26/2/15

Los comanches ANÓNIMO TEATRO CHICANO


Los comanches
ANÓNIMO TEATRO CHICANO
( 1780)
PERSONAJES
 

BARRIGA DUCE,   Bufón colero.
CAPITÁN,   Capitán del ejército español.
DON CARLOS FERNÁNDEZ,   Comandante de la expedición de 1774.
CUERNO VERDE,   Jefe de la nación Comanche.
SARGENTO,   Sargento del ejército español.
DON TOMÁS MADRIL,   Capitán del ejército español.
DON JOSÉ DE LA PEÑA,   Capitán del ejército español.
DON SALVADOR RIBERA,   Capitán del ejército español.
CABEZA NEGRA,   Jefe Comanche.
OSO PARADO,   Jefe Comanche.
ZAPATO CUENTA,   Jefe Comanche.
DON TORIBIO ORTIZ,   Capitán del ejército español.
TABACO CHUPA JANCHI,   Jefe Comanche.





Los españoles están cuidando el castillo y los indios escaramuzan sin hablar adonde está BARRIGA DUCE. Este, después de que les tira con bolas de masa, da el anuncio a los españoles.

BARRIGA DUCE
Vengo a avisaros de prisa,
Fernández, mi capitán,
que allá al pie de aquella mesa
vi un indio con chimal.
Ellos me querían llevar, 5
pero yo con mi honda y maza
los hice pronto arrancar;
y fue tan buena mi traza
que os he venido a avisar.
CAPITÁN
Si es cierto lo que dices 10
pronto me pondré en campaña,
y triunfantes y felices
nos reuniremos mañana.
El clarín que toque Diana,
y que venga el general, 15
y con mi espada en la vaina
los saldremos a encontrar.

(Toca el clarín.)

DON CARLOS
¿Qué toque llamado es ése,
que me tiene sorprendido?
CAPITÁN
Que allá al pie de aquella mesa 20
los comanches han salido.
DON CARLOS
Pronto, pues, mi capitán.
Prepare vuestros soldados,
y al indio hostil encontrar
cuando estéis bien preparado. 25
Aquí tenéis la bandera
que el sargento llevará
porque de cualquier manera
la religión triunfará.
CAPITÁN
 (Agarrando la bandera.)
Bandera entre mil banderas, 30
hermoso emblema español.
De nubes se pone el sol
del mundo señor, empero,
yo te adoro porque eras
la gloria que en sueños vía 35
mi entusiasta fantasía,
y hora que quisiera ufano
enarbolarte en mi mano.
Te dejo, bandera mía.
 (Al sargento.)
Tomar sargento y cuidar 40
del pabellón estrellado,
y a los comanches matar
¡en gloria de este reinado!

(Los indios hacen escaramuzas y se adelantan al castillo mientras suena el clarín.)

CUERNO VERDE
Desde el oriente al poniente,
desde el sur al norte frío 45
suena el brillante clarín.
Y reina el acero mío.
Entre todas las naciones
campeo osado, atrevido,
y es tanta la valentía 50
que reina en el pecho mío.
Se levantan más banderas
por el viento giro a giro
que de las que he atributado.
Refreno al más atrevido, 55
devoro al más arrojado;
pues con mi bravura admiro
al oso más arrogante,
al fiero tigre rindo.
Que no hay roca ni montaña 60
que de éste no haiga rendido,
que de ella no hay registro.
Al más despreciado joven,
aquel que más abatido
se ve porque su fortuna 65
a tal desdicha lo ha traído.
Pues no hay villa ni lugar
que no se vea combatido
de mi nación arrogante
que hoy con el tiempo se ha visto, 70
y como ahora lo veréis.
Este soberbio castillo
hoy lo he de ver en pavezas.
Lo he de postrar y abatirlo
con sus rocas y baluartes 75
aunque se hallen prevenidos,
y con la incomodidad
de un repentino descuido,
será más osado el brío
que tienen nuestras personas 80
que certifico y he visto,
como lo canta la fama,
y un cuartelejo de gritos.
Diga la nación Caslana,
díganlo tantas naciones 85
a quien quité el señorío.
Hoy se ven desmoronados
sus pueblos dando gemidos,
como se ven combatidos
huyendo de mi furor. 90
Se les ha acabado el brío,
se remontan de tal suerte
que hasta hora no lo hemos visto.
Pero, ¿para qué me canso
en referir lo que han visto 95
que [De] este reino en sus lugares,
cuando todo el Cristianismo
traje de tantas naciones
que no le alcanza el guarismo?
Y sólo los españoles 100
refieren el valor mío,
pero hoy ha de correr sangre
del corazón vengativo.
Me recuerda la memoria
de un español atrevido 105
que, ufano y con valentía,
y con tanto osado brío
el cuerpo vistió de flores
en sangre de colorido,
de los muertos la distancia 110
hombres, mujeres y niños
no pudiendo numerarse
ni contarse los cautivos.
Ea, nobles capitanes.
Genízaros valerosos, 115
que se pregone mi edicto,
que yo como general
he de estar aprevenido;
que general que descansa
en vista del enemigo 120
bien puede ser arrogante,
bien puede ser atrevido.
Yo no me he de conformar
con estos vagos destinos
y así, comiencen un canto, 125
que suene el tambor y pito.
¡Al baile, y punto de guerra!
Pasaremos al distrito
para que en vista de todos
estemos aprevenidos. 130
Y advierto que con la unión
que me tienen prometida
obraré como prudente,
que tal renombre ha tenido
toda nuestra descendencia. 135
Y así, como el más impío,
he de mostrar mi fiereza
con esta lanza de vidrio.
Al oso más arrogante,
y al fiero tíguere rindo, 140
la más elevada Elena.
Este bruto saltó un brinco,
pues ya no hallo a quién temer.
Es tanta mi fuerza y brío
que entrando osado y altivo 145
buscando a ese general
que con locos disvaríos
usó de tanta fiereza,
destruyó como he dicho.
Lo llamo en campal batalla, 150
lo reto y lo desafío.
¿Quién es, y cómo se llama?
DON CARLOS
Aguarda, detén, espera
que soy de tan noble brillo
que vengo sin que me llames 155
a cuidar este castillo.
Pues no es menester carteles;
ya tus valentías he oído.
Dime tu nombre, porque
del todo quedo entendido. 160
Para ahorrarme de palabras
basta con lo que me has dicho.
CUERNO VERDE
Yo soy aquel capitán,
no capitán, poco he dicho.
De todos soy gran señor, 165
de todos soy conocido.
Yo soy, y por el turbante,
este cuerno que ha aplaudido
verde y dorado que ves,
hoy se me postran rendidos 170
no sólo de mi nación
que emprende mi señorío,
sino todas las naciones
que coloca el norte frío.
Ciegos me dan la obediencia 175
Caiguas, y Cuampis, Quíchuas,
Panamas, Jumanes, Amparicas,
y otras muchas infinitas.
Y por no cansarme callo;
basta con lo que he dicho. 180
DON CARLOS
Aguarda, detén, espera
que he de anular tu cerviz
y quebrantar tu soberbia.
Sabrás que en la mejicana
el señor que nos gobierna 185
es un señor soberano
que a todo el mundo gobierna.
Encumbró los cuatro polos
que se encumbran en la tierra,
¿Que no sabes que en la España 190
el señor soberano [es]
de los cielos y la tierra
y todos los cuatro polos
que este gran círculo encierra?
Brilla su soberanía, 195
y al oír su nombre tiemblan
alemanes, portugueses,
Turquilla y la Inglaterra,
porque en diciendo españoles
todas las naciones tiemblan. 200
Tú no has topado el rigor,
no has visto lo que es fiereza
de las católicas armas,
por eso tanto bravas.
Si quieres saber quién soy, 205
te lo diré porque sepas
que no es la primer batalla
esta que tú me demuestras
las que he hecho son infinitas,
siempre he pisado tus tierras 210
aunque ya avanzado en años,
y me veas de esta manera,
siempre soy Carlos Fernández
por el mar y por la tierra,
y para probar tu brío 215
voy a hacer junta de guerra.
CUERNO VERDE
Pues yo voy a hacer lo mismo
el sol es quien nos gobierna.

