jueves, octubre 16, 2025

Los ENTREMESES de doña Sortilegio y compañía. ( 8 ENTREMESES 8). Por Benjamín Gavarré

 

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Los ENTREMESES de doña Sortilegio y compañía.

( 8 ENTREMESES 8)


Por Benjamín Gavarré


Este trabajo ha sido publicado para su difusión libre y abierta, aunque todos los derechos de propiedad intelectual están reservados. El uso público de esta obra requiere el permiso del autor y para obtener la autorización correspondiente comuníquese con bengavarre@gmail.com o gavarreunam@gmail.com (Reg. Prop. Int. Expte. Bandeja de entrada)







Entremés 1: La Caridad y los Orines de Doña Loca

 

 

(Entra FRAY LAMBERTO, sudando bajo el peso de la estatua).

FRAY LAMBERTO: ¡Paz y bien, vuestras mercedes! Vengo a solicitar vuestra ayuda para los desamparados. Una limosna para San Roque, ¡que os proteja de la peste!

EL CACARIZO: (Abriendo un ojo). Andabades perdido, su señoría. No traemos ni para un trago de vino y nos viene a pedir para otros.

LA LOCA: (Se incorpora de golpe). ¿Limosna? ¿A nosotros? ¡Josú, qué atrevimiento! ¿No veis que esta es nuestra esquina, nuestro puesto de trabajo? ¡Estáis invadiendo mi jurisdicción, hombre de tela!

FRAY LAMBERTO: Pero, buena mujer, la caridad no conoce de territorios...

LA LOCA: ¡Pues la mía sí! Y tú, con ese muñecote, me estás espantando a la clientela. ¡Agora mismo la gente decente pasa de largo por no toparse con tres pedigüeños en lugar de dos!

EL CACARIZO: ¡Ansi es! ¡Esto es competencia desleal! Vaya a pedirle a los mercaderes. ¡Ellos son los que tienen los bolsillos llenos y la conciencia sucia!

FRAY LAMBERTO: ¡Pero es por una buena causa! ¡El santo necesita un manto nuevo!

LA LOCA: (Se acerca y escudriña la estatua). ¿Y por qué no le pides al santo que se haga uno? ¡Tantos milagros y no puede tejerse un capote! Mira, santurrón, te propongo un trato. Quédate a dormir aquí esta noche. Si aguantas hasta el alba sin que te roben las sandalias y después del baño de orines que me echo a medianoche, te doy todo lo que junte mañana.

(Fray Lamberto mira con horror el rincón inmundo. Retrocede, balbuceando).

FRAY LAMBERTO: Yo... creo que San Roque prefiere quedarse ansina, sin manto. ¡Con Dios!

(El fraile sale huyendo. La Loca y El Cacarizo ríen a carcajadas).

EL CACARIZO: ¡Le hemos ganado la batalla al cielo!

LA LOCA: ¡Por los cordones de mi abuela, claro que sí!

(Se ponen de pie y miran al público).

LA LOCA: (Al público). Y con esto habéis de aprender, / que hasta para pedir limosna, / hay que guardar la persona / ¡y el sitio para mecer!

(Hacen una reverencia cómica y se vuelven a acomodar. Oscuro).



 

Entremés 2: El Sortilegio, el Converso y el Guiño Travieso

 

ALGUACIL: ¡Doña Sortilegio, queda usted acusada de brujería y tratos con el Maligno!

DOÑA SORTILEGIO: ¿El Maligno? ¡Pero si yo a ese señor ni lo conozco! Mis tratos son con la Virgen de Guadalupe, y todo con licencia del obispado, ¡a ver si te crees!

DON CONVERSO: ¡No mientas, mujer! ¡Te han visto echar las cartas y vender pócimas! ¡Eso es obra de Satanás, como bien sabemos los de tu calaña!

