13/9/10

FINAL Tango, de Pablo Albarello


































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FINAL TANGO


PABLO ALBARELLO

 

FINAL TANGO

(Reg. Prop. Inte. Expte. 659505)

Personajes (2 masculinos)

Final (65)
Rappapport (25)


La escena

Un barrio de Buenos Aires, una  esquina, un farol, las persianas del bar cerradas, sobre el frente un banco de plaza. Es el atardecer, reina un silencio inhabitual para la hora. Entra FINAL, estampa de malevo, funyi, saco cruzado, pañuelo blanco al cuello, a pesar del aire altanero denota una marcada debilidad física.
FINAL (contemplando la soledad de las calles): Barrio, barrio, aquí estoy luego de larga ausencia… (se desplaza un par metros, estornuda) El tiempo no te ha cambiado, barrio, el empedrado azul de aquella noche que la oí taconear. ¿Dónde está ella? ¿Dónde los muchachos?... (se desplaza otro par de metros)  La persiana del Gallego entornada, como entornado este cielo plomizo que mi corazón oprime… (saca una libretita y un lápiz) ¡Ves, eso está bien!...  (anota, se desplaza otro par de metros, mismo tono) Calles que atesoran mis anhelos y arrullan la nostalgia loca de los veinte abriles. ¡Qué desencuentro! ¡Aquí estoy, ya no soy aquel, la vida me ha hecho daño!...
FINAL saca un pañuelo, se suena ruidosamente. De algún lugar elevado, supongamos un tapial, cae hacia el escenario RAPPAPPORT, también lleva saco y pañuelo blanco al cuello, cosa que no concuerda en absoluto con el resto de su indumentaria: guantes de ciclista, calzas largas de color chillón y musculosa, va descalzo y tiene un peinado estrafalario. Colgada al cuello lleva una especie de i-Pod  o calculadora grande de juguete o de aspecto muy “trucho”.  RAPPAPPORT se incorpora, evidentemente se ha hecho daño en una rodilla, vuelve a mimar el salto con el que entró, hace una tumba carnero, acerca la nariz al piso, lo huele, lo toca con ambas palmas como comprobando su dureza.
FINAL (aunque percibe su presencia no acusa recibo): ¿Acaso la vida no da revanchas? Una pena empeñosa castiga este corazón malevo, como el dulce engaño de su boca de pétalo…
RAPPAPPORT aspira dos o tres veces el aire, en actitud científica intenta desplazarlo con las manos como si fuese  sólido.
FINAL: …Noches de arrobo y de murmullos. La esquina, el farol, no son otros pero tampoco son los mismos…
RAPPAPPORT golpea con los nudillos el caño del farol escuchando y tratando de capturar el sonido metálico.
FINAL: ¿Cuánta bravura, cuántas historias de mudo coraje…
FINAL se interrumpe, le clava una mirada turbia. RAPPAPPORT deja de golpear.
FINAL: …digo: ¿Cuánta bravura, cuántas historias de mudo coraje atesoran las íntimas calles suburbanas? El último organito emite su postrera melodía y…
RAPPAPPORT ahora deja caer un largo hilo de saliva de su boca, estudia como se comporta en su caída. FINAL no puede dejar de observarlo, se desconcentra.
FINAL: Y tu amor en mi ventana. Digo, “y mi amor en tu ventana”… ¡TE PODÉS DEJAR DE JODER!
RAPPAPPORT se congela. Pausita. Junta coraje, se acerca a FINAL.
RAPPAPPORT: P-perdono.
FINAL: ¡No te perdono nada!
RAPPAPPORT (con cautela): Good morning, ciao, signore, encantado. ¿Arrivals exchange?
FINAL lo mide, RAPPAPPORT no puede sostenerle la mirada.
FINAL (para sí): ¡Ves, a esto se llega con la droga!
RAPPAPPORT: P-perdono.
FINAL: ¡Dije que no te perdono nada!
(saca un pañuelo, se agacha y se lustra la punta de los zapatos, se incorpora) ¡Es esta gripe: me hace ver oligofrénicos por todas partes! (se aparta, estornuda, volviendo a lo suyo) Hermano de mil noches, camarada, busco las palabras que consigan plasmar esta angustia que atenaza el pecho. Fui suyo, fue mía. ¿El dulce olvido que todo lo puede, traerá nuevas esperanzas?
RAPPAPPORT se aleja, para disimular canturrea.
RAPPAPPORT: Cu cu / cu cu / cantaba la rana / Cu cu / cu cu… (con discreción se lleva un dedo al oído y acerca a su boca la calculadora, aparentemente para comunicarse con alguien) ¡Signore parlare solo…!
FINAL: …
Amurado en mi tristeza me vence el recuerdo loco de la dicha que otrora me hiciera gozar…
RAPPAPPORT
(ídem): ¡Parlare solo y contestarse!...
FINAL
(volviendo al presente): ¡No, no hay caso, no estoy en vena! (a la persiana, malhumorado) ¿Che, qué pasa? ¡Gallego! ¡Gallego, hoy no pensás abrir!...
FINAL no le saca los ojos de encima a RAPPAPPORT, que intenta ocultar con su cuerpo el i-Pod.
RAPPAPPORT: Cu cu / cu cu / di sotto dil acqua… (vuelve a llevarse el dedo al oído): ¿N-no complete il profile?... (advierte la mirada del otro, disimula,  se aproxima) Esteee… ciao, good morning, mister, qué confortevole tarde. ¿Conference and Business Center?
FINAL
(lo mide): ¡Sos bien raro, te felicito pibe! ¡Pero hoy no estoy con paciencia, así que vía, vía, tomátelas!...
FINAL lo empuja, RAPPAPPORT hace un zumbido con la boca, de golpe gira y levanta una rodilla y contorsiona ambos brazos haciendo una extraña figura, FINAL da un paso atrás, se lleva la mano al puñal.
FINAL: ¡CONMIGO NO JODÁS, MIERDA!...
RAPPAPPORT: Si no molestia…
FINAL: ¿Qué cosa?
RAPPAPPORT: ¿De perfil ponerse, please?
FINAL
: ¡Drogados, “punk”! (lo pronuncia como se escribe. Se ladea el sombrero, saca pecho) ¿Vos sos “punk”, nocierto? Te juné de entrada. Yo para estas cosas soy muy observador. (haciendo distintas poses para las tomas que RAPPAPPORT va haciendo con sus manos) El Lautaro, mi sobrino, es “punk” también: así, un tarado mental como vos. Le digo a la Elsa: uno le pregunta a tu pibe y no se sabe qué carajo espera de la vida, sin plan, sin horizontes (se acomoda el pañuelo del cuello) Se trenza a los cadenazos acá a la vuelta con los amigos, dejan los dientes tirados en la vereda. ¡Un escándalo! (reflexivo) ¡Qué picardía, carajo, en poco tiempo cómo ha cambiado la vida! ¡Sin ir más lejos: pensar lo que era esta misma calle treinta años atrás!... (declamando, conmovido) ¡El asfalto borró de un manotazo, la barriada que nos vio nacer!…
Pausa, expresión evocadora de FINAL, la escena se congela unos segundos, se escucha de fondo “Por una cabeza”. Vuelven abruptamente a la acción.
FINAL: ¡Pero qué tengo que estar perdiendo el tiempo con vos!  (va hasta la persiana, la golpea con fuerza) ¡Gallego, qué pasa viejo! ¡Vamos que hoy vengo atrasado! (consulta el reloj pulsera, lo sacude) ¡Que lo parió, y a este cacharro qué bicho le picó!
FINAL revisa el reloj descompuesto, estornuda, se suena la nariz, RAPPAPPORT descubre  un insecto que ve pasar por el piso, le pega un manotazo, se lo lleva a la boca, lo paladea. Tipea algo en la computadora. FINAL lo observa.
RAPPAPPORT (canturrea): Cu cu / cu cu / pasó un cavaliere…
FINAL: No, a vos no te tengo visto.
RAPPAPPORT
(escupiendo un trocito del insecto): Le magnétisme…
FINAL: ¿Qué?
RAPPAPPORT: Le magnétisme… campo de vectores inducidos de Madre…
FINAL: ¿Madre, qué madre? ¿La vieja, decís?
RAPPAPPORT: Madre. Spedizioniere Madre.
FINAL
: ¡Pibe, vos estás muy mal! ¿Sabés que eso que tomás te caga las neuronas, no? ¿Se puede saber qué te metés?
RAPPAPPORT: Gli machine descomponerse, por eso crack-paf suo reloj… ¿No ver E.T.?
FINAL: ¿E.T.?... ¡Bueno, mirá (
volviendo a empujarlo) guita no tengo, merca menos que menos, así que vía, vía, chabón, despejá la cancha!...
RAPPAPPORT se queda a un costado, FINAL observa las calles.
FINAL: ¡Sí parece feriado nacional, parece!... (se suena la nariz, se planta en pose, vuelve a declamar) Viejo, querido arrabal… En tus patios perfumados se insinúan las estrellas que te bañan de silencio... ¡Eso está bien! (saca la libretita, anota, se desplaza un par de metros) La madreselva, los íntimos faroles... (pierde concentración) ¿CHE, PERO QUE CARAJO ESTÁ PASANDO? ¡GALLEGO! ¡ME ESTOY EMPEZANDO A CALENTAR! ¿DÓNDE ESTÁN TODOS?
RAPPAPPORT hace una seña para que FINAL lo deje hablar.
FINAL: ¿Ahora qué?
RAPPAPPORT: ¿A-a usted dónde parecerle?
FINAL: “A usted dónde parecerle” ¿Qué sos, piel roja? ¡O hablás en cristiano o te mandás a mudar!
RAPPAPPORT: ¿Dónde parecerle que están ‘todos’?
FINAL: ¡NO ES TU PROBLEMA!… (para sí) Todavía es temprano. Recién son las seis y media…
RAPPAPORT
: Siete di afternoon GTM
FINAL
(sin escucharlo): Seguro que están atrasados, el Ruso, sin ir más lejos, en abril del año pasado trabajaba.
Pausita.
RAPPAPORT: ¿E-el Gallego, say?
FINAL: Sí. ¿Por qué? ¿Lo conocés?
RAPPAPPORT
(consulta en el i-Pod): ¿M-manuel Marcelino Mourelos, 68 years old, dos by-pass, operación próstata, hacerse llamar il Gallego?
FINAL: ¿Cómo sabés todo eso¿ ¿De dónde lo sacaste?
RAPAPPORT: Transportado questa matina.
FINAL lo mide, RAPPAPPORT no puede sostenerle la mirada.
RAPPAPORT: Terminal check-out no smocking, estar evacuando.
FINAL: ¿Evacuando?
Pausita. FINAL larga una carcajada, RAPPAPPORT lo imita, emite una risa mecánica contagiosa. Se palpa, de un bolsillo del saco saca un corpiño, lo estira, estudia la tela, de golpe el corpiño sale disparado.
FINAL: ¡Evacuando, está muy bien!
RAPPAPPORT: ¡E-evacuando, está muy bien, oui!…
FINAL
(cambia de golpe) ¡SI ME SEGUÍS TOMANDO PARA LA JODA PELO LA FACA Y TE DESGRACIO!
RAPPAPPORT se espanta, se cubre para no ser golpeado. FINAL se desentiende, saca un cigarrillo.
FINAL: ¡Venime también con que se acaba el mundo y cartón lleno!  (lo enciende, contempla el anochecer)
RAPPAPPORT (vuelve a levantar la vista al cielo, hace unos movimientos extraños con los dedos de las manos. Para sí): N-no, todavía…
Pausa. Ambos se quedan mirando el cielo, la escena se congela unos segundos De fondo vuelve a escucharse ‘Por una cabeza’, vuelven abruptamente a la acción.
FINAL: ¡Qué conste que si te doy pelota es porque estoy aburrido!
FINAL le ofrece un cigarrillo.
FINAL: ¡Si hay algo que odio es a los “punk”!
RAPPAPPORT: Tante gracie.
RAPPAPPORT se mete el cigarrillo en la boca, lo mastica, se lo traga, FINAL lo observa unos segundos y se desentiende.
FINAL: ¡Cómo ha cambiado la vida, que lo parió!... El otro día lo hablaba con Comesaña… ¿Ves, esa de ahí? Esa era nuestra parada: mocosos de 11, 12 años… Todo el santo día en la calle. Claro, en esa época qué peligro podía haber... Hacíamos el picadito en el potrero de la esquina y cuando terminábamos, más o menos a esta hora, Paglieri nos daba los camotes. ¡El tano Paglieri, tipo generoso! ¡Si me parece estar viéndolo en la verdulería con el delantal roñoso! Prendíamos el fueguito contra el murallón, los asábamos lento. Y mientras tanto caía la tarde, hablábamos de nuestras cuitas. ¡Propiamente la felicidad!… ¿Ves esta calle? Era de empedrado, te pasaba algún camioncito repartidor a las cansadas. Ahora uno observa a esos locos a 200 kilómetros por hora: ¿adónde van, me querés decir?
Mientras FINAL rememora y se emociona, a sus espaldas RAPPAPPORT, mientras tararea, le toma las medidas de la cabeza, de los brazos, de los pies. Tipea en el i-Pod.
RAPPAPPORT: Você abusou / tirou partido de mim / abusou / tirou partido de mim / abusou…
FINAL
(conmovido): y cruza el cielo el aullido / de algún perro vagabundo / y un reo meditabundo / va silbando una canción...  ¡Qué lo parió, qué imagen!
FINAL se deprime, RAPPAPPORT lo observa, le estudia los ojos, con la punta de un dedo le saca una lágrima, la examina. 
RAPPAPPORT: ¿Estar…
(busca la palabra en el i-Pod)nos-talgio”?
FINAL: ¡TOMÁTELAS!
RAPPAPPORT: Traffic control. ¿Quiere que proyectarle deseo?
RAPPAPORT hace otro extraño movimiento con brazos y piernas. FINAL, que lo observa con gesto burlón, de golpe clava la vista en un punto por encima de la platea.
FINAL: ¿ESTERCITA?... (impactado, duda, se restrega los ojos) ¡No, es esta fiebre de mierda! (a RAPPAPPORT) ¿Qué hiciste?
RAPPAPPORT lo anima por señas.
FINAL: ¿Estercita? ¿Sos vos? ¡Qué dicha para mis ojos! (saca un peine, se emprolija el jopo) ¡Estercita, mi bien!… ¡Y yo acá, ya me ves, un poco apestado pero como siempre! ¡Los seres humanos somos bichos raros! ¡Qué picardía dos almas como las nuestras tan distanciadas, Estercita! ¿Leíste la carta?... ¡Mi único reclamo fue comprensión, mi bien! Sabés que necesito de las noches y las madrugadas. La vida del arrabal siempre fue mi alimento: soy un artista… ¡Estercita, el tiempo es un ave presta a partir, ya no somos pibes! ¡He cambiado tanto, mi bien! ¡Te juro que a veces me miro en el espejo y me desconozco! ¿Qué pasa? ¿Por qué me mirás así? ¡Rompé el silencio! (nota algo raro, a RAPPAPPORT) ¿Che, qué tiene?
RAPPAPPORT: ¿P-perdono?
FINAL: En el cuerpo, digo…
RAPPAPPORT: ¡Ah, ya estar empaquetada!