(Toca el clarín a junta de guerra.)

DON CARLOS
¡Guerra a muerte capitán!
A guerra mandé tocar 220
para que con la destreza
de vuestra gran vigilancia
use usted con gran presteza
de las católicas armas,
y concurran a la empresa 225
de los grandes corazones.
¡Ea, leales capitanes,
cuyos vasallos del rey
hacer que vuestra patria,
y el Altísimo Patriarca 230
que nos ha de dar victoria
por su concepción divina,
marche al campo y nos prevenga!
Si tú eres grande campeón
te prepararás a la guerra. 235
Muestra, comanche, el valor.
Yo te hablo de esta manera,
pues para que todos sepan
cómo el comanche atrevido
como una bárbara fiera 240
se arroja despavorido.
¡Santiago! Y darle a este infame
canalla hasta que mueran.
Vamos a romper acero;
hacer que muera esa fiera. 245
¡A destruirlos, que son pocos,
y a quebrantar su braveza!
Preguntando con disfraz
si yo era diestro en la guerra,
o si yo era el capitán 250
que le pisaba sus tierras.
Y saliéndole al encuentro
con claridad le di muestra
de aquel castillo sin par.
De decirlo el pecho tiembla, 255
pero mejor es callar,
y que enmudezca la lengua.
Pero vamos adelante,
que hoy se trata de la guerra.
Dadme vuestro parecer 260
como diestros en la guerra,
usted don Tomás Madril,
y don José de la Peña,
soldados, cabos, sargentos,
y don Salvador Ribera; 265
y en vista de su presencia
se procederá a la guerra,
y estando todo concluido
se verá lo que se ordena.

(Toca el clarín; sigue la marcha.)