DOÑA SORTILEGIO: Mira, Don Converso, que tú me tengas envidia porque a mí me compran el chorizo y a ti te escupen por usurero, es una cosa. Pero que vengas a levantarme falsos porque tu sangre de judío no soporta mi éxito, ¡es otra muy distinta!

(Entran Pedro y Juan. Al ver a Benito Bonito, se detienen en seco. Benito es tan guapo que parece una pintura; masculino, pero de una perfección que aturde).

PEDRO: (En voz baja a Juan). ¡Por el cielo santo, qué portento de criatura!

(Mientras beben, Juan le guiña un ojo descaradamente a Benito. Benito se sonroja. Hay una leve tensión entre él y su madre, que lo mira de reojo, casi con celos de la atención que recibe).

DON CONVERSO: ¡No se deje engatusar! ¡Llévatela!

DOÑA SORTILEGIO: ¡Quieto ahí! Te lo advierto, Converso. Si no retiras tus calumnias, lanzaré sobre ti un sortilegio tan terrible que se te secarán los higos, ¡y cada vez que cuentes tus monedas, se te convertirán en botones!

(Don Converso se pone pálido).

DON CONVERSO: Yo... era una broma. ¡Vámonos, muchachos!

(Sale a toda prisa. Pedro y Juan lo siguen, pero antes, Pedro se gira y le lanza un beso volado a Benito, que se esconde detrás de un jamón).

DOÑA SORTILEGIO: (Al público, mientras el Alguacil se sirve un trozo de queso). Del judío y la calumnia, / y del guiño zalamero, / me defiendo con esmero, / ¡que en mi tienda no hay penuria!

(Le cobra el queso al Alguacil con gesto triunfal. Oscuro).


 

 




Entremés 3: El Ritual de la Apertura

 

  • Personajes: DOÑA SORTILEGIO, MARICRUZ.
  • Escenario: La Venta, a primera hora.

DOÑA SORTILEGIO: ¡Josú, qué paliza! Abrir esta Venta es más duro que pedirle un préstamo a Don Converso. ¡Alimpiar, traer el carbón, espantar las ratas...!

(Entra MARICRUZ, angustiada).

MARICRUZ: ¡Doña Sorti, por favor, necesito su ayuda! ¡Es por Anacleto, el boticario! ¡Écheme las cartas, por caridad!

DOÑA SORTILEGIO: ¿Anacleto? ¡Ese tiene menos futuro que un capón en Navidad! Mira, niña, agora mismo la única carta que te puedo echar es la de la puerta. ¡Anda, ve y que te dé un aire, y a Anacleto, mándalo a freír espárragos!

MARICRUZ: (Lloriqueando). ¡Pero es urgente!

DOÑA SORTILEGIO: ¡Y urgente es que yo almuerce! ¡Venga, fuera!

(Maricruz sale desolada. Doña Sortilegio se apoya en la escoba y mira al público).

DOÑA SORTILEGIO: No hay achaque ni tormento / que se iguale al mal de amores, / mas con tantos quehaceres, / ¡no hay tiempo para aspavientos! / Que si el novio la miró, / que si el otro no sé qué... / ¡Más les vale, por su fe, / ayudar con el fogón!

(Da un escobazo al aire y se pone a trabajar. Oscuro).






 

 









































Entremés 4: Los Pacientes del Secreto a Voces

  • Personajes: DOÑA SORTILEGIO, BENITO BONITO, GASTÓN Y PASCUAL, DOCTOR SANGUIJUELO.
  • Escenario: La Venta. Gastón y Pascual entran, caminando con las piernas arqueadas.

GASTÓN: ...y me trujo un ungüento de manteca de cerdo y mercurio. ¡El muy taimado me dijo que me va a arder justo ahí, ahí mismísimo, como el infierno, pero dice el dotor que ansina se mata el chancro!

PASCUAL: ¡Peor lo mío! ¡Para el mal francés me recetó beber mis propios meados por la mañana! ¡Dice que el miasma se combate con el propio humor!

