.
Terapia con el Diablo
Una Comedia Psicótica en un Acto
Por Ben Gavarrë
Personajes:
MÓNICA (antes María): 20s. Universitaria o recién egresada, superada por la ansiedad de la vida moderna. Sarcástica y vulnerable.
TÍO: 60s. Un hippie de la vieja escuela, vive en las afueras. Paranoico, excéntrico y aficionado a remedios extraños.
TÍA: 50s. Resentida, dramática y vive en un pequeño apartamento en la ciudad.
MEFI (antes Azmodán): De edad indefinible. Viste como un influencer o un CEO de una startup tecnológica. Carismático, manipulador y habla con una jerga corporativa insoportable.
DR. LAVÍN (Psiquiatra): 40s. Profesional, calmado, con una paciencia que raya en lo sospechoso.
ESCENA 1
Lugar: El consultorio del Dr. Lavín. Es minimalista y pulcro. MÓNICA está sentada en una silla frente al escritorio del doctor. La escena comienza a mitad de la sesión.
(INICIA ESCENA)
DR. LAVÍN
...entonces, el ataque de pánico se desencadenó por la visita a tu tío.
MÓNICA
No fue un "ataque de pánico", doctor. Fue una profecía. Él siempre sabe cuándo algo malo va a pasar. La última vez que me dijo "cuídate, las vibras andan raras", se cayó el sistema del Metro.
DR. LAVÍN
(Anotando en su tablet)
Entiendo. Y esta vez te envió a la ciudad. ¿A una "aventura peligrosa"?
MÓNICA
A comprarle cosas. Y su lista de súper parece el inventario de una tienda de magia.
(La iluminación cambia. El consultorio se desvanece y nos transportamos a un flashback. Estamos en la cocina del TÍO. Es un caos de plantas, frascos y aparatos viejos.)
TÍO
(Entregándole una bolsa de tela)
Apunta, Moni. Necesito kombucha de jengibre, pero la artesanal, no la comercial. Tofu orgánico, carbón activado, un kilo de cúrcuma, y aspirinas... pero de las que no tienen microplásticos.
MÓNICA
Tío, son las cinco de la tarde. El tráfico para entrar a la ciudad es el apocalipsis. ¿No puedes pedirlo por app?
TÍO
¡Jamás! Quieren mis datos para vendérselos a los reptilianos. Además, si se hace tarde, te quedas con tu tía. Le avisas que vas.
MÓNICA
(Horrorizada)
¿Con mi tía? No, gracias. Prefiero dormir en un cajero automático. Además, mi bici está ponchada.
TÍO
Ve con cuidado. La ciudad está llena de depredadores energéticos. Te pueden robar el honor... y los datos del celular.
MÓNICA
(Rodando los ojos)
Sí, tío. Me cuidaré de que no me violen el aura. Bueno, ya me voy, antes de que me pidas azufre para tus licuados.
TÍO
Azufre no... eso atrae a los de bajo astral. ¡Anda, anda, que se va la luz del día y necesito mi cúrcuma!
(Mónica sale. La escena del flashback se desvanece y volvemos bruscamente al consultorio.)
MÓNICA
...y obviamente, llegué de noche.
DR. LAVÍN
Y te viste forzada a ir con tu tía.
MÓNICA
"Forzada" es poco. Fue como entrar a la jaula de un león... si el león se quejara todo el día de sus várices.
(La iluminación cambia de nuevo. Flashback. MÓNICA está frente a la puerta de un apartamento en un edificio viejo. Toca el timbre.)
MÓNICA
(Para sí misma)
Ok, Mónica. Inhala, exhala. Solo es una noche. Sobreviviste a Cálculo III, puedes sobrevivir a esto.
(La TÍA abre la puerta. Lleva una bata de casa y una expresión agria.)
TÍA
Vaya, vaya. Miren a quién trajo la irresponsabilidad.
MÓNICA
Hola, tía. El tío me mandó...
TÍA
¡A mí no me vengas con cuentos! ¿Creíste que podías aparecerte así nomás? ¡Seguro ya te peleaste con mi hermano, como siempre! ¡Incestuosa!
MÓNICA
¡¿Qué?! ¿Incestuosa? ¡Tía, por favor, de qué hablas! Solo necesito dónde dormir.
TÍA
¡Claro, "dormir"! ¡Eso es lo que te gusta, andar de vaga! ¡Ya me contaron que te la pasas de ofrecida con él! ¡Zorra!
MÓNICA
¡Eso es una locura! ¡Estás mal!
TÍA
¡La única mal aquí eres tú! ¡Vete de aquí, nini, vividora! ¡Búscate un puente donde pasar la noche! ¡Y no me quites mi tiempo, que empieza mi telenovela!
(La TÍA le arrebata las bolsas del mandado a Mónica y le cierra la puerta en la cara. Volvemos al consultorio. Mónica tiene los ojos llorosos.)
MÓNICA
...y me quedé en la calle. Sin batería en el celular y con mi dignidad por los suelos.
ESCENA 2
Lugar: La misma escena, el consultorio.