DON JOSÉ DE LA PEÑA
Respondo porque es preciso, 270
porque tu valor me esfuerza.
Esforzado comandante,
así tu valor me alienta
viendo que esta vida es vuestra
y que me podéis mandar, 275
yo os prometo la obediencia
y es para pronto pelear,
y breve daré la prueba.
En un número crecido
siendo cien hombres de guerra 280
no me daré por vencido
pues tengo bien conocido
y me late el corazón
que jamás seré cautivo
de esta bárbara nación. 285
A ganarles el terreno
es lo mejor que se puede
para salvar nuestro reino,
que nuestra patria venera
aquel príncipe Miguel, 290
de las nueve jerarquías.
Será nuestro gran sostén.
En la guerra de estos días,
señor, ésta es mi verdad,
esta es toda mi propuesta, 295
con nuestras armas tirar
para que así se arrepientan.
EL TENIENTE
Pues yo con el parecer
de don José de la Peña
hoy diré en una palabra, 300
y me conformo y que sea
toda mi conformidad,
y mi voluntad queda hecha;
y luego, señor don Carlos,
siendo mi lealtad tan cierta. 305
A quien pretendo servir
es mi gloria haciendo fuerza.
Oh, ilustre general,
a quien toda la obediencia
debo dar, y se la doy 310
con mi lealtad dando muestras
del atributo gallardo
del cual con tan altas prendas.
No siendo merecedor,
así mi fe lo confiesa, 315
de que en este empleo honroso
vuesa merced me pusiera;
Yo digo que me conformo,
y ésta es toda mi respuesta.
Esa insigne capital 320
que de por sí se demuestra,
¡Pólvora y balas con ellos
para que así se arrepientan!
DON SALVADOR RIBERA
Señor don Carlos Fernández,
esa razón me hace fuerza 325
de ver que podéis mandar,
y yo os daré la obediencia.
Me conformo con que sea
como lo ha dicho el teniente,
y don José de la Peña, 330
en rendir a Cuerno Verde
que es el indio más valiente
que se esfuerza en la pelea.
Así su valor me enseña,
que todo el mundo lo vea. 335
Me parece que ya veo
con todo el valor que medra
al comanche ¿qué desea
el indio Cabeza Negra?
CABEZA NEGRA
Detente, insigne señor, 340
porque es tanta mi fiereza,
que quiero con mi destreza
daros mi resolución.
Pues quiero que me conozcan,
y que ustedes vean mis fuerzas, 345
que sepas con quién conversas
y quién te habla en la ocasión;
y que sepas mi fiereza
y mi valiente corazón.
Yo saqué de los cristianos 350
dos niños que cautivé,
y con mis fuerzas mostré
el valor de tus paisanos.
Sin hacerles ningún daño
los mantuve con mis bienes, 355
y son los dos que tú tienes
hoy transitando esta tierra
por quien el comanche viene
a formarte cruda guerra.
Yo soy aquel capitán, 360
soy aquel que nunca medra
en la guerra y en la paz;
siempre soy Cabeza Negra.
Mi fama jamás se quiebra,
y con fuerte resistencia 365
todo el mundo al verme tiembla,
hoy verás tú mi defensa.
OSO PARDO
No hay que detenerse un punto,
que como bárbara fiera
con esta lanza animosa 370
le he de cortar la cabeza
a aquel cristiano arrogante.
Al punto y con ligereza
si alguno se propasare
sin hacer reminiscencia 375
de que soy el sin segundo
en brío y en fortaleza.
Y si alguno en su arrogancia
quisiera tocar mis fuerzas,
lo reto a campal batalla 380
de cuerpo a cuerpo a la empresa.
CUERNO VERDE
Ea, nobles capitanes,
aquellos más animosos
aseguren la defensa;
todos preparen sus armas 385
para que embistan furiosos.
Están todos prevenidos
a punto fijo y que sea
con esfuerzo y con valor.
Advierto que con la unión 390
que me tenéis prometidas
obráis con grande prudencia,
que por régimo ha tenido
toda nuestra descendencia,
así, como el más impío, 395
he de mostrar mi fiereza,
he de postrar y abatirlos,
que con esta lanza o vidrio,
al oso más arrogante,
al fiero tigre rindo. 400
Díganlo vuestras personas,
se testifica y es visto.
Cantos alegres, que ya
se va a comenzar la guerra.
Los pífanos y tambores 405
suenen, que la hora se llega
y si sale el capitán
no se admite más respuesta
que poner mano a sus armas
sin que tenga resistencia 410
ninguno. No se detengan,
yo haré que sosiegue la ira,
y que use de prudencia,
porque todo en un compás
sea conjunto; la propuesta 415
salga, porque ya es preciso
un señor Zapato Cuenta.
ZAPATO CUENTA
Respondo porque es preciso,
que aunque todas las propuestas
que había dado el capitán 420
se cumplen con negligencia,
quiero de conformidad
que vayamos a la guerra
de la que así se platica,
que lo demás es quimera. 425
Y que salga un capitán
a destrozar esta fiera
que horroriza la montaña
y que hace sufrir las selvas.
El oso más arrogante 430
se encoge de mi fiereza.
El tíguere en las montañas
huye en la oculta sierra.
¿Quién se opone a mi valor?
¿Quién cautiva mi soberbia? 435
¿Quién habrá que desbarate
tanta lealtad que se encierra
en lo altivo de mi pecho?
¿Quién hay que lo desvanezca?
DON JOSÉ DE LA PEÑA
Yo quebrantaré la furia, 440
que soy la más alta peña.
Soy peñasco en valentía,
en bríos y en fortaleza.
Esas locas valentías
son criadas de la soberbia. 445
Que tanto infunde el valor
en vosotros la manteca
que coméis con tanta gula
y con ella criáis la fuerza
de vuestras disposiciones 450
por vuestra industria compuestas.
Nace el sol y luego muere,
porque nunca cuerpo a cuerpo
habéis hecho resistencia.
En un choque que tuvimos 455
siendo cien hombres de guerra,
siendo el número crecido
de tu bárbara nación,
la victoria no fue vuestra.
Esa sí que es arrogancia 460
de historia muy verdadera,
que exceden en valentía
al alemán y a Turquía.
Los doce pares de Francia
lejos quedan de tu tierra; 465
yo te los pondré delante
que te tiemble la corteza.
DON TORIBIO ORTIZ
Yo soy don Toribio Ortiz
que en todo soy general;
al rey le sirvo a mi costa 470
con un esmero especial.
De las tropas y milicia
soy la base principal.
Vean si hay entre vosotros
quién me pueda contestar, 475
¿quién de éstos me cabe en suerte?
¡Salga luego, que al instante
verá si le doy la muerte!
El Cuerno Verde me dicen
que es el hombre más valiente; 480
no tengo para empezar
con él y toda su gente.
De mis tropas arregladas,
soldados, cabos, sargentos,
ninguno se descomponga. 485
Estenme todos atentos
que hoy el sol en su carrera
ha de ver algún portento,
en caso tan adecuado
y lance tan oportuno. 490
Todos rendirán sus vidas
o de éstos no queda ni uno.
Santiago y la Virgen María
serán nuestro norte y guía
entre esta gente cobarde. 495
DON CARLOS
Viendo esas resoluciones,
conozco bien que concuerdan
con la mía, y así digo
que toda nuestra propuesta
queda ya en una palabra 500
concluida de esta manera.
Y así, esforzados leones,
todos al arma, guerreros.
Suénese tambor y guerra
en el nombre de Santiago 505
y de la Virgen María.
Márchense pronto al campo
atravesando esa selva,
a tomarles el torreón
a lo mejor que se pueda. 510