FINAL: ¿Empaquetada? ¡Pero, claro, si parecés un cuarto kilo de queso cuartirolo! ¡Estercita, qué te han hecho! ¿Y para qué sube en esa cinta?
RAPPAPPORT: No parking, exit. Estarla embarcando…
FINAL: ¿Embarcando? ¿Y por qué? ¿Qué piensan a hacer con ella?
RAPPAPPORT: Pilas, grageas para la garganta, depender calidad del fermento…
FINAL: ¡YA ESTÁ BIEN, ME PUDRISTE! ¡DEFENDETE, MIERDA!
FINAL saca el puñal, se le va encima, RAPPAPPORT da un paso atrás y lo esquiva, FINAL sufre un acceso de tos, vacila sobre sus piernas, está a punto de caerse.
FINAL: ¡La puta, qué flojera! ¡Sosteneme, pibe, que me vengo en banda!
RAPPAPPORT lo sostiene.
RAPPAPPORT: Don’t worry, pibe chabón signore.
RAPPAPPORT lo acompaña hasta el banco y lo sienta, le saca el cuchillo, saca una bolsa esterilizada y la guarda.
FINAL: ¿Qué me pasó?
RAPPAPPORT: ¡Niente, no preocuparsi!
FINAL
: Me da vueltas la cabeza. ¡La puta! Debe ser esta gripe. Tres días en cama, cuando me levanto Argentina perdió el Mundial, todo el mundo se rajó y aparece un “punk” falopero que dice que están evacuando el planeta. ¡Mi Diós! ¡Qué país!
Pausa. FINAL se recupera, lo asalta una súbita inspiración, se abstrae, saca la libreta y el lápiz, anota.
FINAL: Carmín y misterio… (tacha, vuelve a anotar) Tres lágrimas amargas, como tres tajos mortales, surcan el amado rostro. ¡Ves, eso está bien!...
FINAL cambia, mide a RAPPAPPORT, este  al sentirse observado se incomoda y canturrea.
RAPPAPPORT: Tirou partido de mim / abusou…
FINAL: Decime una cosa, supongamos, sólo supongamos que me tragara semejante sapo, ¿y para cuándo sería?
RAPPAPPORT: ¿Discolpare?
FINAL: ¡No te hagás el gil: sabés lo que te estoy preguntando! ¡Para cuando sería… esto… que se acaba!…
RAPPAPPORT: ¿Il mondo?
FINAL
(reservado): ¡El barrio, a mí hablame del barrio y bajá la voz! ¿O querés que me agarren para la joda?
RAPPAPPORT: Six hours, teinta y cinque minuti.
FINAL
: ¡Ah, mirá!
RAPPAPPORT: Oui
FINAL: ¿Así que sefiní?
RAPPAPPORT: Oui, check-out.
FINAL: ¿Así como así?
RAPPAPPORT: Oui
FINAL: ¿Todo?
RAPPAPPORT: Tutto
FINAL: ¿Y de dónde tenés el dato?
RAPPAPPORT: Viajando en el tiempo.
FINAL: ¡Ah, mirá! ¿Así que también viajás en el tiempo?
RAPPAPPORT: Oui
FINAL: ¡No te privás de nada vos!
RAPPAPPORT: No entender.
FINAL: No me hagás caso. ¿Y, decime, podés ver lo que va a pasar?
RAPPAPPORT: Oui
FINAL: ¿Supongamos de acá a dos horas?
RAPPAPPORT: Oui
FINAL se aleja con aire reflexivo, estudia la situación, observa a RAPPAPPORT a distancia, vuelve, se abalanza sobre él.
FINAL: ¡LOS NÚMEROS DE NACIONAL Y PROVINCIA PARA ESTA NOCHE!
RAPPAPPORT: N-no comprender…
FINAL: ¡PASÁ EL DATO, CHABÓN, DALE QUE CIERRA!…
RAPPAPPORT: ¡Pibe monsieur!…
FINAL
(con desesperación): ¿A VOS PARA QUÉ TE SIRVEN? ¡DALE, NECESITO ESTA GAUCHADA YA: PASÁ EL DATO!
RAPPAPPORT: ¡E-evacuación, arrivals exchange!
FINAL (implorante): ¡La de la pensión ya no me fía, debo cinco meses!
¿Querés que terminé en la calle y con esta gripe?
RAPPAPORT: ¡Alert, exit, signore chabón! ¡E-evacuación!…
FINAL: ¡Vos no entendés!
RAPPAPPORT
(harto): ¡NO, VOS NO ENTENDES!
FINAL: ¡Epa! ¡De dónde sale ese tuteo!
RAPPAPPORT: ¡P-perdono!
FINAL se aparta. Pausita.
FINAL (altivo): ¿Estoy quebrado, estoy en la ruina? ¡Muy bien! ¡No va a ser la primera vez que un artista sufre la incomprensión de su entorno! ¿Acaso Juan de Dios Filiberto no fue perseguido por prestamistas? ¿Eh? ¿El gran Alfredo Le Pera no sobrevivió sus últimos, tristes años, con un mísero Plan Trabajar?... ¡Pero cuando uno responde… (se quiebra, pucherea) grabate bien esto, pibe: cuando uno responde al supremo mandato de su arte, al espíritu intocable de la poesía, todo sacrificio es poco! “No te des por vencido ni aún vencido / no te sientas esclavo ni aún esclavo / Trémulo de pavor, piénsate bravo / y acomete feroz, ya mal herido”, cantaba mi finado amigo Pedro B. Palacios, Almafuerte. ¿Escuchaste alguna vez hablar de Almafuerte?
RAPPAPPORT: ¿Monsieur chabón?
FINAL: ¡Qué vas a escuchar vos!... “Procede como Dios que nunca llora / o como Lucifer, que nunca reza / O como el robledal, cuya grandeza / necesita del agua, y no la implora…”
FINAL, abstraído, sigue en la suya. RAPPAPPORT se aparta y se tapa el oído.
RAPPAPPORT: R-revelar que estallando planeta y hablar sorteo de quiniela. ¿Qué ser quiniela?...
FINAL:
¡Qué potencia! ¡y qué voz preclara!... Almafuerte era hombre de La Plata, yo del barrio de Monserrat, nos presentaron en el Hipódromo de San Isidro y fijate vos lo que es el destino: nos hicimos íntimos. En noches de tertulia me decía: “Final, a pesar de su juventud usted consigue plasmar el sentir del arrabal, yo el del hombre de pueblo, su trabajo y el mío son caras de una misma moneda”… (Pausita, cambiando) ¡Estoy tan mal!
FINAL se muestra abatido, RAPPAPPORT trata de rescatarlo.
RAPPAPPORT: ¡Good morning, ciao, pibe signore, tank you for your assistance!
FINAL no responde, RAPPAPPORT lo imita: se acomoda el saco y el pañuelo, camina contoneándose, pero este no lo mira. RAPPAPPORT se palpa, ahora saca de un bolsillo del saco un muñeco Kent, lo estudia, lo huele, le muerde un brazo, le hace hacer piruetas, se lo muestra a FINAL que tampoco responde. RAPPAPPORT guarda el muñeco, le toma un brazo a final, le lame la manga.
FINAL: ¡Salí! ¡Dejame!
RAPPAPPORT: ¡Ascoltare, ascoltare, listen exchange!:
(lee en el i-Pod) “Como signo de apertura y para mayor comunicazione con los fieles, Papa Benedicto XVI ha ordenado que misas vuelvan celebrarse en latín”
Pausita, RAPPAPPORT estudia la reacción de FINAL, acto seguido larga la risita mecánica pegadiza.
RAPPAPPORT: ¿No graciosísimo? 
FINAL
(con frialdad): ¡No me parece!
RAPPAPPORT
(entusiasmándose): Ascoltare: “Guerra preventiva’: término creado por President George W. Bush para explicar perpetración de una guerra para prevenir otra”…
RAPPAPPORT vuelve a reír y FINAL ídem.
RAPPAPPORT: “En programa Gran Hermano, enferma terminal premiar ganador de reality con donación de un riñono”…
RAPPAPPORT vuelve a reír.
FINAL (reaccionando, aplaude furioso): ¡BIEN! ¡BRAVO!
RAPPAPPORT: Scusi…
FINAL: ¡Dale, burlate, nomás! ¡Si no estuvieras drogado y suponiendo, ‘su-po-nien-do’ que vinieras de otro planeta, seguramente ahí serían unos piolas bárbaros!
RAPPAPPORT: Check-in parking cashier, n-no querer ofender, sólo divirtiendo.
FINAL: ¡ME IMPORTA UN CARAJO! ¡ESO NO ME DIVIERTE!, UN TIPO COMO YO NO SE DIVIERTE, UN TIPO COMO YO SUFRE! (Pausita. Cambiando) ¿Vos me ves pinta de otario? ¿Tengo cara de gil? ¡Pero mirate la facha! ¿Para qué te pusiste esa pilcha? ¿Te estás burlando?
RAPPAPPORT: ¡No, pibe monsieur! ¡No smoking exchange Gate A!
FINAL: ¡Si parecés un payaso! ¡Con esos calzoncillos largos que te marcan el paquete!
RAPPAPPORT: ¿El qué?
FINAL: ¡NO ME SIGAS TOMANDO POR PELOTUDO!
RAPPAPPORT se cubre para no ser golpeado.
FINAL: ¡Ya no sos un pibe, dejate de joder! ¿Qué edad tenés?
RAPPAPPORT: 7302
FINAL
(desconcertado): ¡Ves, ya sos grande!... No sé, aprendete un oficio, metete en un colegio industrial. Hay conchavos nobles, como el de tornero (soñador) El viejo era tornero en el ferrocarril, entró a trabajar y se jubiló en el mismo lugar. Después puso su tallercito en casa… (cambiando) ¡Pero no, vos sos “antisistema” nocierto, no sabés de qué carajo pero estás en contra! Decime: ¿Te preguntaste alguna vez para qué estás en esta vida? ¿Sabés quién sos?
RAPPAPPORT: ¡Limousine Services!
FINAL: ¡Hablar con vos es como tirarle margarita a los chanchos! ¡Qué decadencia, hermano! ¡El mundo se está yendo irremediablemente a la mierda! (cambiando, evocativo) ¿Ves esa casa?
Vuelve a escucharse de fondo ‘Por una cabeza’.
FINAL: Ahí vivían las mellizas Donadío, los padres eran piamonteses, del Norte de Italia, habían venido en el mismo barco que los hermanos del viejo. Yo estaba perdidamente enamorado de Aída. La madre era profesora de piano, por las tardes las hacía ejercitar pasajes de óperas con la ventana abierta. Nosotros, por supuesto, las espiábamos: altas, delicadas, el pelo negro, una piel blanquísima como la leche… Contaba los días que faltaban para el carnaval para intentar bailar con Aída. Hoy si lo cuento parece broma: ¿Sabés dónde se bailaba? Ahí, en mitad de la calle…
RAPPAPPORT ahora se ve arrastrado por la imágenes que transmite FINAL, sin saber qué le sucede  se sienta en el banco, se muestra afectado.
FINAL: … Los vecinos sacaban las sillas a la vereda, de poste a poste colgaban lamparitas de colores, la gorda del almacén por unas chirolas nos daba serpentinas, bolsas de papel picado. Pero a mí lo único que me interesaba era conseguir bailar con Aída: claro, yo era un pibe, me llevaba media cabeza y no me daba bolilla… Entonces el año que cumplí los trece y pegué el estirón, faltando un mes para el carnaval una tarde llegó un camión, cargaron los muebles y se mudaron de barrio. No la ví más… La casa quedó así, hasta el día de hoy, como guardando luto por esa historia de amor que no pudo ser… Si uno piensa, cada lugar, cada esquina, cada ladrillo guarda historias parecidas. ¿Adónde van esos momentos? ¿Qué queda de esas vidas, de esos recuerdos? ¿Se pierden? ¿Se sumergen en la nada como si nunca hubiesen existido?
RAPPAPPORT (compungido, suspira): Dingen...
Cesa la música. FINAL vuelve abruptamente del ensueño.
FINAL: ¿Qué decís?
RAPPAPPORT: Dingen. Al posarse terza luna final año virial check out, Palim ascendiendo hasta alpolones para avvistare salida de los dingen…
FINAL
(desconcertado): ¿Ah sí? ¡Mirá!
RAPPAPPORT: Al cruzar anillo zona oscura exit, comunidad ir ascendiendo, ascendiendo hasta arribare carpoxlot. Feliz, cantando opaggas…
FINAL: ¡Ves, eso está muy bien!
RAPPAPPORT: “Curbaaa”, ordenaba Palim XL check-in… Palim entonces practicar gran abruzzo rodeando zona oscura, hasta que asomaban. ¡Dingen celenterados pretty pretty hermosos!
RAPPAPPORT le muestra en el i-Pod una imagen, a FINAL le causa repulsión pero disimula.
FINAL: ¿Esas qué son, plumas?
RAPPAPPORT: Escamas.
FINAL: ¡Mirá vos! ¡Gauchitos, eh! ¿Y una vez que estaban todos ahí reunidos, digo… que hacían con estos dingen?
RAPPAPPORT: Cu-cux.
FINAL: ¿Cu-cux?
RAPPAPPORT: Culearlos.
FINAL: ¡Ah mirá! ¡Y bueno, sobre gustos!...
RAPPAPPORT de golpe rompe en llanto, FINAL se desconcierta aún más.
FINAL: ¡Pibe, vos estás muy mal!
RAPPAPPORT: Cambio lunar luego ir traxando y a seis anni viriales troklo inundando. Slowly, slowly, inundando...Anillo zona oscura crivar y, warning dingen descobertos…
FINAL: ¿No tenés algún familiar cercano?
RAPPAPPORT: Mirarnos con gesto como diciendo “epoxi, epoxi”…
FINAL: Los llamo para que vengan a buscarte. ¡Te lo digo de corazón, de onda, como dicen ustedes!
RAPPAPPORT llora cada vez más.
RAPPAPPORT: “Epoxi, epoxi”
FINAL
(incómodo): ¡Bueno, calmate!
RAPPAPPORT llora a los gritos.
RAPPAPPORT: “Epoxi”
FINAL
(abrazándolo): ¡Calmate, hombre, no seas maricón!…
RAPPAPPORT poco a poco se calma.
RAPPAPPORT: ¡No abrazar, perder energía!
FINAL le saca el brazo de los hombros,  saca una petaca, toma un trago, tiene un acceso de tos, vuelve a tomar. La escena se congela, miradas evocativas de los dos, se escucha de fondo “Por una cabeza”,  vuelven abruptamente a la acción.
FINAL: ¡Qué conste que si te doy pelota es porque no me viene la inspiración!
FINAL le alcanza la petaca.
RAPPAPPORT: ¡Tante gracie!
FINAL: ¡Este Gallego! ¿Por qué no abrirá? ¿Le habrá pasado algo?
RAPPAPPORT se toma todo el contenido de la petaca, inmediatamente su organismo reacciona,  sufre una serie de espasmos.
RAPPAPPORT: GAR, GAR, GAR, GAR… 
FINAL: ¡Epa! ¿Qué te pasa?
RAPPAPPORT: GAR, GAR, GAR, GAR, plataforms 15 arrivals exchange
(llevándose el dedo al oído) ¡INTOXICACIÓN, PÒISON! GAR, GAR, GAR…
FINAL
(se incorpora, duda,  se lleva la mano al puñal): ¡Yo no hice nada, sólo es ginebra! (le saca el envase a RAPPAPORT, muestra la etiqueta al cielo) Vencimiento mayo 2009. ¿Se alcanza a leer?
RAPPAPPORT: ¡GAR, GAR, GAR! ¡Exit! ¡No smoking! ¡GAR, GAR, GAR!...
FINAL: ¡Quien me manda a mí a darle pelota al primer colifa que se me cruza! ¡Lo único que falta es que la palme!
RAPPAPPORT: ¡GAR, GAR, GAR!… ¡Don’t worry, pibe chabón, utilizar proceso autolimpiante inside!
RAPPAPPORT hace una serie de movimientos abdominales, FINAL lo observa impresionado.
FINAL: ¡Mirá! ¿Como las cocinas?
RAPPAPPORT se normaliza, FINAL vuelve al banco, ambos se mantienen sentados, exhaustos. Del cielo cae un paquete de pastillas, FINAL, intrigado, se incorpora, lo alza. Pausita.
RAPPAPPORT (volviendo a  la realidad, ve lo que tiene FINAL en las manos): ¡E-estercita, exit!
FINAL da un respingo, suelta el paquete.
FINAL: ¿QUÉ DECÍS, ANIMAL?
RAPPAPPORT: ¡Que ser Estercita!
RAPPAPPORT: ¡ACABEMOS CON ESTA PAYASADA!
RAPPAPPORT: ¡No asustar: ya ser procesada! Al parecer pidió verlo
(se incorpora) ¿Quiere que dejarlos alone?
FINAL
(enfurecido): ¡VOS TE QUEDÁS AHÍ (Pausita, duda, mide a RAPPAPPORT) ¡Me seguís tomando para la joda, eh! ¿No escarmentás?
RAPPAPPORT: ¡N-no, caro amico!
Sin abandonar su actitud altanera, FINAL  le hace señas hacia el paquete de pastillas.
FINAL: ¡Sostenela! Me da impresión.
RAPPAPPORT alza el paquete. FINAL titubea, junta coraje. Sin mucha convicción.
FINAL: ¡Estercita, pero che qué linda estás! ¡Te hicieron pastillas, mirá que suerte! Seguro que son de fruta… ¡Y qué paquete más colorido!  (cambiando) ¡No puedo, me parte el alma!
RAPPAPPORT: ¿Llevarla exit?
FINAL: ¡NO DIJE ESO!…
(volviendo a juntar coraje) Estercita… Estercita, quería decirte… Mirá, mi bien, hoy yo necesitaba manifestarte… (se debate) ¡En pocas palabras: Estercita, sé de lo tuyo con Comesaña!… Te pido que no hagamos de esto un escándalo y hablemos adultamente. No te preocupes por el muchacho, no le prestés atención porque es de otro planeta. Mi bien, no me preguntes cómo pero me enteré. Por eso hoy te decía que yo cambié: la soledad me hizo replantearme algunas cosas. ¡Te descuidé, amor mío, te maltraté, no supe valorarte lo suficiente, entonces apareció ESE HIJO DE UNA GRAN PUTA, ESE TRAIDOR QUE SE DECÍA MI AMIGO, MIRÁ QUE HAY QUE SER GUACHO PARA TENER TANTA MALA LECHE!… (logra dominarse) ¡Disculpame, te aseguro que en mí ya no hay rencor! Mi bien, quiero decirte que cualquier pareja vive su momento de crisis, podemos enfrentar la situación. Todo puede volver a ser como antes… (a RAPPAPPORT) ¡Podés ponerla con la etiqueta para adelante!…  (a Estercita) ¡Recuperemos el tiempo perdido, mi bien! Podemos volver a lo de tu hermana. ¿Qué te parece?  Incluso sacar a pasear a tus sobrinos. ¡Podemos ir a la pizzería todos los domingos, si querés!… ¡Dale, no seas cruel, hablemos como gente civilizada, Estercita! ¡Estercita, no me mirés así, Estercita, ESTERCITA!…
Apagón. Se escucha Por una cabeza.

