jueves, noviembre 06, 2025

Stand up del PASTORCITO SEXY Monólogo/Stand up (En dos "Actos" o partes) Por Gavarre Benjamin


Stand up

del 

PASTORCITO SEXY 


Monólogo/Stand up (En dos "Actos" o partes)


Por Gavarre Benjamin



Este trabajo ha sido publicado para su difusión libre y abierta, aunque todos los derechos de propiedad intelectual están reservados. El uso público de este trabajo requiere el permiso del autor y para obtener permiso comuníquese con bengavarre@gmail.com o gavarreunam@gmail.com (Reg. Prop. Int. Expte. Bandeja de entrada) 


1era parte, 

(Acto 1)


Stand up
del PASTORCITO SEXY 

 

Monólogo/Stand up (En dos "Actos" o partes)

 

Por Gavarre Benjamin

 

Este trabajo ha sido publicado para su difusión libre y abierta, aunque todos los derechos de propiedad intelectual están reservados. El uso público de este trabajo requiere el permiso del autor y para obtener permiso comuníquese con bengavarre@gmail.com o gavarreunam@gmail.com (Reg. Prop. Int. Expte. Bandeja de entrada)

 


1era parte, 


(Acto 1)

en el campo, tipo campiña española.

 

Personaje:

BART

 (BARTOLOMÉ ).

 

Bartolomé: Un pastorcito de unos veinte años. Su atuendo es una mezcla cómica de ropa campestre (chaleco, sombrero de ala ancha) y modernidad (zapatillas deportivas, y usa un palo selfie como su tradicional cayado). Tiene una mirada ingenua pero sus palabras revelan una picaresca y un humor negro basados en la observación aguda de la naturaleza humana.

 

Acto 1: 

Ovejita, dime tú

 

(Indicaciones de Club de Stand-up: LUCES DEL ESCENARIO SE ENCIENDEN. MÚSICA DE INTRO (posiblemente un fandango con ritmo electrónico) BAJA. Bartolomé entra con su palo selfie/cayado, llevando una mochila abultada.)

BARTOLOMÉ: ¡Buenas noches, Gente de Dios... Ejem... O... buena gente! Yo soy Bartolomé, el pastor de estas tierras. (HACE UNA REVERENCIA INCÓMODA) Y sí, mi trabajo es cuidar ovejas. Pero la verdad es que mi vida es ser el reportero no solicitado de la comarca.

Miren, a mí me dicen que el campo es puro, puro... Mucha pureaza eh...  ¡Mentira! Mi campo es una exhibición  desbordada de desahogos sin fin.

Mi día empieza igual: Voy por la campiña y encuentro un calcetín solitario. Nunca encuentro un par, ¡jamás! Solo uno. Sucio. Solitario. Lo dejo en una piedra, y al día siguiente, ¡ya hay otro diferente! (PAUSA CÓMICA, MIRADA SERIA) Algunas teorías conspiracionistas hablan de civilizaciones subterráneas que solo tienen un pie... Sin embargo eso no explica por que siempre aparece un calcetín diferente en esa maldita piedra...   Joder.

Y claro, mi rebaño. ¡Bendito rebaño! Las verdaderas amenazas no son lobos ni coyotes. ¡Son los mocetones calenturientos

Las mozas rara vez sueltan prenda, ya se sabe— y ellos vienen a mí,vienen siempre a mí y me hablan de manera encantadora... Ah, pero no, no piensen mal... ¿O bien?

(Imita una voz meliflua, se acerca al micrófono.)

Uno viene y me dice: "Bartolomé, ¡qué ovejita tan suave! ¿Teparece si la saco a pasear?"

¡Y yo me tengo que megar, y que ahuyentarlos con el cayado! ¡Les digo que el ganado es para la lana y para el queso, no para los mocetones hornie! ¡Qué no, y qué no, y olé!

Lo que a mí más me gusta es mi colección de hallazgos. ¡Soy todo un coleccionista!

Un día, encontré una cadena de oro macizo, como con unos signos satánicos y unas calaveras y caras de bruja... y así. Y bueno, al lado, unos patines... ¡Sí, patines! Quién sabe si eran de plata, pero estaban bien afilados. Seguro algún mocetón intentó un truco romántico, se cayó y dijo: "¡Nunca le hagáis una oracion a San Judas Tadeo, ni menos a la santa Muerte, por vida mía, que se cobran con patines!"

También he encontrado pelucas, sombreros, billeteras... Sin plata, vaya usté a creer... (SACUDE LA MOCHILA) ¡Y las bolitas pegajosas! Muchas bolitas chiclosas y llenas de requesón que me hacen sentir protegido, bueno, no a mí... es decir... Mis ovejas al menos tienen sexo seguro.

Y ya casi para terminar...  mis dos hallazgos estelares: la Yerba y el Postre.

Primero, va la aventura de la "Yerba Buena". Encontré una bolsita. Pensé: "¡Tisana medicinal!" Hice mi té, me lo tomé... ¡y caí como un saco de papas! Dormí tan a gusto que cuando desperté, mi rebaño estaba a punto de pastar en el jardín de la Biblioteca Central... jeje, estaré pensando en C.U.  O en sus Islas... No, nonono no... Biblioteca parroquial del siglo XVII... parroquial. ¡Casi me quedo sin rebaño por el misterioso té de "yerba" "buena"!

