29/10/14

Aristófanes. Las nubes.












Aristófanes
Las nubes



PERSONAJES

ESTREPSÍADES.
FIDÍPIDES.
UN ESCLAVO DE ESTREPSÍADES.
DISCÍPULO DE SÓCRATES.
SÓCRATES.
EL RAZONAMIENTO JUSTO.
EL RAZONAMIENTO INJUSTO.
PASIAS, acreedor.
UN TESTIGO DE PASIAS.
AMINIAS, acreedor.
QUEREFON.
CORO DE NUBES.


[Estrepsíades aparece en su lecho. Cerca de él duermen su hijo y los esclavos]



ESTREPSÍADES
¡Oh Zeus supremo! ¿Es acaso interminable la duración de las noches? ¿Nunca se hará de día? Mucho tiempo ha que he oído el canto del gallo, y sin embargo, los esclavos1 aún están roncando: antes no sucedía así. Maldita sea la guerra, que me impide hasta castigar a mis esclavos. Este buen mozo no despierta en toda la noche, y duerme profundamente2, envuelto en las cinco mantas de su lecho. Pero probemos a imitarle...

¡Pobre de mí! no puedo conciliar el sueño. ¿Cómo he de dormir, si me atormentan los gastos, la caballeriza y las deudas que he
contraído por causa de este hijo? Él cuida su cabellera, cabalga, guía un carro y sueña con caballos; y yo me siento morir cuando llega el
día veinte del mes. porque se acerca el momento de pagar los intereses...3 

Muchacho, enciende la lámpara y tráeme el libro de cuentas, para que examine los gastos, y averiguando a quiénes debo, calcule los intereses... Ea, veamos, ¿cuánto debo? "Doce minas a Pasias". ¿Y por que doce minas a Pasias? ¿En qué las he gastado?

Cuando compré el Coppatia4 ¡Desdichado de mí! ; Ojalá me hubiesen vaciado antes un ojo de una pedrada! 5

FIDÍPIDES (soñando)
Filón, guías mal: tu carro debe seguir a éste.

____________________________________________
1 Sin duda por el temor de que evitasen los malos tratamientos pasando al campo enemigo. La guerra a que alude Aristófanes es la del Peloponeso.
2 Verum pedit.
3Los intereses de las cantidades tomadas a préstamo se pagaban a fin de mes.
4 Nombre de un caballo, derivado del coppa (90) signo de la numeración griega, que marcado en la piel designaría su precio.
5Porque entonces no lo hubiera comprado.
_________________

ESTREPSÍADES
He aquí el mal que me mata: hasta durmiendo sueña con caballos.

FIDÍPIDES (soñando)
¿Cuántas carreras es necesario dar en el certamen?

ESTREPSÍADES
A tu padre sí que le haces dar carreras... ¿Pero que deuda contraje6 después de la de Pasias? Veamos: "tres minas a Aminias7 por el carro y las ruedas".

FIDÍPIDES (soñando)
Lleva el caballo a la cuadra y revuélcalo antes en la arena.

ESTREPSÍADES
¡Infeliz! tú sí que me das vuelco a mi fortuna; unos me tienen ya citado a los tribunales, otros me piden que les garantice el pago de los intereses.

FIDÍPIDES (despertando)
Pero, padre, ¿qué te angustia que no haces más que dar vueltas toda la noche?

ESTREPSÍADES
Me muerde cierto Demarco8 de las camas.

FIDÍPIDES
Por favor, querido, déjame dormir un poco.


__________________________________________
6Parodia de Eurípides, según el escoliasta.
7 Se cree que bajo este nombre Aristófanes alude a Aminias, hijo de Prónapo, autor de un decreto que prohibía a los poetas cómicos burlarse de los magistrados.
8 Demarco se llamaba al jefe de un demo o cantón del Ática; uno de sus deberes era llevar un registro de las deudas de sus administrados y apoderarse de los deudores morosos. Estrepsíades alude a ellos al quejarse de las pulgas de su lecho.
_______________________________________


ESTREPSÍADES
Duerme en hora buena, pero sabe que todas estas deudas caerán sobre tu cabeza... ¡Oh! así perezca miserablemente aquella casamentera que me impulsó a contraer matrimonio con tu madre.
Porque yo tenía una vida dulcísima, sencilla, grosera, descuidada y abundante en panales, ovejas y aceite. Después, aunque era hombre
del campo, me casé con la nieta de Megacles. hijo de Megacles, ciudadana soberbia. amiga de los placeres, con las mismas costumbres que Cesira9 . Después del matrimonio, cuando nos acostábamos, yo no olía más que a mosto, higos y lana de mis ovejas: ella por el contrario apestaba a pomadas y esencias, y sólo deseaba besos amorosos, lujo, comilonas y los placeres de Afrodita10 No diré que fuese holgazana, sino que tejía: y muchas veces, enseñándole esta capa, le decía con tal pretexto: "Esposa mía,
aprietas11 demasiado los hilos".

UN ESCLAVO
No tiene aceite la lámpara.

ESTREPSÍADES
¡Ay de mí! ¿por qué has encendido una lámpara tan bebedora?
Acércate para que te haga llorar.

EL ESCLAVO
Y ¿por qué he de llorar?

ESTREPSÍADES
Por haber puesto una mecha muy gorda... Después, cuando nos nació este hijo, disputamos mi buena mujer y yo acerca del nombre 

____________________________________________
9 Mujer de Alcmeón, que se hizo famosa por su extraordinario lujo.
10 Nos valemos de este rodeo para traducir las palabras KwALábo. 1 ycvcrvAAíbo.. Ambos son sobrenombres de Afrodita, tomados, el primero del promontorio Colias, sobre el cual tenía su templo; y el segundo del acto de la generación. Bajo el primero se oculta un equívoco obsceno que autoriza más nuestra versión.
11 El verbo a:a8áw significa también prodigar y dilapidar.
________________________________________________




que habríamos de ponerle. Ella le posponía a todos los nombres el de caballo, queriendo que se llamase Jantipo, Caripo o Calípedes12.

Yo le llamaba Fidónides13, como su abuelo. Tras largo debate, adoptamos, por fin, un término medio y le llamamos Fidípides14. Su
madre, tomándole en brazos, solía decirle entre caricias: "¡Cuándo te veré, hecho un hombre, venir a la ciudad, ricamente vestido y
dirigiendo tu carro, como tu abuelo Megacles!...". y yo le decía:

"¡Cuándo te veré, vestido de pieles, traer las cabras del Feleo15 como tu padre...!" Pero nunca hizo caso de mis palabras. Y su
afición a los caballos16 me ha perdido. Después de haber meditado toda la noche, he encontrado un maravilloso expediente, que me
salvará si consigo persuadir a mi hijo. Mas, antes de todo, quiero despertarle. ¿Cómo haré para despertarlo dulcemente? ¿Cómo?
¡Fidípides, querido Fidípides!17

FIDÍPIDES
¿Qué, padre mío?

ESTREPSÍADES
Bésame y dame tu mano derecha.

FIDÍPIDES
Hela aquí. ¿Qué ocurre?



__________________________________
12 Nombres en cuya composición entran el sustantivo L ::o (caballo) y los adjetivos .av8Ó ; (rubio), .apLcía (gracioso) y KaAAÓ (hermoso).
13 Significa económico.
14 Nombre compuesto de tcLbÓ (económico) e L ::í (diminutivo de caballo).
15 Monte del Ática. V. Acarnienses, 273.
16 I ::cpo , enfermedad del caballo (morbus equinus), palabra formada por Aristófanes a semejanza de v Krcpo
bcpoa, Lx.
17 CcLbL::Lbítov, diminutivo de Fidípides, imposible de formarse bien en nuestra lengua, por lo cual nos valemos de un cariñoso equivalente.
_____________________________________________



ESTREPSÍADES
Di: ¿me amas?

FIDÍPIDES
Sí, por Posidón ecuestre.

ESTREPSÍADES
Por favor, no me recuerdes nunca a ese domador de caballos; es la causa de todos mis males. Si me amas de todo corazón, hijo mío,
compláceme.

FIDÍPIDES
¿Y en qué quieres que te complazca?

ESTREPSÍADES
Cambia pronto de costumbres, y ve a aprender donde yo te mande.

FIDÍPIDES
Explícate ya: ¿qué quieres?

ESTREPSÍADES
¿Y me obedecerás?

FIDÍPIDES
Te obedeceré, por Baco.

ESTREPSÍADES
Mira a este lado. ¿Ves esa puertecita y esa casita?

FIDÍPIDES
Las veo. ¿Pero qué quiere decir esto?

ESTREPSÍADES
Ésa es la escuela18 de las almas sabias. Ahí habitan hombres que hacen, creer con sus discursos que el cielo es un horno que nos
rodea, y que nosotros somos los carbones19 Ellos enseñan, si se les paga, de qué manera pueden ganarse las buenas y malas causas.

FIDÍPIDES
¿Y quiénes son esos hombres?

ESTREPSÍADES
No sé bien cómo se llaman. Son personas buenas dedicadas a la meditación.

FIDÍPIDES
¡Ah, los conozco, miserables! ¿Hablas de aquellos charlatanes pálidos y descalzos, entre los cuales se encuentran el perdido
Sócrates y Querefón?20


ESTREPSÍADES
¡Eh! calla: no digas necedades. Antes bien, Si te conmueven las aflicciones de tu padre, sé Uno de ellos y abandona la equitación.

FIDÍPIDES
No lo haré, por Baco, aunque me dieses todos los faisanes que cría 
Leógoras.21
______________________________________
18 La palabra griega  tiene una gracia intraducible: literalmente significa un pensadero.
19 Doctrina de Hippón de Samos. El escoliasta de Aristófanes dice que en esta opinión fue también ridiculizada por el poeta Crates. En Las aves (v. 101) se pone en boca del geómetra Metón.
20 Querefón era uno de los discípulos más asiduos de Sócrates, según Platón (Apología).Diógenes Laercio (lib. II. Sócrates, 16) dice que a él dio la Pitonisa aquel conocido oráculo: Sócrates es el sabio entre los hombres. Aristófanes le llama  murciélago (Aves, v. 1296 y 1564).
21 Célebre glotón, padre del orador Andócides.
__________________________________________




ESTREPSÍADES
¡Oh! por favor, queridísimo hijo, ve a la escuela.

FIDÍPIDES
Y ¿qué aprenderé?

ESTREPSÍADES
Dicen que enseñan dos clases de discursos: uno justo, cualquiera que sea, y otro injusto22; con el segundo de éstos afirman que
pueden ganar hasta las causas más inicuas. Por tanto, si aprendes el discurso injusto, no pagaré ni un óbolo de las deudas que tengo por tu causa.

FIDÍPIDES
No puedo complacerte. Me sería imposible mirar a un jinete si tuviese el color de la cara tan perdido.

ESTREPSÍADES
Por Demeter, no comeréis ya a mis expensas ni tú, ni tu caballo de tiro, ni tu caballo de silla23; sino que te echaré de casa enhoramala24 .

FIDÍPIDES
Mi tío Megacles no me dejará sin caballos. Me voy, y no hago caso
de tus amenazas.

ESTREPSÍADES
Pues, aunque he caído, no he de permanecer en tierra25, sino que invocando a los dioses iré a esa escuela y recibiré yo mismo las
lecciones. Pero ¿cómo, siendo viejo, olvidadizo y torpe, podré aprender discursos llenos de exquisitas sutilezas? Marchemos. ¿Por qué me detengo y no llamo a la puerta? ¡Esclavo! ¡Esclavo! 




___________________________________
22 Literalmente mejor y peor.
23  designa un caballo marcado con la letra sigma. circunstancia que parece designar un caballo de lujo.
24 Literalmente a los cuervos c L.  .
25 Quiere decir que no se da por vencido.

______________________________________


UN DISCÍPULO
¡Vaya al infierno! ¿Quién golpea la puerta?

ESTREPSÍADES
Estrepsíades, hijo de Fidón, del Cantón de Cicinno26 .

EL DISCÍPULO
¡Por Zeus! campesino habías de ser para golpear tan brutalmente la
puerta y hacerme abortar27 un pensamiento que había concebido.

ESTREPSÍADES
Perdóname, porque habito lejos de aquí, en el campo; pero dime:¿cuál es el pensamiento que te he hecho abortar?

EL DISCÍPULO
No me es permitido decirlo más que a los discípulos.

ESTREPSÍADES
Dímelo sin temor, porque vengo a la escuela como discípulo.

EL DISCÍPULO
Lo diré: pero ten en cuenta que esto debe de ser un misterio.
Preguntaba ha poco Querefón a Sócrates cuántas veces saltaba lo largo de sus patas una pulga que había picado a Querefón en una ceja y se había lanzado luego a la cabeza de Sócrates28 .

ESTREPSÍADES
Y ¿cómo ha podido?...




________________________________
26 Uno de los cantones del Ática.
27 Alusión al oficio de partera que tenía la madre de Sócrates. Éste solía llamarse comadrón de las almas.
28 Burla sobre las espesas cejas de Querefón y la calva de Sócrates.
__________________________

EL DISCÍPULO
Muy ingeniosamente. Derritió un poco de cera, y cogiendo la pulga sumergió en ella sus patitas. Cuando se enfrió la cera, quedó la
pulga con una especie de sandalias persas29. Se las descalzó Sócrates y midió con ellas la distancia recorrida por el salto.

ESTREPSÍADES
¡Supremo Zeus, que inteligencia tan sutil!

EL DISCÍPULO
¿Pues qué dirás si te cuento otra invención de Sócrates?

ESTREPSÍADES
¿Cuál? Dímela, te lo ruego.

EL DISCÍPULO
El mismo Querefón Esfeteniense le preguntó si creía que los mosquitos zumbaban con la trompa o con el trasero.

ESTREPSÍADES
¿Y qué dijo de los mosquitos?

EL DISCÍPULO
Dijo que el intestino del mosquito es muy angosto, y que a causa de su estrechez el aire pasa con gran violencia hasta el trasero, y como el orificio de éste comunica con el intestino, el trasero produce el
zumbido por la violencia del aire.

ESTREPSÍADES
Por lo tanto, el trasero de los mosquitos es una trompeta. ¡Oh tres veces bienaventurado el autor de tal descubrimiento! Fácilmente
obtendrá la absolución de un reo quien conoce tan bien el intestino del mosquito.



________________________________________________
29 Calzado de mujer. Vid. Lisístrata, 229; Las fiestas de Deméter 734; Las mujeres en la asamblea, 319.
_______________



EL DISCÍPULO
Poco ha una salamandra le hizo perder un gran pensamiento.

ESTREPSÍADES
Dime de qué manera.

EL DISCÍPULO
Observando de noche el curso y las revoluciones de la luna, miraba
al cielo con la boca abierta, y entonces una salamandra le arrojó su
excremento desde el techo.

ESTREPSÍADES
¡Linda salamandra que hace sus necesidades en la boca de Sócrates!

EL DISCÍPULO
Ayer por la tarde no teníamos cena.

ESTREPSÍADES
¡Hem! ¿Y qué inventó para encontrar comida?

EL DISCÍPULO
Extendió polvo sobre la mesa, dobló una barrita de hierro30, y,
recogiendo después el compás, escamoteó un vestido de la palestra.

ESTREPSÍADES
¿Por qué admiramos aún a Tales? Abre, abre prontamente la escuela, y preséntame a Sócrates cuanto antes. Me impaciento por
ser su discípulo. ¡Vivo! abre la puerta. ¡Oh Heracles! ¿De qué país son estos animales?31

EL DISCÍPULO
¿De qué te admiras? ¿Con quiénes les encuentras semejanza?
30 Como para hacer una demostración de geometría.
31 Esta transición indica que la puerta se abre y se ve el interior de la escuela.

ESTREPSÍADES
Con los Lacedemonios hechos prisioneros en Pilo32 ¿Pero por qué miran ésos a la tierra?

EL DISCÍPULO
Investigan las cosas subterráneas.

ESTREPSÍADES
Entonces buscan cebollas. No os cuidéis más de eso: yo sé dónde las hay hermosas y grandes. ¿Y qué hacen esos otros con el cuerpo inclinado?

EL DISCÍPULO
Investigan los abismos del Tártaro.

ESTREPSÍADES
¿Para qué mira al cielo su trasero?

EL DISCÍPULO
Es que aprende astronomía por su parte. Pero entrad, no sea que el maestro nos sorprenda.

ESTREPSÍADES
No, todavía no: que estén aquí; tengo que comunicarles un asuntillo mío.

EL DISCÍPULO
Es que no pueden permanecer largo tiempo al aire y en el exterior.

ESTREPSÍADES
¡En nombre de los dioses! ¿qué son estas cosas? Decídmelo.


_____


32 Alude al mal aspecto que éstos debieron presentar a causa del hambre sufrida durante el sitio de aquella ciudad. Vid. Caballeros, passim. Tucídides, IV, 15, 29-38.



EL DISCÍPULO
Ésa es la astronomía.

ESTREPSÍADES
¿Y ésta?

EL DISCÍPULO
La geometría.

ESTREPSÍADES
¿Para qué sirve la geometría?

EL DISCÍPULO
Para medir la tierra.

ESTREPSÍADES
¿La que se distribuye a la suerte?

EL DISCÍPULO
No. Toda la tierra.

ESTREPSÍADES
¡Gracioso dicho! He aquí una idea muy popular y útil33 .

EL DISCÍPULO
He aquí todo el circuito de la tierra. ¿Ves? Aquí está Atenas.

ESTREPSÍADES
¿Qué dices? No te creo. No veo a los jueces en sesión34 .

_________________________
33 PLUTARCO (Vida de Pericles, 34) asegura que Pericles calmó la irritación del pueblo contra la guerra prometiendo distribuir los campos conquistados. Después de la toma de Mitilene, realizó esta promesa, dividiéndola en tres mil lotes (TUC. III, 50).
34 Alusión a la manía de juzgar de los Atenienses, criticada en Las avispas.
_______________________

EL DISCÍPULO
Sin embargo, éste es verdaderamente el territorio del Ática.

ESTREPSÍADES
¿Y dónde están los Cicinenses mis compatriotas?

EL DISCÍPULO
Helos aquí; y mira también la Eubea, que, como ves, es muy larga.

ESTREPSÍADES
Lo sé: Pericles y vosotros la habéis sometido a mil torturas 35 Pero ¿dónde está Lacedemonia?

EL DISCÍPULO
¿Que dónde está? Hela aquí.

ESTREPSÍADES
¡Cuán cerca de nosotros! Meditad sobre esto y alejadla todo lo que se pueda.

EL DISCÍPULO
Por Zeus, eso es imposible.

ESTREPSÍADES
Pues ya os pesará. ¡Calla! ¿y quién es ese hombre suspendido en el
aire en un cesto?

EL DISCÍPULO
Él.

ESTREPSÍADES
¿Quién es él?

______________________________
35 El verbo griego : significa extender y torturar.
______________________


EL DISCÍPULO
Sócrates.

ESTREPSÍADES
¡Sócrates! Anda y llámale fuerte.

EL DISCÍPULO
Llámale tú; que yo no tengo tiempo.

ESTREPSÍADES
¡Sócrates! ¡Sócrates!

SÓCRATES
Mortal36. ¿Por qué me llamas?

ESTREPSÍADES
Ante todo, te ruego que me digas qué es lo que haces ahí.

SÓCRATES
Camino por los aires y contemplo el Sol.

ESTREPSÍADES
Por tanto, ¿miras37 a los dioses desde tu cesto y no desde la tierra?
Si no es que...

SÓCRATES
Nunca podría investigar con acierto las cosas celestes si no suspendiese mi alma y mezclase mis pensamientos con el aire que
se les parece38 . Si permaneciera en el suelo para contemplar las
regiones superiores no podría descubrir nada porque la tierra atrae a


________________________
36 La palabra griega es mucho más enfática, y literalmente traducida significa efímero, criatura de un día.
37 Y: significa mirar de alto a bajo (despicere) y también menospreciar.
38 Alusión a las ideas de Anaxímenes Milesio, que decía eran principio de todas las cosas el aire y el infinito y que el alma se parecía a aquel primer elemento.
____________________________


sí los jugos del pensamiento lo mismo exactamente que sucede con
los berros.

ESTREPSÍADES
¿Qué hablas? ¿El pensamiento atrae la humedad de los berros? Pero,
querido Sócrates, baja, para que me enseñes las cosas que he venido
a aprender.

SÓCRATES
¿Qué es lo que te ha hecho venir?

ESTREPSÍADES
El deseo de aprender a hablar. Los usureros los acreedores más intratables me persiguen sin descanso y destruyen los bienes que les
he dado en prenda.

SÓCRATES
¿Cómo te has llenado de deudas sin darte cuenta?

ESTREPSÍADES
Me ha arruinado la enfermedad de los caballos, cuya voracidad es
espantosa. Pero enséñame uno de tus dos discursos, aquel que sirve
para no pagar. Sea cual fuere el salario que me pidas, juro por los
dioses que te lo he de satisfacer.

SÓCRATES
¿Por qué dioses juras? En primer lugar, es preciso que sepas que los
dioses no son ya moneda corriente entre nosotros.

ESTREPSÍADES
¿Pues por quién juráis? Acaso por las monedas de hierro, como en
Bizancio.

SÓCRATES
¿Quieres conocer perfectamente las cosas divinas y saber sin engaño
lo que son?

ESTREPSÍADES
Sí, por Zeus, a ser posible.

SÓCRATES
¿Y hablar con las Nubes, nuestras divinidades?

ESTREPSÍADES
Mucho más.

SÓCRATES
Siéntate, pues, en el lecho sagrado.

ESTRIEPSIADES
Ya estoy sentado.

SÓCRATES
Coge esta corona.

ESTREPSÍADES
¿Para qué la corona? ¡Ay de mí!, Sócrates, no me sacrificarás como
a Átamas39 .

SÓCRATES
No: hacemos t
odas estas ceremonias con los iniciados.

ESTREPSÍADES
¿Y qué ganaré con esto?

______________________________
39 Alusión a una tragedia de Sófocles en que Átamas era llevado al sacrificio coronado de flores. Átamas abandonó a su mujer Nefele (la Nube), que se refugió en el Cielo, haciendo sufrir una prolongada sequía al país de su marido. Éste, para evitar tamaño azote, se ofreció a sí mismo en sacrificio; pero en el momento de ir a ser inmolado fue salvado por Heracles. El recuerdo de Átamas, con preferencia a otra víctima, es muy natural en esta comedia por la circunstancia de ser marido de la Nube.
_____________________________

SÓCRATES
Llegarás a ser un molino de palabras, un verdadero cascabel, fino
como la flor de la harina: pero no te muevas.

ESTREPSÍADES
No me engañas, por Zeus; si continúas empolvándome de ese modo
me convertiré pronto en flor de harina40 .

SÓCRATES
Es necesario guardar silencio, anciano, y escuchar atentamente mis súplicas. Soberano señor, Aire inmenso que rodeas la sublime tierra, Éter luminoso, y vosotras Nubes diosas venerables, que engendráis
los rayos y los truenos, levantaos, soberanas mías, y mostraos al filósofo en las alturas.

ESTREPSÍADES
No, todavía no, hasta que me cubra la cabeza con el manto doblado,
no sea que me moje. ¡Pobre de mí! haber salido de casa sin mi
montera de piel de perro.

SÓCRATES
Venid pues, oh Nubes venerables, y mostraos ante él, ora ocupéis la
sagrada cumbre del nevado Olimpo, ora forméis con las Ninfas la
danza sagrada en los jardines del padre Océano, ora recojáis en
urnas de oro las aguas del Nilo, ora residáis en la laguna Meotis, o
sobre las nevadas rocas del Mimas; oídme, aceptad mi sacrificio y
mirad complacidas estas sagradas ceremonias.