Cuando vuelve la luz, ambos están sentados en el banco, FINAL, con unos lentes de leer apoyados en la punta de la nariz, pasa las hojas de la libreta.
FINAL: Vida, pensamiento e inspiración poética: un trabajo de veintiocho años. No lleva un orden cronológico, el proceso es el siguiente: a medida que las imágenes atraviesan la sensibilidad del poeta, uno las anota, las va fijando en el papel de modo transitorio. Después, sí, viene el pulido, el trabajo de elaboración, de perfeccionamiento, hasta alcanzar la forma poética definitiva.
RAPPAPPORT: Como sakoles…
FINAL: ¿Qué?
RAPPAPPORT: Sakoles, memory files de Palim exchange…
FINAL (desinteresado): ¡Sí, algo así! (volviendo a lo suyo) Lo titulé ‘Final Tango’. Final por mí y Tango, lógicamente, por el tango. Mi propósito es intentar la reconstrucción poética del suburbio, captar el espíritu del arrabal. ¡Sin dudas una obra destinada a perdurar!…
RAPPAPPORT: No entender…
FINAL: ¿Qué cosa no entendés?
RAPPAPPORT: ¿Por qué ocuparse de eso usted?
FINAL: ¿Y quién sino?
RAPPAPPORT: Machines.
FINAL: ¡Otra vez hablando pelotudeces!
RAPPAPPORT: ¡No, signore chabón, machines kroms allá grabar Sakoles con gran arte!…
FINAL: ¡Lindo bodrio deben resultar esos Sakoles! ¡A ver si te lo metes en la sesera: esto es el testimonio sentimental, la historia viva de un rincón del mundo reinventada por la sensibilidad del artista! ¡Sin el artista no hay obra! ¡Escuchá!
(lee de la libreta) “Una mina que tuve es el olvido / la viola que vinieron a afanarme / mi viejo que se fue sin avisarme / y el sueño de pendejo que he perdido” ¿Te parece que esto podría hacerlo una batidora, no sé, un horno a microondas de mierda?
Se escucha una explosión lejana.
FINAL: ¡Epa, qué trueno!
RAPPAPPORT: No trueno.
FINAL: ¿Qué?
RAPPAPPORT: No trueno Traffic control: últimos focos resistenza…  ¡Oh, disculpare pibe chabón, olvidando algo!

RAPPAPPORT saca un papel doblado, se lo da a FINAL.
FINAL (leyendo): Dos kilos de papas, seis zanahorias, un zapallo calabaza, la lista del mercadito. ¡Pero esta es letra de la vieja! ¿De donde sacaste esto vos?
RAPPAPPORT: Pensaba querría conservar.
FINAL: ¿Resistencia? ¿De qué resistencia hablás?
RAPPAPPORT: Resistenza evacuación…
(RAPPAPPORT consulta en el i-POD) ¿Catalina Amutio, viuda de Pietrobón, 82 anni, prótesis cadera, hacerse llamar Doña Cata?
FINAL: La vieja, sí ¿Por?
RAPPAPPORT: Líder resistenza…
FINAL: ¿La vieja? ¿Líder de qué?...¡YA ESTÁ BIEN, ME PUDRISTE! ¡DEFENDETE, MIERDA!

