Mis
Fabulosos Quince Años
De Ben Gavarré
Personajes:
- Quinceañera (Miranda)
- Mesero (Gustavo)
- Anfitrión
- Axel, el Bárbaro
- El Primo José Paz
- Héctor, Torerín Torero
- Samsam, la Madrina
Acto I
(En proscenio, el
Anfitrión.)
Anfitrión:
¡Bienvenidos a un evento que desafía la credulidad! Lo que verán, señoras y
señores, es la crème de la crème de los festejos. Familias de abolengo de la
zona Toledana se han reunido para celebrar… ¡a nuestra adorada Mirandita! Con sus flamantes quince
aniversarios, será presentada en sociedad, una flor radiante lista para ser…
bueno, ya saben… ¡Recibamos a la inigualable… Mirandita!
(Se abre el telón. Un
salón de fiestas exagerado, camp. Suena un pomposo vals y luego el tema “Mi
bonita Mirandita”. De una trampilla, entre humo y luces, Mirandita emerge en un
trono. Viste una falda escocesa y una camiseta, con un look emo/punk. Se sienta
incómoda y sonríe falsamente. El Primo José Paz se acerca a los pies del
trono.)
Anfitrión: Nuestro
brillante cantante, José Paz, nos deleitará con su
inigualable voz. Un hombre de ciencia y arte… en sus ratos libres, por
supuesto. ¡Escuchemos su maravillosa composición!
(Aplausos grabados.)
El Primo José Paz: (Canta, con un estilo muy serio, el tema “Mi bonita Mirandita”):
Mi
bonita muchachita,
Delicada
como un tallo.
¡Qué preciosa
y rara niña…
Yo… celebro
que esté aquíiii.
(Aplausos grabados.)
Un
Festejo de Locos
Anfitrión:
¡Gracias, José Paz! Observen a nuestra quinceañera. Miren esa sonrisa, tan…
genuina. Una auténtica delicia para la vista.
(El Mesero Gustavo le
toma una foto con un celular. El Anfitrión revisa sus tarjetas.)
Anfitrión: Nos
informan que las fotos se enviarán por WhatsApp a su abuelito. ¡Un prodigio de
la tecnología, ese hombre! Y hablando de prodigios, la felicidad será total,
pues nuestra quinceañera recibirá una jugosa herencia.
(Samsam, la madrina,
con un atuendo estrambótico, se interrumpe comiendo.)
Samsam: ¡No va
a suceder! Si yo no quiero, ¡nada de eso va a suceder! Ni regalos, ni herencia,
¡nada!
Anfitrión: (Nervioso) Sí, sí, sí… No más malos augurios, Madrina.
Todo está bajo control.
Samsam: (Come con gula.) ¡Claro que no! La conozco desde que
usaba sus primeros vestiditos. Sé muy bien quién es. A ver, Mirandita… (Le sonríe falsamente.) Serás muy feliz con esa
fortuna, ¡pero solo si yo lo permito!
Anfitrión: (Cambiando de tema) Su mami y papi están atorados en el
aeropuerto de Cancún.
(El Mesero le susurra
algo.)
Anfitrión: Ah, no
venían del “Otro mundo”, sino del “Viejo Mundo”. ¡Qué alivio! Mientras tanto,
¡miren a nuestra madrina! Samsam y la fuente
de viandas, ¡una sin la otra no son nada!
Samsam: (Glotona y amenazante.) ¡Me gusta comer, ¿algún
problema?! Yo sé algo… y si siguen molestándome, voy a contarlo. ¡¿Verdad,
Mirandita?! Y alguien se quedará sin su jugosa fortuna…
Anfitrión: ¡Un
aplauso para que Samsam siga comiendo!
(Aplausos grabados.)
Samsam: (Grita.) ¡Yo fui su verdadera madre! Sus padres siempre
andaban de viaje y nunca se ocuparon de ella. Yo le compré su primer vestidito…
Anfitrión: (Interrumpiendo.) Todos deseamos que la quinceañera
realice su primer baile con el chambelán, el más apuesto… ¡Ya casi llega!