CORO DE NUBES
Del seno mugiente del Océano, nuestro padre, levantémonos, Nubes
eternas, ligeras por nuestra naturaleza vaporosa, a las altas cumbres
de los montes coronados de árboles seculares. Desde ellas veremos


_______________________________________
40 Sócrates (según el escoliasta) esparcía harina sobre la cabeza de Estrepsíades, como se acostumbraba a hacer con las tortas de los sacrificios.
a lo lejos el horizonte montuoso, la tierra sagrada, madre de los
frutos, el curso de los ríos divinos, y el mar que murmura
profundamente. Puesto que el ojo infatigable del Éter brilla siempre
con resplandeciente luz, disipemos la niebla oscura que nos rodea, y
mostrémonos a la tierra con todo el esplendor de nuestra belleza
inmortal.
___________________

SÓCRATES
Indudablemente, habéis escuchado mis votos ¡oh Nubes venerables!
¿Has oído tú su voz acompañada de los mugidos del trueno?
ESTREPSÍADES
Yo también os adoro, santas Nubes, y quiero responder a vuestros
truenos41; a ello me obligan el miedo y el temblor; así que, sea o no
lícito, quiero desahogarme42 .
SÓCRATES
No te burles, ni hagas lo que esos cómicos miserables43 ¡Silencio!
Una multitud de diosas se adelantan cantando.
CORO
Vírgenes imbríferas44 vamos a visitar el pingüe territorio de Palas y
la amable tierra de Cécrope, patria de tan grandes hombres, donde se
celebra el culto de los sagrados misterios, se ven el sant uario místico
de las santas iniciaciones45, las ofrendas a los habitantes del Olimpo,
los elevados templos y las estatuas de los dioses, las procesiones
religiosas, los sacrificios a las coronadas divinidades y los festines
de todas las estaciones; y, cuando con la primavera vuelve la fiesta

__________
41 Vestrisque volo tonitrubus oppeaere.
42 Volo cacare.
43 Literalmente tiznados con heces de vino.
44 o ¡fpotopoL en el original.
45 El templo de Demeter Eleusis.
de Baco, los certámenes de los resonantes coros, y el grave sonido
de las flautas.
______________________

ESTREPSÍADES
¡Por Zeus! Sócrates, dime: ¿quiénes son aquellas mujeres que han
cantado con tanta majestad? ¿Son algunas heroínas?
SÓCRATES
No; éstas son las celestes Nubes, grandes diosas de los hombres
ociosos; que nos dan el pensamiento, la palabra y la inteligencia, el
charlatanismo, la locuacidad, la astucia y la comprensión.
ESTREPSÍADES
He aquí por qué al oírlas parece que mi alma va a volar, y ya desea
discutir sobre sutilezas, hablar del humo; contradecir y oponer
argumentos contra argumentos. Así es que desearía, si fuese posible,
verlas personalmente.
SÓCRATES
Mira hacia aquel lado, hacia el monte Parneto. Yo las veo descender
con lentitud.
ESTREPSÍADES
¿Dónde? Enséñame.
SÓCRATES
Míralas; vienen oblicuamente en gran número, a través de los valles
y los bosques.
ESTREPSÍADES
Pero ¿qué es esto? ¡Si no las distingo!
SÓCRATES
Ahí, junto a la entrada.
ESTREPSÍADES
Al fin las entreveo.
SÓCRATES
Ahora las verás perfectamente si no tienes telarañas en los ojos 46 .
ESTREPSÍADES
Sí, por Zeus: ¡oh diosas venerables! ya ocupan toda la escena.
SÓCRATES
¡Y tú que ignorabas su existencia y no las tenías por diosas!
ESTREPSÍADES
No por cierto: pero las creía niebla, humo o rocío.
SÓCRATES
¡Por Zeus! ¿no sabes que éstas alimentan a multitud de sofistas, a
los adivinos de Turios, a los médicos, a los holgazanes que no se
ocupan más que de sus uñas, sortijas y cabellos, a los autores de
ditirambos y a los charlatanes de vaciedades sublimes? A todos
éstos los alimentan, porque las celebran en sus cantos.
ESTREPSÍADES
¿Por eso cantan en sus versos el ímpetu veloz de las húmedas Nubes
que lanzan deslumbradores relámpagos, los cabellos erizados de
Tifón, el de las cien cabezas. y las tempestades furiosas como aves
de rapiña, que vuelan por el éter, nadando por el aire y los torrentes
de lluvia que derraman las Nubes?47 Y en premio de estos versos se
comen los más grandes peces y la carne delicada de los tordos.
SÓCRATES
¿Por causa de ellas, no es justo?


____________________
46 Nisi gramias in oculis habes instar cucurbitae,
47 Parodia del estilo hinchado e incoherente que solían emplear los malos poetas ditirámbicos.
ESTREPSÍADES
Pero dime: si en realidad son Nubes; en que consiste que parecen
mujeres y sin embargo no lo son?
____________


SÓCRATES
¿Pues qué son entonces?
ESTREPSÍADES
No lo sé bien: ahora me parecen copos de lana, pero de ninguna
manera mujeres. Éstas, sin embargo, tienen narices.
SÓCRATES
Vamos, responde a mis preguntas.
ESTREPSÍADES
Pregunta lo que quieras.
SÓCRATES
¿No has visto alguna vez, mirando al cielo, una Nube parecida a un
centauro, a un leopardo, a un lobo o a un toro?
ESTREPSÍADES
Sí, en verdad; ¿y a qué viene esto?
SÓCRATES
A probarte que se transforman como quieren. Así, cuando ven a un
hombre de larga cabellera y pecho velludo como el hijo de
Jenofante, se burlan de su locura, cambiándose en centauros.
ESTREPSÍADES
¿Y qué hacen cuando ven a Simón, ladrón del tesoro público?
SÓCRATES
Para poner de manifiesto sus costumbres, se transforman en lobos.
ESTREPSÍADES
Por eso ayer al distinguir a Cleónico, que arrojó su escudo para huir,
al verle tan cobarde se cambiaron en ciervos.
SÓCRATES
Y ¿ves ahora? Al mirar a Clístenes se han transformado en mujeres.
ESTREPSÍADES
¡Salud, oh diosas! Si alguna vez lo habéis hecho por un mortal,
romped vuestro silencio y dejad oír vuestra celeste voz, reinas
omnipotentes.
CORO
Salud, investigador de la sabiduría: y tú, sacerdote de las vaciedades
más inútiles, di para qué nos necesitas. Porque a ningún sofista de
los que investigan las cosas del cielo escuchamos con tanto placer
como a ti, excepto a Pródico: a éste le atendemos por su ingenio y
por su ciencia; a ti por tu andar arrogante, por tu mirar desdeñoso, tu
sufrimiento en caminar desnudo, y la majestad que imprimes a tu
fisonomía.
ESTREPSÍADES
¡Oh Tierra, qué voz tan sagrada, venerable y prodigiosa!
SÓCRATES
Es que ellas son las únicas diosas; todas las demás son pura ficción.
ESTREPSÍADES
Pero entonces, dime, por la sagrada Tierra: ¿Zeus olímpico no es
dios?
SÓCRATES
¿Cuál Zeus? Tú te burlas. No hay tal Zeus.
ESTREPSÍADES
¿Qué estás diciendo? ¿,Pues quién hace llover? Demuéstrame esto
antes de todo.
SÓCRATES
Ellas: y voy a demostrarlo con grandes razones. ¿Has visto alguna
vez que Zeus haga llover sin Nubes? Si fuese él, sería necesario que
lloviese estando el cielo sereno y después de haberlas disipado.
ESTREPSÍADES
Perfectamente: por Apolo, tu argumento me ha convencido. Yo
creía antes, como cosa cierta, que Zeus para hacer llover orinaba en
una criba. Pero dime: ¿quién produce el trueno? Esto me hace
temblar.
SÓCRATES
Las Nubes truenan cuando se revuelven sobre sí mismas.
ESTREPSÍADES
¿De qué manera, hombre audaz?
SÓCRATES
Cuando están muy llenas de agua y se ponen en movimiento
arrastradas por su propio peso, al caer se entrechocan y rompen con
estrépito.
ESTREPSÍADES
Pero ¿quién las empuja para que se entrechoquen? ¿Acaso Zeus?
SÓCRATES
De ningún modo: las empuja el Torbellino etéreo.
ESTREPSÍADES
¿El Torbellino? En verdad, ignoraba que Zeus no existía y que
reinaba por él el Torbellino. Pero nada me has enseñado todavía de l
fragor de los truenos.
SÓCRATES
¿No me has oído decir que cuando las Nubes llenas de agua caen
unas sobre otras producen ese fragor a causa de su densidad?
ESTREPSÍADES
¿Y cómo he de creer eso?
SÓCRATES
Observando lo que a ti mismo te sucede, como voy a demostrarte.
Cuando en las Panateneas cenas tanto que se te desarregla el vientre;
¿no has notado que éste produce de repente algunos ruidos?
ESTREPSÍADES
Sí a fe mía: y en seguida me atormenta, y se revuelve, ruge como el
trueno, y después estalla con estrépito. Primero hace, con ruido
apenas perceptible, pax; luego papax, en seguida papappax, y
cuando hago mis necesidades es un verdadero trueno pappappax, lo
mismo que las Nubes.
SÓCRATES
Considera el gran ruido que haces con tu pequeño vientre: ¿será,
pues, inverosímil el que el aire inmenso truene con estrepitoso
fragor? Por eso las palabras trueno y ventosidad son semejantes.
ESTREPSÍADES
Pero dime: ¿de dónde provendrá el rayo resplandeciente que a unos
los reduce a cenizas y a otros los toca sin matarlos? Evidentemente
Zeus es quien lo lanza contra los perjuros.
SÓCRATES
Pobre tonto, más viejo que el tiempo, la luna y el pan! ¿Cómo, si
hiere a los perjuros. no ha abrasado ni a Simón, ni a Cleónimo, ni a
Teoro? Éstos son no poco perjuros. Sin embargo, vemos que hiere a
su propio templo, al promontorio Sunio, y a las gigantescas encinas.
¿Por qué causa? Una encina jamás es perjura.
ESTREPSÍADES
No lo sé, pero me parece que discurres bien. Pero dime: ¿qué es el
rayo?
SÓCRATES Si un viento seco se eleva y se encierra dentro de las Nubes, las hincha como si fueran una vejiga; después cuando su misma fuerza las revienta se escapa violentamente comprimido por su densidad, y el ímpetu terrible con que estalla hace que se encienda a sí mismo.

ESTREPSÍADES En verdad, lo mismo me sucedió una vez en las fiestas de Zeus. Asaba para mi familia un vientre sin haber tenido la precaución de hacerle algunas incisiones; se había hinchado mucho, y de repente reventó por medio y me saltó a los ojos su interior quemá ndome la cara.

CORO ¡Oh tú que deseas aprender los arcanos de la ciencia, cuán dichoso serás entre los Atenienses y los demás Griegos si tienes memoria y aplicación y un alma constante para el sufrimiento; si no te cansas ni de permanecer quieto, ni de caminar; si no te hace mella el frío, ni deseas comer; si te abstienes del vino, de los ejercicios gimnásticos y de otras necedades, y piensas que es lo mejor y lo más propio de un hombre digno el sobresalir en las obras, en los consejos y en los combates de la palabra!
ESTREPSÍADES Si te hace falta un alma dura e insensible a los desveladores cuidados, y un estómago frugal acostumbrado a las privaciones y capaz de alimentarse con ajedrea, puedes contar conmigo; mi cuerpo es tan duro como un yunque.

SÓCRATES Promete también no reconocer ya más dioses que los que nosotros veneramos en concepto de tales; a saber: el Caos, las Nubes y la Lengua; he aquí las tres divinidades.

ESTREPSÍADES
Nunca hablaré de otras aunque me tropezase con ellas, ni las
honraré con sacrificios, libaciones ni incienso.
CORO
Pide ahora confiadamente lo que deseas de nosotros, y lo obtendrás,
si nos honras, nos admiras y procuras ser hombre hábil.
ESTREPSÍADES
¡Oh dioses! Lo que os pido es lo menos que puede pedirse; haced
tan sólo que sea el más elocuente de los Griegos.
CORO
Concedido: ningún hombre de estos tiempos te superará en hacer
bellos discursos.
ESTREPSÍADES
No: eso no es lo que deseo, porque, a mí jamás se me ocurre
pronunciar grandes sentencias. Tan sólo quiero resolver en mi favor
los pleitos y escapar de las manos de los acreedores.
CORO
Se cumplirá lo que deseas, pues no apeteces cosas imposibles. Ponte
confiadamente en manos de uno de nuestros sacerdotes.
ESTREPSÍADES
Haré lo que me mandáis, pues la necesidad aprieta por causa de los
caballos y el matrimonio, que me han perdido. Hagan éstos de mí
ahora todo cuanto les plazca; yo les entrego mi cuerpo para que lo
destrocen a fuerza de golpes, hambre, sed, calor y frío, y si quieren
conviertan mi piel en una bota, con tal que no pague mis deudas y
pase por hombre atrevido, charlatán, temerario, sin vergüenza,
costal de mentiras, inventor de frases, trillado en los pleitos,
litigante perpetuo, molino de palabras, zorro astuto, penetrante
barreno, correa flexible, disimulado, escurridizo, fanfarrón,
insensible como el nudo de las maderas, impuro, veleta, y parásito
impudente. Si todos los que me encuentran, llegan a saludarme con
todos estos calificativos, hagan mis maestros cuanto les agrade de
mi persona; y si les gusta, por Demeter, embutan mis intestinos y
sírvanselos a los filósofos.
CORO
Este hombre tiene una voluntad pronta y valiente. Ten entendido
que la ciencia que te vamos a enseñar te hará conseguir tal gloria
entre los mortales, que te levantará hasta el ci elo.
ESTREPSÍADES
Y ¿qué me Sucederá?
CORO
Que mientras vivas, gozarás con nosotras una existencia
extremadamente feliz.
ESTREPSÍADES
¿Acaso llegaré a ver eso?
CORO
Habrá constantemente muchos sentados a tu puerta, deseando
consultarte, hablar contigo y deliberar sobre infinitos pleitos y
negocios en que se cruzarán sumas inmensas. (A Sócrates) Pero
enseña al viejo algunas de tus lecciones, sondea su espíritu y explora
los alcances de su ingenio.
SÓCRATES
Ea, dime qué clase de carácter tienes, para que, una vez conocido,
pueda dirigir contra él nuevas máquinas.
ESTREPSÍADES
¡Cómo! ¿Acaso piensas asaltarme como si fuera una muralla?
SÓCRATES
No: solamente quiero hacerte algunas breves preguntas. En primer
lugar, ¿tienes memoria?
ESTREPSÍADES
Sí, por cierto, y de dos clases. Si me deben, tengo una memoria
excelente; pero si debo ¡pobre de mí! soy muy olvidadizo.
SÓCRATES
¿Tienes alguna disposición natural para la elocuencia?
ESTREPSÍADES
Para la elocuencia no, pero sí para el fraude.
SÓCRATES
Entonces ¿cómo podrás aprender?.
ESTREPSÍADES
Perfectamente, no te inquietes por eso.
SÓCRATES
Ea, manos a la obra; en cuanto yo te proponga alguna cuestión sobre
las cosas celestes, te apoderas de ella inmediatamente.
ESTREPSÍADES
¡Qué! ¿Es preciso atrapar la sabiduría como un perro arrebata una
tajada?
SÓCRATES
¡Vaya un hombre ignorante y bárbaro! Me parece, anciano, que vas
a necesitar algún correctivo. Vamos a ver, ¿qué haces cuando
alguno te apalea?
ESTREPSÍADES
Me dejo apalear; después tomo testigos; en seguida ejercito mi
acción ante el tribunal.
SÓCRATES
Ea, quítate el vestido.
ESTREPSÍADES
¿Te he ofendido en algo?
SÓCRATES
No; pero la costumbre es entrar desnudo48 .
ESTREPSÍADES
Yo no vengo aquí a buscar ninguna cosa robada49 .
SÓCRATES
Abajo el vestido. ¿A qué decir tantas sandeces?
ESTREPSÍADES
Dime sólo una cosa. Si soy muy aplicado y estudio con grande afán
¿a cuál de tus discípulos me pareceré?
SÓCRATES
Serás enteramente semejante a Querefón.
ESTREPSÍADES
¡Ay desgraciado de mí! Entonces seré un cadáver ambulante.
SÓCRATES
No charles tanto. Apresúrate y sígueme hacia ese lado
ESTREPSÍADES
Dame antes una torta de miel, porque, al entrar ahí, siento tanto
miedo como si bajase a la cueva de Trofonio50 .
__________________________
48 Como en los misterios.
49 El que penetraba en una casa para buscar un objeto que le había sido robado y que suponía se hallaba escondido debía, para evitar fraude, despojarse de sus vestidos.
____________
SÓCRATES
Anda: ¿por qué te detienes en la puerta?
CORO
Marcha regocijado, sin que disminuya tu valor por eso. Ojalá tenga
feliz éxito la empresa de este hombre, que en edad provecta ilustra
su inteligencia con ideas nuevas y cultiva la sabiduría51 .
Espectadores, os diré francamente la verdad; lo juro por Baco, de
quien soy discípulo. Así salga yo vencedor y sea tenido por sabio,
como es cierto, que creyéndoos personas de buen gusto sometí por
primera vez a vuestra aprobación esta comedia, la mejor de las mías,
trabajada con exquisito esmero. Y sin embargo, a pesar de no
merecer tal desgracia, fui vencido por rivales ineptos. Por esto me
quejo de vosotros, ilustrados jueces, a quienes dediqué mis trabajos.
Pero no por tal motivo he de recusar la opinión de los doctos, ante
quienes es tan agradable comparecer, y que oyeron con tanta
complacencia a mi Prudente y mi Deshonesto52 cuando yo, virgen
aún porque no me era lícito parir53 expuse el fruto de mi ingenio,
que recogido por otra madre54 fue educado liberalmente por
vosotros; desde lo cual creía tener asegurada vuestra benevolencia.
Ahora, pues, se presenta mi Comedia como una nueva Electra
buscando con la vista a aquellos sabios espectadores; y de seguro
que reconocerá, en cuanto lo vea, el rizo de su hermano. Reparad la
decencia de sus costumbres. Es la primera que aparece en la escena
sin venir armada de un instrumento de cuero, rojo por la punta,
grueso y a propósito para hacer reír a los niños55; que no se burla de


____________________________________
50 Con objeto de impedir el que pudieran ser reconocidos los resortes de la cueva de este célebre oráculo, los que penetraban en ella llevaban las manos ocupadas con tortas de miel para evitar,según decían los sacerdotes, las mordeduras de las serpientes.
51 Principia la parábasis.
52 Personajes de la primera comedia de Aristófanes Los convidados.
53 No tenía edad suficiente para estrenar comedias.
54 Alude a Filónides y Calístrato, que presentaron como suya la primera comedia de Aristófanes.
55 Descripción del falo.
_________________


los calvos ni baila el córdax56; que no introduce un viejo golpeando con su bastón a todos los que encuentra para disimular la grosería de sus chistes, ni asalta la escena agitando una antorcha y gritando ¡Jo! ¡Jo!; ni confía más que en sí misma y sus versos. Y yo, que soy su autor, ciertamente no me enorgullezco57 por tal cosa, ni procuro engañaros, presentándola dos y tres veces. Sino que siempre invento comedias nuevas, que no se parecen entre sí y son todas bellas e ingeniosas. Cuando Cleón estaba en todo su poder yo le he atacado frente a frente58, pero en cuanto cayó cesé de insultarle. Los demás poetas, desde que Hipérbolo dio el ejemplo, atacan sin cesar al desgraciado sin perdonar ni a su madre. El primero de todos fue Éupolis, el cual presento en escena su Maricás que no era otra cosa que un mal arreglo de mis Caballeros; sólo añadió una vieja embriagada que bailase el córdax, personaje inventado mucho tiempo hace por Frínico59, que la exponía a la voracidad de un monstruo marino. Después Hermipo presentó a Hipérbolo; y todos los demás cayeron sobre Hipérbolo imitando mi comparación de las anguilas. ¡Ojalá los que ríen en sus comedias no se diviertan con las mías! En cuanto a vosotros, que os deleitáis con mi persona einvenciones, seréis considerados en el porvenir como personas de buen gusto.
SEMICORO Invoco primeramente en favor de este coro al gran Zeus, rey del cielo y señor de los dioses; después al prepotente numen cuyo tridente irresistible conmueve la tierra y los salados mares; y a ti,nuestro ilustre padre, venerable Éter, alma de todas las cosas; y a ti,oh Sol, domador de corceles, que vivificas la tierra con tus brillantes rayos, y eres divinidad poderosa entre los inmortales y los hombres.


____________________________
56 Baile lascivo usado en la comedia antigua.
57 El verbo Ko¡áw significa enorgullecerse y tener buenos cabellos. Aristófanes era calvo, por lo cual esta palabra es muy graciosa en sus labios.
58 Literalmente: "Le he herido en el vientre". Alude a Los caballeros.
59 Frínico el comediógrafo.
_______


CORO Sabios espectadores, parad en esto la atención.. Nos quejamos de la injusticia con que nos tratáis; puesto que recibiendo de nosotras vuestra ciudad más beneficios que de todos los demás dioses, sin embargo, ni sacrificáis ni hacéis libaciones en honor de vuestras conservadoras. Si sedecreta alguna expedición insensata, inmediatamente tronamos o llovemos. Cuando elegisteis general al zurrador Paflagonio60, enemigo de los dioses, fruncimos las cejas y dimos muestras de grande indignación; brilló el rayo acompañado de los estallidos del trueno; la luna abandonó su acostumbrado camino; y el sol61, retirando su antorcha, negó sus resplandores a la tierra si Cleón era general. Sin embargo, le elegisteis, y desde entonces dicen que todas vuestras determinaciones son desacertadas,pero que los dioses convierten en buenas las faltas que cometéis. Os enseñaremos fácilmente la manera de aprovecharos de esto: apoderaos de Cleón, de esa paviota voraz, y, después de condenarle por ladrón y sobornador, encabrestadlo y ahorcadlo contra una viga: de esta manera repararéis vuestra falta y conseguiréis que produzca resultados en favor de la república.

SEMICORO Acude tú también, Febo soberano, dios de Delos, habitante de las elevadas y rocallosas cumbres del Cintio; y tú, Ártemis inmortal,que tienes en Éfeso templo de oro, donde te sirven magníficamente las hijas de los Lidios; y tú, Atenea, diosa de nuestra patria, señora de la égida, patrona de esta ciudad; y tú alegre Baco, que vagas por la cima del Parnaso, al resplandor de las teas, entre las bacantes de Delfos.
CORO Cuando íbamos a marchar, la luna se ha acercado a nosotros y nos ha encargado en primer lugar que saludemos a los Atenienses y a



_______________
60 Cleón, en Los caballeros.
61 Aristófanes parece aludir al eclipse que, según Tucídides, tuvo lugar el año octavo de la guerra del Peloponeso a la hora del medio día.

________________________
sus aliados. Después se ha mostrado enojada por la manera atroz
con que la habéis tratado, cuando ella os presta mil servicios no de
palabra sino de obra. Primeramente os economiza lo menos un
dracma de luz cada mes; puesto que todos los que salen al oscurecer
dicen a su criado: "No compres antorchas porque la luz de la luna es
muy hermosa". También dice que os hace otros muchos beneficios.
Vosotros, en cambio, alteráis de un modo lamentable el orden de los
días62 . Así es que en todos ellos tiene que sufrir las quejas, de los
dioses cuando vuelven a sus palacios frustradas sus esperanzas de
una cena, que debía ofrecérseles según el primitivo orden de los
días. Cuando es ocasión de hacer sacrificios, os halláis ocupados en
los tribunales. Cuando una ayuna llorando la muerte de Memnón o
Sarpedón63, otros ríen y beben. Por eso nosotras hemos arrebatado
su corona a Hipérbolo cuando designado por la suerte acudía esta
año a la asamblea de los Anfictiones. Así aprenderá a arreglar los
días conforme a las revoluciones de la luna.
SÓCRATES
Juro por la respiración, por el caos y por el aire, no haber visto
nunca un hombre tan grosero, tan estúpido y tan olvidadizo Las
sutilezas más sencillas las olvida antes de haberlas aprendi do Sin
embargo, le llamaré a la luz del día. ¡Hola, Estrepsíades! Sal aquí y
tráete la cama.
ESTREPSÍADES
No me dejan llevarla las chinches.
SÓCRATES
Colócala pronto y préstame atención.
ESTREPSÍADES
Heme aquí.


_________________
62 Este pasaje alude probablemente a la confusión que se introdujo en el calendario griego por causa del arreglo hecho por el astrónomo Metón.
63 Hijos de Zeus.
____
SÓCRATES
¡Aa! dime: ¿cuál de las cosas que ignoras quieres aprender primero:
los versos, la medida o el ritmo?
ESTREPSÍADES
La medida. Precisamente un comerciante de harina me defraudó el
otro día dos kénices64 .
SÓCRATES
No te pregunto eso; sino qué medida te parece más hermosa, la de
tres o la de cuatro65 .
ESTREPSÍADES
Ninguna hay mejor que el semisextario66 .
SÓCRATES
¡Pobre hombre! Sólo dices necedades.
ESTREPSÍADES
¿Qué apuestas a que el semisextario es la medida de cuatro?
SÓCRATES
¡ve enhoramala! ¡Cuidado que eres díscolo y grosero! Vamos a ver
si aprendes con más facilidad algo del ritmo.
ESTREPSÍADES
¿De qué me servirá el ritmo para vivir?