De la botamanga del pantalón FINAL saca otro puñal, se le va encima, RAPPAPPORT lo esquiva, FINAL sufre otro acceso de tos, se agita, no puede respirar, vacila sobre sus piernas.
FINAL: ¡A la mierda! ¡Yo debo estar por palmarla! ¡Ayudame, pibe!
RAPPAPPORT: ¡Don’t worry, pibe chabón, no smoking!
RAPPAPPORT lo sostiene, lo ayuda a llegar al banco, mientras canturrea le saca el cuchillo, lo guarda en otra bolsa esterilizada.
RAPPAPPORT: Cu cu / cu cu / pasó una signora / cu cu / cu cu / con traje de cola…
FINAL: ¿Mirá como me tiemblan las manos? ¡Qué vergüenza! Debo estar volando de fiebre.
FINAL, de golpe,  se lleva la mano a la cintura y a la botamanga, da un salto.
FINAL: ¡Los cuchillos! ¡No tengo mis cuchillos! ¿Pibe, no viste mis cuchillos?
RAPPAPPORT: Arrivals, exit.
FINAL
: ¡No puede ser! (desesperándose) ¡NO ENTIENDO! ¿QUÉ PASA, CHE? ¿ALGUIEN PUEDE DECIRME QUÉ ESTÁ PASANDO? (vocea) ¡GALLEGO! ¿DÓNDE SE METIERON TODOS?
FINAL espera en vano una respuesta, vuelve, se derrumba en el banco. Pausita.
RAPPAPORT: ¡No deprimirse, monsieur! Darle good news: pibe chabón viajar sector pasajeros inside…
FINAL se mantiene ausente.
RAPPAPPORT: …Restos de evacuados por cuestión de espacio reducir zumos y fermentos check-out, pero usted viajar molto happy sector pasajeros. En sector pasajeros exit haber cámaras coprófagas donde transportan prototipos only de cada especie: ombúes, jirafas, varones de Buenos Aires…
FINAL reacciona.
FINAL: ¿QUÉ DIJISTE?
RAPPAPPORT se asusta.
FINAL: ¡Repetí!
RAPPAPPORT: Warning exchange. ¿Qué parte?
FINAL: ¿Varones de Buenos Aires, dijiste?
RAPPAPPORT: Oui
FINAL: ¿Estas diciendo que yo… soy…
(conmocionado) un prototipo… del varón de Buenos Aires?
RAPPAPPORT: Oui
FINAL: ¿Tenés una pálida noción de lo que significa eso?
RAPPAPPORT niega, FINAL se le  va encima, lo abraza con violencia, RAPPAPPORT se inquieta.
RAPPAPPORT: ¡Ya decir, n-no abrazar exit!
FINAL
(lo suelta): ¡Qué vas a saber! (saca un pañuelo, se lo lleva a la boca) ¡Lo que trabajé… lo que luché para llegar a esto! ¡Para que alguien… finalmente lo viera, para que lo reconociera! (conmocionado, vuelve a sentarse en el banco, pero no puede con el entusiasmo, se incorpora de un salto) ¡Mirá ahí! ¿Ves la marca en ese farol? ¡Es de mi hombro! ¡De lunes a lunes, durante veintiocho años, con lluvia, con frío, al rayo del sol, apoyado contra ese farol como una estampa, como una intervención urbana del suburbio! ¡Me asaltaron tres veces, me chorearon el funyi, los zapatos, pero seguí! ¡Observá el andar! (camina contoneándose) Anotá en esa calculadora: un tipo como yo no camina de cualquier forma.
RAPPAPPORT se contagia el entusiasmo, tipea en el I-pod.
FINAL: Fijate la parada, el modo de ladear el sombrero… Toda una serie de detalles que unidos a la decisión interior de dar testimonio, de buscar el trasfondo poético…
(vuelve a quebrarse, pucherea) ¡Perdón, pero cuando hablo de esto!... Porque para mí es algo sagrado, un compromiso, ¿entendés? Una deuda con tantos y tantos que me precedieron: el Guapo Orestes, Zabalita… Yo siento que están ahí arriba, relojeándome… (se seca las lágrimas con el pañuelo, cambiando) ¡GALLEGO, GALLEGO, ESCUCHÁ LO QUE DICE EL PUNK! (a RAPPAPPORT) ¡Dale, repetí!
RAPPAPPORT
(desconcertado): ¡V-varón, varón de Buenos Aires exchange! ¡Pibe chabón prototipo… varón de Buenos Aires bussines center!
FINAL: ¡GALLEGO, COMESAÑA! ¿ESCUCHARON
(cambiando) ¡Veintiocho años, Final, durante veintiocho años estuviste ahí! ¿Tiene que venir un colifa que se cree de otro planeta para descubrirlo? ¡Qué depresión, mi viejo!
FINAL se amarga, RAPPAPPORT se compadece, intenta animarlo, le toma un brazo y se lo hace girar como si fuese una hélice.
FINAL: ¡Salí!
RAPPAPPORT se palpa los bolsillos, saca un gran  pomo de crema antiemorroidal, lo examina, lo huele, lo presiona y de golpe sale un largo chorro del líquido que lo asusta, le muestra el pomo a FINAL.
RAPPAPPORT: No smoking exchange.
FINAL: ¡Salí, te digo!
RAPPAPPORT
(guardando el pomo en el bolsillo): ¡Ascoltare, ascoltare (lee en el i-Pod) “New York: realizarán subasta meteoritos, entre ellos fragmento de roca que mató vaca en Venezuela. Venderse por varios millons dollars”…
Pausita, RAPPAPPORT estudia la reacción de FINAL, acto seguido larga la risita mecánica pegadiza.
RAPPAPPORT: ¿No ser mortal?
FINAL
(con frialdad): ¡No me parece!
RAPPAPPORT
(entusiasmándose): ¡Listen, ascoltare check-in: ¿Qué decirle el burro al mono?
FINAL: ¡BASTA!
FINAL, deprimido, se mantiene en el banco. RAPPAPPORT circula por la escena, canturrea.
RAPPAPPORT: Vocè abusou / tirou partido de mim / abusou…
RAPPAPPORT va hasta el farol, golpea el caño, escucha con atención el sonido, consulta el i-Pod, de golpe se lleva el dedo al oído.
RAPPAPPORT: ¿Oui? ¡Okey monsieur! ¡Nueve dieci exit, oui signore, okey!…
Va por detrás de FINAL, se palpa, saca de un bolsillo una gran jeringa hipodérmica y  lo asalta por la espalda. Se la aplica en el cuello.
FINAL: ¿QUÉ HACÉS?
RAPPAPPORT: ¡No preocuparsi, signore chabón!
FINAL
(forcejeando): ¡AVISÁ! ¡SOLTAME, TE DIGO!
RAPPAPPORT: ¡Deber inyectar exit! ¡Relax, relax!
FINAL lucha, pero no logra zafarse.
FINAL: ¡ME AGARRÁS A TRAICIÓN, COBARDE!
RAPPAPPORT: Don’t worry, desactivador de flujo only.
FINAL: ¡POLICÍA! ¡POLICÍAAAA! 
FINAL enseguida va perdiendo fuerzas.
FINAL: ¿Qué me hiciste, traidor? ¡Siento frío!
RAPPAPPORT: Haciendo efecto traffic control, pibe chabón, no preocuparsi…
FINAL
(aflojándose): ¡Así son todos los “punk”, cobardes, traicioneros!
 RAPPAPPORT: ¡Check-out! ¡Única forma que su organisme soportar travesía!
FINAL
(ya drogado): ¡No puedo mover las piernas!… ¿Qué travesía? ¡Vos estás intoxicado, pibe, necesitás ayuda! ¡Yo no puedo ir a ningún lado!
RAPPAPPORT: No haber otra posibilidad
FINAL: ¿No haber otra posibilidad? ¡Si que la hay, grabátelo: yo de acá no me muevo!
RAPPAPPORT: Mundo acabarse.
FINAL: ¡TU mundo, querrás decir! ¡Mi mundo está acá, en esta esquina!…
RAPPAPPORT: ¡Llevarlo consigo exit! ¡Usted varón de Buenos Aires, gran artista, pibe chabón, llevarlo consigo!  
FINAL: ¡Dejá de hablar pavadas!
FINAL sufre temblores violentos, RAPPAPORT lo sostiene.
FINAL: ¡Me arde!
RAPPAPPORT: ¡No preocuparsi bon ami, ya pasando exchange!
RAPPAPPORT de golpe rompe en llanto.
FINAL: ¿Y ahora por qué llorás, si se puede saber?
RAPPAPPORT: ¡No saber, usted contagiarme!
FINAL: ¡Me envenena, se arrepiente y se pone a llorar como una Magdalena! ¡Mi Dios! ¡Qué país!
FINAL se va adormeciendo, comienza a delirar.
FINAL: ¡”Punk”! ¡Drogadictos! ¡Se ha perdido todo!... ¡Como para ser optimista! ¡No saben ni dónde están parados!… ¿Gallego, me escuchás? Hoy un juramento, mañana una traición… ¡La Razón
(ríe) la Razón extra, diarioooo!…  ¡Qué falta de sensibilidad!... ¡Carlitos! ¡Como tu voz ninguna, Carlitos!… (canta) ¡Por una cabezaaaa (ríe)... El carnaval, Aida, ¿estás ahí?… ¿Cuándo empieza el carnaval?...
Final pierde la conciencia. Apagón, se escucha Por una cabeza.

Vuelve la luz, FINAL irrumpe semiempaquetado, logró escaparse.
FINAL: ¿Qué soy gil? ¿Nací ayer, yo? (grita) ¡PAYASO! ¡HERMAFRODITA!... ¡Mi Dios! ¡Hay cada enfermo!
Se saca pedazos de nylon que le cubren el cuerpo.
FINAL: ¡El fin del mundo! ¿Qué está pasando con la gente, hermano?... ¡Fijate que venirme con semejante cuento! ¡A mí! ¡Estos con la droga se prenden en cualquiera! ¡Seguro que también están en el tráfico de órganos, te secuestran, te vacían y si te he visto ni me acuerdo! (va hasta la persiana) ¡Gallego! ¡Comesaña!... ¡Cuando les cuente! ¡No me van a creer!... (a la persiana) Comesaña hoy justamente tenía que hablarle de un asuntito (traga saliva, le cuesta hablar) Tanto usted como yo somos hombres con códigos, por lo tanto comprenderá que no puedo dejar pasar así como así un feo como este. Mire, no andemos con vueltas, Comesaña: sé lo que ha pasado entre usted y Estercita… ¡Ojo, le aclaro que no me molesta! ¡Son cosas de la vida, encrucijadas que nos pone el destino! (pucherea) ¡Si la viera ahora, Comesaña, una hembra como la Estercita, transformada en paquete de pastillas!… (reponiéndose) Quiero expresarle, Comesaña, que una relación de mutuo respeto como la nuestra, no debe verse empañada por un mero asunto de polleras: la mujer es como la guita, va y viene. En resumen, por mi equilibrio emocional es que se lo digo, quiero dejar aclarados los tantos… Digamos que Estercita era mi hembra, una tarde de casualidad se apareció por el bar, lo conoció, comparó nuestras personalidades, se enamoró perdidamente de usted y se rajó para su pieza… ¿Qué le parece? ¡Listo! ¡Se acabó! ¡Asunto terminado!... (se aleja de la persiana, duda, vuelve) No… mejor dicho, nuestra pareja andaba mal, yo salía mucho, ella fue sintiéndose descuidada, una tarde la traje al bar, lo conoció, usted le resultó interesante, decidió probar una nueva experiencia y se las tomó para su pensión. ¡Ahí está! ¡Punto y aparte! ¡Asunto finiquitado!... (se aleja, vuelve a dudar, regresa) Digamos más bien que en nuestra pareja ya no había comunicación, yo tenía un par de historias paralelas, me pasaba días sin aparecer, ella violentamente despechada me pide de venir, lo ve e intenta provocarme celos, el destino le juega una mala pasada, usted la conquista y decide cambiar de monta.¡Ahí cierra mejor! ¿Qué le parece? ¡No se hable más! ¡Amigos como siempre! ¡Punto!...
FINAL, suspira,  se aleja de la persiana. Se saca el último pedazo de nylon, Saca el pañuelo y vuelve a lustrarse la punta de los zapatos.
FINAL: ¡Extraterrestres, evacuación, mi Dios! ¡Qué corso a contramano! ¿Qué pasa con el mundo, che?... (pausita, ya es noche cerrada, observa la calle desierta, estornuda, se suena la nariz) ¡Parece que está refrescando! ¡Qué cosa, la gente se mete adentro cada vez más temprano!... (ensombreciéndose) ¡No hay derecho, enfermo y todo uno igual da el presente!... ¡Sos una voz que predica en el desierto, Final, un recolector de historias apolilladas que a nadie interesan!... (pausita, animándose) ¡Pero qué carajo, aunque no lo entiendan, aunque tengan que pasar otros veintiocho años, vos firme! ¡Sos un ser único, sos el prototipo, sos el varón de Buenos Aires, a no aflojar! ¡Respirá hondo, separá las gambas, la jeta al frente, desplegá esa sonrisa ganadora! (se acomoda en pose, declama) ¿Dónde te fuiste tango, que te busco siempre y no te puedo ‘hayar’? Canción porteña que dibuja la tristeza, de aquel amor fugaz que se quedó… ¡Ves, eso está bien!...
Saca la libreta, anota. Una luz cenital potente lo interrumpe, levanta la vista al cielo. Su rostro pasa súbitamente del antusiasmo a la desesperación.
FINAL: ¡N-NO, PARÁ! (levanta la libreta con desesperación) ¡PIBE, PARÁ, PIBE, TOMÁ! ¡POR LO MENOS LLEVÁTELA! ¡PARÁ, PIBE!...
La luz cenital disminuye hasta desaparecer. FINAL queda atontado, la vista en el cielo.
FINAL
(murmurando): ¡Llevátela, pibe!… ¡Que no se pierda!… ¡Llevátela! ¡Llevátela!
Vencido, sale lentamente de escena, al mismo tiempo se prende una luz en el bar del Gallego y comienza, también lentamente, a subir la persiana.
APAGÓN