(INICIA ESCENA)
DR. LAVÍN
Esa fue una experiencia muy traumática, Mónica. Es comprensible que te sintieras completamente desamparada.
MÓNICA
Desamparada es una palabra. Yo diría que estaba a punto de audicionar para un capítulo de La Rosa de Guadalupe. Me fui a sentar a un parque para llorar a gusto.
DR. LAVÍN
¿El parque?
MÓNICA
Sí. Y ahí fue cuando pasó. Cuando lo conocí.
(La luz del consultorio baja. Un cenital ilumina a MÓNICA, como si estuviera en una banca del parque. La voz del DR. LAVÍN se escucha en off.)
DR. LAVÍN (V.O.)
¿Y cómo era él?
MÓNICA
(Hablando hacia el vacío)
Llegó de la nada. Yo estaba hecha un desastre, y este tipo se sienta a mi lado. Impecable. Traje de diseñador, tenis carísimos. Parecía que iba a dar una TED Talk sobre cómo ser increíble.
(MEFI aparece y se sienta a su lado. Sonríe con demasiada confianza.)
MEFI
Mal día para el branding personal, ¿eh? Te veo un área de oportunidad gigantesca en tu manejo de crisis.
MÓNICA
(Entre sollozos)
Perdón, ¿lo conozco?
MEFI
Aún no, pero estás a punto de cerrar el trato de tu vida. Soy Mefi. Consultor de Desarrollo Exponencial. Y he visto tu caso. Déjame decirte que tu ROI existencial es pésimo.
MÓNICA
Mire, señor, no estoy de humor para que un coach de vida intente venderme su curso.
MEFI
¿Curso? Por favor. Yo no ofrezco cursos, ofrezco upgrades. Un parche completo a tu sistema operativo. ¿Qué quieres? ¿La inteligencia para humillar a tus profesores? ¿El carisma para que todos se obsesionen contigo? ¿Dinero para no volver a pisar un súper en tu vida?
MÓNICA
(Escéptica)
Ajá, ¿y qué tengo que hacer? ¿Unirme a tu pirámide?
MEFI
Algo más... análogo. Un contrato. Tu alma a cambio de todo lo que desees. Es una inversión a largo plazo.
MÓNICA
Mi alma. Claro. ¿Y firmo con sangre o aceptas tarjeta de crédito?
MEFI
(Se ríe)
¡Qué anticuada! Esto es un acuerdo verbal, un pacto entre stakeholders. Solo tienes que aceptar los términos y condiciones. Y cambiarte el nombre. "Mónica" tiene muy mal SEO.
MÓNICA
¿Renunciar a mi nombre? ¿Y a mi alma? ¿Por... qué exactamente?
MEFI
Por poder. Por conocimiento. Te ofrezco las siete artes liberales.
MÓNICA
¿Las siete qué? ¿Eso es como un diplomado? Suena a algo que mi tío estudiaría. Mire, amigo, se equivocó de cliente.
MEFI
(Su sonrisa se desvanece un poco. Su voz es más profunda.)
No te equivoques tú. Estuviste llamando. A Dios, al universo... a quien fuera. El servicio de atención al cliente celestial es terrible. Yo sí contesto. ¿Aceptas o no?
(Mónica, desesperada, lo mira. Hay una pausa larga.)
MÓNICA
...Va.
MEFI
(Sonríe, triunfante)
¡Excelente decisión estratégica! Y una cosa más, parte de los beneficios... tendrás que dormir conmigo.
MÓNICA
¡¿Cómo, cómo, cómo?! ¡Eso no estaba en los términos!
MEFI
Cláusula 6, subsección B. "Sinergia física obligatoria". Ya aceptaste. Bienvenida a bordo... M.
(Mefi chasquea los dedos. Un viento frío barre la escena. Volvemos de golpe a la luz brillante del consultorio.)
DR. LAVÍN
M.
MÓNICA
(Desorientada)
¿Qué?
DR. LAVÍN
Dijiste que te empezó a llamar M.
MÓNICA
Sí. Porque "Mónica" le recordaba a no sé qué virgen. Era alérgico a la santidad.
DR. LAVÍN
(Anota)
Alergia a la santidad. Entendido.
ESCENA 3
Lugar: El consultorio. Mónica está más agitada.
(INICIA ESCENA)
MÓNICA
Y lo peor es que funcionaba. De pronto, era brillante, era graciosa, era... magnética. Mefi me llevaba a bares, a pubs...
(La escena cambia a un pub ruidoso y moderno. MÓNICA está en una mesa con un chico guapo, ALEX. Viste increíblemente bien. MEFI está en la barra, observando y mandándole mensajes a Mónica.)
ALEX
...entonces no sé, siento que mi carrera no va a ningún lado.
MÓNICA
(Mira su celular discretamente. Lee un mensaje de Mefi)
El concepto de "carrera" es una construcción social del tardocapitalismo para reprimir el potencial creativo innato del individuo. Deberías explorar el arte neoconceptual.
ALEX
(Impresionado)
Wow. Nunca lo había pensado así. Eres increíblemente profunda.