____________________
64 El Kénice ático (Xoiivu.) equivalía a litros 1,08.
65 Literalmente el trímetro o el tetrámetro. Sócrates habla de la medida de los versos, y Estrepsíades entiende la medida ordinaria.
66 El semisextario (f ¡ícKrov) valía cuatro kénices, lo que en Sentir del viejo equivale al tetrámetro.
________________________

SÓCRATES
Serás amable y chistoso cuando conozcas el ritmo enoplio67 y el del
dáctilo.
ESTREPSÍADES
¿El del dáctilo? Por Zeus, ya le conozco.
SÓCRATES
Pues dilo.
ESTREPSÍADES68
Éste. Cuando era joven me servía de este otro.
SÓCRATES
Eres tonto y grosero.
ESTREPSÍADES
Pero, desdichado, ¡si yo no quiero aprender ninguna de esas cosas!
SÓCRATES
¿Pues cuáles quieres?
ESTREPSÍADES
Aquel, aquel razonamiento injusto.
SÓCRATES
Pero antes es necesario aprender otras cosas. En primer lugar tienes
que saber cuáles son los animales machos.
ESTREPSÍADES
¿Pues no lo sé, o acaso estoy loco? El carnero, el cabrán, el toro, el
perro, el faisán...69
__________________________________
67 El ritmo enoplio se componía de dos dáctilos y un espondeo.
68 Dáctilo significa dedo. Estrepsíades usa esta palabra en un
doble sentido, que debía comprenderse por medio de la acción.
______________

SÓCRATES
¿Ves lo que haces? Llamas faisán a la hembra lo mismo que al
macho.
ESTREPSÍADES
¿Cómo es eso?
SÓCRATES
¿Cómo? Faisán y faisán.
ESTREPSÍADES
Verdad es lo que dices, por Posidón ¿Pero de qué modo llamaré a la
hembra?
SÓCRATES
Faisana y al otro faisán.70

ESTREPSÍADES
Faisana. Tienes razón, por el Aire. Sólo por eso he de llenar de trigo
tu troj71 .
SÓCRATES
Nueva falta. Haces masculino un nombre femenino.
ESTREPSÍADES
¿Cómo hago masculina la troj?
SÓCRATES
Lo mismo que diciendo Cleón72
___________________________
69 En griego, a AcKrpvwÉv -(gallo). Hacemos esta variación para que se entienda con más facilidad lo siguiente.
70 AAcKrcpvÉaLvav rov b cxrcpov aAcÉKropa.
71 Lit.: de harina tu artesa. Como todos los argumentos de Sócrates se fundan en tener Kápbo:o (artesa) terminación masculina no obstante ser del género femenino, hemos tenido que buscar un equivalente para hacer inteligible el pasaje.

__________________________________
ESTREPSÍADES
¿Por qué razón? Explícate.
SÓCRATES
Dices troj lo mismo que Cleón.
ESTREPSÍADES
Pero, querido, si Cleón no tenía troj y amasaba la harina en un
mortero redondo. Acabemos. ¿Cómo deberé decir?
SÓCRATES
¿Cómo? Diciendo troja como dices Sóstrata.
ESTREPSÍADES
¡Troja!
SÓCRATES
Así está bien.
ESTREPSÍADES
De modo que debe decirse troja, Cleona.
SÓCRATES
También debes aprender a distinguir en los nombres de las personas
cuáles son masculinos y cuáles femeninos.
ESTREPSÍADES
Conozco perfectamente los que son femeninos.
SÓCRATES
Di algunos.
ESTREPSÍADES
Lisila, Fina, Clitágora, Demetria.
________________
72 El texto original dice: Cleónimo
_____________
SÓCRATES
¿Y qué nombres son masculinos?
ESTREPSÍADES
Muchísimos. Filóxeno, Melexias, Aminias.
SÓCRATES
Pero, tonto, ésos no son masculinos.
ESTREPSÍADES
¿No son masculinos para vosotros?
SÓCRATES
De ninguna manera. ¿Cómo dirás para llamar a Aminias?
ESTREPSÍADES
¿Cómo diré? así: ¡Aminia! ¡Aminia!73

SÓCRATES
¿Lo ves? Ya llamas a Aminias como si fuera una mujer.
ESTREPSÍADES
¿Y no es justo llamar así al que no va al ejército? ¿Pero para qué
aprendo lo que todos sabemos?
SÓCRATES
Para nada, en verdad. Pero acuéstate ahí...
ESTREPSÍADES
¿Qué hago?
SÓCRATES
Pensar un Poco en tus asuntos.

_______________________
73 El vocativo de Aminias tiene en griego terminación igual a la femenina
__
ESTREPSÍADES
Por favor, no me mandes tenderme en esa cama Si es de todo punto
preciso el acostarse, déjame meditar sobre el duro suelo.
SÓCRATES
Eso es imposible
ESTREPSÍADES
¡Infeliz de mí, cuánto me van a atormentar hoy las chinches!
SÓCRATES
Medita y reflexiona; reconcentra tu espíritu, y hazle discurrir en
todos sentidos. Cuando tropieces con alguna dificultad, pasa
inmediatamente a otro asunto, y así el dulce sueño huirá de tus
párpados.
ESTREPSÍADES
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
SÓCRATES
¿Qué te pasa? ¿Qué te aflige?
ESTREPSÍADES
Perezco miserablemente; las chinches, que brotan de esta cama, me
muerden, me desgarran los costados, me chupan la sangre, me
ulceran todo el cuerpo74 y me matan.
SÓCRATES
No te quejes tan fuerte.
ESTREPSÍADES
Cómo no he de gritar si he perdido mis bienes, mi sangre, mi alma y
mis zapatos, y para colmo de males voy a perder aquí lo poco que
me queda.
_______________
74 Et testículos evellunt, et culum perfodiunt.
_____________
SÓCRATES
¡Eh, tú! ¿qué haces? ¿No meditas?
ESTREPSÍADES
Sí, por Posidón.
SÓCRATES
¿Y en qué piensas?
ESTREPSÍADES
Pienso en si dejarán algo de mí las chinches.
SÓCRATES
Te perderás sin remedio.
ESTREPSÍADES
¡Pero, buen hombre, si ya estoy perdido!
SÓCRATES
No desfallezcas, y envuélvete bien. Es preciso discurrir algún
fraude, algún paliativo.
ESTREPSÍADES
¡Ay! ¿Quién me arrojará como paliativo una piel de carnero?
SÓCRATES
Ea, veré primeramente lo que hace éste. ¡Hola! ¿duermes?
ESTREPSÍADES
No, por Apolo.
SÓCRATES
¿Tienes algo?
ESTREPSÍADES
Nada tengo.
SÓCRATES
¿Nada absolutamente?
ESTREPSÍADES
Nada más que esto75

SÓCRATES
Cúbrete y discurre algo.
ESTREPSÍADES
¿Sobre qué? Contesta, Sócrates.
SÓCRATES
Di tú lo que quieres hallar primeramente
ESTREPSÍADES
¿No lo has oído mil veces? Quisiera hallar el medio de no pagar los
intereses a ningún usurero
SÓCRATES
Pues manos a la obra, cúbrete, fija tu inteligencia en un pensamiento
sutil y estudia minuciosamente el asunto, distingue bien sus
diferentes partes y reflexionando sobre ellas.
ESTREPSÍADES
¡Ay de mí!
SÓCRATES
Tranquilízate; si tropiezas con alguna dificultad, sepárate de ella; y
en seguida vuelve al mismo pensamiento y reflexiona sobre él.
ESTREPSÍADES
¡Ay, queridísimo Sócrates!

_________________
75 Nihil, nisi penem hunc, quem teneo aextera.
___________________
SÓCRATES
¿Qué pasa, anciano?
ESTREPSÍADES
Ya he dado con un medio de no pagar los intereses.
SÓCRATES
Manifiéstalo.
ESTREPSÍADES
Di: ¿si yo comprase una hechicera de la Tesalia, que
hiciera bajar de noche a la luna y la guardase después encerrada en
una caja redonda, como si fuera un espejo...?
SÓCRATES
¿Para qué puede servirte...?
ESTREPSÍADES
¿Para qué? si la luna no volviese a salir, yo no tendría que pagar
más intereses.
SÓCRATES
¿Cómo?
ESTREPSÍADES
Porque los intereses se pagan cada mes.
SÓCRATES
Perfectamente. Pero yo voy a proponerte otra astucia. Dime: si se
dicta contra ti una sentencia que te condena al pago de cinco
talentos, ¿cómo te arreglarás para que desaparezca?
ESTREPSÍADES
¿Cómo? ¿cómo? No sé; pero es preciso hallar un medio.
SÓCRATES
No concentres siempre el pensamiento dentro de ti mismo; dale
suelta y déjalo volar como un escarabajo a quien se ata un hilo al pie
para que no se escape.
ESTREPSÍADES
He hallado un medio ingeniosísimo para anular la sentencia; tú vas a
ser de mi opinión.
SÓCRATES
¿Cuál?
ESTREPSÍADES
¿Has visto alguna vez en la tienda de los droguistas una piedra
hermosa y diáfana, que sirve para encender fuego?
SÓCRATES
¿Hablas del cristal?
ESTREPSÍADES
Del mismo.
SÓCRATES
Y bien, ¿qué harías?
ESTREPSÍADES
Cogería el cristal, y cuando el escribano escribiera la sentencia, yo,
permaneciendo bastante separado, derretiría76 al sol el documento
que me condenaba.
SÓCRATES
Ingeniosísimo, por las Gracias.
______________________________
76 Se escribía sobre tablas cubiertas de una ligera capa de cera.
______________
ESTREPSÍADES
¡Qué placer, borrar una sentencia que me condena al pago de cinco
talentos!
SÓCRATES
Vamos a ver si encuentras pronto esto.
ESTREPSÍADES
¿Qué?
SÓCRATES
El modo de contradecir la petición del demandante en un juicio,
cuando ya vas a ser condenado, por falta de testigos.
ESTREPSÍADES
Eso es sumamente fácil.
SÓCRATES
Veamos.
ESTREPSÍADES
Cuando no quedase por sentenciar más que un pleito antes del mío,
correría a ahorcarme.
SÓCRATES
Eso nada vale.
ESTREPSÍADES
¿Pues no ha de valer? Por los dioses, ¿quién me pondría pleito
después de mi muerte?
SÓCRATES
Desvarías. Vete de aquí; no quiero enseñarte más.
ESTREPSÍADES
Por los dioses querido Sócrates, dime la causa.
SÓCRATES
Porque olvidas al instante todo cuanto se te enseña. y si no, dime:
¿qué era lo que has aprendido primeramente?
ESTREPSÍADES
Veamos: ¿qué era lo primero? ¿Qué era aquello en que
guardábamos el trigo?... ¡Ay de mí! ¿Qué era?
SÓCRATES
Veamos: ¿qué era lo primero?... ¿Qué era aquello en túpido de todos
los viejos?
ESTREPSÍADES
¡Ah desdichado! ¿Qué será de mí? Soy perdido, por no haber
aprendido a manejar bien la lengua. Vosotras, oh Nubes, dadme
algún buen consejo.
CORO
Nosotras, anciano, te aconsejamos que si tienes educando a algún
hijo lo envíes para que estudie por ti.
ESTREPSÍADES
Tengo un hijo bueno y hermoso; pero no quiere estudiar. ¿Qué haré?
CORO
¿Y tú toleras eso?
ESTREPSÍADES
Es vigoroso y de buena constitución, y desciende por parte de madre
de la noble familia de Cesira. Me dirigiré a él, y si se niega, no
como pan hasta que no lo eche de casa. Entra, tú, adentro y
espérame un poco.
CORO
¿Reconoces77 que nosotras te proporcionamos más bienes que todos
los demás dioses? Porque ése está dispuesto a hacer todo cuanto le
mandes. El pobre hombre queda atónito y deslumbrado por tu
ingenio; procura sacar de él todo cuanto puedas, y que sea pronto,
porque no suelen durar mucho tan buenas disposiciones.
ESTREPSÍADES
No, no permanecerás más en esta casa, lo juro por la Niebla: lárgate,
y cómete las colmenas78 de tu tío Megacles.
FIDÍPIDES
¡Desgraciado! ¿Qué te pasa, padre mío? Por Zeus olímpico, tú has
perdido el seso.
ESTREPSÍADES
¡Mira, mira "Zeus olímpico"! ¡Qué estupidez! ¿A tu edad crees en
Zeus olímpico?
FIDÍPIDES
¿De qué te ríes?
ESTREPSÍADES
De verte tan chiquillo dando crédito a todas esas vejeces. Acércate y
sabrás muchas cosas: y aun te diré alguna que en cuanto la sepas te
sentirás convertido en hombre; pero no se la digas a nadie.
FIDÍPIDES
Heme aquí. ¿Qué es ello?
ESTREPSÍADES
Acabas de jurar por Zeus.
77 Dirigiéndose a Sócrates.
78 Por ser lo que le resta de su antigua opulencia.
FIDÍPIDES
Es cierto.
ESTREPSÍADES
¡Mira que bueno es estudiar! No existe Zeus, querido Fidípides.
FIDÍPIDES
¿Pues quién?
ESTREPSÍADES
Reina el Torbellino, que ha expulsado a Zeus.
FIDÍPIDES
¿Qué estás disparatando?
ESTREPSÍADES
Sabe que es como te digo.
FIDÍPIDES
¿Quién dice eso?
ESTREPSÍADES
Sócrates el Meliense79, y Querefón, que conoce las huellas de una
pulga.
FIDÍPIDES
¿Tan adelante has ido en tu locura que das crédito a esos
atrabiliarios?
ESTREPSÍADES
Contén la lengua, y no murmures de esos hombres hábiles e
inteligentes que, por economía, ni se rasuran, ni se perfuman, ni van
nunca al baño para lavarse; mientras que tú disipas mis bienes,
como si ya hubiese muerto. Pero ve cuanto antes y aprende por mí.
79 Sócrates era de Atenas; pero Aristófanes le llama Meliense, porque el ateo Diágoras era natural de Melo (Milo).
FIDÍPIDES
¿Qué cosa buena puede aprenderse de ellos?
ESTREPSÍADES
Toda la sabiduría humana. Tú mismo has de conocer lo ignorante y
estúpido que eres. Pero espérame aquí un momento80 .
FIDÍPIDES
¡Ah! ¿qué haré? Mi padre está loco. ¿Le argüiré de demencia en los
tribunales, o noticiaré su enfermedad a los confeccionadores de
ataúdes?
ESTREPSÍADES
Vamos a ver: ¿cómo llamas a este pájaro?
FIDÍPIDES
Faisán.
ESTREPSÍADES
Bien, ¿y a esta hembra?
FIDÍPIDES
Faisán.
ESTREPSÍADES
¿Los dos lo mismo? eso es ridículo. En adelante no hables. Llama a
ésta faisana y a aquél faisán.
FIDÍPIDES
¿Faisana dices? ¿Ésas son las grandes cosas que has aprendido de
los hijos de la Tierra?
80 Entra un momento en la casa, de donde sale con un gallo y una gallina en la mano, que aquí sustituimos por una pareja de faisanes, y repite la lección que antes recibió de Sócrates.
ESTREPSÍADES
Y otras muchas; pero a causa de mis años cuando aprendía algo se
me olvidaba en seguida.
FIDÍPIDES
¿Por eso has perdido tu vestido?
ESTREPSÍADES
No lo he perdido; lo he dejado en la escuela.
FIDÍPIDES
¿Y qué has hecho de tus zapatos, pobre tonto?
ESTREPSÍADES
Los he perdido, como Pericles81, en lo que era necesario. Ea, anda,
marchemos: si obedeces a tu padre, podrás delinquir sin cuidado
alguno. No habías cumplido seis años, y aun balbuceabas, cuando
yo te compré en las fiestas de Zeus un carrillo con el primer óbolo
que gané administrando justicia en el Heliástico.
FIDÍPIDES
Algún día te pesará lo que haces.
ESTREPSÍADES
Bien, ya me obedeces. ¡He! Sócrates, sal aquí pronto; te traigo a mi
hijo, a quien he convenido a duras penas.
SÓCRATES
Éste es un mozo inexperto y no acostumbrado a nuestros cestos
colgantes.
FIDÍPIDES
Más acostumbrado estarías tú si te colgases.
81 Alusión a la frase análoga de Pendes al dar cuenta de los diez talentos gastados en sobornar a los generales espartanos.
ESTREPSÍADES
¿No te irás al infierno? estás insultando a tu profesor.
SÓCRATES
¡Si te colgases, ha dicho! ¡Qué horrible pronunciación! ¡qué abrir la
boca! ¿Cómo podrá aprender éste la manera de ganar un pleito, de
entablar una demanda y de destruir los argumentos del contrario?
Hipérbolo aprendió todo esto por un talento.
ESTREPSÍADES
No te apures y enséñale: porque tiene disposición natural. Cuando
era pequeñito, ya construía casas, esculpía naves, fabricaba carritos
de cuero y hacía ranas de cáscara de granada. Enséñale los dos
razonamientos, el bueno, cualquiera que sea, y el malo, que triunfa
del bueno por medio de la injusticia; o, por lo menos, enséñale el
razonamiento injusto.
SÓCRATES
Lo aprenderá de los mismos razonamientos.
ESTREPSÍADES
Yo me retiro. Acuérdate de ponerle en estado de refutar todos los
argumentos justos.
CORO82

EL RAZONAMIENTO JUSTO 83
Sal aquí y muéstrate a los espectadores, tú que eres tan descarado.
82 Los manuscritos indican que aquí interviene el Coro, pero no transcriben sus palabras. Aquí le correspondería cantar.
83 El Razonamiento justo y el injusto eran traídos a la escena en jaulas de mimbre como dos gallos preparados para reñir.
Los nombres de estos dos personajes podrían traducirse también la causa Justa y la Causa Injusta.
EL RAZONAMIENTO INJUSTO
Sea como gustes; al fin te derrotaré con más facilidad hablando ante
la multitud.
EL JUSTO
¿Tú derrotarme? ¿Quién eres?
EL INJUSTO
Un razonamiento.
EL JUSTO
Sí, pero débil.
EL INJUSTO
Pues te venceré, aunque te crees más fuerte.
EL JUSTO
¿De qué modo?
EL INJUSTO
Inventando pruebas nuevas.
EL JUSTO
Eso está hoy de moda, gracias a esos necios.
EL INJUSTO
Di más bien a esos sabios.
EL JUSTO
Yo te derrotaré vergonzosamente.
EL INJUSTO
¿Cómo?
EL JUSTO
Diciendo lo que sea justo.
EL INJUSTO
Yo lo echaré todo por tierra contradiciéndote. En primer lugar niego
que hay justicia.
EL JUSTO
¿Dices que ni hay...?
EL INJUSTO
Claro; y si no, ¿dónde está?
EL JUSTO
Entre los dioses.
EL INJUSTO
Sí la justicia existe, ¿cómo es que Zeus no pereció cuando encadenó
a su padre?
EL JUSTO
¡Cómo! ¿Hasta ese extremo llega el mal? ¡Qué asco! traedme una
jofaina.
EL INJUSTO
Eres un viejo chocho e imbécil.
EL JUSTO
Y tú un bardaje sin vergüenza...
EL INJUSTO
Como si me cubrieras de rosas.
EL JUSTO
¡Payaso...!
EL INJUSTO
Me coronas de lirios.
EL JUSTO
Y parricida.
EL INJUSTO
Pero ¿no conoces que me empolvas con oro?
EL JUSTO
En otro tiempo esto te parecía plomo.
EL INJUSTO
Pues ahora me sirve de adorno.
EL JUSTO
¡Qué desvergonzado!
EL INJUSTO
¡Qué estúpido!
EL JUSTO
Por ti no frecuenta ningún joven las escuelas: ya conocerán algún
día los Atenienses lo que enseñas a esos necios.
EL INJUSTO
Tu suciedad me repugna.
EL JUSTO
Ahora eres rico, pero no ha mucho pedías limosna, y te comparabas
a Télefo de Misia, teniendo por única comida las sentencias de
Pandeletes que llevabas en tu alforja.
EL INJUSTO
¡Qué gran sabiduría...!
EL JUSTO
¡Qué gran locura...!
EL INJUSTO
¡Me estás recordando...!
EL JUSTO
La tuya y la de Atenas que alimenta al corruptor de la juventud.
EL INJUSTO
¿Pretendes educar a este joven, viejo chocho?
EL JUSTO
Claro está que sí, a no ser que quiera perderse y ejercitarse sólo en la
charlatanería.
EL INJUSTO
Acércate aquí y déjale que delire.
EL JUSTO
Te arrepentirás si le tiendes la mano.
CORO
Dejaos de riñas y de injurias, y declarad, tú lo que enseñabas a los
hombres de otra época, y tú la nueva doctrina; para que este joven,
oído y sentenciado este pleito, se decida por la que mejor le parezca.
EL JUSTO
Me place.
EL INJUSTO
A mí también.
CORO
Ea, ¿quién hablará primero?
EL INJUSTO
Concedo que principie éste; cuando haya hablado, yo me encargo de
destrozar sus dichos con palabras y pensamientos nuevos, agudos
como flechas; y por último, si aún se atreve a respirar, los rasgos de mi elocuencia le darán muerte, picándole toda la cara y los ojos,como si fueran tábanos.
CORO Vais a demostrar ahora por medio de artificiosas palabras, sutiles pensamientos y profundas sentencias cuál de vosotros es más hábil en el arte oratoria. Hoy se debaten grandes asuntos de la filosofía,por lo cual mis amigos libran un gran combate. Tú, que inspiraste alos antiguos tan Buenas costumbres, levanta la voz en defensa de tu causa favorita, y danos a conocer tu carácter.
EL JUSTO Voy a decir cuál era la educación antigua, en los tiempos florecientes en que yo predicaba la justicia, y la modestia reinaba en las costumbres. En primer lugar, era necesario que ningún niño pronunciase imperfectamente. Los que vivían en un mismo barrio iban a casa del maestro de música, recorriendo modestamente las calles desnudos y en buen orden, aunque la nieve cayese tan espesa corno la harina del cedazo: después se sentaban con las piernas separadas y se les enseñaba o el canto "Temible Palas, destructora de ciudades", o el que principia "Grito resonante a lo lejos", conservándoles el aire que les habían dado sus antepasados. Si alguno de ellos trataba de hacer alguna payasada, o cantar, imitando los modos de Quío y Sifnio, con las muelles inflexiones inventadas por Frinis84 , y que hoy gozan de tanta popularidad, era inmediatamente castigado con buenos azotes por enemigo de las Musas. En el gimnasio debían sentarse con las piernas extendidas para no enseñar ninguna indecencia; y cada cual al levantarse debía remover la arena, cuidando de no dejar a los amantes ninguna huella de su sexo. Ningún niño se ungía entonces más abajo del ombligo, floreciendo en sus vergüenzas un vello suave como el de las manzanas; ni se ofrecía por sí mismo a un amante con dulces inflexiones de voz y miradas lascivas. No les era permitido comer
84 Tañedor de lira, que obtuvo el primer premio en las Panateneas, siendo Arconte Calias.
rábanos, ni el anís, reservado a los viejos, ni apio, ni peces, ni tordos, poner una pierna sobre otra85 .
EL INJUSTO Todo esto es antiquísimo y coetáneo de las fiestas Diipolias86, llenas de cigarras87 del poeta Cécidas88 y de las Bufonias. EL JUSTO Sin embargo, ésta fue la educación que formó los héroes que pelearon en Maratón. Tú en cambio les enseñas a envolverse en seguida en sus vestidos; así es que me indigno, cuando, si les es necesario bailar en las Panateneas, veo a algunos cubriéndose con el escudo, sin cuidarse de Atenea. Por lo tanto, joven, decídete por mí sin vacilar; y aprenderás a aborrecer los pleitos, a no acudir a los baños públicos, a avergonzarte de las cosas torpes, a indignarte cuando se burlen de ti, a ceder tu asiento a los ancianos que se te acerquen, a conducirte bien con tus padres, y a no hacer nada deshonesto, porque debes de ser la imagen del pudor; a no extasiarte ante las bailarinas, no sea que mientras las miras como un papanatas alguna meretriz te arroje su manzana89 , con detrimento de tu reputación; a no contradecir a tu padre, ni, burlándote de tu vejez,recordar los defectos del que te ha educado.
EL INJUSTO Cree lo que éste dice, y, por Baco, te parecerás a los hijos de Hipócrates90, y te llamarán el tonto.