(Aplausos grabados. El
Mesero Gustavo le entrega una tarjeta al Anfitrión.)
Anfitrión: ¡Llegó
nuestro chambelán de lujo, el famoso Torerín Torero!
Pero, ¡ay, miren esto! El primo José Paz está haciendo de las suyas… ¡Le
levanta la falda a Mirandita y trata de ver debajo!
El Primo José Paz: (Jadeando de travesura.) ¡Mirandita! Déjame ver qué
traes ahí, ¡te prometo que no le diré a nadie!
Anfitrión: La
quinceañera se sujeta la falda con una mueca de enojo. Pero, ¡miren! El tío Axel, el Bárbaro, se acerca a defenderla.
Axel, el Bárbaro: ¡Primo
José Paz! ¡¿Qué haces, animal?! ¡¿Por qué la molestas?! ¡¿No sabes que Miranda
es mía?!
Anfitrión: Vaya,
parece que nos equivocamos. No la va a defender.
El Primo José Paz: ¡Pero
tú eres el tío! ¿También la molestas? Eso es… muy, muy…
Axel, el Bárbaro: ¡Muy
inapropiado!
El Primo José Paz: Pues
eso…
Samsam: (Se acerca al trono.) Y eso no sería lo peor.
Axel, el Bárbaro: ¿Cómo
que no?
Anfitrión: ¿A qué
te refieres, Samsam?
Samsam: A que
molestarla de esa forma no es lo más grave, ¿o me equivoco, Axel?
Axel, el Bárbaro: (Confundido.) Pues eso… muy inapropiado.
El Primo José Paz: Yo solo
quería saber si algo había cambiado. Es un secreto a voces… por eso la
travesura.
La
Canción del Chambelán
(El Anfitrión recibe
una tarjeta del Mesero Gustavo.)
Anfitrión: ¡El
chambelán ha llegado! ¡Olvidemos los conflictos y cantemos!
El Primo José Paz: (Canta con una enorme sonrisa.)
¡Ya
llegó el chambelán,
un
bigote y un bastón,
listo
para el fiestón!
¡Ay, qué
emoción!
¡Qué
emoción!
¡A
bailar, a bailar!
¡A
bailar!
(Aplausos grabados.)
El
Primer Baile
Anfitrión: Directo
desde la Plaza de Toros, el famoso Héctor, Torerín Torero,
llega para bailar con la quinceañera.
(Héctor, de unos 40
años, camina extraño. Lleva un traje de luces ridículo.)
Héctor, Torerín
Torero: ¿Dónde está la bella, mi linda quinceañera? (Canta.)
Princesita,
flor en capullo,
Te haré
una faena de amor…
Con mis
pasos de torero,
Te daré…
¡un gran calor!
Quinceañera: (Habla por primera vez, muy enojada.) ¡Ya cállate!
¿Quién te crees? Estás viejo y feo. Yo amo a los animales, ¡no a los toreros!
Héctor, Torerín
Torero: (Trata de seguir cantando.)
Yo seré
tuyo, alma mía.
Quiero
tus besos…
Quinceañera: ¡Que se
atreva! No quiero que me levanten la falda. Además… ¡tienes un calcetín en tu
pantalón! ¡Miren todos!
(Héctor, descubierto,
oculta el calcetín.)
Héctor, Torerín
Torero: No, pues… ya me quitaste las ganas. ¿A quién esperas tú, flaquita?
Quinceañera: ¡No me
digas flaquita!
Héctor, Torerín
Torero: Me voy. No quiere un príncipe, ni un torero…
Quinceañera: No
quiero un príncipe.
Samsam: Tal vez
lo que la Quinceañera quiera no sea una madrina, sino… un hada madrina.
Quinceañera: Ya,
madrina, ya enloqueciste.
