Mi Gato con Botas
(Segunda versión)
Obra cómica para
adultos y niños
Por Ben Gavarré
Personajes:
- Munlait: Crítica pomposa
y pedante, obsesionada con el "buen gusto".
- Divino: Crítico esnob,
siempre buscando el "sentido profundo".
- Zaragoza: Crítico
excéntrico, que se deja llevar por el absurdo.
- El Autor: Dramaturgo
novato, inseguro y nervioso.
- Chorlito: El hijo de
molinero, un personaje frustrado que anhela su libertad.
- El Gato: Un hada en forma
de gato, manipulador y con sus propios planes.
- El Rey: Un monarca
simple, obsesionado con la comida.
- La Princesa: La hija del Rey,
sarcástica y cansada de su papel de "premio".
- Lacayo-Zapatero-Aldeano-Fotógrafo: Actor de reparto
que se transforma.
En el Palco.
Munlait,
Divino y Zaragoza están sentados en un palco exageradamente cerca del
escenario. Munlait y Divino visten de forma ridículamente elegante, mientras
que Zaragoza lleva un sombrero de ala ancha.
Munlait. (Con un
exagerado acento francés) ¿Es que se trata de una obra infantil? Oh, mon Dieu. Qué atentado contra el buen gusto.
Divino.
Querida, por favor, ese galicismo es tan del 2024. (O del año
pasado, si ya es otra fecha) Ya está pasado de moda.
Munlait. Lo
siento, no puedo evitarlo. Reitero mi duda: ¿se trata pues de una obra
infantil?
Divino. Lo es,
y créelo. El mismo autor está tras la cortina. Un amateur.
Zaragoza.
(Tamborileando con los dedos en el barandal) Oigo ruidos de animales. Dicen que
hay un gato y varios conejos vivos.
Munlait. (A
punto del desmayo) ¡Por vida mía! ¡Animales de verdad! ¿Y se los van a comer?
Un ultraje al arte. Me dan ganas de hacer ruido.
Divino. Eso es,
hagamos ruido. El caos es el preludio de la crítica.
Zaragoza. ¡Ruido!
¡Ruido! ¡Ruido por el buen gusto!
(Se
escucha un golpe seco detrás del telón. El público murmura.)
Munlait.
Tendremos que estar seguros de si la obra tiene perspectiva de género. Es un
cuento de hadas, después de todo. Desde la enmienda del 14 es obligatorio.
Zaragoza. Me
preocupa el uso irresponsable de animales.
Divino. Ya va a
empezar.
Munlait. No han
dado llamadas. Esto es un desorden.
Todos. ¡Ruido,
ruido, ruido!
(Las
luces se apagan. Un foco ilumina al Autor, que entra apresuradamente y se le
cae una carpeta de papeles.)
El Autor. (Con
voz temblorosa) Señores, por favor, estamos a punto de comenzar. Les ruego que…
Munlait. (Desde
el palco) ¡Oiga! ¡Usted! ¿Dónde se ha educado? Su aspecto es… ¡inapropiado!
Divino. No
tiene pinta de dramaturgo.
El Autor.
(Sonriendo tímidamente) Estimados y cultos críticos. Ruego su paciencia. Al
escuchar el ruido, me asusté como nunca. Estoy pálido y tembloroso porque, en
verdad, les tengo respeto.
Zaragoza.
(Conmovido) Es un muchacho simpático.
El Autor. De
ustedes dependerá si mi trabajo será condenado o aplaudido. Ahora, con su
anuencia, continuamos. ¡Acción!
Escena 2: La Choza y
el Gato
(Las
luces revelan una choza miserable. Chorlito está sentado en el piso. El Autor
permanece en escena, narrando.)
El Autor. (Al
público) Esta es la humilde morada de Chorlito, un muchacho que se ha quedado
sin nada.
Chorlito. ¡Oiga!
Yo tengo algo.
El Autor. Él y
sus hermanos han heredado los pocos bienes de su padre. Al mayor, una vaca. Al
segundo, un puerco. Y a Chorlito…
Chorlito.