Ansiedad Oral, del autor argentino Pablo Albarello


Pablo Albarello








 
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ANSIEDAD ORAL


Pablo Albarello

Ansiedad oral
(Reg. Prop. Int. Nº 755162)
                                                                                                                        
Personajes (3 masculinos)
Cárpena (55)
Soldati (50)
Guardia

ESCENA I
Patio de recreo de cárcel de máxima seguridad, entra un guardia transportando a CÁRPENA, lo lleva en un carro, va atado con cadenas con pasadores en tobillos y muñecas, un bozal enrejado le cubre la mitad inferior de la cara. El guardia lo deja parado sobre el carro en mitad de la escena y sale.
APAGÓN


ESCENA II
Vuelve el guardia trayendo a SOLDATI  en otro carro, encadenado y con su bozal, lo coloca junto a CÁRPENA y sale. Ambos quedan de frente al público. Debido a la posición de los carros y a las ataduras, en los diálogos van a tener dificultades para mirarse. Largo silencio.
SOLDATI: Calor.
CÁRPENA: …
SODATI: Esta vez se adelantó, ¿no?
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Mi Dios, y lo que va a ser enero!
CÁRPENA: …
SOLDATI: Es el tema este de la capa de ozono…
CÁRPENA: …
SOLDATI: Parece que los gases que largan las fábricas suben y hacen como una costra que no deja pasar el aire…
CÁRPENA: …
SOLDATI: A mí este año no me joden: me voy los tres meses al mar.
CÁRPENA, sin poder evitarlo, se sonríe.
SOLDATI: ¡Bien! ¡Ve que no es tan difícil!
CÁRPENA: ¿Cómo dice?
SODATI: ¡Que se relaje un poco, hombre! ¡Tiene que cortarla con la mufa!
CÁRPENA: …
SOLDATI: Más ahora que nos vamos.
CÁRPENA: Le pido que no vuelva con eso.
SOLDATI: ¿Por qué? Sería negar la realidad.
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Si nos vamos, nos vamos!
CÁRPENA: …
SOLDATI: Córdoba en esta época es ideal: nos instalamos en Alpacorral, conseguimos una cabañita en medio de las sierras, hacemos una huerta, fabricamos dulces, algo así de pantalla, y a la tardecita bajamos al pueblo. ¿Qué me dice?
CÁRPENA: …
SOLDATI: Con el turismo, las caminatas y los paseos a caballo nos mimetizarnos, como quien dice, con el paisaje.
CÁRPENA: Anteayer había dicho Santa Teresita.
SOLDATI: Cambio de planes, Cárpena. La costa atlántica con el Operativo Sol está jodida (pausita, observa al otro) ¿A usted le pasa algo?
CÁRPENA: No. ¿Por qué lo dice?
SOLDATI: No sé, lo veo lánguido.
CÁRPENA: …
SODALTI: ¡Cuente, che, para eso están los amigos!
CÁRPENA: ¡Y QUIÉN DICE QUE USTED ES MI AMIGO!
SOLDATI: ¡Bueno, no es para que se ponga así!
CÁRPENA (cambiando): Disculpe.
Pausita.
CÁRPENA: Un tema familiar, mi nena…
SOLDATI: A ver, ¿cómo es eso?
CÁRPENA: Mi mujer la quiere casar, le llenó la cabeza y ella, pobre, se pone de novio y –como siempre fuimos muy pegados- se siente en la obligación de presentarme a los candidatos.
SOLDATI: Me imagino.
CÁRPENA: Siempre la misma historia: no se anima a decirles, los trae, los pobres muchachos me ven, se les baja la presión y se van dando tumbos. Lógicamente, después ella no les ve más el pelo.
SOLDATI: Me imagino. ¡Qué barbaridad! ¿Y cuantos van?
CÁRPENA: ¿Desde que estoy acá?
SOLDATI: ¡Ajá!
SOLDATI: Seis
SOLDATI (reflexivo): Más este: siete. ¡Qué barbaridad!
CÁRPENA (se remueve, le pica la espalda): ¡Aaaay!
SOLDATI: ¿Le volvió?
CÁRPENA: ¡Uuuuy, sí! No me puedo acostumbrar (se rasca contorsionando el cuerpo)
SOLDATI: Utilice la inteligencia. Cada vez que le pique fije en la memoria el lugar, después en la celda se rasca todo junto.
CÁRPENA: ¡No diga pavadas!
SOLDATI: Es lo que hago yo. Escuche, volviendo a lo de su nena, si quiere podemos hacer algo: cuando lo vengan a ver intercambiamos carretilla y me hago pasar por usted.
CÁRPENA: ¿Y para qué quiere hacer eso?
SOLDATI: Una mano lava a la otra: yo le hago un favor a usted y usted me hace otro a mí.
CÁRPENA: Explíquese.
SOLDATI: Pido hablar a solas con el chico, no sé, para decirle algo de hombre a hombre, para darle algunos consejos antes del casamiento y entonces...
CÁRPENA: ¿Entonces?
SOLDATI: ¡¿Usted es o se hace?! ¿Qué le parece?
CÁRPENA (espantado, hace algún gesto con la boca que signifique comer): ¿L-lo, lo…, quiere decir, se lo?...
SOLDATI: ¡Correcto! Usted mantiene a su hija soltera, yo corto con la dieta y todos felices.
CÁRPENA: ¡No diga disparates!
SOLDATI: ¿Qué tiene? Si con estos bozales ni se nos ven las jetas. ¡Plan perfecto, Cárpena!
CÁRPENA: ¡CÁLLESE!
Pausita.
CÁRPENA: Usted de veras que está enfermo.
SOLDATI: ¡Ay, mire quien habla: mister equilibrio!
VOZ EN OFF: Interno 4811, interno 4811 tiene visita…
SOLDATI, da un salto de su carro.
SOLDATI: ¡Ahí están, dele, mueva las cachas!
Atado, va como puede hasta CÀRPENA,  trata de sacarlo de su carro.
CÁRPENA: ¡Salga de ahí, suelte!
SOLDATI: ¡No se retobe, vamos!
CÁRPENA: ¡Le dije que salga!
APAGON


ESCENA III
Siempre en el patio de la cárcel  y sobre los carros, CÁRPENA y SOLDATI  están inclinados boca arriba tomando sol.  Aunque con cadenas, no llevan los bozales y están con el torso desnudo. SOLDATI tiene puestos lentes oscuros (para conseguir el ángulo apropiado los carros pueden estar apoyados en el extremo superior en una banqueta, tarima o símil)
SOLDATI: Hay que sacarse el tono verdoso, Cárpena, tener aspecto saludable.
CÁRPENA: ¡Déjese de embromar!
SOLDATI: La imagen es importante, vende a la persona. Más cuando uno llega a un lugar donde no lo conocen.
CÁRPENA: ¿Sabe que existe algo llamado cáncer de piel?
SOLDATI: ¡Ay, córtela con la mala onda! ¡Usted es imposible!
CÁRPENA: …
SOLDATI: Hágalo por la patrona y por la nena, entonces.
CÁRPENA: ¡Le dije que no mencione a mi familia!
SOLDATI: Para que lo vean mejor, digo. Obsérveme a mí, me afeito cada mañana, relojée los abdominales. Doscientas lagartijas diarias. Encadenado y todo cumplo con la rutina (hace distintos movimientos, limitado por las cadenas) fuerza de brazos, deltoides, cuádriceps, trote. ¡Contemple!
CÁRPENA: Veo, veo. ¡Atropellado por los éxitos!
SOLDATI (tocado): No sé si atropellado por los éxitos pero se nota la diferencia.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Es una cuestión de actitud.
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Qué poca iniciativa, hubiera sido tan sencillo! ¡Usted me decepciona!
CÁRPENA: ¿De qué habla?
SOLDATI: Lo de su futuro yerno: me lo almorzaba antes de que pudiera decir pío. Incluso le hubiera dejado la bolsita con la achuras para que trabajara en lo suyo.
CÁRPENA (impactado): ¿P-perdón?
SOLDATI: “En lo suyo”, en su vicio, quiero decir…
CÁRPENA (temblando de la furia): ¡USTED QUÉ SABE! ¡CÁLLESE!
SOLDATI: ¡Bueno, bueno, hombre, no se ponga así! (pausita) Si no quiere hablar, no hable. Pero, para que lo sepa, yo no vivo en un tarrito de azafrán.
CÁRPENA: …
SOLDATI: Cuando estaba afuera miraba la televisión, leía los diarios…
CÁRPENA: …
SOLDATI (conciliador): Vamos, sólo intento crear un vínculo, yo le cuento de lo mío, usted me cuenta de lo suyo y así nos vamos conociendo.
CÁRPENA: ¡Yo a usted no quiero conocerlo!
SOLDATI: Okey, como guste.
SOLDATI cierra los ojos, se abstrae en el baño de sol. Canta.
SOLDATI: “Quieren matar al ladrón / que se robó a una mujer / quieren, quieren / quieren saber donde está / nunca lo van a saber / yo se porque, yo se porqueeeee”… Lo que no entiendo es cómo se las arreglaba para la conservación sin frío…
CÁRPENA: No voy a hablar.
SOLDATI (embalado): Ese era mi problema, sabe, probé de todo: con barras de hielo, un esplit frío-calor, la heladera familiar. Pero vio que si no es desmembrado el cuerpo no le entra…
CÁRPENA: No lo escucho.
SOLDATI: Y si me subía la heladera de la carnicería, que tiene más espacio, podía levantar la perdiz. Sabe, cuando seguían su caso por la tele no daban detalles y yo me decía “¡Este hombre sabe lo que hace!”…
CÁRPENA: ¡No-lo-escucho-no-lo-escucho!
SOLDATI: Los somete a algún proceso raro de estos con químicos para evitar la pudrición. ¡Y ahora está acá, Cárpena, lo tengo para que me cuente todo en detalle! ¿No es increíble?
CÁRPENA: ¡NO LO ESCUCHOOOOO!
APAGÓN


