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miércoles, agosto 27, 2025

Mi Gato con Botas (Segunda versión) Obra cómica para adultos y niños Por Ben Gavarré

  














Mi Gato con Botas


(Segunda versión)

Obra cómica para adultos y niños

Por Ben Gavarré

Personajes:

  • Munlait: Crítica pomposa y pedante, obsesionada con el "buen gusto".
  • Divino: Crítico esnob, siempre buscando el "sentido profundo".
  • Zaragoza: Crítico excéntrico, que se deja llevar por el absurdo.
  • El Autor: Dramaturgo novato, inseguro y nervioso.
  • Chorlito: El hijo de molinero, un personaje frustrado que anhela su libertad.
  • El Gato: Un hada en forma de gato, manipulador y con sus propios planes.
  • El Rey: Un monarca simple, obsesionado con la comida.
  • La Princesa: La hija del Rey, sarcástica y cansada de su papel de "premio".
  • Lacayo-Zapatero-Aldeano-Fotógrafo: Actor de reparto que se transforma.

En el Palco.

Munlait, Divino y Zaragoza están sentados en un palco exageradamente cerca del escenario. Munlait y Divino visten de forma ridículamente elegante, mientras que Zaragoza lleva un sombrero de ala ancha.

Munlait. (Con un exagerado acento francés) ¿Es que se trata de una obra infantil? Oh, mon Dieu. Qué atentado contra el buen gusto.

Divino. Querida, por favor, ese galicismo es tan del 2024. (O del año pasado, si ya es otra fecha) Ya está pasado de moda.

Munlait. Lo siento, no puedo evitarlo. Reitero mi duda: ¿se trata pues de una obra infantil?

Divino. Lo es, y créelo. El mismo autor está tras la cortina. Un amateur.

Zaragoza. (Tamborileando con los dedos en el barandal) Oigo ruidos de animales. Dicen que hay un gato y varios conejos vivos.

Munlait. (A punto del desmayo) ¡Por vida mía! ¡Animales de verdad! ¿Y se los van a comer? Un ultraje al arte. Me dan ganas de hacer ruido.

Divino. Eso es, hagamos ruido. El caos es el preludio de la crítica.

Zaragoza. ¡Ruido! ¡Ruido! ¡Ruido por el buen gusto!

(Se escucha un golpe seco detrás del telón. El público murmura.)

Munlait. Tendremos que estar seguros de si la obra tiene perspectiva de género. Es un cuento de hadas, después de todo. Desde la enmienda del 14 es obligatorio.

Zaragoza. Me preocupa el uso irresponsable de animales.

Divino. Ya va a empezar.

Munlait. No han dado llamadas. Esto es un desorden.

Todos. ¡Ruido, ruido, ruido!

(Las luces se apagan. Un foco ilumina al Autor, que entra apresuradamente y se le cae una carpeta de papeles.)

El Autor. (Con voz temblorosa) Señores, por favor, estamos a punto de comenzar. Les ruego que…

Munlait. (Desde el palco) ¡Oiga! ¡Usted! ¿Dónde se ha educado? Su aspecto es… ¡inapropiado!

Divino. No tiene pinta de dramaturgo.

El Autor. (Sonriendo tímidamente) Estimados y cultos críticos. Ruego su paciencia. Al escuchar el ruido, me asusté como nunca. Estoy pálido y tembloroso porque, en verdad, les tengo respeto.

Zaragoza. (Conmovido) Es un muchacho simpático.

El Autor. De ustedes dependerá si mi trabajo será condenado o aplaudido. Ahora, con su anuencia, continuamos. ¡Acción!


Escena 2: La Choza y el Gato

(Las luces revelan una choza miserable. Chorlito está sentado en el piso. El Autor permanece en escena, narrando.)

El Autor. (Al público) Esta es la humilde morada de Chorlito, un muchacho que se ha quedado sin nada.

Chorlito. ¡Oiga! Yo tengo algo.