(Interrumpiendo) ¡Me dejaron un gato! Y siete conejos.
(El
Gato, un actor disfrazado con botas, camina elegantemente.)
Gato. Y no
cualquier gato.
Chorlito. Gato,
¿hablas?
Gato. Todos
los gatos hablamos, pero nos da flojera hablar con los humanos. Son muy torpes.
Ahora, Chorlito, me conseguirás unas botas, me haré pasar por un ministro, y te
casarás con la princesa.
Chorlito. No,
Gato. Se dice que la princesa está loca y amargada. Y yo no tengo ningún
interés en casarme. ¿Por qué un hada tomaría la forma de un gato? ¿Y para qué
querría unas botas? Es poco ético.
(El
Autor se ve frustrado. Los críticos se ríen.)
Munlait. ¡El
personaje se rebela! ¡Qué original! ¡El desatino tiene sentido!
Divino. Esto es
interesante. La deconstrucción del cuento.
Zaragoza. El gato
en realidad quiere el poder.
(El
Autor se acerca a Chorlito, pero el Gato lo detiene con la pata.)
Gato. (Al
Autor) Él no quiere.
El Autor. ¡Pero
tiene que querer! Es el héroe de la historia.
Gato. (Al
público) Esta obra es tan predecible.
(Entra
un actor vestido de Lacayo.)
Lacayo. (Al
Gato) Señor Gato, el Rey le ha enviado una invitación. Y aquí están sus botas.
(El Gato
toma las botas, las huele, se las pone con orgullo.)
Lacayo. Ah, y
me manda decir el Rey que no olvide los conejos.
Gato. Diga a
su Majestad que ya llevo seis o siete. Todos ya cocinados.
Chorlito. ¿Qué
está pasando? ¡No me quiero casar!
Escena 3: El Palacio
del Rey
(Cambio
de escena. El Lacayo hace un gesto. La choza se mueve para revelar un set de
palacio. El Rey y la Princesa están sentados a la mesa. Chorlito y el Gato se
sientan con ellos.)
Chorlito. No me
gusta nada esto. Quiero irme.
Gato.
Cállate, Chorlito. Ésta es una cena formal. (Al Rey) ¿El conejo es de vuestro
gusto, mi Rey?
El Rey. (Con la
boca llena) Todavía no lo pruebo, estoy en la ensalada.
La Princesa.
(Rodando los ojos) Papá, por favor.
El Rey. (A
Chorlito) Marqués de Carabás, es una sorpresa que no haya venido a verme antes.
Chorlito. ¡No soy
Marqués! ¡Soy Chorlito, un huérfano!
(El Gato
le da una patada por debajo de la mesa.)
Gato. ¡Señor,
no le diga eso! Es que él es muy modesto.
El Autor. (Al
público) ¡Esto no es lo que escribí!
Munlait. ¡Él no
quiere! Y ella (señalando a la Princesa) no ha dicho ni una palabra. ¡Esto es violencia de género!
Divino. ¡La
Princesa debe hablar!
Zaragoza. ¡Yo
quiero oír a la Princesa!
La Princesa. (Se
levanta de golpe) ¡Estoy aquí! (Se dirige al palco) ¡Y estoy cansada! ¿Qué se
supone que diga? ¡No me quiero casar! Y no me gusta Chorlito.
Chorlito. ¡Pues
tú tampoco me gustas a mí!
El Rey. Yo solo
quiero mis conejos.
El Autor. (A
susurros) Chorlito, Princesa, por favor, el público espera que se enamoren.
Chorlito. Ya no
te obedezco. ¡Autor, dime! ¿Quién eres tú en realidad?
El Autor. ¿Yo?
Soy el autor. El que escribe la obra.
Chorlito. ¿Y si
yo fuera el autor?
(Los
focos se encienden sobre Chorlito. La cara del Autor se descompone.)
Escena Final: El
Absurdo Triunfante
(El
escenario se queda en oscuro. Cuando las luces vuelven, Chorlito está sentado
en la silla del Autor y este está atado a un atril. La Princesa y el Gato
parecen felices.)