__________________________________
85 Estos alimentos se prohíben como afrodisíacos. Y el cruzar las piernas se consideraba postura poco decente.
86 Las fiestas Diipolias y Bufonias eran una misma en honor de Zeus Polieus o protector de la ciudad.
87 Alude a una moda antigua de Atenas, que consistía en sujetar los cabellos con una cigarra de oro.
88 Poeta ditirámbico muy antiguo.
89 Como prenda de amor.
90 Eran tres, tan notables por su estupidez, que fueron objeto de la burla de los poetas cómicos.
____________________________
EL JUSTO Brillarás en los gimnasios; no charlarás sandeces en la plaza pública, como hacen los jóvenes del día; ni entablarás pleitos por la cosa más pequeña, cuando pueden arruinarte las calumnias de tus adversarios. Sino que, bajando a la Academia, te pasearás con unsabio de tu edad bajo los olivos sagrados, ceñidas las sienes con una corona de caña blanca, respirando en la más deliciosa ociosidad el perfume de los tejos y del follaje del álamo blanco, y gozando de los hermosos días de primavera, en los que el plátano y el olmo confunden sus murmullos. Si haces lo que te digo, y sigues mis consejos, tendrás siempre el pecho robusto, el cutis fresco, anchas las espaldas, corta la lengua,gruesas las nalgas, y proporcionado el vientre91. Pero si te aficionas a las costumbres modernas, tendrás muy pronto color pálido, pecho débil, hombros estrechos, lengua larga, nalgas delgadas, vientre desproporcionado, y serás gran litigante. El otro te educará de tal modo que te parecerá torpe lo honesto, y honesto lo torpe, y por último, serás tan infame como Antímaco.
¡Qué grato perfume de virtud exhalan tus palabras, cultivador de la más sólida y elevada filosofía! ¡Dichosos hombres los que vivieron en la época de tu esplendor! Tú, que posees todos los recursos de la oratoria, es preciso que digas algo nuevo contra éste, que se ha hecho digno de alabanza. Necesitas ciertamente emplear recursos extraordinarios contra tu adversario, si quieres vencerle y no ser blanco de la burla de todos.
EL INJUSTO Hace tiempo que me abrasa la impaciencia, y ardo en deseos d e echar por tierra todos sus argumentos. Los filósofos me llaman injusto, porque soy el primero que he descubierto la manera de contradecir las leyes y el derecho; pero ¿no es una habilidad inestimable la de salir vencedor en la causa más débil? Verás cómo refuto su decantado sistema de educación. En primer lugar, te
______________
91 Penem.
__________
prohíbe los baños calientes. ¿En qué te fundas para vituperar los
baños calientes?
EL JUSTO
En que son perjudiciales y debilitan al hombre.
EL INJUSTO
Alto: ya estás cogido y no te escaparás. Dime: ¿cuál de los hijos de
Zeus ha sido el más esforzado y ha llevado a cabo más trabajos?
EL JUSTO
Creo que ninguno sobrepuja a Heracles.
EL INJUSTO
Y ¿dónde has visto baños fríos bajo la advocación de Heracles?92
Sin embargo ¿quién era el más esforzado?
EL JUSTO
Ésas son las razones que los jóvenes tienen siempre en la boca, y
gracias a ellas los baños están llenos y desiertas las palestras.
EL INJUSTO
También vituperas la costumbre de hablar en la plaza pública. Yo la
alabo. Porque, si eso fuese perjudicial, Homero no hubiera hecho
orador a Néstor, ni a todos los demás sabios. Pasemos al ejercicio de
la lengua: dice que los jóvenes no deben cultivarla; yo digo lo
contrario. También recomienda la modestia. En total, dos malos
consejos. Porque ¿a quién has visto que haya conseguido bien
alguno por medio de la modestia? Habla, refútame.
EL JUSTO
He visto muchos: por causa de ella recibió Peleo93 una espada.

______________________________________________________
92 Las fuentes de aguas termales se llamaban baños de Heracles.
93 Peleo recibió una espada de los dioses cuando fue expuesto sin armas al furor de las fieras, a causa de la calumnia de Hipólita.
EL INJUSTO
¡Una espada! ¡Linda ganancia tuvo el desdichado! Ahí tienes a
Hipérbolo, que gracias a su malicia y no a su espada ha ganado
muchos talentos vendiendo lámparas.
_______________________________


EL JUSTO
El mismo Peleo, por ser modesto, se casó con la diosa Tetis.
EL INJUSTO
Que se marchó muy pronto y le dejó solo; porque no era un hombre
violento, capaz de pasar toda la noche en dulces luchas de amor, que
es lo que agrada a las mujeres. Pero tú eres un viejo chocho.
Considera, joven, todas las contrariedades de la modestia, y de qué
placeres te privara; de los muchachos, de las mujeres, de los
juegos94, de los pecados, de beber y de reír. ¿Para qué quieres la
vida, privada de estos placeres? Basta de esto. Paso ahora a las
necesidades de la naturaleza. Has delinquido, has amado, has
cometido algún adulterio y eres cogido infraganti; ya eres hombre
muerto porque no sabes defender tu causa. Pero, conmigo goza sin
cuidado de la vida, baila, ríe, y nada te avergüence. Si eres
sorprendido con la mujer ajena, asegura al marido que no has
faltado; echa la culpa a Zeus que también fue vencido por el amor y
las mujeres. Tú siendo mortal, ¿cómo puedes ser más fuerte que el
padre de los dioses?.
EL JUSTO
y siguiendo tus lecciones, es condenado al castigo de los adúlteros95:
¿encontrará entonces algún argumento para demostrar que no es un
bardaje?
EL INJUSTO
Y aunque sea un bardaje, ¿qué mal hay en ello?

_______________________________________________________
94 Aristófanes nombra el Cótabo, por toda clase de juegos.
95 Véase el Escoliasta: Las nubes, 1083; Pluto, 168. De este castigo, que producía la euriproctia, se libraba el culpable mediante el pago de una multa.
_________________________________

EL JUSTO
¿Puede haber mal mayor?
EL INJUSTO
¿Qué dirás si también te venzo en este punto?
EL JUSTO
Me callaré; ¿qué podría hacer?
EL INJUSTO
Ea, dime: ¿a qué clase pertenecen los oradores?
EL JUSTO
A la de los bardajes96 .
EL INJUSTO
Lo creo. ¿Y los poetas trágicos?
EL JUSTO
A la de los bardajes.
EL INJUSTO
Tienes razón. ¿Y los demagogos?
EL JUSTO
A la de los bardajes.
EL INJUSTO
¿Ves cómo yo no hablaba tan neciamente? Mira ahora a qué clase
pertenecen la mayoría de los espectadores.
EL JUSTO
Ya miro.
96 E cvpv:poKrwvÉ.
EL INJUSTO
¿Qué ves?
EL JUSTO
Por los dioses, veo que los más son bardajes. Este que yo conozco,
ése, y aquel de los largos cabellos.
¿Qué dices ahora?
EL JUSTO
Son vencidos. ¡Bardajes, recibid mi manto; me paso a vosotros!
(Se retiran)
SÓCRATES
Y bien, ¿quieres llevarte a tu hijo, o dejarle para que le enseñe el
arte de hablar?
ESTREPSÍADES
Enséñale, castígale, y no te olvides de afilar bien su lengua, de
modo que uno de sus dos filos le sirva para los negocios de poca
monta, y el otro para los de mucha importancia.
SÓCRATES
Pierde cuidado; te lo enviaré hecho un completo sofista.
FIDÍPIDES
Bien pálido, me parece, y bien miserable.
CORO
Id, pues; creo que te arrepentirás algún día. (Entran en la escuela de
Sócrates) Queremos deciros, jueces, lo que ganaréis si nos otorgáis
la protección merecida. En primer lugar, al principio de la
primavera, cuando queráis labrar vuestras tierras lloveremos antes
para vosotros y en seguida para los demás; después, cuando vuestras
viñas tengan ya racimos, cuidaremos de que no las perjudiquen ni la
sequía ni la excesiva humedad. Pero, si algún mortal nos ofende,
piense en los muchos males que le reserva nuestra venganza. No
recogerá de su campo vino ni fruto alguno; cuando principien a
brotar sus vides y sus olivos, los devastaremos y los destruiremos
por medio del huracán; si le vemos fabricar ladrillos, lloveremos y
romperemos con redondo granizo las tejas de su casa; cuando él o
alguno de sus parientes o amigos contraiga matrimonio, lloveremos
a torrentes toda la noche97, de modo que preferirá haber estado en
Egipto a haber juzgado injustamente.
(Estrepsíades sale de su casa con un saco de harina y se dirige a la
de Sócrates).
ESTREPSÍADES
Aun faltan cinco días; después cuatro, tres, dos, y por último viene
luego a toda prisa el que más temo, detesto y abomino, el día treinta
del mes98 . Todos mis acreedores hacen el depósito necesario para
entablar un pleito y juran arruinarme y perderme: sin embargo, mis
proposiciones son moderadas y justas. "Amigo mío, digo a cada
uno, no me exijas por ahora esta cantidad; dame prórroga para
pagarte esta otra; perdóname aquélla". Pero ellos dicen que así no
cobrarán nunca, me insultan llamándome injusto, y dicen que van a
procesarme. ¡Qué me procesen! poco me importa, si Fidípides
aprende el arte de hablar bien. Pronto lo sabré; llamemos a la puerta
de la escuela. ¡Esclavo! ¡hola, esclavo!
SÓCRATES
Salud a Estrepsíades.
ESTREPSÍADES
Salud a Sócrates. Por lo pronto, toma esto99 Es justo regalar alguna
cosa al maestro. Di: ¿ha aprendido mi hijo el famoso razonamiento?

____________________________________________________________________
97 Para apagar las antorchas a cuya luz era conducida la novia a casa de su marido.
98 Literalmente el viejo y el nuevo, porque Solón le consideró común al mes que terminaba y al que daba principio (PLUTARCO, Vida de Solón,c. 25). En este día se pagaban los intereses.
99 La harina que le prometió antes.
________________________________

SÓCRATES
Lo ha aprendido.
ESTREPSÍADES
¡Bien, oh Fraude omnipotente!
SÓCRATES
Podrás ganar todos los pleitos que quieras.
ESTREPSÍADES
¿Aunque haya habido algún testigo cuando yo tomé el préstamo?
SÓCRATES
Aunque haya habido mil.
ESTREPSÍADES
De modo que podré gritar en alta voz: ¡Ay de vosotros, usureros!
ahora pereceréis con vuestro capital y los intereses de los intereses;
no me vejaréis más, porque en esa escuela se educa un niño mío,
armado de una lengua de dos filos, que será mi defensor, el salvador
de mi casa, el azote de mis enemigos, el que libertará a su padre de
infinitos cuidados y molestias. Llámale pronto afuera. ¡Hijo mío,
hijo mío! ¡Sal de la casa! ¡Atiende a tu padre!
SÓCRATES
Aquí Viene.
ESTREPSÍADES
¡Oh, amigo mío! ¡amigo mío!
SÓCRATES
Parte, y llévatelo.
(Sócrates entra en su casa)
ESTREPSÍADES
¡Oh, hijo mío! ¡Ah! ¡Ah! ¡Cuánto me alegro al ver tu color! Tu
rostro indica que estás dispuesto primero a negar, despu és a
contradecir, y que te es muy familiar esta frase: "¿Qué dices tú?" y
el fingirte injuriado, cuando injurias y maltratas a los demás. Hasta
en tu semblante brilla la mirada ática. Ahora date maña a salvarme,
ya que me has perdido.
FIDÍPIDES
¿Qué te atemoriza?
ESTREPSÍADES
El día viejo y nuevo.
FIDÍPIDES
¿Hay acaso algún día viejo y nuevo?
ESTREPSÍADES
En él dicen que van a hacer sus depósitos para procesarme.
FIDÍPIDES
Pues perderán los depositantes; porque un día no puede ser dos días.
ESTREPSÍADES
¿Que no puede ser?
FIDÍPIDES
¿Cómo? a menos que la misma mujer pueda ser a un tiempo vieja y
joven.
ESTREPSÍADES
La ley así lo dispone.
FIDÍPIDES
Indudablemente no comprenden bien el espíritu de la ley.
ESTREPSÍADES
¿Cuál es su espíritu?
FIDÍPIDES
El viejo Solón era, por carácter, amigo del pueblo.
ESTREPSÍADES
Eso no tiene nada que ver con el día nuevo y viejo.
FIDÍPIDES
Y fijó dos días para la citación a juicio, el viejo y el nuevo, a fin de
que los depósitos fuesen hechos el día del novilunio.
ESTREPSÍADES
¿Y por qué añadió el viejo?
FIDÍPIDES
¿Preguntas por qué, fatuo? Con objeto de que los que hayan sido
citados tengan un día para arreglar amigablemente el asunto; y de lo
contrario, para que pueda reclamárseles en la mañana misma del
novilunio.
ESTREPSÍADES
Entonces ¿por qué los magistrados no reciben los depósitos el día
primero del mes, sino en el anterior, en el día nuevo y viejo?
FIDÍPIDES
Me parece a mí que hacen lo que los glotones, adelantan un día para
disfrutar más pronto de los depósitos de los litigantes.
ESTREPSÍADES
¡Bien! Pobres tontos que servís de juguete a nosotros los sabios,
porque sois como piedras, como un rebaño de imbéciles, como
borregos aglomerados al acaso cual si fuerais tinajas. Preciso es que
yo entone un himno de alabanza en honor mío y de mi hijo.
"¡Feliz Estrepsíades, cuán sabio eres, y qué hijo has educado!" Tales
serán las palabras de mis amigos y conciudadanos cuando me
feliciten por haber ganado mis pleitos con tu elocuencia. Pero entra,
que antes quiero darte una buena comida.
(Entra en la casa)

PASIAS (dirigiéndose al testigo que viene con él).¿Conviene perder alguna vez los bienes propios en provecho de los demás? Nunca seguramente. Yo debí hace tiempo deponer toda vergüenza y me hubiera ahorrado estos disgustos. Ahora, para recobrar mi dinero, tengo que traerte como testigo, y convertir en enemigo un conciudadano. Pero suceda lo que suceda, jamás,mientras viva, me he de mostrar indigno de mi patria100 . Citaré a Estrepsíades...
(Sale Estrepsíades)

ESTREPSÍADES
¿Quién es este?
PASIAS
Para el día viejo y el día nuevo.
ESTREPSÍADES
Sed testigos de que ha indicado dos días a la vez. ¿Por qué me
citas?.
PASIAS
Por las doce minas que te presté cuando compraste el caballo tordo.
ESTREPSÍADES
¿Un caballo? ¿No le oís todos vosotros que sabéis cuánto aborrezco
la equitación?
PASIAS
Y juraste por los dioses que me las habías de restituir.
_________________________________________
100 Alude a la afición a pleitear de los atenienses.
_________________________________________
ESTREPSÍADES
¡Por Zeus! entonces mi hijo Fidípides aún no había aprendido el
razonamiento irresistible.
PASIAS
¿Y piensas por eso negar ahora tu deuda?
ESTREPSÍADES
¿Qué otro provecho he de sacar de aquella enseñanza?
PASIAS
¿Y te atreverás a negarla ante los dioses cuando yo te exija el
juramento?
ESTREPSÍADES
¿Qué dioses?
PASIAS
Zeus, Hermes, Posidón...
ESTREPSÍADES
Sin duda; y aún añadiré tres óbolos por el gusto de que me hagas
prestar juramento.
PASIAS
¡Ojalá castiguen tu desvergüenza!
ESTREPSÍADES
Si a este hombre le restregasen con sal estaría mejor101 .
PASIAS
¡Ah, te burlas!
_________________________________
101 Para hacer de él un pellejo de vino.
___________________

ESTREPSÍADES
Caben en él seis congios102 .
PASIAS
¡Por el gran Zeus y por todos los dioses! no te burlarás de mí
impunemente
ESTREPSÍADES
Me estás dando risa con tus dioses. Zeus, por quien juras, excita la
hilaridad de las personas ilustradas.
PASIAS
Algún día serán castigadas tus blasfemias. Pero contesta si me
pagarás o no; despáchame pronto.
ESTREPSÍADES
Ten paciencia. En seguida te voy a contestar claramente.
(Entra en su casa).
PASIAS
¿Qué te parece que hará?
EL TESTIGO
Me parece que te restituirá lo que le prestaste.
ESTREPSÍADES
¿Dónde está el que reclama el dinero? Di, ¿qué es esto?
PASIAS
¿Qué es eso? Una pequeña troj 103 .

______________________________________________________________________________
102 El congio xov era una medida de capacidad que contenía doce cótilas. La cótila equivalía a 27 centilitros.
103 Lit: una artesa.
______________________


ESTREPSÍADES
¿Y te atreves a reclamar tu dinero siendo tan rudo? No; jamás
devolveré ni un óbolo a quien llana troj a la troja.
PASIAS
¿Conque no me pagarás?
ESTREPSÍADES
No, que yo sepa. ¿Pero te marchas, o piensas echar raíces en la
puerta?
PASIAS
Me voy. Pero ten presente que, o me muero, o hago el depósito legal
para demandarte.
ESTREPSÍADES
Será una nueva pérdida que tendrás que añadir a la de las doce
minas. De todas maneras, siento que te suceda eso por haber
llamado neciamente troj a la troja.
AMINIAS
¡Ay, pobre de mí!
ESTREPSÍADES
¡Hola! ¿Quién es este que se queja? ¿Acaso ha hablado alguno de
los dioses de Carcino?104

AMINIAS
¿Quién soy? ¿Quieres saber quién soy? Soy un hombre desgraciado.
ESTREPSÍADES
Sigue entonces tu camino.
AMINIAS
¡Oh triste suerte mía! ¡Oh fortuna, que has roto las ruedas de mis
carros! ¡Oh Palas, tú me has perdido! 105
________________________________________________________________
104 Poeta que en alguna de sus tragedias introdujo dioses que se lamentaban.
______________________
ESTREPSÍADES
¿Pues qué daño te ha causado Tlepólemo?
AMINIAS
No te burles de mí, amigo mío; manda más bien a tu lujo que
devuelva el dinero que me debe, hoy principalmente que estoy en la
desgracia.
ESTREPSÍADES
¿De qué dinero hablas?
AMINIAS
Del que le presté.
ESTREPSÍADES
Tú no estás bueno, a lo que parece.
AMINIAS
Es verdad, me he caído al hacer galopar los caballos.
ESTREPSÍADES
Pues no se conoce, porque deliras como si nunca te hubieras caído
del asno106 .

AMINIAS
¡Conque deliro porque quiero cobrar lo que se me debe!
ESTREPSÍADES
Es imposible que estés en tu sano juicio.
______________________________
105 Parodia de una tragedia de Jenocles, hijo de Carcino, en la que Alcmena lamenta en iguales términos la muerte de su hermano Licimnio a manos de Tlepólemo.
106 La frase griega significaba al mismo tiempo caer en demencia, porque en la pronunciación se confundía, a :' o vov y a :o qov. Hemos tratado de sustituirla con una frase española equivalente.
_________________________

AMINIAS
¿Por qué?
ESTREPSÍADES
Me parece que tienes el cerebro algo perturbado.
AMINIAS
Por Hermes, te citaré a juicio, si no me devuelves el dinero.
ESTREPSÍADES
Dime: cuando llueve ¿crees tú que Zeus hace siempre caer agua
nueva, o bien que es el agua suspendida en el aire por el calor del
sol?
AMINIAS
No lo sé, ni me importa saberlo.
ESTREPSÍADES
Entonces ¿cómo ha de ser justo el pagarte si no tienes ninguna
noción de meteorología?
AMINIAS
Si te encuentras apurado, págame al menos el interés.
ESTREPSÍADES
¿El interés? ¿Qué animal es ése?
AMINIAS
Es el dinero que va creciendo más y más cada día, a medida que
transcurre el tiempo.
ESTREPSÍADES
Muy bien dicho. Pero contesta: ¿crees tú que el mar es ahora más
grande que antes?
AMINIAS
No, por Zeus, siempre es igual: porque el mar no puede aumentarse.
ESTREPSÍADES
¿Y cómo, gran canalla, si el mar no crece a pesar de los ríos que en
él desembocan, pretendes tú aumentar incesantemente tu dinero? A
ver si te largas pronto de esta casa. ¡Pronto! Un palo107 .
AMINIAS
Sed testigos de esto.
ESTREPSÍADES
¡Largo de aquí! ¿qué esperas? ¿No te moverás?
AMINIAS
¿No es esto una injuria?
ESTREPSÍADES
¿Te mueves, o me obligas a que te pinche como a un caballo de tiro?
¿Huirás? (Sale) Ya iba yo a removerte con tus ruedas y tus carros.
(Estrepsíades entra en la casa).
CORO
¡Lo que es aficionarse a las malas obras! Este viejo, que las ama con
pasión, quiere defraudar a sus acreedores el dinero que le prestaron;
pero es imposible que hoy no le sobrevenga alguna desgracia, y que
este sofista, en castigo de sus tramas, no sea víctima de algún mal
imprevisto. Creo que muy pronto conseguirá lo que deseaba, y su
hijo sabrá oponer hábiles argumentos contra la justicia, y vencerá a
todos sus adversarios aun cuando defienda las peores causas. Pero
quizá llegue a desear que su hijo sea mudo.
ESTREPSÍADES (saliendo precipitadamente)
¡Ay! ¡Ay! Vecinos, parientes, ciudadanos, socorredme con todas
vuestras fuerzas! ¡Me apalean! ¡Ay mis mandíbulas! ¡Infa me! ¿no
ves que es a tu padre a quien maltratas?