ESCENA IV
Están otra vez verticales en sendos carros y con los bozales puestos. A CÁRPENA le falta la mitad del brazo derecho, tiene un muñón vendado a la altura del codo. SOLDATI lo observa con culpa.
SOLDATI (carraspea): ¡Q-quiero pedirle disculpas, Cárpena!
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Dele, hombre, disculpe!
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Afloje, parece una mina, che!
CÁRPENA: ...
SOLDATI: ¡Está bien, si le sirve siga enculado!
SOLDATI, se distrae, canta.
SOLDATI: “Yo soy ladrón por que Dios quiso / que en mi camino te cruzaras /  y que a pesar de tener novio / que yo de ti me enamorara”… Es que últimamente, no sé, estoy como exaltado, vio. Siento un hormigueo, no sé, un vacío, una cosa por acá… Como angustia y a la vez como algo que tengo que llenar.
CÁRPENA: ...
SOLDATI: Claro que igual eso no justifica....
CÁRPENA: ...
SOLDATI: ¡Lo que quiero expresarle es que no fue a propósito, Cárpena!
CÁRPENA: Voy a pedir el cambio de celda.
SOLDATI: ¡Uy, bueno, no exageremos, che!
CÁRPENA: ¿LE PARECE QUE EXAGERO? ¡MIRE! ¿LE PARECE QUE EXAGERO? ¡USTED ES INIMPUTABLE, NO TIENE CURA, USTED EN VEZ DE MEJORAR ESTÁ CADA VEZ PEOR! ¡TENDRÍAN QUE SACRIFICARLO COMO A UN PERRO! ¡ANIMAL!
SOLDATI: …
Pausita.
CÁRPENA (para sí): De todas formas está bien.
SOLDATI: ¿Qué dijo?
CÁRPENA: ¿Cómo?
SOLDATI: No sé, lo escuché decir “de todas formas está bien”.
CÁRPENA: Asunto mío.
SOLDATI: ¡Uy, dele, che, había empezado a hablar! ¿Por qué no sigue? ¡Qué tipo egoísta!
CÁRPENA: ¡Que bien merecido lo tengo! ¡Eso! ¡Que todo se paga en esta vida!
SODATI: No, Cárpena, por favor, no me salga con eso ahora, usted es un tipo inteligente, una persona preparada.
CÁRPENA: No pienso escucharlo.
SOLDATI: Por lo del brazo le expreso mis más sinceras disculpas, fue un accidente desafortunado. Ahora, no me venga con esto de la culpa, le pido por favor.
CÁRPENA: No insista, no voy a entrar en diálogo.
SOLDATI: Hay que aceptarse, mi viejo, quererse como uno es, aprender –cómo se dice- ‘a convivir’ con las debilidades. ¡Vea: míreme a mí!
CÁRPENA: Usted está loco, por lo tanto no tiene conciencia de sus actos.
SOLDATI: ¿Que yo no tengo conciencia de mis actos? ¿Le parece que yo no tengo conciencia de mis actos?
CÁRPENA: Sí
 SOLDATI busca las palabras.
SOLDATI: ¿S-si yo no tuviera conciencia de mis actos cree que yo… mejor dicho cree que usted y yo?... ¡Mire, mejor déjela ahí! (cambiando abruptamente, divertido) Escuche, escuche:iglesia abandonada”.
CÁRPENA: ¿Qué?
SOLDATI: Recién dijo que no tengo cura. Iglesia abandonada: no tiene cura. ¡Jua, jua!
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Relájese: un chiste! Cárpena, créame, con la culpa la embarra. ¿Sabe lo que le pasa a usted? Está ansioso, eso le pasa. Y es comprensible: se acerca el momento de rajar y eso lo altera. Le pido que deposite su confianza en mí.
CÁRPENA (señalándose con la vista el muñón): ¡Sí, justo!
SOLDATI (sin acusar recibo): Ya está todo encaminado: mi gente nos va a conseguir DNI falsos, algo de ropa y dos pasajes en la Chevallier: directo a Tafi del Valle, turistas ingleses y alemanes, clima seco, sol, y a faenar de lo lindo. ¿Que me dice?
CÁRPENA: …
SOLDATI: Habrá notado que el Morocho está totalmente controlado: nos saca los bozales para tomar sol, me compra el Sapolán…
CÁRPENA: ¿Amenazó a su familia?
SOLDATI: Hermosa mujer y tres niños en edad escolar.
CÁRPENA: ¡Era cantado!
SOLDATI: No es perversión, Cárpena, es una cuestión puramente estratégica: él va a ser nuestro nexo, ¿entiende?, y llegado el momento el encargado de facilitar la salida. ¿Qué le parece?
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡No hay caso, sigue con esa jeta de amargado! Vamos con el juego de las escupidas, entonces (escupe a distancia) Dele, su turno.
CÁRPENA: ¡Déjeme en paz!
A CÁRPENA le vuelve la picazón, se retuerce:
SOLDATI: ¡Ahí lo tiene, por ingrato!
Vigilando que no lo estén mirando SOLDATI se sale de su carro, atado, circula por la escena con mucha dificultad, a los saltitos y a punto de caerse.
SOLDATI: ¡Ahhh, no hay como estirar un rato las piernas! (observa a CÁRPENA que no para de retorcerse) ¿Probó lo que le dije?
CÁRPENA: Sí
SOLDATI: ¿Y?
CÁRPENA: Otro de sus disparates. No se para qué lo escucho.
CÁRPENA se retuerce un rato más, SOLDATI hace unas torsiones de cintura, se detiene, contempla al otro desilusionado. Pausita. A CÁRPENA se le va pasando la picazón, al mismo tiempo comienza a cambiar, por primera vez algo parece rescatarlo del malhumor.
CÁRPENA: Snif, snif.
SOLDATI: ¿Qué pasa?
CÁRPENA: Snif, snif.
SOLDATI (a la defensiva): Snif, snif. ¿Qué huele? ¿Huele algo? Sí está insinuado que tuve algún tipo de escape…
CÁRPENA: ¡Cállese! Snif, snif (sonríe) Puedo oler los cuerpos, la ropa...
SOLDATI: ¿De quién?
SOLDATI: Snif, snif. La gente que espera.
SOLDATI: ¿En la parada del 38, del otro lado del muro? Snif, snif. ¡No joda, che!
CÁRPENA (transportado): Snif. El moho de ese viejo paredón descascarado y lleno de inscripciones, las cortezas, las hojas de los plátanos.
SOLDATI mira la copas de los árboles que asoman por encima de la muralla, maravillado.
CÁRPENA: Percibo con nitidez el olor dulzón del césped de los jardines, el agua de las veredas baldeadas que se evapora con el primer sol de la mañana.
SOLDATI: Lo que está diciendo es muy bello, Cárpena. ¡Atiendanmeló: así que también había resultado medio poeta!
CÁRPENA: Y la fragancia más exuberante e inolvidable: el olor salvaje del río. La vida es misteriosa, la gente asiste a toda una serie de milagros menores sin comprenderlo nunca (pausita, cambiando) Menos usted y yo.
SOLDATI: ¿Por qué dice eso?
CÁRPENA: Nos habita el mal.
SOLDATI: ¡Uy, afloje con eso, che! (a los saltitos vuelve a su carro, se acomoda y cierra los ojos) Siga con los olores, dele, no arruine el momento.
CÁRPENA: Y ya no hay paz para el Hombre que levanta su mano contra el Hombre (gradual, cada vez con más sentimiento) Madre de Dios, consoladora de los que sufren, intercede ante tu hijo divino....
SOLDATI: ¿Qué hace? ¿Está rezando?
CÁRPENA: A ti te llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti, suspirando, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas…
SOLDATI (inquieto): ¡Cárpena! ¡Está rezando!
CÁRPENA: Vuelve a nosotros, esos, tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús…
SOLDATI: ¡CÁRPENA! ¡HEY! (hace algún ruido con la boca o silba) ¡REACCIONE, HOMBRE! ¡ESTÁ REZANDO!
APAGÓN


ESCENA V
Cuando vuelve la luz, CÁRPENA  está ubicado en su carro de perfil, con una toalla en la cabeza para evitar el sol. SOLDATI, de frente, con el torso desnudo, tiene una rodaja de pepino en cada ojo y la nariz cubierta de Sapolán. Está descalzo, el guardia, inclinado, le corta las uñas de los pies. 
CÁRPENA: La temperatura ambiente tiene más efecto en el proceso de descomposición que el tiempo transcurrido desde el momento de la muerte…
SOLDATI: Ah, mire…
CÁRPENA: Si uno se descuida, las bacterias anaeróbicas toman control del proceso convirtiendo el cadáver en papilla. Entonces hay que actuar con rapidez: se taponan la tráquea y la garganta con algodón, una vez extraído el intestino grueso y el hígado, mientras se completa la evisceración ya se comienzan a drenar la sangre y la orina, se ubican las arterias principales y se incorpora al sistema circulatorio aceite de maíz…
SOLDATI: ¿Aceite de maíz? ¿Quiere decir el de cocinar, aceite Patito?
CÁRPENA: Exacto. Yo descubrí que el aceite de maíz, más que la solución de formol, permite que músculos y tendones conserven la flexibilidad. Eso evita el rigor mortis, entonces no se complica tanto llegado el momento de mover el cuerpo.
SOLDATI: ¡Increíble! ¿Y por qué lo del gusto distinto?
CÁRPENA: ¿Cómo?
SOLDATI gira la cabeza en dirección a CÁRPENA, las rodajas de pepino caen al piso.
SOLDATI: Lo del gusto distinto. La carne de mujer, ¿por qué tiene gusto distinto?
CÁRPENA: Ah, es por el ADN y los ácidos grasos. Por una cuestión hormonal. El sistema glandular femenino en el momento de la muerte libera a nivel del endotelio una gran dosis de óxido nítrico para contrarrestar la interrupción del oxígeno en sangre…
SOLDATI: Óxido nítrico, claro, ¿por eso tiene ese sabor metálico?
CÁRPENA: Exacto.
SOLDATI: ¡Cárpena, usted es un genio!
CÁRPENA (molesto): ¡Le dije que habláramos de otra cosa! ¡No sé para qué le hago caso!
SOLDATI: Está, está, no se chive. Sólo una cosita: cuando pasaban lo de su juicio por la tele usted en un momento dijo que ¿se ayudaba con unos libros?
CÁRPENA: “Anatomía comparada” de Shackelford y “Atlas de la Cirugía de Duodeno” de W. Gray
SOLDATI (al guardia): ¿Morocho, escuchaste? (a CÁRPENA) Después pásele los nombres a este para que los consiga (pausita, SOLDATI lloriquea) La pucha…
CÁRPENA gira la cabeza, lo mira intrigado.
CÁRPENA: ¿Qué le pasa?
SOLDATI: No me haga caso (el guardia saca de su bolsillo un pañuelo, le suena la nariz) Gracias (a CÁRPENA) Mi familia siempre fue gente de trabajo, sabe, yo ni siquiera terminé la escuela, toda mi vida trabajé en la carnicería del viejo: descargar, cortar, destazar, ‘El vicio’ para mí fue como una extensión del trabajo. Usted en cambio… (vuelve a lloriquear) ¡Usted es un artista!
CÁRPENA (entre molesto y abrumado): Escuche, Soldati...
SOLDATI: ¡No déjeme! Le voy a confesar algo: yo antes de caer, guardaba detrás de una cajonera para que el viejo no lo encontrara, un cuaderno con sus recortes. (impostando voz de locutor de Crónica) “¡Parecía viva! El cadáver de la joven cajera, desprovisto de sus órganos internos, fue descubierto por una clienta en su puesto de trabajo. Otra víctima del Cirujano de Villa Madero”…
CÁRPENA (levantando presión): Le agradezco, pero no insista...
SOLDATI: ¡El Cirujano de Villa Madero, Cárpena! Le canto su campaña, escuche: 1995, Marincovich, Eduarda, vedette retirada, barrio de Nuñez, vaciada y embalsamada; 1998, Salcedo, Rubén, concejal justicialista de Tres de Febrero, también vaciado; 1999, Caprisi, Selma, ama de casa, Barracas, único descuartizamiento; 2001, Quiroga, Remigio, guardabarreras línea Sarmiento, destazado y colgado por partes del monumento a los…
CÁRPENA (estallando): ¡BASTA! ¡CIERRE LA BOCA! ¿NO ENTIENDE QUE ES ALGO QUE QUIERO BORRARME DE LA CABEZA? ¡Y USTED INSISTE, INSISTE, METE EL DEDO EN LA LLAGA! ¿QUÉ BUSCA?
SOLDATI: Lo que yo digo es que lo suyo es un don, Cárpena, tendría que estar agradecido. ¿Se da cuenta lo que podemos llegar a hacer juntos? Usted el cerebro, yo el brazo ejecutor (vuelve a lloriquear) El destino nos ha regalado un milagro. ¿No lo ve? ¡Somos el dream team!
CÁRPENA: ¡GUARDIA! ¡SÁQUEME DE ACÁ!... AL LADO DE ESTE ENFERMO MI VIDA CORRE PELIGRO. ¿QUÉ PASA CON EL CAMBIO DE CELDA? ¿NADIE SE OCUPA? ¿EN ESTA CÁRCEL SON TODOS INFRADOTADOS? ¡CONTESTE, LE ESTOY HABLANDO!
El guardia cruza una mirada con SOLDATI.
SOLDATI: Él no puede decirle nada, Cárpena, no está autorizado. Dele no se chive, le prometo que enmudezco, no hablo más.
CÁRPENA: …
Pausa tensa, SOLDATI, incómodo, trata de desviar la atención.
SOLDATI: ¡Qué injusticia su juicio, Cárpena!
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Los testigos! ¡Daban vergüenza ajena, daban!
CÁRPENA: …
SOLDATI: Con esas caritas de víctimas. En todo caso si alguna víctima había eran los fiambres. ¿No? Y usted, que de ahí en más ya no podría seguir ejerciendo… (CÁRPENA no hace un gesto, cambiando) Hagamos algo: dejemos el plan para más adelante, ¿qué le parece? Total hay tiempo. Si quiere ahora podemos jugar un rato a ‘piedra papel o tijera’. Claro que va a tener que usar la zurda (culpable) No sé si… Digo, usted era diestro, ¿no?... ¿Se podrá arreglar?
CÁRPENA: …
SOLDATI (previendo otro estallido): ¡Okey! ¿Qué hora será? Uy, mi sesión de masajes (al guardia) Morocho, remolcame. Desde ayer que tengo un dolor que me va de acá al cuello. Debe ser la gimnasia, debo estar sobre-entrenando (el guardia comienza a salir con el carro llevando a SOLDATI) Ah, Cárpena, después hágame acordar que le cuente el del domador y el paralítico, jua, jua, es buenísimo.
SOLDATI y el guardia salen.
CÁRPENA: El tiempo se estira. Las horas no pasan. Esperar, agonizar dentro de este caparazón. Embrutecido, anulado. ¡Qué importa! Tengo que estar sereno, domesticar al pensamiento, hay toda una parte de mí que nadie, sólo yo,  puede ver. Es una parte sana, es una parte limpia que trata de ver un… un mañana. Es necesario creer (solloza) ¡No! No hay solución humana cuando los detalles del problema son inhumanos. ¿Cuándo? ¿Cuál fue el momento preciso en que me perdí? (vuelve a sollozar,  se reprime, con desesperación) ¡Tengo que dominarlo! Sí, lo huelo, huelo un campo. Snif, snif. Huelo un camino perdiéndose en un mar de espigas. Es un campo. Trigo, tierra negra. Snif. Trigo dulce entibiándose al sol, un olor cargado, un poco ácido. Snif. ¡Cuánta belleza! Tierra virgen, fragante a raíz, a mineral...
Hay un cambio de luces que denota la presencia de algo, CÁRPENA se sobresalta.
CÁRPENA: ¿Qué hay?
APAGÓN MUY BREVE


