Ensalada de locos: Entremés del FALSO médico y los locos DEL RITMO
Este trabajo ha sido publicado para su difusión libre y abierta, aunque todos los derechos de propiedad intelectual están reservados. El uso público de este trabajo requiere el permiso del autor y para obtener permiso comuníquese con bengavarre@gmail.com o gavarreunam@gmail.com (Reg. Prop. Int. Expte. Bandeja de entrada)
"Amados espectadores, damas y caballeros, y aquellos que han perdido el juicio:
Deteneos un momento en este muladar de la existencia, donde los botes de basura guardan los secretos de nuestra farsa cotidiana. Lo que vais a presenciar no es una simple comedia, sino un espejo deformado de nuestro mundo: una Ensalada de Locos.
Aquí, la sabiduría no yace en los diplomas ni en las batas pulcras. El médico es un charlatán, un buitre de panza grande cuyo único Dios es el cochinito rosa de su alcancía. La justicia, si es que existe, está en manos de aquellos que la sociedad ha condenado al manicomio: el profeta que viaja en trenes no inventados, la crítica que analiza orina y el pícaro que solo conoce el ritmo del BAM-BAM.
Prestemos atención, no a las palabras altisonantes, sino al pulso de la escena. Pues en esta obra, el verdadero antídoto contra la avaricia y la impostura no es la razón, sino el Ritmo. Un TÍN-TÓN-TAN-TÁN que desarma la soberbia, que obliga a la verdad a salir a la luz, y que, en última instancia, transforma la codicia en una melodía, por horrible que sea.
Que el ritmo os guíe, pues, y que la locura os revele el único secreto que vale la pena conocer: a veces, para curar al mundo, es necesario volverse un poco, o un mucho, ¡más loco que la enfermedad misma!"
Personajes:
·LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS: Imprevisible; muy chiflada y muy culta. Puede analizar y criticar las situaciones más complicadas con la precisión de un dardo.
·EL CACARIZO: Pícaro. "Caja de resonancia" rítmica.
·MÉDICO MOCO-COCO: Es el típico matasanos charlatán. Su panza lo delata como un gran tragón. No le interesa curar a sus pacientes sino que le pongan dinero en su alcancía de puerquito rosa.
·LOCO TINTÍN: Es un profeta, un iluminado, y un Gracioso típico como los del Siglo de Oro español. Impone el ritmo. Es el rey del caos.
·RUPERTINCHE-PEDINCHE: Es el papá del Loco Tintín. Es un falso hipocondriaco, y, como su nombre lo indica, es codo y pedigüeño.
Escenario:
Una esquina cualquiera, que es finalmente un basurero. Hay una gran caja de madera color caoba que a veces se usa como mesa. Botes de basura, trastos de toda clase… alguna imagen de un gato chismoso…
(Al inicio del entremés están LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS y EL CACARIZO sentados en sillas de jardín destartaladas y cerca de la caja-mesa. Entra MÉDICO MOCO-COCO, con una bata limpia y ajustada, lleva una alcancía de puerquito rosa que lo delata como un gran cobrón. Casi al mismo tiempo, entra RUPERTINCHE-PEDINCHE, fingiendo tos de perro; viene arrastrando a su hijo, LOCO TINTÍN, que patalea.)
MÉDICO MOCO-COCO: (Con voz chillona). ¡Pueblo mío! ¡Escuchad! ¡Yo soy el Médico Moco-Coco, soy una eminencia viva de la Medicina Moderna! ¡Hago sangrías y emplastos de crema de caracol para las dolencias del alma y del corazón! ¡Ah… y no lo pongan en duda: cobro caro, muy caro!
EL CACARIZO: (A LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS). ¡Mira, Chiflis! ¡Un Doctor tan gordo como su alcancía de puerquito!
LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS: No tiene estetoscopio ni bacinica, ni frasco de vidrio soplado para revisar los meados. Ash, pero qué tal que sí trae una alcancía, para cobrarnos sus remedios inservibles.