__________________________
107 Literalmente "un aguijón".
_____________
FIDÍPIDES
Lo confieso, padre mío.
ESTREPSÍADES
¿Oís? confiesa que me maltrata.
FIDÍPIDES
Sin duda.
ESTREPSÍADES
¡Perverso! ¡parricida! ¡horadador de murallas!
FIDÍPIDES
Dime otra vez esas injurias, y añade otras. ¿Sabes que tengo el
mayor gusto en escucharlas?
ESTREPSÍADES
¡Infame!
FIDÍPIDES
Me estás cubriendo de rosas.
ESTREPSÍADES
Maltratas a tu padre.
FIDÍPIDES
Y, por Zeus, he de demostrar que tengo razón en pegarte.
ESTREPSÍADES
¡Perversísimo! ¿Acaso puede nunca haber razón para pegar a su
padre?
FIDÍPIDES
Yo te lo demostraré y te convenceré con mis palabras.
ESTREPSÍADES
¿Que me convencerás?
FIDÍPIDES
Hasta la evidencia y muy fácilmente. Elige cuál de los dos
razonamientos he de emplear.
ESTREPSÍADES
¿Cuáles razonamientos?
FIDÍPIDES
El fuerte o el débil.
ESTREPSÍADES
A la verdad, querido mío, daré por bien empleados mis afanes para
enseñarte a contradecir la justicia, si consigues persuadirme que es
bueno y justo que los hijos golpeen a sus padres.
FIDÍPIDES
Pues creo que te persuadiré de tal manera, que en cuanto me hayas
oído no tendrás nada que replicarme.
ESTREPSÍADES
Tengo ganas de oírte.
CORO
A ti te corresponde, anciano, el encontrar un medio de reducirle a la
obediencia; porque no estaría tan soberbio si dudase de su triunfo.
Por tanto, hay alguna cosa que le hace insolente como hombre
confiado en sus propias fuerzas. Pero primeramente conviene que
digas al Coro cómo ha tenido lugar vuestra disputa. Esto es lo que
debes hacer antes de todo.
ESTREPSÍADES
Os diré cómo comenzó nuestra reyerta. Después que hubimos
comido, como sabéis, le mandé en primer lugar tomar su lira y
cantar la canción de Simónides "Cuando el Carnero fue
trasquilado". Y en seguida me replicó que era una necedad cantar de
sobremesa acompañándose con la cítara, como una mujer ocupada
en moler trigo.
FIDÍPIDES
¿Y no era motivo para golpearte y patearte el que me hubieses
mandado cantar como si tuvieras cigarras convidadas?
ESTREPSÍADES
Ahora no hace más que repetir lo que me dijo en casa: también
aseguré que Simónides era un mal poeta. Me contuve al principio,
aunque con trabajo, y le mandé que, tomando la rama de mirto, me
recitase algún trozo de Esquilo. "¡Está muy bien! -me contestó-
Precisamente yo considero a Esquilo el primero de nuestros poetas,
como que es desordenado, enfático, estrepitoso y desigual". Con
estas palabras, considerad como estaría mi corazón; pero
reprimiendo la ira le dije: "Ea, recita. si no, algunos pasajes de los
poetas modernos que son los más doctos". Y en seguida cantó un
fragmento de Eurípides, en que un hermano ¡justo cielo! viola a su
hermana de madre108 Entonces yo no pude contenerme y le dirigí los
más terribles insultos, y después, como suele suceder, acumulamos
injurias sobre injurias; y por último, éste se lanza sobre mí, me
golpea, me maltrata, me sofoca y me mata.
FIDÍPIDES
Muy justamente. ¿Por qué no elogias al doctísimo Eurípides?
ESTREPSÍADES
¡El doctsimo! ¡Ah!... ¿Cómo diré yo? Pero seré de nuevo
maltratado.
FIDÍPIDES
Sí, por Zeus, y justamente.
__________________________________________________________________________
108 Una ley de Solón permitía el matrimonio con los hermanos de padre, pero entre hermanos uterinos estaba prohibido. Estrepsíades alude a una tragedia de Eurípides, Eolo, en que Macareo viola a su hermana Cánace.
___________________________________
ESTREPSÍADES ¡Justísimamente, desvergonzado! ¡A mí que te he educado con tanto cariño, que adivinaba los deseos que manifestabas con voz todavía balbuceante! Si decías "brin", te comprendía, y te daba al punto de beber. Si decías "man-man", en seguida te traía pan. Apenas habías dicho "cacean" te sacaba fuera y te sostenía para que hicieras tus necesidades109 . Ahora, aunque yo clame y grite, es bien seguro,bribón, que no me sacarás fuera ni me sostendrás. Al contrario, me sofocas y me obligas a desahogarme aquí mismo.
CORO Creo que el corazón de los jóvenes palpita impaciente por escuchar lo que va a decir. Y si logra demostrar que obró justamente al perpetrar tal crimen, no doy un comino110 por la piel de los viejos. Ahora, gran inventor y removedor de palabras, busca argumentos convenientes para justificar tu causa.
FIDÍPIDES ¡Qué grato es vivir entre cosas nuevas e ingeniosas y poder despreciar las leyes establecidas! Cuando me ocupaba sólo de la equitación, no podía pronunciar tres palabras seguidas sin equivocarme; pero desde que este hombre me ha hecho abandonar mis aficiones predilectas, y me be acostumbrado a los pensamientos sutiles, a los discursos y a las meditaciones, me siento capaz de probar que he obrado bien maltratando a mi padre.
ESTREPSÍADES Sigue con la equitación, por Zeus. Prefiero mantener cuatro caballos a ser molido a golpes.
FIDÍPIDES Reanudo mi discurso en donde tú lo has interrumpido, y principio por preguntarte: ¿Me pegaste cuando era chico?
-----------------------------------------
109 Parodia del admirable discurso de Fénix en la Iliada. Lib. IX.
110 Lit.: un garbanzo.
__________________-
ESTREPSÍADES
Sí, porque te quería y miraba por tu bien.
FIDÍPIDES
Dime: ¿no será justo que ahora mire yo igualmente por tu bien, y te
pegue, puesto que el pegar a uno es mirar por su bien? ¿Es
razonable que tu cuerpo este exento de palos y el mío no? ¿No nací
yo de tan libre condición como tú? Lloran los hijos, ¿y no han de
llorar los padres? ¿Crees que los padres no deben llorar?
ESTREPSÍADES
¿Por qué?
FIDÍPIDES
Tú dirás que la ley tolera que el niño sea castigado, y yo replicaré
que los viejos son dos veces niños, y que es más justo castigar a los
viejos que a los jóvenes, por cuanto sus faltas son menos
excusables.
ESTREPSÍADES
Pero ninguna ley establece que el padre sea castigado.
FIDÍPIDES
¿No era hombre como tú y como yo el que primeramente presentó
aquella ley y persuadió a los antiguos a que la aprobasen? Pues bien:
¿qué se opone a que yo haga una nueva por la cual los hijos puedan
a su vez castigar a los padres? De buen grado os perdonamos los
golpes recibidos antes de la promulgación de esta ley, y
consentimos el haber sido maltratados impunemente. Mira cómo los
gallos y los demás animales se vuelven contra sus padres: sin
embargo ¿se diferencian de nosotros en otra cosa que en no redactar
decretos?
ESTREPSÍADES
Ya que imitas a los gallos en todo ¿por qué no comes estiércol y
duermes en un palo?
FIDÍPIDES
No es lo mismo, querido; Sócrates no admitiría ese argumento.
ESTREPSÍADES
No me pegues, pues te perjudicarás tú mismo.
FIDÍPIDES
¿Por qué?
ESTREPSÍADES
Porque lo justo es que yo te castigue; y que tú castigues a tu hijo, si
alguno te nace.
FIDÍPIDES
¿Y si no me nace? Habré llorado en vano, y tú morirás burlándote
de mí.
ESTREPSÍADES
En verdad, amigos míos, voy creyendo que tiene razón, y que se les
debe conceder lo que es equitativo. Justo es que seamos castigados
si no andamos derechos.
FIDÍPIDES
Escucha otro argumento todavía.
ESTREPSÍADES
Soy hombre muerto.
FIDÍPIDES
Quizá te alegres de haber sido maltratado.
ESTREPSÍADES
¿Cómo? Dime qué ganancias sacaré.
FIDÍPIDES
Maltrataré también a mi madre.
ESTREPSÍADES
¿Qué dices? ¿Qué dices? ¡Eso es mucho peor!
FIDÍPIDES
¿Qué dirás, si te pruebo por medio de aquel razonamiento que es
necesario maltratar a la madre?
ESTREPSÍADES
Si haces eso, nada se opondrá a que te arrojes al Báratro111 con
Sócrates y su maldito razonamiento. Por vosotras, Nubes, me sucede
esto; por vosotras a quienes encomendé todos mis asuntos.
CORO
Tú tienes la culpa de todo por haber seguido la senda del mal.
ESTREPSÍADES
¿Por qué no me lo advertisteis antes, en vez de engañar a un pobre
viejo campesino?
CORO
Siempre obramos de esa manera cuando conocemos que alguno se
inclina al mal, hasta enviarle una desgracia, para que aprenda a
respetar a los dioses.
ESTREPSÍADES
¡Ay! doloroso es el castigo ¡oh Nubes! pero justo. Pues no deb ía
haber negado a mis acreedores el dinero que me prestaron. Ahora,
hijo mío querido, acompáñame para que nos venguemos del infame
Querefón y de Sócrates, que nos han engañado.
FIDÍPIDES
Nunca maltrataré a mis maestros.
ESTREPSÍADES
Respeta a Zeus paternal.

_____________________________
111 Precipicio al que eran arrojados los criminales.
______________
FIDÍPIDES
¡Zeus paternal! ¡qué tonto eres! ¿Hay acaso algún Zeus?
ESTREPSÍADES
Sí.
FIDÍPIDES
No hay tal; pues reina el Torbellino que ha destronado a Zeus.
ESTREPSÍADES
No lo ha destronado; pero entonces creía que ese Torbellino era
Zeus. ¡Pobre de mí, que tomé por un dios a un vaso de arcilla! 112

FIDÍPIDES
Quédate ahí diciendo necedades.
(Se va)
ESTREPSÍADES
¡Funesto delirio! ¡Qué necio fui al negar los dioses? persuadido por
Sócrates! Pero, queridísimo Hermes, no te encolerices conmigo: no
me aniquiles; perdona a un pobre hombre fascinado por la
charlatanería de los sofistas; sé mi consejero: ¿qué te parece?
¿entablaré contra ellos un proceso o adoptaré otra resolución?...
¡Excelente consejo!113 dices que no espere la tardía determinación
de una sentencia e incendie cuanto antes la casa de los habladores.
¡Hola, Jantias! ven acá, trae una escalera y un azadón, sube en
seguida al tejado de la escuela; y si amas a tu dueño, sacude de
firme hasta que el techo se desplome sobre los habitantes. Dad me
también una antorcha encendida; quiero vengarme de esos infames a
pesar de toda su arrogancia.

_______________________
112 Estrepsíades parece dirigirse a un vaso de arcilla que, según Brunck, debía haber en el teatro, delante de la casa de Sócrates, sustituyendo a la columna en honor de Apoloque los Atenienses acostumbraban a colocar en el vestíbulo.
113 Se supone inspirado por Hermes.
___________________

DISCÍPULO PRIMERO
¡Ay! ¡Ay!
ESTREPSÍADES
Antorcha mía, lanza una llama devoradora.
DISCÍPULO PRIMERO
¡Eh! tú: ¿qué estás haciendo?
ESTREPSÍADES
¿Qué hago? Disputo sobre sutilezas con las vigas de la casa.
DISCÍPULO SEGUNDO
¡Ah! ¿Quién incendia nuestra casa?
ESTREPSÍADES
Aquel a quien habéis cogido la capa.
DISCÍPULO SEGUNDO
¡Que nos vas a matar! ¡Que nos vas a matar!
ESTREPSÍADES
No quiero otra cosa, con tal que el azadón no defraude mis
esperanzas o que antes no me desnuque cayéndome de lo alto.
SÓCRATES
¡Hola! ¿qué haces en el tejado?
ESTREPSÍADES
Camino por el aire y contemplo el sol.
SÓCRATES
¡Ay de mi! intentas asfixiarme.
QUEREFON114
¡Desgraciado! voy a morir quemado vivo.
ESTREPSÍADES
¿Quién os mandaba ultrajar a los dioses, y contemplar el lugar de la
luna? Sigue115, arranca, destroza, paguen así todas sus culpas, y
principalmente su impiedad.
CORO
Retirémonos; pues el Coro ha trabajado bastante.


_______________
114 Bergk (Aristophanis Comoedias. Lipsiae, 1867, volumen 1, pág. XVII) dice que las palabras de Querefón deben atribuirse al Discípulo, pues si el poeta hubiera querido que interviniera en la acción, indudablemente hubiera dado también más importancia a su papel. Cree asimismo que los Discípulos de Sócrates debe entenderse que son uno solo.
115 Estas palabras van dirigidas a Jantias.
___________


28/10/14

Aristófanes. Las ranas.




















Aristófanes

Las ranas



PERSONAJES
JANTIAS
BACO
HERACLES
UN MUERTO
CARONTE
CORO DE RANAS
CORO DE INICIADOSÉACO
UNA CRIADA DE PROSERPINA
DOS TABERNERAS
EURÍPIDES
ESQUILO
HADES

[La escena pasa al principio en el camino de Atenas
a los Infiernos; después en los Infiernos mismos.]