(PAUSA DE SUSPENSO CÓMICO.)

Pero lo que me compensó el susto fue lo que encontré justo al lado de la yerba: ¡unos panquecillos brillantes! Cafés. Raros. Con un olor dulzón, como a cosa prohibida. ¡Unos brownies de chocolate!

Yo me dije: "¡Si la yerba buena me durmió, estos panquecillos deben de ser la cura para todos los males o me dan alas para elevarme, Dude, we could'nt get much higher" Ah, ah, ha , ha, ha!" 

(Se acerca al micrófono, con gesto pícaro y ojo guiñado.)

Los voy a probar esta noche, cuando ya no haya luna. A ver si me dan alas de pájaro o fuerza de toro. ¡Si me ven mañana volando por el campanario, ya saben que me los chingué y me puse sexy, je, je!


¡Gracias!, y que si encuentran yerba buena,  oregano o yerba santa... Monchense, ¿vale?


(SALE RÁPIDAMENTE, DEJANDO EL PALO SELFIE EN EL ESCENARIO.)




2da  parte 


(Acto 2)


Qué passsonsssote en Nueva Yorrr

 

(Bartolomé regresa al escenario. Está despeinado, actuando con energía nerviosa, como si acabara de despertar.)


BARTOLOMÉ: ¡Hola de nuevo! ¡No saben lo que me pasó anoche! ¡Creo que me adelanté al postre! Tuve un sueño... ¡un sueño horrible y maravilloso a la vez! ¡Soñé con la Ciudad Gótica!

O así... 

Dicen que la ciudad es tan grande como cien de nuestros pueblos, ¡pero soñé que era tan grande como MadridToledo y toda la cosecha de trigo junta!

Y lo primero que vi... ¡fueron los automóviles!

(Se agacha, imitando un coche que hace ruido con la boca. Grito de terror.)

¡Unas cajas de metal que se movían solas! ¡Con ojos de vidrio que te miran! ¡Pensé: "¡Cosa del Demonio! ¡Carruajes embrujados que no necesitan burro!" Hacen un ruido infernal. ¡Yo grité: "¡Jesús, María y José! ¡Alto ahí, engendro de Vulcano y de las vulcanizadoras del futuro!" ¡Y no me hicieron caso!

Quise cruzar una de esas avenidas, que son como un río ancho de metal. Estuve media hora, ¡rezando un rosario! Hasta que vi un gentío, vestidas de forma rara, caminando a toda prisa, sin mirar, ¡como si fueran... ¡Borregos en estampida!

Y dije: "¡Bartolomé, sigue a la estampida!" Y crucé. ¡Y llegué al otro lado! ¡Y la gente me veía como si yo fuera el loco, y no las cajas de metal que andaban solas!

Pero lo más chocante fue que en la ciudad, ¡también dejan cosas tiradas!

En los parques de la ciudad, hay botellas de vidrio, zapatos elegantes y... ¡muchos papeles de comida rápida! ¡Es la misma basura que en el campo, pero más cara! Tiran más cosas que aquí, porque no tienen tiempo de agacharse.

Y luego, las muchachas. ¡Las mozas de la ciudad! ¡Qué diferencia con las nuestras! Ellas son sofisticadas. En mi sueño, estaban paradas en las esquinas, muy elegantes, con una pose de Dama Real...

(Imita una pose con la cadera hacia un lado, muy exagerado.)

Y los mocetones de la ciudad andaban detrás de ellas como gansos calenturientos, como los zagales con mis ovejas. Ellas ni les hacían caso. Y cuando el tipo se ponía muy alegre y quería un acercamiento, ¡ellas sacaban una caja pequeña para hablar por teléfono, jeje,  y se la ponían en la oreja! ¡Y gritaban! ¡Y venía otro coche embrujado a llevárselas!

(SE ENCOGE DE HOMBROS) ¡Yo creo que esas cajas pequeñas son alarmas anti-acosadores; es la versión moderna del cayado!

Y lo peor: ¡La yerba! En el sueño, todos querías que les diera de mi té misterioso. Yo sí les comparttyía la verdad, porque me dijeron que es lo que hay que hacer... igual con uno como tabaco apestoso que ese no me gustó porque me dio sueño... 

Ya cuando todos se habían acabado el cigarrito y quemado los dedos de señorita... se estuvieron carcajeando de que me echara pedos sin pedir perdon... o que un carrito de morcilla se voltera al cruzar la calle... Ya después todos se fueron al al mismo tiempo sin despedirse siquiera, caminando rápido y chocándose!


(Finaliza con energía y miedo fingido.)


¡Desperté sudando y abracé a mi borrego más cercano! ¡Gracias al cielo que estoy aquí! Donde la única tecnología son mis brownies y mi palo selfie!

¡Gracias! ¡Y por favor, no tiren más calcetines! ¡Ya 

tengo una tonelada!


(MÚSICA VUELVE A SUBIR. BARTOLOMÉ SALUDA Y SALE.)


(LUCES A NEGRO.)






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