RUPERTINCHE-PEDINCHE: (Con quejido de farsa, él sí quiere que lo atienda el falso médico). ¡Ay, Doctor! ¡Me muero! Revíseme los meados. ¡Póngame un emplasto de caracol en la panza! Hágame una sangría… (Dice esto mientras trata de marear al doctor con tanta palabrería) Ay, pero qué bonito puerquito… tan rosa, ¿puedo quedármelo? (Le arrebata la alcancía al doctor)
LOCO TINTÍN: (Le toca la frente a su papá y después le toca la cabeza al medicucho. Luego, le quita la alcancía a su papá y se la devuelve al matasanos). ¡Mi padre Moco-Coco es un mentiroso! ¡Es un ladrón de puerquitos y un engañador de matasanos!
MÉDICO MOCO-COCO: (Regaña a LOCO TINTÍN). ¡Silencio, muchacho! Déjame que atienda a tu papá RUPERTINCHE-PEDINCHE que yo sé bien que tiene el mal de la codicia. Es tacaño y embustero. (Le quita el monedero a RUPERTINCHE-PEDINCHE, deposita una moneda en su alcancía y se queda con el monedero en su puño cerrado.) Con esta monedita que saco de su faltriquera yo le receto una cura eficaz para su mal de codo. Tiene usted que rezar tres padrenuestros, hacer ejercicio, comer frutas y verduras… Y así se le va a quitar lo ladrón y la avaricia. Por lo pronto, me quedo con su monedero hasta que cumpla usted setenta y cinco años…
EL CACARIZO: (Riendo). ¡El ladrón es ese Doctor ladrón y descarado! Él cobra antes y dizque receta después… Y se ha quedado con su monedero el viejo panzón.
LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS: ¡Ah, sí, mugre viejo panzón… macarrón! ¡A ver, Doctor Moco-Coco! Explíqueme, y no se atreva a cobrarme con sus ínfulas de Dios mismo visitando la Tierra. Dígame: ¿Por qué los médicos panzones como usted solo piensan en meter dinero a su puerquito rosa y no en curar a sus pacientes malaleche?
MÉDICO MOCO-COCO: (Con soberbia). No quiero sonar como una eminencia condescendiente, pero mis estudios y mi experiencia valen cada palabra que sale de mi boca. Y no, no soy Dios bajado a la Tierra, pero casi… ¡Es la Ley Natural! Pero diantres, también puedo ser muy generoso, vais a daros cuenta, loca mujer. (A RUPERTINCHE-PEDINCHE). Le voy a dar gratis otros remedios contra sus vergonzosos males.
RUPERTINCHE-PEDINCHE: (Tan enloquecido como su hijo). Ya lo vi, Doctor... Usted quiere quedarse con mi monedero. ¡Usted es más abusivo que una cabra! ¡Ya, devuélvamelo!
LOCO TINTÍN: (Salta y señala al Médico). ¡Una cabra, eso, eso, es una cabra desaforada… Se queda desaforado con todo el dinero de los pobres… de los pobres pacientes… Usted, Señor MOCO, es un falso médico Moco-Coco… Solo sabe hacer preguntas, pero no da ninguna respuesta… Que si le duele, que si le arde, que si le pica… Es usted como una sabandija nocturna… Tintín, tintan, tontín… Yo viajo en metro… Es un tren que no se ha inventado todavía y no para nunca… Es subterráneo y es naranja, rosa, verde y azul como las metrópolis del futuro… ¡Tun-Tun! ¡Tintín-Tantán!
MÉDICO MOCO-COCO: (Gritando). ¡Esas sí que son locuras, una noticia del futuro es muestra innegable de una enfermedad sin cura! Los trenes no inventados todavía no pueden viajar por el centro de la tierra. (Pausa: el Médico se pone serio.) Señor padre de LOCO TINTÍN: Hay que llevar a su hijo a la NAVE DE LOS LOCOS. Yo le puedo cobrar a conseguir un boleto… Digo, yo le puedo ayudar a que lo admitan en la NAVE, ah, pero me quedo con su monedero, eso quiero.
EL CACARIZO: (Risa cómica). ¡Yo tengo un chiste viejo para usted, dizque-Doctor! ¿Por qué el poeta hambriento tiene siempre la cabeza limpia?
MÉDICO MOCO-COCO: Usted no me cae bien, mejor cállese.
LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS: Yo sí quiero oír el chiste. ¿Por qué los patines desiertos tienen rapadas las orejas? ¿Por qué?
EL CACARIZO: ¡Porque el único piojo que le quedaba murió de tanta hambre que le dio!
LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS: ¡Ah, yo quiero que me investigue los meados, doctor… Y no se atreva a cobrarme! (Saca un frasco con un líquido amarillo y espumoso). ¡Aquí está! ¡El Cántaro de La Loca! ¡Universal y sin costo! ¡Revíseme los orines!
MÉDICO MOCO-COCO: (Mira el frasco con repulsión). ¡Yo no reviso porquerías! ¡Yo soy un profesional! ¡Pues ya está!
RUPERTINCHE-PEDINCHE: (Se levanta una manga de su brazo y le enseña el puño al Médico) ¡Ah! Pues usted, como médico está obligado a revisar la orina de la señora, sí o sí. ¿Es usted médico revisaorines o no lo es? Y será mejor que me devuelva mi monedero o me voy a quedar con su puerquito.
(RUPERTINCHE-PEDINCHE agarra el brazo del MÉDICO MOCO-COCO y le hace “manita de puerco”, es decir, le dobla el brazo como lo hacen los luchadores.)
LOCO TINTÍN: (Excitado por la violencia desatada, patalea y gritando con un ritmo que no ser puede ignorar). ¡Soy el rey! ¡La avaricia nunca cambia! ¡Tin-ti-tin-ton-tan-tán! ¡Tin-ti-tin-ton-tan-tán!
MÉDICO MOCO-COCO: (Saca un silbato de metal de nuestros días y lo hace sonar sin parar. Todos se tapan los oídos). ¡Ya basta! ¡Aquí la víctima soy yo! ¿No se dan cuenta de que me han ofendido, malagradecidos desgraciados… ¡Me han hecho perder la paciencia y no pienso ya curarlos con mis grandes y sabios remedios! ¡Pobres miserables!
LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS: (Sardónica, al ritmo del LOCO TINTÍN). Pobre miserable usted tan gordo, tan alcancía rosa, tan puerquito!
EL CACARIZO: (Con mímica, marcando el ritmo grave del Loco). Es Puerquito: ¡Bom-bom-bom! Puerquitito: BOMBOMBOM
(El MÉDICO MOCO-COCO intenta huir. LOCO TINTÍN aúlla y su padre intenta calmarlo, pero es tanta su locura que salta y corre hacia el Médico y le da pamba al doctor, le da rítmicos manotazos a la cabeza del Médico, como si fuera un tambor. El Médico no lo puede creer y grita sin parar.)
MÉDICO MOCO-COCO: ¡Esto es inaceptable, inaceptable! ¡Ahhhh, les voy a cobrar hasta el año 2075… están endeudados conmigo, palurdos, miserables!
LOCO TINTÍN: (Responde a la provocación con ritmo rápido, le da de manotazos al médico no solo en la cabeza sino también en la panzota). Palurdos-miserables-¡Tin-tin-tón! Palurdos-miserables-Tin-tin-ton.
MÉDICO MOCO-COCO: (Grita, saltando cómicamente, como si eso detuviera el embate de LOCO TINTÍN). ¡Ay! ¡Mi seso! ¡Mi cerebro! Me duele, me pica, me arde... ¡Está loco! Este muchacho está loco, hay que llevarlo a la Nave de los locos, yo lo llevo y gratis, ¡pero ya! ¡No dejen que me siga dando pamba! (Se escapa en cámara lenta de la pamba, pero LOCO TINTÍN lo persigue. Los otros personajes levantan los brazos mueven las caderas. Es una escena delirante)
RUPERTINCHE-PEDINCHE: (Se une a la persecución, intentando agarrar al MÉDICO MOCO-COCO). ¡Ven acá, diablo! ¡Doctor Ratero! ¡Devuélveme mi monedero!
LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS: (Mueve su frasco como si fuera un globo de cristal con nieve. Sigue el ritmo de LOCO TINTÍN). ¡La orina no es agua! ¡El piojo pide pan! ¡El siglo no es redondo! ¡Yo quiero a Supermán!
EL CACARIZO: (Golpea su pecho con ritmo). Yo quiero a supermán-¡BAM-BAM! Yo quiero a Supermán-¡BAM-BAM! Y quién es Superman, no sé. Y quién es Superman, no sé.