(Se revuelven en batalla algunos soldados y algunos indios. Los más de los indios están tratando con BARRIGA DUCE y TABACO. Después de algunos tiros, retroceden los españoles. Los indios se llevan los dos indios que están en el castillo. Después vuelve TABACO con bandera de paz.)

TABACO CHUPA JANCHI
Como nobles capitanes
han mandado disponer
contra las cristianas armas,
ahora os hago saber
que también soy capitán, 515
y falta mi parecer.
Mi valor es sin segundo,
porque ninguno me iguala;
tiembla de pavor el mundo
sólo de ver mi embajada. 520
Yo a Taos fui de embajador
a solicitar la paz,
y ninguno me siguió
porque no se halló capaz.
Se me concedió al momento, 525
en virtud de mi valor,
porque toda la nobleza
reina en el pecho español,
y así mis armas están
rendidas por la ocasión. 530
No quiero ser enemigo,
ya no quiero ser traidor.
Gozar quiero del empleo
que tengo de embajador.
Suene el pífano y tambor 535
y apercíbase la guerra
con esfuerzo y con valor,
y adquirir algún honor,
que yo me voy a avisar
al capitán español. 540
Chupa Janchi Nimaca.
 (Se acerca al castillo de los españoles.)
Paraos, valeroso mártir,
detente, insigne señor;
verás cómo Cuerno Verde,
él y toda su nación 545
han levantado bandera
en contra del español.
Yo de Napeiste he venido
sólo a traerte esta razón.
Sabrás cómo el Oso Pardo, 550
y también Cabeza Negra,
han compuesto esta campaña
para darte cruda guerra,
y así vete apreviniendo,
que yo me voy a mi tierra. 555
Anda y lleva la contesta
de que yo estoy preparado,
y que acepto la propuesta
como ellos me la han enviado.
Si a mis indios se han llevado, 560
pronto me podré vengar.
Se los volveré a quitar
o acabaré su nación,
pues mi ambición es pelear
desde el norte al sentirrón. 565

(Se va el indio, y el CAPITÁN se dirige a los suyos.)

CAPITÁN
Veréis nuestro parecer
y conozco la contesta
que le he dado por los míos,
aceptando la propuesta
que doy yo en una palabra. 570
Concluida de esta manera
de los leales corazones
que siendo ilustre campeón
nuestro esforzado valor
el hablar de esta manera. 575
¡Ea, nobles capitanes,
obedientes a la grey!
Por Dios y por nuestra patria
y la corona del rey,
porque confío en María 580
y en el patriarca José,
que nos han de dar victoria.
Piedad, concesión divina,
concebida sin pecado;
tan limpia y de gracia llena. 585
El arcángel San Gabriel
de aquellas tropas excelsas,
preciso es tocar el arma,
marche el campo a la batalla
y todo el campo aprevenga. 590
Yo haré que se desborone
la más elevada Elena.
Vamos a romper el cerco
y hacer que muera esta fiera.
A destruirlos, que son pocos, 595
y a quebrantar su cabeza.
El apóstol Santiago
y concepción de María
contra esta gente cobarde
me sirva de norte y guía. 600

(Toca el clarín y dan vuelta al castillo.)

CUERNO VERDE
 (A los suyos.)
Ya vienen apercibidos,
ya el encuentro me da muestra
de este indigno capitán
que desahogar no me deja.
 (Toca el tambor.)
Que suenen el instrumento 605
para comenzar la guerra.
Genízaros valerosos,
hoy vuestro valor se muestra;
canten para dar principio
que no es la primera vez 610
que con esta gente necia
levantaré mis banderas.
Acometed valerosos,
y quebrantad su soberbia,
porque junto en un compás 615
don Carlos en mi presencia.

(Toca el clarín guerra fuerte.)

CAPITÁN
Mueran indios a mis manos,
y cese vuestra osadía.
¡Seguir valientes paisanos
que Dios sea vuestra guía! 620

(Tiros.)