MÓNICA
(Sonríe, pero se siente vacía)
Lo sé. Es un don.
MEFI
(Le manda otro mensaje, que Mónica lee)
Ahora dile que sus ojos son dos pozos de petróleo en la árida estepa de la existencia. ¡Poesía, M, poesía!
MÓNICA
(A Alex)
Tus ojos... son...
(Mónica duda. Mira a Alex, que la ve con admiración genuina. Se siente como una farsante.)
MÓNICA
...son muy bonitos. ¿Quieres otra cerveza?
(Mefi suspira dramáticamente en la barra y rueda los ojos. La escena vuelve al consultorio.)
MÓNICA
¡Era una marioneta! Todo era falso. Odiaba cada segundo. Me prometió poder y solo me dio frases prefabricadas y una ansiedad peor que la que ya tenía. ¡Y tener que dormir con él! Ronca como un demonio... bueno, supongo que tiene sentido.
DR. LAVÍN
Y esta situación duró, según tus cálculos, siete años.
MÓNICA
En mi cabeza se sintió como una eternidad. Pero en algún momento, me harté. Decidí que no más. Que iba a romper el contrato.
DR. LAVÍN
¿Y cómo se rompe un contrato con... Mefi?
MÓNICA
Invoqué a su jefe.
DR. LAVÍN
A... ¿Lucifer?
MÓNICA
Quería hablar con el gerente, ¿sabe? Le grité al cielo, hice un drama. "¡Llévame a las llamas eternas!", y todo eso.
(Una luz roja baña el escenario. MÓNICA se levanta, desafiante.)
MÓNICA (COMO RECUERDO)
¡Ya no más intermediarios! ¡Quiero hablar con el CEO del Infierno! ¡Estoy lista para la fusión empresarial!
(En lugar de un gran espectáculo, MEFI aparece, ahora vestido con un traje impecable, pero con cara de fastidio.)
MEFI
¿Se puede saber qué escándalo es este? Intentar saltarse la cadena de mando es muy poco profesional. Y me llamaste. A mí.
MÓNICA
¡Llamé al mejor! ¿Por qué vienes tú?
MEFI
Porque soy el que te toca. Es tu plan de servicio.
MÓNICA
¡Pues ya no quiero el plan! ¡Cancelo la suscripción! No quiero tratos ni contigo ni con la Virgen María!
(Al decir "Virgen María", MEFI se estremece como si le diera un calambre.)
MEFI
¿Qué... qué dijiste?
MÓNICA
¡La Virgen María! ¡MARÍA, MARÍA, MARÍA!
MEFI
(Retrocediendo, adolorido)
¿Te das cuenta de lo que hiciste... Mónica?
MÓNICA
¿Qué?
MEFI
Has sido liberada. Rompiste la cláusula del nombre.
(Mefi se desvanece con un sonido como de error de Windows. Mónica se queda sola, confundida. La luz del consultorio vuelve a la normalidad. Mónica está sentada, agotada.)
MÓNICA
Y ya. Se fue. Yo misma lo hice. Me di cuenta de que no tengo que arrepentirme de nada, ni rendirle cuentas a nadie.
DR. LAVÍN
(Sonríe levemente)
Eso, Mónica, es un progreso inmenso. El reconocer tu propio poder. Tu libre albedrío.
MÓNICA
Voy a estudiar. Algo de ciencias. Algo real.
DR. LAVÍN
Una excelente elección. Pero con una condición. Vas a tomarte tus medicamentos, puntualmente. Han llegado unos nuevos, sin efectos secundarios.
(El doctor saca un pequeño sobre con una pastilla y un vaso de agua.)
MÓNICA
¿Sin alucinaciones ni sueños raros?
DR. LAVÍN
Casi ninguno. Confía en mí.
(Mónica duda. Mira la pastilla, luego al doctor.)
MÓNICA
(Repentinamente ansiosa)
¿Por qué ahora? ¿Quiere que me la tome aquí? Usted... ¿cómo se llama? Su nombre.
DR. LAVÍN
(Su calma es absoluta)
Soy el doctor Lavín. Tu doctor. Llevamos años en esto, hija mía.
MÓNICA
(Con miedo creciente)
No me diga "hija mía". ¿Su nombre no es Mefi, verdad? Dígame que no, por favor.
DR. LAVÍN
No, Mónica. Mi nombre es Carlos. Soy el doctor Carlos Lavín. Ahora toma tu medicamento. Todo va a estar bien.
(Mónica, finalmente, toma la pastilla y el agua. Lo mira fijamente, buscando seguridad.)
MÓNICA
Ya, doctor. Estoy segura de que me voy a sentir mejor.
DR. LAVÍN
(Su rostro es una máscara indescifrable. Comienza a retirarse lentamente mientras la luz se centra en Mónica)
De eso estoy seguro... María. Te vas a sentir mucho mejor. De eso estoy completamente seguro... querida María.
(El doctor desaparece en la oscuridad. Mónica se queda sola bajo una luz cenital. Cierra los ojos. La luz se desvanece lentamente.)
(OSCURO FINAL)