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domingo, septiembre 07, 2025

Pastorela con los Beatles. Cuento de un pastor). Por J. Amadís.

 



Pastorela con los Beatles. Cuento de un pastor)


Por J. Amadís

Caracteres:

  • John: El pastor más viejo y obstinado.
  • Paul: El pastor que siempre tiene sueño.
  • George: El pastor más humilde y devoto.
  • Ringo: El pastor más joven y alegre.
  • El Diablo: (Lucifer)
  • El Arcángel Miguel: El mensajero celestial.

Escena I

(Los pastores, John, Paul, George y Ringo, están en el campo, envueltos en sus mantas, fingiendo dormir, mientras un fuego arde en el centro. El Diablo llega, disfrazado de comerciante, y habla a la audiencia).

El Diablo: (A la audiencia)

Me llaman el Diablo, un maestro del mal.

Vago por el mundo, sembrando discordia.

Engañaré a estos pastores, porque soy su rival.

Soy su enemigo, sin remordimientos.

Evitaré que encuentren a ese niño en el establo.

Haré lo que sea necesario para evitar esta historia.

Yo soy el gran Lucifer, que desde el cielo fue arrojado,

y traigo conmigo todo el mal del mundo.

(El Diablo se acerca a los pastores y les habla).

El Diablo: (A los pastores)

Buenos pastores, buena gente,

¡Qué hermosa noche!

Vengo de una tierra lejana,

¡y estoy vendiendo cosas hermosas!

(Los pastores, somnolientos, se estiran.)

John: ¿Qué es eso?

Paul: ¿Quién es?

George: ¿Un viajero?

Ringo: Un comerciante, ¡qué agradable!

(Los pastores se levantan.)

John: Oye, amigo, ¿qué traes?

El Diablo: Traigo buenas noticias, mis buenos pastores.

Tengo ropa, anillos y comida para todos.

¿Qué quieres comprar? ¡Acércate, no corras!

Tengo mantas de lana fina,

para que no sientas ni un solo escalofrío.

Tengo monedas de plata y oro,

que vendo muy barato, o eso me dicen.

Tengo una deliciosa comida lista para servir,

un banquete que realmente te mereces.

Tengo dulces dulces y un vino delicioso,

Así que te sentirás bien y verdaderamente divino.

Paul: (Estiramientos)

¿Víveres? ¿Vino? ¡Estoy interesado!

Me siento muy somnoliento y estoy muy cansado.

George: Amigo mío, no necesitamos todo eso.

Estamos contentos con lo que tenemos, y eso es un hecho.

Ringo: ¡Qué anillo tan bonito, qué brillante!

Déjame verlo, me gusta cómo se ve, tan pequeño.

Parece tener mucho brillo,

¿Por cuánto lo vendes, amigo mío, tan bien?

El Diablo: No lo vendo por un precio, mi querido amigo.

Solo te pido que me des tu corazón, y eso es todo, mi querido amigo.

Dame tu voluntad, y serás rico.

Tendrás todo lo que quieras, solo dame tu discurso.

John: ¿Qué estás diciendo? ¡Debes estar loco!

¿Pides mi corazón y mi voluntad? Dios mío.

¿No eres un hombre de carne y hueso?

Hablas como un demonio, con estos tonos de diablo.

El Diablo: ¡No soy un diablo, mi buen hombre!

Soy una buena persona, un simple comerciante, ¿no puedes ver mi plan?

Solo quiero hacer negocios contigo.

Vendo muy barato, acércate, ¡es verdad!

(Los pastores dudan de él).

George: No lo escuchemos, amigos.

Parece un mal hombre, con malas intenciones, amigos míos.

Sigamos nuestro camino, sigamos adelante.

La estrella brilla más, brilla.

Paul: Pero la comida... Tengo hambre.

Ringo: Y el anillo...

John: Vamos, no le prestemos atención.

Busquemos el establo y dejemos atrás a este hombre.

(Los pastores se alejan. El Diablo, furioso, pisotea).

El Diablo: Ya verán, tontos, cómo caerán.

No llegarás a Belén en absoluto.

Yo soy el Diablo, yo soy el mal, yo soy el pecado.

Os haré perder a todos, y ganaré.

(El Diablo se transforma en una bestia horrible con cuernos y cola. Los pastores huyen aterrorizados).
















Escena II

(Los pastores corren y el Arcángel Miguel aparece frente a ellos, vestido de blanco, con un escudo y una espada).

El Arcángel Miguel: ¡Detente, buenos pastores!

No tengas miedo.

Soy el Arcángel Miguel, y vengo del cielo.

No tengas miedo de ese hombre.

Él es el enemigo, el que trae el mal al mundo.

Él es el gran Diablo, el que quiere detener tu búsqueda.

John: Pero... ¿Cómo lo supiste?

El Arcángel Miguel: Una estrella del cielo

es un signo de la llegada del Mesías, del Niño, del Rey.

Vengo a decirles que no lo escuchen.

El Niño te está esperando, así que ven, sígueme, cantemos.

Nacerá en un establo, en Belén, en un pesebre.

Debéis ir, buenos pastores, y llevarle alegría, y no sentir ira.

Paul: Pero el diablo... Da mucho miedo.

El Arcángel Miguel: No le tengas miedo, no te hará daño.

Él no tiene poder sobre ti si no lo escuchas.

Vengan, vamos, busquemos al Niño.

Él te está esperando, así que sigue la estrella y no seas salvaje.

(Los pastores continúan su camino y el Arcángel Miguel desaparece).

Escena III

(Los pastores llegan al establo. La Virgen María, San José y el Niño Jesús están allí. Los pastores se arrodillan y adoran al Niño).

El Arcángel Miguel: (A la audiencia)

Y así, buena gente,

los pastores encontraron al Niño, al Rey.

Siguieron la estrella y encontraron al Salvador.

Nació en un establo, en un pesebre, y él es el dador.

El que nos salva del pecado y del mal, el que trae luz.

El que reinará para siempre, el que es el caballero más grande.

(Se cierra el telón.)