ESCENA VI
Cuando vuelve la luz, por medio de efectos de luces y sonido, asistimos a una escena cargada de horror: CÁRPENA es acosado por los fantasmas de sus víctimas. Desesperado por librarse de las  ataduras, trata con ojos alucinados de esquivar y sacarse de encima a una jauría de “ánimas” que lo acosan, se le abalanzan, lo hostigan.
CÁRPENA: ¡Noooo! ¡Noooo! ¡Basta! ¡Por favor, nooooo! ¡Basta! ¡Noooo!
APAGÓN


ESCENA VII
En el patio, verticales sobre los carros, a CÁRPENA ahora le falta la parte inferior de la pierna derecha, tiene otro muñón vendado a la altura de la rodilla. La luz los  sorprende en un silencio tenso en medio de una fuerte discusión.
SOLDATI: ¿Y por qué me contradijo?
CÁRPENA: ¡Porque estábamos discutiendo! ¡Animal! ¡‘Discusión’: esgrimir razones contra el parecer del otro!
SOLDATI: De acuerdo, pero si mientras discutíamos hubiera evitado contradecirme…
CÁRPENA: ¿Es tarado? ¡Se discute para eso: si los que discuten están de acuerdo la discusión no existe!
SOLDATI: Ok, póngale que estábamos discutiendo, se lo concedo. Ahora, usted conociendo –digamos- ‘esta tendencia’ mía, me contradice y encima por semejante gansada.
CÁRPENA: ¡No es una gansada!
SOLDATI: ¡La receta del matambre a la leche, Cárpena! ¿No le parece una gansada?
CÁRPENA: Para un tipo que sabe de cocina lo que usted dijo es una afrenta.
SOLDATI: Hay tantas recetas como cocineros.
CÁRPENA: ¡No señor! El matambre a la leche es un plato tradicional de la cocina uruguaya, soy nacido y criado en el Uruguay: cuando la carne se introduce en el horno este tiene que estar precalentado a 250 grados y ‘nunca’ existe un tiempo fijo de cocción.
SOLDATI: Volvemos a lo mismo: depende.
CÁRPENA: ¿Depende de qué?
SOLDATI: De si a uno le gusta o no que se le haga esa costra dorada cuando se evapora la leche.
CÁRPENA: ¡Cállese! Cuando la leche empieza a secarse se le agrega más, porque de lo contrario se corre el riesgo de que el matambre no termine de cocinarse. Y cuando está casi hecho se le agrega sal y se tira en una asadera con una buena cantidad de vinagre para que la leche se coagule.
SOLDATI: Usted perdone pero sigo teniendo una duda: ¿de qué carne estamos hablando?
CÁRPENA: ¡DE VACA! ¿DE QUE CARNE CREE QUE ESTAMOS HABLANDO?
SOLDATI: ¡Bueno! ¿Por qué se pone así?
CÁRPENA: …
SOLDATI: Puede que lo del matambre sea como dice, se lo concedo (señalándole el muñón) Ahora, ¿le parece que teníamos que llegar a esto?
CÁRPENA (sacado): ¡Y CLARO QUE NO ME PARECE! ¡Y CLARO QUE NO ME PARECE! APROVECHÓ LA EXCUSA DE LA DISCUSIÓN PARA VOLVER A ATACARME. ME CORTÓ LA PIERNA.
SOLDATI: No se la corté, se la comí.
CÁRPENA: ¡ME CAGO EN LA DIFERENCIA!
Pausa.
SOLDATI (de golpe, convencido): Es lo que yo digo.
CÁRPENA: ¿Qué es lo que dice?
SOLDATI: Una discusión estúpida en la que encima usted me contradijo.
CÁRPENA (resignado): No hay dudas: aparte de estar loco usted es oligofrénico.
SOLDATI: Soy un tipo simple, Cárpena, siempre fui así, transparente, expreso todo lo que me pasa. Es usted el que la complica (cambiando) Además, basta de agredir, viejo, que yo también tengo mi orgullo, eh. Si tanto le jodo por qué no se cambia de celda, digo yo.
CÁRPENA (nuevamente sacado): Y CLARO QUE VOY CAMBIARME, ES LO QUE MÁS DESEO EN ESTE MUNDO, QUÉ SE CREE, QUE SOY MASOQUISTA. ¡PERO ESE PUTO TRÁMITE NUNCA AVANZA!
Pausita.
SOLDATI (arrepentido): Sé que sirve de poco, pero le reitero mis disculpas. Sabe, cuando me agarran estos arranques no puedo controlarme, me viene como una
sudoración, se me llena de saliva la boca. ¡Algo tan desagradable! Se me pone una cosa acá, vio, de agitación y al mismo tiempo como de algo que no puede esperar. ¿Usted qué cree que sea?
CÁRPENA empieza a agitarse, de golpe por la expresión de la cara vemos que sufre un dolor agudo en el pecho y pierde el conocimiento.
SOLDATI: ¡MOROCHO, MOROCHO!
Entra el guardia.
SOLDATI: Le dio un bobazo, dale en el pecho (el guardia duda) ¡Dale en el pecho, no seas maricón, no ves que se le paró el corazón!
El guardia le pega un par de veces, CÁRPENA no reacciona.
SOLDATI: ¡Pegale más fuerte, haceme caso!
El guardia obedece, CÁRPENA finalmente  reacciona. Pausita.
SOLDATI: ¡Uf, lo sacamos, Carpena! ¡Qué susto nos dio!
El guardia lo apantalla con un pañuelo, a continuación le toma el pulso y mira su reloj.
SOLDATI: ¿Se siente mejor? ¡También usted! ¿Registró o no registró que con lo de la gamba perdió un litro y medio de sangre? No entiendo cómo se le ocurre salir al patio.
CÁRPENA (al guardia): Estoy bien, déjeme.
El guardia sale. Pausita. CÁRPENA mantiene un silencio hosco. SOLDATI vuelve a saltar del  carro, mira que no lo vigilen  y con extrema dificultad, ya que las cadenas se lo impiden, remeda la acción de practicar ‘marcha’. Da un giro completo en torno a CÁRPENA, mientras marca el compás con la respiración.
SOLDATI: “Mens sana in corpore sano”, como decía Mario Sokolinsky, el doctor ese de la tele. Sabe, leí que la marcha es el ejercicio aeróbico más adecuado para la gente de nuestra edad. Por la cuestión articular, vio, hay menos rebote en el piso, los tobillos y las rodillas no sufren.
CÁRPENA: …
SOLDATI (se debate, hasta que se anima a hablar): Cárpena, quiero preguntarle algo.
CÁRPENA: No vuelva con lo del matambre a la leche, por favor.
SOLDATI: No, es otra cosa. Ayer, cuando el Morocho lo trajo a la celda, le pasaba algo, ¿no?
CÁRPENA ¿Quién dice eso?
SOLDATI: Soy un tipo observador, aparte estaba pálido como un fiambre. Cuente, che, somos amigos. ¿La nena de nuevo?
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡No, ahora caigo: la patrona! (CÁRPENA no lo escucha, su cara se va descomponiendo en una mueca de miedo. SOLDATI no lo percibe) La patrona, claro, por eso no viene a visitarlo. ¿Qué, tiene otro? Y, es comprensible, el cuerpo tiene sus necesidades, tanto tiempo sin -como se dice- ‘practicar el acto marital’, la pobre ha tenido que salir a practicarlo afuera (finalmente repara en la expresión del otro) ¿Qué le pasa?
CÁRPENA: Se presentan.
SOLDATI: ¿Qué?
CÁRPENA: Dije que se presentan, que se aparecen...
SOLDATI: ¿Quiénes?
CÁRPENA: Usted sabe.
SOLDATI: ¡No, por favor! Se está volviendo un obsesivo. Mejor huélase algo, dele. Si quiere yo también pruebo: snif, snif.
CÁRPENA (afiebrado): Al principio sólo eran voces, repetían “por qué, por qué”. Unas pocas, después se iban sumando más: “por qué, por qué, por qué”. Hasta que se hacía un clamor intolerable (cierra los ojos con fuerza)
SOLDATI: Quédese tranqui o le va a dar otro patatus.
CÁRPENA: Pero ahora es peor. (solloza) Me tocan.
SOLDATI: ¿Cómo que lo tocan?
CÁRPENA: ¡Sí, ahora pasan y me tocan! Yo trato de sacármelas, pero con estas cadenas no puedo. De pronto ya no están, no las veo pero sé que siguen en algún lado, al acecho. Y de golpe vuelven a lanzarse (se retuerce con asco, solloza) Un contacto frío, viscoso, la sensación más espantosa que se pueda imaginar. ¡Dios está detrás de todo esto! (alucinado, comienza a rezar en ritmo creciente) Que tu espíritu sea mi fe y todo el que a mi lado estuviere, encuentre la fuerza que necesita mi materia…
SOLDATI: ¡Cárpena, está rezando de nuevo!
CÁRPENA: Para poder llevar las pruebas del planeta en que habitamos. Ruega por nosotros para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo…
SOLDATI (inquieto): ¡Cárpena!
CÁRPENA: Defiéndenos en la lucha, que Dios manifieste sobre ti su poder, es nuestra humilde súplica…
SOLDATI: ¡CÁRPENA, BASTA! ¿Qué quiere, terminar en el pabellón de los evangelistas?
CÁRPENA: Usted no entiende nada. Ellos rogaban...
SOLDATI: ¡Córtela!
CÁRPENA: Rogaban por sus vidas y yo no los escuché. Yo me equivoqué.
SOLDATI: ¡No señor! Usted no se equivocó. Usted es un ser humano como cualquier hijo de vecino. Usted tiene su familia, tiene su trabajo y  por otro lado tiene el ‘vicio’. ¿Cuál es el problema? Permítame, porque yo esto lo he pensado mucho: no hay contradicción, Cárpena. ¿Quién puede decir lo que está bien y lo que está mal? La vida es un amasijo confuso, algo que está más allá de lo que usted y yo podamos entender. Aunque usted sea más inteligente y preparado, en esto está en bolas y a los gritos igual que yo. “No era yo cuando lo hacía, tenía el Demonio en el cuerpo” ¡Mire qué fácil! ¡No viejo, era usted mismo y también era yo! Cárpena, ¿sabe cuál es la diferencia entre nosotros? Usted piensa que hay un barbudo que lo vigilantea marcándole lo que está bien y lo que está mal, yo en cambio sólo pienso en mí, en lo que está bien y lo que está mal para mí. Mi viejo, un burro de carga como yo, se murió sin enterarse de nada de lo que hacía, pero ¿sabe qué creo? Que si lo hubiera sabido, lo entendería. En el mundo hay de todo como en botica: empanadas de carne y de humita, gente como nosotros y Ceferino Namuncurá, y todos conviviendo en armonía. ¿O se cree que somos los únicos que carneamos? Mire a los yanquis que tienen a todos esos encerrados el la cárcel esa de Guantánamo, ¿sabe lo qué les hacen?; mire a esos hombres-bomba que se mezclan en una feria y masacran a mujeres y chicos. ¿No le convence? Busque en otras especies, mire un simple animalito de granja como el chancho, ¿las chanchas no se almuerzan a las crías? ¿Las arañas hembra no eliminan a sus machos? ¡Contemple la mitad llena del vaso y déjese de embromar, Cárpena! Su esposa y su hija están vivitas y coleando, ¿eso no es algo meritorio de su parte?
CÁRPENA (confundido): Sí, puede ser (pausita) Sabe, hasta no hace mucho yo tenía un grupo de amigos.
SOLDATI: ¡Ve, ahí tiene!
CÁRPENA: Era una especie de peña científica, leíamos cosas, nos reuníamos una vez a la semana.
SOLDATI: Mire que lindo. ¿En Villa del Parque?
CÁRPENA: Sí. A algunos los conocía desde la infancia. Pero fue pasando el tiempo y cada vez fuimos quedando menos.
SOLDATI: Suele pasar, hoy vio al ritmo que se vive, a la gente le cuesta socializar.
CÁRPENA: No, al contrario, nos reuníamos todos los jueves.
SOLDATI: ¿Y entonces?
CÁRPENA solloza.
SOLDATI: Ah, quiere decir... (comprende que CÁRPENA los pasó por el cuchillo)  ¡Cuanto lo lamento, Cárpena! Pero, dígame, ¿esta era toda gente de su barrio? Porque en la lista que yo tengo....
CÁRPENA (grave): ¡Eran mis amigos!
SOLDATI: Ah, por supuesto, hizo muy bien, para qué amargar a las familias. (con curiosidad) ¿Y como…?
CÁRPENA: Ácido clorhídrico.
SOLDATI: Claro (pausita, cambiando) ¡La mierda, usted también no dejó títere con cabeza!
CÁRPENA vuelve a sollozar, lentamente se va calmando. De golpe se le repite la picazón, se retuerce desesperadamente.
CÁRDENAS: Le dije que su sistema contra la picazón era una mierda, ¿no?
SOLDATI: Sí, gracias…
CÁRDENAS: ¿Por qué agradece? ¿Se está burlando?
SOLDATI: No me burlo, sólo trato de crear un clima positivo.
CÁRPENA: ¡Sabe, sus ‘climas positivos’ me tienen las bolas al plato! Dígame algo, ¿cuál es su condena?
SOLDATI: ¿Por qué quiere saber?
CÁRPENA: Usted conteste.
SOLDATI: Sumando todas las causas, setecientos sesenta y cinco años y dos meses.
CÁRPENA: Setecientos sesenta y cinco años y dos meses ¿Y qué le ve de positivo al hecho de estar encerrado setecientos setenta  cinco años y dos meses en un lugar como este y en mi compañía?
SOLDATI: Encontrando un motivo puede sentirse bien.
CÁRPENA: ¿Un motivo?
SOLDATI: Sí.
CÁRPENA: ¿Cualquiera?
SOLDATI: Uno que le sirva.
CÁRPENA: ¿Cuál es el suyo?
SOLDATI: Rajarme de acá y trabajar con usted.
CÁRPENA: Encuéntreme uno a mí.
SOLDATI: Déjeme ver (piensa) Ya está: agarre, por ejemplo, esa picazón. El primer sistema que le di me dice que no le sirvió y que le sigue picando.
CÁRPENA: Sí, ¿y?
SOLDATI: El segundo es algo más trabajoso, pero la cosa mejora. ¡Ahí tiene su motivo!
CÁRPENA: No entiendo.
SOLDATI: ¡Está lento, Cárpena! Que gracias a mí ahora cuenta con una gamba y un brazo menos. Menos para que le pique.
CÁRPENA: …  
SOLDATI: ¡Un chiste, che! Aflójese un poco.
CÁRPENA: ¡Váyase a la puta que lo parió!
APAGÓN MUY BREVE