BARRIGA DUCE
Que mueran, que para mí,
todos los despojos quedan.
Tiendas, antas, y conchelles,
para que mis hijos duerman.
Y la carne, a mi mujer 625
he de hacer que me la cueza
y me la guise con chile
que es una comida buena.
¡Apriétenles compañeros!
Que de eso mi alma se alegra. 630
Hemos de llegar al trono
donde está mi panadera.
Yo entraré por esta puerta,
no me ofenda una saeta
que esto no gusta a mi cuerpo. 635
Vaya yo de animador
de esa prenda que me cuesta.
Lo he de apropiar para mí,
y lo he de hacer hasta que muera,
pues me hallaba yo en la selva 640
encima de la montaña
puesto en la contingencia
de escapar o de pagarla.
¿No están dispuestos lo mismo
los soldados y la caja? 645
¿No estaban libres las Pecas?
¿Por qué ahora están amarradas?
No podemos estar safos
si venimos a buscarlas.
No saben que soy el dulce, 650
la cajeta, la ensalada,
l'azúcar y el piloncillo,
los anises y la gracia.
Porque en todas mis funciones
siempre se halla mi valor 655
y mi nobleza en las armas.
Tengo siempre en mi cintura
mi honda muy bien fajada,
y si alguno me replica
le convenceré con pruebas. 660
Piensan que el báculo mío
y mi honda no valen nada.
¿Con qué vencí al pastorcillo
y al moro que levantaba
hasta el cielo su grandeza 665
de la gloria que llamaba?
Pues callo, porque ya es tiempo
de comenzar la batalla.
¡Apriétenles, compañeros!
¡Viva el señor don Carlos, 670
y don José de la Peña!
Y vivan los mayordomos
que toda su alma le entriegan
a la santísima Virgen
que es madre de gracia llena, 675
que como prenda estimada
es la que nos da valor.
¡Santiago! Jesús nos valga,
ahora sí voy a mi tierra
a ver a mi Catalina, 680
y a una gallina con pollos
que dejé cuando me vine.
Apriétenles, compañeros,
haciendo danzas y loas,
comanches y maricuetas 685
al modo que se permite
la limitada rudeza.
¡Albricias, que se nos van!
Huyen y ninguno queda
el guarapé en el comanche 690
Cuerno Verde ya se va.

(Suena el clarín de guerra. Sale corriendo BARRIGA DUCE a donde están las Pecas, y se las trae. Los indios salen huyendo con los españoles tras de ellos.)

CAPITÁN
Ya mi vista no te pierde,
indio traidor, inhumano.
Serás muerto por mis manos;
¡muera, muera Cuerno Verde! 695

(Le tiran y cae CUERNO VERDE. Siguen a los demás y los traen prisioneros.)

BARRIGA DUCE
Muelan, muelan compañeros
¿Por qué se me habían ido?
sigan, buenos panaderos
que yo los dos pagos pido,
para ustedes el chimal 700
y para mí los guayabes.
Las semillas y el nopal,
la panocha y estos reales;
también el chile y cebolla
con toditas estas hierbas 705
que cociéndolas en una olla
haremos buenas conservas.
Anden ustedes, mostrencos,
lloren a su capitán.
Si no tienen sentimientos, 710
a golpes han de llorar.

(Les pega y lloran, y le bailan cabellera.)

CAPITÁN
Venid, hermosa bandera,
rota por cruda metralla.
tú serás en la batalla
mi constante compañera. 715

(Toca el clarín retirado.)




FIN




Pastorela Florencio Ibáñez


Pastorela


Florencio Ibáñez


Personajes

BATO,   primer jefe de los pastores.
CUCHARÓN,   segundo jefe de los pastores.
GILITA,   hermosa pastora.
APARRADO,   tercer jefe de los pastores.
SILVIO,   cuarto jefe de los pastores.
BERMUDO,   simple pastor.
BARTOLO,   pastor muy holgazán.
ERMITAÑO.  
DIABLO.






Primera caminata.



Un grupo de pastores que va caminando y cantando al mismo tiempo.


Amados pastores
vamos caminando
que los resplandores
del día van llegando
por entre estos prados 5
bien podremos irnos
alegres cantando
para divertirnos.
Al de estos riscos
y pie sus verdores 10
nuestro rancho haremos
amados pastores.
Junto aquestas fuentes
haremos majada
y de sus corrientes 15
beberemos agua.

BATO

Hermanos, si os bien parece
y lleváis de mi consejo,
por experiencia y por viejo
daño aquí no permanece. 20
Podréis ínter amanece
por este risco encumbrado
hay un campo despoblado
muy propio de aquí inmediato,
en donde en muy breve rato 25
se apacentará el ganado.
Y si mi discurso ha errado,
Cucharón, a mi entender,
tú lo puedes disponer
como hombre considerado. 30

CUCHARÓN

No me ha parecido mal,
Bato, tu disposición,
pues me parece que son
obras de un hombre formal.
Y así, hermanos, cada cual 35
su cuarto puede elegir,
pues también es de advertir
que la noche es sospechosa
y no es noche de dormir.
Tú, Gilita, puedes ir 40
a disponer de la cena,
que en cenando en hora buena,
a velar se han de partir.

GILITA

Cucharón, gran pesadumbre
cabe en mí y en qué pensar, 45
pues por allí vi bajar
un hombre por esa cumbre.
Y así, Aparrado, la lumbre
dispondréis con promptitud.
también por esa altitud 50
otro bulto vi bajar;
no sé qué vendrá a buscar
mirando nuestra quietud.

APARRADO

Gilita, con mucho gusto,
la lumbre te dispondré 55
pues allí venir se ve
un hombre causando susto.
No sé sí a darnos disgusto
vendrá, por lo que he observado.
A vos, Silvio, aunque cansado 60
y como hombre más agudo,
que os acompañe Bermudo
a pacentar el ganado.

SILVIO

Has dicho bien, Aparrado,
por lo que estoy escuchando, 65
que hay muchos lobos aullando
y no es menos el cuidado.
Voy, hermanos, yo confiado
en Dios que hemos de tener
que nos guíe para ir a ver 70
a la inmensa majestad
que profetizada está
que esta noche ha de nacer.

BERMUDO

De la escarcha atormentado
mi cuerpo no halla consuelo; 75
todo el campo está hecho un hielo
y muy lejos el ganado.
Mas por lo que he observado
viendo tantos resplandores,
dan regocijo las flores 80
cubriéndose de alegría;
yo percibí esta armonía
mas no llego a saber dónde.

BARTOLO

Haya gracia de güerito
que al rigor de tanto frío 85
tomad mi capa, Dios mío,
no hagas tantos pucheritos.