El Autor. Él y sus hermanos han heredado los pocos bienes de su padre. Al mayor, una vaca. Al segundo, un puerco. Y a Chorlito…

Chorlito. (Interrumpiendo) ¡Me dejaron un gato! Y siete conejos.

(El Gato, un actor disfrazado con botas, camina elegantemente.)

Gato. Y no cualquier gato.

Chorlito. Gato, ¿hablas?

Gato. Todos los gatos hablamos, pero nos da flojera hablar con los humanos. Son muy torpes. Ahora, Chorlito, me conseguirás unas botas, me haré pasar por un ministro, y te casarás con la princesa.

Chorlito. No, Gato. Se dice que la princesa está loca y amargada. Y yo no tengo ningún interés en casarme. ¿Por qué un hada tomaría la forma de un gato? ¿Y para qué querría unas botas? Es poco ético.

(El Autor se ve frustrado. Los críticos se ríen.)

Munlait. ¡El personaje se rebela! ¡Qué original! ¡El desatino tiene sentido!

Divino. Esto es interesante. La deconstrucción del cuento.

Zaragoza. El gato en realidad quiere el poder.

(El Autor se acerca a Chorlito, pero el Gato lo detiene con la pata.)

Gato. (Al Autor) Él no quiere.

El Autor. ¡Pero tiene que querer! Es el héroe de la historia.

Gato. (Al público) Esta obra es tan predecible.

(Entra un actor vestido de Lacayo.)

Lacayo. (Al Gato) Señor Gato, el Rey le ha enviado una invitación. Y aquí están sus botas.

(El Gato toma las botas, las huele, se las pone con orgullo.)

Lacayo. Ah, y me manda decir el Rey que no olvide los conejos.

Gato. Diga a su Majestad que ya llevo seis o siete. Todos ya cocinados.

Chorlito. ¿Qué está pasando? ¡No me quiero casar!


Escena 3: El Palacio del Rey

(Cambio de escena. El Lacayo hace un gesto. La choza se mueve para revelar un set de palacio. El Rey y la Princesa están sentados a la mesa. Chorlito y el Gato se sientan con ellos.)

Chorlito. No me gusta nada esto. Quiero irme.

Gato. Cállate, Chorlito. Ésta es una cena formal. (Al Rey) ¿El conejo es de vuestro gusto, mi Rey?

El Rey. (Con la boca llena) Todavía no lo pruebo, estoy en la ensalada.

La Princesa. (Rodando los ojos) Papá, por favor.

El Rey. (A Chorlito) Marqués de Carabás, es una sorpresa que no haya venido a verme antes.

Chorlito. ¡No soy Marqués! ¡Soy Chorlito, un huérfano!

(El Gato le da una patada por debajo de la mesa.)

Gato. ¡Señor, no le diga eso! Es que él es muy modesto.

El Autor. (Al público) ¡Esto no es lo que escribí!

Munlait. ¡Él no quiere! Y ella (señalando a la Princesa) no ha dicho ni una palabra. ¡Esto es violencia de género!

Divino. ¡La Princesa debe hablar!

Zaragoza. ¡Yo quiero oír a la Princesa!

La Princesa. (Se levanta de golpe) ¡Estoy aquí! (Se dirige al palco) ¡Y estoy cansada! ¿Qué se supone que diga? ¡No me quiero casar! Y no me gusta Chorlito.

Chorlito. ¡Pues tú tampoco me gustas a mí!

El Rey. Yo solo quiero mis conejos.

El Autor. (A susurros) Chorlito, Princesa, por favor, el público espera que se enamoren.

Chorlito. Ya no te obedezco. ¡Autor, dime! ¿Quién eres tú en realidad?

El Autor. ¿Yo? Soy el autor. El que escribe la obra.

Chorlito. ¿Y si yo fuera el autor?

(Los focos se encienden sobre Chorlito. La cara del Autor se descompone.)


Escena Final: El Absurdo Triunfante

(El escenario se queda en oscuro. Cuando las luces vuelven, Chorlito está sentado en la silla del Autor y este está atado a un atril. La Princesa y el Gato parecen felices.)