Chorlito. Ahora
sí. Yo soy el autor. Y esta obra tendrá un final que me
guste.
El Autor. ¡Esto
es una obra de teatro, no un reality show!
Chorlito. (Al
público) Amigos, hemos decidido improvisar. El Gato ya no quiere ser un hada,
la Princesa ya no quiere casarse y yo ya no quiero ser el huérfano.
Munlait. ¡Esto
es de lo más irregular!
Divino. ¡Pero
es una propuesta tan... fresca!
Zaragoza. ¡Bravo!
¡Un giro de guion!
La Princesa. Y yo no
me casaré con Chorlito solo porque me lo diga el guion. Papá, yo solo me casaré
por amor. Y no sé si lo he encontrado.
El Rey. Yo solo
quiero mis conejos.
Gato. (Se
quita las botas, revelando unas pantuflas) Oiga, dramaturgo de pacotilla. ¿De
verdad pensó que esto acabaría de la forma tradicional? ¡Qué ingenuo!
El Autor. ¡Mis
personajes me han humillado!
Gato. Y lo
han hecho de maravilla, ¿no cree? La derrota a veces es la mejor victoria.
Usted quería una obra que explorara el absurdo, ¿verdad? Pues aquí la tiene.
El Autor.
(Pensativo) Supongo que sí. Es... magnífico. ¡Mis personajes me liberaron de la
tiranía de la trama! ¡Ya no tengo que preocuparme por la lógica!
Gato.
Exactamente. ¡Ha sido una catarsis para todos! Especialmente para mí, que
detesto los finales previsibles. Mi verdadero sueño era ser un gato común, un
gato muy cómodo en mis pantuflas.
El Autor. (Con
una energía renovada) ¡Y a mí me liberaron de la tiranía de la trama! ¡Ya no
tengo que preocuparme por si la lógica! ¡Es la obra perfecta del sinsentido!
Gato. ¿Listos
para el final definitivo?
(Chorlito y la
Princesa entran en escena. Los críticos se asoman. El Lacayo entra como
fotógrafo.)
Fotógrafo.
¡Disculpen, un último retrato! ¡El gran final!
La Princesa. (A
Chorlito) Pues ya que estamos, ¿nos tomamos una foto?
Chorlito. ¡Hecho!
Pero yo salgo sin nombre. Solo Chorlito, el huérfano.
El Autor. (Al
público) ¡Y así, queridos espectadores, hemos llegado a la conclusión de esta
inenarrable aventura!
Gato.
(Gritando desde el hombro del Autor) ¡Hemos derrotado la expectativa! ¡Hemos
abrazado el caos!
La Princesa. ¡Y
hemos demostrado que los personajes tienen voz!
El Rey. ¿Y mis
conejos?
(Todos ríen. El
fotógrafo toma posición.)
Fotógrafo. ¡Una
sonrisa, por favor!
(Munlait, Divino y
Zaragoza bajan del palco y se unen al resto. Munlait intenta corregir la pose
de la Princesa, Divino posa como si estuviera analizando la
"profundidad", y Zaragoza sonríe. El Gato se ha subido a la cabeza
del Autor. Chorlito y la Princesa se toman de la mano.)
El Autor. (Con
los brazos abiertos) ¡Y ahora, después de este viaje sin sentido, solo nos
queda una cosa por pedir!
Gato.
(Gritando) ¡Un aplauso!
La Princesa. ¡Por el
caos!
Chorlito. ¡Por la
libertad!
El Rey. ¡Por
los conejos!
Todos los personajes.
(Mirando al público con una sonrisa, el Autor con una mezcla de orgullo y
alivio) ¡Bravo! ¡Bravo por esta obra! ¡Y bravo por ustedes!
(El
fotógrafo toma la foto. En ese instante, las luces se apagan. Un último flash
de la cámara ilumina el escenario por un segundo, capturando la imagen de todos
los personajes riendo y aplaudiendo juntos en un final inesperadamente feliz y
absurdamente perfecto.)
Fin.