TODOS LOS PASTORES A UNA VOZ

¡Qué es eso, hermano Bartolo!
¿Estás loco o estás soñando?

BARTOLO

Soñé que le estaba hablando 90
con atentas cortesías
a un niño que era el Mesías,
que tanto estamos deseando
y que le estaban cantando
muchos aplausos de gloria. 95
Los ángeles con victoria
daban tanto regocijo
mirando que es Dios hijo
y de Dios misericordia.
Silvio, Bermudo, la historia 100
muy bien la habéis escuchado,
acudid presto el ganado
como Aparrado les dijo.

BERMUDO

Vamos pues, Silvio, ya es tiempo
que el ganado hemos de ver, 105
espero en Dios el tener
en todo feliz contento.

SILVIO

Bermudo, qué diversión
me causa esta claridad,
que con tal velocidad 110
se alegra mi corazón.

BERMUDO

Silvio, esta noche serena
y sus bellos resplandores
manifiestan sus primores
que será la noche buena. 115
Cesará en todos la pena
porque en estos propios días
ha de nacer el Mesías
de una Virgen singular
y no ha de poder faltar 120
de Isaías la profecía.

SILVIO

De lo que dices no dudo
según me lo haces saber,
que Dios hijo ha de nacer
es cierto, Hermano Bermudo. 125
Que ha de nacer si bien pudo
de la más pura doncella,
la más hermosa y más bella
que ha nacido en este siglo.
Pero mira, atiende, amigo, 130
que si acaso ésta es la estrella
que profetizada está,
veremos por dónde va
para seguirnos por ella.

BERMUDO

Silvio, sin duda es la guía 135
esta es la que el Mesías da.
Pienso sin duda será
la que el profeta decía.
¡Oye, escucha qué armonía!
¡Qué cánticos y qué loores! 140
¿No ves reyes y pastores
que la siguen con violencia?
Vamos, pues, a toda prisa.
a avisar lo que ha pasado
que el ganado no hay cuidado, 145
que no ha de haber contingencia.

SILVIO

Si te parece ser buenas,
Bato, tan raras noticias,
nos pagarás las albricias
con lo mejor de la cena. 150

BERMUDO

¡Acaba de referir!
Que lo que antes era susto
ahora nos causa gran gusto
lo que nos vas a decir.

SILVIO

Bermudo les contará 155
lo que llegamos a ver
y él se los dará a entender
que mejor lo explicará.

TODOS LOS PASTORES A UNA VOZ

Di, Bermudo, lo que has visto,
nos morimos de contento. 160

BERMUDO

Fuerza es que lo sepan todo
y que me escuchen atento:
por ese encumbrado cerro
y ese pavoroso risco
vi lo que nunca había visto 165
en el tachonado cielo,
que alumbrado todo el suelo,
cerros, collados, faltontes,
por sus prados, cumbres, montes,
gorjeaban todas las aves 170
cantando con ecos suaves
los más lucidos sinzontles.
Por sus bellos horizontes
producen luces tan bellas
profetizando por ellas 175
que ha nacido el sumo bien;
reyes, pastores se ven,
que van siguiendo la estrella,
y con voces halagüeñas
oí que le cantaban Gloria 180
ángeles, reyes, pastores,
santificando sus leyes,
¡Santo Dios Rey de los Reyes
y señor de los Señores!
cantaban tantos primores 185
dando muestra de alegría.
Yo apercibí esta armonía
mas no llegué a saber dónde.

BATO

Muy buena ha estado la noticia;
sin duda que es noche buena. 190

CUCHARÓN

Gilita, prevén la cena
y págales las albricias.

GILITA

Silvio y Bermudo, la cena
os doy por tales noticias,
y en pago de las albricias 195
recibid esta cadena.
Vamos, pues, en hora buena,
cenando, hermanos amados.
Ya no hay que tener cuidado.
Dejaremos a Bartolo, 200
fuerza es que se quede solo
a cuidar nuestros ganados.

BARTOLO

De buen sujeto se han fiado
para que pueda velar,
que yo empezando a roncar 205
ceso todo mi cuidado.
Mas, si he de estar acostado,
que se haga su voluntad.
Y, a decirte la verdad,
no me tientes de paciencia; 210
si estorba la contingencia,
que venga el ganado acá.

BATO

Fuerza es que te quedes solo;
cena y deja la pereza,
no te cierres la cabeza 215
porque has de velar, Bartolo.

BARTOLO

¡El desvelo en mí es amargo
y en contra de mi salud!

ERMITAÑO

Dios guarde vuestra quietud
y nos preserve del daño. 220

BATO

¿De dónde venís, hermano,
con tanta desinquietud?

ERMITAÑO

Yo soy un pobre ermitaño
que por estos edificios
he vivido muchos años 225
con muy ásperos cilicios.
En mí no hallaréis engaños
pues vestido de paciencia,
disciplina y penitencia,
cuando la tentación llega, 230
en la más lóbrega cueva
he tenido mi asistencia.
suplico me deis licencia
de alojarme en su morada
pues no me negaréis nada 235
estando en vuestra presencia.

BATO

Yo negársela no puedo
pues me llama la atención
su vejez y discreción
por lo cual se la concedo. 240

CUCHARÓN

Llega, hermano, en hora buena,
pues nos lleva la atención
y dará su bendición
para comenzar la cena.

ERMITAÑO

Sí, hermano, que la bendición es buena. 245
Dios padre sea en esta cena
porque fue nuestro criador,
y Dios hijo redentor
nos libre de eterna pena,
y Dios Espíritu Santo, 250
como glorificador,
nos lleve a su gloria eterna.

