Pastorela con los Beatles. Cuento de un pastor)
Por J. Amadís
Caracteres:
- John: El pastor más viejo y obstinado.
- Paul: El pastor que siempre tiene sueño.
- George: El pastor más humilde y devoto.
- Ringo: El pastor más joven y alegre.
- El Diablo:
(Lucifer)
- El Arcángel Miguel: El mensajero celestial.
Escena I
(Los pastores, John, Paul,
George y Ringo, están en el campo, envueltos en sus mantas, fingiendo dormir,
mientras un fuego arde en el centro. El Diablo llega, disfrazado de
comerciante, y habla a la audiencia).
El Diablo: (A la audiencia)
Me llaman el Diablo, un
maestro del mal.
Vago por el mundo,
sembrando discordia.
Engañaré a estos pastores,
porque soy su rival.
Soy su enemigo, sin
remordimientos.
Evitaré que encuentren a
ese niño en el establo.
Haré lo que sea necesario
para evitar esta historia.
Yo soy el gran Lucifer, que
desde el cielo fue arrojado,
y traigo conmigo todo el
mal del mundo.
(El Diablo se acerca a los
pastores y les habla).
El Diablo: (A los pastores)
Buenos pastores, buena
gente,
¡Qué hermosa noche!
Vengo de una tierra lejana,
¡y estoy vendiendo cosas
hermosas!
(Los pastores,
somnolientos, se estiran.)
John: ¿Qué es eso?
Paul: ¿Quién es?
George: ¿Un viajero?
Ringo: Un comerciante, ¡qué
agradable!
(Los pastores se levantan.)
John: Oye, amigo, ¿qué
traes?
El Diablo: Traigo buenas
noticias, mis buenos pastores.
Tengo ropa, anillos y
comida para todos.
¿Qué quieres comprar?
¡Acércate, no corras!
Tengo mantas de lana fina,
para que no sientas ni un
solo escalofrío.
Tengo monedas de plata y
oro,
que vendo muy barato, o eso
me dicen.
Tengo una deliciosa comida
lista para servir,
un banquete que realmente
te mereces.
Tengo dulces dulces y un
vino delicioso,
Así que te sentirás bien y
verdaderamente divino.
Paul: (Estiramientos)
¿Víveres? ¿Vino? ¡Estoy
interesado!
Me siento muy somnoliento y
estoy muy cansado.
George: Amigo mío, no
necesitamos todo eso.
Estamos contentos con lo
que tenemos, y eso es un hecho.
Ringo: ¡Qué anillo tan
bonito, qué brillante!
Déjame verlo, me gusta cómo
se ve, tan pequeño.
Parece tener mucho brillo,
¿Por cuánto lo vendes,
amigo mío, tan bien?
El Diablo: No lo vendo por
un precio, mi querido amigo.
Solo te pido que me des tu
corazón, y eso es todo, mi querido amigo.
Dame tu voluntad, y serás
rico.
Tendrás todo lo que
quieras, solo dame tu discurso.
John: ¿Qué estás diciendo?
¡Debes estar loco!
¿Pides mi corazón y mi
voluntad? Dios mío.
¿No eres un hombre de carne
y hueso?
Hablas como un demonio, con
estos tonos de diablo.
El Diablo: ¡No soy un
diablo, mi buen hombre!
Soy una buena persona, un
simple comerciante, ¿no puedes ver mi plan?
Solo quiero hacer negocios
contigo.
Vendo muy barato, acércate,
¡es verdad!
(Los pastores dudan de él).
George: No lo escuchemos,
amigos.
Parece un mal hombre, con
malas intenciones, amigos míos.
Sigamos nuestro camino,
sigamos adelante.
La estrella brilla más,
brilla.
Paul: Pero la comida...
Tengo hambre.
Ringo: Y el anillo...
John: Vamos, no le
prestemos atención.
Busquemos el establo y
dejemos atrás a este hombre.
(Los pastores se alejan. El
Diablo, furioso, pisotea).
El Diablo: Ya verán,
tontos, cómo caerán.
No llegarás a Belén en
absoluto.
Yo soy el Diablo, yo soy el
mal, yo soy el pecado.
Os haré perder a todos, y
ganaré.
(El Diablo se transforma en
una bestia horrible con cuernos y cola. Los pastores huyen aterrorizados).
Escena II
(Los pastores corren y el
Arcángel Miguel aparece frente a ellos, vestido de blanco, con un escudo y una
espada).
El Arcángel Miguel:
¡Detente, buenos pastores!
No tengas miedo.
Soy el Arcángel Miguel, y
vengo del cielo.
No tengas miedo de ese
hombre.
Él es el enemigo, el que
trae el mal al mundo.
Él es el gran Diablo, el
que quiere detener tu búsqueda.
John: Pero... ¿Cómo lo
supiste?
El Arcángel Miguel: Una
estrella del cielo
es un signo de la llegada
del Mesías, del Niño, del Rey.
Vengo a decirles que no lo
escuchen.
El Niño te está esperando,
así que ven, sígueme, cantemos.
Nacerá en un establo, en
Belén, en un pesebre.
Debéis ir, buenos pastores,
y llevarle alegría, y no sentir ira.
Paul: Pero el diablo... Da
mucho miedo.
El Arcángel Miguel: No le
tengas miedo, no te hará daño.
Él no tiene poder sobre ti
si no lo escuchas.
Vengan, vamos, busquemos al
Niño.
Él te está esperando, así
que sigue la estrella y no seas salvaje.
(Los pastores continúan su
camino y el Arcángel Miguel desaparece).
Escena III
(Los pastores llegan al
establo. La Virgen María, San José y el Niño Jesús están allí. Los pastores se
arrodillan y adoran al Niño).
El Arcángel Miguel: (A la
audiencia)
Y así, buena gente,
los pastores encontraron al
Niño, al Rey.
Siguieron la estrella y
encontraron al Salvador.
Nació en un establo, en un
pesebre, y él es el dador.
El que nos salva del pecado
y del mal, el que trae luz.
El que reinará para
siempre, el que es el caballero más grande.
(Se cierra el telón.)