lo de la asfixia de mi papá, sobre todo cuando descubrieron que la espina que lo mató era de una Perca del Nilo y no del Dorado que mi papá creyó haberse comido.
(Under comienza a hacer gestos y ruidos como de tener algo atorado en la garganta. Se mete la mano y extrae de la boca una espina de pescado, la ve con calma y se la vuelve a meter en la boca.)
MAHAT: Conseguir la Perca espinosa me costó media virginidad, el pescador no quiso dinero. Al tercer día de estar en la intemperie por fin me lancé, pero no pasó nada, nada de nada. Me fui a estrellar contra un banco de arena.
UNDER: (Haciendo de grano de arena) Sí, señor, déjeme ver cómo fue eso… Yo estaba con mis hermanos moliditos en el campo; no, en una mina; no, en el río, sí, en la orilla del río cuando así, sin avisar, ya estábamos debajo de la Roca Despierta. ¿Cómo llegamos ahí?… ese es el gran misterio. Nos pusieron amontonaditos y platicábamos muy animados cuando de prontito un cuerpo de mujer casi nos atraviesa. Cayó del cielo y si no es por nuestra cohesión, el cuerpo se hubiera despedazado. A la mujer nos la quitaron de encima muy rápido y fue una lástima porque yo y mi primo, Molidito Tercero, quedamos justo en… esa parte tan… olorosa. Después se la llevaron y ahí nos quedamos, adoloridos, secándonos y oliendo a mujer caída. Ser arena es duro, durísimo, durazo.
MAHAT: Ya sé que nadie ha podido volar con las piernas rotas, pero lo que hiciste no me hizo gracia, bribón. Mira que colocar arena cuando de lo que se trataba era de elevarse. Te aborrecí, espanto. Fue una muestra asquerosa de que tus poderes estaban intactos.
ESCENA 8
(Mahat llena de arena una oreja a Under.)
MAHAT: Eso no se hace, Under. Cuando alguien como yo necesita volar, tienes que ayudarle. Poner arena para hacer el golpe más suave no es de clase, no hay fineza en ese acto. Ese golpe me hubiera abierto otras expectativas, hubiera podido encontrar las fallas aerodinámicas en mi cuerpo. La resistencia al viento, el factor gravedad, la influencia de la luna, la esencia de los fuegos fatuos…
(Adquiere una postura vertical en combinación con Under que sugiere un artefacto volador. Detrás de ella, sobre el fondo, aparece una silueta similar a ella pero con movimientos independientes: un poderoso mecanismo para volar.)
MAHAT: ¡Estoy volando, Under! Lo que había deseado con mi pequeño corazón lo conseguí. Vuelo por encima de los techos, entre los árboles, cerca de la montaña. ¡Estoy en el cielo, ya no tengo imposibles! ¡Estoy lista, estoy lista, Under! Había tanta felicidad en mí que me distraje, no supe cómo pero perdí un momento la orientación y me caí, Under, me caí estrepitosamente…
ESCENA 9
MAHAT: Abrí los ojos para verme abandonada frente a la puerta de mi casa. Madre, con los ojos hinchados de tanto llorar la muerte de Padre, me descubrió herida y arrastrándome, me llevó a la habitación. No preguntó… "Mahat, ¿te ha pasado algo?". Se dedicó a reclamarme la falta de amor hacia Padre, el mismo que me dejó rota por la carta de amor. Me gritó: "¡Eres la peor de las hijas!". Yo la miré, Under, la miré muy despacio hasta reconocer a la mujer que tenía enfrente, ¿acaso era mi madre?
UNDER: (Haciendo de mamá) Eres tonta y lerda, una hija estúpida que nunca aprendió a dar gracias. Además… haces cosas que no son… normales.
MAHAT: Seis veces me intentó abortar, Under, pero la pequeña Mahat resistió, no era tiempo de morirme. Entonces, ¿por qué debería estar agradecida con ella? La seguí mirando mientras afuera comenzó a nevar y se escucharon los aullidos. Le tomé su mano temblorosa, la misma que me traicionó, entregándole mi primera carta de amor a Padre. Le susurré en el ojo izquierdo “te quiero madre”. Entonces la puerta se abrió de golpe y yo le afirmé con fuerza su brazo, no permití que volteara, mi mano era una pinza de acero y las dos temblábamos. Ella de miedo, yo de gusto.
Detrás de ella estaba la bestia, la que todos mencionaban en las charlas nocturnas pero nadie había visto. Tomó a mi madre por el cuello y de un tirón le separó la cabeza del resto del cuerpo… me desvanecí.