BATO

Ha dicho bien el hermano,
vamos, pues, todos cenando.

CUCHARÓN

Llegue Ud., hermano, a la mesa 255
¡Vamos todos comenzando!

BATO

Yo traigo para cenar
un poquito de licor.

CUCHARÓN

Yo aceitunas tomaciles
y un pedazo de jamón. 260

GILITA

Rico pez en escabeche
se ha dispuesto y ensalada,
y para que beban agua
hay panochitas de leche.

APARRADO

Yo traigo aquí en mi zurrón, 265
aunque me parece poco,
empanaditas de coco
y un poquito de turrón.

SILVIO

Aunque no parece nada
pero por no ser el menos, 270
traigo tamalitos buenos
y una gallina mechada.

BERMUDO

Yo me he quedado perplejo
de haber visto su banquete,
pero mi afecto promete 275
el pan blanco y queso añejo.

BARTOLO

Aunque el decirlo me afrenta.
Pero dejando mi sueño,
traigo para el desempeño
una hambre que me atormenta. 280
Y así ninguno se sienta,
porque con maña y descoco
me arrimaré poco a poco
a ir tomando mi destino,
porque hoy he de beber vino 285
y he de comer más que un loco.

ERMITAÑO

Yo, hermanos, con contento,
os ofrezco aquestas raíces,
que en aquestos verdes países
este ha sido mi alimento. 290

TODOS LOS PASTORES A LA VEZ

¿Pues, qué, con raíces, hermano,
sustentáis a vuestro cuerpo?

ERMITAÑO

Sí, hermanos, pues así,
mortificándome, pienso
podré aplacar la justicia 295
de un Dios como juez severo.
Y así, si queréis vosotros
agradar a un Dios eterno,
bien podréis tener templanza
limitando en vuestros cuerpos 300
todo lo que es apetito
y demasía en el sustento;
podréis guardar las vigilias
con propósito perpetuo
de no quebrantar en nada 305
ya supongo en todos medios.
porque es el demonio tan astuto,
perverso y meretriciano,
que si nos encuentra flacos
entrará en nosotros mesmos, 310
dándonos tal batería
con siete vicios protervos
cabeza de cuantos hay
entre todo el universo.

BATO

Muy buena ha estado la cena. 315
Démoles gracias a Dios.

CUCHARÓN

Alza, Gilita, la mesa;
jamás ha estado mejor.

GILITA

Buen provecho, hermanos míos,
gracias a nuestro Criador. 320

DIABLO

¡Buenas noches, camaradas!
¿Qué hay, amigos? ¡Qué contentos!
¡Más vale llegar a tiempo
que a veces ser convidado!

BATO

¿Qué se ofrece, caballero, 325
que con tanto desenfado
a este sitio habéis llegado
con proceder tan parlero?
¿Acaso tú de ese cerro
eres quien venía bajando? 330
¿Por fortuna andas buscando
alguna cosa perdida?
¿O eres algún homicida
que te vienes disfrazando?

DIABLO

Soy caminante perdido 335
que por estas serranías
me he vivido varios días,
por lo cual posada os pido.

CUCHARÓN

Yo jamás he consentido
dar posada en realidad, 340
y si es decirle la verdad,
Ud. vendrá de forajido.

DIABLO

Pues ¿en qué me han conocido
que pueda ser de sospecha?

APARRADO

Aquí no hallará usted brecha. 345
¡Lárguese por donde vino!

DIABLO

  (A GILA, pastora.)
Siempre la mujer ha sido
más piadosa que mujer
y así te he de merecer
te duelas de un desvalido. 350

GILITA

En mí no hallará abrigo;
váyase de mi presencia
que yo no he de dar licencia
a quien nunca he conocido.

DIABLO

De mí no hay que recelar 355
que soy hombre y no soy fiera,
sino que por esta tierra
he salido a transitar.

BERMUDO

¿Y qué ha salido a buscar?

DIABLO

El destino de mi ciencia 360
y ver si puedo lograr
todo lo que intenta y piensa
mi mucha capacidad.

ERMITAÑO

Deseaba yo el encontrar
hombre de tanto saber 365
para que me de a entender
lo que no puedo alcanzar.

DIABLO

Bien te lo podré aplicar,
pues nunca jamás he hallado
en mi entendimiento raro 370
ninguna dificultad.

ERMITAÑO

¡Pues estadme atento!

DIABLO

¡Ya te escucho!

ERMITAÑO

Allá en los antepasados,
(que de fe se debe creer 375
lo que dieron a saber
los escritores sagrados),
pues estaban anunciados
por los altos hemisferios
estos sagrados misterios 380
que hoy me has de dar a entender.
Que en la más pura mujer
se encierran puntos tan serios
por librar del cautiverio
al hombre; y es punto fijo, 385
porque el Ángel Gabriel dijo
en aquel dichoso día
con agrado y regocijo
que contaba haberte dicho
¡Dios te salve María 390
llena eres de Gracia:
con la mayor eficacia,
oye bien lo que te digo,
dijo: el Señor es contigo,
bendita tú eres... 395
¡Me parece que irte quieres
para oír no que disputo!
¿A qué fin, en este punto,
le dijo Santa Isabel,
esta reina, esta mujer 400
María adornada de gracia?
Si tu saber tanto alcanza
y lo quieres comprender,
presto dámelo a saber,
sácame de esta ignorancia. 405

DIABLO

Cierra el labio, no prosigas,
que al pronunciarlo me ofendes,
porque lo que tú pretendes
puede que no lo consigas
si rectamente me obligas. 410
Viva el ardor en que peno
y en el más profundo seno
de mi morada te arroje
y cruelmente te despoje
del alma, y con cruel veneno 415
los abrace fieramente
a ti y cuanto das por bueno.
¡No sabes cuánto quiero yo!
Que aunque la gracia perdí
pero la ciencia, ¡eso no! 420

ERMITAÑO

¡Qué presto se descubrió
tu alevosa falsedad,
pues en traje de perdido
encubríais vuestra maldad!
Si no teníais potestad 425
para contestar conmigo,
presto verás, enemigo,
dar a saber la verdad.
Y para mayor seguridad
de que me escuches ufano, 430
quiero que me des la mano
para poder contestar.

