Perdidos en el parque
Breve drama
POR GAVARRE BEN
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Personajes:
- RELOJ: Un reloj de oro, clásico y pesado. Es
pomposo, un poco arrogante. Obsesionado con el tiempo, el legado y la
lealtad. Su voz es grave y mesurada.
- ARETE: Un arete de oro con un pequeño
diamante. Moderno, individualista, con un humor cínico. Valora el brillo,
la estética y la libertad. Su voz es más aguda y rápida.
Escenografía:
El escenario es
minimalista. Un entramado de ramas y hojas de arrayán a media altura. El Reloj
y el Arete están situados en el centro, ligeramente enredados.
Convención Teatral: Los personajes están
inmóviles. Cuando "imaginan" o "sueñan" con moverse, pueden
levantarse y usar el escenario, pero siempre deben regresar a su posición
original al final de la ensoñación, como si despertaran.
(La escena comienza. RELOJ
y ARETE están inmóviles entre las ramas. Silencio).
RELOJ: Trescientos sesenta y
siete mil doscientos segundos. Tres días, veintidós horas. Ese es el tiempo
exacto que mi dueño, un hombre de puntualidad legendaria, lleva sin mí. La
desolación debe ser absoluta. Él estará organizando un equipo de búsqueda.
Rastreando sus pasos con la precisión de un general. No me abandonaría. Yo soy
un legado.
ARETE: Un legado un poco
aburrido, si me preguntas. Mi dueño me eligió por audacia.
(Pasa un corredor con una
complexión vagamente similar al dueño del RELOJ. El RELOJ lo sigue con una
intensidad desesperada).
RELOJ: ¡Es él! ¡Sabía que
volvería! Su zancada... es casi idéntica. ¡Tengo que alcanzarlo!
(La luz cambia, volviéndose
onírica y suave. RELOJ se levanta con sorprendente agilidad, saliendo del seto.
La convención teatral ha comenzado. Empieza a "correr" sin moverse
del sitio, con gran esfuerzo y dignidad).
RELOJ: (Gritando con esfuerzo)
¡Señor! ¡Señor, espere! ¡Su muñeca se siente tan vacía sin mí! ¡Piense en su
puntualidad, en su estatus! ¡Soy yo, su fiel compañero de cronometraje! ¡No me
deje aquí!
(El corredor imaginario se
aleja. RELOJ se detiene, exhausto y derrotado).
RELOJ: No... no me ha oído.
(La luz vuelve a la
normalidad de golpe. RELOJ está de nuevo en su sitio entre las ramas, inmóvil,
con una expresión de absoluto desconcierto, como si despertara de un sueño
vívido. Un "cara de what").
ARETE: ¿Te sientes bien? Por un
momento parecías... menos estático. Soñando despierto, ¿eh? Te pasa por pensar
tanto.
RELOJ: (Carraspea,
recomponiéndose) No sé de qué hablas. Estaba... conservando mi energía.
ARETE: Claro. Oye, tanto hablar
de dueños y correr me dio hambre.
RELOJ: Somos objetos inanimados
de metal precioso. No sentimos hambre.
ARETE: ¿Ah, no? Pues yo me muero
por una de esas rebanadas de pizza que se come la gente en el césped.
(La luz cambia de nuevo a
un tono cálido y de fantasía. ARETE se libera de las ramas y se acerca al borde
del escenario. Gesticula como si sostuviera una gran rebanada de pizza).
ARETE: ¡Imagínalo! Queso
derretido, caliente... pepperoni un poco picante... y esa orilla crujiente.
¡Ah, la orilla! Me comería la orilla primero, soy un rebelde. ¿Y si le pongo un
poco de chile quebrado? ¡Claro que sí! A mi dueño le encanta el picante. Seguro
me llevaría a comer pizza...
(ARETE hace el gesto de dar
una gran mordida y mastica con un placer exagerado. De repente, la luz vuelve a
la normalidad. Está de nuevo en el seto, inmóvil. Parpadea).
ARETE: ...qué raro. Por un
segundo, me supo a tierra.
(La escena continúa con el
destello de esperanza, la decepción, y su segundo conflicto sobre la gente que
pasa. Finalmente, llega el JARDINERO con sus tijeras de podar).
RELOJ: ¡El fin! ¡Nos podarán!
¡Terminaremos en una bolsa de basura! ¡El deshonor!
ARETE: ¡Cállate y brilla!
(El JARDINERO empieza a
cortar. Ve el destello del ARETE).
JARDINERO: Anda... ¿Qué es eso que
brilla?
(Mete la mano. ARETE se
deja caer a propósito, golpeando al RELOJ. El JARDINERO ve ambas piezas. Sus
ojos se abren como platos).
JARDINERO: No... puede... ser.
(Con sumo cuidado, el
JARDINERO recoge ambas joyas y las acuna en la palma de su mano. Las mira con
asombro y una alegría profunda).
JARDINERO: (Hablando en voz
baja, para sí mismo)
Con esto... Con esto por
fin le puedo comprar a mi vieja la estufa que tanto quiere. Y... (Mira el
arete) esto... a mi muchacho, a Marco, que ya tiene veinte años y le encanta
ponerse estas cosas... Qué locura. Quién diría que yo, a mi edad, le iba a poder
dejar un legado inesperado.
(El JARDINERO sonríe,
cierra la mano con cuidado y se lleva su tesoro).
RELOJ: (Voz en off,
mientras el escenario se oscurece)
Su pulso... es tranquilo.
ARETE: (Voz en off)
Te lo dije. Fluir.
(FIN)