(Doña Sortilegio y Benito Bonito hacen una mueca de asco. Benito rocía discretamente agua con romero por el aire).

(Entra el DOCTOR SANGUIJUELO).

DR. SANGUIJUELO: ¡Doña Sortilegio, un vino! (Ve a sus pacientes). ¡Hombre, Gastón! ¡Pascual! ¿Qué tal ese caminar de tanto montar... yeguas ajenas? (Ríe. A Benito y a doña Sortilegio). Al señor Gastón le receté mercurio para quitarle el fuego de la entrepierna. Ahí, ahí mismito. (Sortilegio y Benito hacen caras de “DEMASIADA INFORMACIÓN”). ¿Y tú, Pascual, vas a saborear los orines de la mañana? Yo me imagino ehh, que son sabrosos… (Ríe con estruendo).

GASTÓN: ¡Dotor, por todos los santos! ¡Guarde vuestra merced el secreto!

PASCUAL: ¡Que nos está poniendo en vergüenza delante de todo el mundo!

DR. SANGUIJUELO: ¿Secreto? ¿Qué secreto? ¡El secreto profesional es un invento que todavía no existe! (Guiña un ojo al público). ¡Vuestro achaque es un trofeo de vuestras conquistas!

(Gastón y Pascual, humillados, tiran unas monedas y salen casi corriendo. Benito y Doña Sortilegio hacen movimientos estrafalarios para ahuyentar los males, usando un rociador contemporáneo. El DOCTOR SANGUIJUELO estorba y lo quitan en una coreografía disparatada).

DOÑA SORTILEGIO: Vaya, vaya, su señoría. Con esa discreción, pronto tendrá que curarse a sí mismo de la soledad.

DR. SANGUIJUELO: (Al público). No entienden que la cura empieza / al publicar la dolencia, / ¡pues no hay mejor penitencia / que la pública vergüenza!

(Se bebe el vino de un trago. Oscuro).


 


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Entremés 5: El Extraño Coqueteo de Ariadno

Personajes:

  • ARIADNO: El artista dramático.
  • DOÑA SORTILEGIO
  • BENITO: Su hijo.

Escenario: El mostrador de la Venta.

(Ariadno está apoyado en el mostrador, mirando a Doña Sortilegio con una intensidad teatral).

ARIADNO: ¡Oh, Sortilegio, matrona del comercio y musa del chorizo! ¡Tu pragmatismo es un bálsamo para mi alma atormentada por la belleza! ¡Eres como una escultura romana, tallada en la piedra de la resiliencia!

DOÑA SORTILEGIO: (Sin levantar la vista de sus cuentas). O sea, que parezco vieja y dura. Gracias, Ariadno. ¿Qué quieres hoy? ¿Ochenta pesos para un taxi o la crítica de mis nuevos pendientes de fantasía?

ARIADNO: ¡Quiero la luz de tu presencia! ¡Y quizás un poco de queso para acompañar mi inspiración!

(Benito se acerca por detrás del mostrador, para recoger unos platos).

BENITO: (A Ariadno, con timidez). Señor Ariadno, el otro día vi sus dibujos en el mercado. Son muy... expresivos.

(Ariadno se gira. Su intensidad no disminuye, simplemente cambia de objetivo. Mira a Benito de arriba abajo).

ARIADNO: ¡Ah, la juventud! ¡El lienzo en blanco! Tienes unos ojos, muchacho, que parecen dos pozos de misterio. ¡Una estructura ósea de efebo griego! ¡Digno de ser inmortalizado en carboncillo!

BENITO: (Sonrojado). ¿De verdad?

ARIADNO: ¡Palabra de artista! (Se acerca a Benito y le susurra). Y tú, ¿qué piensas del arte? ¿Crees que la belleza es objetiva o una mera construcción social?

DOÑA SORTILEGIO: (Carraspea ruidosamente). El queso está a tres reales la cuña, Ariadno. Y mi hijo tiene que ir a por leña.