DIABLO

No te la puedo negar;
pero ha de ser con el trato
que no te muestres ingrato 435
usando de veleidad.

ERMITAÑO

¡Qué presto caíste, en el lazo!
Lucifer, atiende ya,
que aunque no soy suficiente
de decirlo ni pensar, 440
Dios desde su eternidad
es cosa tan excelente
y admirable majestad,
poderoso, fuerte, inmenso,
de tanta capacidad, 445
infinitamente justo
lo ha sido y lo será.
Y para que veas cuán cumplida
es de Dios la caridad
que viendo el hombre perdido 450
en la esclavitud en que está,
que tú con tu falsedad
en el Paraíso sagrado
pervertiste a Eva y Adán
y con engañosa cautela 455
los inclinaste a pecar,
y como herencia que dieron
en todos vino a quedar,
¿es cierto que así lo hiciste?
¡Responde, bestia infernal! 460

DIABLO

¡Que haya podido aguantar
de este viejo la osadía!
¡Que haya llevado a porfía
lo que no puedo escuchar!
¿Quién te enseñó a pronunciar 465
cosas que no quiero yo
ni por la imaginación
dar a saber tanto enredo?
Pues, aunque quieras, no puedo
el darte contradicción. 470
No te ciegue la pasión
de tu ardid y vanidad,
pues aunque dices que yo
le di al mundo perdición,
¡Para dueño de la acción, 475
me sobra a mi autoridad:
y, por supuesto, que está
discernido este argumento.
¿Quieres que mude el intento
en pronunciar tus razones? 480
Bien es que tú me propones
el que una mujer dará
un gran fruto de su vientre,
el que a mí me estorbará
dando al mundo libertad 485
y cuanto tengo por mío;
mas, privarme el albedrío,
pienso que nunca podrá.
Y, si descubro sus huellas,
han de venir a quedar 490
leves cenizas que al viento
furiosas he de arrojar
y entre congojas y penas
siempre por siempre han de estar.

ERMITAÑO

¡Qué presto le ha de pesar 495
a tu loco frenesí,
pues sólo de oírla mentar
no has de saber ni de ti!
Y si llegas a saber
de María raro prodigio 500
dando al mundo regocijo,
no has de saber dónde estás.
Sabes que ha de triunfar
de ti, dando al mundo luz,
porque ha de nacer Jesús 505
de una Virgen singular;
porque aunque quieras negar
lo cierto de este misterio,
no has de poder, porque ya
encarnó el Divino Verbo. 510

DIABLO

¡Detente, aguarda!
Porque quiero que me digas
de dónde le vino esa facultad
que a tanto bien corresponde.

ERMITAÑO

¿De dónde? 515
Dadme licencia, Dios mío,
que yo, como siervo vuestro,
pueda salir victorioso
de este enemigo perverso.
Sabed que la Trinidad Santísima 520
con su raro entendimiento
(que tú con tu falsedad
la mantenías prisionera),
antes de encarnar Dios hijo
quiso este Señor Supremo 525
que bajase a este mundo
a tomar carne humana
para darnos el ejemplo.

DIABLO

Suéltame, que ya no puedo
escuchar ya vuestro enredo. 530
¡Que mi padecer se aumenta!

ERMITAÑO

¿Ya te vas?

DIABLO

Me voy de aqueste lugar
abochornado y perplejo
por no volver a escuchar 535
a este desastrado viejo
al escuchar su quimera
que tiene remedio el hombre.
Esto es lo que yo más siento,
pues dice que una mujer 540
ha de doblar mi tormento,
y entre tanta ira y enojo
traigo el veneno en el pecho.
Y en recompensa de todos
los agravios que me han hecho 545
han de venir a quedar
en vivas llamas ardiendo.

ERMITAÑO

No ha de poder tu osadía
triunfar de nuestro contento;
y, para tu mayor tormento, 550
digamos... ¡Ave María!

BATO

Yo asombrado estoy de ver
aqueste infernal dragón.
¡Ya ven como todas son
astucias de Lucifer! 555

CUCHARÓN

En mí han de tener cuidado,
que temblando estoy de miedo
de haber visto aquí a ese perro
como amenazando, hermanos.

GILITA

Yo les diré la verdad, 560
luego que lo vi llegar
nunca le pude tomar
asuntos a su saber.

APARRADO

Yo les puedo asegurar
que me causó temor 565
por tener al defensor
de nuestra parcialidad.

SILVIO

Luego que yo vi al malvado,
siendo humana la ocasión,
¡No le miré perfección 570
más que de un buen condenado!

BERMUDO

Hermanos, a mi entender,
este figura de cuervo
es enemigo del Verbo
el malvado Lucifer. 575

BARTOLO

¿Quieren estarse callados,
que a mí se me ahuyenta el sueño
y no puedo con empeño
usar de estar acostado?
¡Callen!, porque si me enfado 580
y sigue esa algarabía,
me he de salir con la mía
de darme gusto yo solo.
¡Vamos al suelo, Bartolo,
aunque griten todo el día! 585




FIN