UNDER: (Haciendo de Madre) El cura me dijo que necesitaba descansar después de 7 partos, que no debía tenerla. Le contesté que tenía miedo de Dios… solo me dio la bendición. La niña nació princesa, bella, hacía reír a todos, hasta que una noche… la descubrí flotando sobre su cama. No pude quererla más.
ESCENA 10
MAHAT: (Despertando) ¿Qué hora es, Under? ¡Enciende la radio! ¡Si se pasa el aviso, te saco un ojo!
(Surgen sonidos de interferencias.)
UNDER: (Haciendo de locutor y radioescuchas) La radio está en el aire, es la voz de nuestros radioescuchas… ¿Quisiera saber si mis hijos están bien, señor…? Se ha hecho de noche en pleno día… Algunos dicen que la han visto… El cielo está negro… es una premonición, es cosa del demonio… Pedimos calma, calma… la calma nos salvará. Los animales se han escondido y algunos la vieron flotar sobre el río… ¡Ahí va, la estoy viendo a través de la ventana…! ¡Las iglesias se están llenando! La calma nos salvará… lleva un vestido rojo… no salgan de sus casas… lleva un vestido rojo.
MAHAT: ¡Deja de jugar con la maldita radio y sintonízala de una buena vez!
UNDER: Y… con motivo del cumpleaños número 70 de Lady Hortensia se ofrecerá una recepción en el Palacio de las Gladiolas en punto de las 20:00 hrs… lleva un vestido rojo.
(El caos remite y Mahat se muestra con un vestido rojo.)
ESCENA 11
MAHAT: ¿Cómo estoy para la fiesta de esta noche? ¡Dímelo! (Under no contesta) Pero cómo me atrevo a preguntarle a un bruto como tú. A Lady Hortensia el vestido rojo le parecerá hermosísimo. He estado ensayando mi entrada al Palacio de las Gladiolas. ¡Será apoteósica! Las miradas se posarán en mí, no habrá mujer más vista… Conozcan a la futura nuera de Lady Hortensia.
(Hace una caravana extravagante y avanza contoneándose entre los invitados.)
MAHAT: Tú, Under, vigilarás afuera. Nadie debe verte y menos reconocerte, tus enemigos aún no te olvidan. Besaré la mano de mi suegra y le entregaré la carta que su hijo Euzebio, perdido de amor, me entregó 4 meses atrás. Es la misma carta que me descubrió Madre, la misma que enfureció a Padre, la misma que me hizo caer enamorada.
(Mahat avanza deleitosamente hasta encontrarse con Lady Hortensia y le entrega la carta. Toma una copa de vino.)
ESCENA 12
UNDER: (Como Lady Hortensia) ¡Qué atrevimiento venir de rojo a mi cumpleaños! ¿De dónde salió esta mujer tan ordinaria? (Lee la carta) ¡Euze, Euze! Ven aquí hijo, te necesito. (Como Euzebio) ¿Qué se ofrece, Madre? (Como Lady Hortensia) Dime hijo, de dónde conoces a esta “hermosa” joven… (Como Euzebio, nervioso) Del Under, madre, es una huérfana; sus padres han muerto trágicamente… (Lady Hortensia muestra la carta) ¿Tú le diste esto? (Euzebio) Nooo… no lo recuerdo. (Lady Hortensia) No sufras hijo, te entiendo, a veces el corazón se confunde, pero antes de la siguiente pieza, deshazte de ella. Arrójala por la puerta de los perros donde nadie la vea y toma (le da una daga) por si no se quiere largar. Cuando acabes con ella, ven conmigo, brindaremos juntos por las injusticias del mundo.
ESCENA 13
MAHAT: (Rabiosa) Solo maldad escupió la boca de esa mujer que dominaba desde que yo recuerdo las tierras bajas. Pero al mismo tiempo también fue su condena, porque cada gota de vino que Lady Hortensia bebería esa noche estaba destinada a detener el más mínimo latido de su corazón. Copa, brindis, veneno. No siento los labios. Me quedo sin aire. No siento piedad ni tu miserable angustia.
(Lady Hortensia prueba el vino que le ofrece Mahat y el veneno surte efecto.)
MAHAT: La enterraron rápidamente porque el cuerpo apestaba. Si ella se atrevió a arrebatarme a Euzebio yo bien podía curarle el mal aliento para siempre.
UNDER: (Haciendo de médico borracho) Fue demasiado esfuerzo para sus 70 años. Muchas vueltas y giros; su corazón se agitó demasiado de tanto baile. Me preguntan si el vino tenía algo. No, el vino qué va, ¡el vino está exquisito!