(Ariadno queda atrapado entre los dos. Mira a Sortilegio con su pose de galán trágico, y luego a Benito con su mirada de mentor artístico).

ARIADNO: ¡El dilema! ¡La vida terrenal contra la inspiración etérea! (Le guiña un ojo a Sortilegio). Necesito el sustento que me ofreces, mi Venus de la Venta. (Luego le susurra a Benito). Pero mi alma necesita conversar con la tuya, mi joven Apolo.

BENITO: Yo... Soy muy joven todavía…  ¡What a F…uck!

DOÑA SORTILEGIO: (Le pone el queso en el mostrador). Tres reales. Y deja de engatusar a la familia, que ni tengo dinero ni mi hijo tiene tiempo para tus clases de dibujo.

(Ariadno suspira, derrotado pero no vencido. Coge el queso, le da un mordisco, mira a Benito, luego a Sortilegio, y sale de la tienda con la misma dignidad de un rey destronado. Benito y Sortilegio se quedan mirando, sin saber muy bien qué acaba de pasar. Oscuro).

 


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Entremés 6: El Pan Extraterrestre y la Bruja Lectora

 

  • Personajes: LA LOCA, DOÑA SORTILEGIO, BENITO BONITO, JUAN.
  • Escenario: La Venta.

(Entra LA LOCA, con una tostadora del siglo XXI y una bolsa de "Pan Bimbo").

LA LOCA: ¡Atención, mortales! ¡He aquí un artefacto del Olimpo! ¡Y el pan de los ángeles, que no tiene corteza!

DOÑA SORTILEGIO: ¿Otra vez robando, Loca? ¿Y qué es ese pan tan pálido? Parece enfermo.

LA LOCA: ¡Esto es el futuro! Se mete aquí, se le baja una palanca y ¡zas! ¡Sale dorado y caliente!

DOÑA SORTILEGIO: ¿Y eso de dónde viene… Seguro del fondo del infierno. Se conecta a un rayo en medio de una tormenta?

LA LOCA: ¡Me ofendes! ¡Esto vale cinco reales!

DOÑA SORTILEGIO: Medio real. Y a ver qué hago yo con un pan que parece fantasma.

LA LOCA: ¡Eres una usurera! ¡Una...! ¡Una BRUJA!

DOÑA SORTILEGIO: (Sonríe). ¿Bruja? ¡Justo la palabra que quería oír, viniendo de quien sí parece Bruja! Siéntate, que por SER DE MI AGRADO te has ganado una lectura de cartas.

(La Loca se sienta. Benito se acerca, fascinado por la tostadora).

BENITO: ¿Y cómo funciona? ¿Con magia?

LA LOCA: ¡Con electricidad, tonto! ¡Eso sí, habrá que esperar un par de siglos! Mientras, puedes quedarte viendo tu propio reflejo en el metal. Ya… Eres tan guapo que mareas.

(Benito se acerca mucho a La Loca, que le lanza un escupitajo en la cara. Benito rompe a llorar, berreando en una esquina).

(Entra Juan).

JUAN: Benito, qué te ocurre… (Lo abraza). ¡Eh, guapo! ¿Qué te han hecho?

(Juan consuela a Benito, que se deja y no. La Loca se encoge de hombros. Doña Sortilegio levanta las cejas, como diciendo, esto yo lo venía anticipando).

LA LOCA: (A Sortilegio). Demasiada belleza junta, empalaga. Venga, échame esas cartas. ¿Sabe? ¡Yo, en mi juventud era tan bella que paraba el tráfico!

(Doña Sortilegio baraja, LA LOCA guiña un ojo al público. Oscuro).


 


 

 

 



 

 



Entremés 7: El Cortejo del Abrevadero

 

  • Personajes: EL GALA, BENITO BONITO, MÓNICA, DOÑA SORTILEGIO.
  • Escenario: Un abrevadero público.