Chorlito. Ahora sí. Yo soy el autor. Y esta obra tendrá un final que me guste.

El Autor. ¡Esto es una obra de teatro, no un reality show!

Chorlito. (Al público) Amigos, hemos decidido improvisar. El Gato ya no quiere ser un hada, la Princesa ya no quiere casarse y yo ya no quiero ser el huérfano.

Munlait. ¡Esto es de lo más irregular!

Divino. ¡Pero es una propuesta tan... fresca!

Zaragoza. ¡Bravo! ¡Un giro de guion!

La Princesa. Y yo no me casaré con Chorlito solo porque me lo diga el guion. Papá, yo solo me casaré por amor. Y no sé si lo he encontrado.

El Rey. Yo solo quiero mis conejos.

Gato. (Se quita las botas, revelando unas pantuflas) Oiga, dramaturgo de pacotilla. ¿De verdad pensó que esto acabaría de la forma tradicional? ¡Qué ingenuo!

El Autor. ¡Mis personajes me han humillado!

Gato. Y lo han hecho de maravilla, ¿no cree? La derrota a veces es la mejor victoria. Usted quería una obra que explorara el absurdo, ¿verdad? Pues aquí la tiene.

El Autor. (Pensativo) Supongo que sí. Es... magnífico. ¡Mis personajes me liberaron de la tiranía de la trama! ¡Ya no tengo que preocuparme por la lógica!

Gato. Exactamente. ¡Ha sido una catarsis para todos! Especialmente para mí, que detesto los finales previsibles. Mi verdadero sueño era ser un gato común, un gato muy cómodo en mis pantuflas.

El Autor. (Con una energía renovada) ¡Y a mí me liberaron de la tiranía de la trama! ¡Ya no tengo que preocuparme por si la lógica! ¡Es la obra perfecta del sinsentido!

Gato. ¿Listos para el final definitivo?

(Chorlito y la Princesa entran en escena. Los críticos se asoman. El Lacayo entra como fotógrafo.)

Fotógrafo. ¡Disculpen, un último retrato! ¡El gran final!

La Princesa. (A Chorlito) Pues ya que estamos, ¿nos tomamos una foto?

Chorlito. ¡Hecho! Pero yo salgo sin nombre. Solo Chorlito, el huérfano.

El Autor. (Al público) ¡Y así, queridos espectadores, hemos llegado a la conclusión de esta inenarrable aventura!

Gato. (Gritando desde el hombro del Autor) ¡Hemos derrotado la expectativa! ¡Hemos abrazado el caos!

La Princesa. ¡Y hemos demostrado que los personajes tienen voz!

El Rey. ¿Y mis conejos?

(Todos ríen. El fotógrafo toma posición.)

Fotógrafo. ¡Una sonrisa, por favor!

(Munlait, Divino y Zaragoza bajan del palco y se unen al resto. Munlait intenta corregir la pose de la Princesa, Divino posa como si estuviera analizando la "profundidad", y Zaragoza sonríe. El Gato se ha subido a la cabeza del Autor. Chorlito y la Princesa se toman de la mano.)

El Autor. (Con los brazos abiertos) ¡Y ahora, después de este viaje sin sentido, solo nos queda una cosa por pedir!

Gato. (Gritando) ¡Un aplauso!

La Princesa. ¡Por el caos!

Chorlito. ¡Por la libertad!

El Rey. ¡Por los conejos!

Todos los personajes. (Mirando al público con una sonrisa, el Autor con una mezcla de orgullo y alivio) ¡Bravo! ¡Bravo por esta obra! ¡Y bravo por ustedes!

(El fotógrafo toma la foto. En ese instante, las luces se apagan. Un último flash de la cámara ilumina el escenario por un segundo, capturando la imagen de todos los personajes riendo y aplaudiendo juntos en un final inesperadamente feliz y absurdamente perfecto.)

Fin.