(La acción se convierte en una farsa coreografiada por el ritmo del LOCO TINTÍN y EL CACARIZO BAMBAM: LOCO TINTÍN le toca la cabeza al MÉDICO MOCO-COCO (con las palabras titi tin tin ton). El Médico salta sobre su posición en el escenario con los brazos alzados en exagerado terror. RUPERTINCHE-PEDINCHE (Hace tan tan tan tan). Y se agacha y luego se incorpora y levanta los brazos. LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS Se golpea a sí misma la cabeza con mucha gracia y ritmo. Todo es un delirio que puede estar apoyado por música que apoye el ritmo, como percusiones de bombos o tambores.)
LOCO TINTÍN: (Agarra el puerquito del Doctor y se lo pone en la cabeza y da una vuelta final con el ritmo más alto.) ¡TÍN-TÓN-TAN-TÁN! ¡Yo soy el Jefe! ¡TÍN-TÓN-TAN-TÁN! ¡Yo soy el Jefe! Dame el monedero de mi papi.
MÉDICO MOCO-COCO: Que no, que no.
LOCO TINTÍN: Dame el monedero de mi papi.
RUPERTINCHE-PEDINCHE: ¡Dame mi monedero, viejo ratero!
MÉDICO MOCO-COCO: Que no, que no.
RUPERTINCHE-PEDINCHE: Que sí, que sí.
TODOS: Ah, ya dáselo, dáselo.
(El MÉDICO MOCO-COCO, harto, se trata de escapar pero ahora LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS le hace “Manita de puerco” y no tiene más remedio que rendirse y se sienta en la caja mesa, derrotado y con lágrimas de cocodrilo.)
MÉDICO MOCO-COCO: (Rindiéndose). ¡Me rindo! Ustedes están locos, ¡todos ustedes! Quédense con mi puerquito y mi dinero que he ganado en buena ley. ¡Me voy! ¡A buscar nuevos inocentes! ¡Me voy a buscar otros pacientes!
(El MÉDICO MOCO-COCO deja el puerquito y el monedero sobre la mesa e intenta escapar una vez más, pero EL CACARIZO le impide el paso y le amarra las manos con una cuerda)
EL CACARIZO: Ah, no te vas a ir así nada más… Tienes que disculparte con todos nosotros.
El MÉDICO MOCO-COCO: Todos es mucha gente… a ti no te hice nada…
EL CACARIZO: Ya te delataste hermano… a mí no me hiciste nada quiere decir que sí le hiciste algo a alguien…
El MÉDICO MOCO-COCO: Bueno, tienes razón. Les ofrezco una sincera disculpa.
LOCO TINTÍN: Yo no le creo nada, que cante, que cante y así sí le creemos, que cante.
TODOS: Yo no le creo nada, que cante, que cante y así sí le creemos, que cante.
El MÉDICO MOCO-COCO: (Canta de una manera verdaderamente horrible) Yo canto, yo canto, a ver si así me creen y ofrezco una disculpa una disculpa ofrezco… ¡Ya perdónenme pues!
LOCO TINTÍN: ¿Lo perdonamos?
TODOS: ¡Sí!
LOCO TINTÍN: ¿Lo perdonamos?
TODOS: ¡NO!
LOCO TINTÍN: ¿Lo perdonamos?
LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS: Ah, ya, suficiente, quedas perdonado, pero por favor, nunca, de los nuncas vuelvas a cantar.
LOCO TINTÍN: Eso no está bien. Yo me encargo de que aprenda a cantar… pero tienes que comprometerte, médico. ¿Te comprometes?
El MÉDICO MOCO-COCO: Claro que sí.
LOCO TINTÍN: ¿Te comprometes?
El MÉDICO MOCO-COCO: (Canta muy afinado) Lo juro, lo juro, lo juro. Yo prometo cantar… para todos ustedes…. Una bella canción… y desde el fondo de mi corazónnn…
EL CACARIZO: Ah, qué bonito, es un buen médico, me cae bien.
LOCO TINTÍN: Y a mí también.
TODOS: Y a mí también.
LA LOCA CHIFLIS-CHIFLIS: (Al público). ¡Visto está! La mejor cura y el mejor remedio para todos los males es la música del corazón que sale sin dudarlo de... ¡una muy bien condimentada ensalada de locos!
EL CACARIZO: (Ajustándose la ropa). Música mi Chiflis. ¡Que inicie el baile!
(Todos ríen y bailan una rítmica y muy alegre cumbia. Oscuro. Todos hacen la reverencia final.)
FIN