BENITO: (Al público). Y entonces, hacía su entrada triunfal. El Gala. Cada visita al abrevadero era un cortejo. Un arco de triunfo personal.

(El Gala se acerca a la fuente. Mónica lo espía, embelesada. El Gala llena su botellón de agua con movimientos de un caballero en la corte).

MÓNICA: ¡Qué donaire! ¡Qué manera de agarrar el botellón!

BENITO: (Al público). Mónica veía justas y torneos. Yo, a un pobre diablo con sed. Pero hay que admitir que hasta el caballo del alguacil dejó de beber para mirarlo.

(La voz de Doña Sortilegio rompe el silencio).

DOÑA SORTILEGIO: ¡Oye, tú, el guapo! ¡Deja algo de agua para los cristianos, que con tanta sed que te cargas vas a secar la fuente!

(Mónica, harta de esperar, corre hacia El Gala y le planta un beso rotundo).

MÓNICA: ¡Ya está bien de tanto mirar!

(El Gala, sorprendido, le devuelve el beso. Mónica se separa, triunfante).

MÓNICA: (Gritando). ¡LO LOGRÉ!

(Se va pavoneándose. Benito deja su rol de narrador y corre hacia su madre).

BENITO: ¡Madre! ¿Lo has visto? ¡Te lo dije! ¡Se lo ganó la Mónica!

EL GALA: (Al público, limpiándose los labios). Vuestras mercedes perdonen, es que uno tiene el corazón muy compartido. ¿Qué se le va a hacer?

(Bebe de su botellón con aire de conquistador. Oscuro).


 

 

 

Entremés 8: El Gato Renovado y el Gran Final

 

  • Personajes: DOÑA SORTILEGIO, BENITO BONITO, VECINA ANGUSTIAS, TODOS.
  • Escenario: La Venta. Un olor extraño invade el lugar.

(Entra la VECINA ANGUSTIAS, llorando).

VECINA ANGUSTIAS: ¡Doña Sortilegio, mi Mishi, mi gatito, ha desaparecido! ¡Era un gato persa, blanco como la nieve!

(Benito se queda paralizado. Conecta el olor del caldero que escondió con la descripción del gato. Mientras su madre consuela a la vecina, Benito corre a la trastienda).

DOÑA SORTILEGIO: Ay, Angustias, qué disgusto. Seguro que volverá.

(Benito regresa con un gato de peluche blanco, al que le ha atado un cascabel).

BENITO: ¡Vecina! ¡Mire! ¡Lo encontré! Estaba dormido en un saco de harina.

VECINA ANGUSTIAS: (Coge el gato). ¡Mishi! ¡Estás algo tieso, hijo mío!

BENITO: Es que ha sido renovado, por la Ciencia del Futuro. ¡Es el nuevo Gatito sustituto que me vendió la Loca del pueblo! ¡No necesita comer, no araña los muebles y no volverá a escaparse!

(La Vecina Angustias abraza al gato. De repente, todos los personajes irrumpen en escena).

TODOS: (Cantando).

¡El gato ha sido renovado, / con estambre y con primor, / si tu pena te ha agobiado, / ¡siempre hay una solución!

¡No más fugas ni maullidos, / ni guisados con misterio, / los problemas ya se han ido, / ¡que comience el regocijo!

(Comienzan un baile festivo. Doña Sortilegio baila con El Converso. El Doctor con La Loca, Mónica con El Gala, los Muchachotes con Benito. Al final, se detienen).

DOÑA SORTILEGIO: (Al público). Y con este baile y canción, / damos fin a la comedia.

DR. SANGUIJUELO: Si os ha gustado la función, / contadlo sin más anuencia.

BENITO BONITO: Y si el gusto no fue tal, / y os pareció un desatino...

TODOS: ¡Recomendadla, con maldad, / a vuestro odiosísimo vecino!

(Hacen una gran reverencia final. Oscuro).


 

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