JANTIAS
¿Diré, dueño mío, alguno de esos chistes de cajón
que siempre hacen reír a los espectadores?
BACO
Di lo que se te antoje, excepto el consabido: “No
puedo más” . Pues estoy harto de oírlo.
JANTIAS
¿Y algún otro más gracioso?
BACO
Con tal que no sea el “estoy hecho pedazos”.
JANTIAS
¿Entonces no he de decir ninguna agudeza?
BACO
Sí, por cierto, y sin ningún temor. Sólo te prohíbo...
JANTIAS
¿Qué?
BACO
Decir, al cambiar el hato de hombro, que no puedes
aguantar cierta necesidad .
JANTIAS
¿Tampoco que si alguno no me alivia de este
enorme peso tendré que dar suelta a algún gas?
BACO
Nada de eso, te lo suplico: a no ser cuando tengas
que vomitar.
JANTIAS
No sé entonces qué necesidad había de echarme al
hombro esta carga, para no poder hacer ninguna de
aquellas cosas tan frecuentes en Frínico, Lucis y
Amipsias , que siempre introducen en sus comedias
mozos de cordel.
BACO
No hagas tal; porque cuando yo me siento entre los
espectadores y miro invenciones tan vulgares,
envejezco más de un año.
JANTIAS
¡Desdichado hombro mío! Sufres y no se te permite
hacer reír.
BACO
¿No es esto el colmo de la insolencia y de la
flojedad? Yo, Baco, hijo del ánfora , voy a pie y me
fatigo, mientras le cedo a ese sibarita mi asno para
que vaya a su gusto y no tenga nada que llevar.
JANTIAS
Pues ¡qué! ¿no llevo yo nada?
BACO
¿Cómo has de llevar si eres llevado?
JANTIAS
Sí, con este equipaje encima.
BACO
¿Cómo?
JANTIAS
Que pesa mucho.
BACO
¿Pero dejará de llevar el asno lo que tú llevas?
JANTIAS
Por Zeus, lo que yo llevo no lo lleva él.
BACO
¿Pero cómo puedes llevar nada, siendo llevado por
otro?
JANTIAS
No lo sé; pero lo cierto es que mi hombro no puede
resistir más.
BACO
Pues aseguras que el asno no te sirve de nada,
cárgate el asno y llévalo a tu vez.
JANTIAS
¡Triste de mí! ¿Por qué no estuve en la última
batalla naval? Ya me hubieras pagado esa bromita.
BACO
Apéate, bribón; voy a llamar a esta puerta, donde
tengo que hacer mi primera parada. ¡Esclavo! ¡Eh!
¡Esclavo! .
HERACLES
¿Quieres derribar la puerta? Quienquiera que sea,
llama como un centauro . Vamos ¿qué ocurre?
BACO
¡Jantias!
JANTIAS
¿Qué?
BACO
¿No has advertido?
JANTIAS
¿El qué?
BACO
El miedo que le he dado.
JANTIAS
¡Bah! tú estás loco.
HERACLES
Por Deméter, no puedo contener la risa; por más
que me muerdo los labios, me río.
BACO
Acércate, amigo mío; te necesito.
HERACLES
¡Oh! me es imposible no soltar la carcajada al ver
una piel de león debajo de una túnica amarilla .
¿Qué intentas? ¿qué tienen que ver la maza y los
coturnos? ¿por qué país has viajado?
BACO
Me embarqué en el Clístenes .
HERACLES
¿Y diste una batalla naval?
BACO
Ya lo creo, y echamos a pique doce o trece naves
enemigas.
HERACLES
¿Vosotros?
BACO
Por Apolo te lo juro.
HERACLES
Y entonces me desperté .
BACO
Estaba yo en la nave, leyendo para mí la Andrómeda,
cuando de repente se apodera de mi corazón un
vivo deseo...
HERACLES
¿Un deseo? ¿De qué especie?
BACO
Pequeñito, como Molón .
HERACLES
¿De una mujer?
BACO
No.
HERACLES
¿De un muchacho?
BACO
Ni por pienso.
HERACLES
¿Entonces de un hombre?
BACO
Eso es.
HERACLES
Como estabas con Clístenes...
BACO
No te burles, hermano mío; me siento mal de veras;
el tal deseo me martiriza.
HERACLES
Pero, hermanito, sepamos cuál es.
BACO
No puedo revelártelo, pero te lo daré a entender
por medio de un enigma. Di: ¿no te ha asaltado
alguna vez un repentino deseo de comer puches?
HERACLES
¿De puches? Ya lo creo: mil veces en mi vida .
BACO
¿Comprendes bien? ¿o me explico más?
HERACLES
Lo que es de los puches no tienes que decir más; lo
entiendo perfectamente.
BACO
Pues bien, tal es el deseo que me devora por
Eurípides...
HERACLES
¿Por un muerto?
BACO
Y ningún hombre me disuadirá de que vaya a
buscarle.
HERACLES
¿A los profundos infiernos?
BACO
Y más abajo, si es preciso.
HERACLES
Pero ¿para qué lo necesitas?
BACO
Me hace falta un buen poeta , y no hay ninguno,
pues los vivos todos son detestables.
HERACLES
¡Cómo! ¿Ha muerto Iofón?
BACO
Ése es el único bueno que resta; si es que él es el
bueno, pues tengo mis dudas sobre el particular.
HERACLES
Ya que tienes absoluta necesidad de sacar algún
poeta de los infiernos, ¿porqué no te llevas a
Sófocles, que es superior a Eurípides?
BACO
No, antes quiero probar a Iofón y ver lo que puede
hacer sin Sófocles. Además, como Eurípides es muy
astuto, desplegará todos sus ardides para escaparse
conmigo, mientras que el otro es tan sencillote allí
como aquí .
HERACLES
Y Agatón ¿dónde está?
BACO
Aquel buen poeta y amigo querido me abandonó y
partió.
HERACLES
¿Adónde se fue el mísero?
BACO
Al banquete de los bienaventurados .
HERACLES
¿Y Jenocles?
BACO
¡Que el cielo le confunda!
HERACLES
¿Y Pitángelo?
JANTIAS
¡De mí ni una palabra! y se me está hundiendo el
hombro .
HERACLES
¿Pero no componen también tragedias otros diez
mil mozalbetes infinitamente más habladores que
Eurípides?
BACO
Ésos son ramillos sin savia, verdaderos poetas-
golondrinas, gárrulos e insustanciales, peste del
arte, que en cuanto la Musa trágica les concede el
más pequeño favor lanzan de una vez todo su
talento, y caen extenuados de fatiga. ¡Oh! por mucho
que busques, no hallarás uno de esos vates
fecundos que seducen con sus magníficas palabras.
HERACLES
¿Cómo fecundos?
BACO
Sí, fecundos y capaces de inventar estas atrevidas
expresiones: “el éter, habitacioncita de Zeus , “el pie
del tiempo” , “el corazón no quiere jurar, pero la
lengua perjura sin la complicidad del corazón” .
HERACLES
¿Y eso te gusta?
BACO
Estoy más que loco por ellas.
HERACLES
Si son necedades, tú mismo lo conoces.
BACO
“No habites en mi espíritu: ya tienes tú tu casa” .
HERACLES
Pues todo eso es lo más detestable.
BACO
En comer me podrás dar lecciones .
JANTIAS
¡De mí ni una palabra!
BACO
Escucha ahora la razón de haberme vestido como
tú. Es para que me digas, por si tengo necesidad, los
huéspedes que te acogieron cuando fuiste a buscar
al Cerbero. Indícamelos, y también los puertos,
panaderías, lupanares, paradores, posadas, fuentes,caminos,
ciudades, figones, y las tabernas donde
haya menos chinches.
JANTIAS
¡De mí ni una palabra!
HERACLES
¿Te atreverás a ir, temerario?
BACO
No hables una palabra en contra de mi proyecto;
indícame solamente el camino más corto para ir al
infierno: un camino que ni sea demasiado caliente ni
demasiado frío.
JANTIAS
¿Cuál camino te indicaré el primero? ¿Cuál? ¡Ah!
éste: coges un banquillo y una soga, y te cuelgas.
BACO
¡Otro! ése es asfixiante.
HERACLES
Hay otro camino muy corto y muy trillado: el del
mortero .
BACO
¿Te refieres a la cicuta?
HERACLES
Precisamente.
BACO
Ése es frío y glacial: en seguida se hielan las piernas.
HERACLES
¿Quieres que te diga uno muy rápido y pendiente?
BACO
Sí, por cierto; pues no soy muy andarín.
HERACLES
Vete al Cerámico .
BACO
¿Y después?
HERACLES
Sube a lo alto de la torre...
BACO
¿Para qué?
HERACLES
Ten fijos los ojos en la antorcha, hasta que se dé la
señal; y cuando los espectadores te manden que la
tires, te arrojas tú mismo.
BACO
¿Adónde?
HERACLES
Abajo.
BACO
Y me romperé las dos membranas del cerebro. No
me gusta ese camino.
HERACLES
¿Pues cuál?
BACO
Aquel por donde tú fuiste.
HERACLES
Pero es sumamente largo. Lo primero que
encontrarás será una laguna inmensa y
profundísima.
BACO
¿Cómo la atravesaré?
HERACLES
Un barquero viejo te pasará en un botecillo,
mediante el pago de dos óbolos.
BACO
¡Oh, qué poder tienen en todas partes los dos
óbolos! . ¿Cómo han llegado hasta allí?
HERACLES
Teseo los llevó. Después verás una multitud de
serpientes y monstruos horrendos.
BACO
No trates de meterme miedo y aterrarme; no me
disuadirás.
HERACLES
Luego un vasto cenagal, lleno de inmundicias, y
sumergidos en él todos los que faltaron a los
deberes de la hospitalidad, los que negaron el
salario a su bardaje, y los que maltrataron a su
madre, abofetearon a su padre, o copiaron algún
pasaje de Mórsimo .
BACO
A ésos deberían agregarse todos los que
aprendieron la danza pírrica de Cinesias .
HERACLES
Más lejos encantará tus oídos el dulce sonido de las
flautas; verás bosquecillos de mirtos iluminados por
una luz purísima como la de aquí; encontrarás
grupos bienaventurados de hombres y mujeres, y
escucharás alegres palmoteos.
BACO
Y ésos ¿quiénes son?
HERACLES
Los iniciados...
JANTIAS
Y yo el asno portador de los misterios ; pero, por
Zeus, no los llevaré más.
HERACLES
Que te dirán todo cuanto necesites, pues habitan en
el mismo camino,
junto a la puerta del palacio de
Hades. Conque, hermano mío, feliz viaje.
BACO
¡Adiós! y que Zeus te oiga. (a Jantias.) Vuelve a
cargarte el hato.
JANTIAS
¿Antes de habérmelo descargado?
BACO
Y a escape.
JANTIAS
No, no, te lo suplico: más vale que te ajustes con
algún muerto de los que necesariamente tienen que
recorrer este camino.
BACO
¿Y si no lo encuentro?
JANTIAS
Entonces llévame.
BACO
Tienes razón. Ahí traen precisamente a un muerto.
¡En, tú, a ti te digo, el muerto! ¿Quieres llevar un
hatillo a los infiernos?
UN MUERTO
¿Es pesado?
BACO
Míralo.
EL MUERTO
¿Me pagarás dos dracmas?
BACO
¡Oh, no! menos.
EL MUERTO
Adelante, sepultureros.
BACO
Espera un poco, amigo mío, para ver si podemos
arreglarnos.
EL MUERTO
Si no me das dos dracmas, no hables.
BACO
Toma nueve óbolos .
EL MUERTO
¡Antes resucitar!
JANTIAS
¡Qué soberbio es el maldito! ¿Y no se le castigará?
Iré yo mismo.
BACO
Eres un buen muchacho. Dirijámonos a la barca.
CARONTE
¡Hoop! Aborda.
JANTIAS
¿Qué es eso?
BACO
Es la laguna de que nos ha hablado Heracles; ya veo
la barca.
JANTIAS
Por Posidón, ése es Caronte.
BACO
¡Salud, Caronte! ¡Salud, Caronte! ¡Salud, Caronte!
CARONTE
¿Quién viene del país de las miserias y cuidados a
los campos de reposo y del Leteo, a trasquilar la
lana de los asnos , a la morada de los Cerberios , a
los infiernos y al Ténaro?
BACO
Yo.
CARONTE
Entra al punto.
BACO
¿Adónde nos vas a llevar? ¿al infierno, de veras?
CARONTE
Sí, por Zeus, para servirte. Vamos, entra.
BACO
Ven acá, muchacho.
CARONTE
No paso al esclavo si no ha combatido en alguna
batalla naval por salvar el pellejo .
JANTIAS
No pude, porque tenía entonces los ojos malos.
CARONTE
Pues tienes que dar la vuelta a la laguna.
JANTIAS
¿Y dónde me detengo?
CARONTE
En la piedra de Aveno , junto a las posadas.
BACO
¿Has entendido?
JANTIAS
Perfectamente. ¡Qué desgraciado soy! Sin duda al
salir de casa tuve algún encuentro de mal agüero.
(Vase.)
CARONTE
(A Baco.) Siéntate al remo. — Si hay algún otro que
desee pasar, que se apresure. — ¡Eh, tú! ¿Quéhaces?
BACO
¿Qué he de hacer? Me he sentado sobre el remo
como me has dicho.
CARONTE
Colócate ahí, panzón.
BACO
Ya estoy.
CARONTE
Adelanta los brazos; extiéndelos.
BACO
Ya están.
CARONTE
¡Basta de tonterías! Rema vigorosamente.
BACO
¿Cómo he de poder remar si no conozco este oficio
ni he estado nunca en Salamina?
CARONTE
Facilísimamente; porque en cuanto cojas el remo
vas a oír bellísimos cánticos.
BACO
¿De quién?
CARONTE
De las ranas, émulas de los cisnes; ¡son deliciosos!
BACO
Ea, manda la maniobra.
CARONTE
¡Hoop, op! ¡Hoop, op!
LAS RANAS
Brekekekex, coax, coax; brekekekex, coax, coax.
Húmedas hijas de los pantanos, mezclemos nuestro
cántico sonoro a los dulces sonidos de las flautas,
coax, coax; repitamos los himnos que en honor de
Baco Niseo , hijo de Zeus, entonamos en la sagrada
fiesta de las ollas , cuando la multitud embriagada se
dirige a nuestro templo del pantano . Brekekekex,
coax, coax.
BACO
Principian a dolerme las nalgas, carísima coax, coax.
Pero a vosotras no se os importa nada.
LAS RANAS
Brekekekex, coax, coax.
BACO
¡Así reventéis con vuestro coax! ¡Siempre coax,
coax!
LAS RANAS
Y con razón, imbécil. Porque yo soy la favorita de
las Musas, hábiles tañedoras de la lira, y del
cornípedo Pan, diestro en el caramillo. Me ama
también el citarista Apolo, porque hago crecer en
los pantanos caños para los puentes de sus liras.
Brekekekex, coax, coax.
BACO
Ya se me han levantado ampollas; tengo el trasero
inundado de sudor, y pienso que pronto empezaré
a decir brekekekex, coax, coax. Pero callad, raza
graznadora.
LAS RANAS
¡Callar! al contrario, cantaremos con más fuerza.
Porque a nosotras nos deleita en los días apacibles
saltar entre el fleos y la juncia, entonando los
himnos que solemos cantar cuando nadamos; o
bien, cuando Zeus vierte la lluvia, sumergidas en el
fondo de nuestras moradas, unir nuestras ágiles
voces al ruido de las gotas. Brekekekex, coax.
BACO
Os prohíbo cantar.
LAS RANAS
El silencio es para nosotras insoportable.
BACO
Más insoportable es para mí el destrozarme
remando.
LAS RANAS
Brekekekex, coax, coax.
BACO
¡Ojalá reventéis! poco me importaría.
LAS RANAS
Pues nosotras graznaremos a toda voz, desde la
mañana hasta la noche, brekekekex, coax, coax.
BACO
En eso no me ganaréis.
LAS RANAS
Ni tú a nosotras.
BACO
Ni vosotras a mí. Graznaré, si es preciso, todo el día
hasta dominar vuestro coax. Brekekekex, coax, coax.
Ya sabía yo que os había de hacer callar.
CARONTE
¡Eh! para, para. Empuja el bote a la orilla con el
remo. Desembarca, y paga.
BACO
Ahí tienes dos óbolos. — ¡Jantias! ¿Dónde está
Jantias? ¡Eh, Jantias!
JANTIAS
¡Eh!
BACO
Ven acá.
JANTIASSalud, amo mío.
BACO
¿Qué es lo que hay ahí?
JANTIAS
Tinieblas y cieno.
BACO
¿Has visto en algún lugar a los parricidas y perjuros
de que aquél nos habló?
JANTIAS
¿No los has visto tú?
BACO
Por Posidón, ahora los veo . ¡Ea! ¿qué hacemos?
JANTIAS
Lo mejor será ir más adelante, porque éste es el
sitio donde nos dijo que estaban los monstruoshorrendos.
BACO
¡Cómo se va a fastidiar! Nos contaba fábulas para
meterme miedo; fue pura envidia. ¡Como sabe que
yo soy lo más bravo...! Heracles es muy arrogante.
Yo quisiera tener algún encuentro, alguna ocasión
de hacer famoso mi viaje.
JANTIAS
Por Zeus, siento no sé qué ruido.
BACO
(asustado) ¿Dónde? ¿dónde?
JANTIAS
Detrás.
BACO
Anda detrás.
JANTIAS
No, es delante.
BACO
Pues anda delante.
JANTIAS
Por Zeus, veo un monstruo gigantesco.
BACO
¿Cómo es?
JANTIAS
¡Horrendo! Toma toda clase de formas: ya es un
buey, ya es un mico, ya una mujer muy hermosa.
BACO
¿Dónde está? ¡Oh! voy a salirle al encuentro.
JANTIAS
Ya no es mujer, ahora es un perro.
BACO
Entonces es Empusa .
JANTIAS
Todo su rostro está lleno de fuego.
BACO
Tiene una pierna de bronce.
JANTIAS
Y otra de asno . Tenlo por seguro.
BACO
¿Adonde me escapo?
JANTIAS
¿Y yo?
BACO
¡Oh sacerdote! Sálvame para que pueda beber
contigo.
JANTIAS
¡Estamos perdidos, Heracles poderoso!
BACO
No lo mientes, querido mío; no pronuncies su
nombre.
JANTIAS
Entonces diré: ¡oh Baco!
BACO
Menos aún.
JANTIAS
Sigue todo derecho. — Aquí, aquí, amo mío.
BACO
¿Qué pasa?
JANTIAS
Tranquilízate: la cosa va bien; ya podemos decir
como Hegéloco: “Después de la tempestad veo la
calma” . Empusa ha desaparecido.
BACO
Júramelo.
JANTIAS
Lo juro por Zeus.
BACO
Júralo otra vez.
JANTIAS
Lo juro por Zeus.
BACO
Vuélvemelo a jurar.
JANTIAS
Lo juro por Zeus.
BACO
¡Oh, cómo he palidecido al ver esa fantasma!
JANTIAS
Pues ese otro se ha puesto rojo de miedo .
BACO
¡Ay! ¿Cuál es la causa de todos estos males? ¿A qué
dios acusaré de mi desgraciada suerte? “¿Al Éter,
habitacioncita de Júpiter, o al pie del Tiempo?”
JANTIAS
¡En, tú!
BACO
¿Qué hay?
JANTIAS
¿No has oído?
BACO
¿Qué?
JANTIAS
Las flautas.
BACO
Es verdad, también ha llegado hasta mí el perfume
místico de las antorchas. Cállate y escuchémoslos
escondidos.
CORO
¡Iaco, oh Iaco! ¡Iaco, oh Iaco!
JANTIAS
Eso mismo es, dueño mío; son los juegos de los
iniciados de que nos hablaba; pues cantan a Iaco,
como Diágoras .
BACO
También a mí me lo parece. Por lo cual, lo mejor es
guardar silencio, hasta enterarnos bien de lo que
sea.
CORO
Iaco, veneradísimo Iaco, oye la voz de los que
adoran tus misterios, y acude a este prado, tu
mansión favorita, para dirigir sus coros; ven, y
haciendo retemblar sobre tu cabeza la corona de
mirto cuajado de bayas ejecuta con atrevido pie
aquella suelta y regocijada danza llena de gracias,
solemne y mística, puro encanto de los iniciados.
JANTIAS
Augusta y veneranda Deméter, ¡qué delicioso olor a
carne de cerdo ha acariciado mis narices!
BACO
Vamos, ¿será necesario darte un pedazo para que
calles?
CORO
Reanima la luz de las flameantes antorchas,blandiéndolas
 en tus manos. ¡Iaco, oh Iaco, fúlgida
estrella de la iniciación nocturna! El prado
deslumbra lleno de luces: vigorízanse las rodillas
del anciano, disípanse sus penas, y aligérasele la
carga de los años para poder formar parte de los
sagrados coros. Guía tú, deidad resplandeciente,
sobre esta fresca y florida alfombra las danzas de la
garrida juventud. ¡Silencio! lejos de aquí, profanos,
almas impuras, nunca admitidos a las fiestas y
danzas de las nobles Piérides, ni iniciados en el
misterioso lenguaje ditirámbico del taurófago
Cratino , apasionados de los versos chocarreros e
inoportunos chistes. Lejos de aquí todo el que, en
vez de reprimir una sedición funesta y mirar por el
bien de sus conciudadanos, atiza y exacerba las
discordias, atento sólo a saciar la propia avaricia.
Lejos de aquí el que, estando al frente de una
ciudad agobiada por la desgracia, se deja sobornar
y entrega una fortaleza o las naves; o el que, como
ese infame Torición , cobrador de vigésimas,
exporta de Egina a Epidauro cueros, lino, pez y
demás mercancías prohibidas. Lejos de aquí todo el
que aconseja a cualquiera que preste a nuestros
enemigos dinero para la construcción de naves ,
omancha de inmundicia las imágenes de Hécate,
mientras entona ditirambos Lejos de aquí todo
orador que cercena el salario a los poetas porque
le pusieron en escena en las fiestas nacionales de
Baco. A todos ésos les digo, una y cien veces, que
dejen libre el campo a los rústicos coros. Vosotros,
elevad vuestros cantos y los himnos nocturnos
propios de estas fiestas.
Adelántese cada cual osadamente por los prados
floridos de esta profunda mansión, dando rienda
suelta a los chistes, burlas y dicterios. ¡Basta de
festines! ¡Adelante! Celebrad a nuestra divina
protectora , que ha prometido defender siempre
este país, a pesar de Torición.
Ea, principiad ahora otros himnos en honor de la
frugífera Deméter; celebradla en religiosos cantos.
Oh Deméter, reina de los puros misterios, senos
propicia y protege a tu coro; permíteme entregarme
en todo tiempo a los juegos y a las danzas, y que
mezclando mil donaires y discretas razones llegue a
merecer con obra digna de tus fiestas ser ceñidopor las bandas triunfales.
Ea, invoca ahora en tus cantos el numen jovial,
eterno compañero de estas danzas.
Veneradísimo Iaco, inventor de las suavísimas
melodías que en estas fiestas se cantan, ven a
acompañarnos al templo de la diosa, y prueba que
puedes recorrer sin fatigarte un largo camino . Iaco,
amigo del baile, guía mis pasos; tú has desgarrado
mis sandalias y pobres vestidos, para que causen
risa y me permitan danzar con más desenfado.
Iaco, amigo del baile, guía mis pasos. Mirando de
reojo, acabo de ver una hermosísima doncella, por
cuya túnica desgarrada asomaba indiscretamente
parte de su seno . Iaco, amigo del baile, guía mis
pasos.
BACO
Sí, a mí me gusta unirme a esos coros, y deseo bailar
con ella.
JANTIAS
Yo también.
CORO
¿Queréis que nos burlemos juntos de Arquedemo?
A los siete años no era todavía ciudadano, y ahora
es jefe de los muertos de la tierra , y ejerce allí el
principado de la bribonería. He oído que Clístenes
se arranca sobre los sepulcros los pelos de las
nalgas y se araña las mejillas : tendido sobre las
tumbas gime, llora y llama desolado a Sebine de
Anaflisto . También cuentan que Calías, el hijo de
Hipobino , cubierto de una piel de león , se entrega
sobre sus naves a un combate amoroso.
BACO
¿Podrías decirnos dónde está la morada de Hades?
Somos unos extranjeros recién llegados.
CORO
No vayas más lejos, ni repitas la pregunta: sabed
que estáis en su misma puerta.
BACO
Muchacho, coge de nuevo el hato.
JANTIAS
La eterna muletilla de “la Corinto de Zeus” se
repite en el hato.
CORO
Sobre el césped de este florido bosque bailad en
rueda en honor de la diosa los admitidos a esta
piadosa fiesta.
BACO
Yo iré con las doncellas y matronas al sitio donde se
celebra la velada de las diosas, llevando la sagrada
antorcha .
CORO
Vamos a los prados floridos, esmaltados de rosas, a
recrearnos, según costumbre, en esas brillantes
danzas presididas por las bienaventuradas Parcas.
El sol y la luna sólo lucen para nosotros los
iniciados, que durante la vida fuimos benéficos con
propios y extraños .
BACO
¿Cómo llamaré a esta puerta? ¿Cómo? ¿De qué
manera acostumbran llamar las gentes de este país?
JANTIAS
No pierdas el tiempo; llama con la fuerza de
Heracles, para no estar en contradicción con tu
disfraz.
BACO
¡Esclavo! ¡Esclavo!
ÉACO
¿Quién va?
BACO
Heracles el valeroso.
ÉACO
¡Ah, infame, atrevido, sinvergüenza, canalla, más
canalla que todos los canallas juntos, tú nos llevaste
nuestro perro Cerbero retorciéndole el pescuezo, y
escapaste con él estando yo encargado de su
guarda. Pero ya has caído en mi poder: las negras
rocas de la Estigia y el peñasco ensangrentado del
Aquerón te cierran el paso; los perros vagabundos
del Cocito y la Hidra de cien cabezas te desgarrarán
las entrañas; la murena Tartesia devorará tus
pulmones; y las Gorgonias Titrasias se llevarán
entre las uñas, revueltos con los intestinos, tus
sanguinolentos riñones . ¡Ah! corro a llamarlas.
JANTIAS
¡Puf! ¿Qué has hecho?
BACO
Una libación ; invoca al dios ..
JANTIAS
¡Qué ridiculez! Levántate pronto, antes de que algún
extraño te vea.
BACO
Me siento desfallecer, ponme una esponja sobre el
corazón .
JANTIAS
Toma.
BACO
Acércate.
JANTIAS
¿Dónde estás? ¡Santos dioses! ¿Aquí tienes el
corazón?
BACO
De miedo se me ha caído al bajo vientre .
JANTIAS
Eres el más cobarde de los dioses y los hombres.
BACO
¡Yo cobarde! ¡y te he pedido una esponja! Nadie en
mi lugar hubiera hecho otro tanto.
JANTIAS
¿Pues qué?
BACO
Un cobarde hubiera quedado tendido sobre su
propia inmundicia y yo me he levantado y me he
limpiado.
JANTIAS
¡Gran hazaña, por Posidón!
BACO
Ya lo creo, por Zeus. ¿No has temblado tú al oír sus
gritos y formidables amenazas?
JANTIAS
No se me importó de ellas ni un comino.
BACO
Ea, si eres tan valiente y animoso, haz mi papel, y
puesto que nada te hace temblar toma la clava y la
piel de león; yo a mi vez llevaré el hato.
JANTIAS
Venga al momento; es necesario obedecer.
Contempla a Heracles-Jantias, y mira si soy un
cobarde y si me parezco a ti.
BACO
A mí en nada; eres el vivo retrato del bribón
melitense . Ea, voy a cargarme el equipaje.
UNA CRIADA
¿Eres tú, querido Heracles? Entra, entra. En cuanto
la diosa ha sabido tu venida ha mandado amasar
pan, cocer dos o tres ollas de legumbres y puches,
asar un buey entero, y preparar tortas y pasteles ;
vamos, entra.
JANTIAS
Gracias. Es mucho honor.
LA CRIADA
¡Ah, por Apolo! No te dejaré marchar. Ha cocido
aves; ha frito deliciosas confituras y preparado un
vino exquisito. Vamos, entra conmigo.
JANTIAS
Mil gracias.
LA CRIADA
¿Estás loco? No te he de soltar. Tiene también a tu
disposición una bellísima tañedora de flauta y dos o
tres bailarinas.
JANTIAS
¿Qué dices? ¿Bailarinas?
LA CRIADA
En la flor de la juventud, y recién salidas del
tocador. Fero entra; el cocinero iba ya a sacar del
fuego los peces, y a llevarlos a la mesa.
JANTIAS
Sea; vete a decir a esas bailarinas que entro al
instante. Tú, muchacho, sígueme con el hato al
hombro.
BACO
¡Eh, tú, alto! Sin duda has tomado en serio el papel
de Heracles que yo te he dado en broma. Basta de
sandeces, Jantias; vuelve a cargarte el hato.
JANTIAS
¿Qué es esto? Creo que no pensarás quitarme lo
que me has dado.
BACO
Es más: lo hago, y al momento. ¡Pronto! Venga esa
piel.
JANTIAS
Pongo a los dioses por testigos y les encomiendo mi
venganza.
BACO
¿A qué dioses? ¿Habrá necedad e insensatez como
la tuya? ¡Un esclavo, un mortal querer pasar por
hijo de Alcmena!
JANTIAS
¡Bien! ¡Bien! Toma tu traje. Quizá me necesites algún
día, si Dios quiere.
CORO
Todo hombre cuerdo, sensato y experimentado
sabe buscar el costado de la nave que se sumerge
menos, en vez de estarse como una figura pintada,
siempre en la misma actitud; pero sólo un hombre
hábil, como Terámenes , sabe cambiar a medida de