Samsam: Te
regalaré un viaje a la selva. Te encontrarás con Tarzán.
Axel, el Bárbaro: ¡Yo
seré Tarzán! Uga Uga…
Anfitrión: (Al Mesero Gustavo.) ¡Tú qué, no hables!
Gustavo: (Aparte, bajo un cenital.) Nadie parece importarle. Me
siento perdido. ¿Necesito ser rescatado?
(Canta.)
Soy el
futuro, el futuro…
¿Me voy
a esfumar?
¿Mi vida
será otra?
¿Podrá
mi futuro ser feliz?
¡Dime
tú!
Anfitrión: (Ignorando al mesero.) El problema es que la muchacha
no quiere bailar. Y sus padres no han llegado.
Quinceañera: Ya no
quiero dinero, no quiero que me presenten. ¡Los bailes de quince ya no se usan!
Yo quiero que me respeten.
Héctor, Torerín
Torero: ¿Ven? ¡No quiere nada! Y a mí me cae muy mal.
Quinceañera: Quiero
que me acepten como soy. ¡Si mi abuelito quiere una fiesta que no deseo, que
alguien me ayude a bajar!
Samsam: Quédate
ahí, preciosa. Seré tu hada madrina. Tengo dinero.
Quinceañera: (Se arregla.) Muy bien, madrina. Me quedo. Pero no es
por tu dinero.
Héctor, Torerín
Torero: Yo solo quiero que me paguen. Llevo muchos años siendo chambelán.
Quinceañera: ¡Se
notaaaa!
Héctor, Torerín
Torero: ¡Solo tengo treinta y cinco!
La
Revelación
Anfitrión: (Contesta su celular.) Escuchen. Es el abuelo. Me acaba
de notificar que está muy enojado. Dice que presiente algo malo. Me pregunta si
ya la presentaron. ¡Que quiere ver las fotos ahora mismo! Que se siente muy
mal. Piensa que le ocultaron algo. Dice que soñó algo muy feo y que él espera
que su nieto, su "Gabo", se haya comportado como un hombre decente.
Que ya no va a esperar más.
Quinceañera: ¿La
Muerte?
Anfitrión: No…
¡Dice que no habrá jugosa herencia! Que él lo sabe todo y que no habrá herencia
si no es presentada adecuadamente. Entiendo… lo entiendo… Pero los gastos de la
fiesta, sí los va a cubrir, ¿verdad? Ahorita mismo me deposita. Muy bien, se lo
agradezco. ¡Hastalueguito! Ya está todo arreglado. Bueno,
"Mirandita"... tu abuelo...
(Suena el altavoz con
los sonidos de un teléfono ocupado. Se siente un gran silencio. Todos ponen
cara de circunstancia.)
Samsam: ¡Una
maldición! ¡Diez años de mala suerte!
Quinceañera: Ya,
madrina, cállate.
Samsam: Tu
padre no va a llegar. ¡Y no habrá baile con chambelán!
Quinceañera: ¡Ni
quería!
Samsam: ¡No
serás presentada en sociedad! Y todo el mundo sabrá tu secreto.
Axel, el Bárbaro: ¿Cuál
secreto?
(Llega el Mesero,
ahora Gustavo, envuelto en una capa. Le da una tarjeta al Anfitrión.)
Anfitrión: (Enojado.) ¿Y a ti qué te pasa?
Gustavo: Lee la
tarjeta.
Axel, el Bárbaro: (Le arrebata la tarjeta y lee con histrionismo.)
¡¡¡Señoras y señores!!! ¡Ha llegado el invitado de lujo, el inesperado
quinceañero! ¡Hélo aquí!
El
Verdadero Festejo
(Gustavo se quita la
capa y viste un traje sencillo. Aplausos grabados.)
Gustavo: (A la Quinceañera.)
Quinceañera
hermosa,
yo no
soy un príncipe
ni un
héroe ni un hada
solo soy
un amigo
quiero
que me escuches.