ESCENA VIII 
Es el atardecer, SOLDATI y CÁRPENA están en la misma posición que la escena anterior. SOLDATI  ronca con la boca abierta y los lentes para sol puestos, a CÁRPENA se le aparecen los espectros de sus víctimas, lo torturan, se debate.
CÁRPENA: ¡Noooo! ¡Noooo! ¡Basta! ¡Por favor, nooooo! ¡Basta! ¡Noooo!
APAGÓN


ESCENA IX
Cuando vuelve la  luz a CÁRPENA le falta el otro brazo. Atado a uno de los laterales del carro se eleva  una vara con un gancho del que cuelga un sachet de suero, a su derecha hay un aparato para medir la frecuencia cardíaca del que salen cables que se conectan a su pecho. Está débil y tiene muy mal aspecto. SOLDATI, siempre encadenado, está parado a su izquierda.
SOLDATI: Función de circo, ¿sí?, la carpa llena de público y en la primera fila, en su sillita de ruedas, un paralítico. Comienza el espectáculo: pasan los payasos y hacen su número, pasan los equilibristas hacen su número y llega el turno del domador y los leones. Entonces vienen los que arman, ponen las rejas, entra el domador con el látigo, sueltan a los leones y estos empiezan con las pruebas: se suben a una tarima, el domador les pone el aro prendido fuego, pega con el látigo ¡Chassss! Y los leones saltan por el aro. El público aplaude entusiasmado. Pero en un momento uno de los leones va hacia las rejas, se apoya con las tremendas manazas y ¡paf!, las rejas que caen y los tres leones hambrientos que encaran hacia el público. ¡Tremenda escena de pánico! La gente que se da vuelta y empieza a correr despavorida hacia la salida, y el paralítico que, último, gira con su sillita y también empieza a salir. Entonces el domador desde el medio de la pista que ve que el primero de los leones ya tiene su tremenda bocaza en la nuca del paralítico y grita: “¡EL PARALÍTICO, EL PARALÍTICO!” Y el paralítico que se da vuelta y le dice: “¡HIJO DE PUTA, DEJÁ QUE ELIJAN LOS LEONES!” ¡Juá, juá!
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¡Juá, juá! “¡Hijo de puta, dejá que elijan los leones!”¿No es genial?
CÁRPENA: …
SOLDATI (ante la inexpresividad del otro): ¡Afloje, che, no me haga sentir más mal de lo que me siento! (Cárpena se mantiene inmutable, con nerviosismo señalándole la nueva herida) ¿Le duele mucho? (Cárpena  ídem) ¡Ah, Cárpena, me olvidaba, tengo una sorpresa para usted, esto le va a encantar! (llama) ¡MOROCHO!
Entra el guardia trayendo un sobre floreado con un moño.
SOLDATI: Acá al Morocho le pareció un detalle envolverlo para regalo.
El guardia le alcanza a CÁRPENA el sobre, pero este,  lógicamente, no puede recibirlo.
SOLDATI: ¡ABRÍSELO, ANIMAL!
El guardia abre el sobre, saca un folio escrito, sellado y firmado  y se la acerca a CÁRPENA para que lea.
SOLDATI: La aceptación para su cambio de celda. Fíjese qué detalle: firmada por el personal de guardia completo y todos los internos del pabellón especial. ¿Vio cómo finalmente llegó?
CÁRPENA: …
SOLDATI: ¿No va a decir nada?
CÁRPENA (con debilidad): ¡Guárdesela!
SOLDATI: ¿Cómo?
CÁRPENA: ¿Es sordo? Que se la guarde, no la quiero.
Pausita, SOLDATI pasa del desconcierto a la emoción, lloriquea, CÁRPENA lo mira con curiosidad.
SOLDATI: ¡Discúlpeme! No sé qué me pasa, últimamente lloro por todo. Sabe, no me pregunte cómo lo sé, pero estaba seguro que la iba a rechazar. Aunque usted no quiera reconocerlo, entre nosotros… (lloriquea) se ha creado un vínculo, Cárpena, algo muy fuerte, algo –como se dice- ‘indisoluble’. Ya tengo la confirmación, sabe, nuestro destino al final: Sierra de la Ventana. Se atrasó un poco porque se nos había colado un buchón, hubo un allanamiento, cayeron dos de mis contactos, en fin, es una historia larga, pero ya está cerrado, ahora sólo hay que esperar el...
CÁRPENA (interrumpiéndolo): Me retumba la cabeza, le molestaría mucho quedarse un rato en silencio.
SOLDATI: No para nada, es más, voy a aprovechar porque me quedaron por hacer dos series de treinta abdominales…
SOLDATI vuelve a su carro, se acomoda  y se las arregla para hacer algo parecido a abdominales, que acompaña con la respiración.
SOLDATI: 8, 9, 10, 11…
CÁRPENA: Hasta acá llegué.
SOLDATI: ¿Qué dijo?
CÁRPENA: Nada que le importe.
SOLDATI: No, dele, dijo algo.
CÁRPENA: Que no puedo más.
SOLDATI: Jua, ¿yo hago los ejercicios y usted se cansa?
CÁRPENA: Que me quiero morir.
SOLDATI: ¡No diga disparates, si está entero, Cárpena!
CÁRPENA: Mire, no pienso gastar aliento con usted. Tiene que hacerme dos favores. El primero es que termine con lo que empezó.
SOLDATI: ¿Qué quiere decir?
CÁRPENA: Que me coma.
SOLDATI (estupefacto): ¡Avise, che! Pero mire las cosas que se le ocurren. Que yo lo coma.
CÁRPENA: Está todo muy claro, Soldati, no se crea que le guardo rencor. Usted es apenas un instrumento, está acá para cumplir con una misión.
SOLDATI: ¡Qué misión ni ocho cuartos, a mí déjeme de joder con esas pavadas! Usted además de mi amigo es mi socio, en un par de días tenemos mucho trabajo por hacer.
CÁRPENA (delirando): ¡Oh, muerte esquiva dónde está tu aguijón! (se entreduerme)
SOLDATI: Hey.
CÁRPENA (reaccionando a medias): ¿Qué quiere?
SOLDATI: Recién habló de dos favores, ¿cuál es el otro?
CÁRPENA: Ah, nada, olvídelo…
SLDATI: No, dele, no me deje con la intriga.
CÁRPENA: Como usted no los aprovecha, le pensaba pedir que donara mis órganos.
SOLDATI: ¡Basta, Cárpena, le pido por favor, me va a hacer chivar en serio! Usted está hecho un pibe. Hágase unos ejercicios, dele.
CÁRPENA se sonríe ante una ocurrencia.
SOLDATI: ¿De qué se ríe?
CÁRPENA: Esas flexiones que usted hace.
SOLDATI: ¿Qué tienen?
CÁRPENA: No creo que yo vaya a poder.
SOLDATI: ¿Por?
CÁRPENA: Me puede agarrar un calambre.
Los dos estallan en una carcajada.
SOLDATI: ¡Un calambre! (no pueden parar de reír) ¡Un calambre! ¡Me jodió!
Paran de reír. Pausita.
CÁRPENA (desfalleciente): Me-mue-ro (se entreduerme, reacciona) Snif, snif.
SOLDATI: Eso. Si no quiere hacer ejercicios, por lo menos huélase algo. Dele.
CÁRPENA: Snif.
SOLDATI (entusiasmado): Cuente, ¿qué huele, Cárpena?
CÁRPENA: Mierda.
SOLDATI: ¿Mierda? ¿Cómo mierda?
CÁRPENA (casi sin aliento): Lo huelo a usted, todo usted es un gran pedazo de mierda, Soldati.
SOLDATI: ¿Por qué me habla así?
CÁRPENA: Porque es la verdad, usted está podrido por fuera y por dentro.
SOLDATI: No me trate así (lloriquea) Yo no le diría nunca una cosa así a un amigo.
CÁRPENA: Lo último que haría en la vida es ser su amigo. Usted es una comadreja, una triste bestia carroñera.
SOLDATI (lloriqueando): ¡Cállese! Sabe que no puedo discutir.
CALLESE: Aparte, sépalo: también le faltan algunos fósforos en la caja. ¡Triste carnicero! ¡Haga lo único que sabe hacer! ¡Gusano!
SOLDATI: Yo nunca le falté el respeto, Cárpena, todo este tiempo para mí ha sido un maestro, usted es mi ejemplo a seguir.
CÁRPENA: ¡Cortar, destazar y comer! ¡Chacal! Acaba con la vida de alguien y ni siquiera se da cuenta.
SOLDATI: ¡Mentira! Compartimos la celda. ¿Quién le ayuda a orinar ahora que no tiene manos, eh? Usted es mi único amigo
CÁRPENA: Los enfermos como usted no tienen amigos. ¡TERMINE LO QUE EMPEZÓ: COMAME!
SOLDATI: ¡Cállese! (lloriquea) No me humille.
CÁRPENA: ¡BESTIA, ALIMAÑA CARROÑERA, LE DIJE QUE ME COMA! ¡CÓMAME! ¡CÓMAME! ¡CÓMAME!
SOLDATI: ¡BAS-TA!
SOLDATI  salta de su carro, con un aullido animal va hasta CÁRPENA, le clava un tarascón en el cuello. CÁRPENA lanza un grito agónico.
APAGÓN


ESCENA X
Cuando vuelve la luz  SOLDATI está solo,  con el carro inclinado tomando sol. Tiene la boca y la barbilla manchadas con sangre. Está relajado, canta.
SOLDATI: “Quieren matar al ladrón / qué se robó a una mujer, quieren, quieren / Quieren saber dónde está / nunca lo van a saber / yo se porque, yo se porqueeee”… (llama) ¡MOROCHO! ¡MOROCHO!
Entra el guardia, se acerca a SOLDATI, saca un pañuelo y le limpia la boca.
SOLDATI: Llevate el Sapolán y dejámelo en la repisa. Fijate que la ropa para el lavadero está debajo de la litera. Limpiá bien y todo lo que no sea mío tiralo.
El guardia alza el pote de bronceador y sale. SOLDATI vuelve a cantar.
SOLDATI: “Yo soy ladrón porque Dios quiso / que en mi camino se cruzara / y que a pesar de tener novio / que ella de mí se enamorara”…
Efecto de luces muy leve (el mismo que se producía cuando CÁRPENA era torturado por sus fantasmas) SOLDATI se interrumpe, vigila el entorno, pero enseguida vuelve a lo suyo.
SOLDATI:Yo soy ladrón porque en tus ojos / brillo la luz de una esperanza /
y no pensé en las consecuencias / sólo pensé en llevarte a casa”…
Vuelve a producirse el cambio de luces, esta vez más marcado. SOLDATI ahora se interrumpe, con inquietud busca, husmea el aire.
SOLDATI: ¿Cárpena? ¿Es usted? (cambiando, le da gracia su ocurrencia) ¡Juá, juá! ¡Qué idiotez! “Quieren matar al ladrón, que se robo una mujer / quieren, quieren / Quieren saber dónde está / nunca lo van a saber / yo se porque, yo se porqueeee”…
La luz comienza a bajar. Mientras SOLDATI sigue cantando, regresa  el guardia trayendo en un carro a otro preso con bozal y grilletes, lo coloca a su lado, SOLDATI deja de cantar y mira hacia el recién llegado.
SOLDATI: Calor, ¿no?
APAGÓN FINAL