su conveniencia.
BACO
¿No sería ridículo ver a Jantias, a un esclavo,
tendido sobre tapices de Mileto, acariciar a una
bailarina y pedirme el orinal, mientras yo le miraba
rascándome , expuesto a que ese bribón me saltase
de un puñetazo los dientes de delante?
TABERNERA PRIMERA
¡Platana! ¡Platana! Ven acá. Ése es aquel canalla que
entró un día en nuestra taberna y se nos comió
dieciséis panes.
TABERNERA SEGUNDA
Justamente. El mismo.
JANTIAS
Esto va mal para alguno.
TABERNERA PRIMERA
Y además veinte tajadas de carne cocida, de a medio
óbolo cada una.
JANTIAS
Alguno lo va a pagar.
TABERNERA PRIMERA
Y ajos sin cuento.
BACO
Tú deliras, mujer; no sabes lo que te dices.
TABERNERA PRIMERA
¿Creías que no te iba a conocer porque te has
puesto coturnos? Pues aún no he dicho nada de
aquella enormidad de pescados.
TABERNERA SEGUNDA
Ni de aquel queso fresco que se me tragó ¡pobre de
mí! con cesto y todo; y cuando le exigí el pago me
lanzó una mirada feroz y empezó a mugir.
JANTIAS
Ésas son cosas suyas; en todas partes hace lo
mismo.
TABERNERA SEGUNDA
Y desenvainó su espada como un energúmeno.
TABERNERA PRIMERA
¡Ay! sí.
TABERNERA SEGUNDA
Nosotras espantadas nos subimos de un salto al
sobradillo, y él se escapó llevándosenos las cestas.
JANTIAS
Eso es muy propio de él. Pero no debías de haberlo
dejado así.
TABERNERA PRIMERA
Anda, llama a Cleón, nuestro protector.
TABERNERA SEGUNDA
Y tú trata de hallar a Hipérbole , para que nos las
pague todas juntas ese bribón.
TABERNERA PRIMERA
¡Maldito gaznate! ¡Mi mayor placer sería majarte
con un canto esas muelas con que devoraste mis
provisiones.
TABERNERA SEGUNDA
Yo quisiera arrojarte al Báratro .
TABERNERA PRIMERA
Y yo segarte con una hoz esa condenada garganta,
por donde pasaron mis ricos tripacallos. Voy en
busca de Cleón para que te cite hoy mismo a juicio y
desenrede este embrollo.
(Vanse.)
BACO
Que me muera si no es verdad que quiero a Jantias
como a las niñas de mis ojos.
JANTIAS
Te veo, te veo. Te excusas de hablar más. No quiero
hacer de Heracles.
BACO¡Oh, no digas eso, Jantias mío!
JANTIAS
¿Pero cómo he de poder pasar por el hijo de
Alcmena, yo, un esclavo, un mortal?
BACO
Vamos, ya sé que estás enfadado y no te falta razón:
aunque me pegases no te replicaría. Mira, si en
adelante vuelvo a quitarte estos atavíos, haga el
cielo que seamos exterminados yo, mi mujer, mis
hijos, toda mi casta, y el legañoso Arquedemo.
JANTIAS
Recibo tu juramento, y acepto el papel de Heracles
con esa condición.
CORO
Ahora, después de haber vestido de nuevo tu traje
de Heracles, tienes que aparentar juveniles bríos y
lanzar torvas miradas a ejemplo del dios que
representas; pues si representas mal tu papel y te
muestras flojo o cobarde, volverás a cargar con el
hato.
JANTIAS
Os agradezco el consejo, amigos míos; pero eso ya
lo tenía yo pensado. Si la cosa va bien, ya veréis
cómo quiere volver a desnudarme; lo tengo
previsto; sin embargo, no por eso dejaré de
manifestarme fuerte y arrogante, y de mirar con el
gesto avinagrado del que mastica orégano. Llegó a
lo que parece el momento de obrar, pues oigo
rechinar la puerta.
ÉACO
(a sus esclavos) Atadme pronto a ese ladrón de
perros , para castigarle; despachad.
BACO
Esto va mal para alguno.
JANTIAS
¡Ay del que se acerque!
ÉACO
¡Cómo! ¿te resistes? ¡Eh, Ditilas, Esceblias, Párdocas,
avanzad y combatid con él!
BACO
¿No es insufrible que después de robar a otros trate
todavía de maltratarlos?
JANTIAS
Eso pasa ya de la raya.
ÉACO
Sí, es insufrible e intolerable.
JANTIAS
Aniquíleme Zeus si jamás he venido aquí o te he
robado el valor de un cabello. Quiero darte una
prueba de generosidad; apodérate de ese esclavo;
somételo al tormento , y si llegas a averiguar algo
contra mí, dame la muerte.
ÉACO
¿A qué tormento le someteré?
JANTIAS
A todos; átalo a una escalera, dale de palos,
desuéllalo, tortúralo, échale vinagre en las narices,
cárgale de ladrillos; en fin, emplea todos los medios,
menos el de azotarle con ajos o puerros verdes .
ÉACO
Muy bien dicho; pero, si estropeo a tu esclavo, ¿me
exigirás los daños y perjuicios?
JANTIAS
No lo temas; puedes llevártelo y someterlo a la
tortura.
ÉACO
Lo haré aquí mismo, para que hable delante de ti. —
Tú, deja la carga, y cuidado con mentir.
BACOProhíbo que nadie me atormente; yo soy inmortal;
si lo haces, todo el mal caerá sobre ti.
ÉACO
¿Qué dices?
BACO
Digo que yo soy un inmortal, Baco, hijo de Zeus, y
que ése es un esclavo.
ÉACO
(a Jantias) ¿Has oído?
JANTIAS
Perfectamente; por lo mismo hay que azotarle más
fuerte; si es un dios, no sentirá los golpes.
BACO
¿Por qué, pues, ya que pretendes pasar por un
inmortal, no has de someterte también a la
fustigación?
JANTIAS
Tienes razón. Aquel que llore antes, o se muestre
sensible a los palos, es señal de que no es dios.
ÉACO
Eres indudablemente un hombre generoso: no
rehuyes nada de lo que es justo. Ea, desnudaos.
JANTIAS
¿Cómo nos darás tormento conforme a justicia?
ÉACO
Nada más fácil; se os distribuirán los golpes
alternativamente.
JANTIAS
¡Feliz idea!
ÉACO
¡Toma! (pega a Jantias)
JANTIAS
Observa si me muevo.
ÉACO
Pues ya te he pegado.
JANTIAS
No por cierto.
ÉACO
Parece que no los has sentido. Ahora voy a
sacudirle a este otro.
BACO
¿Cuándo?
ÉACO
Sí, ya te he pegado.
BACO
¿Cómo? ¿si ni siquiera me has hecho estornudar?
ÉACO
Lo ignoro; repetiré con el otro.
JANTIAS
Anda listo. ¡Ay! ¡ay! ¡ay!
ÉACO
¡Hola! ¿Qué significa ese ay, ay, ay? Duele, ¿eh?
JANTIAS
¡Ca! estaba pensando en la fiesta de Heracles, que
se celebra en Diomea .
ÉACO
¡Qué hombre tan piadoso! Volvamos al otro.
BACO
¡Oh, oh!
ÉACO¿Qué te pasa?
BACO
Veo caballeros .
ÉACO
¿Y eso te hace llorar?
BACO
No, es que he olido cebollas.
ÉACO
¿No se te importan nada los palos?
BACO
Nada absolutamente.
ÉACO
Volvamos a éste.
JANTIAS¡Ay de mí!
ÉACO
¿Qué te pasa?
JANTIAS
Sácame esta espina.
ÉACO
¿Qué significa eso? Ahora al otro.
BACO
“¡Apolo adorado en Delos y Delfos!”
JANTIAS
Ya te duele. ¿No has oído?
BACO
No, es que me he acordado de un verso de Hipónax.
JANTIAS
No adelantas nada; pega en los costados.
ÉACO
Es verdad; vamos, presenta el vientre.
BACO
¡Oh Posidón!...
JANTIAS
Alguien se lamenta.
BACO
“...Que reina sobre los promontorios del Egeo, o
sobre el salado abismo del cerúleo mar” .
ÉACO
Por Deméter, no puedo conocer cuál de vosotros es.
Entrad; mi amo y Perséfona, que son también
dioses, os podrán reconocer.
BACO
Tienes razón. Pero eso debía de habérsete ocurrido
antes de azotarme.
CORO
Musa, asiste a nuestros sagrados coros; ven a
deleitarte con mis versos y a contemplar esa infinita
muchedumbre, entre la cual hallarás muchos
hábiles ciudadanos más noblemente ambiciosos que
ese Cleofón , de cuyos gárrulos labios se escapa
incesantemente un sonido ingrato, como el de la
golondrina de Tracia, posada sobre un ramo en
aquella bárbara región: ahora grazna ya los
lamentables cantos del ruiseñor, porque va a morir,
aun cuando en la votación resulte empate .
Justo es que el sagrado coro dé a la república
consejos y enseñanzas. Nuestra primera atención
debe ser establecer la igualdad entre los ciudadanos
y librarlos de temores; después, si alguno faltó,
engañado por los artificios de Frínico , creo que
debe permitírsele defenderse y justificarse, pues es
vergonzoso que a los que tomaron parte una vez en
una batalla naval los equiparéis a los plateenses,
convirtiéndolos de esclavos en señores. No es que
yo halle esto censurable; al contrario, lo aplaudo y
pienso que es lo único en que estuvisteis acertados;
pero entiendo que sería igualmente justo que los
que tantas veces, lo mismo ellos que sus padres,
pelearon en el mar con nosotros y nos están unidos
por su nacimiento, obtuvieran el perdón de su única
falta . Aplacad, pues, un poco vuestra indignación,
discretísimos atenienses, y procuremos que cuantos
combatieron en nuestras galeras formen una sola
familia y alcancen con su rehabilitación el pleno
goce de los derechos de ciudadanos: el mostrarnos
tan altivos y soberbios en la concesión de la
ciudadanía, sobre todo ahora que fluctuamos a
merced de las olas , es una imprudencia de que en
el porvenir nos arrepentiremos. Si soy hábil en
conocer la vida y costumbres de los que habrán de
arrepentirse de su conducta, me parece que no está
lejos la hora del castigo del pequeño Clígenes , ese
mico revoltoso que es el peor de cuantos bañeros
mezclan a la ceniza falso nitro y tierra de Cimolo . Él
ya lo conoce; y por eso va armado siempre de un
grueso garrote, receloso de que, al encontrarle
ebrio, le despojen de sus vestidos.
Muchas veces he notado que en nuestra ciudad
sucede con los buenos y malos ciudadanos lo
mismo que con las piezas de oro antiguas y
modernas. Las primeras no falsificadas, y las
mejores sin disputa por su buen cuño y excelente
sonido, son corrientes en todas partes entra griegos
y bárbaros, y sin embargo no las usamos para nada,
prefiriendo esas detestables piezas de cobre,
recientemente acuñadas, cuya mala ley es notoria .
Del mismo modo despreciamos y ultrajamos a
cuantos ciudadanos sabemos que son nobles,
modestos, justos, buenos, honrados, hábiles en la
palestra, en las danzas y en la música, y preferimos
para todos los cargos a hombres sin vergüenza
extranjeros, esclavos, bribones de mala ralea,
advenedizos, que antes la república no hubiera
admitido ni para víctimas expiatorias. Ahora, pues,
insensatos, mudad de costumbres y utilizad de
nuevo a las gentes honradas, pues de esta suerte si
os va bien seréis elogiados, y, si algún mal os
resulta, al menos dirán los sabios que habéis caído
con honra.
ÉACO
¡Por Zeus salvador, tu amo es todo un excelente
sujeto!
JANTIAS
¿Un excelente sujeto? Ya lo creo, no sabe más que
beber y amar.
ÉACO
Lo que me asombra es que no te haya castigado por
haberte fingido el amo siendo el siervo.
JANTIAS
Es que se hubiera arrepentido.
ÉACO
En eso obraste como buen esclavo; a mí me gusta
hacer lo mismo.
JANTIAS
Te gusta hacer eso, ¿eh?
ÉACO
Yo soy feliz cuando digo pestes de mi dueño sin que
él me oiga.
JANTIAS
¿Y cuando te marchas gruñendo después de haber
recibido una paliza?
ÉACO
También estoy satisfecho.
JANTIAS
¿Y si te metes en lo que no te importa?
ÉACO
No conozco nada más grato.
JANTIAS
¡Oh Zeus! ¿Y si escuchas la conversación de los
amos?
ÉACO
Me vuelvo loco de júbilo.
JANTIAS
¿Y cuándo se la cuentas a los vecinos?
ÉACO
¡Oh, con eso no hay placer comparable!
JANTIAS
¡Oh Apolo! Dame tu mano, amigo, y permíteme que
te abrace. Ahora, en nombre de Zeus vapuleado ,
dime qué significan ese estruendo, ese griterío y
esas disputas que se oyen allá dentro.
ÉACO
Son Esquilo y Eurípides.
JANTIAS
¿Cómo?
ÉACO
Se ha promovido una contienda, una gran contienda
entre los muertos, una verdadera sedición.
JANTIAS
¿Por qué motivo?
ÉACO
Hay aquí establecida una ley, en virtud de la cual
todo hombre superior a sus émulos en las artes
más nobles e importantes tiene derecho a ser
alimentado en el Pritáneo y a sentarse junto a
Hades...
JANTIAS
Entiendo.
ÉACO
Hasta que venga otro más hábil en la misma arte:
entonces el primero debe cederle el puesto.
JANTIAS¿Y eso por qué le alborota a Esquilo?
ÉACO
Porque, como príncipe en el género, ocupaba el
trono de la tragedia.
JANTIAS
¿Y ahora quién?
ÉACO
Cuando Eurípides descendió a estos lugares, dio
una muestra de sus versos a los rateros, cortadores
de bolsas, parricidas y horadadores de paredes que
pululan en el infierno: toda esta canalla, en cuanto
oyeron sus dimes y diretes, sus discreteos y
sutilezas, enloquecieron por él, y le proclamaron el
sabio de los sabios. Entonces Eurípides, hinchado de
orgullo, se apoderó del trono que ocupaba Esquilo.
JANTIAS
¿Y no le han apedreado?
ÉACO
Al contrario, la multitud clamaba por un juicio en
que se decidiese cuál de los dos era el mejor poeta.
JANTIAS
¿Aquella multitud de bribones?
ÉACO
¡Y con qué gritos! Llegaban hasta el cielo.
JANTIAS
¿Pero Esquilo no tenía defensores?
ÉACO
Aquí como ahí , el número de los buenos es muy
exiguo,
JANTIAS
¿Qué piensa hacer Hades?
ÉACOAbrir cuanto antes un certamen, para probar y
decidir sobre el mérito de cada uno.
JANTIAS
¿Y cómo es que Sófocles no ha reclamado el trono?
ÉACO
¡Oh! Ése es muy distinto. En cuanto llegó abrazó a
Esquilo y le tendió la mano, dejándole en posesión
pacífica del trono. Ahora, como dice Clidémides ,
está de reserva; si vence Esquilo, permanecerá en
su puesto; pero si es vencido, disputará con
Eurípides.
JANTIAS
¿Cuándo va a ser eso?
ÉACO
Dentro de muy poco va a principiar aquí mismo el
gran combate. Su ingenio poético va a ser pesado en
una balanza.
JANTIAS
¡Cómo! ¿Se pesan las tragedias?
ÉACO
Traerán reglas y varas de medir versos, y moldes
cuadriláteros, como los de los ladrillos, diámetros y
cuñas. Pues Eurípides dice que ha de examinar las
tragedias verso por verso.
JANTIAS
Esquilo, a mi ver, llevará todo eso muy a mal.
ÉACO
Bajaba la cabeza y lanzaba miradas furiosas.
JANTIAS
¿Y quién será juez?
ÉACO
Ahí está la dificultad, porque hay gran carestía de
hombres sensatos. A Esquilo no le agradaban losatenienses.
JANTIAS
Quizá porque veía entre ellos muchos ladrones.
ÉACO
Y además no los creía muy aptos para apreciar el
ingenio de los poetas. Por fin, encomendaron el
asunto a tu señor, como perito en la materia. Pero
entremos; pues cuando los amos tienen gran interés
por alguna cosa, suelen pagarlo nuestras costillas.
CORO
¡Oh, qué horrenda cólera hervirá en el pecho del
grandilocuente poeta, cuando vea a su facundo
enemigo aguzar provocativamente sus dientes! ¡Qué
terribles miradas le hará lanzar el furor! ¡Qué lucha
entre las palabras de penachudo casco y ondulante
cimera y las sutilezas artificiosas! ¡Qué combate de
gigantescos períodos con frases atrevidas y
pigmeas! Se verá al titán erizando las crines de su
espesa melena y frunciendo espantosamente el
entrecejo, rugir con poderoso aliento versos
compactos como la tablazón de un navío; mientras
el otro, tascando el freno de la envidia, pondrá en
movimiento su ágil y afilada lengua, y arrojándose
sobre las palabras de su rival desmenuzará su estilo
y reducirá a polvo el producto de su inspiración
vigorosa .
EURÍPIDES
No te empeñes; no he de ceder el trono, porque le
soy superior en la poesía.
BACO
¿Por qué te callas, Esquilo? Ya entiendes lo que ha
dicho.
EURÍPIDES
Primero se estará callando con gravedad; es una
especie de charlatanería peculiar a sus tragedias.
BACO
No tanta arrogancia, amigo mío.
EURÍPIDES
¡Sí, le conozco hace tiempo! ¡Y conozco también sus
caracteres feroces, y su lenguaje altivo,
desenfrenado, desmedido, sin regla, enfático y
cuajado de palabras hinchadas y vacías!
ESQUILO
¿Y eres tú, hijo de una rústica diosa , tú, colector de
necedades, fabricante de mendigos y remendón de
andrajos, quien se atreve a decirme...? Pero tu
audacia no ha de quedar impune.
BACO
Basta, Esquilo; no te dejes arrebatar por la ira.
ESQUILO
No callaré sin haber demostrado hasta la evidencia
lo que vale ese insolente con todos sus cojos .
BACO
¡Esclavos, traed una oveja, una oveja negra , pues la
tempestad va a estallar!
ESQUILO
¿No te avergüenzas de tus monólogos cretenses y
de los incestuosos himeneos que has introducido en
el arte trágico?
BACO
Modérate, venerable Esquilo. — Tú, mi pobre
Eurípides, déjate de temeridades y escapa de esta
granizada, no te acierte en la sien con alguna de
esas grandiosas palabras que haga saltar a tu
Télefo. — Vamos, Esquilo, calma; no discutas con
esa furia. Los poetas no deben injuriarse como si
fuesen panaderas; tú gritas desde el principio, como
una encina a la que se prende fuego.
EURÍPIDES
Estoy dispuesto a luchar; yo no retrocedo: lo mismo
me da atacar que ser atacado; admito discusión
sobre cuanto quiera; sobre los versos, el diálogo,
los coros, el nervio trágico, el Peleo, el Éolo, el
Meleagro, y hasta sobre el mismo Télefo .
BACO
¿Y tú, Esquilo, qué piensas hacer?
ESQUILO
Yo no hubiera querido combatir aquí; pues entre
los dos la lucha es desigual.
BACO
¿Por qué?
ESQUILO
Porque mis tragedias me han sobrevivido , y las
suyas murieron con él; de suerte que puede
utilizarlas contra mí. Sin embargo, ya que lo deseas,
hay que obedecerte.
BACO
Ea, traedme fuego e incienso; antes de la contienda,
quiero suplicar a los dioses que me inspiren una
decisión acertada sobre este certamen. Vosotros,
entonad un himno a las Musas.
CORO
Hijas de Zeus, castas Musas, que leéis en la mente
ingeniosa y sutil de los forjadores de sentencias,
cuando, aguzando su talento y desplegando todos
sus artificiosos recursos, descienden a combatir
sobre la arena de la discusión, venid a contemplar la
fuerza de estos dos robustos atletas, y otorgad al
uno grandiosas frases, y al otro limaduras de
versos. El gran certamen de ingenio va a principiar.
BACO
Orad también vosotros, antes de recitar vuestros
versos.
ESQUILO
¡Oh Deméter, que has formado mi inteligencia,
hazme digno de tus misterios!
BACO
(A Eurípides) Quema tú también incienso.
EURÍPIDES
Gracias, yo dirijo mis oraciones a otros dioses.
BACO
¿Dioses particulares tuyos y recién acuñados?
EURÍPIDES
Precisamente.
BACO
Invoca, pues, a esos dioses tuyos.
EURÍPIDES
Éter de que me alimento, volubilidad de la lengua,
ingenio sutil, olfato finísimo, haced que triture los
argumentos de mi adversario.
CORO
Deseosos estamos de saber, doctos poetas, qué
terreno vais a elegir para principiar la lucha.
Vuestra lengua empieza ya a desencadenarse,
y ni avuestro pecho le falta valor, ni energía a vuestra
mente. Debemos, pues, esperar que el uno atacará
con lenguaje limitado y pulido; y que el otro,
lanzándole inmensas palabras, pulverizará sus
infinitas triquiñuelas.
BACO
Vamos, principiad cuanto antes, pero en estilo
elegante, sin figuras ni vulgaridades.
EURÍPIDES
Hablaré en último término de mí y del carácter de
mi poesía; pues lo primero que me propongo
demostrar es que ése es un charlatán y un
impostor, que engañaba a su grosero auditorio con
recursos pobres, aprendidos en la escuela de
Frínico . Por ejemplo, presentando en escena un
personaje velado, como Aquiles o Níobe , que se
pavoneaban sin mostrar el rostro ni pronunciar una
palabra...
BACOEs verdad, por Zeus.
EURÍPIDES
El coro endilgaba en tanto cuatro tiradas de versos,
y ellos se estaban sin decir esta boca es mía.
BACO
A mí me agradaba más aquel silencio que la charla
que hoy emplean.
EURÍPIDES
Porque eres un estúpido; tenlo por cierto.
BACO
Así lo creo; pero ¿por qué lo hacía?
EURÍPIDES
Por charlatanismo; así, el espectador esperaba sin
moverse a que Níobe hablase algo, y mientras, el
drama iba adelante.
BACO¡Malvado! ¡Cómo me engañaba! (A Esquilo) ¿Por
qué te agitas e impacientas?
EURÍPIDES
Porque le confundo. Después de haberse pasado la
mitad de la tragedia con estas vaciedades, soltaba
una docena de palabrotas campanudas, muy
fruncidas de entrecejo y empenachadas, verdaderos
espantajos que aterraban a los espectadores
asombrados!
ESQUILO
¡Oh rabia!
BACO
(A Esquilo) ¡Silencio!
EURÍPIDES
Y no decía nada inteligible...
BACO(A Esquilo) No rechines los dientes.
EURÍPIDES
Pues todo se volvían Escamandros y fosos, y
enseñas de escudos, y águilas-grifos de bronce, y
palabras ampulosas, difíciles de comprender.
BACO
Es verdad; yo me pasé en claro toda una noche
tratando de averiguar qué pájaro era su gran gallo
amarillo .
ESQUILO
¡Ignorantón! Es la figura que se pone en la popa de
las naves,
BACO
Pues yo creía que era Erixis , hijo de Filóxeno.
EURÍPIDES¿Qué necesidad había de gallos en la tragedia?
ESQUILO
Y tú, enemigo de los dioses, ¿qué has hecho?
EURÍPIDES
No he presentado en mis dramas grandes gallos ni
hircociervos como los que se ven en los tapices de
Persia. Yo había recibido de tus manos la tragedia
cargada de inútil y pomposo fárrago, y principié por
aliviarla de su molesto peso y curar su hinchazón
por medio de versitos, digresiones sutiles,
cocimientos de acelgas blancas , y jugos
perfectamente filtrados de filosóficas vaciedades;
después lo alimenté de monólogos, mezclados con
algo de Cefisofón ; y jamás dije a la ventura cuanto
se me ocurría, ni lo revolví todo sin distinción: el
primer personaje que se presentaba en escena
explicaba el carácter y el nacimiento del drama.
ESQUILO
Mejor era eso que decir el tuyo .
EURÍPIDES
Después, desde los primeros versos, cada personaje
desempeñaba su papel; y hablaban todos, la mujer,
el esclavo, el dueño, la joven y la vieja .
ESQUILO
¿No merecería la muerte tal atrevimiento?
EURÍPIDES
Al contrario, mi objeto era agradar al pueblo.
BACO
Déjate de eso, amigo; ése es tu punto flaco.
EURÍPIDES
Luego enseñé a los espectadores el arte de hablar.
ESQUILO
Lo reconozco; ¡ojalá hubieras reventado antes!
EURÍPIDESY el modo de usar la palabra en línea recta, o en
ángulo, y el arte de discurrir, ver, entender,
engañar, amar, intrigar, sospechar, pensar en todo...
ESQUILO
Lo reconozco también.
EURÍPIDES
Puse en escena la vida de familia y las cosas más
usuales y comunes, lo cual es atrevido, pues todo el
mundo puede emitir sobre ellas su opinión; no
aturdí a los espectadores con incomprensible y
fastuosa palabrería; ni los aterré con Cienos y
Memnones , guiando corceles llenos de campanillas
y penachos. Ved sus discípulos y los míos. Los suyos
son Formisio y Megenetes , de Magnesia, armados
de lanzas, cascos, barbas y sarcásticas sonrisas; los
míos, Clitofón, y el elegante Terámenes.
BACO
¿Terámenes? ¿Ese hombre astuto y bueno para
todo, que cuando cae en un mal negocio y le ve las
orejas al lobo suele escurrir el bulto, diciendo que
no es de Quíos sino de Ceos?
EURÍPIDES
Así he conseguido perfeccionar la inteligencia de los
hombres, introduciendo en mis dramas el raciocinio
y la meditación; de suerte que ahora todo lo
comprenden y lo penetran, y han llegado a
administrar mejor que antes sus casas,
inspeccionándolo todo, y diciendo: “¿En qué anda
tal asunto? ¿Dónde está tal cosa? ¿Quién ha cogido
esta otra?”
BACO
Es verdad; ya en cuanto un ateniense entra en su
casa llama a sus esclavos y les pregunta: “¿Dónde
está la olla? ¿Quién se ha comido la cabeza de
sardina? El plato que compré el año pasado ¿ha
fenecido? ¿Dónde está el ajo de ayer? ¿Quién ha
mordisqueado la aceituna?” Y antes se estaban
hechos unos bobos, con la boca abierta, como
imbéciles papanatas.CORO
“Tú lo ves, ínclito Aquiles” . Vamos, ¿qué dices tú a
todo eso? Procura que la ira no te arrastre más allá
de la meta, pues te ha dicho cosas terribles. Noble
Esquilo, no le respondas con ferocidad, recoge tus
velas y deja sólo algunos cabos a merced de los
vientos; dirige con circunspección tu nave, y no
avances hasta conseguir una brisa leda y apacible.
Vamos, tú que fuiste el primero de los griegos en
dar pompa y elevación al estilo exornando la Musa
trágica, abre atrevidamente tus esclusas.
ESQUILO
Esta lucha me enfurece; sólo al considerar que
tengo que disputar con él, hierve mi bilis. ¡Pero que
no crea haberme vencido! Respóndeme: ¿qué es lo
que se admira en un poeta?
EURÍPIDES
Los hábiles consejos que hacen mejores a los
ciudadanos.
ESQUILO
Y si tú, lejos de obrar así, los has hecho malísimos,
de nobles y buenos que eran antes, ¿cuál castigo
merecerás?
BACO
La muerte; no lo preguntes.
ESQUILO
Pues bien, mira cómo te los dejé yo: valientes, de
elevada estatura , sin rehuir las públicas cargas , no
holgazanes, charlatanes y bribones como los de hoy,
sino apasionados por las lanzas, las picas, los cascos
de blancas cimeras, las grevas y corazas,
verdaderos corazones de hierro, defendidos por el
séptuple escudo de Áyax .
EURÍPIDES
El mal va en aumento: me va a aplastar bajo el peso
de tantas armas.
BACO¿Y cómo conseguiste hacerlos tan valientes?
Responde, Esquilo, y modera tu arrogante jactancia.
ESQUILO
Componiendo un drama lleno del espíritu de Ares.
BACO
¿Cuál?
ESQUILO
Los siete sobre Tebas . Todos los espectadores
salían llenos de bélico furor.
BACO
En eso obraste mal; pues hiciste que los tebanos
fueran mucho más atrevidos para la guerra, lo cual
merece castigo.
ESQUILO
Vosotros podíais también haberos dedicado a ello,
pero no quisisteis. Después, con Los persas, mi obra
maestra, os inspiré un ardiente deseo de vencer
siempre a los enemigos.
BACO