MAHAT: (Bebiendo) El Derrick es un veneno rojo y lento, que mata sin huella ni aspaviento. Cuando Lady cayó al piso, nadie sospechó de mí ni de ti. Nadie se percató tampoco de que la corona cayó en tus manos. (Under juega con la daga) Euzebio la busca desesperadamente pero si la quiere recuperar tendrá que venir hasta aquí. De rodillas tendrá que implorarme que se la devuelva, pero antes deberá besarme en la boca; decirme que me ama; ofrecerme reinar en las tierras bajas y así yo poder devolverte a ti la corona perdida del Under.
ESCENA 14
MAHAT: (Viendo la daga) Under, ¿de dónde has sacado esa daga? Déjame verla. (Under la esconde) ¡No quiero jugar ahora! (Le arroja el contenido de la copa en la cara) ¿Dónde la obtuviste? (Under se niega) Hay cosas que tú no entiendes por ser tan estúpidamente imbécil, de lo contrario, no te hubieras quedado sin reino. ¡Dame la daga!
(Mahat por primera vez se separa de Under. El proceso es terriblemente doloroso. Under aúlla.)
MAHAT: No tengo la intención de separarme de ti pero podría hacerlo si no me das la daga. Under querido, hay dos cosas que no has entendido: Mahat no acepta negativas y Mahat elimina los obstáculos. ¡Dame la maldita daga!
(Under, bajo el influjo de los ojos de Mahat, termina por entregarla.)
MAHAT: (Huele la daga) Que las aguas me pudran si ésta no es la daga que Lady Hortensia le entregó a Euzebio la noche del baile. ¿Cómo la obtuviste? ¿Cómo la conseguiste, perro? (Under tiembla) ¡Contesta animal! ¿De dónde la sacaste? ¿Acaso… te has atrevido a tocar a mi Euzebio? ¡Contesta idiota! ¿Lastimaste a mi Euzebio para robarle la daga?
UNDER: (Con su propia voz) Lo maté.
ESCENA 15
MAHAT: ¿Por qué, Under? ¿Qué daño has querido hacerme? ¿Acaso no cuidé de ti este tiempo? ¿No te rescaté del infierno? Under… estabas muerto en la orilla del pantano. Los gusanos te arrancaban pedacitos de carne y yo fui arrebatándoselos. Te reconstruí, órgano por órgano. Te unté con devoción Piel de Burú y esperé tres días con lluvia hasta que volviste a la vida.
Esa noche te besé de emoción y te convertí en mi sombra, en mi segunda piel, sin importarme tu pasado. No me importó que hubieras sido un Rey déspota. Entonces ¿por qué pagas a Mahat con una traición? ¿Por qué has matado al único hombre que he amado?
ESCENA 16
UNDER: (Hablando como él mismo) 14 veces, 14 veces Euzebio te hundió esa daga sin misericordia. Te asesinó frente a mí, en la torre del palacio de Lady Hortensia mientras huías y tú… ni siquiera lo recuerdas. Imploraste hincada, sujetando sus piernas, que no te echara porque lo amabas. Con cada ruego, él se volvía más violento.
Yo estaba afuera escuchando tus gritos. Subí a la torre para intentar socorrerte y entonces ahí, me cegaste la mirada para que no hiciera daño a Euzebio e inhibiste tu brujería contra él. Un hechizo te hubiera bastado para librarte de cada una de las cuchilladas… pero no quisiste; te negaste a ser bruja por defenderlo y ahora los tres pertenecemos al mundo oscuro de este pantano.
(Mahat está a punto de llorar.)
UNDER: Consuélate. No lo maté a cuchilladas como él lo hizo contigo. Mis manos se fueron estrechando alrededor de su cuello hasta que le obligué a pedirme perdón. Le obligué a arrepentirse 14 veces y le arranqué 14 gritos de horror, uno por cada tajo que le abrió a la única mujer que he amado. Lo traje al pantano y ahí lo descuarticé poco a poco hasta que los peces lo devoraron. Ya no podrá heredar el reino, ni podrá nunca más humillarte.
MAHAT: ¡Eres el diablo!
UNDER: Sí, pero tú me creaste. (Se miran)
MAHAT: Me arrepiento.
UNDER: Es tarde. Los muertos ya están en el fondo y de algún modo tú reinas hoy en el Under. Sí Mahat, estás muerta, una muerta que aparece por las noches cuando ladran los perros. Eres una bruja que anida en el alma de las mujeres buenas que buscan deshacerse de los hombres malos.
MAHAT: ¿Under, de veras me amas?
(Under baja la cabeza. Mahat lo abraza y lentamente se van hundiendo en el agua.)
UNDER: Sí, con toda mi muerte.
FIN
Nota sobre el Autor
Salomón Reyes (Ciudad de México, 1969) es un prolífico dramaturgo y realizador audiovisual con obra representada internacionalmente. Su trabajo se caracteriza por una exploración profunda de los géneros del horror y lo fantástico.