Así es,
princesa, soy el chico que esperabas. Yo también cumplo quince y quiero bailar
contigo.
Quinceañera: Me
parece bien… Pero no te conozco.
Héctor, Torerín
Torero: Yo puedo entenderte. Ella también me trata mal.
Samsam: Si
quieres bailar con la Quinceañera tendrás que saber su secreto.
Quinceañera: ¡No
tengo secretos! Y no me digas Mirandita, ¡soy Miranda!
Samsam: No,
Mirandita, todos sabemos que en realidad, Mirandita es...
Anfitrión:
Gabriel.
Gustavo: (Confundido.) ¿Gabriel, eh?
Quinceañera: No soy
Gabriel. Soy Miranda, es mi verdadero nombre. Dejé de usar ese nombre hace
muchos años. Yo decidí llamarme Miranda. Ahora soy Miranda.
(Canta.)
Yo soy
Miranda,
sin
etiquetas.
No soy
princesa,
ni
muñequita, ni Mirandita.
No
quiero bailes,
ni
chambelanes,
ni tu
dinero.
Solo
deseo que mi madrina me quiera mucho,
que me
respeten.
Soy yo
solita
y mis
decisiones.
Si tú me
quieres tratar,
Tú me
tienes que respetar.
Gustavo:
Miranda, yo quiero bailar contigo. Yo soy Gustavo.
Quinceañera: (Con simpatía.) Pues mucho gusto, Gustavo. Si quieres,
dime Mira.
Gustavo: Mira…
¿Aceptarías bailar conmigo?
(Todos se emocionan.
El Anfitrión pide música. Se escucha un vals.)
Quinceañera: (Grita y detiene la música.) ¡Un momento!
Héctor, Torerín
Torero: ¡Ya sabía! No va a bailar.
Gustavo: Los dos
tenemos quince años. Ven, baja de tu trono y ven a bailar.
Quinceañera: ¡Que no
soy princesa!
Héctor, Torerín
Torero: (Burlón.) Ya lo sabemos.
Gustavo: Déjala
en paz, deja en paz a Miranda.
Héctor, Torerín
Torero: (Lo imita.) “Déjala en paz, deja en paz a Miranda.”
¿Ahora te gusta?
Gustavo: (A Héctor.) ¡Quieres que te conteste a golpes!
Héctor, Torerín
Torero: Ja, eres muy poca cosa para mí.
Quinceañera: ¡No
necesito que nadie me defienda!
(Samsam toma su escoba
y empieza a pegarle a Héctor.)
Anfitrión: ¡Eso
es, Samsam!
Héctor, Torerín
Torero: ¡Esto es un abuso!
Quinceañera: (Se baja del trono y toma la escoba.) ¡Ya cállate!
Agarra tu desagradable vida y lárgate.
Héctor, Torerín
Torero: Ya, ya me voy. ¡No me pegues!
Gustavo: Déjalo,
Miranda. Con una disculpa sincera todo podría arreglarse.
Héctor, Torerín
Torero: Está bien. Lamento haber actuado así. Lo siento.
Quinceañera: Mmmh.
No sé. No se oye sincero.
Héctor, Torerín
Torero: Discúlpame, Miranda. Te mereces lo mejor y en verdad quiero que estos
quinceaños sean inolvidables.
Gustavo: Ya, se
disculpó. Fue sincero.
Quinceañera: (A Gustavo.) ¿Tú me lo pides? (Gustavo asiente.) Está bien. Te perdono.
Anfitrión: ¡Bravo!
Quinceañera: ¿En
esta fiesta nadie baila?
Gustavo: Solo si
me permites este primer baile.
Quinceañera: (Se ríe, muy amable y cariñosa.) Con mucho gusto,
Gustavo. ¡Vamos a bailar!
(Todos emocionados. Se
abrazan y se dirigen al público para agradecer, mientras se escuchan los
aplausos grabados.)
FIN