Es verdad; me alegré mucho a la noticia de la
muerte de Darío ; y el coro palmoteo al punto,
exclamando: ¡Victoria!
ESQUILO
Éstos son los asuntos que deben tratar los poetas:
“Considerad, si no, qué servicios prestaron los más
ilustres desde la antigüedad más remota: Orfeo
nos enseñó las iniciaciones y el horror al homicidio;
Museo , los remedios de las enfermedades y los
oráculos; Hesíodo la agricultura y el tiempo de las
sementeras y recolecciones ; y al divino Hornero
¿de dónde le ha venido tanta gloria, sino de haber
enseñado cosas útiles, la estrategia, las virtudes
bélicas y la profesión de las armas?
BACO
Sin embargo, no ha podido instruir en nada, al
architonto de Pantacles ; hace poco debía ir al
frente de una procesión, y, después de haberse
atado el casco, se acordó de que no le había puesto
la cimera.
ESQUILO
En cambio ha educado a otros mil valientes, entre
ellos el héroe Lámaco . Inspirándose en él mi
fantasía, representó las hazañas de los Patroclos y
los Teucros , bravos como leones, para excitar a
imitarlos a todos los ciudadanos en cuanto resuena
el bélico clarín. Nunca puse en escena Fedras ni
impúdicas Estenobeas ; y nadie podrá decir que he
pintado en mis versos una mujer enamorada .
EURÍPIDES
Es verdad, jamás has conocido a Afrodita.
ESQUILO
Ni la quiero conocer; en cambio, por tu mal, tú y los
tuyos la conocéis demasiado.
BACOCierto, cierto; los delitos que imputaste a las
mujeres de otros los viste en la tuya propia .
EURÍPIDES
Pero, importuno, ¿qué mal hacen a la república mis
Estenobeas?
ESQUILO
Las nobles esposas de los ciudadanos nobles han
bebido la cicuta arrastradas por la vergüenza que
les han causado tus Belerofontes .
EURÍPIDES
¿He cambiado siquiera en lo mínimo la historia de
Fedra?
ESQUILO
Es verdad, no la has cambiado; pero un buen poeta
debe ocultar el vicio y no sacarlo a luz y ponerlo en
escena, pues ha de ser para los adultos lo que para
los niños los maestros. Nuestra obligación es
enseñar sólo el bien.
EURÍPIDES
¿Y cuando tú hablas de los Licabetos y de las altas
cumbres del Parnaso nos enseñas el bien? ¿Por qué
no empleas un lenguaje humano?
ESQUILO
Pero, desdichado, las expresiones deben ser
proporcionadas a la elevación de las sentencias y
pensamientos. El lenguaje de los semidioses debe
ser sublime, lo mismo que sus vestiduras deben ser
más ostentosas que las nuestras. Lo que yo
ennoblecí, tú lo has degradado.
EURÍPIDES
¿Cómo?
ESQUILO
En primer lugar, vistiendo de harapos a los reyes
para que inspirasen más profunda compasión.
EURÍPIDES¿Qué mal hay en eso?
ESQUILO
Por culpa tuyo ningún rico quiere armar ya a su
costa una galera; pues para librarse del
compromiso se cubre de andrajos, llora y dice que
es pobre.
BACO
Es verdad, por Deméter; y debajo lleva una túnica
de lana fina; y después de habernos engañado se le
ve aparecer en la pescadería... .
ESQUILO
En segundo lugar, tú has inspirado tal afición a la
charlatanería y las argucias, que las palestras están
abandonadas, los jóvenes corrompidos , y los
marineros se atreven a contradecir a sus
comandantes; en mis tiempos no sabían más que
pedir su ración de pan y gritar “¡Rippape!”
BACO¡Oh! pues ahora, ya saben lanzar un flato a la boca
del remero del banco inferior y embrear a sus
compañeros, y, cuando desembarcan, robar los
vestidos al primer transeúnte, y pasarse el tiempo
en discusiones, sin cuidarse de remar, dejando que
la nave bogue a la ventura.
ESQUILO
¿De qué crímenes no es autor? ¿No ha puesto en
escena alcahuetas, mujeres que paren en sagrado ,
hermanas incestuosas , y otras que dicen que la vida
no es la vida? Así es que nuestra ciudad se ha
plagado de escribanos y bufones, especie de monos
que tienen al pueblo constantemente engañado;
mientras que ya nadie sabe llevar una antorcha ;
por falta de ejercicio.
BACO
Nadie, es verdad; así es que en las Panateneas me
faltó poco para morir de risa viendo a un hombre
blanco, gordo y pesado que corría encorvado y con
un trabajo infinito, mucho más atrás que los otros.
En la puerta del Cerámico, los espectadores le
pegaron en el vientre, en el pecho, en los costados y
en las nalgas, hasta que, en vista de aquella lluvia de
palmadas, mi hombre soltó un flato con el cual
apagó la antorcha y se escapó.
CORO
El negocio es importante; la disputa vehemente;
grave la guerra. Difícil será el formar opinión, pues
si el uno ataca vigorosamente, el otro huye el
cuerpo con agilidad y responde con destreza. No
permanezcáis siempre en el mismo terreno: tenéis
abiertos muchos caminos e infinitas argucias. Decid,
exponed, manifestad todos vuestros recursos viejos
y nuevos; aventurad algunos argumentos
alambicados e ingeniosos. No temáis que la
ignorancia de los espectadores no pueda
comprender vuestras sutilezas; lejos de ser gente
ruda, todos se han ejercitado, y cada cual tiene su
libro donde aprende sabias lecciones; además su
natural ingenio está hoy más aguzado que nunca.
Nada temáis, emplead todos los medios, pues estáis
ante un público ilustrado.
EURÍPIDES
Empecemos por sus prólogos; siendo lo primero
que se encuentra en una tragedia, es natural que
principiemos por ellos el estudio de este hábil
poeta. Era oscuro en la exposición de sus asuntos.
BACO
¿Cuál de sus prólogos van a examinar?
EURÍPIDES
Muchos. Recítame por de pronto el de La Orestía.
BACO
Silencio todos. Recita tú, Esquilo.
ESQUILO
Oh subterráneo Hermes, que vigilas
sobre el paterno reino, dame ayuda;
vengo al fin a mi patria y entro en ella .
BACO
¿Hallas alguna falta en esos versos?
EURÍPIDES
Más de doce.
BACO
Pero si no son más que tres versos.
EURÍPIDES
Es que cada uno tiene veinte faltas.
BACO
Esquilo, te aconsejo que te calles: si no, además de
esos tres yambos, te censurará otros muchos.
ESQUILO
¿Yo callarme delante de ése?
BACO
Si me haces caso.
EURÍPIDES
En el principio ha cometido ya una falta enorme.
esquilo
(a Baco) ¿No ves que no tienes razón?
BACO
Sea. A mí poco me importa.
ESQUILO
(a Eurípides) ¿Dónde dices que está la falta?
EURÍPIDES
Repite desde el principio.
ESQUILO
Oh subterráneo Hermes, que vigilas
sobre el paterno reino...
EURÍPIDESEso lo dice Orestes ante la tumba de su padre,
¿verdad?
ESQUILO
No lo niego.
EURÍPIDES
¿De suerte que quiere decir que Hermes velaba por
su padre, para que cayendo en un pérfido lazo
fuese vilmente asesinado por su mujer?
ESQUILO
No es al dios de la astucia, sino al Mermes benéfico,
a quien llama subterráneo, y lo prueba diciendo que
recibió esa misión de su padre.
EURÍPIDES
Entonces el yerro es más grande de lo que yo
pretendía; pues si recibió de su padre aquella
misión subterránea...
BACOEs que su padre le había nombrado enterrador.
ESQUILO
¡Ay Baco! tu vino no está perfumado .
BACO
Recita el otro verso; y tú acecha sus faltas.
ESQUILO
...dame ayuda;
vengo al fin a mi patria y entro en ella.
EURÍPIDES
El sabio Esquilo nos dice dos veces la misma cosa.
BACO
¿Cómo dos veces?
EURÍPIDES
Examina esa frase y te haré ver la repetición.
“Vengo al fin a mi patria —dice—, y entro en ella.”
Vengo es enteramente lo mismo que entro.
BACO
Entiendo; es como si uno dijera a su vecino:
“Préstame la artesa, o si quieres el arca de amasar.”
ESQUILO
No es lo mismo, charlatán; mi verso es inmejorable.
BACO
¿Cómo? Pruébamelo.
ESQUILO
Todo el que goza de los derechos de ciudadanía
puede venir a su patria, porque viene sin haber
experimentado antes ningún infortunio; pero el
desterrado viene y entra .
BACO
¡Muy bien, por Apolo! ¿Qué dices a eso, Eurípides?
EURÍPIDES
Digo que Orestes no entró a su patria, porque vino
secretamente, sin haber obtenido la competente
autorización de los que entonces ejercían el mando.
BACO
¡Muy bien, por Hermes! Pero no te comprendo.
EURÍPIDES
Recita, pues, otro.
BACO
Vamos, Esquilo, recítalo pronto. Tú acecha las faltas.
ESQUILO
Invocando los manes de mi padre
sobre su propia tumba, que se digne
oírme y escucharme le suplico .
EURÍPIDESOtra repetición: oír y escuchar son dos cosas
idénticas.
BACO
Pero, desdichado, ¿no ves que estaba hablando con
los muertos, a los que no basta invocar tres veces?
ESQUILO
Y tú ¿cómo hacías los prólogos?
EURÍPIDES
Te lo voy a decir; y si encuentras una sola
repetición, o un solo ripio, me doy por vencido.
ESQUILO
Empieza ya: mi deber es escucharte; veamos qué
hermosos son los versos de tus prólogos.
EURÍPIDES
Edipo, que al principio era dichoso... .
ESQUILODe ningún modo; su sino era la desgracia, pues ya
antes de que se le engendrara predijo Apolo que
mataría a su padre, y aún no había nacido. ¿Cómo,
pues, al principio era dichoso?
EURÍPIDES
¡Mortal infelicísimo fue luego!
ESQUILO
De ningún modo, repito. No dejó de ser lo que era.
Además, esa felicidad fue imposible. Apenas nació,
ya le expusieron metido en una olla en el rigor del
invierno, para que no llegase a ser el asesino de su
padre; después, por desgracia suya, llegó al palacio
de Pólibo, con los pies hinchados ; luego, joven
todavía, se casó con una vieja, que por añadidura
era su madre, y por último se sacó los ojos.
BACO
¡Feliz él si hubiera mandado la escuadra con
Erasínides!
EURÍPIDES
Desbarras, mis prólogos son buenos.
ESQUILO
Por Zeus, no pienso ir desmenuzando tus versos
palabra por palabra, sino con la ayuda de los dioses
aniquilar tus prólogos sin más que con una pequeña
alcuza.
EURÍPIDES
¿Con una alcuza?
ESQUILO
Sí, con una sola; pues tus yambos son de tal
naturaleza que se les puede añadir lo que se quiera,
un pellejito, una alcucita, un saquito, como te lo
demostraré en seguida.
EURÍPIDES
¿Tú demostrarme eso?
ESQUILO
Sí, yo.
BACO
Vamos, recita.
EURÍPIDES
Cuando, según la fama más creída,
con sus cincuenta hijas llegó Egipto
de Argos a la región... .
ESQUILO
Perdió su alcuza .
EURÍPIDES
¿Qué alcuza? ¡Así te mueras!
BACO
Recita otro prólogo, y veamos.
EURÍPIDESBaco, que armando del pomposo tirso
y cubierto de pieles de cervato,
danza en las cumbres del Parnaso agreste
de antorchas al fulgor.... .
ESQUILO
Perdió su alcuza.
BACO
De nuevo nos sacude con su alcuza.
EURÍPIDES
No nos fastidiará más, pues a este prólogo no le
podrá colgar la alcuza.
No existe, no, felicidad completa;
tal de ilustre familia, es pobre; y otro
de modesta extracción... .
ESQUILO
Perdió su alcuza.
BACO
¡Eurípides!
EURÍPIDES
¿Qué hay?
BACO
Recoge velas; pues esta alcuza va a convertirse en
huracán.
EURÍPIDES
Poco se me importa, por Ceres; ya verás cómo se lo
hago soltar de las manos.
BACO
Continúa recitando, y mucho ojo con la alcuza.
EURÍPIDES
La ciudad de Sidón abandonando,
Cadmo, hijo de Agenor... .
ESQUILO
Perdió su alcuza.
BACO
¡Ay, amigo mío! Cómprale esa bendita alcuza, pues,
si no, va a echar a pique todos los prólogos.
EURÍPIDES
¡Cómo! ¿yo comprársela?
BACO
Si me haces caso.
EURÍPIDES
No por cierto. Puedo citarle una porción de
prólogos, a los que no podrá aplicarles la alcuza.
Pélope, hijo de Tántalo, partiendopara Pisa, animando los corceles
de su carro veloz... .
ESQUILO
Perdió su alcuza.
BACO
¿Lo ves? De nuevo le ha colgado su alcuza. Vamos,
Esquilo, véndesela a cualquier precio que tú por un
óbolo podrás comprar otra hermosísima.
EURÍPIDES
Te digo que no; aún me quedan muchos.
Eneo en su heredad... .
ESQUILO
Perdió su alcuza.
EURÍPIDES
Déjame acabar el primer verso.Eneo en su heredad, habiendo un día
pingüe cosecha recogido y de ella
ofrecido a los dioses las primicias en
piadosa oblación...
ESQUILO
Perdió su alcuza.
BACO
¡Durante el sacrificio! ¿Quién se la quitó?
EURÍPIDES
Permíteme, amigo mío, que pruebe con este verso:
Zeus (la verdad misma lo asegura) ...
BACO
Estás perdido; en seguida va a añadir: “Perdió su
alcuza.” Porque la tal alcuza se adhiere a tus
prólogos como el orzuelo a los párpados. Pero, por
todos los dioses, pasa ya a ocuparte de la parte
lírica de sus dramas.
EURÍPIDES
Puedo demostrar hasta la evidencia que sus cantos
son perversos y llenos de las mismas repeticiones.
CORO
¿En qué parará esto? Ansioso estoy de saber qué
censuras se atreverá a presentar contra sus
infinitos y bellísimos cantos, tan superiores a los de
los poetas del día; no acierto a comprender en qué
podrá motejar a este rey de las fiestas de Baco , y le
auguro una derrota.
EURÍPIDES
¡Sí! ¡admirables cantos líricos! Ahora se verá, pues
voy a reunirlos todos en uno.
BACO
Y yo llevar la cuenta con estas piedrecitas.
EURÍPIDES
Aquiles , rey de Ftía, ¿por qué, si oyes el estruendo
feral de la matanza,
a aliviar sus trabajos, di, no vuelas? . Nosotros,
habitantes de este lago,
culto rendimos al astuto Hermes,
egregio fundador de nuestra raza,
y a aliviar sus trabajos tú no corres .
BACO
Ya tienes dos trabajos, Esquilo.
EURÍPIDES
Oh el más ilustre aqueo, ínclito Atrida, jefe de
muchos pueblos poderosos , ¿a aliviar sus trabajos
tú no corres?
BACO
Va el tercer trabajo, Esquilo.
EURÍPIDES
Silencio: las proféticas Melisas .
de Ártemis van a abrir el templo augusto.
¿Y a aliviar sus trabajos tú no vuelas?
Yo puedo proclamar que los guerreros partieron
con auspicios la victoria;
a aliviar sus trabajos tú no corres.
BACO
¡Soberano Zeus! ¡qué infinidad de trabajos! Quiero
ir a bañarme; pues con tantos trabajos se me han
inflamado los riñones.
EURÍPIDES
Por favor, no te vayas antes de oír este canto
arreglado para cítara.
BACO
Sea; pero pronto y sin trabajos.
EURÍPIDES
¿Por qué los dos monarcas que
comandan
la ardiente juventud de los Aqueos,
flatotrato-flatotrat,
la aterradora Esfinge han enviado,
perro fautor de negros infortunios?
flatotrato-flatotrat.
Vibrando el asta en la potente garra
el ave que impetuosa y vengadora
flatotrato-flatotrat.
entrega al crudo diente de los perros,
osados vagabundos de los aires,
flatotrato-flatotrat.los que se inclinan al partido de Áyax.
flatotrato-flatotrat.
BACO
¿Qué es ese flatotrat? ¿En Maratón, o dónde has
recogido ese canto de aguadores?
ESQUILO
No; yo di a lo que era ya bueno una forma
igualmente bella, para que no se dijese que cogía en
el jardín sagrado de las Musas las mismas flores que
Frínico . Pero Eurípides, para tomar sus cantos,
acude a los de todas las meretrices, y a los escollos
de Meleto , a los aires de la flauta caria, a los
acentos doloridos, y a los himnos coreo gráficos,
como os lo voy a demostrar en seguida. Traedme
una lira. ¿Pero qué necesidad hay de lira para éste?
¿Dónde está la mujer que toca las castañuelas? Ven,
oh Musa de Eurípides. Tú eres la única digna de
modular sus canciones.
BACO¿No ha imitado nunca esa Musa a las lesbias?
ESQUILO
Alciones que gorjeáis sobre las olas
infinitas del piélago salado,
con gotas titilantes
de rocío, menudas y cambiantes,
el nítido plumaje salpicado;
arañas que en los lóbregos rincones
de las habitaciones
hi-i-i-láis la trama prodigiosa
con la pata ligera,
y con la resonante lanzadera.
El delfín cautivado
por el son de las flautas delicadas,augurando buen viaje,
salta regocijado
en torno de las proas azuladas.
Adorno de la vid, crespo follaje,
sostén lozano del racimo bello,
enlaza, hijo, tus brazos a mi cuello,
¿Ves tú el ritmo?
BACO
Lo veo.
ESQUILO
¡Cómo! ¿Lo ves?
BACO
Lo veo.
ESQUILO¿Y tú, autor de semejantes versos; tú que imitas al
componerlos las doce posturas de Cirene, te
atreves a censurar los míos? Tales son sus cantos
líricos: examinemos ahora sus monólogos :
Oscuridad profunda de la noche,
del fondo de tu abismo tenebroso
¿qué ensueño pavoroso
envías a mi mente conturbada?
Sin duda es un aborto del averno,
un alma inanimada,
de horrible aspecto y de letal mirada,
un hijo de la noche y del infierno,
de uñas de acero y veste rozagante.
La lámpara brillante,
esclavas, encended, y al cristalinorío
 hurtadle la linfa en vuestras urnas;
calentadla y podré de este divino
sueño purificarme,
que en las horas nocturnas
ha venido espantoso a atormentarme.
¡Oh Posidón! ¿Qué es esto?
El prodigio funesto
ved, mis consortes en destino impío,
¡ah! Glice sin entrañas
¡huye, huye, y se lleva el gallo mío!
¡Ninfas de las montañas,
y tú, Mania, prended, prended a Glice!
Yo que estaba ¡infelice!
a mi labor atentael blanco lino hi-i-i-i-ilando
que mi rueca cubría,
y el ovillo formando
que al despuntar el día
en la plaza pensaba
a buen precio vender; mas él volaba
¡ay! volaba y con alas incansables
por el éter cruzaba;
y penas, penas ¡ay! interminables,
me dejó solamente,
y tristezas y enojos,
y convertidos en perenne fuente
de lágrimas, de lágrimas mis ojos!
Cretenses, acudid; hijos del Ida,con el arco homicida
en mi auxilio volad, cercad la casa;
divina cazadora,
Ártemis clara, acude con tus canes
y registra los últimos desvanes.
Hécate, hija del gran Zeus, enciende
dos antorchas, y guía
a la mansión dé la ladrona Glice;
quizá, quizá a su luz, ¡ay infelice!
pueda encontrar la pobre hacienda mía.
BACO
Basta de coros.
ESQUILO
Sí, basta. Ahora quiero traer una balanza, pues es el
único medio de aquilatar el valor de nuestra poesía
y calcular el peso de nuestras palabras.
BACO
Vamos, venid. Me veo reducido a vender por libras
el numen de los poetas, como si fuese queso .
CORO
Las gentes de talento son muy ingeniosas. Es ésta
una idea peregrina, admirable y extraña que antes a
nadie se le había ocurrido. Yo, si alguno me lo
hubiese contado, no le hubiera dado crédito
pensando que deliraba.
BACO
Ea, acercaos a los platillos...
ESQUILO Y EURÍPIDES
Ya estamos.
BACO
Recitad teniéndolos cogidos, cada uno un verso, y
no los soltéis hasta que yo diga: ¡Cucú!
ESQUILO Y EURÍPIDES
Ya están cogidos.
BACO
Decid ya un verso sobre la balanza.
EURÍPIDES
¡Oh, si el Argos jamás volado hubiera!...
ESQUILO
¡Oh río Esperquio! ¡oh pastos de los toros!...
BACO
¡Cucú! Soltad. ¡Oh! el verso de Esquilo baja mucho
más.
EURÍPIDES
¿Por qué?
BACOPorque, a ejemplo de los vendedores de lana, ha
mojado su verso, poniendo en él un río, y tú le has
aligerado poniéndole alas.
EURÍPIDES
Que recite otro y lo pese.
BACO
Coged de nuevo los platillos.
ESQUILO Y EURÍPIDES
Ya están.
BACO
(a Eurípides) Di.
EURÍPIDES
De la Persuasión dulce es la elocuencia
el único santuario... .
ESQUILOSólo la muerte es la deidad
que no ama las oblaciones pías... .
BACO
Soltad, soltad. De nuevo la balanza cae hacia el lado
de Esquilo; y es porque ha echado en el plato la
Muerte, que es el más pesado de los males.
EURÍPIDES
Y yo la Persuasión; mi verso es inmejorable.
BACO
Pero la Persuasión es cosa ligera y de poco peso.
Vamos, busca entre tus versos más pesados uno
muy robusto y vigoroso que incline la balanza a tu
favor.
EURÍPIDES
¿Pero dónde encontrarlo? ¿dónde?
BACOYo te lo diré: “Aquiles ha sacado dos y cuatro” .
Recitad; ésta es la última prueba.
EURÍPIDES
Se apoderó de una ferrada maza .
ESQUILO
El carro sobre el carro, y el cadáver sobre el
cadáver... .
BACO
(a Eurípides) Otra vez te ha vencido.
EURÍPIDES
¿Cómo?
BACO
Ha puesto dos carros y dos cadáveres, cuyo peso no
podrían levantar ni cien egipcios .
ESQUILODejémonos de disputar verso por verso: póngase
Eurípides en un plato de la balanza, con sus hijos, su
mujer, Cefisofón y todos sus libros, y yo pondré
solamente dos versos en el otro.
BACO
Ambos poetas son amigos míos, y no quiero decidir
la cuestión, pues sentiría enemistarme con uno de
ellos. El uno me parece muy diestro, el otro me
encanta.
HADES
Entonces no has logrado el objeto de tu viaje.
BACO
¿Y si sentencio?
HADES
Te llevarás el que prefieras; y no habrás hecho en
balde el viaje.
BACOGracias, Hades. Ahora, escuchadme: yo he bajado
aquí en busca de un poeta...
EURÍPIDES
¿Para qué?
BACO
Para que la ciudad, una vez libre de peligros , haga
representar sus tragedias. Estoy resuelto a llevarme
a aquel de vosotros que me dé un buen consejo
para la república. Decidme: ¿qué pensáis de
Alcibíades? Ésta es cuestión que ha puesto en
aprietos a Atenas .
EURÍPIDES
¿Y qué piensa de él?
BACO
¿Qué piensa? Le desea, le aborrece y no puede
pasarse sin él. Vamos, decid vuestra opinión.
EURÍPIDESDetesto al ciudadano lento en ayudar a su patria,
pronto en hacerla daño, hábil para el propio interés,
torpe para los del Estado.
BACO
¡Bien, por Posidón! Sepamos ahora tu parecer.
EURÍPIDES
No conviene criar en la ciudad al cachorro del león.
Lo mejor es esto; pero, una vez criado, es necesario
someterse a sus caprichos.
BACO
Por Zeus salvador, quedo en la misma indecisión; el
uno -habló con ingenio y el otro con claridad.
Decidme ambos vuestra opinión sobre los medios
de salvar la república.
EURÍPIDES
Poniendo a Cinesias, a modo de alas, sobre Cleócrito
, de suerte que el viento se llevase a ambos sobre
las olas del mar...
BACO
La idea es chistosa, pero ¿adonde vas a parar?
EURÍPIDES
Cuando hubiera una batalla naval podrían echar
vinagre a los ojos de nuestros enemigos. Pero voy a
deciros otra cosa.
BACO
Di.
EURÍPIDES
Si confiamos en lo que ahora desconfiamos, y
desconfiamos en lo que ahora confiamos...
BACO
¿Cómo? No entiendo. Dilo más llana y
comprensiblemente.
EURÍPIDES
Si desconfiamos de los ciudadanos en que hoy
confiamos, y empleamos a los que tenemos en
olvido, quizá nos salvaremos. Pues si con aquellos
somos infelices, no conseguiremos ser felices
empleando a sus contrarios?
BACO
¡Admirable! Eres el hombre más ingenioso, un
verdadero Palamedes . Dime: ¿esa idea es tuya o de
Cefisofón?
EURÍPIDES
Es mía; la del vinagre es de Cefisofón.
BACO
¿Qué dices tú?
ESQUILO
Dime antes a quiénes emplea la república. ¿A los
hombres de bien?
BACO
No; los aborrece de muerte.
ESQUILO
¿Le agradan los malos?
BACO
Tampoco; pero la necesidad le obliga a echar mano
de ellos.
ESQUILO
¿Qué medios de salvación puede haber para una
ciudad que no quiere paño fino ni burdo?
BACO
Por favor, Esquilo, discurre alguno que nos saque
del abismo.
ESQUILO
En la tierra te lo diré; aquí no quiero.
BACO
De ningún modo; envíales desde aquí la felicidad.
ESQUILO
Se salvarán cuando crean que la tierra de sus
enemigos es suya, y la suya de sus enemigos; y que
sus naves son sus riquezas, y sus riquezas su ruina .
BACO
Muy bien; pero los jueces lo devoran todo .
HADES
(a Baco) Sentencia.
BACO
Sentenciad vosotros. Yo elijo al predilecto de mi
corazón.
EURÍPIDES
Tomaste a los dioses por testigos de que me
llevarías. Sé fiel a tu juramento y elige a tus amigos.
BACO
“La lengua ha jurado” , pero escojo a Esquilo.
EURÍPIDES
¿Qué has hecho, miserable?
BACO
¿Yo? Declarar vencedor a Esquilo. ¿Por qué no?
EURÍPIDES
¿Y aún te atreves a mirarme a la cara después de tu
vergonzosa felonía?
BACO
¿Hay algo vergonzoso mientras el auditorio no lo
tenga por tal?
EURÍPIDES
¿Cruel, me vas a dejar entre los muertos?
BACO
¿Quién sabe si el vivir es morir, si el respirar es
comer, si el sueño es un vellón?
HADES
Entrad. Baco, ven conmigo.
BACO
¿Para qué?
HADES
Para que os dé hospitalidad antes de que partáis.
BACO
Bien dicho, por Zeus; eso me agrada más.
CORO
¡Feliz el poseedor de toda la sabiduría! Mil pruebas
lo demuestran. Esquilo, gracias a su ingenio y
habilidad, vuelve a su casa para dicha de sus
conciudadanos, amigos y parientes. Guardémonos
de charlar con Sócrates, despreciando la música y
demás accesorios importantes de las Musas
trágicas. El pasarse la vida en discursos enfáticos y
vanas sutilezas es haber perdido el juicio.
HADES
Parte gozoso, Esquilo; salva nuestra ciudad con tus
buenos consejos y castiga a los tontos: ¡hay tantos!
Entrega esta cuerda a Cleofón , ésta a los
recaudadores Mírmex y Nicómaco , y ésta a
Arquénomo , y diles que se vengan por aquí pronto
y sin tardar. Pues si no bajan en seguida, los agarro,
los marco a fuego , y atándolos de pies y manos con
Adimante hijo de Leucólofo, los precipito, hechos
un fardo, a los infiernos.
ESQUILO
Cumpliré tus órdenes: coloca tú en mi trono a
Sófocles para que me lo conserve y guarde, por si
acaso vuelvo; porque después de mí, le creo el más
hábil. En cuanto a ese intrigante, impostor y
chocarrero, haz que jamás ocupe mi puesto, aun
cuando quieran dárselo contra su voluntad.
HADES
(al Coro).Alumbradle con vuestras sagradas
antorchas, y acompañadle cantando sus propios
himnos y coros.
CORO
Dioses infernales, conceded un buen viaje al poeta
que retorna a la luz, y a nuestra ciudad grandes y
sensatos pensamientos. De esta suerte nos libraréis
de los grandes males y del horrible estruendo de las
armas. Cleofón y los que como él piensan, váyanse a
pelear a su patria.